InterSedes, Revista electrónica de las sedes regionales de la Universidad de Costa Rica,
ISSN 2215-2458, Vol XXI, Número 43, Enero – Julio, 2020.
10.15517/isucr.v21i43.41990 | intersedes.ucr.ac.cr | intersedes@ucr.ac.cr
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SINERGIAS EN LOS PROCESOS DE DESARROLLO RURAL DE UN PROYECTO DE
COOPERACIÓN ENTRE JAPÓN Y COSTA RICA
SYNERGIES IN THE RURAL DEVELOPMENT PROCESSES OF A COOPERATION
PROJECT BETWEEN JAPAN AND COSTA RICA
Carmen Monge-Hernández
1
Priscilla Mena-García
2
Marcela Gutiérrez-Miranda
3
Rita Gamboa-Conejo
4
Miguel Céspedes-Araya
5
Recibido: 21.02.19 Aprobado: 30.04.20
DOI: 10.15517/isucr.v21i43.41990
Resumen
A partir de las buenas prácticas entre universidades, instituciones públicas y
organizaciones nacionales e internacionales en el ámbito del desarrollo rural en Costa Rica,
emerge la necesidad de entender y visibilizar los retos y logros alcanzados desde la perspectiva
de las personas participantes locales. Por ello, la presente investigación cualitativa de corte
exploratorio propone analizar un proyecto de desarrollo rural realizado en el norte de Costa Rica,
desde el enfoque de capacidades para el desarrollo humano. Tal experiencia llevada a cabo en,
con y para la comunidad, destaca por su carácter transformador y por potenciar la ampliación de
las capacidades individuales y colectivas de las comunidades, proponiendo desafíos atendibles
para la sostenibilidad de las experiencias.
Palabras claves: desarrollo rural; enfoque de las capacidades; desarrollo humano; cooperación
internacional.
¹ Costarricense. Docente Universidad Nacional de Costa Rica, Heredia, Costa Rica. Email: cmonge@una.cr
² Costarricense. Docente Universidad Nacional de Costa Rica, Heredia, Costa Rica. Email: pris.mena@gmail.com
³ Costarricense. Docente Universidad Nacional de Costa Rica, Heredia, Costa Rica.
Email: marcela.gutierrez.miranda@una.cr
⁴ Costarricense. Docente Universidad Nacional de Costa Rica, Heredia, Costa Rica. Email: rgamboa55@yaho.com
⁵ Costarricense. Docente Universidad Nacional de Costa Rica, Heredia, Costa Rica. Email: macautos@yahoo.com
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Abstract
Based on good practices developed by universities, public institutions and national and
international organizations that work on rural development in Costa Rica; it is needed to
understand and make visible the faced challenges and achievements from the local participants
perspective. The present exploratory qualitative research analyzes a rural development project
carried out in the north of the country. From the capabilities approach for human development,
the experience was carried out in, with and for the community. It stands out for its transforming
nature, for enhancing the expansion of individual and collective capacities in the communities
and for proposing challenges for its sustainability.
Keywords: rural development; capabilities approach; human development; international
cooperation.
Generalidades de la cooperación en Costa Rica
En Costa Rica, país centroamericano, la cooperación internacional es canalizada a través
de los Ministerios de Relaciones Exteriores y Culto y el de Planificación Nacional y Política
Económica (MIDEPLAN). A MIDEPLAN le corresponde la negociación, el seguimiento a los
proyectos y programas, el intercambio de experiencias y la oferta técnica que se presente, así
como el manejo de los recursos financieros reembolsables y no reembolsables. En América
Latina la tendencia de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) a partir de 1990 ha sido decreciente,
lo que se ha acentuado aún más en países como Costa Rica, a los que organismos internacionales
como el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) les
han catalogado como país de renta media.
La cooperación hacia los países en desarrollo ha transitado en las últimas décadas por
distintos objetivos de reforma, modernización, estabilización y seguridad internacional
(Montufar, 2004; Sogge, 2009, Kaul et al.,1999, Ayllon et. al., 2013). Adicionalmente, la
influencia de nuevos eventos internacionales reorienta la cooperación. Tal es el caso de la
búsqueda de reducción de los devastadores impactos de las crisis, en ámbitos alimentarios,
energéticos, financieros internacionales y del calentamiento global y el atentado del 11 de
setiembre 2001. Lo que alentó a los países desarrollados a buscar el aseguramiento de los
suministros de combustibles fósiles para sostener su crecimiento desplazando la ayuda a la lucha
contra el terrorismo internacional (Sanahuja, 2006).
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A partir de los noventa, la disminución de la ayuda a países de renta media abrió espacio a
nuevos esquemas de cooperación al desarrollo. Esto ha permitido a Costa Rica realizar
cooperación Sur-Sur y cooperación triangular, a pesar de no contar con fondos específicos para
este fin. Ejemplo: los programas Sur-Sur con México, Chile, Uruguay, Argentina, Colombia y
Perú y de triangulación con países de Centroamérica, el Caribe Alemania y España (MIDEPLAN,
2014a). Aunque los montos contabilizados son bajos, son valiosas en términos de intercambio de
experiencias y asistencia técnica entre países.
Las convenciones internacionales han aportado impulso a cambios positivos en la
cooperación, como por ejemplo la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda al
Desarrollo (2005) y el Plan de Acción de Accra (2008)
6
. Esto favoreció la política exterior y la
cooperación internacional costarricense (MIDEPLAN, 2014a) pues estimulan a los países
receptores para que ejerzan una mayor autonomía y autoridad en sus políticas y estrategias de
desarrollo a la hora de perseguir las metas globales para la reducción de la pobreza y la
desigualdad.
En Costa Rica, entre 1990 y 2013 la AOD se ha reducido en un 78%, pasando de 287.6
millones de dólares a apenas 63.3 millones de dólares. Según MIDEPLAN (2014b), entre 2010 y
2013 la cooperación no reembolsable se redujo en más de la mitad, con US$144,2 millones en
2010 y US$63,3 millones en 2013. Asimismo, si se considera la cifra total de cooperación al
desarrollo durante el periodo 2010 y 2013, únicamente el 7,1% de los US$4.940,2 millones
recibidos corresponde a flujos no reembolsables; el restante 92,2% corresponde a la cooperación
financiera reembolsable (MIDEPLAN, 2014a).
Si bien es una realidad que Costa Rica presenta mejoras importantes en los indicadores
sociales y económicos, esta condición positiva no excluye la existencia de fragilidad ambiental,
desigualdad y pobreza en zonas rurales, especialmente en las áreas fronterizas donde se asientan
grupos altamente vulnerables. Por lo que se necesitan programas y proyectos públicos y apoyo
6
La Declaración de París establece como principios fundamentales la armonización, apropiación, alineación, con la
mutua responsabilidad oferente-beneficiario y gestión por resultados. Y con el interés de acelerar la aplicación de
esa declaración se firma la siguiente declaración en Accra, Ghana, el 4 de septiembre de 2008
(https://www.oecd.org/dac/effectiveness/34580968.pdf, consultado el 15/03/2017).
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internacional para la financiación de iniciativas, principalmente en zonas fronterizas rurales y
urbanas socialmente deprimidas.
La Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), sustentada en la extensión universitaria,
implementa acciones para el desarrollo rural, en las que convergen iniciativas financiadas con
recursos de cooperación japonesa no reembolsables en comunidades rurales del norte y caribe
noreste de Costa Rica, campo de esta investigación, para la que si bien abundan documentos e
informes técnicos y económicos de la asignación de los recursos invertidos, hay carencia de
literatura que valore los beneficios obtenidos desde la voz de las personas participantes. Por
tanto, esta investigación exploratoria estudia un proyecto de cooperación asiática específico, a fin
de ampliar la evaluación limitada a términos económicos de la relación donante, Estado y
comunidad (centrada en el objeto), a una más cualitativa (centrada en los sujetos). Para esto se
apoya en el enfoque de las capacidades para el desarrollo humano, desde una comprensión amplia
del bienestar y la libertad de las personas para acceder a una vida digna (Walker, 2014).
El análisis cualitativo se realiza en el Proyecto para la promoción y el manejo
participativo en la conservación de la biodiversidad (MAPCOBIO), desarrollado en Llanuras del
Gaspar y Barra del Colorado, ubicados al noreste del país y financiado por Agencia de
Cooperación Internacional del Japón (JICA). Interesa identificar los resultados alcanzados desde
la voz de las personas locales participantes, en función de los aportes a su desarrollo humano.
Para mostrar los resultados de la investigación, se muestra en un primer apartado una
presentación de las experiencias de estudio, seguido por los principales argumentos teóricos
propuestos por el enfoque de las capacidades que guían el análisis. En el segundo apartado se
hace referencia a los métodos utilizados y en el tercero se exponen los principales resultados
obtenidos con el análisis y la discusión de la realidad local, identificándose algunas de las
capacidades reales desarrolladas desde la perspectiva de las personas participantes. Finalmente,
se presentan las conclusiones claves del estudio desde los resultados y los aprendizajes
estratégicos que aporta esta experiencia japonesa al desarrollo local.
Cooperación de Japón con Costa Rica
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La cooperación internacional asiática ha mantenido apoyo a Costa Rica, mediante la
cooperación de China, Japón y Corea. Los aportes reembolsables y no reembolsables del
Gobiernos de la República de China han cambiado la composición de la cooperación
internacional recibida por Costa Rica. Aunque la cooperación multilateral representó
históricamente el 80% de la cooperación, respecto a la bilateral, en el periodo 2010-2013 el flujo
bilateral ha incrementado sustancialmente, acercándose a la fuente multilateral (Mideplan,
2014a). Para el periodo de 2009 2013, la cooperación bilateral proviene de Asia (93,1%),
Europa (5,1%) y América (1,8%)
7
y los aportes no reembolsables ascienden alrededor de los
2300 millones de dólares
8
.
Los nexos de cooperación con Japón datan desde 1935, con más de 80 años de relaciones
bilaterales, por medio de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). En los ejes
prioritarios destacan la conservación ambiental y desarrollo sostenible, el fortalecimiento de la
competitividad e innovación bienestar social, la seguridad social
9
. Su apoyo pretende la
formación del recurso humano que contribuya en la mejora económica y social para un desarrollo
integral de la sociedad. Se busca no solo realizar la transferencia tecnológica en áreas vitales sino
alcanzar la meta de lograr que exista una comprensión mutua entre pueblos por medio del
intercambio humano
10
. Se proponen impactar positivamente en los sectores beneficiarios e
integración en los procesos de desarrollo social mediante proyectos de cooperación, con duración
de 3 a 5 años. Estos proyectos ofrecen asistencia integral desde la fase de formulación,
planificación, ejecución y evaluación con el apoyo de expertos, becarios, voluntariado y donación
de equipos para generar las condiciones de sostenibilidad de los procesos puestos en marcha,
especialmente con las comunidades de áreas rurales.
MAPCOBIO constituye un proyecto de ayuda técnica, no reembolsable, resultante de la
cooperación antes aludida, ejecutadas en dos fases; la primera entre 2008 y 2011 y, la segunda,
entre el 2013 y el 2018. Parte de las motivaciones de esta relación surgen con la finalización del
7
Los flujos provienen específicamente de China (64,4%), Japón (26,4%), Alemania (3,8%), Corea (2,3%) y Estados
Unidos, Holanda y España (1,9%, 0,7% y 0,4% respectivamente) (MIDEPLAN, 2014b).
8
Otorgados por China (1445 millones), Japón (600 millones), Alemania (84,9 millones), Estados Unidos (58,9
millones), España (52 millones) y Corea (51,6 millones) (MIDEPLAN, 2014b).
9
Tomado de http://www.cr.emb-japon.go.jp/coope/coope.html, consultado el 28/2/2017.
10
Tomado de http://www.cr.emb-japan.go.jp/coope/coope.html, consultado el 28/2/2017.
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apoyo en áreas ambientales por parte de la Unión Europea y el interés japonés en aportar a la
conservación del ambiente desde una visión de desarrollo sostenible; aprovechando el marco
jurídico costarricense para la implementación del manejo participativo en áreas silvestres
protegidas.
La primera parte de MAPCOBIO buscó legitimar la tenencia de la tierra, estableciendo
los territorios que le pertenecen al Estado en el humedal Caribe Noreste
11
, debido a que esta zona
presentaba una gran irregularidad de la tenencia y tenía personas viviendo en humedales e islas
propiedad del Estado. A partir de un mapa catastral de algunos sectores de la zona se detectó el
traslape de propiedades y delimitó los territorios que pertenecen al Estado. Esto aportó al
fortalecimiento de las instituciones nacionales con la contratación de personal por parte de JICA
y de Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE)
12
. Esos nuevos funcionarios fueron capacitados
por la administración del Refugio de Vida Silvestre Barra del Colorado para encargarse del
proceso en esa área protegida. Durante esta etapa se identificaron y fortalecieron 150
experiencias de manejo participativo en el territorio nacional, con el objetivo de dar seguimiento
en la quinta etapa, se seleccionaron 22 experiencias.
La iniciativa 2013 - 2018 tiene como objetivo aportar a la conservación de los recursos
con la gente. Para esto se enlazan acciones interinstitucionales con el Ministerio de Educación
Pública (MEP), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto de Desarrollo
Rural (INDER) para lograr incidir de manera asertiva en el bienestar de la población. Como parte
de los productos, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y JICA elabora un
Plan General de Manejo para el Humedal de importancia internacional Caribe Noreste. Este plan
facilitó identificar deficiencias en la estructura organizativa en dos comunidades: Linda Vista y
Llanuras del Gaspar como condición limitante para las oportunidades de desarrollo y la
conservación de los recursos naturales de la zona.
11
No obstante, MAPCOBIO fue ejecutada a nivel nacional, debido a que en el país existe una dispersa y abundante
participación ciudadana en temas de conservación de la biodiversidad. La iniciativa buscó unificar esfuerzos para
mejorar la conservación.
12
MINAE se comprometió a la contratación funcionarios para la ejecución de la iniciativa, debido a que JICA no
otorga fondos para la contratación permanente de personal.
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Por tal razón, MAPCOBIO, desarrolló un proceso de fortalecimiento y construcción de
una base organizativa sólida que permita mejorar las oportunidades de los pobladores de estas
dos zonas, que se analizan en esta investigación. A partir del 2015 se conforman asociaciones
locales en las comunidades con el fin de generar y mejorar oportunidades de empleo en la zona
desde una visión de desarrollo con conservación ambiental. Estas asociaciones deciden trabajar,
una en el tema de turismo rural comunitario y la otra en la elaboración y comercialización de
quesos. Además, se trabaja en el manejo participativo de las áreas de conservación a nivel
intersectorial, como método de fortalecimiento de la iniciativa.
No obstante, las bondades del proyecto en el plano operativo, se requiere fundamentar
sobre bases científicas el desarrollo humano, necesario para el aprovechamiento de los recursos
naturales, en función de una organización social más activa y armónica con la naturaleza.
El enfoque de las capacidades para el desarrollo humano como marco orientador de análisis
La caracterización anterior de MAPCOBIO pareció a las autoras un campo ideal de
desarrollo humano que sustenta esta investigación basada en la noción de desarrollo humano,
inspirada en los setentas por Amartya Sen y otros propulsores, a partir de la necesidad de centrar
las acciones de desarrollo y bienestar en el ser humano; considerando a las personas como medio
y fin del desarrollo (Unceta y Koldi, 2000, Sen, 2000). El desarrollo humano se basa en la idea de
ampliar las opciones de desarrollo de las personas y aunque esas opciones pueden resultar
infinitas y variar en el tiempo, las valoraciones de las personas se focalizan en áreas para su
desarrollo, como son el acceso al conocimiento, una mejor nutrición, acceso a servicios de salud,
seguridad, tiempo libre de calidad, participación y libertades políticas, entre otras. Es decir, en
aspectos que no solo están vinculados a los ingresos (Ul Haq1995).
Esta perspectiva ha permitido trascender la visión economicista, en donde el crecimiento
económico figura como un fin en mismo, con gran peso en la toma de decisiones, hacia una
visión de desarrollo social, humano. El desarrollo humano es el proceso mediante el que se
amplían las oportunidades de las personas “entendiendo que dichas oportunidades dependen en lo
fundamental de las capacidades y libertades de las que puedan disponer, y del papel que ellas
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mismas tengan como protagonistas del desarrollo” (Unceta y Koldi, 2000, p, 82). Esto plantea
profundos retos para la asistencia social y la cooperación al desarrollo, para lograr contribuciones
reales de avance al desarrollo humano de grupos socialmente vulnerables.
La idea de desarrollo humano se difunde a partir de los años noventa, mediante el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); el Informe sobre desarrollo
humano (IDH) de 1990 que integra aspectos socio ambientales sobre la base de que "la verdadera
riqueza de la nación está en su gente" (PNUD, 1990, p. 31). En estos informes se supera el
énfasis económico de los estudios de desarrollo e incorpora otros ámbitos como la educación, la
salud y la satisfacción de las necesidades básicas. Según PNUD (1990), el desarrollo humano es
un proceso que permite que se amplíen las oportunidades de las personas para "una vida
prolongada y saludable, acceso a la educación y el disfrute de un nivel de vida decente" (p. 33).
Esto implica lograr que, las personas puedan desarrollar su máximo potencial y llevar adelante
una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses […] que cada persona
pueda vivir una vida que valore (PNUD, 2017, p.1).
El enfoque de capacidades se ha consolidado como un marco normativo que favorece la
evaluación del bienestar individual, de propuestas para el cambio social, además de emitir juicios
y abordar integralmente aspectos vinculados al desarrollo, bienestar y justicia social (Robeyns,
2003). Al respecto Sen (2000) aporta los conceptos clave de capacidades, funcionamientos y
agencia, donde el primero se relaciona con la libertad de las personas u oportunidades para lograr
funcionamientos. Las capacidades son combinaciones de funcionamientos que puede lograr una
persona (seres y haceres) y son el reflejo de la libertad de una persona para llevar la vida que
valoran (Alkire, 2002, pp.181-205). La agencia comprende la habilidad de una persona para
definir de manera autónoma sus metas propias y llevarlas a la práctica, es “aquello que una
persona tiene la libertad de hacer y lograr en búsqueda de las metas o valores que él o ella
considere importantes” (Sen, 1985, p. 203).
El análisis de las políticas o procesos de cooperación al desarrollo, pertinente a esta
investigación, incluye las barreras que les impide a los participantes ampliar sus capacidades y
aprovechar sus libertades (Robyens, 2013). Por tanto, hay que entender los factores que influyen
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en el resultado que logran las personas con la iniciativa. Para esto hay que analizar los factores de
conversión personal (condición física y psicológica), institucional (marco político, institucional)
y medioambiental (condiciones ambientales) que interfieren para que las personas puedan
convertir las oportunidades (o libertades) en funcionamientos reales (Robyens, 2013).
Metodología de investigación
A partir de la contradicción entre las visiones economicista y social-participativa de los
proyectos, la primera centrada en el capital material y financiero y la última en el desarrollo
humano (sin detrimento de la efectividad del proyecto en otros órdenes económicos), se centra el
problema del presente trabajo. En correspondencia con tal contradicción y la actitud impugnante
de las autoras del modelo economicista, el objetivo de esta investigación es fundamentar el
proyecto de ayuda técnica MAPCOBIO en el enfoque de capacidades para el desarrollo humano,
tomando en cuenta la contribución que realizan los procesos de cooperación al desarrollo humano
en las personas participantes, así como las principales barreras que limitan el impacto del proceso
desarrollado en la comunidad.
La fundamentación toma como argumento los resultados del análisis de la aplicación de
metodologías cualitativas que corresponde a “un conjunto de prácticas interpretativas que hacen
el mundo visible” (Denzin y Lincoln, 2005, p. 3), lo que permite el registro de las perspectivas de
las personas que han estado implicadas en las experiencias de cooperación seleccionadas.
La investigación se desarrolla en tres fases: la primera es de revisión documental
(propuestas, informes, expedientes de proyectos y normativa institucional, en su mayoría no
publicados). La segunda fase consiste en la recolección de datos primarios, mediante entrevistas
semiestructuradas, grupos de discusión y la observación participante en campo (Corbetta, 2007).
La observación participante se realizó mediante diversos recorridos por los proyecto de turismo
rural comunitario y el fortalecimiento a las fincas vinculadas con la producción de leche y queso
para conversar directamente con las personas participantes y constatar los avances alcanzados.
Las entrevistas se aplicaron a: 6 funcionarios de las instituciones nacionales y de la agencia de
cooperación y a 8 beneficiarios locales; así mismo, se desarrolló un grupo de discusión con 10
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beneficiarios. En la última etapa, se realiza la triangulación de la información obtenida de las
diferentes fuentes y se analizan los principales hallazgos.
Análisis de resultados y discusión
Este apartado se construye tomando en cuenta lo que las personas más valoran del proceso
desarrollado por MAPCOBIO partiendo de asumir a los participantes locales como protagonistas
en la identificación de sus logros.
Población
Para las personas locales las acciones de formación, asesoría y capacitaciones han sido
prioritarias y estratégicas para iniciar sus cambios personales, la generación de proyectos socio-
productivos y concebir un desarrollo conservando el ambiente. Sus esfuerzos están motivados por
la superación de limitantes para sostener sus fincas y generar ingresos que les permita sostener
sus costos de vida y permitir que sus familias bien mejor.
Parte de los logros generados a partir de MAPCOBIO, y que genera reconocimiento social
y expectativas para las personas participantes, es concretamente la conformación de dos
asociaciones en zonas que tienen profundas limitaciones socio-económicas, la Asociación Linda
Vista (ASOLIVI) y la Asociación de Productores de Llanuras del Gaspar (ASOPRO).
ASOLIVI nace en el 2015, en pro-bienestar social de la comunidad de Linda Vista,
integrada por doce personas de la comunidad
13
. Esta comunidad posee condiciones de difícil
acceso a los servicios de agua potable, electricidad y telecomunicaciones. La comunidad de Linda
Vista reconoce que JICA permitió un proceso muy provechoso para las personas, con ASOLIVI
se unió la conservación del ambiente y el desarrollo local, que atiende el espacio territorial
respetando la normativa de refugio de vida silvestre mixto
14
. A partir del proceso realizado se
logró entender que la geografía y la riqueza en biodiversidad le conceden gran potencial al
turismo rural comunitario, por lo que esta nueva organización se orienta a desarrollar proyectos
13
La comunidad se ubica en el cantón de Pococí, provincia de Limón, en el Área silvestre protegida Refugio
Nacional de Vida Silvestre Barra del Colorado (MIVAH, 2012). Se fundó en 1982 y está formada por 36 familias,
de las cuales 9 de ellas integran ASOLIVI.
14
Al ser un refugio de vida silvestre mixto la normativa determina que las acciones de conservación se deben hacer
en conjunto con las comunidades inmersas (Calvo y Marín, 2014).
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locales que reactiven la economía local e impacten socialmente a la comunidad, pero que, a la
vez, pueden desarrollarse en armonía con la naturaleza.
En la iniciativa de turismo rural comunitario se desarrolla la Ruta de los Aventureros Alas
y Raíces; que ofrece la experiencia de contacto directo con la flora y fauna de las montañas del
Caribe costarricense y de interactuar con comunidad preocupada por preservar el ambiente como
herramienta para asegurar su bienestar y el de sus familias. Los y los asociados, en las entrevistas,
permiten dar a conocer su satisfacción e importancia de la cooperación japonesa, clave para la
conformación, el fortalecimiento y el desarrollo de la organización.
Por su parte ASOPRO está ubicada Sarapiquí de Heredia
15
, donde las principales
preocupaciones son el empleo, la infraestructura vial, la organización colectiva para la
comercialización de la producción local y la coordinación interinstitucional (Montes y
Matamorros, 2011). ASOPRO busca principalmente la comercialización de los derivados de la
leche y lograr que las fincas sean manejadas sosteniblemente por cada una de las familias (S.
Calvo, comunicación personal, 23 de enero 2017).
La experiencia japonesa supera los resultados de uso de los instrumentos de asistencia
técnica o transferencia tecnológica de la cooperación internacional cuyo objetivo se limitan a
proporcionar conocimientos y habilidades técnicas y de gestión cualificando a los recursos
humanos del receptor (Boni et. al. 2010). Los procesos logran ir más allá, a áreas de educación
para el desarrollo e incidencia y presión política en el ámbito local; pues desarrollan un proceso
educativo que favorece la comprensión de las interrelaciones entre actores de diversos ámbitos y
la promoción valores y actitudes hacia un desarrollo humano sostenible.
Si bien se denota una similitud en la metodología de abordaje para el fortalecimiento de
las capacidades de ASOPRO como ASOLIVI en ambas se ejecutaron actividades diferenciadas,
ajustadas a la naturaleza del proyecto y del eje productivo y de servicios: turismo rural y
producción de queso.
15
El distrito posee aproximadamente 1160 habitantes, 514 mujeres y 646 hombres. El índice de desarrollo social
(IDS) de Llanuras del Gaspar presenta la posición 480 de los 483 distritos del país (MIDEPLAN, 2017).
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Los resultados obtenidos giran en torno al proceso de formación, asesoría y
acompañamiento recibido durante y como resultado final del proyecto (Cuadro 1). Este resultado
es crucial si se contempla que JICA se propuso impulsar el desarrollo aprovechando la amplia
riqueza en recursos naturales existentes, pero conscientes de la necesidad de disponer de una
organización social más activa que tuviera la capacidad de lograr un desarrollo en armonía con la
naturaleza (A. Camacho, comunicación personal, 7 febrero 2017).
Cuadro 1. Acciones organizacionales del Proyecto MAPCOBIO-Costa Rica
Áreas de formación, asesoría y acompañamiento
ASOPRO
ASOLIVI
Formación técnica:
Conocimientos técnicos
Biología, guías turísticas, atención al cliente e intercambio con
otros proyectos
x
Invernaderos, cultivo de hortalizas
x
x
Manejo de residuos sólidos y de materiales subutilizados,
ganadería sostenible, mejoramiento genético y nutrición del hato
lechero
x
Comercialización
Desarrollo de la ruta turística y signos externos
x
Elaboración y comercialización del queso
x
Capacidades de gestión
Alianzas estratégicas (instituciones públicas, tour operadores) y
acompañamiento legal
x
Administración y desarrollo de negocios
Fortalecimiento organizacional, propuestas para búsqueda de
recursos, alianzas institucionales para otras capacitaciones
x
x
Fuente: Elaboración propia con base en López et. al., 2016.
Sobre la expansión de capacidades valoradas por las personas participantes
En el Cuadro 2 se presentan algunas de las evidencias vinculadas a los logros de los
participantes en áreas vinculadas a la motivación para la superación personal, el acceso a
procesos formativos, las habilidades comunicativas y colaborativas, valores humanos y
ambientales y la conexión con las instituciones para el apoyo financiero y el acceso a programas
sociales. El común es encontrar que las personas valoran que hoy disponen de conocimientos
nuevos que les permite atender mejor su finca, sus proyectos comunitarios y familiares.
Cuadro 2. Algunos de los logros alcanzados que más valoran las personas participantes locales
Logros o funcionamientos
Evidencias
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Mayor comunicación, acercamiento
y atención por parte de las y los
funcionarios del sector público
“SENASA no venía antes a la zona, ahora nos
capacita” (Entrevista 1, líder local); “El mayor
beneficio es la capacitación que hemos recibido
del INA [Instituto Nacional de Aprendizaje]”
(Entrevista 1, líder local); “A partir de este
proyecto, la relación con el MINAE ha
mejorado” (Entrevista 2, líder local)
Apoyo financiero para proyectos de
inversión
“El proyecto ha dado biodigestores a los
finqueros y eso nos ha ayudado a provechar los
recursos” (Entrevista 3, lideresa local)
Acceso a posibilidades de
capacitación en temas que necesitan
El mayor beneficio es la capacitación que hemos
recibido del INA [Instituto Nacional de
Aprendizaje]” (Entrevista 1, líder local);
ASOPRO logró contar con un módulo de
capacitación por parte de SENASA en ganadería
sostenible y la práctica en elaboración y
degustación de quesos
Acceder a equipos de investigación
y lograr participar en el desarrollo de
estudios valiosos para sus proyectos
comunitarios y socio productivos
“uno de los beneficios que valoramos es que nos
ayudaron para elaborar un estudio de mercado
sobre el queso” (Entrevista 1, líder local).
Adquisición de conocimientos que
pueden aplicar en sus fincas
“he aprendido mucho, para mejorar mi finca, es
más productiva ahora” (Entrevista 6, líder local)
Tener una comunidad más
organizada
“la comunidad está más organizada” (Entrevista
6, líder local)
Logros diversos en lo personal,
comunal y familiar.
“hemos tenido muchos beneficios en todo nivel,
personal, comunal y familiar” (Entrevista 7, líder
local).
Tener intercambio cultural y
aprender de otras personas
Destacan haber conocido nuevas formas de
trabajo, aprender de otros y enriquecer su visión
de mundo (Entrevista 1 y 2, lideresas locales).
Empoderamiento femenino
“a me ha impulsado a salir adelante, este
proceso con el proyecto me ayudó a salir de la
depresión, me ha ayudado a valorar que la vida
no termina con una separación” (Entrevista 1,
lideresa local).
Mayores lazos de amistad y
promoción de valores sociales y de
identidad comunitaria
En los grupos de discusión reconocen que poseen
mayores lazos de amistad y más compromiso,
solidaridad, respeto al ambiente, responsabilidad,
confianza, permanencia, identidad y trabajo
colectivo.
Mayor capacidad de toma de
decisiones, empoderamiento,
participación y planificación
colectiva
“Estamos claros que JICA no nos va a dar dinero,
pero lo que necesitamos es acompañamiento para
llevar a cabo las acciones e ir a las instituciones
[nacionales] para que nos escuchen” (Entrevista
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2, Lideresa local); Conformación de Juntas
Directivas, comité pro centro de acopio para el
reciclaje, construcción de senderos y jardín
botánico, planes de trabajo, nuevos proyectos,
atención de actividades varias en un mismo
periodo.
Fuente: Elaboración propia a partir de los métodos aplicados.
Valoraciones cualitativas de los resultados
Para las personas locales el acceso a la cooperación japonesa es de partida la oportunidad
más valorada por los actores locales. Esto no solo en función de las oportunidades de creación de
capacidades necesarias para su desenvolvimiento, la credibilidad ante las instituciones del Estado
y lograr concretar sus iniciativas socio- productivas y ambientales sino, además han logrado
acceder colaboraciones adicionales. Por ejemplo, para la construcción de biodigestores e
investigación de mercado de queso. Reconocen que sin esta ayuda su realidad actual sería muy
distinta.
El compromiso con los procesos de formación desarrollados por JICA y la conexión de
las organizaciones con las instituciones públicas ha permitido el avance de los proyectos socio
productivos asociativos y que las personas accedan a conocimientos valiosos para su desarrollo
individual y la gestión de sus fincas. ASOPRO logró contar con capacitaciones en temas
prácticos como la producción de abono orgánico, mejor manejo de la finca, de salud animal, de
manejo y prevención de suelos, entre otros. Además de un módulo de capacitación por parte de
SENASA en ganadería sostenible y la práctica en elaboración y degustación de quesos. Estas
capacitaciones permiten que las familias de ASOPRO puedan aspirar a llevar directo al mercado
los productos, cumpliendo con la calidad y las medidas fitosanitarias necesarias. El ingreso al
mercado de productos cteos es una ventaja para los productores, al lograr mejores precios por
sus productos, accediendo directamente al cliente final, sin intermediarios.
Hay incrementos en la apertura y las habilidades de comunicación y acercamiento
efectivo con las instituciones públicas es fundamental para las personas que viven en estos
contextos, especialmente por estar tan alejadas del área central del país y con pocas herramientas
para acceder al poder político. Las personas entrevistadas reconocen que previo al apoyo de la
cooperación japonesa no lograban captar la atención por parte de las organizaciones y se sentían
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olvidados y desprotegidos por la política pública. Este apoyo de la cooperación les ha permitido
que se logre la integración con distintas instituciones para incrementar las capacidades técnicas
para el desarrollo de la actividad.
Acompañado del incremento de capacidades técnicas y de gestión se ha logrado una
mayor capacidad de planificación, participación y toma de decisiones. Estos cambios se expresan
en las acciones realizadas por ASOPRO ante el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA)
para lograr cumplir requisitos para comercializar el queso. Una mayor toma de decisiones y
compromisos reflejada también procesos de planificación debidamente elaborada y consensuada
entre asociados. Por ejemplo, plan de trabajo de ASOLIVI en turismo rural comunitario que
integra actividades de generación de recursos y la inversión en protección y mejoras de sus
condiciones de vida. Para su ejecución cuentan con recomendaciones de supervisión y ejecución
del proyecto de turismo por parte de la Junta Directiva, medidas para potenciar el desarrollo
efectivo del proyecto y sentar responsabilidad en todas las personas que integran la asociación.
La mayor capacidad de planificación, participación y toma de decisiones también se
manifiesta en ASOLIVI, cuando de manera paralela al componente organizativo y de la
producción hortícola se avanza en la ruta turística y la vinculación con organizaciones públicas y
privadas. Este proyecto lo valoran importante porque les permite obtener ingresos sin dañar la
naturaleza, conservando y cuidando la flora y fauna pueden generar ingresos para conseguir vivir
tranquilos en sus hogares. Se trabaja en gestar alianzas estratégicas para su fortalecimiento a nivel
empresarial y conectar a los turistas con la comunidad. El posicionamiento de la zona en la esfera
turística nacional, genera otras opciones laborales y de recreación que potencian libertades
fundamentales para quienes viven en la comunidad.
Durante la observación participante y los grupos de discusión se constató que las personas
participantes se sienten satisfechas y motivadas con las acciones y los logros alcanzados. Esto ha
favorecido la participación, el empoderamiento, la identificación de las personas con los procesos
y apropiación de las acciones por parte de las partes. Importante destacar que se denotan también
cambios en el empoderamiento de la mujer y en la forma en que los hombres propician su
participación en la toma de decisiones.
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En lo cultural hay cambios, a nivel individual y colectivo en su apertura y actitud respecto
a dedicar tiempo de su jornada diaria a las capacitaciones y trabajar en equipo. Reconocen que
han logrado comprender que no se trata de un sacrificio, sino que es una inversión que determina
los beneficios que han logrado obtener y que deben ir cambiando la lógica de enfocarse a su finca
todo el día y dejar de lado las capacitaciones, porque eso les restringe radicalmente la posibilidad
de cambiar su realidad a futuro. Durante las capacitaciones no solo aprenden de quien dicta el
curso sino también del intercambio entre las y los productores y compañeros. Esto permite
conocer los intereses y aspiraciones comunes, y les une y empodera a trabajar y luchar juntos.
Además, han compartido salidas a otros poblados del país, con experiencias diferentes y
aprendizajes durante visitas guiadas, como es el caso de la visita realizada a la Universidad
EARTH y a Upala.
Otros componentes que representan buenas prácticas de la cooperación en el desarrollo
rural se relaciona con cambios integrales en aspectos que mejoran la calidad de vida en las
personas. Por ejemplo, con el cultivo de hortaliza, que no solo representan una oportunidad para
atender clientes, sino también para mejorar su dieta diaria. O en el ámbito de la salud, con la
gestión de desechos y el reciclaje a partir centro de acopio.
Hay valoraciones positivas en el crecimiento personal, asociadas a los conocimientos
obtenidos, lazos entre vecinos y productores y de los avances en el desarrollo local y socio
productivo de sus fincas, según las expresiones de los líderes del proyecto o productores. Las
capacidades locales previas a iniciar proyectos colectivos en las comunidades rurales
costarricenses son una condición adversa vigente. De acuerdo con las experiencias de extensión
universitaria desarrolladas en otros contextos, hay que partir de la comprensión de que el
desarrollo de un proyecto de desarrollo rural con comunidades sin antecedentes organizativos ni
capacidades técnicas es muy complejo y requiere de un trabajo de planificación previa, adicional
a las capacitaciones.
En el tema de inversión las comunidades presentan restricciones, pues el desarrollo de
proyectos asociativos exige disponer de infraestructura y equipos de uso colectivo. ASOPRO con
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apoyo de la cooperación japonesa logró la instalación de tres estructuras de las cinco que habían
planificado durante la ejecución del proyecto. Esta construcción permite disponer de las
condiciones básicas para la venta de al menos 20 variedades diferentes de queso producido por
diferentes socios y comercializado por la asociación. Para el cultivo de hortalizas, también fue
necesario la instalación de sistemas de riego, la adquisición de otras técnicas agrícolas, visitas a
cada uno de las familias participantes en su unidad productiva para instalar los sistemas y enseñar
a elaborar bio-fermentos. Asimismo, dar el seguimiento a los cultivos de hortalizas, al desarrollo
de cosechas y posterior resiembra de las áreas de cultivo.
En las entrevistas realizadas llama la atención que la totalidad de los participantes
consideran que toda la comunidad se ha beneficiado de una u otra manera principalmente porque
hoy viven en una comunidad organizada y perciben los beneficios subyacentes. Durante las
entrevistas se puede notar evidencias de empoderamiento, liderazgo comunal y convicción de
cambio, que se podrían asociar a lo que Amartya Sen denomina como agencia. Se trata de
personas capaces de ejercer un liderazgo más comprometido con su comunidad, dispuestos a
participar y aportar más a que se analicen y realicen proyectos que ayuden a la comunidad.
Algunos factores limitantes para el aprovechamiento de los procesos rurales
La narrativa de las personas participantes en las iniciativas locales denota un mayor peso
y fuerte conexión entre dos grupos de factores, a saber: los factores sociales (institucionales) y los
personales (de cada productor o actor local), lo que a su vez subsumen a otros inherentes. A
continuación, se explican los mismos a partir de los registros obtenidos.
Hay factores socio-institucionales que restringen las libertades u oportunidades para
aprovechar los procesos desarrollados por parte de las personas. Las pocas capacidades
organizativas y de cohesión colectiva, la desconfianza, el temor a participar, tomar decisiones y
planificar es parte de una cultura local que limita inicialmente las acciones. Esto, aunado a la
carencia de conocimientos técnicos y habilidades organizativas y de gestión, reduce la posibilidad
de que las personas logren liderar procesos de desarrollo rural desde ellos mismos.
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A lo anterior se suma factores personales, las personas participantes tienen una
escolaridad de primaria o secundaria incompleta en la mayoría de los casos. Personas que
reconocen que sin los conocimientos y colaboración para los estudios técnicos es prácticamente
imposible generar proyectos comunitarios y productivos que permitan propiciar mejores en la
comunidad y las familias. Necesitan encontrar alguna actividad productiva y penetrar en los
mercados que permita los ingresos básicos estables para sostener las familias.
Las restricciones en materia de gestión organizacional es una variable constante de
preocupación en el discurso de las y los pobladores locales. Consideran que, si bien que cada
productor individualmente y como comunidad tienen claridad de sus necesidades prioritarias, les
hace falta capacidades para sostener las ideas y ejecutar proyectos beneficiosos para todos. Esto
lleva a demandar más asesoramiento en el planteamiento y ejecución de las acciones de manera
más continua y en periodos más extensos. Como un escenario ideal, incluyen también en los
procesos de desarrollo rural la dotación de apoyo financiero por parte de otras instituciones que
les permita aplicar los conocimientos adquiridos y mejorar las fincas a partir de las
capacitaciones obtenidas, por ejemplo, disponibilidad de asesoría técnica, acciones de
seguimiento y oportunidades de créditos blandos, accesibles. Esto porque carecen de recursos y
conocimiento técnicos para llevar los conocimientos a la práctica de manera inmediata, lo que les
impide aprovechar rápidamente lo que van aprendiendo.
La cultura local y la dinámica de trabajo en sus fincas dificultan la participación y la
disponibilidad de tiempo para dedicarse a la gestión, asistir a las capacitaciones y cumplir
compromisos colectivos. No existe una cultura de formación que asegure la asistencia a
capacitaciones. En estas comunidades rurales, las personas están acostumbradas a dedicarse a las
actividades de su finca la mayor parte de su tiempo y consideran una pérdida dejar esas labores
para atender las actividades comunales o del proyecto. Esto, además de propiciar metodologías
que motiven la participación también demanda de realizar una planificación de trabajo con las
comunidades en los horarios que a las personas locales más les convenga.
Las personas locales quisieran ver resultados en más corto tiempo y aunque intentan
comprender que los procesos sociales de desarrollo son lentos, piden que se mejoren los
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esfuerzos por lograr procesos más efectivos y de mayor plazo. Su aspiración es ver resultados en
la comunidad en menor plazo y con sostenibilidad de las iniciativas de largo plazo. Identifican
debilidades en el seguimiento técnico a las iniciativas asociativas, que presionan a bajas en la
motivación local y la efectividad de los resultados. Asimismo, exponen que “algunos de los
consultores no son lo suficientemente buenos, a veces vienen urgidos por el tiempo y no nos
atienden como debe ser” (Entrevista 3, lideresa local).
A pesar de la gran cantidad de capacitaciones recibidas consideran que necesitan adquirir
mayores aprendizajes y que el intercambio de experiencias les ayuda en gran medida. Es parte de
los factores que más valoran porque les aporta a comprender el funcionamiento de los procesos y
la forma en que otros realizan sus actividades en lo cotidiano.
Según las personas de las comunidades consultadas, el plazo, los procesos de desarrollo
rural impulsados desde organizaciones públicas y de este tipo de acciones de JICA es una
variable negativa, pues es muy corto. Las personas aspiran a procesos de largo plazo que
permitan apoyo en las diferentes fases del proyecto, incluyendo el acompañamiento en el diseño,
planeación, ejecución, identificación de nuevos proyectos de desarrollo, asesoría, monitoreo hasta
el seguimiento progresivo y permanente por parte de los técnicos. La comunidad alerta sobre la
necesidad de que los consultores posean un compromiso real con el proyecto y con todas las
personas de la comunidad con las que trabajan. Algunas personas sienten que los técnicos están
más preocupados por cumplir sus contratos y recibir su pago que en entregarse realmente a la
comunidad y dar un acompañamiento responsable, con visión de largo plazo.
Una limitante personal es que no logran cumplir con las condiciones que demandan las
iniciativas colectivas derivadas del proceso desarrollado. Por ejemplo, aunque se ha logrado un
gran avance en la organización y el mejoramiento de la comercialización del queso tienen el
fuerte problema de no disponer de infraestructura (centro de acopio) de uso colectivo (líder 5).
Esto frena las posibilidades de comercializar formalmente los productos de manera colectiva y
desencadena descontento y desacuerdos entre productores. Esto les hace dudar de la existencia de
mercado para sus productos o se tiende a desvalor los esfuerzos, aunque los logros alcanzados
hayan sido sumamente positivos.
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Reflexiones finales
| Como lo plantea Sen, las condiciones de las personas en las comunidades no dependen
solo de las decisiones individuales y colectivas que se gestan en esos territorios, sino también
están determinadas por las acciones de apoyo social (Sen, 1999). Por tanto, y como deja
evidencia esta investigación, comunidades con características similares a estos contextos
analizados demandan de procesos de desarrollo rural, desde las distintas universidades públicas y
de las demás instituciones del Estado y organizaciones de apoyo social nacionales e
internacionales.
El abordaje del Proyecto MAPCOBIO, realizado con recursos de cooperación japonesa,
tiene características de integralidad importantes, que abarca aspectos que impactan en lo
personal, ambiental, económico y cultural de las personas participantes. El trabajo se ha centrado
en dar herramientas a las personas, en capacidades vitales para su desarrollo en armonía con el
ambiente. Este tipo de capacidades permite a las personas obtener logros (o funcionamientos) y
elevan su nivel de agencia. Gracias al levantamiento de sus capacidades técnicas y humanas se
han logrado resultados positivos importantes en lo personal, principalmente derivados del
proceso formativo y la creación de capacidades organizativas (empoderamiento, participación,
gestión, planificación de acciones, trabajo colectivo, entre otras). Se logró la conformación de dos
organizaciones comunales, todo un encadenamiento de motivaciones en torno a las iniciativas.
Hoy las personas participantes consultadas reconocen un incremento en su consciencia ambiental,
en el compromiso con el desarrollo de su comunidad y en su interés personal de vivir de manera
más saludable; asimismo, en lograr relaciones más solidarias para que la comunidad tenga más
atención de la política pública para el acceso a servicios de salud, educación, entretenimiento y
otros derechos inherentes al desarrollo humano.
Los factores de conversión personal e institucional arrojan información clave para los
equipos técnicos que desarrollan los procesos. La cultura de poca participación y cohesión social,
el temor a la toma de decisiones y las jornadas amplias de trabajo en las fincas son parte de las
barreras que impiden a las personas aprovechar los procesos de formación, gestar el desarrollo
comunitario y realizar proyectos asociativos. Las personas locales piden un mayor compromiso y
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dedicación de los técnicos o consultores que realizan los procesos formativos y el
acompañamiento, así como la planificación de iniciativas que garanticen procesos con una visión
y permanencia en terreno de largo plazo. Desde sus aspiraciones, las personas esperan obtener
resultados en un menor plazo y mayor acompañamiento en las distintas fases del proyecto, por lo
que también se requiere de mayor presencia y efectividad de las acciones desarrolladas. Los
procesos de desarrollo rural, además, debe apoyar a la comunidad en la búsqueda de recursos
financieros no reembolsables y/o créditos blandos para lograr aplicar los conocimientos
adquiridos e inversiones en infraestructura y equipo. También, claman por apoyo en la
generación de alianzas con otras organizaciones que les permita sostener las iniciativas a futuro y
generar nuevos proyectos locales que beneficien a sus comunidades y a sus familias.
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Agradecimientos
Se agradece profundamente a los actores locales por la dedicación, la apertura y el tiempo
entregado, que permitieron acceder a sus experiencias y vivencias en torno a las iniciativas de
cooperación en sus comunidades. Asimismo, a las contribuciones de los funcionarios de SINAC
y MAPCOBIO, entre ellos a Luis Rojas, Aurora Camacho, Mariana Jiménez, Erick Herrera,
Sonia Calvo y Lorelly Soto. A la Escuela de Planificación y Promoción Social de la Universidad
Nacional (UNA) y al Centro de Estudios Generales (CEG), que aportaron recursos para la
recolección de datos y el trabajo de campo, así como a las estudiantes Estefanía Fernández y
Fiorella Barrantes que apoyaron durante ese proceso. Las y los autores hacen un especial
reconocimiento a la doctora Maritza González-Moreno de la CUJAE, Cuba, por su lectura y
observaciones ofrecidas al documento.