
InterSedes, N°44. Vol XXI (2020). ISSN 2215-2458
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función de señorío sobre la creación, tal como se narra en el libro del génesis. Por su parte, la cuarta
forma hace una referencia directa a la Sagrada Escritura “que representa figuras, formas y modelos
de las cosas invisibles y carentes de cuerpos, que reciben un modelo corporal de cara a una
comprensión aproximativa de Dios y los ángeles [...]” (Damasceno, §21). Quiere decir que la
Escritura permite establecer el uso de imágenes con una función análoga a las realidades divinas,
las cuales ayudan a alcanzar una contemplación gradual de las cosas ininteligibles.
La quinta forma realiza una referencia directa a aquellas imágenes del discurso teológico
que aluden y prefiguran de antemano a aquello que va a suceder, tal como acaece con la imagen de
la zarza la cual visualiza la presencia de Dios o el agua que alude directamente al bautismo (Ex.,3,2
y Ex.16,33). Finalmente, la sexta forma es la de la imagen que permite recordar los acontecimientos
asombrosos y facilitar su recuerdo; o en su defecto señalar los ejemplos reprobables y modificar
las acciones futuras. Se trata de una forma que posee dos aristas, pues por una parte se visualiza en
temáticas claves de la escritura, tales como las tablas de la ley (Dt.5,22) donde ésta se encuentra
escrita, por lo que constituye una imagen concreta y por otra parte, imágenes cuyo contenido atañe
a elementos claves de la historia del pueblo de Israel y grabados de manera particular en su
memoria, tal como el arca o las doce piedras tomadas del río Jordán.(Ex.16,33 y Ex.28, 9-12).
Todo esto le permite afirmar que “registramos con amor las imágenes de los hombres
virtuosos del pasado, para que sirvan de estímulo, para guardar su memoria y para que nos
estimulen” (Damasceno,§23). Presentando un vínculo directo de la imagen no solo con el presente,
sino también con el pasado y el futuro.
2.1.4. Que contiene y que no contiene la imagen
El cuarto punto se refiere a lo recogido o no en la imagen y cómo se representa cada cosa
en ella, en este aspecto el autor toma como base las imágenes de los ángeles, las cuales se
representan en una dimensión corporal, pero su representación no corresponde plenamente con la
corporalidad humana, pues,
Se les representa de manera corporal […] según fueron vistos por los merecedores de
ello: pero la imagen corporal está mostrando una visión incorporal de lo inteligible […]
a fin de que nosotros seamos llevados de la mano y alcancemos un conocimiento
concreto y particular de ellos, para que no nos hallemos en una ignorancia completa de
Dios y de las creaturas incorpóreas” (Damasceno,§25)