Cultura y Pensamiento
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073. - 086
Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente
Revista Pensamiento Actual - Vol 22 - No. 39 2022
ISSN Impreso: 1409-0112 ISSN Electrónico 2215-3586
Período diciembre 2022 - mayo 2023
DOI 10.15517/PA.V22I39.53361
Erika Revelo Vallejo - German Daniel Alvarado Luna
Daniel Bonilla Matamoros
Territorio como patrimonio: el caso de Puente Mulas en Belén, Costa Rica
Territory as Patrimony: The Case of Puente Mulas in Belén, Costa Rica
Erika Revelo Vallejo
Sede Rodrigo Facio, Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica
erika.revelo@ucr.ac.cr
German Daniel Alvarado Luna
Ministerio de Educación Pública,San José, Costa Rica.
german.alvarado.luna@mep.go.cr
Daniel Bonilla Matamoros
ICECU, San José, Costa Rica.
dbonillamatamoros@gmail.com
Fecha de recibido: 06-6-22
Fecha de aceptación: 08-7-22
Resumen
El objetivo del presente documento es determinar las potencialidades patrimoniales del territorio denominado Puente

se busca contribuir con los esfuerzos comunitarios de protección y recuperación de ese sitio. Para cumplir con estos
cometidos, se acudió, principalmente, a los relatos de personas que han interactuado históricamente con ese lugar
a través de entrevistas semiestructuradas y concursos de anécdotas. Se concluye que Puente Mulas es un territorio

cultural que la población belemita considera fundamental para su identidad, bienestar y proyección futura. Esto
conlleva a que en ese lugar se reconozcan una serie de valores de uso, simbólicos, materiales, históricos y emotivos
que permiten considerar al territorio Puente Mulas como un paisaje cultural importante a nivel local, lo cual remite
a la necesidad de iniciativas formales de patrimonialización que incorporen ampliamente a la comunidad.
Palabras clave: Puente Mulas, territorio, patrimonio, historia oral, comunidad, identidad
Abstract
This article determines the patrimonial elements present in Puente Mulas, a territory in Belén. Through the iden-


interviews and anecdote contests have been deployed. As a result, it is argued that Puente Mulas is a territory which
is composed of an interacting array of elements, practices and particular shared symbols that constitute its popula-


Keywords: Puente Mulas, Territory, Patrimony, Community, Identity
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Revista Pensamiento Actual - Vol 22 - No. 39 2022 - Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente
I. Introducción
Puente Mulas está ubicado en los márgenes del Río
Virilla y sirve de límite entre el cantón de Belén,
Alajuela, Santa Ana y Escazú. Dicho espacio ha
sido ocupado por el Estado y empresas privadas
para producir enera hidroeléctrica, captar aguas
subterráneas, extraer minerales y verter residuos
(Protti, 1978; Sandí, 2010, Vargas, 2002); es decir,
se ha constituido como un espacio productivo
importante para el desarrollo económico de Costa

puente de piedra ubicado en este espacio:
Imagen 1
Paisaje representativo de Puente Mulas
Nota
“Ches” Venegas, en la década de 1990.
En la última década, varias iniciativas ciudadanas
han buscado trascender la visión economicista
y antropocéntrica de ese espacio mediante
la visibilización de sus valores ecológicos y
socioculturales a través del registro visual de
paisajes y biodiversidad, campañas de limpieza y
reforestación, educación ambiental, manifestaciones
artísticas, visitas guiadas, actividades de recreación,
encuentros espirituales y proyectos que buscan
recuperar el valor hisrico de la infraestructura

protección y recuperación de Puente Mulas (Grieco,
2016; Redacción el Guacho; 2016; Rodríguez, 2015;
Zamora, 2019).
El presente artículo pretende reforzar dichas
iniciativas por medio de la visibilización de valores
socioculturales comunitarios asociados a dicho
espacio y de sus potencialidades patrimoniales,
lo cual es indispensable para legitimar acciones
formales de protección y recuperación que
incorporen ampliamente a la población. Lo anterior
se debe a que, en Costa Rica, el reconocimiento de

aún muy limitado y lo poco que se ha considerado
toma como referencia a la institucionalidad (Riba,
2021).
Por ello, la noción de territorio es fundamental,

un constructo sociocultural que, al proyectar una
imagen sobre la historia y cultura de un grupo
humano, se convierte en un paisaje que puede ser
considerado en sí mismo (e integralmente) como un
patrimonio, lo cual implica necesariamente tomar
en cuenta las múltiples voces de las personas que
habitan en este.
De ahí que este documento, que forma parte de los
productos de divulgación del proyecto “Memorias
de Puente Mulas” –propuesta ganadora del Fondo
Concursable de la Municipalidad de Belén en el

un documental y un libro con la transcripción de
los relatos obtenidos–, pretende contribuir con esa

Mulas.
1.1 Territorio, paisaje cultural y
patrimonio

producido y apropiado por un grupo social
a través de distintos tipos de intervenciones
materiales e inmateriales (Benedetti, 2009;
Porto Gonçalves, 2009). Según Sosa (2012), estas
intervenciones pueden incluir el ejercicio del poder,
el aprovechamiento de los recursos para subsistir
y comerciar, y la creación de símbolos, rituales,
afectos y relaciones. Incluso, de manera concreta,
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Cultura y Pensamiento
determinan los medios en que un grupo domina,

reproducción socio-cultural (Castillo y Pérez 2019;
Sosa, 2012).
Si bien este proceso puede darse a través de la
formalidad institucional, eso no es intrínsecamente
necesario, sobre todo cuando son comunidades
locales quienes lo hacen (Sosa, 2012). En estos
casos, los ciclos de la naturaleza, el sistema de
derechos y normas culturales, los aprovechamientos



pues dentro de ellos se puede expresar distintas
conformaciones territoriales que pueden entrar en

En todo caso, como señalan Castrillo y Tremillo
(1998), en el territorio se reconocen “atributos
   
determinada forma de organizacn social o del
quehacer humano” (p. 16). Dicho de otra forma,
la construcción social de un espacio implica una


tiempo. Ante esta perspectiva, lo que puede tener
valor para un determinado grupo humano no se
reduce a elementos aislados de un espacio, sino al
espacio en su conjunto, porque este en su totalidad


      
culturales –tangibles e intangibles– que un grupo
considera como propios y de los que hace uso ya
sea para sobrellevar la vida cotidiana, plantear
aspiraciones y proyectos o imaginar, gozar y
expresarse. Además, de acuerdo con Chang (2010),
estos acervos son reconocidos como una herencia

grupo. En este sentido, las corrientes tradicionales
se han basado en declaratorias formales y expertas
para considerar determinados acervos culturales
como patrimonio; no obstante, las corrientes
críticas, de cara a la democratización de las prácticas

explícito por parte de las comunidades locales del
valor sociocultural de dichos acervos (Chang, 2010;
Díaz y Pérez, 2022).
La manera más común de reconocer esos valores
socioculturales ha sido través de las categorías:
valor de uso asociado a la satisfacción de necesidad
determinadas o la provisión de conocimientos; valor
formal que remite a la atracción que producen las
formas y cualidades de los bienes en términos
estéticos y funcionales; valor simbólico referente a
la evocación de mensajes, ideas y memorias; valor
histórico relativo al aporte de evidencias sobre el
pasado, y el valor emotivo vinculado a las conexiones
con las sensibilidades humanas (Ballart, Fullola, y
Petit, 1996; Fontal, 2003).
Si bien estas no son las únicas categorías posibles,
lo realmente importante es la incorporación de
las voces de las comunidades locales, por lo que
pueden ser útiles mientras tengan en cuenta que
su contenido puntal es relativo a cada grupo y están
en constante transformación de acuerdo con sus
propias dinámicas (Díaz y Pérez, 2022; Jokilehto,
2017).
Ahora bien, el concepto de paisaje cultural ha sido
considerado fundamental para articular territorio

parte del territorio percibida de manera sensorial
y mental, es decir, lo que se ve objetivamente y lo que
se representa subjetivamente sobre un territorio
(Cervantes y Romero, 2019). En ese sentido, el
paisaje cultural permite que un territorio se plasme,
en su conjunto, en una imagen concreta que proyecta
a un determinado grupo a nivel socioeconómico y
cultural, lo cual es lo que precisamente se considera

2011).
Si bien, la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus
siglas en inglés) ha permitido el posicionamiento de
76
Revista Pensamiento Actual - Vol 22 - No. 39 2022 - Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente
la categoría de paisaje cultural para reconocer a los
territorios como patrimonios, al sustentarse en la
idea de excepcionalidad universal, se ancla en una
visión homogenizaste basada en valores estéticos

para tomar en cuenta la diversidad y dinamismo de
los territorios a nivel global (Riba, 2017).
Así, se ha planteado una visión alternativa mucho
s inclusiva que permite considerar un paisaje
cultural como patrimonio a partir de los valores
socioculturales propios de cada localidad (Riba,
2017). A partir de esa perspectiva, un territorio
puede ser un patrimonio cuando se concibe como un

valores socioculturales importantes que se asocian
con la identidad y el bienestar de un grupo.
1.2 Métodos

de un acervo cultural desde una perspectiva
democratizadora exige incorporar la voz de las
personas que han mantenido una relación cercana
con este (Díaz y Pérez, 2022). De esa manera, en
esta investigación se realizaron, durante marzo y
junio del 2020, 15 entrevistas semiestructuradas a
personas que han interactuado históricamente con
Puente Mulas. Eso implicó elaborar un cuestionario
de preguntas abiertas, a partir de cuatro categorías:

normas comunitarias y tensiones socio-ambientales.
Se abarcaron relatos de distintas generaciones y se
tuvo en cuenta el género y el lugar de residencia,

que fuera posible.
Para ampliar y precisar la información obtenida en
las entrevistas, inicialmente se planteó un grupo
focal. Sin embargo, debido a la pandemia por
COVID-19, se ideó un concurso en junio del 2020
donde personas de la comunidad enviaron a la red
social Facebook un vídeo de máximo tres minutos
donde contaron una anécdota sobre sus vivencias
en Puente Mulas. Se recibieron un total de 26 vídeos
y participaron personas de distinto género, edad
y lugar de residencia. Igualmente, vale decir que
los relatos orales también fueron apoyados con
fuentes documentales principalmente periódicos
locales como El Guacho y Belén al día, ya que ahí
también se puede encontrar comentarios y opiniones
comunitarios acerca de Puente Mulas.
1.3 Caracterización del área de estudio
Puente Mulas se ubica dentro de la zona de
protección acuífera bajo dominio de Acueductos y
Alcantarillados (AyA), al margen del río Virilla, en
el límite entre Belén, Santa Ana, Escazú y Alajuela.

río Virilla y las formaciones acuíferas de Colima.
Lo anterior permite que allí haya presencia de
profundas pozas, algunas incluso limpias en verano
pese a la contaminación que ha sufrido ese río,
chorros de agua limpia brotando de las laderas del
río y una amplia densidad y diversidad biológica,
destacándose las aves migratorias, maferos en

(Sánchez, 2021). Pese a que este ecosistema destaca
en un paisaje cantonal dominado por la intervención
humana, no ha estado exento de la explotación de sus
recursos, provocando que su integridad ecológica
esté en riesgo (Sánchez, 2021).
Imagen 2
Ubicación de Puente Mulas y espacios
circundantes
77
Cultura y Pensamiento
A nivel histórico, Puente Mulas es un territorio

Estado y la empresa privada, que han enfatizado más en
los factores económicos, y, por otro lado, la comunidad
belemita, cuya relación con el sitio ha estado marcada
por factores socioculturales y ecológicos. En ciertos
momentos, ambos han tenido puntos de encuentro,
pero las tensiones han caracterizado su relación, sobre
todo, en tiempos recientes.
El territorio Puente Mulas tiene como punto de
origen la época colonial, cuando formó parte del
denominado “camino de las mulas. Sin embargo,

el marco de proyectos estatales y empresariales
para facilitar el desarrollo económico del país
(Molina, 2005; León, 2020). A, primeramente, se
convirtió en un punto medular para los intercambios
comerciales entre el norte y el sur del Valle Central,
y para conectar distintos poblados de esa área con

Por ello, en 1872, autoridades gubernamentales
emprendieron la construcción de un puente de arco

de 1960 cuando fue destruido por una cabeza de
agua (León, 2020).


contribuir con la mecanización de la producción
cafetalera, la iluminación de los espacios urbanos
     
Costarricense de Electricidad [ICE], 2001). En
la década de 1960, esa represa pasó a manos de
la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y,
actualmente, se encuentra en funcionamiento
(ICE, 2001). En esa misma década, Puente Mulas
fue uno de los proyectos estrella del Acueducto

     
recurso (Instituto Costarricense de Acueductos y
Alcantarillados [AyA], 2002).
En ese contexto, esa institucn adquirió el área que
conforma la formación acuífera Colima y construyó
una obra para captar las fuentes de agua que
incluyó la perforación de pozos, la construcción de
estaciones de bombeo y la instalación de tuberías
(AyA, 2002). Finalmente, a partir de la década de
1980, la empresa Pedregal extendió una cantera
de piedra y arena en las inmediaciones de Puente
Mulas, la cual fue clausurada parcialmente en el
2011 por poner a los acferos en condiciones de
vulnerabilidad (Mata, 2003; Vindas, 2011).
       
sustancialmente de todas estas obras. Así, desde

Mulas potenció en San Antonio de Belén una econoa
de sesteo, donde los pobladores vendieron servicios
de hospedaje, alimentación y cuido de animales a
los transeúntes, lo cual permitió a esta localidad

de espacios públicos y abrió un mercado laboral
aprovechado de manera importante por la comunidad
(Campos, 2006; Cordero, 1945; Hernández, 1974). No
obstante, a partir de los relatos orales obtenidos, se
evidencia que la importancia de Puente Mulas para

indirectos, sino su apropiación intergeneracional
para la recreación, subsistencia, movilidad, ejercicio
y deporte. Todo lo cual conlleva a que ese lugar
resguarde memorias, experiencias, conocimientos,
    
fundamentales para la identidad y bienestar comunal.
Estos relatos también permiten dar cuenta de
que los proyectos estatales y gubernamentales
    
a la comunidad belemita acceder fácilmente
a ese segmento del río Virilla. Igualmente, las


Asimismo, Puente Mulas y sus inmediaciones se han
caracterizado por su acceso libre, pues la trocha
que se abrió a inicios de la década 1870, de cara
a la construcción del puente de mampostería, ha
sido una calle estatal a la que cualquier sujeto puede

vecinas por controlar el ingreso de personas.
78
Revista Pensamiento Actual - Vol 22 - No. 39 2022 - Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente
Es importante decir que esta apropiación
comunitaria de Puente Mulas se ha dado en
coexistencia con la apropiación del Estado y la
empresa privada, presentando incompatibilidades en
diversos ámbitos, sobre todo desde la segunda mitad

principalmente con el AyA y la empresa Pedregal,
iniciaron una profundización del control sobre
los recursos naturales y el desarrollo económico
del lugar. Esto, de acuerdo con los relatos, se ha
hecho de forma vertical, sin tomar en cuenta a las
comunidades y propiciando su desplazamiento
paulatino mediante la exclusión en la toma de
decisiones, restricciones de acceso y degradación
del entorno natural.
Como respuesta, la comunidad ha manifestado
su descontento con esta situación y, en varias
ocasiones, ha emprendido acciones de denuncia
e iniciativas, especialmente juveniles, como
Maravillas del Virilla, Picnic en el Río, Fox Recycles,
y Propuesta Paisajística de Reactivación Integral
de Puente Mulas, que buscan una reapropiación de
dicho espacio que no solo asegure el acceso, sino

expectativas comunitarias (Díaz, 2001; Pérez, 2018;
Redacción El Guacho, 2017; Sánchez, 2021; Zamora,
2019).
II. Valores socio-culturales
comunitarios de Puente Mulas
Del análisis se desprende que la relación entre
Puente Mulas y la comunidad belemita ha
    
que conllevan al reconocimiento de una serie de
valores socioculturales comunitarios que revelan
el potencial patrimonial de este sitio. A partir de
la investigación realizada, en Puente Mulas se

de uso, formales, simbólicos, históricos y emotivos
vinculados, los cuales se describirán a continuación.
2.1 Valores de uso
A nivel de satisfacción de necesidades humanas,
en Puente Mulas se puede reconocer tres valores:
centro de recreo, apoyo a la subsistencia y movilidad.
Como centro de recreo, ha sido reconocido como
un sitio donde la comunidad obtiene tranquilidad,
diversión sana y disfrute de la naturaleza de manera
libre y gratuita. Es más, ha sido catalogado como el
balneario de los pobres”, es decir, un lugar donde
la poblacn de Belén, que no podía pagar la tarifa
del Ojo de Agua –también ubicado en Belén– o ir a
otros centros recreativos del país, iban a recrearse.
Las actividades que allí se han realizado
incluyen el baño en “chorros” y pozas, comidas
compartidas, juegos de diversa índole, caminatas y
la contemplación de la naturaleza, hoy acompañada

preferencial para el ejercicio y el deporte. Un ejemplo
de este valor de uso lo da Carlos Garro, vecino de
71 años de la Asunción de Belén, cuando cuenta sus
experiencias juveniles en Puente Mulas: “En esos
tiempos era tan popular como el balneario Ojo de
Agua. Gente de todas las edades disfrutaban de las
aguas cristalinas del Virilla en un día de campo y
diversión” (comunicación personal, 10 de junio de
2020).
Puente Mulas, como apoyo a la subsistencia, es
reconocido como un sitio de complemento de las
economías familiares, pues suministró productos
agrícolas, carne, pescado, agua potable y maderas.
En algún momento, todo el sector de la peña del
segmento del río Virilla, que corresponde con Puente
Mulas, fue cultivado con maíz, frijoles, tacacos,
yucas, chayotes, naranjales y café. La cacería de
animales pequos, como armadillos, mapaches,
tepezcuintles, patos y codornices, también fue una
actividad común, al igual que la pesca de barbudos
que se realizó con regularidad cuando el río estuvo
limpio. De igual modo, las personas entrevistadas
señalaron la recolección de todas aquellas plantas
con propiedades comestibles, como berros, tomates
silvestres, jocotes, manzanas de agua, mangos,
79
Cultura y Pensamiento
guayabas, entre otras, y arbustos y árboles útiles
para el fabricar artesaas como tajonas, adornos
y canastos como el limoncillo, cipresillo y bejuco.
Además, entre 1960 y 1975, cuando el barrio San
Vicente carecía de cañería, su población aprovechó
las nacientes de Puente Mulas para obtener agua.
Este valor de uso está presente en la vecindad,
inclusive jóvenes, cuando recuerdan las vivencias
comunales en ese lugar. Por ejemplo, Juan Luis
Venegas, vecino de 67 años de Barrio San Isidro,

carne, lo comestible, la alimentación. En mi caso
personal, éramos una familia pobre y realmente
esas presas venían a surtir la cocina” (comunicación
personal, 29 de febrero del 2020).
Puente Mulas, como punto de movilidad, ha sido
primordial en el establecimiento de relaciones
socioculturales y económicas de Belén con poblados
de Santa Ana y Escazú. En la primera mitad del

a visitar familiares, buscar pareja, asistir a misa,
hacer paseos, vender productos artesanales,
sembrar terrenos alquilados, recolectar frutos,

y transportar cargas. A inicios de la década de
1970, con la destruccn del puente de arco y su
reemplazo por un paso peatonal sobre una tubería,
y con la construcción de la radial Belén-Santa Ana a
inicios de la década de 1980, el uso de este camino
disminuyó considerablemente, pero, desde la década
del 2000, con el desarrollo económico de Santa Ana
y Escazú, Puente Mulas ha vuelto a ser utilizado por
las personas para llegar a sus trabajos, a pie o en
bicicleta, sin sufrir la congestión vial.
A nivel de provisión de conocimiento, en Puente
Mulas se puede reconocer principalmente una serie

un conocimiento acumulado del entorno producto de
la interacción con la naturaleza y la interpretación
creativa de sus fenómenos (Barrera y Toledo, 2008).
En dicho territorio, dichos saberes pueden remitir
a conocimientos de los elementos del entorno y sus
relaciones, y a conocimientos para la apropiación del
entorno. Así, la comunidad belemita ha reconocido
ampliamente los elementos bióticos y abióticos
del lugar, así como sus ciclos naturales. Ejemplos


activismo y la investigación, han logrado recuperar

la fauna del sitio a través de inventarios visuales
disponibles en libros y vídeos (rez, 2018; Ramírez,
2019).
De la misma manera, en ese lugar, la comunidad
ha llevado a cabo prácticas para cultivar, cazar y
recolectar, en algunos casos, tratando de mantener
la integridad del ecosistema. En esto destacan
conocimientos para la asociación de cultivos como
el maíz y el frijol, técnicas para cultivar en la ladera

mejores lugares y momentos para cazar los distintos
tipos de animales y reconocimiento de aquella

ornamentales o artesanales. Juan Luis Venegas, al
contar sus experiencias de cacería, da un ejemplo
al respecto:
Si queríamos disfrutar de una carrera de
un tepezcuintle, era las peñas, verdad, el
tepezcuintle no sale de día, de día está en
su madriguera, es de noche que sale y no se
retira de ahí del río, porque si se siente visto
o agredido, o buscado, él inmediatamente se
sumerge en el río, corre, vive cerca donde hay
agua. (Comunicación personal, 29 de febrero
del 2020)
Recientemente, a partir de las iniciativas
mencionadas, Puente Mulas se ha convertido en una
especie de centro de educación ambiental donde se
enseña sobre ecología, biodiversidad, ciclos naturales
como el hídrico y problemas socioambientales
actuales como la contaminación, la deforestación
y la sobreexplotación del recurso hídrico.
También se enseñan estrategias de conservación y
protección ambiental como las leyes ambientales,
80
Revista Pensamiento Actual - Vol 22 - No. 39 2022 - Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente
la reforestación, el tratamiento de desechos y hasta
sobre espiritualidades ecologistas. Esta función de
centro de educación ambiental también resalta el
valor de uso de Puente Mulas, pues demuestra que
resguarda información importante y pertinente
para los retos que tiene la sociedad en la actualidad.
2.2 Valores formales
En Puente Mulas, la abundante naturaleza y la
infraestructura histórica del sitio han permitido
a la comunidad belemita experimentar diferentes
sensaciones sensoriales, proporcionando
experiencias esticas apreciadas por la comunidad
y que han llevado a denominar al sitio como un
hermoso”, “impresionante,bello”,bonito”, y
“paraíso natural”.
En términos visuales, el sitio es destacado por
el “contraste entre naturaleza y construcciones
antiguas”. Así, por ejemplo, Manrique Gonlez,
vecino de 46 años de Barrio San Vicente, describe
a Puente Mulas como un lugar lleno de:
[] escenarios bellísimos, podría ser muy

persona si usted no estuvo ahí, para ver
el agua transparente, esa vida preciosa, y
esos árboles verdes haciendo un entorno
lindísimo, un contraste con las piedras del río,
gigantescas piedras y un puente que data, yo
no sé si tiene 100 años o más. (comunicación
personal, 1° de febrero del 2020)
En términos auditivos, es reconocido por la
combinación de sonidos de las aves, el bosque, los

son descritos como inigualables y placenteros. En
ese sentido, para Carlos Garro, Puente Mulas era:
[…] un placer, aún más grande, los diferentes
cantos de las aves, que se mezclaban con
los dulces sonidos de los insectos. Tal vez
chicharritas de peña y grillos y con toda esta
algarabía, el sonido inigualable del agua, que
caía a raudales desde lo más alto de la peña,
mezclándose también después con el de la
represa. (Comunicación personal, 10 de junio
de 2020)
La percepción táctil y olfativa habla del ambiente
húmedo, fresco, con aire limpio. Así, Luz María
Gonlez, vecina de 67 años de Barrio San Vicente,
resalta a Puente Mulas por “aquella frescura”
producida por el cernido de la catarata, “el aire
limpio” del bosque y el “sereno riquísimo” del agua
(comunicación personal, 16 de febrero del 2020).
Estos puntos de vista dejan claro que Puente Mulas
es valorado por las experiencias sensoriales que
produce, pero también se debe añadir que, en
términos funcionales, se aprecia por resguardar uno
de los parches boscosos en mejor estado del cantón
de Belén, así como una de las infraestructuras
históricas más destacables de ese cantón. El
parche boscoso es apreciado principalmente por
la presencia de especies en peligro de extinción o
cuya presencia en el centro del país se ha disminuido

histórica, especialmente la represa y el puente de
arco, por las técnicas de construcción rudimentarias
para levantar obras de tal envergadura en un relieve
tan irregular (Rodríguez, 2019; Sánchez, 2021).
2.3 Valores simbólicos
Los pobladores evocan a Puente Mulas como “un
baluarte de la identidad”, “espacio comunal”, “punto
de encuentro”, “la otra cara de la moneda” y “madre
naturaleza”. Estas evocaciones demuestran la
importancia de este espacio en la conformación de
la identidad, la comunidad y el bienestar dentro de
la identidad local belemita.
A nivel identitario. se puede distinguir la visita a
Puente Mulas como costumbre o tradición propia de
la población. Para Jeffrey Murillo, vecino de 27 años
de Barrio San Vicente, “un belemita que no conozca
los chorros, no es belemita de verdad” (comunicación
personal, 11 de junio del 2020); es decir, visitar y
81
Cultura y Pensamiento

de pertenencia. Las familias de Belén, sobre todo las
de San Vicente, han tendido a visitar Puente Mulas

semana y feriados de verano cuando la concurrencia
ha sido alta y se ha concebido como un evento local
de importancia.

es considerado como un punto crucial del origen
histórico del cantón. De ese modo, Manuel Zumbado,
vecino de 62 años de la Ribera, dijo en una entrevista
que le hicieron en el periódico local El Guacho que:
“[Puente Mulas] es un emblema porque estamos
hablando de una época mucho más temprana de

esa “época temprana”, Zumbado evoca la historia
antigua y colonial, lo cual representa a este sitio
como un punto de quiebre fundamental para la
identidad belemita a partir del mestizaje colonial
(Rodríguez, 2019).

“espacio comunal” y “punto de encuentro” parte del
reconocimiento de la apropiación comunitaria del
sitio, así como de las interacciones sociales que se
han dado en ese lugar, y que son parte consustancial
de la conformación de la comunidad. Así, Omar
Rojas, vecino de 62 años de la Ribera, explica que
Puente Mulas ha sido “un lugar de reunión de
todos los belemitas” (comunicacn personal, 17 de
junio del 2020). Así se entiende que es un espacio
que ha facilitado la convivencia entre grupos de
amigos y familiares, permitiendo la convivencia
comunitaria, pues esos grupos, una vez allí, se han
vinculado entre sí; por ello, este lugar contribuye
a que surjan y se fortalezcan vínculos cruciales a
nivel comunitario. Tales vínculos se evidencian en
los juegos, las comidas compartidas (muchas de
estas preparadas en el sitio, como sopas o asados)
y las actividades comunitarias. Juan Luis Venegas
evidencia lo anterior al decir que ir a ahí:
Era una excursión, era un paseo, era un día
de campo. Entonces las familias extendían
manteles, había sándwiches, había bocadillos,
a veces a la Orilla del Río, se hacían fogatas,
se hacían parrillas, se asaba salchichón,
se asaban carnes. Grupos de señores con
barajas, se jugaba naipe, se apostaba, se
jugaba ron, coca, los juegos de naipes. En los
playones se hacían las mejengas de fútbol
verdad, a veces la bola iba a dar al río, y
había que sumergirse y correr, porque si no
se perdía. (Comunicación personal, 29 de
febrero del 2020)
Puente Mulas también simboliza un “modo de vida
distinto” frente al desarrollismo urbano industrial
que ha sufrido Belén en los últimos años. Este “modo
de vida distinto” es aquel que da mayor prioridad a
los componentes sociales y ecológicos del sitio que a
los económicos, y remite a un pasado que se perdió,
pero también a un presente en construcción. De esa
manera, Sandra Porras, vecina de 57 de Barrio San
Vicente, al remitirse a su niñez en Puente Mulas,
señala que: “ahí pasamos la vida muy linda, ahí
no existía el dinero, lo material no existía… para
nosotros vivir pobremente era de lo más lindo
(comunicación personal, 16 de febrero del 2020).
Finalmente, Puente Mulas se valora como un “sostén
de la vida” y “principio vital”, ya que es un sitio cuya
agua y bosques se consideran fundamentales para
sostener la vida humana y el hábitat de un sinnúmero
de especies vegetales y animales. Al respecto, el

de 46 años de San Antonio, escribe en un artículo
de opinión para el periódico El Guacho:

esconde bajo su sombra y vuelve a reventar
su chorro de luz para alegrar al mundo con
su fresco canto de vida, es el Agua la gran
protagonista, todos la buscamos, es el tesoro
que brilla en Costa Rica, en el Río Virilla.
Queda claro en esas palabras que la amplia presencia
del recurso hídrico y bosques en Puente Mulas es lo
que destaca a ese sitio y lo que marca el trasfondo
82
Revista Pensamiento Actual - Vol 22 - No. 39 2022 - Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente
de su valor, lo cual también se asocia con una serie
de iniciativas que buscan proteger y regenerar ese
espacio.
2.4 Valores históricos
Puente Mulas se considera como un emblema
histórico que, principalmente por su infraestructura,
da cuenta de ciertos procesos importantes para el
desarrollo del país y el cantón de Belén. A nivel
histórico y según los relatos estudiados, la comunidad
belemita destaca este lugar, sobre todo, por su
funcn como paso de las mulas durante la época


remiten a la “vocación peregrina” del cantón de
Belén, en tanto zona de paso fundamental de Costa
Rica desde al menos la época colonial (Pérez, 2016).
En ese sentido, se considera que este espacio da
testimonio de los orígenes y rasgos históricos
característicos de Belén y de su importancia en la

El valor histórico de estas representaciones se
refuerza con la confusión existente respecto a la
datación del puente de arco. Según varios relatos
comunitarios, fue construido en la época colonial,


la romantización que dichas representaciones han
generado en ciertos sectores de la población y a la
carencia de datos históricos precisos.
El valor histórico del sitio se ve reforzado con
dicha confusn al denominarlo como una de
las infraestructuras más antiguas del cantón,
otorgándole mayor relevancia y excepcionalidad
histórica. Lo anterior se puede apreciar en las
siguientes palabras de Carlos Garro: “Ese puente
de arco, emblema Belemita, construido con bloques
de piedra, parece eterno, era parte del camino de
las mulas, tal vez construido allá por el año 1600,
decía mi papá” (comunicación personal, 10 de junio
de 2020).
Puente Mulas también se asocia a la historia local,
al “Belén bucólico” como dice el vecino Juan Luis
Venegas (comunicación personal, 29 de febrero
del 2020), es decir, a los paisajes y vivencias que se
desarrollaron en torno a este sitio y que remontan a
una dinámica rural que se ha ido perdiendo conforme
avanza el desarrollo urbano industrial del cantón. En
ese sentido, evoca imágenes de bosques, cataratas,
cafetales, potreros, socolas, calles de lastre, carretas,
puentes de hamaca y mampostería, partidas de
ganado, boyeros, sacos cargados de productos
agrícolas, campesinos, jornaleros, cazadores,
bañistas, caminantes, comidas compartidas, juegos
tradicionales, tradiciones y leyendas, entre otras.
Dichas imágenes remiten a una forma de vivir que
se recuerda, generalmente, de forma romántica y
nostálgica, pero también en contraste, e incluso
protesta, con la forma de vivir actual. De esta
manera, Puente Mulas evoca un pasado local donde
“todo era mejor”, lleno de naturaleza, con vínculos
comunitarios sólidos y armonía espiritual. En otras
palabras, un Belén tranquilo, donde se disfrutaba
cada cosa y cada momento.
2.5 Valores emotivos

asociados a Puente Mulas por parte de la comunidad
belemita: nostalgia, paz o tranquilidad y vitalidad.
El primero surge de recuerdos primordialmente
evocativos de la niñez y la juventud, donde el
disfrute del sitio se vincula con alegría y felicidad.
Además, esos recuerdos constituyen un referente de
una memoria personal que ayuda a conectarse con
parte del pasado individual, lo cual funciona para

vida. Al respecto, Rosibel Zumbado (2020), vecina
de 55 años de Barrio San Vicente, comenta: “Puente

parte de mi infancia y de la infancia de un montón de
personas donde ellos llegaron y vivieron cosas muy
bonitas […]” (comunicación personal, 16 de febrero
de 2020).
83
Cultura y Pensamiento
El segundo surge de las conexiones con la naturaleza
que se obtienen con el lugar que sacan del ajetreo
cotidiano y permite la contemplación de la belleza
e, incluso, momentos de introspección. De ese modo,
Luz María Gonlez expresó: “uno pasaba muy
tranquilo ahí…es muy natural y uno siente como
paz interior (comunicación personal, 16 de febrero
del 2020), mientras que Fermín Luna señaló: “[...]
era la felicidad estar ahí, observando la naturaleza”
(comunicación personal, 16 de febrero del 2020).
Por último, la vitalidad está vinculada a las
experiencias de “aventura” que se han dado en el

animales, nadar en pozas profundas, explorar sitios
desconocidos” y apreciar placenteramente los
fenómenos de la naturaleza. Esto le ha dado al sitio
una connotación distinta con respecto a un balneario
“común y corriente” como Ojo de Agua. Como dice
Juan Luis Venegas: “[Puente Mulas] es un paseo
s vital, mejor contacto con la naturaleza, con los
árboles, con las aves, con el río en sí” (comunicación
personal, 29 de febrero del 2020). En ese sentido,
se puede apreciar que los belemitas han encontrado
una experiencia “diferente” que despierta emociones
que en otros lugares no encuentran con tanta
facilidad.
III. Conclusiones
En suma, Puente Mulas es un territorio comunitario
en tanto la población del cantón de Belén lo ha

políticas, económicas y socioculturales que dan
cuenta de su modo de vida. En ese sentido, se
puede decir que conforma un paisaje cultural
representativo de esa comunidad porque en este
se resguardan rasgos propios de esta poblacn que

como grupo.
En Puente Mulas se aprecia una comunidad
fuertemente vinculada con el entorno natural,
particularmente con ecosistemas de agua dulce,
pero también con una infraestructura histórica
particular, sobre todo vial, construida por el
Estado y las empresas privadas. Esta vinculación
se da a través de una serie de usos asociados a la
recreación, la subsistencia, la movilidad, el ejercicio

asociadas a la identidad, el sentido comunitario,
la memoria, el conocimiento, las sensaciones y las

Mulas es precisamente una de las imágenes que más

de manera clara por el intelectual belemita Danilo
Pérez a través de las denominaciones “peregrina”
e “hídrica” (Pérez, 2016; Pérez, 2021).
Ante eso, como ha mostrado esta investigación, los
belemitas han reconocido los valores socioculturales
del territorio Puente Mulas: un valor de uso tangible
que tiene que ver con la recreación, subsistencia y
movilidad, pero también otro intangible relacionado
con el conocimiento para reconocer e intervenir la
naturaleza del sitio; un valor formal enlazado con las
apreciaciones esticas y funcionales que proveen
los elementos naturales e históricos; un valor de
uso simbólico ligado a la identidad, la tradición,
el origen histórico, el sentido de comunidad, la
alteridad y el aporte ecológico; un valor histórico
que da cuenta del desarrollo histórico nacional
y cantonal y de un pasado comunitario rural, y
un valor emotivo que remite a emociones que se
encuentran preferencialmente a como la nostalgia,
la paz o tranquilidad y la vitalidad.
El reconocimiento de estos valores denota la
apropiación e importancia del territorio Puente
Mulas para la comunidad belemita. Ahí, esta
encuentra una imagen que remite a su sentido de
pertenencia, bienestar y proyección de futuro, lo cual
conlleva a que dicho territorio se considere como
paisaje cultural que debe ser protegido y regenerado.
Esta connotación comunitaria del sitio ha llevado
a que en los últimos años se hayan emprendido
esfuerzos para reconocer este lugar en patrimonio;
no obstante, aún falta que la institucionalidad le dé
reconocimiento formal para consolidarlo como tal.
84
Revista Pensamiento Actual - Vol 22 - No. 39 2022 - Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente
Para esto último, es fundamental que las
instituciones involucradas con la gestión de ese
territorio incorporen en su visión los valores

documento. Lo anterior, más allá de convertir ese
territorio en un área protegida con categorías de
manejo como Monumento Natural-Cultural, tal
como se propuso en el Acta de la Sesión Ordinaria
54-2020 de la Municipalidad de Belén, o mediante
el establecimiento de una categoría que incorpore
propiamente a los paisajes culturales, implica,
como expresa Riba (2017), abrir espacios donde
la comunidad tenga una cuota efectiva en los
planteamientos y la toma de decisiones, lo cual
conlleva necesariamente a la construcción de un
diálogo horizontal.
De ese modo, los belemitas podrán asegurarse de
que Puente Mulas estará acorde a sus expectativas
y seguirá contribuyendo con la reproducción
sociocultural comunitaria por mucho tiempo más.
En esto destaca la juventud, la cual desarrolla una
serie de iniciativas socioculturales y ambientales
que buscan una reapropiacn comunitaria de este
espacio de cara a mejorar la calidad de su paisaje y
el bienestar comunitario y ecológico.
Frente al avance del desarrollo urbano industrial en
el cantón, que destruye los ecosistemas de agua dulce
y la infraestructura histórica e introduce un estilo
de vida asociado al consumismo e individualismo,
la juventud le otorga a Puente Mulas una nueva

esos procesos, en tanto remite a la lucha por poner
en el centro la vida de las personas y la naturaleza.


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