El “ictus” inicial de una orquesta sinfónica en la Sede
del Atlántico, Universidad de Costa Rica
Mauricio Zamora-Ulate
InterSedes, Revista electrónica de las sedes regionales de la Universidad de Costa Rica,
ISSN 2215-2458, Volumen XXIII, Número 47, Enero-Junio, 2022.
10.15517/isucr.v23i47 | intersedes.ucr.ac.cr | intersedes@ucr.ac.cr
A: A study was conducted to analyze the knowledge and organizational elements
were analyzed in the conformation and sustainability of the Atlantic Symphony Orchestra.
is autoethnography used personal memory, self-observation, self-reection, interviews,
and the systematization of experiences as a tool to collect information from the protagonists
of the initial story, which was analyzed and presented in this work. us, it was obtained a
musician prole, which is the importance of the group's relationship with other organizations
and the relevance that an orchestra presentation can have for its development.
R: Se realiza un estudio para analizar los conocimientos, saberes y elementos de
organización en la conformación y sostenibilidad de la Orquesta Sinfónica del Atlántico.
Esta autoetnografía utiliza la memoria personal, la autobservación, la autorreexión,
las entrevistas y la sistematización de experiencias como herramienta para recolectar la
información de los protagonistas de la historia inicial, la cual se analizó y se presenta en este
trabajo. De esta manera, se obtuvo un perl de músico, importancia de la relación del grupo
con otras organizaciones y la relevancia que puede tener una presentación de una orquesta
para su desarrollo.
Sede del Atlántico
Universidad de Costa Rica
Turrialba, Cartago, Costa Rica
mauricio.zamoraulate@ucr.ac.cr
Publicado por la Editorial Sede del Pacíco, Universidad de Costa Rica
DOI: 10.15517/isucr.v23i47.47715
P : música, orquesta sinfónica, orquesta juvenil, autoetnografía,
sistematización de experiencias, acción social, educación musical, Costa Rica, Turrialba
K: Music, symphonic orchestra, youth orchestra, autoethnography, systematization
of experiences, social action, musical education, Costa Rica, Turrialba
e initial “ictus” of a symphony orchestra at the Atlantic headquarters,
University of Costa Rica
Recibido: 12-07-21 | Aceptado: 20-09-21
C  (APA): Zamora-Ulate M. (2022). El “ictus” inicial de una orquesta sinfónica en la Sede del
Atlántico, Universidad de Costa Rica. InterSedes, 23(47), 26–49. DOI 10.15517/isucr.v23i47.47715
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 23, Número 47,
Enero-Junio, 2022, pp. 26-49 (Artículo).
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Obertura para una Orquesta Sinfónica del
Atlántico
“El término «orquesta» se deriva de un término griego que
se usaba para nombrar a la zona frente al escenario destina-
da al coro y signica «lugar para danzar»” (Laguna, 2012,
p. 10). En el Diccionario de la Real Academia Española se
dene como: “Conjunto de instrumentos de cuerda y vien-
to que tocan unidos en los teatros y en otros lugares” (Hi-
guera, 2015, p. 87). El presente estudio se centra en las or-
questas sinfónicas juveniles, que son parte de la formación
musical en las escuelas de música, con un repertorio de
nivel intermedio, con obras de diversos períodos y diversas
nacionalidades sin dejar de lado las obras costarricenses.
El inicio de este proceso de investigación tiene como objetivo
reconstruir un proceso inacabado; es un viaje lleno de relaciones
interpersonales y construcción de aprendizajes individuales y co-
lectivos. Se ofrece una posibilidad para descubrir más de cerca la
labor que desempeña un director orquestal, sin excluir la realidad
de quienes conforman la Orquesta Sinfónica del Atlántico y que ha
transformado esquemas y estructuras de lo que se creía una verdad
incuestionable y ahora se convierte en pregunta. Como indica Do-
bles (2018), “no tiene sentido investigar fenómenos si de antema-
no se cree tener todas las respuestas” (p. 9). Tampoco tiene sentido
investigar qué sucede dentro de una orquesta sinfónica cuando da
sus primeros pasos, si no existe esa curiosidad y pasión por tratar
de descodicar y entender cada uno de los factores de poder, polí-
ticas institucionales, herramientas e instrumentos necesarios con
los que deben contar los estudiantes y con los espacios e insumos
con que debe apoyarse el proyecto.
La mayoría de los estudios realizados sobre orquestas sinfóni-
cas amateur se enfocan en el impacto social y en su administra-
ción. Por ejemplo, “Orquestas infantiles y juveniles de Chile, un
proyecto musical de impacto nacional”, de López (2010), “Progra-
ma de orquesta sinfónicas juveniles y su relación con la autoestima
de los participantes” de Figueroa (2009), “Las orquestas infantiles
y juveniles del Gran Buenos Aires, estudio descriptivo del panora-
ma de proyectos y programas vigentes, de Avenburg et al. (2018),
entre otros.
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En este escrito se presenta la autoetnografía realizada en el pro-
yecto de extensión cultural Orquesta Sinfónica del Atlántico, per-
teneciente a la Coordinación de Acción Social de la Sede del Atlán-
tico, en el marco del Seminario de Sistematización de Experiencias
2019, impartido por Adriana Figueroa Gómez, docente y coordi-
nadora de la Maestría en Gestión Ambiental y Desarrollo Soste-
nible de la Universidad La Salle y Cecilia Díaz Soucy, fundado-
ra e integrante del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de
Costa Rica y profesora de la Universidad de La Salle. Estas, con su
guía, apoyaron y motivaron el proyecto para mostrar los múltiples
elementos que han llevado a conformar una orquesta juvenil, de
tal forma que pueda ser útil tanto a otras sedes, recintos o depar-
tamentos de la Universidad de Costa Rica, como a instituciones
autónomas, gobiernos locales, empresas y quienes se interesen en
conformar grupos con características similares.
Por esta razón, se determinó cuáles conocimientos, saberes y
elementos de la organización están presentes en la conformación
y sostenibilidad de la Orquesta Sinfónica del Atlántico. Para ello,
el estudio se centra en saberes de las personas intérpretes como el
perl de músico, años de experiencia, relación con la Etapa Bási-
ca de Música de Turrialba (EBMT), relación con otros proyectos,
nivel de habilidades y destrezas. En relación con los recursos, se
incluyen el marco institucional de proyectos, normativa institucio-
nal de respaldo, disponibilidad de recurso humano, disponibilidad
en inversión de equipos, uso de instalaciones para ensayo, resguar-
do de instrumentos, relación con los proyectos de las Etapas Bási-
cas de Música, experiencias similares de la universidad y aporte de
obras (partituras) recursos por parte de la Vicerrectoría deAcción
Social (VAS).
Para la Orquesta Sinfónica del Atlántico, sistematizar su
práctica ha posibilitado, de la manera más profunda, revi-
sar y comprender las condiciones, el funcionamiento, los
saberes y dicultades de conformar una orquesta sinfónica
que espera poder estimular nuevas iniciativas en otras co-
munidades. “Construye una mirada crítica sobre lo vivido,
permitiendo orientar las experiencias en el futuro con una
perspectiva transformadora” (Jara, 2011, p. 4). No es sim-
plemente narrar hechos, tabular información, contar anéc-
dotas u ordenar datos; se debe hacer de manera reexiva,
ordenada y documentando los saberes que se han produ-
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cido mediante la práctica colectiva, “todo ello es sólo una
base para realizar una interpretación crítica” (Jara, 2011, p.
4).
Metodología
Esta investigación se basa en un proceso de recuperación, or-
denamiento de información y análisis, que incorpora los saberes
adquiridos durante el proceso de creación de la agrupación, por
parte de siete integrantes fundadores, que en el momento de rea-
lizar la investigación se encontraban activos en esta. Además, se
realizaron entrevistas semiestructuradas al director de la Sede del
Atlántico (2012-2020), al profesor fundador de la EBMT (1988) y
al coordinador de la EBMT (2017-2018), para recopilar datos so-
bre políticas culturales que permitieron la aprobación del proyec-
to. Asimismo, se cuenta con elementos de organización en la con-
formación y apoyo con recursos instrumentales, obras musicales,
tiempos docentes, espacio físico para ensayos y campamentos, ne-
cesarios para comenzar una orquesta de estudiantes principiantes.
De manera que, apoyarse en las entrevistas semiestructuradas y la
sistematización de experiencias, encamina a recuperar el queha-
cer de un director de orquesta al iniciar un proyecto con jóvenes.
Así indican Barnechea y Morgan (2010): “La sistematización no
se reere a cualquier acción, sino a la que tiene lugar en el marco
de proyectos y programas de desarrollo, es decir, de intervenciones
intencionadas con objetivos de transformación de la realidad” (p.
100). Por consiguiente, relatar y tamizar por el análisis crítico y
autocrítico los primeros ensayos y conciertos permite reconstruir
la historia de la experiencia (Jara, 2018).
La autoetnografía es “una forma de auto-narrativa que coloca al
yo dentro de un contexto social” (Reed-Danahar, 1997, citado en
Butz, 2010, p. 2), lo cual permite a académicos reexionar sobre
sus relaciones con las personas participantes de la investigación y
que a menudo utilizan formas experimentales de escritura narra-
tiva personal como forma de incorporar el afecto y la emoción en
sus representaciones” (Butz, 2010, p. 2). Ciertamente, es una for-
ma de alejarse de las ciencias exactas para enfatizar la experiencia
vivida, y comunicar las formas culturales con sus lenguajes. De
acuerdo con los autoetnógrafos escribir en primera persona del
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singular es una forma de lograr este efecto, y no hay problema se-
gún López-Cano, “podemos hacernos más responsables de lo que
expresamos y diferenciar mejor las ideas propias de aquellos que
hemos obtenido de otras personas” (Lopéz y Opazo, 2014, p. 200).
Para realizar esta autoetnografía, se procuró “describir la expe-
riencia personal con la intención de comprender la cultural” (Do-
bles, 2018, p. 90), para ello lo primero que se hizo fue organizar
la experiencia para reconstruir y perlar los objetivos, el eje de
sistematización y dimensiones, con el n de orientar el trabajo.
Esto permitió visualizar las fuentes de información de las cuales
se obtendrían los insumos. De esta forma, se pudieron denir las
herramientas para recolectar la información: entrevistas semies-
tructuradas, aplicadas a colaboradores clave del proyecto, con el
objetivo de precisar información y procedimientos necesarios
para la conformación de la orquesta; técnicas de grupo focal como
el semáforo y preguntas estructuradas para las personas integran-
tes fundadoras, realizadas en dos talleres con una duración de una
hora en la sala de ensayos; por último, “el director se muestra como
animador y orientador y no como protagonista” (Lopéz y Opazo,
2014, p. 121), para lo cual se hizo registro de audio y video. Todo
lo anterior sumado al análisis de elementos preexistentes como los
informes de labores del proyecto, fotografías, publicaciones de re-
des sociales y programas de conciertos.
Luego, se realiza el análisis de la información de forma crítica;
para dar respuesta a las interrogantes que surgieron, se toman en
cuenta las percepciones de las personas entrevistadas y de las per-
sonas integrantes fundadoras de la orquesta que al momento de
la investigación asistían. Al nal, se identican las conclusiones
y se enmarcan los aprendizajes generados por la sistematización,
cambios, conocimientos y actitudes adquiridos.
La Orquesta Sinfónica del Atlántico (OSA)
OSA son las iniciales como también se conoce a la Orquesta
Sinfónica de la Sede del Atlántico, proyecto de la VAS de la Uni-
versidad de Costa Rica, con sede en Turrialba, y está conformada
por alrededor de 55 integrantes, estudiantes de la EBMT, de la ca-
rrera de Educación de la Música de la Sede del Atlántico y músicos
invitados que poseen la habilidad de tocar la música programada
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para la temporada y la disponibilidad de asistir a los ensayos. Tie-
ne como propuesta ofrecer a sus integrantes una preparación en
el campo orquestal, que a su vez sirva como medio para acercar
a las comunidades a la música académica, popular y regional, por
medio de conciertos didácticos y presentaciones, y que responda
a las necesidades de la zona del Atlántico dentro de un ambiente
inclusivo.
¿Desde dónde se parte?
En el 2010 el autor de la investigación comenzó a laborar en el
Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM), sede León XIII,
a partir de esto, inició la pasión de instruirse y compartir alrede-
dor de una orquesta sinfónica. La labor requiere tener un apren-
dizaje amplio sobre instrumentos, por ejemplo, quien esté a cargo
debe saber cómo armarlos, cuidarlos y almacenarlos y qué acce-
sorios son indispensables. Asimismo, se debe instruir en técnicas
de ensayo, dirección de orquesta y aprendizaje de partituras, entre
otros saberes. También, el autor se preparó en estrategias para so-
brellevar relaciones personales con los padres, madres, personas
tutoras, estudiantes, profesorado, autoridades, políticos, embaja-
dores, etc. Aunado a ello, fue necesario conocer sobre las diferen-
tes obras musicales que están diseñadas para músicos principian-
tes y del ocio de hacer arreglos o adaptaciones musicales para
ellos. Este bagaje permitió formular un proyecto en el año 2014,
luego de recibir una charla de cómo inscribir proyectos en la VAS,
pero no fue hasta el año 2017 que se inició con los ensayos y luego
se inscribió ante la VAS, para iniciar con presupuesto, en el 2018.
La OSA, desde un inicio, ha tenido una vinculación fuerte con las
Escuelas de Música, especialmente con las del SINEM León XIII,
Pococí, Guácimo y Limón, ya que muchos estudiantes de estas es-
cuelas han integrado o participado de conciertos o campamentos
de verano, lo cual fortalece las secciones de la orquesta como los
violines, violas, chelos, contrabajos, oboes, cornos y percusión, ya
que no se contaba con estudiantes con conocimientos en instru-
mentos como los timbales, xilófono, oboe o corno francés.
Los primeros ensayos de la orquesta, en marzo del 2017, estu-
vieron apoyados por el coordinador de la EBMT, Pablo Sandí. Fa-
cilitó la Sala de Piano en horario de los martes de 7:00 p.m. a 9:00
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p.m. Al mismo tiempo, instó a los estudiantes a formar parte del
proyecto y ofreció los instrumentos existentes de la EBMT. Otro de
los eventos que consolidaron el proyecto fue el apoyo de la coor-
dinación de la VAS por parte del señor Bernardo Bolaños, quien
desde un inicio buscó presupuesto para comprar los instrumentos
de percusión que se necesitaban y el uniforme para la orquesta.
El primer ensayo fue el 7 de marzo del 2017 y se ensayaron tres
piezas: Obertura del Murciélago de Johann Strauss en arreglo de
Richard Meyer; Sinfonía 1, cuarto movimiento Johannes Brahms
en arreglo de Richard Meyer, y Luna Liberiana, de Jesús Bonilla,
arreglo de M. Zamora. Se seleccionaron estas obras de acuerdo
con la conversación sostenida con el director, con los profesores de
instrumento y al nivel de solfeo que mostraban en su expediente
los estudiantes, lo que sirvió como termómetro para saber si po-
drían tocar y, a la vez, disfrutar la música seleccionada.
En este primer ensayo, se realizó una dinámica para conocerse
entre sí, en la que indicaron procedencia, cuál instrumento toca-
ba cada uno y cuánto tiempo tenían de tocar el instrumento. La
orquesta fue distribuida, como indica Laguna (2012), se separa-
ron los violines primeros de los segundos, “la distribución en la
orquesta puede ser variada, en este aspecto el director de orquesta
es el que decide cómo quiere el reparto de los músicos para una
determinada obra” (p. 11), esto con el objetivo de balancear la or-
questa. Se puso violín I, a la izquierda del director, viola, chelo, al
centro y violín II y contrabajo a la derecha de la orquesta. Se conti-
nuó con una la de autas, clarinetes, luego, otra la de saxofones
y trombones y, de último, la percusión. Se dio la indicación de que
el clarinete en si bemol fuera el encargado de anar, ya que no se
contaba con oboísta —quien es, en la tradición orquestal, la per-
sona que se encarga de dar la nota para anar toda la orquesta—.
Resultados
Las personas protagonistas de la experiencia
Las tres entrevistas semiestructuradas realizadas al director de
la Sede del Atlántico el Dr. Alex Murillo Fernández (2012-2020),
al profesor fundador de la EBMT, Lic. Marvin Camacho Villegas,
y al Coordinador de la EBMT (2017-2018), el M.A. Juan Pablo
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Sandí Angelini, son un complemento a los registros con que se
contaban de informes y fotografías. El “diálogo formal” (Restrepo,
2016, p. 54) con algunas autoridades involucradas con el inicio de
la orquesta permite conocer sobre normativas, respaldos y dispo-
nibilidad de recursos. Además, aporta detalles sobre la relación
con otros proyectos, resguardo de instrumentos y facilidades de
insumos necesarios para dar inicio. Tener “diferentes visiones y
sentidos de los actores que los protagonizan” (Torres, 2016, p. 17)
permite reconocer la diversidad que compone esta historia de la
OSA.
Director de la Sede del Atlántico
En la entrevista realizada en la ocina de la Dirección de la
Sede del Atlántico, se plantearon dos preguntas al Dr. Alex Murillo
Fernández en función del objetivo y del eje de la sistematización.
¿Cómo fue la recepción del proyecto?
Yo nunca me llegué a percatar la trascendencia y el impacto
que este proyecto llegaría a tener, no fue sino hasta, la gra-
duación del 2017, que creo fue la primera presentación que
realizó y estaba presente la Vicerrectora de Acción Social,
doña Marjorie Jiménez, y nos impresionamos, hicieron una
excelente presentación con lo que tenían de instrumentos
hasta el momento, entonces yo muy orgulloso que ustedes
fueran un proyecto de la Sede del Atlántico, y entonces co-
menzamos a solicitarle a doña Marjorie que necesitábamos
un poco más de apoyo y ella nos ayudó con la compra de
otros instrumentos que se necesitaban en la Orquesta Sin-
fónica. (A. Murillo, comunicación personal, 15 de octubre
de 2019)
Efectivamente, como consecuencia de la primera presentación
que realizará la OSA, se logró que las autoridades universitarias
apoyaran con mayor ahínco el proyecto y que para la Sede del
Atlántico se convirtiera en el proyecto destacado por la coordi-
nación de la VAS en el 2017. De esta forma, se pudo obtener los
instrumentos y accesorios requeridos para iniciar con el proyecto
y esta primera presentación tuvo un impacto positivo no solo en
las autoridades, sino en los integrantes y la comunidad, ya que a
partir de ese momento se acercaron más jóvenes a querer integrar
la OSA.
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¿Qué es para usted, como director de la Sede la Orquesta Sin-
fónica del Atlántico?
La Orquesta Sinfónica del Atlántico es un proyecto que se
está asentando como uno de los proyectos grandes de la
sede, gracias a que ustedes mismos son los que han sembra-
do los cimientos aquí en Turrialba con la EBMT que tiene
30 años de consolidado y que es un semillero de músicos
para poder tener esta orquesta. (A. Murillo, comunicación
personal, 15 de octubre de 2019)
Es importante destacar que la OSA, a partir de su debut, ha
recibido el apoyo constante de la Dirección de la Sede del Atlán-
tico y la VAS. Se promueven conciertos en las Sedes del Pacíco,
la del Sur, en el Teatro Popular Melico Salazar y el Aula Magna
de la Universidad de Costa Rica, con la dicultad que con lleva
la logística de un grupo de 55 músicos, sin olvidar el traslado de
instrumentos, refrigerios y hospedajes. Esto es fundamental para
la promoción y motivación de cada una de las personas que inte-
gran la OSA.
Profesor fundador de la EBMT
En el inicio de la OSA, los retos, desafíos, incertidumbres, tro-
piezos, alegrías, errores y aciertos han transformado al grupo de
integrantes, profesores y personas relacionadas directa o indirec-
tamente con la orquesta, quienes han dado de su tiempo, talento,
ocio y trabajo. También las personas entusiastas, con sus palabras
de apoyo, por formar parte de este proyecto.
De manera puntual, se debe hacer referencia al profesor Mar-
vin Camacho Villegas, uno de los fundadores en el año 1989 de la
EBMT y que se ha desempeñado, desde entonces, como profesor
de varios cursos como coro, solfeo y piano, entre otros. Ciertamen-
te, cuando se le comentó a Camacho sobre el deseo de conversar
sobre la OSA, él accedió de inmediato. Por tanto, fue entrevistado
en el Edicio de Estudios Generales de la Universidad de Costa
Rica. En esta conversación, Camacho agrega:
En reuniones recientes con los fundadores de la EBMT
(1988), Edwin Monestel y Álvaro Carpio comentaron que
para ellos desde un inicio fue un sueño llegar a tener una
orquesta sinfónica en la EBMT, sin embargo, “no se tenía la
formación, la gente, el instrumental” éramos tan solo dos
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profesores que nos tocaba dar clases y hasta barrer, a pesar
de tener una primera matrícula de 144 estudiantes según
la primera acta de la EBMT. (M. Camacho comunicación
personal, 9 de octubre del 2019)
Como se evidencia en la entrevista, desde la fundación de la
EBMT existía el anhelo de fundar una orquesta sinfónica, ya que
el cantón de Turrialba, donde reside la Sede del Atlántico, tiene la
coyuntura particular de tener una Compañía Lírica, varias agru-
paciones corales, rondallas y la Banda Municipal de Turrialba.
¿A qué se debe que tengamos orquesta?
Camacho expresa: “a la visión que tiene Mauricio Zamora para
proponerla y a Pablo Sandí quien la aprueba y al crecimiento de la
EBMT” (M. Camacho, comunicación personal, 9 de octubre del
2019). Es importante destacar el esfuerzo que ha realizado la Sede
del Atlántico para mantener una EBMT y a los profesores de ins-
trumento que preparan a los estudiantes de tal forma que puedan
llegar a integrar una orquesta sinfónica juvenil.
Camacho considera que: “hay un proceso de una orquesta for-
mativa para los estudiantes que está bien dirigida y que espera al-
gún día llegue a ser una orquesta profesional” (M. Camacho, co-
municación personal, 9 de octubre del 2019). Se apunta a la visión
que se ha tenido desde los inicios de la EBMT por parte de los fun-
dadores, respecto de la importancia de llegar a tener una orquesta
sinfónica y cómo se han enfocado los esfuerzos de los profesores
para llegar a tenerla.
Excoordinador de la EBMT
Otra persona que ha estado involucrada directamente con el
inicio de la OSA es el profesor Juan Pablo Sandí Angelini de la
EBMT, quien era coordinador en el momento en que se funda la
orquesta:
Considero que para iniciar una orquesta es indispensable
contar con un programa de música preestablecido; sé que
existen programas donde inician de una vez con la orquesta
como taller y ahí mismo los muchachos van aprendiendo
las destrezas de los instrumentos, etc. En el caso de la OSA
considero que se facilitó, ya que existía un programa de
música con profesores especializados en los instrumentos.
(J. P. Sandí, comunicación personal, 16 de octubre del 2019)
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A la pregunta de cómo nació la idea de una orquesta en la Sede
del Atlántico, Sandí arma que tiempo atrás habló con anteriores
coordinadores de la necesidad de establecer un taller, a pesar de
existir una camerata dirigida por Julio Cordero, un ensamble de
vientos dirigido por Martín Bonilla y luego por Luis Lizano, en-
tonces:
Para mí el paso siguiente era juntar estos dos grupos y for-
mar una orquesta, eso nunca se dio, y entonces en el mo-
mento que tomo la coordinación es que decido que debe
haber una orquesta establecida como tal. Y al consultar
con los profesores sobre el interés y la disponibilidad para
asumir la dirección, encuentro que Mauricio Zamora ya
había planteado a las coordinaciones anteriores iniciar con
el proyecto, sin embargo, no se dio, así que decidí que de-
bíamos arrancar con el proyecto. (J. P. Sandí, comunicación
personal, 16 de octubre del 2019)
También, Sandí subraya en la conversación que Marjorie Jimé-
nez, quien representa a la VAS, siempre estuvo anuente a colabo-
rar. Además, el profesor Marvin Camacho gestionó una donación
de atriles y sillas. Sin embargo, a lo interno de la sede se ha mos-
trado cierta resistencia debido a “que es mucha gente” y “siempre
hay problemas de infraestructura para ensayar”, comentó Sandí.
En estas declaraciones, queda claro que no siempre los proyectos
reciben el apoyo de todo el personal, no se dimensiona el valor
que representa, en este caso, una orquesta sinfónica. Para ello, hay
que visibilizarlo y lograr que las presentaciones sean de gran cali-
dad. Por lo tanto, comenta Sandí, después de la primera presen-
tación “se dieron solicitudes por parte de los recintos de Paraíso
y Guápiles, quienes también forman parte de la sede” (J. P. Sandí,
comunicación personal, 16 de octubre del 2019). De tal forma, es
importante que en los proyectos existan varias personas involucra-
das, no solo con todos los requerimientos que desde un inicio se
tienen, instrumentos, atriles, sillas, espacio físico, transporte para
los conciertos, sino personas que se comprometan en apoyar el
proyecto frente a las autoridades universitarias.
Asimismo, Sandí expresó que “los estudiantes mostraron cam-
bios signicativos, en motivación, en completar la malla curricular
(…) esto no es un invento nuestro, sino que así es como funciona
en cualquier conservatorio del mundo” (J. P. Sandí, comunicación
personal, 16 de octubre del 2019). Por consiguiente, iniciar una
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orquesta en una institución como la Universidad de Costa Rica re-
quiere de múltiples esfuerzos y visiones de parte de autoridades y
cuerpo docente. También, es necesario que existan las plataformas
de apoyo como la VAS cuando se formula un proyecto, tanto de
presupuesto como de acompañamiento.
Las personas integrantes de la orquesta
Para obtener información de la experiencia acerca del momen-
to en que se inició la OSA, se invitó a siete integrantes de la or-
questa a los dos talleres mencionados, con el propósito de recu-
perar información colectiva de la historia generada en el proceso
(Torres, 2016), sobre los conocimientos necesarios de las personas
intérpretes, sus habilidades y destrezas para poder conformar la
agrupación. Estas personas son fundadoras y aún forman parte de
la OSA.
El primer taller se realizó el martes 8 de octubre a las 5:00 p.m.
en la Sala de Piano de la EBMT. Es importante aclarar que de los
7 estudiantes, 6 de ellos cursan la carrera de Educación Musical
y una estudiante asiste aún al colegio. Para el taller se realizaron
tres actividades para romper el hielo y motivar a que las personas
participantes expresaran con mayor libertad quiénes son, por qué
tocan el instrumento y si les gusta tocarlo.
Primero, se les ofreció una cha y se les solicitó que escribieran
un nombre de un músico o algo que los representara, el cual sería
utilizado como su nombre artístico en el taller (Bashment, Wag-
ner, Stefan, El Tchai, Harmony, Kalú y Fusa). Luego, se les colgó
del cuello con un hilo de lana, amarrado por dos oricios que le
hicieron a la cha en dos extremos de esta.
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Fuente: Johanna Hernández.
Asimismo, se les ofreció un tipo de bata hecha de papel pe-
riódico liso y se sujetó con hilos de lana de 5 colores (verde, azul,
rojo, amarillo, fucsia), que ellos mismos ayudaron a cortar. Fue di-
vertido para ellos que el facilitador cortara de tamaño distinto los
hilos rojos, ya que ellos se esmeraron para que todos los hilos que
ellos cortaron tuvieran el mismo tamaño, lo que permitió relajar al
grupo y se trató de crear condiciones que estimulen la “interven-
ción crítica de los múltiples actores, con nuestras múltiples mira-
das y sensibilidades, para realizar hallazgos e interrelaciones que
complejicen nuestra visión de lo que acontece en nuestra práctica
(Jara, 2018, p. 130).
Fuente: Johanna Hernández.
Al verse todos vestidos de papel, se les ofrecieron chas y mar-
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cadores para que les pusieran mensajes, notas musicales, dibujos,
etc. Luego, debían pegárselos a las personas compañeras en la es-
palda.
Fuente: Johanna Hernández.
Luego, se les dijo que podían hacer un tejido al compañero con
los hilos que tenían atados a la cintura, mientras estos les contaban
por qué tocan el instrumento y qué tocan, con el n de conocer el
perl de músico de cada uno.
Fuente: Johanna Hernández.
A continuación, se incluyen las declaraciones que realizaron las
personas integrantes por medio de un conversatorio en el que se
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expuso lo expresado en la actividad. Cabe aclarar que los testi-
monios no se han modicado y se transcriben tal como fueron
enunciados por las personas participantes con el n de evidenciar
la naturalidad de sus reacciones ante la actividad.
Fuente: Johanna Hernández.
Bashmet:
Cuando yo empecé a tocar viola siempre me interesó mucho
tocar violín o piano, y allá en Juan Viñas nunca habían enseñado
y ese año en que inicié llegaron a dar violín y piano, pero no me
iba a comprar un piano. Evidentemente hubiera preferido tocar
el piano, y fui y me metí en violín, porque yo no sabía que existía
la viola, y ese primer día el profesor me enseñó toda la familia de
las cuerdas, y entonces yo le dije qué es la viola y él me dijo: “Mae,
averígüese, yo sé que le puede gustar y hay más opciones y yo sé
que le puede gustar”, y ya entonces me gustó mucho más la viola
que el violín, entonces desde la primera clase fui con viola.
Wagner :
Un profe de música me dijo que fuera al SINEM cuando lo esta-
ban abriendo, entonces empecé a ir a guitarra y me dijo: “Mirá, hay
orquesta y no hay contrabajos ¿por qué no vas a tocar?” Yo iba por
asuntos sociales ahí, muy bonito y empecé a tocar el contrabajo y
ahí me quedé, diez años después aquí estoy.
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Stefan:
Lo mío fue un error. El profesor a mí me ofreció tocar un ins-
trumento porque habían llegado tres trombones y tres trompetas
y me dijo piénselo, saliendo de un examen de colegio, estaba en
octavo en ese momento, él me preguntó:¿Lo pensó?, y donde yo
le iba a decir que no, yo le dije que sí, aunque empecé a mover la
cabeza diciendo que no y me embarqué, yo empecé que iba a tocar
trompeta pero él me dijo: “Usted va a tocar trombón porque es
más alto que los demás, entonces empecé a tocar trombón por un
error y ahí me quedé y empecé a agarrarle el gusto y fui el único
que siguió. Fue un error bastante bonito.
El Tchai:
Yo empecé en una escuelita privada, era una escuela que se
inició en una tienda donde vendían unos violines, marca “patito”;
llegó un profesor a dar clases y yo embarqué a mis tatas de que
me compraran el violín. Resultó que el profesor no llegaba a dar
clases, se iba de esta, y como que lo dejé un tiempo. Después llega
el SINEM a Limón y yo me meto porque iban a dar violín e iban a
traer profesores, e iban a hacer un proyecto de orquesta, y resulta
que el profesor era el mismo de la otra escuela, entonces el asunto
es que no caminó muy bien, pero a mí el violín siempre me gustó
desde el principio. Entonces yo autodidácticamente “lacochipa-
pie, hasta que llegué a la EBMT, donde tengo cuatro años de estar
estudiando.
Harmony:
Mis papás me llevaron a ver un concierto y empezaron a ver to-
dos los instrumentos, y me iban diciendo cuál era cada uno y em-
pecé a escuchar el violín porque el muchacho que estaba tocando
empezó como a hacer un solo y era como romántico y sentimental,
entonces pedí que me trajeran un pequeño violín y mi mamá me
empezó a enseñar en una pizarra las notas musicales, y ya luego
entré en la EBMT.
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Kalú:
¿Por qué Kalú?
Hace algunos años cuando empezó el concurso de jóvenes so-
listas y pusieron la categoría de composición y yo hice dos piezas,
una para dúo de clarinete y otra para clarinete y piano. Entonces,
el profesor Diego me dijo que enviara una de las piezas con seudó-
nimo y no sabía cómo ponerle, entonces Mónica me dijo póngale
el nombre de su perro y mi perro se llama Luka, entonces quise
ponérselo al revés. Cuando yo empecé a tocar empecé en el SI-
NEM con chelo, pero no sé, no me llamó lo suciente la atención,
además de que me costó más que el clarinete; toqué 8 meses de
chelo y ya luego vi el clarinete y me llamó mucho la atención y
como yo vi que no estaba resultando el chelo yo le dije a papi y
el me regaló uno de esos de 150 mil, baratillos, y me lo compró,
entonces ahí estoy.
Fusa:
Hablando de perros y traiciones, me llama la atención que este
nombre Fusa es casualmente también el nombre del perro de un
amigo y fue también mal negocio porque también empecé a tocar
trombón. Estaba yo todo feliz y contento un día en la feria de aquí
de Turrialba cuando de repente llega una banda a tocar y yo de re-
pente veo una muchacha guapísima (no tomé en cuenta que estaba
maquillada ese día, pero yo la vi guapísima). Entonces yo me voy
todo contento y le pregunto a los integrantes de la banda de qué se
trataba y él me dice que me llegue al ensayo, y llegué al ensayo y
hablé con el encargado de la banda y me enseñó el trombón y me
dijo que era lo único que había. Entonces le dije que sí y descubrí
dos cosas, que la que yo vi era la amiga de ella y no era que habían
otros instrumentos, sino que no habían trombonistas y me clava-
ron a tocar trombón.
En las historias de los integrantes, se atestigua que muchas ve-
ces el instrumento llega a la persona por diversas razones: porque
un profesor se lo dio, porque en la casa un familiar lo recomendó
o por pertenecer a un grupo de amigos, y conforme lo conocen le
toman cariño y pasión. Luego de socializar las respuestas a las pre-
guntas de cada uno, el grupo hizo una reexión a n de concretar
con la siguiente pregunta: ¿para qué nos ha servido la orquesta?
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“Para conocer nuevos lugares, nuevos amigos” es la respuesta
que más rápido llega en grupo, pero cuando empiezan a reexio-
nar, también expresan que la orquesta les ha traído “cólera, chi-
chas, pleitos” y esto se debe a que muchas veces a los integran-
tes les cuesta amoldarse a las reglas de puntualidad, asistencia y
compromiso. Por lo tanto, Stefan replica “aprender a valorar de los
compañeros, el estudio de ellos y valorar la importancia que tiene
cada uno de los instrumentos. Y Fusa reitera:
Uno aprende a ver en la orquesta quién está haciendo las
cosas porque quiere, y quién está obligado a hacerlas y se
nota en el desempeño de las personas, se ve cómo disfru-
ta cuando toca, trae la música, cumple con el horario y se
nota en las actividades quién quiere ir y quién no quiere ir a
los viajes. Es complicado porque es trabajar con gente, pero
al mismo tiempo uno desarrolla compañerismo y conoce
amigos y aprende con quién puede contar para otras activi-
dades extra de la orquesta.
Un aspecto que siempre se demuestra en los grupos como la
orquesta es poder trabajar en equipo y cómo tolerar a los demás
miembros, lo cual a menudo se les convierte en todo un desafío. A
esto, Bashmet agrega:
Me parece a mí que es la mejor forma de aprender el trabajo
en equipo, incluso se usa y se ve en un montón de áreas, no
solo en la música de cómo la orquesta trabaja en equipo y
aprende a pesar de que es un montón de gente diferente
con pensamientos diferentes, que como le digo que algu-
nas veces tienen sus encontronazos, aprenden a trabajar en
equipo y que todo suene bien que al nal de cuentas todos
están poniendo de su parte.
A partir de los primeros ejercicios hechos, y con base en la con-
versación realizada, se explicó a las personas participantes que, de
su experiencia vivida al inicio de la OSA, se realizaría la dinámica
del semáforo, en la que se asigna el color verde para las actividades
positivas, amarillo para las cosas que no estuvieron ni mal, ni bien
y rojo para las actividades que no fueron positivas. De este modo,
aparecieron categorías que ellos mismos acomodaron: verde para
las positivas, amarillo para las que no estuvieron tan bien y las ro-
jas para las que se podrían mejorar.
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Fuente: Johanna Hernández.
T 
A: 
Verd e Amarillo Rojo
Repertorio adecuado Estudio de las partituras Trabajo en equipo
Disposición y entusiasmo Concentración en el ensayo Compromiso
Constancia en los ensayos Asistencia Planeación
Cantidad de músicos Preparación para iniciar el
ensayo Preparación
Actividades sociales Proyección
Fuente: elaboración propia.
Como se observa en la tabla 1, para los integrantes de la orques-
ta en su inicio, la categoría de “lo mejor” determina que preeren
la escogencia del repertorio, el entusiasmo, las ganas de tocar que
se demostraban con la disposición para ensayar y hacer ensayos
adicionales. También, se mencionaron las salidas a comer después
del ensayo que ayudaron a que se conocieran y se hicieran ami-
gos. Ahora bien, en la categoría “podrían mejorar” se menciona
el estudio de las partituras, la concentración durante los ensayos,
preparación previa de partituras, atril y anación.
Finalmente, la categoría de lo que “no estuvo bien” para las per-
sonas participantes corresponde a la dicultad de hacer trabajo en
equipo, por ejemplo, buscar una buena anación grupal, realizar
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un verdadero estudio de la partitura, hacer cuerda, compartir y
no rivalizar. Además, se enfatizó en la planeación, puesto que al-
gunos estudiantes llegaban sin las partituras y tener planeados los
conciertos con suciente tiempo. Al nalizar el taller, se unieron
las batas y los hilos, lo cual mostró cómo cada persona ha sido im-
portante para la orquesta y cómo cada una de las propias historias
de vida resuenan con los acordes de cada obra que interpreta la
orquesta.
Fuente: Mauricio Zamora.
En el segundo taller se hicieron varias preguntas para obtener
saberes de las personas intérpretes (perl de músico, años de expe-
riencia, relación con la EBMT, relación con otros proyectos, nivel
de habilidades y destrezas), al iniciar su participación en la Or-
questa Sinfónica de la Sede del Atlántico.
¿Cuántos años tiene de tocar su instrumento musical?
El estudiante del grupo de estudio con menos años de tocar
tenía 7 años y había tocado varios instrumentos. El estudiante
que más tiempo tenía de tocar su instrumento reportó 12 años y
solo había estudiado su instrumento. Esto indica que para iniciar
en una orquesta debe haber una preparación previa de años en
la ejecución del instrumento. En investigaciones sobre los músi-
cos profesionales se ha demostrado que han empezado a tocar el
instrumento a edades muy tempranas, normalmente entre los 5 y
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7 años. “Un violinista profesional empieza a los 5 años a tocar su
instrumento, por lo que “no es anécdota que un músico cuando
cumple 20 años ha estudiado música en solitario con los entrena-
mientos 10.000 o 12.000 horas” (Laguna, 2012, p. 20).
¿Cuenta con instrumento propio para tocar en la orquesta?
Dos contestaron que no, ya que utilizan un instrumento de la
EBMT. Esta información indica que, para estos proyectos, se ne-
cesita una institución, en este caso la Universidad de Costa Rica,
para que apoye con la adquisición de ciertos instrumentos que por
su costo son casi imposibles de comprar por sus integrantes.
¿Toma cursos en la EBMT?
A esta pregunta, todos contestaron que sí. No obstante, la or-
questa ha tenido integrantes de la comunidad que tocan un instru-
mento y que quieren mantenerse tocando música. En este sentido,
es importante señalar que los estudiantes que están matriculados
en los cursos de la EBMT muestran mayor compromiso, ya que se
considera como un curso de la malla curricular de la institución.
¿Cursa la carrera de Enseñanza de la Música?
Cuando iniciaron en la OSA, cuatro de los estudiantes que par-
ticiparon de la sistematización iniciaban la carrera de Enseñanza
de la Música. En años posteriores, otros dos ingresaron a la carrera
que, es importante recalcar, se imparte en la Sede del Atlántico de
la Universidad de Costa Rica. Solo una participante no cursa la ca-
rrera. Esto indica la importancia que tiene para la OSA la carrera
de Enseñanza de la Música, ya que aporta muchos integrantes y, a
su vez, les ofrece a los estudiantes la posibilidad de hacer música
de orquesta mientras estudian la carrera de educación.
¿Al iniciar su participación en la orquesta, qué nivel de lectura mu-
sical considera que tenía?
Todos consideran que tenían al menos un nivel medio de lec-
tura, cuyo conocimiento es esencial al iniciar un grupo como este,
puesto que no se cuenta con mucho tiempo para explicar indivi-
dualmente los conceptos básicos de la lectura. Al menos en este
grupo que solo cuenta con dos horas de ensayo semanales y debe
tocar muchas veces con tres o cuatro ensayos las obras.
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¿Al iniciar su participación en la orquesta, qué nivel de destrezas
considera tenía para tocar su instrumento?
La mayoría indicó que tenía un nivel intermedio y todos lleva-
ban clases del instrumento. Esto vuelve a indicar la importancia de
la EBMT como apoyo al proyecto.
Conclusión
Realizar una sistematización en un grupo de personas, por ser
una nueva experiencia para el autor, necesitó recongurar varias
veces la ruta a lo largo de su desarrollo. Aunque se tenía muy claro
lo que se quería, conforme se trabajó, se encontraron nuevos cami-
nos y se alumbraron nuevos sentidos. Asimismo, aparecieron obs-
táculos como el tiempo y el compromiso. Esto, contrario a frenar
las intenciones del investigador, más bien sirvió para reexionar y
evaluar el sendero que se sigue a partir de las experiencias recogi-
das.
Los talleres ayudaron a reforzar lazos entre los integrantes de
la OSA, debido a que permitieron reconocer al “otro, a quien toca
a su lado y que quizás se desconoce su pasado, su pasión por el
instrumento, su destino, etc.; les dio sentido de pertenencia y les
permitió tener un panorama más claro de lo que hacen y para qué
lo hacen. Reconocer, por ejemplo, la importancia que tiene la lec-
tura musical les compromete a concentrarse aún más en los cursos
de lenguaje que se conocen por ser poco llamativos para los estu-
diantes.
El análisis de la información que se obtuvo de las entrevistas
semiestructuradas, las técnicas de semáforo, tejido con hilo de co-
lores, batas y conversatorios en los dos talleres para sistematizar
la experiencia adquirida por los actores iniciales de la OSA, han
permitido comprobar la pasión que despierta en los integrantes
de la orquesta sinfónica juvenil, en las autoridades y profesorado
con que se relacionan. Para la OSA es importante captar integran-
tes que cuenten con habilidades y destrezas de un nivel interme-
dio, que le permita trabajar de manera uida y eciente y, de este
modo, ofrecer a sus integrantes la oportunidad de crecer como ar-
tistas y profesionales de la música.
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Además, permitió evidenciar que un proyecto muchas veces
no es entendido por algunas autoridades, quienes a lo mejor no
tienen experticia en el campo de la música, sino que es en el mo-
mento en que lo ven y escuchan actuar que sienten su importancia
y trascendencia. Para la OSA es indispensable estar atento a las
palabras, tanto de los que integran el grupo como de las personas
externas al grupo, para poder descubrir asuntos por reexionar,
ajustar, transformar y valorar, con el objeto de lograr sus metas en
un ambiente de buen ánimo y satisfacción común.
Agradecimientos
Este artículo fue posible por el apoyo de M.Sc. Cristian Brenes,
coordinador de la VAS de la Sede del Atlántico, Universidad de
Costa Rica. El autor agradece particularmente a Patricia Fumero,
por su ayuda y estímulo.
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