EDUARDO SOLANO SOLANO: El control político en Costa Rica y una propuesta desde el sistema
parlamentario británico
Otro
elemento

importante

a

indicar

es

que

no

se

consolidaron

modelos

formales

de
alianzas,
como

se

puede

observar

en

los

sistemas

parlamentarios

europeos,

donde

los
partidos forman alianzas para poder acceder al control del gobierno y durante todo el
mandato votan en coalición la agenda pactada. En el caso de Costa Rica, los apoyos se
daban para casos concretos y cada decisión implicaba una negociación propia, por lo cual,
los partidos sentían plena libertad de separarse de la fracción oficialista y atacarla cuando
observaran réditos políticos.
Aunado
a

lo

anterior,

otra

característica

de

cambio

entre

el

modelo

bipartidista

y

el
multipartidista
se

da

con

la

eliminación

de

las

partidas

específicas

presupuestarias

en
control de las diputaciones, el cual era un instrumento que el
Gobierno utilizaba para
garantizar fidelidad de los diputados de su fracción y de los partidos de oposición que
fueran
necesarios

para

el

avance

de

sus

intereses.

Al

eliminarse

estas

figuras,

las
diputaciones de oposición se sentían en mayor libertad de atacar al Gobiernos sin sufrir
graves consecuencias con sus votantes, el cual siempre es un factor de poder a considerar.
Los motivos anteriores generaron un fortalecimiento del control político, por lo cual, los
partidos
de

oposición

buscaron

aprovechar

de

todos

los

mecanismos

que

ofrece

el
Reglamento
Legislativo,

entre

ellos,

la

figura

de

la

interpelación

ministerial,

el

cual
resultó ser un buen mecanismo para someter a presión a los Ministros que identificaran
como débiles para incentivar su destitución del cargo y de esa forma, asestar un golpe al
Gobierno.
Las anteriores razones dieron paso a que la intensidad del control político por parte de la
Asamblea
Legislativa

se

acrecentara,

derivando

en

una

constante

convocatoria

de
ministros
ante

el

Plenario

Legislativo.

La

figura

de

la

interpelación

ministerial

está
diseñada para que sea una herramienta excepcional y para temas de extensa gravedad,
pero se ha convertido en una invocación recurrente y que no ha generado mayor costo o
responsabilidad política, lo cual ha generado un desgaste de la figura y su eventual pérdida
de
legitimidad.

Ante

este

escenario

y

sabiendo

la

enorme

importancia

de

tener

una
interpelación
que

genere

verdaderos

efectos

de

control

político,

se

propone

una
adaptación y adición de las herramientas existentes para proteger la legitimidad de las
figuras de control político y aumentar el nivel del debate parlamentario