Razones de la participación de mujeres en actividades físicas
Blanca Sojo Mora
InterSedes, Revista electrónica de las sedes regionales de la Universidad de Costa Rica,
ISSN 2215-2458, Volumen XXV, Número 51, Enero-Junio, 2024.
10.15517/isucr.v25i51 | intersedes.ucr.ac.cr | intersedes@ucr.ac.cr
A: With the purpose of determining the reasons why women do physical activities, a qualitative
investigation was made in which the interview was used in depth with fourteen women who assist at the
gym. As a main result, it was found that there are ve reasons for doing physical activities. According
to the repetition of the answer, the two main reasons are to stay healthy and to maintain a physical
appearance. e research also showed that these two reasons vary according to age and time available
to go to the gym. In addition, to answer the research question, what are the reasons why women engage
in physical activity? is allowed us to nd important data about the time devoted to exercise and some
gender stereotypes related to physical activity.
R: Con el n de determinar las razones por las que las mujeres hacen actividad física, se realizó
una investigación cualitativa, en la que se usó la entrevista a profundidad. Participaron 14 mujeres que
asisten al gimnasio. Como principal resultado, se encontraron cinco razones para hacer ejercicio físico.
Según la frecuencia de respuesta las dos principales corresponden a salud y apariencia. Asimismo, se
halló que esas dos razones varían según la edad y el tiempo que se tenga de ir al gimnasio. Además,
responder la pregunta de investigación ¿cuáles son las razones que llevan a las mujeres a realizar
actividad física? permitió encontrar otros datos de importancia como el tiempo dedicado al ejercicio y
algunos estereotipos de género en función de la actividad física que efectúan.
Universidad de Costa Rica. Turrialba
blanca.sojo@ucr.ac.cr
Publicado por la Editorial Sede del Pacíco, Universidad de Costa Rica
P : Deporte, estereotipos, motivación, salud, mujer, estilo de vida.
K: Sport, stereotypes, motivation, health, women, life styles.
Reasons why women participate in physical activities
Recibido: 22-2-23 | Aceptado: 10-5-23
C  (APA): Sojo Mora, B. (2024). Razones de la participación de mujeres en actividades físicas. InterSedes, 25
(51), 1-26 . DOI 10.15517/isucr.v25i51.54805
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
2
Introducción
En el año 1968, el doctor Kenneth Cooper diseñó un método
para mejorar el sistema cardiovascular con una serie de ejercicios
físicos. Tal como lo maniesta Cooper (1979) sus producciones
se centraron en la medicina preventiva ante el incremento de la
mortalidad debido a ataques cardíacos en los años 1950 y 1970 en
Estados Unidos.
Fernández et al. (2008) mencionan que, para el año 1969,
Jackie Sorensen presenta un programa basado en lo expuesto por
Kenneth Cooper, pero incluyendo música, trote, baile, entre otros
elementos, al cual llamó Isotonics y que consistía en 30 minutos
de resistencia y terminaba con ejercicios de tonicación. En
1970, Jackie Sorensen abre en New Jersey el primer lugar donde
se impartieron aeróbicos. En años siguientes, se promocionan los
aeróbicos por medio de libros, videos y programas de televisión,
como los elaborados por Jane Fonda, quien con sus publicaciones
promovió el cuidado del cuerpo mediante la práctica de ejercicios.
Jane Fonda, con su cuerpo delgado, tonicado y atlético, fue un
ícono durante los años 80 y, sin duda, continúa impactando hasta
la actualidad, porque el ideal corporal que ella promovió en esa
época se mantiene actualmente.
Los ejercicios aeróbicos iniciaron siendo de alto impacto,
los cuales incluían saltos y posteriormente se transformaron a
los de bajo impacto (menos salto para disminuir el impacto); a
partir de ahí los ejercicios han estado expuestos a una serie de
transformaciones para mantenerse en el mercado, mezclando
tendencias de danza, pesas, boxeo, entre otras. Lo cierto es que
hoy muchas mujeres no sólo hacen actividad física en casa o en
el gimnasio, sino en espacios abiertos y, además, lo hacen con
diferentes objetivos. Esto reeja la conquista de espacio por la
que han luchado durante años las mujeres, después de que fuera
solamente el hombre quien podía conquistar espacios públicos,
mientras la mujer era invisibilizada en espacios privados.
Gracias a la ruptura de estos paradigmas y a las nuevas pautas,
en la actualidad las mujeres ya no están connadas a hacer uso
únicamente de los espacios de la casa, sino de espacios fuera de
ella, con mayores posibilidades de movimiento, con lo cual se
rompe al menos de forma parcial el estereotipo de mujer sumisa y
hombre dominante.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
3
Esa ruptura de paradigmas tiene fundamento en varios
acontecimientos históricos como la Ilustración, La Revolución
Francesa, El Movimiento Sufragista, la inclusión de mujeres
obreras en los países industrializados, el Movimiento feminista
que dio paso a una mujer más independiente y autónoma, las
producciones literarias que activaron el pensamiento sobre la
mujer en la sociedad, así como la incursión de las mujeres en
diversas áreas profesionales, en especial, en la educación.
Una vez señalados estos antecedentes, la pregunta de fondo
es ¿por qué hacen actividad física las mujeres? ¿será acaso para
continuar la línea preventiva propuesta por el Dr. Cooper o quizá
se mezcla el interés preventivo inicial del Dr. Cooper con otros
intereses acordes con los tiempos actuales? El objetivo central es
identicar las razones por las que las mujeres realizan actividad
física. Actualmente, muchas mujeres distribuyen su tiempo entre
las actividades laborales, familiares y también en prácticas físicas.
Por lo tanto, descubrir las principales razones por las cuales ellas
realizan esas actividades ayudaría a determinar sus prioridades, el
estilo de vida que llevan y los motivos que tienen para escoger las
actividades físicas (AF) como parte de su cotidianidad.
Marco Teórico
Para algunos autores las actividades físicas (AF) cobran
relevancia porque coadyuvan en la consolidación y mantenimiento
de lo masculino y femenino. Tal como lo sostiene Server (2005) “el
deporte es un fenómeno sociocultural en el que las construcciones
sociales de masculinidad y de la feminidad juegan un rol clave
(p. 4). Mientras que para Santillán (2006) “la manera en cómo las
mujeres viven el deporte se encuentra condicionada por la idea
existente en nuestra cultura sobre lo femenino” (p. 3), entonces
el deporte que realizan ellas y las razones de esa práctica podrían
estar asociados al ideal de la feminidad.
En la sociedad existen muchos estereotipos naturalizados y el
deporte no es la excepción. Choi (2000) explica que en el ámbito
del deporte en que incursiona la mujer, la feminidad ocupa un
papel preponderante, las mujeres que no parecen femeninas o
que practican deportes asociados a los hombres son tratadas
negativamente; por lo tanto, muchas atletas se preocupan por
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
4
enfatizar su apariencia femenina. Esta misma autora analiza las
percepciones de quienes hacen ejercicio para aumentar sus tallas
corporales, deporte fundado por hombres para reforzar el género
y validar la masculinidad. Pero las mujeres que tienen hipertroa
muscular son consideradas poco atractivas y se cree que alteran
la naturaleza del género, mientras que los hombres que practican
este deporte no tienen conictos con el sexo y el género, como
respuesta a los roles sociales de género en los cuales se asocia el
hombre con lo fuerte y la mujer con lo débil.
Por otra parte, la AF se asocia con otros aspectos vinculados al
género y de importancia social. Choi (2000) narra que actualmente
existe la tendencia a relacionar ejercicio físico con la belleza y la
salud, al reejar un cuerpo delgado, rme, bien tonicado y sexy.
Admite que tanto las mujeres como hombres hacen ejercicio
físico por muchas razones, pero las principales, que motivan a las
mujeres son su apariencia y peso, hasta llegar al punto de catalogar
la delgadez y la salud como sinónimos y el ejercicio físico como
un camino para lograrlo. Esta autora recalca cómo el control de la
sociedad patriarcal sobre la mujer se evidencia en el discurso de
cuerpo perfecto.
Para Rubin (1986) “alcanzar una feminidad ‘normal’ es algo
que tiene severos costos para las mujeres” (p. 118), porque cumplir
con los parámetros femeninos tiene un alto precio para ellas, pues
se entrenan para cumplirlos e invierten parte de su vida en ese
moldeamiento para ser consideradas femeninas, con lo cual pagan
un precio corporal y económico que se supedita a lo cultural,
social, político y patriarcal. En contraposición, ese costo también
lo deben asumir quienes, por sus inclinaciones deportivas, pierden
lo “femenino” y quedan al borde del señalamiento social.
En los lugares donde se promueve la cultura del tness el
espacio y el cuerpo cobran signicado alrededor de lo femenino y
lo masculino. Como apunta Kogan (2005) “los cuerpos funcionan
como transmisores y receptores de signicados: los cuerpos
comunican e informan acerca del proyecto vital de las personas,
pero también reciben los mandatos sociales” (p. 162). En los
gimnasios, el físico adquiere signicados que responden a los
ideales corporales de la cultura actual.
Según explican Besnier & Brownell (2012) el deporte es
una actividad humana en la que el cuerpo es objeto del más
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
5
detallado escrutinio, sea para la formación del entrenamiento,
disciplinamiento, modicación, evaluación y mercantilización
e involucra a la persona que lo habita, a los espectadores y los
entrenadores. Es así como estos autores arman que el estudio
del deporte puede contribuir de manera importante a problemas
sociales como es el caso del físico visto como un n en sí mismo y
el hecho de generar un cuerpo para otros.
Por su parte, Gambau et al. (2003) mencionan que “de entre
las prácticas sociales que moldean los cuerpos y modelan las
ideas sobre los cuerpos, el deporte contribuye a crear y consolidar
determinadas concepciones de género” (p. 127). Estos mismos
autores arman que el deporte, junto con otras prácticas sociales,
es un nutriente importante de los ideales de belleza y de perfección.
Argumentan que los cuerpos de algunos deportistas son como un
reejo de perfección, estética, salud y éxito, pero solo los de las
deportistas son tratados como objetos sexuales. Y se muestra así
el deporte como “una fuente importante de discriminación sexual
y un foco simbólico del poder masculino” (p. 133). Lo anterior
muestra la relevancia de continuar los estudios en este campo.
Tristan (2011) explora los ideales de cuerpo y comportamiento
femenino presentes en mujeres adultas que asisten a un gimnasio
local o de barrio. La autora arma que los ideales de cuerpo
desarrollados por las alumnas están relacionados con los roles de
género de la sociedad; las alumnas buscan lograr un cuerpo acorde
con las expectativas sociales. En la investigación, la autora discute
las siguientes interrogantes ¿Qué es lo que hoy ofrece o promueve el
gimnasio para su público femenino? ¿Cuáles son las posibilidades
de identicación femenina y/o conguración personal posibles en
esta esfera? Concluyó que sus ideales del cuerpo se relacionan con
los tradicionales roles sociales de género.
Por otra parte, Torre (2002) estudió los factores que se asocian
con los hábitos deportivos, clasicándolos en factores personales
(autoestima física, actitudes y motivaciones) y sociales (o agentes
socializadores primarios como organizaciones deportivas, medios
de comunicación, parientes, iglesia, amigos, familia y escuela).
Argumenta que la práctica de actividad físico deportiva, desde
la perspectiva de género, está determinada por factores sociales
y personales. Sin embargo, podrían existir otros factores e incluso
podrían modicarse en el tiempo, por eso es necesario estudiarlo
en distintos espacios y momentos.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
6
Existen investigaciones en relación a las razones de realizar
AF, entre las que destaca la realizada por Huéscar et al. (2016)
quienes aplicaron el Cuestionario de contenido de los objetivos
en el ejercicio (GCEQ) de Sebire et al. (2008). Encontraron que
las mujeres practicantes de AF tiene valores altos en salud, luego
imagen y nalmente en desarrollo de las habilidades. Mientras que
Azofeifa (2018) aplicó el cuestionario Autoinforme de motivos
para la práctica de ejercicio físico (EMI-2 exercise motivations
inventory) en un grupo de jóvenes universitarios, encontrando
que uno de los principales motivos de las mujeres para la práctica
del ejercicio físico es la salud del cuerpo, en comparación con los
hombres. Entre las conclusiones obtenidas destaca la brindada en
función de la importancia de conocer esas motivaciones, explicado
de la siguiente forma:
Los motivos que conducen a las personas a la realización de
ejercicio físico a lo largo del tiempo parecen no mostrar una
única dirección y, ante ello, la posibilidad de encontrar distintas
motivaciones plantea el desafío de evolucionar constantemente en
las estrategias hacia la adhesión de las personas en dicha práctica.
(p. 10)
Otro estudio desarrollado con jóvenes es el de Alvariñas et
al. (2009) quienes determinaron que los principales motivos
por los que se involucran en la práctica de actividades físicas y
deportivas son la salud, la diversión, el gusto por la actividad
y el mantenimiento de la forma y en cuanto a la frecuencia,
argumentan que en su mayoría las mujeres realizan actividad
física de 2 a 3 veces a la semana y los hombres de 4 a 5 veces,
estos últimos reportan sesiones más extensas. Esto concuerda con
el estudio de Pavón y Moreno (2008) quienes concluyeron que las
mujeres hacen menos actividad física que los hombres, pues ellas
preeren actividades sociales y otras aciones personales.
Además, McDermontt (2000) realizó un estudio para
comprender las experiencias físicas de las mujeres. Comprobó
que para las mujeres que realizaban aeróbicos, la actividad se
relacionó con la apariencia y la salud. Mientras para las mujeres
que realizaron canoa la experiencia les provee conciencia sobre su
cuerpo, arma que la actividad les suministra una percepción de
cuerpo diferente a la del otro grupo investigado. La investigadora
encontró dos percepciones diferentes del cuerpo y la actividad
física, considera que eso impacta en la manera en cómo ellas se
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
7
comprenden. Conrma la importancia de que las chicas tengan a
edad temprana la oportunidad de experiencias positivas a través
de la actividad física, que no sean enmarcadas desde la ideología
dominante de la feminidad.
Lafrance (2011) logró identicar tres discursos sobre
la participación de la mujer en actividades de ocio: para la
construcción de la feminidad hegemónica, para negociar esos
signicados sociales y para la resistencia contra los discursos
dominantes de la feminidad. Concluye que una misma actividad
puede empoderar o des empoderar a la mujer, aclara que una
mujer puede hacer o incorporar una actividad por disfrute o por
la ansiedad de bajar de peso, para acercarse al ideal de belleza.
En esta misma línea investigativa, Markula (2004) estudió la
práctica del tness, como una práctica liberadora, de resistencia
del discurso del cuerpo o como una práctica disciplinaria afín a
los discursos corporales. La autora parte de la teoría Foucaultiana
de que ninguna práctica en sí misma es buena o mala, si no,
que depende como se utilice. Concluye que el deporte ofrece la
posibilidad de ser una práctica liberadora o trasgresora si se
acompaña de una conciencia crítica, pero, también puede ser
una práctica disciplinaria al servicio de los discursos dominantes
sobre los ideales del cuerpo femenino (tonicado y delgado), todo
depende de cómo se utilice.
A modo de síntesis, la actividad física está marcada por el género
y todo lo que le circunscribe. Por otra parte, aunque las razones de
realizar AF han sido estudiadas en distintas poblaciones, lugares y
actividades, es necesario continuar los estudios en vista que estas
razones podrían ser cambiantes, así como sus implicaciones, tal
como ocurre con todo fenómeno social, incluyendo el deporte.
Además, el conocer esas razones permite comprender los motivos
de adherencia, permanencia o no práctica del ejercicio físico por
parte de las mujeres.
Metodología
Este estudio se desarrolló desde el paradigma naturalista o
interpretativo con el n de comprender el objeto de estudio, mismo
que fue analizado desde un enfoque cualitativo, que permitió
la aproximación a la muestra para conocer sobre sus vivencias,
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
8
opiniones, percepciones y la manera como conciben sus acciones.
La perspectiva epistemológica usada para entender lo que las
personas dijeron por medio de la entrevista en profundidad fue la
fenomenológica.
La muestra estuvo conformada por 14 mujeres practicantes de
actividades físicas en gimnasio. La muestra no fue aleatoria sino se
seleccionó por la disponibilidad de cada mujer para colaborar en
la entrevista. La muestra se eligió teniendo en cuenta la actividad
física que realizan, en este caso en gimnasio, la edad y el tiempo que
tienen de asistir al gimnasio (antigüedad). De las 14 mujeres, 6 son
principiantes que para efectos de esta investigación se consideran
mujeres que tienen menos de tres meses de asistir al gimnasio de
forma continua y 8 son no principiantes por considerarse en este
estudio mujeres que tienen más de tres meses de asistir al gimnasio
de forma continua.
Todas son mayores de 18 y menores de 60 años. De las 14
mujeres, 4 se encuentran en un rango de edad entre los 18-30 años,
5 en un rango de edad entre los 31-45 años y 5 en un rango de edad
entre los 46-60 años. El promedio de edad de las entrevistadas es
de 40 años. La mayoría a cursado estudios universitarios, de ellas
9 son profesionales, 3 tienen secundaria completa y 2 primaria
completa.
Se usó la técnica de entrevista en profundidad, realizada de
forma individual y presencial. Se llevó a cabo una conversación
dirigida hacia los temas del estudio. La entrevista duró
aproximadamente 1 hora y 30 minutos por persona, contestaron
las preguntas en total libertad y sin presiones de ningún tipo. El
ambiente fue distendido, cómodo, respetuoso, de conanza y sin
interrupciones. Se inició con la explicación previa del propósito y
la rma del consentimiento informado. Se usó grabadora de voz
con la autorización de las participantes, para facilitar la posterior
transcripción de los datos. El lugar donde se llevó a cabo cada
entrevista fue elegido a preferencia de cada persona.
Para recolectar la información requerida para el análisis
se plantearon 19 preguntas. Para la selección y análisis de las
categorías y subcategorías se usó el enfoque sistemático de la teoría
fundamentada, que busca desarrollar teoría basada en datos según
el método inductivo, desde tres niveles de codicación. El primer
nivel realiza una codicación abierta que busca reducir los datos. El
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
9
segundo nivel efectúa la codicación axial o de temas destacados.
El tercer nivel desarrolla la codicación selectiva para explicar el
fenómeno en estudio (Baptista et al. 2014). Además, se analizaron
las frecuencias de respuesta. Los datos fueron analizados de forma
manual, no se usó ningún soware.
Esta investigación corresponde a una parte del estudio
realizado en el trabajo nal de graduación del Doctorado en
Estudios de Sociedad y Cultura de la Universidad de Costa Rica,
titulado Construcción de las subjetividades femeninas por medio
de la práctica de actividades físico deportivas (2015), mismo que
contempló seis objetivos especícos distintos. Anteriormente,
se han publicado datos sobre otras variables estudiadas: La
construcción de lo Femenino desde el consumo promovido por
revistas para mujeres (2018), aquí se analizó la mercantilización
del cuerpo de mujer, Disciplinamiento del cuerpo de las mujeres
(2019) en esta publicación se develaron diferentes prácticas que
realizan las mujeres para controlar y moldear sus cuerpo y El
Signicado de la Feminidad: estudio basado en relatos de vida de
mujeres (2020) encontrando distintos signicados atribuidos
a lo que las mujeres consideran femenino. En este particular se
comparten los resultados de una variable diferente: razones de la
práctica de actividad física en mujeres.
Para este estudio la actividad física es entendida como actividades
no competitivas que implican movimiento corporal, realizadas en
un espacio determinado. Analizada operacionalmente desde la
frecuencia (días por semana que realiza la actividad) y el tiempo
de exposición (horas dedicadas por día a esta práctica). Mientras
que las razones de realizar actividad física son entendidas como
los motivos por los que las mujeres deciden realizar AF.
Resultados y discusión
Tiempo dedicado a las actividades físicas
De las 14 mujeres entrevistadas 6 son principiantes lo que, para
efectos de esta investigación, corresponde a mujeres que tienen
menos de 3 meses de asistir al gimnasio de forma continua. En
promedio, ellas tienen: un mes de asistir al gimnasio, asisten 4 días
por semana, con una duración promedio de 2 horas por día.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
10
Las otras 8 mujeres son catalogadas en esta investigación
como no principiantes. Están clasicadas así porque tienen
más de 3 meses de asistir al gimnasio de forma continua. Ellas
tienen, en promedio, 12 años de asistir al gimnasio y lo hacen
aproximadamente 4 días por semana, con una duración de 2 horas
por día.
Se determina que tanto mujeres principiantes como no
principiantes hacen AF en promedio 2 horas por día y 4 días a la
semana, es decir, un promedio de 480 minutos semanales. Por el
tiempo que dedican a estas prácticas se puede armar que ellas
tienen un nivel de compromiso alto con las AF. Para ellas la AF
es un aspecto central en sus vidas y consideran como normal el
tiempo que invierten en estas actividades, a su vez, piensan que
otras mujeres deberían hacer lo mismo y que, al no hacerlo, se
privan de benecios. Ellas consideran la AF como una práctica
positiva; lo cual posiblemente se deba a la legitimización del
discurso de la actividad física, que la presenta como buena para
el mejoramiento de la salud y la prevención de enfermedades; o
bien, de la legitimización del discurso de la actividad física como
mandato para el cuidado de la apariencia; o porque sencillamente
la pasan bien en el gimnasio y desean que otras mujeres tengan
la misma experiencia. Ellas comentaron lo siguiente sobre las
mujeres que no asisten al gimnasio. “Irma” expresó “no se aman
a sí mismas. De igual manera, “María” armó “no saben lo que
están perdiendo. Por su parte, “Elsa” dijo “yo siento que todo el
mundo necesita hacer un poco de ejercicio por salud. Mientras,
Melisa” manifestó “yo pienso que no está bien que no asistan
a un gimnasio, que no asistan a algo que las haga sentirse bien.
También, “Yesenia” mencionó “pienso que hay que tener un
poquito de vanidad como mujer”. “Laura” agregó: “no saben lo que
se pierden. Mientras, “Marta” dijo “no saben los benecios que les
puede traer”.
Morel (2011) arma que no se requieren programas intensos o
vigorosos para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y tener
un buen estilo de vida, sino que basta con hacer 30 minutos de
actividad física moderada durante 5 días por semana. En el caso
de las entrevistadas, ellas son mujeres activas físicamente y no
sedentarias lo que representa un aspecto favorable ya que según
Morel (2011) la mitad de la población costarricense no practica
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
11
deporte y son las mujeres las más sedentarias, en especial, las
mayores de 40 años.
En cuanto a la hora de practicar las AF, tanto las mujeres
principiantes como las no principiantes las realizan por las
mañanas, solamente una mujer del grupo de no principiantes asiste
en la mañana y en la noche cada día. Al respecto “Ana” explicó que
la razón se debe a que, al duplicar la AF, ella se permite comer un
poco más de lo usual; lo explicó de la siguiente manera: “si quiero
comer, como, nada más que doblo el tiempo que hago ejercicios.
Para sentir placer por lo que come, ella recurre a duplicar la AF
que realiza, sin darse cuenta de que podría incurrir en sobre
entrenamiento. Esta mujer se da el permiso de comer bajo una
severa exigencia física.
Las mujeres entrevistadas se someten a muchas horas de
actividad física, tomando en cuenta no sólo las del gimnasio, sino
también aquellas que involucran realizar las labores domésticas y
otras actividades. Esto podría provocarles sobre entrenamiento
pues, al no tener en cuenta la importancia del descanso y la
recuperación, podrían estar propensas a un mayor cansancio, fatiga
y, sobre todo, a lesiones por la sobrecarga y sobre exigencia física
que les impide recuperarse de manera adecuada. De las mujeres
entrevistadas, cuatro se han lesionado, al respecto “Rebeca,
armó “tengo una hernia de disco y fue en el gimnasio. Además,
7 mujeres mencionaron sentir sus músculos adoloridos después
de las sesiones de AF y 4 dijeron sentir cansancio. Son las mujeres
no principiantes las que mayoritariamente se sienten adoloridas,
cansadas y están lesionadas. Este resultado es inesperado porque
son las mujeres principiantes las que deberían tener mayor dolor
y cansancio corporal al encontrarse en un proceso de adaptación
a la carga física que están realizando, lo cual podrían indicar que
las mujeres no principiantes están realizando AF a una mayor
intensidad que las principiantes.
Tipo de AF que realizan
De las 14 mujeres, 3 mujeres principiantes y 1 no principiante
no realizan otras AF aparte de las que realizan en el gimnasio,
mientras que del resto de mujeres: 4 caminan, 4 corren, 1 nada
y 1 juega volibol. La mayoría de las entrevistadas no se sienten
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
12
satisfechas con la actividad física que hacen en el gimnasio y
recurren a otras prácticas físicas, probablemente por temor de
no alcanzar el ideal corporal que, según Bordo (1990) exige estar
delgada, sin exceso de grasa, pero además atlética. Además, para
Tristan (2011) el ideal corporal es una de las razones por las que las
mujeres asisten al gimnasio.
Asimismo, las actividades físicas que hacen dentro y fuera del
gimnasio podrían deberse a la presión social que existe sobre los
ideales corporales, al respecto Toro (1996) destaca que existe una
fuerte presión social por el ejercicio físico y que este fenómeno
social está relacionado con la preocupación por el cuerpo.
Las AF que realizan en el gimnasio son variadas. En ambos
grupos practican baile, spinning, pesas y aeróbicos. De las mujeres
principiantes, 3 no hacen ejercicio con pesas, solamente ejercicios
aeróbicos; mientras que las no principiantes, todas hacen ejercicios
tanto aeróbicos como anaeróbicos. Las tres mujeres que no hacen
ejercicio con pesas comparten el estereotipo de que los ejercicios
con pesas son para los hombres y no para las mujeres, mientras
que las otras sí los hacen con la meta de tonicar el cuerpo.
Estas tres mujeres que no utilizan pesas piensan que si se realiza
en exceso se desarrolla demasiado músculo y no es apropiado
para ellas. Esto a pesar de que la actividad con pesas o ejercicios
contra resistencia podrían proporcionarles benecios, tal como
lo menciona Grandjean (2013) quien recomienda a las personas
adultas usar entrenamiento contra resistencia dos veces por
semana para mantener la masa muscular y la habilidad funcional.
También menciona que el entrenamiento contra resistencia es un
medio efectivo para mantener y normalizar el control de la glucosa
en la sangre.
Lo que piensan estas mujeres sobre el ejercicio con pesas se
vincula con la teoría de Choi (2000) quien explica que en el ámbito
del deporte en que incursiona la mujer, la feminidad ocupa un
papel preponderante; las mujeres que no parecen femeninas o que
practican deportes asociados a los hombres son tratadas de forma
negativa. En relación con esto, “Melisa” manifestó “al hombre si se
le ve bien el musculo, pero a uno no, uno lo que tiene que tratar es
endurecer, pero no echar músculo. Por su parte, “Elsa” argumen
siento que una mujer musculosa no se ve bien, sino que se ve más
como hombre, con cuerpo musculoso. Además, “Yesenia” dijo “no
voy hacer pesas para hacer músculo, sólo para tonicar.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
13
Ellas feminizan algunas actividades y masculinizan otras,
como parte de los estereotipos de género, incluso consideran las
actividades de sicoculturismo y halterolia como propias para
los hombres, consideran que este tipo de competencia no es apta
para las mujeres. Por ejemplo, “Yesenia” indicó “una cosa es estar
tonicada y otra es ser musculoso. Como las que van a nivel
competitivo, siento que eso no es femenino, además, agregó “yo
no veo una mujer femenina… haciendo cosas que se consideran
muy masculinas como, por ejemplo, mujeres en competencia de
pesas. También, “Sonia” indicó “una sicoculturista para mí no
es femenina, pero el cuerpo tonicado sí es femenino, sin mucho
músculo…mucho musculo parece hombre. Por su parte, “Ana
dijo lo siguiente sobre las mujeres que juegan fútbol “las chavalas
que juegan bola, son iguales que un hombre.
Esto se relaciona con la teoría de Choi (2000) quien considera
que las mujeres con hipertroa muscular son consideradas poco
atractivas y se cree que alteran la naturaleza del género, mientras
que los hombres que practican este deporte no tienen conictos
con el sexo y el género, como respuesta a los roles sociales de
género en los cuales se asocia al hombre con lo fuerte y la mujer
con lo débil. También, se relaciona con los resultados obtenidos
por Aimar et al. (2004) quienes indican que las mujeres asocian los
músculos con lo no femenino.
Los resultados obtenidos sobre el tipo de actividad física que
realizan las mujeres que participaron en el estudio, concuerdan
con Santillán (2006), Server (2005) y Gambau et al. (2003) al
demostrarse que existe interés por respetar las normas del género,
especícamente lo femenino, al realizar prácticas físicas.
Efectos de la supresión del ejercicio físico
Los resultados obtenidos evidencian que 11 de las entrevistadas
maniestan sentimientos de intranquilidad, culpa, desesperación,
traición, ansiedad y remordimiento cuando, por alguna razón, no
pueden asistir al gimnasio. Esos sentimientos trascienden la parte
emocional y psicológica, hacia la somática, hasta hacerlas sentir
que aumentaron de peso ese día y sentir un cuerpo gordo. Para
mitigar esas consecuencias provocadas cuando no pueden asistir
al gimnasio, ellas realizan otras actividades físicas alternativas y
reducen la alimentación. Para ellas, ir al gimnasio es una obligación
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
14
que se debe cumplir y no hacerlo les genera malestar, pues
experimentan emociones no positivas en torno a ellas mismas.
Sobre esto, “Melissa” opinó “todas decimos que si no venimos al
gimnasio nos sentimos mal porque no asistimos, también armó
si uno no viene no se siente tranquilo. Además, María agregó “me
da remordimiento de conciencia. Mientras, “Ana” compartió “es
que ya es como un vicio. Me provoca una desesperación si no voy”.
También “Sandra” dijo “siento algo raro, como una ansiedad”. En
adición, “Laura” expuso “siento goma moral, siento culpabilidad,
paso pensando todo el día que hoy no fui al gimnasio.
El quebrantar esa norma les hace experimentar esos
sentimientos negativos, porque están quebrantando la norma de
género del cuidado de la apariencia. Tal como lo menciona Butler
(2006) las normas de género se traducen en prácticas corporales
y están relacionadas con otras normas y regulaciones; todas ellas
se instauran como rituales sociales cotidianos en la vida corporal.
Al mismo tiempo, Lee (1997) argumenta que el cuerpo de la
mujer se sitúa en una condición de inferioridad, haciéndole creer
que su cuerpo es deciente, lo cual explica de alguna manera
porque las mujeres asimilan y realizan AF de forma compulsiva,
manipulándolas para que perciban su cuerpo como deciente y
cuiden de sí mismas.
Si bien es cierto que el que ellas practiquen AF es excelente,
por los benecios que podría generarles; no son tan positivos
los efectos que experimentan al suprimir, por alguna razón,
estas actividades. El efecto que causa la supresión de la AF es
denominado por algunos cientícos “dependencia al ejercicio
físico, por ejemplo, Hamer & Karageorghis (2007) argumentan
que el ejercicio físico brinda efectos positivos, pero cuando se da
una supresión del ejercicio se exacerban los efectos negativos y
aparecen síntomas de abstinencia que solo se pueden neutralizar
con más ejercicio. Además, conrman que las beta-endornas y
otros opioides endógenos incrementados con el ejercicio físico
pueden generar dependencia, siendo necesario aumentar la dosis
de ejercicio para aumentar sus efectos.
Por otra parte, Miller & Messagno (2014) atribuyen la
dependencia del ejercicio físico al narcicismo y Bruno et. (2014) lo
atribuyen al narcicismo y a la baja autoestima. En adición, Márquez
y De la Vega (2015) lo atribuyen al ejercicio excesivo, mientras Berit
et al. (2003) concluyen que a mayor cantidad de horas dedicadas a
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
15
la práctica de actividad física es mayor la dependencia al ejercicio.
Los efectos negativos que ellas experimentan al suprimir las
AF podría atribuirse a la dependencia de estas actividades para
sentirse bien, es por esa razón que cuando no pueden asistir al
gimnasio recurren a otras actividades físicas alternativas.
Razones de la práctica de AF
Las razones que podrían tener las personas para realizar AF
pueden ser muy diversas: por recreación, para relajarse, bajar
de peso, por rendimiento físico en función de alguna disciplina
deportiva, para sentirse mejor, prevenir o combatir enfermedades,
hacer amistades, mejorar la respiración, mejorar posturas
corporales, mejorar sus capacidades físicas como el equilibrio, la
exibilidad, coordinación, fuerza; entre otras razones.
En esta investigación, los resultados muestran cinco razones
por las que las mujeres entrevistadas realizan AF. Se sumaron
todas las razones manifestadas por las entrevistadas y se obtuvo
que 12 de ellas hacen AF por su apariencia, 11 por salud, 7 por
cuestiones anímicas, 3 por razones sociales (con el n de hacer
amistades e interaccionar con algunas personas) y 1 por mejorar
en otro deporte (en algunos casos indicaron tener más de una
razón). Sin embargo, es importante tener en cuenta que las razones
que ellas tienen en el momento de la entrevista podrían no ser jas
y responden a un momento social y personal especíco, por ende,
podrían variar con el tiempo.
Al preguntarles a las entrevistadas la principal razón por la
que realizan actividad física, ofrecen varias respuestas; inclusive,
en algunos casos una misma entrevistada cita varias razones en
la misma respuesta, mientras que otras una sola razón; es por eso
que para determinar las razones de la práctica se contó la cantidad
de veces que se reeren a una razón especíca, es decir, se con
la frecuencia de la respuesta. Por ejemplo, “Laura” expresó “la
principal razón es salud y después por verse uno bien, también
cuando uno hace ejercicio se siente mejor. También, “Rebeca” dijo
para mantener el peso, el tono muscular, interactuar con algunas
amigas y compartir con la gente y por salud”. Por otra parte, “Elsa
armó” “por sentirse uno bien, por salud primero que nada y por
verse uno un poquitito mejor”. Así mismo, “Ana” manifestó “es por
mi salud y porque quiero mantener el peso.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
16
En relación a los resultados de las razones de la práctica de AF
según la edad, se encontró que para todas las mujeres entrevistadas
entre los 18 y 30 años la principal razón es por apariencia, lo mismo
se halló en el grupo de las mujeres que se encuentran entre los 31 y
45 años, mientras que en las mujeres que se encuentran entre los 46
y 60 años la principal razón es la salud. Este resultado reeja que en
la muestra estudiada a mayor edad las mujeres se preocupan más
por la salud que por la apariencia, de manera que los motivos de
la práctica de AF podrían cambiar al avanzar en edad. Esta mayor
preocupación por la salud al avanzar la edad podría deberse a los
cambios físicos que tiene el organismo al envejecer. En la tabla 1 se
detallan las frecuencias de respuesta por edad.
Además, se encontró que para las mujeres entrevistadas que
tienen más de tres meses de ir al gimnasio la principal razón
para realizar AF es por la apariencia, mientras que en las mujeres
entrevistadas que tienen menos de tres meses de realizar AF la
principal razón es por salud. Es posible que las mujeres al empezar
la AF lo hagan motivadas por salud, pero conforme avanza el
tiempo de realizar estas actividades la motivación inicial podría
cambiar por el interés del moldeamiento corporal. De ser así,
podría asumirse que existen factores que inuyen en ese cambio,
una hipótesis es que el ambiente interno del gimnasio al que
asisten las conduzca al cuido de la apariencia, otra razón es que en
T 
F         
AF  
Aparien-
cia
Salud Aní-
micos
Socia-
les
Mejorar
en otro
deporte
Total de
respuestas
18-30
(4 mujeres)
4 3 2 0 0 9
31-45
(5 mujeres)
5 3 2 1 1 12
46-60
(5 mujeres)
3 5 3 2 0 13
Tota l 12 11 7 3 1 34
Fuente propia: mujeres entrevistadas
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
17
el tiempo de hacer AF los resultados obtenidos en su apariencia sean
signicativos que les genere un interés mayor y otra opción podría
deberse a que ellas en el fondo siempre tienen el deseo de mejorar su
apariencia y esto se refuerza con el tiempo de realizar AF.
Al analizar las respuestas sobre los motivos de la práctica de
AF destaca, entre las entrevistadas, los términos mantenimiento,
conservarse, verse bien, salud, esposo, sentirse bien, compartir,
mejoramiento del cuerpo, adelgazar y lograr el ideal corporal.
Al respecto, “Yesenia” armó “a mí siempre me ha gustado hacer
ejercicio físico para mantenerme…para conservarse uno mismo, a mí
nunca me ha gustado engordarme. Por su parte, “Laura” mencio
que lo hace para complacer a su esposo “siempre voy pensando en
él. Además, “Marta” armó “para mantener un peso adecuado. De
igual manera, “Sandra” dijo “para mejorar la condición física y el
cuerpo. También, “Catia” manifestó “más que todo por salud. Por su
parte, “Patricia” armó “para mejorar la forma y para mantenerme
bien. De igual manera, “Irma” expresó “para adelgazar. También,
Sonia” se rerió al tema y dijo “primero por salud y para lograr el
cuerpo que uno quiere” y “María” apuntó “mi meta parte en bajar de
peso y acomodarme un poquito.
Para 11 de las entrevistadas una de las razones por las que hacen
AF es para mantener o mejorar la salud, esto es coherente con lo
recomendado por la Organización Mundial de la Salud (2008)
que sugiere tener una buena dieta y practicar actividad física para
mantener una buena salud y así reducir el riesgo de muerte pues,
según esta Organización, entre los factores de riesgo de enfermedades
crónicas se incluye la inactividad física y dietas poco saludables,
factores responsables del 80% de las muertes por enfermedades
cardiovasculares y ataques fulminantes. La Organización Mundial
de la Salud (2010) explica que:
Está demostrado que la actividad física practicada con
regularidad reduce el riesgo de cardiopatías coronarias y accidentes
cerebrovasculares, diabetes de tipo II, hipertensión, cáncer de colon,
cáncer de mama y depresión. Además, la actividad física es un factor
determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental
para conseguir el equilibrio energético y el control del peso. (p. 10)
Grandjean (2013) arma que la práctica regular de actividades
físicas benecia la salud de las personas, lo cual tiene un impacto
positivo en la presión arterial, la glucosa sanguínea, el nivel de
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
18
lípidos, el funcionamiento cardiovascular y que estos benecios
pueden disfrutarse aún sin cambios en el peso corporal o ausencias
de mejoras signicativas en la condición física. Lo anterior no
asocia la salud al peso corporal pues arma que se pueden obtener
benecios sin alterar el peso.
Asimismo, tres mujeres arman que una de las razones de realizar
AF es por motivos sociales: para interactuar y hacer amistades. Por
otra parte, un total de 5 mujeres consideran que su círculo social
se amplió al ir al gimnasio. Por ejemplo, “Melisa” expresó “tengo
más amigos y compañerismo. De igual manera, “Laura” alegó “he
conocido muchísima gente y a mí me gusta relacionarme con todo
el mundo, entonces es muy bonito. También, “Yesenia” manifestó
siempre he sido de amigos y en el gimnasio converso con la gente
y “María” indicó “se amplía un poco más el círculo de amigos o
amistades.
Aisladamente, una mujer respondió que entre las razones por
las que va al gimnasio está que es una actividad complementaria
que le permite mejorar el rendimiento en otro deporte, este es
el caso de “Marta” quien realiza AF con el n de mejorar en la
práctica del volibol, ella explicó "hago rutina de pesas, dirigido
a mis metas en el volibol y para disminuir medidas en general”.
Otras 7 mujeres expresaron que hacen AF porque les permite tener
un mejor estado de ánimo que repercute en las actividades que
hacen cotidianamente, ellas citaron las actividades domésticas, al
respecto “Marta” mencionó “desde que hago ejercicio más intenso
tengo más energía para la rutina diaria en mi casa. De igual forma,
María” se rerió al incremento de su energía cuando hace AF, ella
explicó “el día que voy al gimnasio, llego a la casa y hago todo lo
que tengo que hacer, recojo a los chiquillos y si hay que estudiar
con ellos estudiamos. En cambio, un día que no voy al gimnasio,
me siento con baterías bajas.
Según los resultados obtenidos, 12 mujeres hacen AF por
mantener o mejorar su apariencia y esto podría tener un vínculo
alto con los mandatos de género existentes en la sociedad,
principalmente, con las normas de la feminidad e ideales
corporales, vinculadas a lo que se espera de la mujer en cuanto a lo
físico, comportamiento y apariencia. Los resultados encontrados
coinciden con los obtenidos por Waaler (2000) quien explica
que las mujeres usan las actividades aeróbicas para mejorar la
apariencia corporal.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
19
Esta razón para la práctica de AF podría estar inuenciada por
el discurso sobre hábitos físicos y deportivos para el autocuidado,
discursos éticos y de género, discursos que operan en su mente
hasta impactar en sus comportamientos y en sus cuerpos, como
una forma de ejercicio del poder sobre ellas. Estos discursos
pudieron ser fomentados o reforzados en el hogar, porque algunas
mujeres fueron inuenciadas en la adolescencia por la madre para
realizar actividad física, presentándose la progenitora como un
agente promotor de la práctica de AF.
Por ejemplo, el caso de “Irma” quien expresó que su madre le
decía que hiciera ejercicio, ella lo detalló así “me criticaba porque
yo siempre he sido gruesa, yo nunca he sido delgada, cuando me
engordaba mucho me decía: te estás engordando, no te ves bien,
entonces me mandaba al gimnasio y a mí no me gustaba. También,
Ana” contó “me decía que me cuidara y me decía: cuídese,
póngase a caminar o hacer algo, cuide lo que está comiendo, vea
que después se hace gorda.
Las entrevistadas, en algunas ocasiones mezclan lo relacionado
a salud con la apariencia y confunden el sentido que tiene el buen
funcionamiento del organismo con el aspecto externo. De alguna
manera, bajar de peso las hace sentirse bien y con salud, aunque
no necesariamente el bajo peso implica salud. Según Choi (2000)
una de las principales razones que motiva a las mujeres a realizar
AF es la apariencia y su peso, hasta llegar al punto de catalogar la
delgadez y la salud como sinónimos y el ejercicio como un camino
para lograrlo. En relación con este tema, “Patricia” armó “una
mujer saludable debe estar delgadita. “Melisa” expresó “si está
gorda está enferma. Igualmente, “Rebeca” dijo “una mujer tiene
que verse saludable, con un peso ideal”.
A pesar de haber expresado varias razones por las que realizan
AF, cuando se les consultó sobre las razones por las que las otras
mujeres asisten al gimnasio ellas brindaron una única respuesta:
por estética. Al respecto, “Ana” dijo “me parece que se preocupan
mucho por la imagen, van mentalizadas en bajar de peso, el querer
verse mejor. Por su parte, “Irma” expresó “van ahí por verse bien
más que por salud. “Catia” aseveró “me imagino yo que es por el
peso. Por su parte, “Sonia” alegó “verse mejor. Además, “Laura
armó “por verse bien. Entretanto, “Yesenia” manifestó “unas
para conservarse y otras para bajar de peso. En adición, “Nancy”
mencionó “por bajar peso.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
20
Las AF deberían generar un desarrollo integral de la persona,
desde lo físico, social, mental y emocional; en el caso de las
mujeres entrevistadas lo físico tiene un peso relevante, para ellas
las modicaciones corporales que les podrían proporcionar las AF
sobrepasan los benecios sociales, mentales y emocionales que les
podrían brindar dichas actividades. Ellas dan gran importancia al
cambio físico que obtienen y olvidan que la AF les puede brindar
otros benecios, su mente está centrada en bajar de peso y moldear
el cuerpo; así como en obtener salud.
Es posible que esa sobrevaloración del benecio físico de
la AF se deba a la importancia actual otorgada al cuerpo, a lo
que transmiten los medios de comunicación en sus programas
y publicidad, a las experiencias de vida, a las expectativas de
modicación corporal que ellas tienen, las presiones sociales y
familiares por tener un cuerpo acorde con lo establecido para una
mujer, a los deseos de perfeccionamiento físico producto de la
insatisfacción corporal y de una baja autoestima o a los discursos
éticos y de género existentes.
De las entrevistadas, 10 piensan que las mujeres que hacen
AF se ven mejor y son más atractivas que las que no hacen
estas actividades. Según estas mujeres, las que hacen AF se ven
mejor y son más atractivas, esto las hace sentirse mejor, pero
no necesariamente las hace ser mujeres exitosas. Por lo tanto,
la mayoría de las mujeres entrevistadas asocia la práctica de AF
con una buena actitud, pero no tanto con el éxito de la mujer.
Por los resultados obtenidos, se puede inferir que ellas creen que
el cuerpo delgado que pueden obtener por medio de las AF o el
acercamiento a ese ideal las hace más atractivas y por lo tanto les
permite sentirse mejor, pero ese cuerpo ideal no necesariamente
simboliza éxito, este último aspecto contradice lo encontrado por
Blaudeau et al. (2006) quienes concluyeron que las mujeres creen
que el cuerpo delgado simboliza éxito.
Además, 9 de ellas creen que las mujeres que hacen AF tienen
una actitud diferente de las que no, una actitud más positiva.
En cuanto a la actitud positiva que las entrevistadas sienten,
investigadores como Jiménez et al. (2008) arman que las personas
que hacen actividad física presentan un mejor estado de ánimo:
niveles más bajos de tristeza, fatiga y mayor vigor, que quienes
no realizan este tipo de actividades. Además, Leuenberger (2006)
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
21
aduce que el aumento de la segregación de endornas durante el
ejercicio produce una sensación de bienestar.
Conclusiones
A la pregunta de investigación ¿Cles son las razones que
llevan a las mujeres a realizar AF? Se concluye:
1. Existen varias razones por las que ellas hacen AF: por apa-
riencia, salud, mejorar el estado de ánimo de manera que
repercuta de forma positiva en las actividades domésticas,
principalmente, por razones sociales y para mejorar el ren-
dimiento en un deporte. Sin embargo, piensan que la única
razón de asistir al gimnasio que las otras mujeres tienen es
por un interés estético.
2. Para las mujeres que se encuentran entre los 18-30 años y
31-45 años la principal razón por la que hacen AF es por la
apariencia, mientras que para las mujeres que se encuen-
tran entre los 46-60 años la principal razón es por salud.
Por otra parte, para las mujeres no principiantes la princi-
pal razón es la apariencia, mientras que para las principian-
tes es por salud. Por lo tanto, se concluye que tanto para las
mujeres más jóvenes como para las no principiantes (más
de tres meses de hacer AF) la principal razón por la que ha-
cen AF es por la apariencia. Mientras que para las mujeres
mayores y las que tienen menos de tres meses de hacer AF
la principal razón es por salud.
3. Las entrevistadas no tienen una única razón por la que rea-
lizan AF. Según la frecuencia de respuesta las dos principa-
les razones son salud y apariencia. Estas razones podrían
deberse a los discursos sociales a los que están expuestas,
principalmente al de género y las ideas promovidas sobre
la importancia del autocuidado para mantenerse según la
norma corporal.
4. En este caso no se determina una única razón para hacer
este tipo de actividades físicas, sino varias. Además, se con-
cluye que estás razones responden a su edad y un momento
social especíco.
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
22
5. Sus razones también se relacionan con la idea que la prác-
tica de AF les permite verse bien, tener una actitud positiva
y mayor energía para las actividades cotidianas que enfren-
tan.
Además, se encontraron los siguientes hallazgos de importancia:
1. En las entrevistadas, la AF se considera algo positivo, es por
eso que en promedio dedican 2 horas por día, 4 días a la
semana. Eso nuestra que son personas activas físicamente,
convirtiéndose esto en un factor contra el sedentarismo.
2. La mayoría de las entrevistadas no se sienten satisfechas
con la actividad física que hacen en el gimnasio y recurren a
otras prácticas físicas. Se detectaron estereotipos de género
en cuanto a la actividad física por realizar, principalmente
hacia el ejercicio con pesas y el fútbol. Ellas feminizan
algunas actividades y masculinizan otras, como parte de
los estereotipos de género.
3. La supresión del ejercicio físico les hace sentirse mal. Eso
podría atribuirse a la dependencia al ejercicio físico, o
bien malestar al quebrantar la norma de género de “cuido
corporal”.
Bibliografía
Aimar, Ch; Baird, S; Choi, P; Kauer, K; & Krane,V. (2004). Li-
ving the Paradox: Female Athletes Negotiate Femininity and
Muscularity. Sex Roles, 50(5/6), 315-329. https://www.resear-
chgate.net/publication/227143443_Living_the_Paradox_Fe-
male_Athletes_Negotiate_Femininity_and_Muscularity
Alvariñas-Villaverde, M; Fernández-Villarino, M; y López-Villar,
C. (2009). Actividad física y percepciones sobre el deporte y
género. Revista de Investigación en Educación, (6), 113-122.
https://www.researchgate.net/publication/41576496_Activi-
dad_sica_y_percepciones_sobre_deporte_y_genero
Azofeifa-Mora, C. (2018). Comparación entre los motivos para
la práctica de actividad física según el género y el tiempo de
práctica en un grupo de estudiantes. Revista MHSalud, 14(2),
1-12. https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/mhsalud/arti-
cle/download/10240/12593
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
23
Baptista-Lucio, P; Hernández-Sampieri, R y Fernández-Colla-
do, C. (2014). Metodología de la investigación (6th ed.). Mc-
Graw-Hill.
Berit- Augestad, L; Gunnar-Götestam, K y Kjelsås, E. (2003).
La dependencia del ejercicio físico en la mujer físicamen-
te activa. e European journal of psychiatry, 17 (3), 135-
145. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
d=S1579-699X2003000300002
Besnier, N; & Brownell, S. (2012). Sport, Modernity, and the body.
Anthropol,41, 443-459 http://www.annualreviews.org/doi/
pdf/10.1146/annurev-anthro-092611-145934
Blaudeau, T; Cazador, G; & Roy, J. (2006). Percent body fat is rela-
ted to body- shape perception and dissatisfaction in students
attending an all-women´s college. Perceptual and Motor Skills,
78(1),677-684. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17326489/
Bordo, S. (1990). e Body and the reproduction of femininity: a fe-
minist appropriation of Foucault. En Gender Body Knowledge,
Feminist Reconstructions of Being and Knowing. New Jersey:
RUTGERS University Press.
Bruno, A; Cicciarelli, C; Muscatello M; Pandolfo, G; Quattrone,
D; Romeo, V; Scimeca, G & Zoccali, R. (2014). Unraveling
Exercise Addiction: e Role of Narcissism and Self-Esteem.
Journal of Addiction. http://dx.doi.org/10.1155/2014/987841
Butler, J. (2006). Deshacer el género. Barcelona: Paidós.
Choi, L. P. (2000). Femininity and the physically active woman.
London: ROUTLEDGE.
Cooper, H. K. (1979). El camino del aerobic. Nuevos datos sobre el
programa de ejercicios más famoso del mundo. México: Edito-
rial Diana.
Fernández, G. I; López, E, B; y Moral, G. S. (2008). Manual de ae-
róbics y step. España: Editorial Paidotribo.
Gambau, P. V; Sánchez, M. R; Mosquera, G. M; y Pujadas, M. X.
(2003). Deporte y postmodernidad. VII Congreso de la AEI-
SAD. Madrid: Librerías deportivas Esteban Sanz, S. L
Grandjean, P. (2013). Actividad física, condición física y riesgo de
enfermedades cardiovasculares. En Moncada, J. (Ed). Efectos
del ejercicio físico y el entrenamiento físico en el desarrollo, el
rendimiento y la salud humana. San José: Editorial UCR.
Hamer, M & Karageorghis, CI. (2007). Psychobiological mecha-
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
24
nisms of exercise dependence. Sports Med; 37(6), 477-484. ht-
tps://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17503874/
Huéscar, Elisa; Marcos-Pardo, P; Moreno-Murcia, J. (2016). Moti-
vos de Práctica Físico-Deportiva en Mujeres: Diferencias entre
Practicantes y no Practicantes. Revista de Psicología del Depor-
te, 25(1), 35-41. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?co-
digo=5347768
Jiménez-Torres, M; Martínez-Narvaéz, P, Miró-Morales, E y Sán-
chez, A. (2008). Bienestar psicológico y hábitos saludables:
¿están asociados a la práctica de ejercicio físico? International
Journal of Clinical and Health Psychology, 8 (1), 185-202. ht-
tps://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2705527
Kogan, L. (2005). Performar para seguir performando: la cultu-
ra tness. Anthropologica, 23(23), 151-164. http://www.scielo.
org.pe/scielo.php?pid=S0254-92122005000100006&script=s-
ci_abstract
Lafrance, N. M. (2011). Reproducing, resisting and transcending
discourses of femininity: a discourse analysis of womens ac-
counts of leisure. Qualitative Research in Sport, Exercise and
Health, 3(1), 80–98. https://www.researchgate.net/publica-
tion/233279725_Reproducing_resisting_and_transcending_
discourses_of_femininity_A_discourse_analysis_of_wo-
men's_accounts_of_leisure
Lee, S. (1997). Foucault, femininity and the modernization of
patriarchal power. En Conboy, K; Medina, N & Stanbury, S.
(Eds), Writing on the body female embodiment and feminista
theory. New York: Columbia University Press.
Leuenberger, A. (2006). Endorphins, Exercise, and Addictions: A
Review of Exercise Dependence.1-9. https://impulse.pubpub.
org/pub/9iap4s/release/1
rquez, S y De la Vega, R. (2015). La adicción al ejercicio: un
trastorno emergente de la conducta. Nutrición Hospitalaria,
31(6), 2384-2391. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=s-
ci_arttext&pid=S0212-16112015000600006
McDermontt, L. (2000). A qualitative assessment of the signican-
ce of body. Perception to womens physical activity experien-
ces: revisiting discussions of physicalities. Sociology of Sport
Journal, 17(4), 331-363. https://www.researchgate.net/publi-
cation/290939308_A_Qualitative_Assessment_of_the_Signi-
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
BLANCA SOJO MORA | Razones de la participación de mujeres
25
cance_of_Body_Perception_to_Women's_Physical_Activi-
ty_Experiences_Revisiting_Discussions_of_Physicalities
Markula, P. (2004). Tuning into Ones Self:” Foucaults Tech-
nologies of the Self and Mindful Fitness. Sociology of Sport
Journal, 21(3), 302-321. https://www.researchgate.net/publi-
cation/290672852_Tuning_into_One's_Self_Foucault's_Te-
chnologies_of_the_Self_and_Mindful_Fitness
Miller, K & Messagno, C. (2014). Personality traits and exercise de-
pendence: Exploring the role of nracisism and perfectionism.
International Journal of Sport & Exercise Psychology,12(4), 368-
381. https://www.researchgate.net/publication/263714206_
Personality_traits_and_exercise_dependence_Exploring_
the_role_of_narcissism_and_perfectionism
Morel, G. V. (2011). Estilos de vida saludable: actividad física. En
Salud Pública en Costa Rica: estado actual retos y perspectivas.
Conmemoración del XV aniversario de la Escuela de salud
Pública 1995-2010.
Organización Mundial de la Salud. (2008). Una guía de enfoques
basados en poblaciones para incrementar los niveles de Ac-
tividad Física: aplicación de la estrategia mundial sobre régi-
men alimentario, Actividad Física y Salud.
Organización Mundial de la Salud. (2010). Recomendaciones
mundiales sobre la Actividad físico deportiva para la salud.
https://www.paho.org/es/noticias/9-5-2012-recomendacio-
nes-mundiales-sobre-actividad-sica-para-salud#:~:text=A-
dultos%20(18%20a%2064%20a%C3%B1os)&text=Los%20
adultos%20de%2018%20a,de%20actividades%20modera-
das%20y%20vigorosas.
Pavón-Lores, A; y Moreno-Murcia, J. (2008). Actitud de los uni-
versitarios ante la práctica físico deportiva: diferencias por
género. Revista De Psicología Del Deporte, 17(1), 7-23. https://
dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2746351
Rubin, G. (1986). El tráco de mujeres: notas sobre la econoa
política del sexo. Nueva Antropología, 8(30), 95-145. https://
www.redalyc.org/articulo.oa?id=15903007
Santillán, E. M. (2006). Mujer, deporte y fútbol: una perspectiva de
género. Distrito Federal, México. chrome-extension://efaid-
nbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://cedoc.inmujeres.gob.
mx/documentos_download/100559.pdf
InterSedes, ISSN 2215-2458, Volumen 25, Número 51,
Enero-Junio, 2024, (Artículo).
INTERSEDES |
26
Sebire, S. J., Standage, M. y Vansteenkiste, M. (2008). Development
and validation of the Goal Content for Exercise Questionnai-
re. Journal of Sport and Exercise Psychology, 30(4), 253-277.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18723897/
Server, Ch. (2005). Género & deporte: integrar la equidad de género
en los proyectos deportivos. Brighton: Agencia Suiza para el de-
sarrollo y la cooperación.
Toro, J. (1996). El cuerpo como delito: Anorexia, bulimia, cultura y
sociedad. Barcelona: Editorial Ariel. re-Ramos, E. (2002). Fac-
tores personales y sociales vinculados a la práctica físico de-
portiva desde la perspectiva de género. Apunts de Educación
Física y Deportes, 4(70), 83-89. https://raco.cat/index.php/
ApuntsEFD/article/view/305889
Tristan, B. (2011). Modelos de cuerpo y feminidad en un gimnasio
local. Anthropologica, 29(29), 53-90. https://www.redalyc.org/
articulo.oa?id=88636920004
Waaler-Nina, L. (2000). e art of the concealment in a cul-
ture of display: aerobicizing womens and mens expe-
rience and use of their own bodies. Sociology of sport
journal, 17(2), 111-129. https://web.s.ebscohost.com/
abstract?direct=true&profile=ehost&scope=site&auth-
type=crawler&jrnl=07411235&AN=6163130&h=0uI-
Zh%2fpO224%2bIl9VaGXEDhB0iXiGbkJxwtGrOesBh-
9vX3TQMmMMJa%2famnsjEk%2fITr5ZiEuMp91TB-
fjBcc6Az7w%3d%3d&crl=c&resultNs=AdminWebAu-
th&resultLocal=ErrCrlNotAuth&crlhashurl=login.
aspx%3fdirect%3dtrue%26prole%3dehost%26scope%3dsite%26au-
thtype%3dcrawler%26jrnl%3d07411235%26AN%3d6163130