Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. de Costa Rica XLV (3) (Septiembre-Diciembre) 2021: 203-224/ISSN: 2215-2636
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sino con la clara intención política de resistir contra los embates de un modelo económico totalmente
despreocupado de su comunidad, dejada atrás después del fracaso económico de décadas previas.
Estos jóvenes pretendían transformar esa antigua nave industrial en un espacio comunitario, que ofre-
ciera servicios sociales para las comunidades cercanas y empobrecidas. Esto influiría profundamente
en Gordon Matta-Clark, quién describe así el escenario encontrado, en su texto Building dissections:
Mientras buscaba una fábrica para ‘recortar’, encontré un enorme complejo industrial abandonado
desde hacía tiempo que había ocupado con gran entusiasmo un grupo de jóvenes comunistas radicales.
Se habían ido turnando durante un mes para hacerse fuertes en una parte de la fábrica y su intención
era resistirse al liberalismo económico de los promotores inmobiliarios, que amenazaba con explotar
la propiedad. Su propuesta era utilizar la zona para crear un centro social que la comunidad necesitaba.
Al exponerme a este conflicto, tuve la posibilidad por primera vez de realizar mi trabajo sin sentirme
un artista aislado, sino estableciendo un intercambio activo con la preocupación de unas personas por
su comunidad. Mi objetivo es trasladar la experiencia de Milán a Estados Unidos, especialmente a
zonas deprimidas de Nueva York, como el sur del Bronx, donde el Ayuntamiento simplemente está
esperando que las condiciones sociales y físicas se deterioren hasta el punto que le permita reconvertir
toda la zona en un parque industrial, que es lo que realmente desea (Matta-Clark citado en Moure,
2006, p. 113).
Como él mismo narra, después de contemplar el actuar de estos jóvenes, determina cambiar
la naturaleza de su trabajo futuro. Si bien es cierto que no manifiesta con claridad los elementos
particulares de ese giro, sí afirma la idea de desprenderse de los tratamientos más personalizados o
metafóricos de sus intervenciones previas, para desplazarse hacia proyectos participativos y horizon-
tales, que incluyeran a una población diversa y con una funcionalidad precisa hacia lo formativo y lo
pedagógico.
Cuestión que, de cierta forma, vuelve a traer al frente su proyecto Food, lugar en el que emer-
gen sus primeros cortes desde la gestión colaborativa. Pero que, también, evidencia una praxis más
“real” que converge con cierto canibalismo ya manifestado al respecto de Food:
He llegado a la conclusión de que, en parte, mi misión al abrir este restaurante es recuperar el arte de
comer con amor y no con miedo. Este ideal genuinamente cristiano excluye la posibilidad de alimen-
tarnos de nuestros seres queridos o, a su vez, de ser consumidos por amor […] Ha llegado el momento
de inaugurar una nueva era de canibalismo, que complete otra fase del desarrollo social y ponga fin a
la malaise du siecle. Llegaremos todos a la plena satisfacción entregándonos a la degustación y al
deleite de un banquete (Matta-Clark citado en Moure, 2006, p. 29).