Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. de Costa Rica XLV (2) (Mayo-Agosto) 2021: 161-184/ISSN: 2215-2636
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VIOLENCIA Y DESCORTESIA EN REDES SOCIALES
Violence and Impoliteness Speech in Social Networks
David Pérez Retana
Verónica Ficoseco

RESUMEN
El presente artículo analiza una selección de comentarios publicados en dos noticias de medios costarricenses en la red
social Facebook. Su objetivo es comprender cómo se manifiesta la violencia discursiva y el prejuicio lingüístico en este tipo
particular de interacciones. El análisis se realiza desde la teoría de los actos descorteses de habla, Kaul de Marlangeon y
Culpeper, así como desde los aportes sobre la violencia simbólica de Bourdieu. Metodológicamente, se siguieron los
lineamientos propios de la pragmática discursiva para el análisis de los enunciados, y de la lingüística de corpus para el
trabajo con datos extraídos de medios digitales. Uno de los principales hallazgos corresponde a la censura que sufren, en las
redes sociales, las personas que no dominan la norma de la lengua escrita, particularmente en el ámbito de la ortografía.
Con respecto a los actos descorteses de habla, se concluye que los más frecuentes son los que utilizan el insulto y el sarcasmo
como medio para dañar la imagen del interlocutor.
Palabras clave: Violencia Discursiva, Redes Sociales, Descortesía, Prejuicio Lingüístico, Discriminación.
ABSTRACT
This article analyzes a selection of comments published in two Costa Rican media on the social network Facebook. The
main objective is to understand how discursive violence and linguistic prejudice is manifested in this particular type of
interactions. The analysis is based on theory of impoliteness strategies of Kaul de Marlangeon and Culpeper and considers
the contributions of Bourdieu's symbolic violence. Methodologically, the guidelines of discursive pragmatics were followed
for the textual analysis. The principles of corpus linguistics were used for working with data extracted from digital media.
One of the main findings corresponds to the censorship suffered, on social networks, by people who do not dominants the
norm of the written language, particularly spelling. With regard to impoliteness language, it is concluded that the most
frequent are those that use insult and sarcasm to damage the social image of the interlocutor.
Key Words: Discursive Violence, Social Networks, Impoliteness Speech, Linguistic Prejudice, Discrimination.
Universidad Federal de Bahía. Investigador. Salvador, Bahía, Brasil. Correo electrónico: dprako@gmail.com
ORCID ID: http://orcid.org/0000-0001-7492-5733
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Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA - Argentina). Doctora en Comunicación. Docente
investigadora. Salvador, Bahía. Brasil. Correo electrónico: vsficoseco@gmail.com
DOI: 10.15517/RK.V45I2.47888
Recepción: 7/7/2020 Aceptación: 17/4/2021
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1. Introducción
Con el surgimiento de la web 2.0 y el consecuente desarrollo de la cibercultura, se han
potenciado los espacios de interacción en entornos digitales; dentro de estos, sobresalen las redes
sociales, que han llegado a convertirse en uno de los principales medios para la comunicación en
internet (Recuero, 2014). Estos ciberespacios facilitan a sus usuarios compartir información, expresar
opiniones sobre diversos temas y, al mismo tiempo, ampliar sus fuentes de conocimiento. Estas redes
desempeñan un papel crucial en el acceso a la información y favorecen el surgimiento de nuevos
procesos de democratización, dando lugar a lo que algunos autores han comenzado a llamar
ciberciudadanía.
Sin embargo, dentro de esta libertad de expresión y acceso a la información, ciertas opiniones
son deslegitimadas o censuradas, generando tensiones entre los usuarios y actos de violencia. Esto ya
había sido anotado por Recuero (2013), al afirmar que una consecuencia de la hiperconexión generada
por las redes sociales era la relación con grupos o individuos que no comparten los mismos códigos
y valores a los que están habituados, potenciando los conflictos. En ocasiones, tales conflictos llevan
a silenciamientos que usan como pretexto la capacidad de expresión escrita y no argumentos
vinculados a los temas que se discuten. Este comportamiento puede apreciarse, con cierta recurrencia,
en las secciones de comentarios de diversas páginas de medios de comunicación en Facebook.
En tales casos, no dominar la norma de la lengua escrita pareciera que convierte al hablante
en objeto de señalamientos por parte de quienes se asumen como superiores en el uso de la lengua;
aspecto que será discutido en el presente artículo. Estos señalamientos suelen ir acompañados no solo
por observaciones sobre los errores, sino que incluyen ofensas e insultos que aluden, entre otras cosas,
a su escolaridad o inteligencia, lo cual transforma estos espacios de interacción en entornos donde
también se ejerce la violencia. Este fenómeno, precisamente, constituye el problema de investigación
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que se trata en este artículo, el cual se percibe como una manifestación particular de violencia que
amerita ser problematizada.
A partir de lo anterior, el objetivo principal de este artículo es comprender cómo se manifiesta
este tipo específico de violencia en los comentarios de dos noticias publicadas por medios
costarricenses en sus perfiles de Facebook. Particularmente, se presenta un análisis de algunos
comentarios extraídos de dos noticias publicadas por CRHoy.com y Telenoticias en sus respectivos
perfiles de Facebook, durante el segundo semestre de 2019, con el fin de generar un primer
acercamiento, de carácter exploratorio e interpretativo, al problema de investigación mencionado.
Para ello, se trabajará, principalmente, con la teoría de la (des)cortesía verbal, propuesta por Kaul de
Marlangeon (2008) y Culpeper (1996, 2011), y con el concepto de violencia simbólica, de Bourdieu
(2001).
2. Metodología
Se trata de una investigación cualitativa, con trabajo de campo en redes sociales (Finkel,
Gordo y Guarino, 2013), realizada desde una perspectiva sociopragmática del análisis del discurso
sobre la descortesía verbal. La investigación se enmarca dentro de la lingüística de corpus (LC), dado
que su principal objetivo es comprender, por medio del análisis discursivo, cómo se manifiestan
ciertos actos de discriminación y violencia en las interacciones en Facebook. En esa línea, la LC es
definida por Parodi como una metodología para la investigación de las lenguas y el lenguaje, que
permite llevar a cabo investigaciones emricas en contextos auténticos, y que se constituye en torno
a ciertos principios reguladores (2010, p. 15); es decir, el corpus mismo constituye su fundamento.
La producción de los datos para la conformación del corpus se realizó siguiendo los criterios
de la LC. Estos fueron extraídos de la red social Facebook, debido a la alta interactividad que esta
propicia en la sección de comentarios. Asimismo, el carácter público de las cuentas seleccionadas
facilitó el trabajo de observación, recolección y análisis de las interacciones que ahí se desarrollan.
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Cabe resaltar que la muestra utilizada en este artículo forma parte de una investigación mayor que
explora las modalidades de la violencia en línea basada en el uso de la norma escrita, sin embargo,
para este caso particular, se analizará de modo aislado una pequeña muestra específica, conformada
por 53 comentarios distribuidos en dos noticias (43 comentarios en la primera y 10 comentarios en la
segunda). Con respecto al género de los participantes, se identificaron 22 hombres y 20 mujeres en el
primer caso, y 5 hombres y 5 mujeres para el segundo. Los criterios de selección para este análisis
fueron los siguientes:
a) Los comentarios debían aparecer en notas publicadas en los perfiles de Facebook de medios
de comunicación costarricenses.
b) Cada noticia debía contener al menos diez comentarios.
c) Los comentarios debían evidenciar violencia basada en el uso de la norma de la lengua escrita,
con el fin de censurar, invalidar o cuestionar a un tercero.
En cuanto al método de análisis discursivo, se siguieron los lineamientos propios de la
pragmática discursiva para el análisis de los actos descorteses de habla en las interacciones discursivas
(Culpeper, 1996; Kaul de Marlangeon, 2008). Este método permite identificar y comprender las
estrategias verbales utilizadas por los hablantes para referirse a la escritura de otros participantes,
además de evidenciar los prejuicios lingüísticos que puedan existir en sus discursos.
El análisis se efectuó por medio de la revisión de los enunciados que conforman cada una de
las interacciones; para esto, se considerarán aspectos léxico-semánticos, morfológicos y sintácticos,
además de otros elementos contextuales o extralingüísticos que permitieran acceder a otros
significados que no puedan desprenderse meramente del simple análisis del signo lingüístico.
Particularmente, para su clasificación, se utilizó la tipología de los actos descorteses propuesta en el
modelo de Kaul de Marlangeon (2008).
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3. Perspectiva teórica
3.1. ¿Qué es la descortesía verbal?
Por mucho tiempo, la mayoría de los pragmalingüistas se centraron en estudiar y comprender
las estrategias discursivas utilizadas por los hablantes para proteger su imagen y la de sus
interlocutores; sin embargo, algunos investigadores no tardaron en percibir que el fenómeno contrario
también se daba. No se trataba simplemente de la ausencia de actos corteses del habla, sino, más bien,
de la existencia de actos descorteses que tenían como fin vulnerar la imagen del interlocutor. Dichos
actos descorteses han sido estudiados y sistematizados por diferentes investigadores, dando origen a
la teoría de la descortesía verbal.
De acuerdo con Culpeper (2011), la falta de cortesía depende, en gran medida, de la
percepción y las creencias de los hablantes, es decir, de cómo estos perciban lo que se dice o se hace
en una situación concreta. Específicamente, Culpeper (2011) define la descortesía como una actitud
negativa hacia comportamientos específicos que ocurren en contextos específicos. Ello se fundamenta
en expectativas, deseos o creencias sobre la organización social, incluyendo, de forma particular,
cómo las identidades de una persona o grupo son mediadas por otros en la interacción. Estos
comportamientos son vistos negativamente (considerados descorteses) cuando entran en conflicto con
cómo uno espera que estos sean, cómo uno quiere que sean o cómo uno piensan que deberían ser.
La definición anterior presenta la descortesía como una actitud que surge en contextos
específicos, ligada a un sistema de creencias de un grupo social particular y que se centra en la
interacción. Asimismo, Culpeper (2011) añade que la descortesía surge cuando el hablante ataca
intencionalmente la imagen de su interlocutor o cuando el oyente percibe cierta conducta verbal como
un ataque a su imagen.
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Por su parte, la argentina Kaul de Marlangeon (2008) define la descortesía verbal como un
comportamiento comunicativo que ataca, daña, denigra u ofende la imagen social del interlocutor,
que busca causarle un perjuicio o pretende incidir de manera negativa en el clima socio-emocional de
la interacción. Dentro de su producción teórica, Kaul de Marlangeon desarrolló una tipología sobre
las estrategias de descortesía verbal utilizadas con frecuencia en el mundo hispano. Estas estrategias,
que serán explicadas en el próximo apartado, servirán como ga para el análisis de los datos.
3.2. Estrategias de descortesía verbal
Kaul de Marlangeon (2008) ha dedicado gran parte de su producción académica a la
tipificación de la descortesía en la cultura hispánica. Para ello, se apoya en los principales trabajos de
autores clásicos, como Culpeper, citado en el apartado anterior. Dentro de esta propuesta tipológica,
esta autora establece los siguientes siete tipos de actos descorteses.
1
(1) Actos formalmente descorteses animados de un propósito cortés: el hablante usa la vía
de la descortesía para generar un acto cortés, por ejemplo, el uso de la ironía para expresar
un elogio: “como usted es tan tonto no va a poder” (dicho a una persona de la que no se duda
sobre su capacidad intelectual).
(2) Actos descorteses involuntarios: en este caso el uso de la descortesía no tiene ninguna
función estratégica, por tanto, el grado de lesión depende completamente del oyente. En este
grupo, se ubican las “meteduras de pata”, la escatima involuntaria de la cortesía esperada por
el oyente y la prescindencia involuntaria de la cortesía; olvidar dar las gracias o no agradecer
lo suficiente serían ejemplos de este tipo de actos.
(3) La autodescortesía: ocurre cuando el hablante habla para mismo y lesiona su propia
imagen. Puede ser un acto honesto o bien una estrategia para mostrarse humilde ante su
1
Los ejemplos consignados para cada tipo de acto son originales de las personas autoras del artículo con el fin
de complementar la explicación.
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interlocutor y producir un “acto agradador de imagen” por parte del oyente. Por ejemplo,
exclamar “¡qué tonto que soy!” para recibir una respuesta positiva del oyente, como “no diga
eso, usted es muy inteligente”.
(4) Acto formalmente cortés animado de un propósito descortés: en estos casos, la cortesía
solo es un medio para dañar la imagen. En este sentido, la burla, expresada principalmente
mediante ironía, es una de los casos más picos de este tipo de acto. Por ejemplo, decirle a
alguien “¡Qué bien escribe, debería ser escritor!”, puede ser una ofensa si esa persona
presenta notorios problemas en el uso de la lengua.
(5) Escatima deliberada de la cortesía esperada por el oyente: el hablante decide prescindir
de un acto cortés que sabe que el oyente está esperando. Por ejemplo, responder a un “gracias”
con un “o. k.”, en vez de usar las expresiones habituales para esta situación, como “con mucho
gusto” o “de nada”.
(6) El silencio abrumador: es el único caso donde el acto descortés es efectuado por el oyente.
Este silencio tiene como función expresar desacuerdo y constituye una actitud desafiadora
que impide la posibilidad de réplica del hablante, de ahí que sea considerado un acto
comunicativo. Por ejemplo, el silencio ante una expresión como “esta pintura es maravillosa,
¿verdad?, pone en duda un conocimiento que se consideraba consabido. En este caso, una
opción más cortés sería expresar el desacuerdo o disentir, dado que el silencio reduce al
hablante. Se trata, según Kaul de Marlangeon (2008), de un caso extremo de escatima
deliberada de la cortesía por parte del oyente.
(7) Descortesía de fustigación: se trata del acto más descortés. Refiere a la agresión directa por
parte del hablante de forma intencional, consciente y estratégica. Su objetivo es dañar la
imagen del interlocutor dentro del marco de un confrontamiento directo. Las palabras
tipificadas como insultos forman parte de esta estrategia de descortesía de fustigación, siendo
las claves culturales de cada país las que las determinen.
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Finalmente, cabe destacar que el estudio de la descortesía verbal y las estrategias lingüística
asociadas a su uso es sumamente amplio y complejo, por consiguiente, otros puntos sobre esta teoría
serán tratados en el análisis de los datos.
3.3. Violencia y discriminación en el lenguaje
El estudio de la violencia es tan amplio como sus manifestaciones, y las perspectivas para
abordarlo son múltiples. No obstante, se presentarán algunos puntos relevantes alrededor de este
concepto con el fin de comprender sus implicaciones para este estudio. Para ello, se muestran algunas
reflexiones planteadas desde las ciencias sociales y la filosofía, dando una atención especial al
lenguaje, elemento central de este estudio.
En la introducción de su libro Topologia da violência, Byung-Chul Han (2019) afirma que la
violencia es una de esas cosas que no desaparecen, sino que va modificando sus manifestaciones
dependiendo de la “constelación social”. Han hace referencia directa a la violencia del lenguaje, al
señalar que esta se ha convertido en una manifestación no física de la violencia propia de la
modernidad. Según Han (2019), tanto la violencia como el poder son estrategias para neutralizar la
alteridad inquietante, la libertad del otro, algo que se ha percibido en los datos analizados.
Al señalar errores de escritura, se asume una posición de poder que busca limitar la libertad
de ciertas personas para expresarse, bajo un aparente disciplinamiento. Por tanto, el conocimiento de
la norma gramatical permite consolidar relaciones de dominación que han sido normalizadas
socialmente, constituyendo, de este modo, lo que Bourdieu (2001) llamaría un acto de violencia
simbólica, marcada por las relaciones de dominación y la presencia de jerarquías.
Por su lado, Sanmartín (2007), filósofo español abocado al estudio de la violencia, plantea
que existen cuatro grandes tipos de violencia: física, emocional, sexual y económica. La violencia
ejercida a través del lenguaje estaría dentro del segundo grupo, es decir, la violencia emocional, la
cual se caracteriza porque puede producir importantes daños psicológicos. Para el autor, el insulto es
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el arquetipo dentro de este tipo. De igual manera, la violencia puede ser activa o pasiva; la primera
constituye un acto violento por acción, mientras que la segunda, lo hace por omisión. Dentro de la
violencia del lenguaje, por ejemplo, insultar sería un caso de violencia activa, mientas que no
responder a un saludo, sería un caso de violencia pasiva.
Para otros autores, el papel que juegan la cultura y la sociedad en las manifestaciones de la
violencia es mucho más complejo. Detrás de los actos de violencia subyacen relaciones simbólicas
de poder que pretenden perpetuar las formas de dominación establecidas. Para explicar este
fenómeno, Pierre Bourdieu (2000) acuñó el concepto de violencia simbólica, que define como una
violencia amortiguada, insensible, e invisible para sus propias víctimas, que se ejerce esencialmente a
través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento o, más
exactamente, del desconocimiento, del reconocimiento o, en último término, del sentimiento (p. 12).
A lo largo de su obra, Bourdieu buscó explicar cómo la violencia es normalizada e
interiorizada por los miembros de los distintos grupos sociales para ejercer y mantener el control. De
modo particular, el autor brinda una atención especial al lenguaje y a la censura que este conlleva. En
su obra ¿Qué es hablar?, el autor sostiene que
entre las censuras más eficaces y disimuladas, pueden incluirse todas aquellas que consisten en excluir
determinados agentes de la comunicación, excluyéndoles de los grupos que hablan o de los lugares
donde se habla con autoridad. Para comprender lo que puede y no puede decirse en un grupo, hay que
tener en cuenta no solo las relaciones de fuerzas simbólicas que se establecen en ese grupo y que
impiden a ciertos individuos hablar (Bourdieu, 2001, p. 110).
Para Bourdieu (2001), algunas formas se encuentran más legitimadas, por tanto, quien las
domina puede ejercer censura sobre quien carece de su dominio, llevando a su silenciamiento, premisa
que se ha venido desarrollando a lo largo de este análisis. Según él, “todo intercambio lingüístico
contiene la virtualidad de un acto de poder, especialmente cuando se produce entre agentes que
ocupan posiciones asimétricas en la distribución del capital pertinente” (en Fernández 2005, p. 20).
Asimismo, añade que tal violencia
nunca se manifiesta tan claramente como en las correcciones coyunturales o constantes que los
dominados, por un desesperado esfuerzo hacia la corrección, llevan a cabo, consciente o
inconscientemente, sobre los aspectos estigmatizados de su pronunciación, de su léxico con todas las
formas de eufemismo y de su sintaxis; o en la angustia que les hace perder los nervios
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incapacitándoles para encontrar las palabras como si súbitamente se vieran despojados de su propia
lengua (Bourdieu, 2001, p. 26).
Otros aspectos sobre la propuesta teórica de Bourdieu con respecto al papel censurador del
lenguaje serán retomados y profundizados en el análisis del trabajo, pues se coincide con su
percepción de que el lenguaje constituye un mecanismo de control y de exclusión social, el cual puede
ejercerse por medio de actos de violencia explícita o simbólica.
Finalmente, Alberto Constante (2013) discute la manifestación de la violencia en las redes
sociales. Para Constante, las redes sociales sirven como agentes de reproducción de la violencia.
Según su criterio, las redes reproducen los fenómenos que conforman nuestras sociedades, entre ellos,
la violencia; sin embargo, su particularidad radica en la capacidad que estas tienen para
potencializarlos. Para este autor, las redes son violentas en sí mismas y afirma que
son el “panóptico” del siglo XXI: visibilización no solo de la violencia sino de quiénes son sus actores,
porque lo que se plantea es el problema de la visibilidad totalmente organizada alrededor de una mirada
dominadora y vigilante como lo son las redes sociales (Constante, 2013, p. 121).
Como ya fue mencionado, el estudio de la violencia es complejo y su definición es
plurisignificativa, pues dependerá de los criterios que se estén utilizando para su valoración. No
obstante, se ha propuesto un marco que permita identificar el lugar de habla con respecto a lo que se
entiende por violencia, particularmente la violencia discursiva.
4. Análisis y resultados
Como parte del análisis discursivo, para cada noticia, se diseñó una tabla (ver Anexos 1 y 2),
que incluye la información necesaria para el análisis de cada interacción, a saber: medio, fecha, título
de la noticia, subtítulo, nombre del participante y comentarios, los cuales aparecen numerados para
facilitar su referenciación en el análisis. El uso de la sangría en algunos nombres indica que tales
intervenciones son respuestas al comentario previo; su ausencia, que son respuesta a la noticia
principal. Con respecto a la identidad de los usuarios, se ha mantenido solo su primer nombre con el
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fin de respetar su anonimato, pese a que todas las intervenciones fueron realizadas en medios de
comunicación de carácter público. A continuación, se presenta el análisis para cada una de las dos
interacciones.
La interacción 1 resulta de un interés particular para el presente análisis, pues, a diferencia
de la interacción 2, el foco de la noticia es la escritura, lo que genera una enorme cantidad de
reacciones sobre el tema entre los participantes. Tales reacciones no se limitan únicamente a opinar
sobre el contenido de la noticia, sino que también producen un fuerte debate entre los interactuantes,
que aprovechan la oportunidad para señalar errores de escritura en los comentarios de otros usuarios.
Este fenómeno es relevante para el presente estudio, pues evidencia, lo que en sociolingüística se
conoce como prejuicio lingüístico, es decir, las ideas e impresiones que los hablantes se crean de los
otros a partir de la forma en cómo se expresan.
Con respecto al prejuicio lingüístico, González indica que el lenguaje no solo nos permite
establecer relaciones sociales, sino que además desempeña la importante función de proporcionar
información acerca de los hablantes, y no por lo que estos dicen sino por la forma en que lo dicen
(1995, p. 716). Según González, esto puede ocurrir porque las personas desconfían, o incluso
desprecian, a aquellos que hablan de forma diferente, apoyados en la idea de que su forma propia de
hablar es la más natural. Con respecto a lo anterior, es importante indicar que las variedades estándar
gozan de mayor prestigio, de modo que, cuanto más se aleje un hablante de esta variedad, es más
probable que le sean asociados rasgos de inferioridad. En palabras de González, la diferenciación
interna que existe en las sociedades humanas se materializa igualmente en el lenguaje y sus
variedades (1995, p. 717).
Estos prejuicios lingüísticos se hacen evidentes en la Interacción 1 (Anexo 1), al asignarle a
la diputada cuestionada en la noticia ciertos rasgos que la convierten en una persona no apta para
ejercer su puesto, tal como se evidencia en los siguientes comentarios:
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(2) Carlos Tenemos que preocuparnos, no por una mala ortografía sino lo que esto representa y
evidencia de forma insistente: ese grupo de Diputados no está preparado para sus obligaciones ni lo
estará. Ya cuando tenemos disfunción hasta para el simple ejercicio de redactar al tenemos que
reflexionar de nuestras capacidades en general. Por lo menos para esa posición, insisto.
(16) Angie No creo que ella tenga la capacidad de entender o analizar un proyecto y mucho menos
redactarlo
(23) Elsa Parte del profesionalismo debe ser no aceptar un trabajo para el que no se está capacitado
(41) Melissa PARA SER DIPUTAD@ SACAN A CUALQUIER VERDULER@ Y LO PONEN EN
EL PUESTO JAJAJA
A partir de los comentarios anteriores, es posible reconocer algunas de las asociaciones
negativas que se hacen al desconocimiento de las reglas ortográficas de la lengua. Por ejemplo, que
la diputada no está preparada para cumplir sus obligaciones; que no tiene capacidad para entender,
analizar o escribir proyectos de ley; también se asume que una persona con problemas ortográficos
no debería aceptar ciertos trabajos. Resulta interesante el comentario (41), del que sugiere que una
persona que se dedica a la venta de verduras no posee conocimientos ortográficos ni dominio de la
norma.
Es importante acotar que no todos los participantes comparten dichas valoraciones, por lo
que es posible encontrar algunos ejemplos ‒la minoría‒ de discrepancia a estas asociaciones, tal como
se observa en los siguientes comentarios:
(4) Iris La Bida es vella se entiende igual cuál es el problema ponzoñosos fariseos
(35) Pily (…) una buena o mala ortografía no define una persona su capacidad y si intelecto.
Del comentario (4), es posible inferir que, para este hablante, la ortografía es un factor
secundario, siempre y cuando la idea que se desea transmitir sea clara, por lo cual los problemas
ortográficos no deberían ser una limitante. Por su parte, el comentario (35) es mucho más contundente
al afirmar que la ortografía no define la capacidad de una persona y, por tanto, no debería ser tema de
discusión.
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A pesar de que el análisis del prejuicio lingüístico no forma parte del objetivo principal
planteado, este es transversal al estudio del fenómeno y su comprensión brinda un aporte valioso al
momento de develar las motivaciones que subyacen a los actos violentos del lenguaje presentes en
algunos comentarios. Por consiguiente, la comprensión de este concepto es fundamental para
establecer un diálogo a la hora de discutir los hallazgos.
Otro punto relevante en esta discusión corresponde a los actos de violencia presentes en los
comentarios. Estos, como se ha establecido en la metodología, son analizados y sistematizados a partir
de la teoría de los actos descorteses del habla. Es posible identificar algunos casos de violencia
explícita en algunas de las interacciones, particularmente aquellos materializados por medio de
insultos. Sobre esta dimensión violenta en el lenguaje, Han (2019) afirma que esta se basa en difamar,
desacreditar, degradar, desautorizar, lo cual se resume en una anulación del otro. Algunos ejemplos
de esta violencia “descarnada”, como la llama Culpeper (1996), se aprecia en los siguientes
comentarios:
(1) Patricia estúpida e idiota
(10) Adrián jajaja como llego esa estupida a diputada
Estos casos representan un ataque directo a la imagen social de la diputada y su única
finalidad es causar una ofensa. Sin embargo, a veces esta violencia adquiere un matiz más sutil en el
lenguaje, lo que Bourdieu (2001) llama violencia simbólica, que tiene como finalidad censurar y
establecer jerarquías entre los interlocutores. Esta censura o silenciamiento, como ha sido llamado,
se aprecia en comentarios como:
(40) Jose Rafael Ay mijita! Haga las de la “h” mejor muda.
El comentario (40) deja entrever que, según el criterio de este participante, una persona que
no domina las reglas del idioma no debería expresarse, es decir, debería mantenerse en silencio. Para
Bourdieu, la violencia simbólica nunca se expresa tan claramente como en las correcciones
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constantes (2001, p. 26), lo que lleva a que muchas de las personas que son corregidas con frecuencia
experimenten angustia o incapacidad para expresarse en público, limitando sus espacios para emitir
opiniones.
Por otro lado, la agresividad o censura en algunos comentarios no se limitan únicamente, en
este caso, a la diputada cuestionada en la noticia, también se encuentran presentes en las respuestas
que algunos interactuantes se dan entre ellos, juzgando, principalmente, sus destrezas de expresión
escrita, tal como se evidencia en los siguientes comentarios:
(13) Holdo Sabe mas una chancha sobre economía doméstica que esta "dis" que diputada sobre
ortografía y redacción. QUE VERGUENZA con esta clase de "dis"" que representantes
(14) Ileana Holdo vergüenza! Con diéresis
(37) Hernàndez Dios si entendio! Eso es lo mas importante
(38) Laura revise el uso de la tilde porque se comió tres; además la que utiliza en su apellido no es
del español.
(35) Pily Yo soy docente y tengo algo desde mi infancia llamado dislexia lo cuál me dificulta
escribir o en ocasiones escribo con faltas ortográficas.Y pues recibo muchas veces críticas hasta muy
irrientes.Es una condición. Pero tengo una persona a la cuál le pido que revice mis trabajos para
evitar cometer el error.
(36) María Pily perdone pero su ortografía es pésima, y no es por dislexia, una docente no se puede
dar el lujo de cometer errores ortográficos. Por eso estamos como estamos!!!!
Un punto a destacar, a partir de los comentarios anteriores, corresponde al hecho de que,
efectivamente, se percibe un fuerte impulso por señalar los errores de escritura, sin embargo, estos
atienden únicamente al componente ortográfico de la lengua. Esto se aprecia en el hecho de que todas
las correcciones efectuadas en los comentarios anteriores contienen gazapos. Por ejemplo, en el
comentario (14), se omite el signo de exclamación de apertura (¡) y el punto al final de la frase; en el
comentario (38), se omite la coma después del conector discursivo “además”, la cual, por ser un
conector de tipo parentético, exige su uso; finalmente, el comentario (36) prescinde de la coma
después de la palabra “perdone”, necesaria para introducir la cláusula adversativa subsecuente, de
igual modo, omite los signos de exclamación de apertura en la última línea. Estos casos evidencian
que los problemas ortográficos son los más censurados, en oposición a los errores de puntuación o de
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sintaxis. Es probable responde a que la ortografía posee mayor visibilidad en la escritura y a que,
socialmente, su no dominio ha sido más estigmatizado desde los procesos de educación formal.
Con respecto a los diferentes actos descorteses de habla (siguiendo la tipología de Kaul de
Marlangeon 2008), en la Interacción 1, sobresalen los siguientes dos tipos en los comentarios
compilados:
Tabla 1. Actos descorteses más frecuentes en la interacción 1.
Descortesía de fustigación
Actos formalmente corteses con propósito
descortés
(1) Patricia estúpida e idiota
(3) Minor A bestia
(18) Gera Caballa
(21) Mila Esta AL es un jodido circo y esta
ANALfabeta, una completa inútil
(22) Es una VESTIA total
(12) Carmen Me ha hecho reír. Por lo menos
eso...
(37) Hernández Dios si entendio! Eso es lo
mas importante
(43) John Pongalen??... Repita
conmigo... Póngale, póngale, póngale
Fuente: elaboración propia con base en los datos analizados.
Como se observa en los ejemplos consignados en la Tabla 1, los actos propios de la
descortesía de fustigación se caracterizan por esgrimir ofensas deliberadas contra su interlocutor,
mientras que los actos corteses con propósitos descorteses se presentan, principalmente, por medio
de burlas e ironía. Esto parece repetirse en la mayoría de los comentarios.
A partir de los comentarios analizados en la interacción 1 (Anexo 1), se puede apreciar,
preliminarmente, que las agresiones motivadas hacia otros hablantes por errores en la escritura se
manifiestan, en primer lugar, por medio de la descortesía de fustigación, es decir, a través de ataques
e insultos directos e intencionados, y por medio de actos aparentemente corteses, pero cuya finalidad
es generar burla, como sucede con el sarcasmo.
El análisis de esta primera interacción, remite al trabajo de Ribeiro y Araújo (2015), que parte
de la premisa de que, en las sociedades actuales, las redes sociales se han convertidos en tribunales,
“sistemas informales de acusación”, como le llaman estos autores, donde las personas se dedican,
entre otras cosas, a juzgar ciertas conductas, tal como se evidencia en los comentarios expuestos. Por
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tanto, todos están expuestos a ser cuestionados y señalados en la medida en que participen de estos
eventos interactivos.
Por su parte, para la interacción 2 (Anexo 2), el artículo se centra en analizar cada una de las
respuestas a los comentarios que conforman la interacción, desde la tipología de los actos descorteses
de habla de Kaul de Marlangeon (2008). Para ello, se abordarán no solo el tipo de acto, sino la forma
en que afecta la imagen social de los interlocutores, así como cualquier implicatura que pueda
desprenderse de los enunciados. A continuación, se presenta el primer comentario de la noticia con
su respectiva respuesta.
(1) An May llepeta pa que lo llepeten
(2) Adri Mis ojos lloran al ver cómo escribe. Que tonta eres.
La primera observación con respecto a los enunciados anteriores responde al hecho de que
An May parece ser lo que en redes sociales se conoce como trol, es decir, un interactuante con
identidad desconocida, que se dedica a publicar mensajes provocadores en las redes. En este caso, el
o la interactuante ha creado un perfil donde asume la identidad de una mujer asiática. Como parte de
esta identidad creada, busca representar este rasgo a través de la escritura, sustituyendo la letra erre
por la elle, en referencia a la neutralización fonética que caracteriza a muchos hablantes de China
cuando hablan lenguas con fonemas vibrantes, como el español, reemplazando la consonante vibrante
múltiple sonora /r/, por la consonante fricativa palatal sonora /ʝ/.
A pesar de lo anterior, dicho comentario recibe una reacción aparentemente “honesta”, es
decir auténtica, por parte de otra interactuante, que justamente alude a la “confusión” de erre con elle,
al responderle: “Mis ojos lloran al ver cómo escribe. Que tonta eres.” Este comentario representa un
claro ejemplo de la descortesía de fustigación, pues busca dañar la imagen del interlocutor por medio
de un comentario intencional. Es importante recordar que este tipo de descortesía es definida por Kaul
de Marlangeon (2017) como aquella agresión verbal constituida abrumadoramente por
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comportamientos volitivos, conscientes y estratégicos, destinados a herir la imagen del interlocutor
(p. 10). Seguidamente, se muestra el segundo comentario y con su respuesta:
(3) Stayner Las tiendas deberían de separar la ropa por el nivel de respeto que estás representan
(4) Nani ese "estás" se sigue preguntando por qué esa persona INÚTIL lo tildó... jajajaja
En este caso, la respuesta al comentario representa un daño a la imagen positiva del
interlocutor, en tanto este no recibe reconocimiento, sino que enfatiza su “incompetencia” al usar el
término “inútil”. Al igual que, en el caso anterior, la estrategia para atacar la imagen se realiza por
medio de un acto de descortesía de fustigación, cuyo único propósito es señalar el error de escritura,
pues, como se aprecia en el enunciado, no hay ninguna referencia al contenido del comentario inicial.
A continuación, se expone el siguiente par correspondiente a la interacción 2. Este parece
constituir un acto indirecto de habla con propósito de descortesía.
(5) Damaris Él respeto se gana no se exige a como viste asi la tratan deay pa q anda dando de q hablar
ahora mas q las mujeres son solo plástico deberian de resiclarlas jaja
(6) Josué Soy yo o este tipo de gente que es bien machista aparte de eso no tienen ningún o poco
conocimiento de ortografía.
El ejemplo anterior posee características particulares en términos de la estrategia usada por
el segundo hablante. En primer lugar, se trata de un acto de habla indirecto, es decir, se realiza una
afirmación de forma general, despersonalizando el contenido del enunciado, al evitar una referencia
directa al interlocutor. No obstante, esto también podría interpretarse como una anulación del sujeto,
pues, al ser referido indirectamente mediante la expresión “este tipo de gente”, se da una degradación
de la persona.
De igual manera, se trata de un acto de descortesía de fustigación, cuyo fin es dañar la imagen
negativa del interlocutor. Por último, vale la pena señalar la asociación entre machismo y el
desconocimiento ortográfico que realiza el segundo hablante en su respuesta, probablemente como
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una estrategia para desacreditar a las “personas machistas”. Lo anterior llama más la atención si se
observa que, dentro de esta interacción, la persona acusada de machista es una mujer, y quien realiza
la acusación es un hombre.
Finalmente, se refiere a los últimos cuatro enunciados, constituidos por un comentario inicial
y sus tres respuestas.
(7) Andrés una mujer con una forma de bestir más culta nunca de dirán tonterías
(8) Alexander Como se le puede pedir educación a una persona que escribe vestir con b.
(9) Levi Mejor que aprenda a escribir
(10) Erika Aghhh habla de cultura un ser que no tiene ni idea de cómo escribir correctamente !!
En este caso, las tres respuestas que recibe el primer hablante forman parte de la descortesía
de fustigación, es decir, tienen como propósito herir la imagen del interlocutor, aludiendo, de forma
directa, a su ortografía. Al igual que en los otros casos, no hay una discusión proposicional sobre el
contenido del comentario, sino que las respuestas se limitan a señalar su error de escritura. De estos
comentarios parece derivarse una implicatura importante: no merece la pena discutir contenido
proposicional con personas que no dominan la norma. Sin embargo, esto es un punto que, por el
momento, no es posible afirmar, pero que podría ser discutido en los próximos artículo.
De igual manera, a través de los comentarios usados como respuesta, se establece una relación
entre cultura, educación y ortografía, siendo la deficiencia de esta última un rasgo presente ante la
ausencia de las dos primeras. Asimismo, tal como se discutió en el apartado anterior. La ortografía
sigue siendo el componente de la lengua más señalado, en comparación con otros, como puntuación
o sintaxis.
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5. Conclusiones
Como se menciona al inicio, el objetivo de este análisis se centró en brindar un primer
acercamiento a este tipo de violencia particular, observar cómo esta se manifiesta en las interacciones
desarrolladas en los comentarios de las noticias y, sobre todo, llevar al campo de la praxis algunos de
los principales postulados teóricos de los actos descorteses del habla, con el fin de sistematizar los
actos de violencia discursiva que estos conllevan.
De modo específico, el análisis de las interacciones contempladas en este estudio permitió
construir, según su foco o temática central, una tipificación de los actos violentos presentes en los
comentarios, los cuales se manifiestan en torno a tres aspectos. En primer lugar, se encuentran los
relativos a la capacidad intelectual y a la aptitud profesional, como se apreció en los comentarios en
torno a una diputada y a su nombramiento en la Comisión de Redacción de la Asamblea Legislativa
(Anexo 1), en los que se establece una relación directa entre dominio de la norma lingüística y aptitud
profesional, no solo para formar parte de dicha comisión, sino para ejercer el resto de sus funciones.
En segundo lugar, se encuentra violencia enfocada en insultos personales, los cuales forman
parte de la cortesía de fustigación, cuya intención es dañar deliberadamente la imagen social del
interlocutor. Ello se aprecia por medio de calificativos como tonta, inútil, caballa, bestia, estúpida e
idiota, según se aprecia en los comentarios del corpus. Finalmente, el tercer tipo corresponde a la
deslegitimación y llamados al silenciamiento de quien comete un error al escribir, en los que se
expresa, de forma abierta, que personas con menores destrezas no deberían manifestar sus opiniones
en las redes sociales, evidente en comentarios como “haga las de la h mejor muda”.
Asimismo, con respecto a los actos descorteses de habla, según la tipología propuesta por
Kaul de Marlangeon (2008), se pudo establecer que predominan los actos de fustigación,
caracterizados por una mayor agresividad, y los actos corteses con propósitos descorteses, los cuales
emplean la burla y el sarcasmo como forma de ejercer la violencia. De igual modo, se evidenció que
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la concepción de “escritura errada” se central en el dominio de la ortografía, dejando de lado otros
aspectos del uso de la lengua. Lo anterior es probable que responda a que la ortografía ha sido más
estigmatizada socialmente, principalmente desde la escolarización, donde se da un énfasis especial a
este componente de la lengua.
Finalmente, a partir de las anteriores anotaciones, se considera que visibilizar y problematizar
esta práctica contribuye no solo a comprender mejor esta manifestación de violencia, sino que,
inevitablemente, invita a repensar el uso que se hace de las redes sociales. De igual manera, se espera
que su análisis brinde pistas sobre otros elementos que favorezcan la comprensión de otros
fenómenos, como las percepciones que tienen los interactuantes entre a partir de sus hábitos de
escritura, el derecho a opinar sobre las destrezas lingüísticas de los otros, la relación entre la calidad
de la escritura y la validez de una opinión o comentario, los tipos de errores lingüísticos más
estigmatizados, la autoatribución de agredir al otro bajo una creencia de superioridad, entre otros.
Referencias bibliográficas
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Anexos
Anexo 1. Interacción 1
Medio: CRHoy.com
Fecha: 19 de mayo de 2019
Título: Diputada con mala ortografía guarda silencio ante críticas por integrar Comisión de
Redacción
Subtítulo: Diputada que escribía "hagarados de Dios" y "vendecidos" revisará redacción de
proyectos de ley
Interactuante
Comentarios
Patricia
estúpida e idiota
Carlos
Tenemos que preocuparnos, no por una mala ortografía sino lo que
esto representa y evidencia de forma insistente: ese grupo de Diputados
no está preparado para sus obligaciones ni lo estará. Ya cuando
tenemos disfunción hasta para el simple ejercicio de redactar al
tenemos que reflexionar de nuestras capacidades en general. Por lo
menos para esa posición, insisto.
Minor
A bestia
Iris
La Bida es vella se entiende igual cuál es el problema ponzoñosos
fariseos
Joselyn
respete a quienes nos educamos!
William
Hay palabras que con sólo que le falté una tilde cambian de
significado..,¿me imagino que si sabes eso??
Victor
Cual es el problema, hasta el propio presidente que es el mas preparado
decian los paclovers, viendo un dia una factura firmada por charlie, un
poco de faltas de ortografía
Rack
De verdad usted no ve el problema en que una mae que apenas y sabe
escribir, sea elegida para encargarse de la redacción de los proyectos
de ley?
Victor
y usted no ve el problema que un estúpido que ni escribir sabe sea
presidente
Adrián
jajaja como llego esa estupida a diputada
Oscar
Peqa banderas viejas que no saben ni cortar peló si no sabe leer ni
escribir que jale analfabeta
Carmen
Me ha hecho reír. Por lo menos eso...
Es tan agarrada que ni para comprar un diccionario.
O será que no sabe que la compu puede ayudar jajajaja jajajaja me
orino
Holdo
Sabe mas una chancha sobre economía doméstica que esta "dis" que
diputada sobre ortografía y redacción. QUE VERGUENZA con esta
clase de "dis"" que representantes
Ileana
Holdo vergüenza! Con diéresis
Evelyn
Y también más se tilda. Holdo critincando y con faltas
Angie
Es una burla para los que se esfuerzan en estudiar a diario. No sé si
esta señora sacó el 6to grado, porque para ganarlo se debe saber
escribir.
Leyendo buenos libros y revistas también se aprende ortografía.
Es cuestión de querer. No creo que ella tenga la capacidad de entender
o analizar un proyecto y mucho menos redactarlo.
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Se están robando un sueldo pagado por todos nosotros.
Hasta un niño de 12 años, esforzado, escribe mejor que ella.
Ericka
Pues en lo personal respeto a las personas que tienen mala ortografía y
aún así se atreven a escribir públicamente, probablemente han vivido
muchas carencias en la parte educativa; pero hay gente que pese a que
son muy preparadas tienen pésima ortografía como una profesora de
español del colegio donde estudia mi hija; la señora tiene una
ortografía que produce mucho enojo y preocupación.
Gera
Caballa
Argerie
Más que burlarme me da lastima y tristeza
Henry
se dice lástima
Mila
Esta AL es un jodido circo y esta ANALfabeta, una completa inútil
Enrique
Es una VESTIA total..
Elsa
Parte del profesionalismo debe ser no aceptar un trabajo para el que no
se está capacitado
Gabriela
Que relajo con esta noticia. Esto es humillar a alguien públicamente.
Ahí leí su nota defendiendo a los gays, pero ofenden a una mujer y tras
de que ella sólita no se ayuda uds la terminan de ridiculizar.
Que mal con uds
Luis Diego
decir la verdad es lo mismo que ofender ?
Fabi
Que cochinada de noticia..es increíble lo bajo que caen los
medios..pero el que humilla será humillado...
Kenneth
Jajaj ella ya se humilló sola, tranquila...
William
No es la unica pero si fuera una lesbiana con mala ortografia no dicen
nada, doble moral.
Salvador
Asta yo siento pena ajena , al menos yo solo la primaria termine jajaja
David
es hasta, no asta
Marielos
Lo único que tiene que haser es ponerle al teléfono el corrector y listo
además quien no se equivoca en algo en esta vida por lo menos no la
pueden señalar de corructo como a muchos que escriben muy bien
Pate
Parece que no funciona muy bien…
Francisco
Lo de la diputada, es ridíco, pero muchos de los que aquí la critican en
FB, tienen pésima ortografía, ósea, el burro hablando de orejas
Israel
se escribe o sea y ridículo
Pily
Yo soy docente y tengo algo desde mi infancia llamado dislexia lo cuál
me dificulta escribir o en ocasiones escribo con faltas ortográficas.
Y pues recibo muchas veces críticas hasta muy irrientes.
Es una condición.
Pero tengo una persona a la cuál le pido que revice mis trabajos para
evitar cometer el error.
Otras personas es solo por el hecho quizás de no tener una adecuada
educación.
Pero una buena o mala ortografía no define una persona su capacidad y
si intelecto.
En el caso de ella simplemente tener un poco más de cuidado y contar
con un asesor que le ayude.
Si alguna palabra está mal escrita en este texto corrijala pero con
educación.
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María
Pily perdone pero su ortografía es pésima, y no es por dislexia, una
docente no se puede dar el lujo de cometer errores ortográficos
Por eso estamos como estamos!!!!
Hernàndez
Dios si entendio! Eso es lo mas importante
Laura
revise el uso de la tilde porque se comió tres; además la que utiliza en
su apellido no es del español.
Rafael
Como decía el estupendo humorista cubano tres patines está iletrada es
una: “RETRATADA MENSUAL” por decir retardada mental
Jose Rafael
Ay mijita! Haga las de la “h” mejor muda.
Melissa
Jajajajaja qué BRUTA póngalen cero . Jajajajaja se le murió la
profesora de ESPAÑOL . . JAJAJAJAJA JAJAJAJAJA ENSERIO . .
PARA SER DIPUTAD@ SACAN A CUALQUIER VERDULER@ Y
LO PONEN EN EL PUESTO JAJAJAJAJA
Victoria
disculpa mi comentario pero: más respeto con los agricultores y los
que venden las verduras por favor, una cosa es trabajar la tierra y otra
llegar a un puesto del gobierno en el cuál ni ella misma sabe que esta
haciendo ahí!
John
Pongalen??...
Repita conmigo...
Póngale, póngale, póngale
Anexo 2. Interacción 2
Medio: Telenoticias
Fecha: 5 de mayo de 2019
Título: Tres casos de acoso callejero atendidos con el protocolo policial ya recibieron
sentencia
Subtítulo: No hay
Interactuante
Comentarios
An May
llepete pa que lo llepeten
Adri
mis ojos lloran al ver cómo escribe. Que tonta eres.
Stayner
Las tiendas deberían de separar la ropa por el nivel de respeto que estás
representan
Nani
ese "estás" se sigue preguntando por qué esa persona INÚTIL lo tildó...
jajajaja
Damaris
Él respeto se gana no se exige a como viste asi la tratan deay pa q anda
dando de q hablar ahora mas q las mujeres son solo plástico deberian
de resiclarlas jaja
Josué
Soy yo o este tipo de gente que es bien machista aparte de eso no
tienen ningún o poco conocimiento de ortografía.
Andrés
una mujer con una forma de bestir más culta nunca de dirán tonterías
Alexander
Como se le puede pedir educación a una persona que escribe vestir con
b.
Levi
Mejor que aprenda a escribir…
Erika
Aghhh habla de cultura un ser que no tiene ni idea de cómo escribir
correctamente !!
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