Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. de Costa Rica XLVII (3) (Septiembre-Diciembre) 2023: 55-80/ISSNe: 2215-2636
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para, paulatinamente, agregar términos que se refieren a relaciones menos cercanas y, por lo tanto, de
menor frecuencia de uso (por ejemplo, en el segundo ciclo, suegros y cuñados).
Ahora bien, salta a la vista que el vocabulario se presenta en español, lo cual genera el
inconveniente de que, como se explicó en la sección 2, el léxico relativo a la familia bribri es muy
distinto al de la familia hispana, desde su misma lógica cultural; por lo tanto, cuando el programa
indica como palabras meta «abuelos» y «abuelas», debe interpretase para el bribri «abuelos maternos»
y «abuelos paternos»; es decir, se trata de cuatro términos, no de dos. Para que el programa sea
funcional, el docente que lo utiliza debe entender la equivalencia de términos de la familia en bribri
y español. Si quien emplea el programa carece incluso parcialmente de ese conocimiento, la
eficacia del documento se ve afectada. Finalmente, en cuanto a la secuenciación de los rubros léxicos,
en quinto y sexto grado no se añaden términos nuevos, pese a que, según lo registrado por Cervantes
(1993), existen otros, como «esposo», «esposa» o «nuera» (ver sección 2).
Idealmente, la presentación del léxico de la familia debería, en primer lugar, enmarcarse en
un contexto sociocomunicativo que muestre pertinencia lingüística y cultural; en segundo lugar,
incluir los términos de parentesco en lengua bribri, y, en tercer lugar, apoyarse en representaciones
gráficas atractivas que faciliten la comprensión del sistema y el diálogo intercultural.
4.2 Análisis del contexto
La fundamentación de esta etapa se puede sintetizar de la siguiente forma: «You need to
know as much as possible about the context in order to make decisions about the course» (Graves,
2000, p. 13). Cuanto más se sepa sobre el contexto en el que el programa será utilizado, más se facilita
decidir qué enseñar y cómo hacerlo (Nation y Macalister, 2010).
Los siguientes son algunos de los factores que se recomienda contemplar en un análisis del
contexto: las personas implicadas (estudiantes, docentes, otros actores), el escenario físico
(localización del centro educativo, características de las infraestructura educativa), la naturaleza del
curso y de la institución (tipo de curso, propósito del curso, relación con otras materias, forma de