Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. de Costa Rica XLIX (1) (Enero-Junio, publicación continua) 2025: 1-18.
ISSN: 0378-0473 ISSNe: 2215-2636
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sea capa de comentar sobre la situación social contemporánea, sino que la falta de resolución del mito
implica un proceso en el cual el significado inherente de la figura llega a posición cuestionable. La falta de
objetividad del mito o, mejor dicho, la imposibilidad de atribuir significado absoluto al mito dado su
supuesta presencia en el mundo actual (Eagleton, 2011, pp. 393-394), resulta en una narración que siempre
revela más sobre los personajes que interactúan con el concepto del mito que sobre la figura mítica en sí.
Esta problemática se manifiesta parcialmente en términos del protagonismo de la obra, relegando
a la figura mítica central al trasfondo del texto, por su incapacidad de revelar la naturaleza del mundo actual.
El estudio de la novela histórica del crítico húngaro George Lukács trata esta misma problemática en
términos históricos, indicando la falta de totalidad posible en la narración novelística moderna, y la cuestión
de quién es capaz de aparecer como el héroe de la obra. Este héroe de la novela contemporánea, si histórica
o no, es la sociedad misma, y requiere una figura capaz de representar el mundo actual (Lukács, 1966, pp.
179-180). Como extensión, la figura histórica en sí (Lukács usa el ejemplo de Napoleón Bonaparte en la
novela Guerra y paz de Leon Tolstoi), existe demasiado de la complejidad de su momento histórico, y
como tal, resiste la comprensión de todos los elementos del proceso temporal. El protagonista ficticio, en
contraste, involucrado en ciertos momentos de escala masiva histórica, pero no el motor de estos momentos,
es capaz de reflejar el proceso de la historia, dado que puede observar el individuo histórico sirviendo este
proceso. El individuo ficticio puede actuar y sufrir los procesos históricos, pero no lleva la totalidad de
estos procesos en su personaje. En palabras de Lukács (1996),
la novela... tiene que internarse en los mínimos detalles de la vida cotidiana, en tiempo concreto de
la acción, y tiene que exponer lo específico de esa época en la compleja acción recíproca de todos
esos detalles. El historicismo general de la colisión central que construye el carácter histórico del
drama no es, pues, suficiente para la novela. (p. 181)
La revelación de los procesos históricos en Salarrué aparecen de forma similar, resistiendo la
presencia de la figura mítica como héroe de la narración, tanto para indicar su irresolución como aspecto
del género mítico como para resistir la totalización de la presencia del mito en una figura aislada. Los cuatro