Elizondo-Salazar. Energía calórica en alimentos para ganado de leche
_____________________________________________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________________________________________________
Nutrición Animal Tropical 14(2):39-50. ISSN: 2215-3527/ 2020
41
Términos energéticos
Tal como se explicaba anteriormente, energía se define como la capacidad para ejecutar un trabajo.
Las células pueden realizar un trabajo al usar la energía química que se encuentra almacenada en los
alimentos. Todas las formas de energía pueden ser convertidas cuantitativamente a calor. La unidad
básica de la energía calórica es la caloría (cal) y se define como la cantidad de calor requerido para
elevar la temperatura de un gramo de agua en un grado centígrado, pasando de 16,5 a 17,5 ºC (Ferrel,
1988). Una kilocaloría (kcal) representa 1000 calorías y una megacaloría (Mcal) representa 1000
kilocalorías. El Julio o Joule (J) es la unidad aceptada internacionalmente y equivale a 4,185 calorías;
sin embargo, en la mayoría de trabajos científicos publicados en el continente americano, la medida
de energía utilizada continúa siendo la caloría.
En nutrición animal, el valor energético de los alimentos o las raciones y los requerimientos del
ganado comúnmente se expresan como nutrientes digestibles totales (NDT), energía digestible (ED),
energía metabolizable (EM), energía neta para mantenimiento (EN
m
), energía neta para ganancia
(EN
g
) y energía neta para lactación (EN
L
).
En el pasado, los NDT se empleaban con mayor frecuencia, pero paulatinamente su uso ha
disminuido (Weiss, 1998), y se expresan en porcentaje, kilogramos o libras, en tanto que la energía
calórica se expresa en calorías, además los NDT solo contemplan las pérdidas por digestión,
ignorando la energía perdida por gases, orina, por producción de calor y por el trabajo que requiere
transportar los alimentos a través del tracto gastrointestinal (Kellems y Church, 1998; Weiss et al.,
1992; Weiss, 1998; NRC, 2001). Así por ejemplo, dependiendo del nivel de consumo del animal y la
composición nutricional de la dieta, la energía perdida como metano puede representar de 2 a 12%
de la energía bruta consumida (Johnson y Johnson, 1995).
En la actualidad, el sistema de energía calórica ha sido adoptado para identificar las necesidades
energéticas de los rumiantes y en la Figura 1 se presenta, de manera simplificada, el desglose o
fraccionamiento de la energía calórica.
Cuantificar la cantidad de energía total o energía bruta (EB) de los alimentos es una tarea
relativamente simple con el uso de una bomba calorimétrica; sin embargo, existe una gran
variabilidad en la digestibilidad y en el metabolismo de los animales que impide el uso de la EB para
la formulación de raciones o para la comparación entre materias primas (Weiss, 1993).