Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. de Costa Rica XLVIII (2) (Mayo-Agosto) 2024: 1-39/ISSNe: 2215-2636
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piropos, requiebros, lisonjas (Gagini, 1919). Su traducción sweet talk también retoma el rasgo
coloquial y codifica una forma de hablar aduladora y complaciente que busca persuadir o hacer creer
algo (Diccionario Cambridge, s.f.). Efectivamente, ambos términos codifican buena parte del
significado del TO conservando el registro informal.
Por otra parte, los ejemplos 13 y 14 se muestran propuestas de traducción del término
perinola, el cual, según García Mouton y Grijelmo (2011, p.286), presenta variaciones fónicas como
pirinola. De acuerdo con la Real Academia Española (s.f.), se define como ‘una peonza o trompo
pequeño que presenta diversas formas, en especial de prisma, provista de un pequeño pivote que se
hace girar con los dedos, y que puede llevar inscritos letras o mensajes para jugar’. Siguiendo a Horan
(2000, p. 108), la palabra tiene una gran cantidad de significados que no pueden ser expresados de
forma sucinta en inglés. Para la acepción anterior, se refiere como a child's push-and-spin top. Como
costarriqueñismo, es sinónimo de «pene» (Gagini, 1919), con lo cual, como lo señala Horan (2000),
continuaría con la línea de referencias sexuales que manifiestan la inferioridad del personaje principal,
Juan Cacho, hasta que adquiere la perinola y, gracias a esta, se gana el respeto de su esposa. La otra
acepción es vinculada con la variante andaluza y se refiere a «adornos en camas, sillas, escaleras,
lámparas y varales de los pasos de las procesiones» (García Mouton y Grijelmo, 2011, p. 287).
En el TM, cuando aparece por primera vez la perinola como objeto mágico, se le designa
como bean pod, según se muestra en el ejemplo 13. Horan (2000, p. 108) justifica su decisión
afirmando que uno de los significados de la palabra es el de «vainas largas de frijoles, que alguna vez
se usaron para rellenar colchones y fundas de almohadas, que crecen en los árboles y alcanzan hasta
un metro de largo». Sin embargo, esta acepción no está documentada en el Diccionario de la Real
Academia Española, ni en el de Americanismos, ni en García Mouton y Grijelmo (2011), ni en los
diccionarios de costarriqueñismos consultados, por lo que se deduce que debe ser un uso muy
restringido. Por lo tanto, la forma asignada en la LM codifica un objeto poco relacionado con lo
imaginado por la mayoría de los lectores del TO. Posteriormente, la palabra se sigue traduciendo