MARTÍN RODRÍGUEZ MIRANDA y CÉSAR AUGUSTO GÓMEZ CALDERÓN: Del pago de tributos al
control de la deuda pública: propuesta de un Estándar de Legitimidad de la deuda pública
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A la par de lo anterior, es menester recordar que la exigencia del FMI ante Carazo
Odio nunca tomó en cuenta que el sistema tributario costarricense se funda, aún al día de
hoy, sobre el cobro de impuestos indirectos al consumo, situación que ante el presidente de
ese entonces evidenciaba que los acuerdos con el organismo
internacional llevarían a una
clara violación del principio de justicia social33.
Lo cierto es que la llegada de Luis Alberto Monge al poder en 1982 (1982-1986),
significó que en adelante (y hasta la fecha) las medidas fiscales exigidas por el FMI serían
aplicadas por el Estado costarricense sin mayor cuestionamiento. Así las cosas, para nuestra
época el endeudamiento público ha llegado a ser calificado como un mal necesario, estando
a
tal

punto

naturalizado

por

el

capitalismo

neoliberal

que

la

gran

mayoría

de

los
economistas
costarricenses,

incluyendo

aquellos

que

se

desempeñan

como

Ministros

de
Hacienda, afirman de manera reiterada y contundente que
la deuda es buena34, aclarando
que
ello

siempre

y

cuando

sea

utilizada

para

construir

obra

pública,

para

construir
carreteras, puentes, aeropuertos, que mejoran la productividad de la economía35.
De lo dicho hasta este momento se desprende una justificación clásica de la deuda
pública,
según

la

cual

esta

resulta

fundamental

a

fin

de

complementar

los

recursos
requeridos por el aparato militar, administrativo y para la construcción de obra pública; una
tesis moderna según la cual la deuda pública resulta necesaria en atención a garantizar los
derechos
reconocidos

en

la

Constitución

Política

e

instrumentos

internacionales

de
derechos
humanos;

una

tercera tesis,

de

acuerdo

con

la

cual

la

financiación

de

la

deuda
pública
con

recursos

provenientes

del

extranjero

resulta

preocupante

frente

a

sus
tradicionales
efectos

inflacionarios,

así

como

por

la

presión

sobre

el

gasto

social;

y

una
cuarta posición, de acuerdo con la cual, la deuda pública tiene por objetivo suministrar los
fondos
necesarios

para

la

construcción

de

aquella

infraestructura

que

requiere

el

aparato
productivo
(tesis

predominante

entre

los

economistas

afiliados

en

este

momento

al
Ministerio de Hacienda y Banco Central, al menos para Costa Rica).
33
Ídem.
34
RUÍZ,

Gerardo.

“La

meta

es

tener

un

superávit

primario

en

el

2023”.

Diario

CRHoy.

San

José.

3

de
diciembre
de

2018.

Recuperado

en:

https://www.crhoy.com/nacionales/la-meta- es -tener- un -superavit-
primario- en - el -2023/
35
Ídem.