Revista Pensamiento Actual - Vol 24 - No. 43 2024 - Universidad de Costa Rica - Sede de Occidente

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los espacios locales.” (Conversación personal, estudiante de II Nivel, 2020)

Como se puede notar, las personas participantes consideran que los aportes teóricos del nivel son esenciales en el proceso, pues permiten desarro-llar una mirada crítica, en tanto colocan las discu-siones relacionadas con los colectivos sociales y su importancia en la transformación social, además de brindar insumos que permiten comprender las diversas particularidades que surgen en los espacios comunitarios.

Con referencia al III Nivel de Bachillerato, la per-cepción del estudiantado sobre el aporte teórico-me-todológico de los cursos fue la siguiente:

“Los cursos teóricos me aportaron significativamente a mi proceso práctico, porque dan buenas bases metodológicas y teóricas para que realicemos una crítica y no nos quedemos ‘con el síndrome de la gabacha’, pues nuestras funciones van más allá de eso.” (Conversación personal, estudiante de III Nivel, 2020)

Otra estudiante expresa:

“Los principales aportes fueron la comprensión teórica de la cuestión social, la política pública y social, cómo funciona el Estado, las principales maneras en las que opera la ideología y las distintas áreas de intervención de Trabajo Social.” (Conversación personal, estudiante de III Nivel, 2020)

El total de las personas entrevistadas en este último nivel de la carrera contestaron que los cursos teóricos, especialmente los de Teoría del Estado, les ayudaron sustancialmente a tener una perspectiva crítica ante el contexto en el que se iban a insertar. Esto permitió hacer una lectura teórica y crítica de los hechos que acontecían a lo largo de la práctica preprofesional.

A partir de los comentarios de las personas es-tudiantes entrevistadas, medir el aporte teórico, en

conocimientos en torno a las diferentes teorías sobre la reproducción social y de la fuerza de trabajo, tanto en espacios productivos formales como informales, y su vinculación con la producción de conocimientos teóricos. Por lo tanto, si no se le da oportunidad al practicante de formar parte del proceso productivo, la experiencia no será provechosa para ninguna de las dos partes y se pierde el proceso de sensibiliza-ción que pretende la misma.

Por lo tanto, es necesario que el estudiantado conozca y experimente las implicaciones del trabajo remunerado y no remunerado, caracterizando las diferentes actividades productivas, según el sector económico: pequeña producción agrícola tradicional y no tradicional; agroindustria y proletarización del campo; industria: producción en maquila, microem-presa textil y de alimentos; servicios: comercio, ali-mentos, entre otros.

Con respecto al estudiantado que realizó la prác-tica con organizaciones comunales, en el II Nivel de carrera, su percepción en relación con el aporte teórico-metodológico de los cursos fue la siguiente:

“Gracias a la teoría revisada en los cursos, fue posible obtener mayor conciencia sobre la necesidad y la importancia de la articulación comunal en el desarrollo local, ante el abandono que ha realizado el Estado por atender los retos y desafíos que se presentan a nivel micro, mientras se reconoce la importancia de abrir espacios para que las personas puedan conocer sus derechos y cómo respaldarlos.” (Conversación personal, estudiante de II Nivel, 2020)

Otra estudiante señaló:

“Los cursos teóricos que se brindan en este nivel aportaron insumos en la comprensión de las particularidades de los procesos prácticos en el ámbito comunitario, específicamente desde las premisas epistemológicas y ontológicas de las cuales debemos partir cuando nos acercamos a los grupos poblacionales que se encuentran en