Revista de Ciencias Jurídicas N°166 (1-27) ENERO-ABRIL 2025
15
valorativos que son de tipo INSTRUMENTAL resultan calibrables racional-
intersubjetivamente como tales, en cuanto a su grado de probabilidad práctica; esto si su
locutor se aboca a ello con los medios empírico-científicos pertinentes o solicita tal
información a científicos sociales cuyos conocimientos especializados los habilitan para
examinar tal cosa. Se trata de la clásica bipartición epistemológica descrita por Max Weber
(mas él mismo no lo llamó exactamente así: «categórico» e «instrumental»).
NO existe razonamiento sin fundamentos últimos. De ahí que también todo discurso
valorativo, aun si por lo demás es argumentado científicamente como fuere, tiene unas u
otras bases que son últimas en cuanto al ámbito de él mismo. Lo que varía, de uno a otro
razonamiento valorativo, es cuáles sean estos fundamentos axiomáticos: esto es, cuáles son
las valoraciones CATEGÓRICAS de que parte él mismo. Únicamente si el investigador
percibe tal cuestión podrá advertir cuáles entre sus enunciados valorativos, por encararlos
implícitamente como categóricos, o sea, por fungir estos como base última de SU
razonamiento, NO necesitan fundamentarse allí. No lo necesitan, ni es dable hacerlo en
modo alguno si son vistos así, por constituir entonces un fundamento de última instancia en
el marco de ese discurso (tanto da si, en cambio, aun este mismo sea puesto en duda en
otros discursos, sean jurídicos o no jurídicos).
En cambio, si el razonamiento jurídico de esa investigación se entienda que es para
demostrar, o algo así, la posible corrección objetiva de un juicio valorativo presentado ahí,
esto tiene sentido racional únicamente si tal cuestión se aborda como valoración
INSTRUMENTAL. Entonces se trata, pues, de determinar qué medios empíricos,
científicamente comprobables como tales, está comprobado o es probable que sean eficaces
para producir en la práctica los fines pre-dados axiomáticamente en ese razonamiento. Si
tales fines mismos no están en discusión para esta investigación, ya sea que quien la
emprende los haya elegido tomándolos de una idea circulante en grupos de ese medio social
o que provengan en cierta medida de él mismo, entonces al respecto corresponde proceder
de la manera siguiente.
Salvo que la eficacia en cuestión se halle a la vista obviamente o poco menos (es
poco probable, pues entonces difícilmente serían objeto de la controversia planteada en esa
investigación), esos medios no pueden ser detectados por unas vías de la propia dogmática
jurídica. Para practicar tal investigación se requiere, si se hace científicamente, de vías