Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. de Costa Rica XLVI (1) (Enero-Abril) 2022: 143-163/ISSN: 2215-2636
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Lo conocido como contexto correspondería a un modelo mental que organiza la información
relevante que una persona tiene activa, para interactuar de forma adecuada en una situación. Al
respecto, el autor afirma que “el discurso y la interacción presuponen que los usuarios del lenguaje
han aprendido a construir modelos de contexto que sean situacionalmente relevante(s) y que estén en
sintonía con los de los otros participantes” (Van Dijk, 2011, p. 25). Los modelos de contexto son
dinámicos, o sea, continuamente se actualizan, y son mentalmente discretos (p. 25), lo que quiere
decir que los participantes pueden identificar distintas situaciones y los usos discursivos que estas
articulan.
Los modelos de contexto están parcialmente prefabricados (p. 26) y la nueva información se
agrega de forma dinámica “sobre la marcha”. Al mismo tiempo, el discurso en su proceso de
enunciación construye los modelos mentales de quienes participan de la interacción (véase Van Dijk,
2011, pp. 26-27). En el caso de la actuación, el arte de quien actúa consiste precisamente en la
creación de modelos de contexto (que toman en cuenta ciertos marcos), que se condensan en acciones
físicas y que, de manera simultánea, modelan la experiencia teatral física, sensorial y cognitivamente
para quienes asisten a un espectáculo. La comunicación es posible precisamente porque:
Los contextos como modelos mentales de situaciones comunicativas relevantes no solo son
interpretaciones personales de situaciones, sino que también se basan en interpretaciones compartidas
socialmente del tiempo, el espacio, los participantes y sus identidades y roles, las relaciones de poder, y
otras. (Van Dijk, 2011, p. 49)
Van Dijk (2011) propone, de forma preliminar, las siguientes categorías para describir la
información relevante en los modelos de contexto: “escenario espacio-temporal, la actividad social
en curso, los diferentes roles de los participantes y las relaciones entre ellos, así como los objetivos,
intenciones y conocimientos de los participantes” (p. 24). Si bien puede parecer que recurrir a
“modelo de contexto” entra en conflicto con el uso de “marco”, más arriba estipulado, es necesario
señalar algunas precisiones.
Se debe tomar en cuenta que el concepto de modelo de contexto no se contradice con el de
marco. Sin embargo, el concepto de marco se refiere a un “sistema de conceptos relacionados”