Las inequidades geográficas en la mortalidad infantil en Costa Rica,
período 2008-2012
Geographic
inequalities in infant mortality in Costa Rica, 2008-2012
Horacio Alejandro Chamizo
García1, Ingrid Behm Ammazzini2
Resumen
Se presenta un estudio
exploratorio ecológico sobre la mortalidad
infantil en Costa Rica, sus inequidades geográficas y determinantes
sociales. Se calculó la tasa mortalidad infantil, el riesgo relativo de
morir para menores de un año de vida por unidades territoriales (del
año 2008 al 2012) y se representó cartográficamente. Se analizó el
patrón espacial de la mortalidad infantil estableciendo correlaciones
lineales con diversos indicadores socioeconómicos, como el índice de
desarrollo humano, gini y un indicador sintético de calidad ambiental a
nivel doméstico y comunal. Los territorios con mayor riesgo de morir se
localizan hacia zonas fronterizas y costeras, así como las peores
condiciones socioeconómicas y calidad ambiental. Se ha evidenciado que,
en la medida que empeoran las condiciones socioeconómicas y
ambientales en los cantones, se incrementa la mortalidad infantil.
Palabras clave: heterogeneidad
social, mortalidad infantil, condiciones
de salud, geografía humana, determinantes de la mortalidad.
Abstract
It is an exploratory
ecological study on infant mortality in Costa
Rica, its geographical inequities and social determinants. The infant
mortality rate, the relative risk of die on children under one year by
territorial unit are calculated (since 2008 to 2012) and represented
cartographically. The spatial pattern of infant mortality was analyzed
and its correlations with socio-economical index like the human
development index, gini and a synthetic indicator of environmental
quality at household and community levels. The areas with the highest
risk of death are found to border and coastal areas as well as lower
socioeconomic status and environmental quality. To the extent that the
socio-economic and environmental conditions in the cantons are worst
tends to increase the risk of infant mortality.
Keywords: social heterogeneity,
infant mortality, health conditions,
human geography, mortality determinants.
Fecha de
recibido: 30 enero del 2014 Fecha de aprobado: 17
marzo del 2014
Fecha de corregido: 5 abril del 2014
1.
Introducción
La salud es un fenómeno
complejo determinado por múltiples factores
biológicos, sociales y políticos. Desde la perspectiva epistemológica
de los determinantes sociales, se supone el carácter inseparable de las
relaciones entre las personas y su entorno social y ambiental. La salud
se crea y se vive en el marco de la cotidianidad, en particular en la
familia y la comunidad (Organización Panamericana de la Salud [OPS],
2005).
La Comisión sobre
Determinantes Sociales de la Salud (2007) reconoce el
papel que tiene el escenario geográfico y la Sociedad Civil y le asigna
un rol relevante también al Estado y sus políticas. Se ha reconocido el
impacto de los factores sociales y políticos en la situación de la
salud de la población, no solo para aportar evidencias sobre las
desigualdades e inequidades en salud, sino para promover políticas
sanitarias orientadas a cerrar estas brechas o inequidades.
Se entiende como
inequidades en salud, aquellas variaciones,
desigualdades en salud que son evitables, innecesarias y socialmente
injustas (Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, 2007;
Benach, Borrell, y Chamizo, 1998). La base moral del interés científico
y político a cerca de las inequidades es la preocupación por la
justicia que es un valor fundamental de las democracias liberales. Por
su parte, los determinantes de la salud hacen referencia a las “causas
de las causas”, las que tienen que ver con factores que afectan a la
colectividad y tienen un carácter social, llegando a influir de manera
decisiva en el comportamiento humano y en la salud (Comisión sobre
Determinantes Sociales de la Salud, 2007).
Las condiciones del
entorno, donde se desarrollan los seres humanos,
generan circunstancias de vida que impone condiciones para las personas
en los diversos espacios de reproducción social, el comunal, laboral,
transporte, recreacional. Así mismo, se convierte en un conjunto de
determinantes sociales de la salud que se manifiestan geográficamente a
través de diferencias o variaciones en el comportamiento de las
enfermedades y en el perfil epidemiológico.
El espacio geográfico ha
sido explorado como evidencia de las
inequidades en salud en Costa Rica y en diversos países mediante la
redacción de mapas, atlas geográficos y estudios epidemiológicos con
enfoque ecológico (Morera y Aparicio, 2007; Benach, J. et al., 2001;
Guell y Bixby, 2000; Rodriguez y Urbanos, 2008). Los modelos espaciales
o socio ecológicos muestran importantes variaciones en la probabilidad
de vivir y morir entre territorios de un mismo país, manifestación
claridad sobre del desigual acceso a recursos (Goebert et al., 2012)
(Umemoto, Baker, Helm, Miao, Goebert, y Hishinuma, 2009). De manera
particular, en el caso de la mortalidad infantil, los diseños
ecológicos se han utilizado también para medir inequidades (Ramalho,
Sardinha, Rodrigues y Duarte, 2013) (Flores y Cerdas, 2012).
Como parte de las
evaluaciones parciales del cumplimiento de los
Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, se reconocen progresos a
nivel mundial en la meta 4 relacionada con la mortalidad en niños
menores de cinco años. Sin embargo, aún persisten importantes brechas a
todo nivel que pueden ser reducidas (United Nations Children’s Fund
[Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF], 2013).
Las inequidades en salud
entre países han sido estudiadas de América
Latina y el Caribe. Los países con peor situación de pobreza y menor
Producto Interno Bruto (PIB) presentaron la peor situación de salud
(Cardona, Débora, y Leticia, 2013). En algunos países, la brecha en el
riesgo de morir de los niños menores de un año ha llamado la atención.
A pesar de los avances en las naciones de la región, persisten
inequidades que actúan en perjuicio de las familias con menor acceso a
recursos socioeconómicos (González, 2010).
Las inequidades en la
salud infantil, y particularmente en mortalidad
infantil, ha sido analizada al interior de algunos países de América
Latina desde la perspectiva de los determinantes sociales de la salud,
constatando importantes evidencias de las brechas que separan a los
niños según los recursos económicos de sus familiares, y también según
zonas geográficas donde habitan (Centro de Investigaciones para el
Desarrollo, Universidad Nacional de Colombia, 2012; Abriata y Fandiño,
2010; Valdivia, 2002; Flores, 2005).
Por ejemplo, se ha
reconocido que el mayor componente de la mortalidad
infantil en Perú es la neonatal y que esto tiene una estrecha relación
con la deficiente atención preconcepcional y con los embarazos en
adolescentes que superan el 20% del total, así como con la pobreza y
los movimientos migratorios de zonas rurales a urbanas (Ticona, Huanco,
Paz, y Neyra, 2006).
En el caso particular de
los países que cuentan con población indígena
y afrodescendientes, las disparidades geográficas resultan mucho más
claras y evidencian una situación muy desfavorable para estos grupos,
sobre todo, para aquellos que viven fuera de las zonas urbanas. Las
disparidades han sido asociadas a condiciones estructurales de carácter
socioeconómico y político, particularmente a los derechos incumplidos
por los gobiernos (Oyarce, Ribotta, y Pedrero, 2010).
Estudios epidemiológicos
en diversos países señalan la importancia de
otros factores relacionados con la raza, la etnicidad (Spong,
Iams, Goldenberg, Hauck, y Willinger, 2011; Parquer, 2008; Collins y
David, 2009) y la salud ambiental (Hoseimpoor et al., 2006). Se ha
señalado que en los Estados Unidos, las disparidades en la salud
asociadas a la diversidad étnica y racial son un fenómeno histórico
(Newman Giger y Davidbizar, 2007). Diversos factores socioeconómicos,
como la concentración de la riqueza en áreas metropolitanas, se ha
utilizado para explicar la mortalidad y, en particular, la mortalidad
infantil (Lynch, Kaplan, Pamuk, Cohen, Heck, Balfour y Yenm, 1998;
Rangel, Falcone y Burd, 2010). Incluso, se he reconocido que el acceso
a servicios de salud de calidad también influye en la formación de
brechas o disparidades en la mortalidad infantil (Kraft, Kim-Huong,
Jiménez-Soto y Hodge, 2013).
Por lo anterior, el
propósito del presente estudio es evidenciar las
inequidades en la mortalidad infantil en Costa Rica a partir de
factores socioeconómicos a nivel geográfico, relacionados con el
ingreso de recursos económicos y enfatizando en la calidad de la salud
ambiental en el ámbito comunal y familiar.
2.
Materiales y métodos
Se ha desarrollado un
estudio epidemiológico tipo ecológico con
fundamento espacial (cantones), utilizando información secundaria
disponible en diversos registros en línea. El alcance de este tipo de
diseño es el de explorar las inequidades en salud relacionadas con la
mortalidad infantil y los determinantes sociales de la salud a nivel
nacional.
Al respecto, diversos
sesgos deben ser considerados como principales
afectaciones a la validez de los resultados que se alcanzan bajo este
tipo de diseño. La falacia ecológica es el error que se comete cuando
se pretende transferir conclusiones obtenidas a nivel de agregado
poblacional hacia el nivel individual. Sin embargo, tal interpretación
a nivel individual no es el propósito del presente estudio, sino la
contextualización del riesgo de enfermar a partir de su diferenciación
geográfica-poblacional, ya que los determinantes sociales influyen de
manera colectiva sobre comunidades estableciendo condiciones de vida.
Se trabajó con distintas
fuentes de información a nivel de cantones,
que es la unidad de observación y análisis utilizada: nacimientos,
población menor de un año y defunciones de niños menores a un año
durante el período 2008 al 2012, contenido en el registro del Centro
Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (Centro
Centroamericano de Población, 2012). Esta información permitió estimar,
de manera más precisa, la tasa de mortalidad infantil promedio para el
período por cantones, con el propósito de disminuir el efecto
indeseable del error aleatorio, debido a los numeradores y
denominadores reducidos en áreas pequeñas como son los cantones de
Costa Rica.
Con los datos
correspondientes a la población y las defunciones
infantiles (menores de un año) para el período 2008 al 2012 se
construyó un indicador de riesgo relativo que permite comparaciones
espaciales entre territorios cantonales considerando como valor de
referencia la tasa promedio nacional. Este indicador es el índice de
Mortalidad Infantil Comparativo (IMIC=
defunciones infantiles
observadas/defunciones infantiles esperadas).
Las defunciones esperadas
para cada cantón son el resultado de
multiplicar la mortalidad infantil promedio nacional por el número de
niños nacidos vivos en cada territorio. Se refieren a aquellas
defunciones que ocurrirían en cada cantón si los niños menores de un
año en este territorio tuvieran la misma probabilidad de morir que un
niño promedio del país.
EL IMIC se calculó a nivel
cantonal y se acompaña de su intervalo de
confianza (calculado al 95 % de confianza) para conocer las variaciones
aleatorias de la mortalidad infantil a nivel de áreas pequeñas. El IMIC
permite comparar la mortalidad infantil de cada cantón con el promedio
nacional, de manera que cuando se obtienen valores sobre la unidad se
considera exceso de riesgo y por debajo de la unidad se considera
protección, respecto a la situación general del país para el período
2008 al 2012.
Se tomó información
correspondiente a indicadores desarrollo a nivel
cantonal a partir del Atlas de Desarrollo Humano Cantonal (Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo y Universidad de Costa Rica,
2011). Así mismo, se capturó información sobre calidad ambiental del
Censo de Población y Vivienda 2011, digitalizada también por el Centro
Centroamericano de Población (Centro Centroamericano de Población,
2014). Otras variables de carácter socioeconómico consideradas son: el
coeficiente de gini cantonal (Ministerio de Planificación y Política
Económica, 2009), la proporción de población extranjera y la proporción
de población rural, también a nivel cantonal (Centro Centroamericano de
Población, 2014).
El índice de Desarrollo
Humano a nivel cantonal integra tres
componentes relacionados con la educación, la satisfacción material y
la longevidad. Estos indicadores de desarrollo socioeconómico, vistos
en el contexto geográfico de los cantones (unidad política
administrativa básica en Costa Rica), ilustran el panorama de las
inequidades sociales, las que a su vez deben contribuir a la
explicación de las inequidades en salud.
El índice de Calidad de la
Salud Ambiental Cantonal (ICSAC) toma en
cuenta las siguientes variables: proporción de viviendas buen estado
técnico, proporción de viviendas no hacinadas, proporción de viviendas
propias, proporción de viviendas con servicio sanitario conectado a
alcantarilla, proporción de viviendas con adecuada disposición de
residuos sólidos y el % de vivienda con cobertura intradomiciliar de
agua potable. Los datos a nivel cantonal permitieron el cálculo del
ICSAC utilizando la medida de Distancia de Gower (Jimenez Soto y Quirós
Lopez, 2014).
La Distancia de Gower es
un indicador sintético construido a partir de
otros indicadores, por lo que se considera una medida resumen que los
integra a partir de un modelo múltiple. Las medidas de distancia o
modelos múltiples han sido utilizadas con frecuencia en estudios
ecológicos que miden disparidades en salud y socioeconómicas, como es
el caso del índice de desarrollo humano o el de bienestar material
(Benach, Borrell, y Chamizo, 1998; Benach et al., 2001).
Se presentan mapas que
evidencian inequidades en la mortalidad
infantil, así como el correspondiente al ICSAC. Se calculó el
coeficiente de correlación lineal de Pearson simple para explicar, a
este nivel exploratorio, posibles relaciones entre los indicadores
mencionados; también, el coeficiente de correlación lineal múltiple
para explicar la asociación entre la mortalidad infantil, y el ICSAC,
controlando variables como la concentración de la riqueza a nivel
cantonal a través del coeficiente de gini, el porcentaje de población
rural y el porcentaje de población extranjera a nivel cantonal. Es
pertinente anotar que la r de Pearson es un coeficiente de correlación
calculado a través del método de mínimos cuadros que en este trabajo se
obtuvo luego de estandarizar la matriz de datos de indicadores
socioeconómicos que lo componen.
En este trabajo se tiene
el propósito de aproximarse, de manera
exploratoria, a comprender el origen de las inequidades en mortalidad
infantil, enfatizando en el papel que tiene la calidad de la salud
ambiental; por esta razón, se decidió controlar esta correlación a
través de un modelo lineal múltiple que incluyó algunos otros
indicadores socioeconómicos y sociodemográficos que pueden tener alguna
relación con la probabilidad de morir en niños menores de un año.
Finalmente, se analizó el
comportamiento del IMIC, según quintiles que
agrupan los territorios cantonales de acuerdo con el coeficiente de
gini, el IDH y el ICSAC, para evidenciar tendencias espaciales. Se
ordenaron los cantones según estos índices y se agruparon en quintiles
conformando conglomerados de territorios con características similares
para cada uno de los indicadores. Posteriormente, se obtuvieron datos
de riesgo relativo mediante el IMIC y sus respectivos intervalos de
confianza para cada conglomerado. En el caso de la figura 3 se aprecian
los conglomerados representados por colores en un cartograma.
Se logró estimar el número
de defunciones atribuidas a las disparidades
socioeconómicas y a la calidad de la salud ambiental multiplicando el
total de defunciones ocurridas en los cantones agrupados en los
quintiles 4 y 5 por el exceso de riesgo de morir (por encima del
promedio nacional) que estos territorios presentan. Considerando que se
trata de un estudio ecológico, estas defunciones atribuidas es un dato
potencial, estimativo, que busca aproximarse a la idea de comprender la
brecha entre territorios y no significa que estas muertes hayan
ocurrido necesaria y únicamente asociadas a las condiciones mencionadas.
3.
Resultados
La mortalidad infantil en
Costa Rica ha descendido desde hace varias
décadas. En el gráfico 1
se muestra la tendencia de la mortalidad
infantil entre los años 1930 y 2010. En términos generales, desde la
década de los años treinta pasó de más de 170 defunciones por cada mil
nacidos vivos a menos de 10 por cada mil nacidos vivos en el presente
siglo (Centro Centroamericano de Población, 2012).
Las variaciones de la
mortalidad infantil en el espacio geográfico se
evidencian en la figura 2.
En el cartograma, los colores más oscuros se
asignaron a los cantones con los valores más altos de mortalidad
infantil, locaciones dispersas hacia el interior del territorio o hacia
el sector sur del área metropolitana y hacia el centro del país.
Se exploraron las
condiciones de salud ambiental como una de las
posibles explicaciones de las variaciones espaciales de la tasa de
mortalidad infantil cantonal. La figura 3 representa
espacialmente un
indicador sintético de mortalidad infantil a nivel cantonal, el índice
de Calidad de la Salud Ambiental Cantonal.
En el cartograma utilizado
en la figura 3, y con
los colores más
oscuros, se representaron los niveles de mayor calidad de la salud
ambiental, en tanto, con los colores más claros aparecen los cantones
con niveles de mayor deterioro. El conglomerado de territorios
cantonales con mayores niveles relativos de calidad de la salud
ambiental se ubica hacia el centro del país, coincidiendo con el Valle
Central, sobre todo, hacia el sector nordeste. En tanto, los niveles
más bajos de calidad de la salud ambiental se ubican hacia zonas del
interior del país, particularmente, hacia las fronteras norte y sur así
como hacia la costa del Caribe y sectores de la costa del océano
Pacífico norte.
Se exploraron las
correlaciones ecológicas entre la mortalidad infantil
a nivel cantonal para el período 2008 al 2012 y algunos indicadores de
desarrollo socioeconómico y de salud ambiental, expresados también
territorialmente, para los cantones del país. El propósito es
evidenciar las disparidades o desigualdades que constituyen inequidades
geográficas.
Además, en el Cuadro 1 se
muestran las correlaciones lineales simples
entre la mortalidad infantil y diversos indicadores socio demográficos,
socioeconómicos y ambientales. No hay evidencia de correlación, los
valores del coeficiente de correlación lineal simple son relativamente
bajos y la proporción de las variaciones territoriales de la mortalidad
infantil que ha sido explicada por cada uno de estos indicadores no
supera el 5 %. Así mismo, los datos no son significativos
estadísticamente.
La correlación lineal
múltiple entre la mortalidad infantil y el ICSAC
muestra una asociación más fuerte que lo observado en el Cuadro 1. El
papel del Indicador de Calidad de la Salud Ambiental cantonal es más
evidente cuando se controla por otros indicadores como la proporción de
la población extranjera, la proporción de la población rural y el
coeficiente de gini. El valor de r=0,27 y la proporción de las
variaciones territoriales de la mortalidad infantil explicadas por el
ICSAC (coeficiente de determinación) es el 7,3% con p=0,01,
significativo estadísticamente.
De igual manera, se
exploraron las tendencias del IMIC, según quintiles
de algunos indicadores socioeconómicos y salud ambiental cantonales. En
los primeros quintiles se ubican los territorios con mejores
condiciones socioeconómicas o ambientales, en tanto que en los
quintiles 4 y 5 se concentran los cantones más desaventajados.
Por su parte, en la figura 4 aparecen
agrupados los cantones en cinco
clases correspondiendo a los quintiles del IDH. No se observa una
tendencia clara al incremento de la mortalidad infantil, según empeora
el IDH; sin embargo, el grupo de cantones con mejor nivel de desarrollo
humano presentan un riesgo de morir por debajo del promedio nacional
para el período 2008 al 2012, aunque no es significativo
estadísticamente.
En la figura 5 se observa la
tendencia al incremento según quintiles
del coeficiente de gini. Los cantones ubicados en los quintiles 4 y 5,
con los valores superiores del coeficiente de gini, presentan valores
del IMIC más altos, es decir, se observa una tendencia al incremento
del riesgo de morir por encima del promedio nacional, según aumentan
las diferencias de ingresos hacia el interior de los cantones, a pesar
de que los límites de confianza indican que esta tendencia no es
significativa estadísticamente. Así mismo, los cantones agrupados en
los tres primeros quintiles, o sea, con una mejor distribución de la
riqueza presentan riesgos de morir inferiores al promedio nacional.
La figura 6 señala una
tendencia muy particular. El riesgo de morir se
incrementa si empeora el ICSAC, los cantones con mayor nivel de
deterioro o peor calidad ambiental presentan exceso de riesgo de morir
respecto al promedio nacional. En tanto, los cantones con mejor calidad
ambiental presentan menor riesgo de morir y se protegen al compararse
con el promedio nacional.
Finalmente, considerando
las tendencias descritas del IMIC de acuerdo
con los quintiles del ICSAC y el coeficiente de Gini, el Cuadro 2
muestra las defunciones potencialmente atribuidas al deterioro de la
calidad ambiental cantonal y al nivel de concentración de la riqueza al
interior del cantón.
Del total de defunciones
en los cantones de mayor deterioro ambiental
(quintiles 4 y 5), 43 defunciones ocurridas en el período 2008 al 2012
se atribuyen potencialmente a esta condición. En tanto que, del total
de defunciones ocurridas en los cantones de mayor concentración de la
riqueza al interior de los mismos (quintiles 4 y 5), 58 defunciones
ocurridas en el período 2008 al 2012 se atribuyen potencialmente a esta
realidad socioeconómica.
4.
Discusión
Los modelos
socioecológicos de la mortalidad infantil se han utilizado
con éxito para explicar las variaciones espaciales que constituyen
inequidades en salud de carácter geográfico (Benach , Borrell, y
Chamizo, 1998) (Benach et al.,
2001), entre regiones del mundo (UNICEF,
2013), entre países de América Latina (Cardona et al., 2013) y al
interior de algunos de estos, como el caso de Colombia y Guatemala
(Centro de Investigaciones para el Desarrollo, Universidad Nacional de
Colombia, 2012; Flores, 2005).
La construcción de
indicadores sintéticos para estudiar condiciones de
vida y privación material en el ambiente doméstico y comunal es un
práctica en diversas investigaciones y se utiliza en el estudio de
inequidades en mortalidad infantil, tales son los casos de
investigaciones hechas en Perú (Valdivia, 2002), en Brasil (Ramalho et
al., 2013), en los Estados Unidos (Lynch et al., 1998).
En el caso de Costa Rica,
a pesar de que la mortalidad infantil ha
disminuido de manera evidente en las últimas décadas, probablemente
como resultado de la mejoría de las condiciones vida y el acceso a los
servicios de salud, los territorios con mayor riesgo se localizan
fundamentalmente fuera del área metropolitana hacia las costas,
fronteras norte y sur. El comportamiento geográfico de la mortalidad
infantil ha sido estudiado en Argentina, según departamentos (Abriata y
Fandiño, 2010) y en Chile, según comunas (Flores y Cerdas, 2012). En el
caso de Argentina, los departamentos del noroeste tienden a presentar
niveles mayores de riesgo de morir, en tanto hacia el este y el sur la
mortalidad infantil fue más baja en el período 2005 al 2008. En el caso
de las comunas en Chile, se reconoce que a pesar de que las brechas han
disminuido de manera paralela a la disminución de la pobreza, aún
persisten inequidades. Es evidente que estos patrones de concentración
de riesgos altos tienen relación con las condiciones de vida de la
población en los territorios y los procesos de segregación
socioespacial.
Buscando explicaciones
sobre las inequidades en mortalidad infantil, en
un estudio de caso en Irán se encontró que las variaciones de estatus
económico de la familia es el uno de los principales factores
explicativos de la inequidades en mortalidad infantil (Hoseimpoor et
al., 2006). Hallazgos similares se reportan en los Estados
Unidos: las
zonas de más bajos ingresos en las áreas metropolitanas presentan los
niveles más altos de mortalidad infantil (Lynch et al., 1998),
situación muy similar a lo encontrado en Perú (Valdivia, 2002), en
Brasil donde se construyó un indicador sintético que mide el desarrollo
familiar (Ramalho et al.,
2013), en Argentina (Abriata y Fandiño, 2010)
y en Colombia, donde se encontró una correlación alta entre la
mortalidad infantil por algunas causas prevenibles y la pobreza (Centro
de Investigaciones para el Desarrollo, Universidad Nacional de
Colombia, 2012).
En el presente estudio, si
bien no se encontraron correlaciones fuertes
con los indicadores socioeconómicos utilizados, sí se obtuvieron
valores de correlación lineal simple mayores en el caso del ICSAC y el
coeficiente de gini cantonal. Es más, se apreció cierta tendencia al
incremento de la mortalidad infantil en territorios con mayor
concentración de la riqueza o mayor inequidad de ingresos y en
territorios con peor calidad de la salud ambiental ubicados al sur del
área metropolitana y zonas del interior fronterizas y costeras. En ese
sentido, es probable que la cobertura de atención médica universal y
solidaria con aquellas familias de menores ingresos esté enmascarando a
este nivel, las evidencias acerca de los efectos de las condiciones de
vida en la mortalidad infantil.
Se han utilizado
indicadores de correlación lineal múltiple para
estudiar la mortalidad infantil a partir de la interacción entre
diversos factores socioeconómicos (Rangel et al., 2010). En Perú se
diseñó un modelo de análisis multivariado para constatar el papel de
factores ambientales como la calidad del agua y la disposición de aguas
residuales, junto a otros relacionados con ingresos económicos y
educación (Valdivia, 2002).
En Costa Rica, los
territorios con peor calidad de la salud ambiental
tienden a concentrar mayor proporción de población rural, mayor
proporción de población migrante y son también los territorios de mayor
inequidad de ingresos (mayor coeficiente Gini). En esta investigación
cuando se controlan factores covariantes como la proporción de la
población rural, el coeficiente de gini y la proporción de la población
extranjera, se hace más evidente el papel de las condiciones de calidad
ambiental a nivel doméstico y comunal, en la mortalidad infantil.
Al estratificar a la
población según indicadores de desarrollo y de
calidad de la salud ambiental se observaron tendencias que evidencian
una posible explicación del riesgo de morir en niños menores de un año
de edad. Esto ya ha sido identificado en diversas investigaciones
desarrolladas en Irán y en los Estados Unidos que dan cuenta de
inequidades asociadas a la raza y la etnia, pero que finalmente se
manifiestan en términos de menores ingresos a nivel familiar.
Este estudio mostró que
los territorios cantonales del primer quintil,
con mejor nivel de desarrollo humano, presentan menor riesgo de morir
en menores de un año de edad que el resto del país. En un estudio de
caso en Irán se identificó una tendencia al incremento en el riesgo de
morir en la medida que se deteriora el nivel de ingreso familiar y
existe menor nivel educación en los padres (Hoseimpoor et al., 2006).
Diversos estudios llevados a cabo en los Estudios Unidos señalan a la
población negra no hispana, la hispana y la asiática con mayores
niveles de mortalidad infantil respecto a la población blanca (Spong et
al., 2011; Newman Giger y Davidbizar, 2007). Así mismo, en
Colombia se
demostró cómo el incremento de la pobreza de las localidades influye en
el incremento de la mortalidad infantil por enfermedades respiratorias
agudas, diarreicas e inmunoprevenibles (Centro de Investigaciones para
el Desarrollo, Universidad Nacional de Colombia, 2012).
En la presente
investigación se destaca que en la medida que aumenta la
concentración de la riqueza o la inequidad al interior de cada cantón,
se incrementa el riesgo de morir en menores de un año, incluso para el
período del 2008 al 2012 se identifican 58 defunciones atribuidas
potencialmente a esto. En un estudio, que se llevó a cabo en los
Estados Unidos, también se evidencia el papel relevante que tiene el
coeficiente gini como explicación de la mortalidad infantil en zonas
metropolitanas (Lynch et al.,
1998)
La salud infantil está
asociada a la exposición a contaminantes
ambientales de la atmósfera (Romieu et
al., 2004), tal como se
demuestra en México. Aunque no se demostró que la contaminación
incrementa la mortalidad infantil directamente sí ocurre cuando esta
circunstancia interactúa con bajos ingresos familiares. Así mismo,
queda claro el vínculo entre el riesgo de morir en menores de un año y
la calidad del agua, o su conexión con el déficit de alcantarillado
sanitario (Valdivia, 2002).
En esta investigación, a
través del comportamiento del riesgo de morir
en menores de un año según los quintiles del ICSAC, se muestra una
tendencia clara: las condiciones de calidad ambiental en el entorno de
la vivienda y dentro de ella son determinantes, registrándose hasta 43
defunciones en los territorios de peores condiciones, atribuidas
potencialmente a las inequidades. Se trata de evidencias que podrían
aportar a la discusión sobre inequidades.
El esfuerzo por medir el
papel que tiene la brecha socioeconómica en la
mortalidad infantil es fundamental para hacer tangible las inequidades
en salud y, de esta forma, aportar elementos para la toma de decisiones
en el diseño y gestión de la política social, ambiental y sanitaria.
5.
Conclusiones
Se evidenciaron
disparidades geográficas en la mortalidad infantil que
constituyen inequidades en salud. Los territorios con mayor riesgo se
localizan fuera del área metropolitana, patrón espacial relacionado con
algunos factores de carácter socioeconómico y ambiental.
Existe una tendencia al
incremento de la mortalidad infantil en
territorios con mayor concentración de la riqueza o mayor inequidad de
ingresos y en territorios con peor calidad de la salud ambiental. Estos
territorios se ubican fundamentalmente al sur del área metropolitana y
en zonas del interior fronterizas y costeras.
Cuando se controlan
factores covariantes, como la proporción de la
población rural, el coeficiente de Gini y la proporción de la población
extranjera, se hace más evidente el papel de las condiciones de calidad
ambiental a nivel doméstico y comunal en el riesgo de morir en menores
de un año.
En la medida que aumenta
la concentración de la riqueza o la inequidad
al interior de cada cantón (medida a través coeficiente de Gini), se
incrementa el riesgo de morir en menores de un año. En el período del
2008 al 2012 se identifica (en los territorios del quintil 4 y 5 de
mayor concentración de la riqueza) un exceso de riesgo de morir en
menores de un año.
Las condiciones de calidad
de la salud ambiental en el entorno de la
vivienda y dentro de ella son determinantes, registrándose un exceso de
riesgo de morir en los territorios (quintiles 4 y 5) de peores
condiciones.
Se aportan evidencias
sobre inequidades en salud y, particularmente, en
mortalidad infantil que deben ser objeto de discusión para la comunidad
de tomadores de decisiones en materia de diseño y gestión de políticas
sanitarias nacionales.
6.
Referencias
Abriata, M. G., y Fandiño,
M. E. (2010). Abordaje de la mortalidad
infantil en Argentina desde la perspectiva de las desigualdades en
salud. Revista Argentina de Salud
Pública, 1(10), 43-45.
Benach, J., Borrell, C., y
Chamizo, H. (1998). Desigualdades sociales
en mortalidad en áreas pequeñas en España. En S. E. Sanitaria, Informe
SESEPAS (pp. 141 a 175). Granada: SESPAS.
Benach, J., Yutaka, Y.,
Borrell, C., Rosa, E., Pasarín, M., Benach, N,
Español, E., Martínez, J. y Daponte, A. (2001). Atlas de Mortalidad de
España en Areas Pequeñas (1987 a 1995). Barcelona, España:
Universitat
Pompeu Fabra.
Cardona, D., Débora, L., y
Leticia, C. (2013). Inequidades en salud
entre países de Latinoamérica y el Caribe (2005-2010). Gaceta
Sanitaria, 1-6.
Centro Centroamericano de
Población [CCP]. (2012). Bases de
información
en línea. San Pedro de Montes de Oca, Costa Rica: Autor.
Centro Centroamericano de
Población [CCP]. (2014). Bases de
información
en línea. San Pedro de Montes de Oca, Costa Rica: Autor.
Centro de Investigaciones
para el Desarrollo, Universidad Nacional de
Colombia. (2012). Mortalidad Materna
e Infantil en Bogotá, Seguimiento
y Análisis de Inequidades 2005-2011. Bogotá: Alcaldia de Bogotá.
Collins, J. W., y David,
R. J. (2009). Racial disparity in low birth
weight and infant mortality. Clinical
Perinatology, 36(1), 63-73.
Comisión sobre
Determinantes Sociales de la Salud. Organización Mundial
de la Salud [OMS]. (2007). Civil
Society Report. Ginebra: OMS.
Dominguez, T. (2008).
Race, racism and racial disparities in adverse
birht outcomes. Clinical Obstetric
and Ginecology, 51(2), 360-370. doi:
10.1097/GRF.0b013e31816f28de
Flores, M., y Cerdas, J.
(2012). Evolución de las desigualdades en la
mortalidad infantil. Archivos de
Pediatría del Uruguay, 83(2), 139-143.
Recuperado de
http://www.sup.org.uy/Archivos/adp83-2/pdf/adp83-2-chile-mortalidad.pdf
Flores, W. (2005). Inequidades geográficas en la mortalidad
infantil en
Guatemala:magnitud y factores asociados. Ciudad de Guatemala:
Proyecto
de Extensión del Sistema de Atención Primaria en Salud en Guatemala.
Goebert, D., Chang, J. Y.,
Chung-Do, J., Else, R., Hamagami, F., Helm,
S., Kinkade, K. y Sugimoto-Matsuda, J. J. (2012). Social Ecological
Determinants of Youth Violence Among Ethnically Diverse Asian and
Pacific Islander Students. Matern
Child Health, 16(1), 188-196. doi:
10.1007/s10995-010-0726-0.
González, R. (2010). Salud
Materno Infantil en las Américas. Revista
Chilena de Obstetricia y Ginecología, 75(6), 411-421. doi:
10.4067/S0717-75262010000600011
Guell, D., y Bixby, R.
(2000). Atlas de la salud y la
población de
Costa Rica. Recuperado de
http://ccp.ucr.ac.cr/bvp/mapoteca/CostaRica/generales/atlas_salud/
Hoseimpoor, A. R., Van
Doorslaer, E., Speybroeck, N., Naghavi, M.,
Mohammad, K., Majdzadeh, R., Delavar, B., Jamshidi, H. y Vega, J.
(2006). Decomposing socieconomic inequality in infant mortality in
Iran. International Journal of
Epidemiology, 35(5), 1211-1219. doi:
10.1093/ije/dyl164
Jiménez Soto, T., y Quirós
Lopez, M. (2014). Análisis de la
influencia
de desigualdades ambientales en las condiciones de salud en Costa Rica
(Tesis de grado). Universidad de Costa Rica.
Kraft, A. D., Kim-Huong,
N., Jiménez-Soto, E. y Hodge, A. (2013).
Stagnant neonatal mortality and persisting health inequality in
middel-income contutries: a case of sudy of Philippines. PLoS ONE,
8(1), 1-13. doi: 10.1371/journal.pone.0053696
Lynch, J. W., Kaplan, G.
A., Pamuk, E. R., Cohen, R. D., Heck, K. E.,
Balfour, J. L. y Yenm I. H. (1998). Income inequality and mortality in
metropolitan areas of the United States. American Journal of Public
Health, 88(7), 1074-1080.
Ministerio de
Planificación y Política Económica. (2009). Costa Rica:
estadísticas regionales 2001-2008. San José, Costa Rica:
MIDEPLAN.
Morera, M., y Aparicio, A.
(2007). Atlas de Mortalidad por
Cáncer en
Costa Rica 2000-2005. Recuperado de
http://ccp.ucr.ac.cr/farmacoeconomia/documentos/Atlas/Presentacion-Atlas.pdf
Newman, J., y Davidbizar,
R. (2007). Eliminating health disparities.
Understanding this importan phenomemon. The Health Care Manager, 26(3),
221-233.
Organización Panamericana
de la Salud [OPS]. (2005). Objetivos
de
desarrollo del milenio relacionados con la salud en América Latina y el
Carible. Recuperado de www.paho.org
Oyarce, A. M., Ribotta,
B., y Pedrero, M. (2010). Mortalidad
infantil y
en la niñez de los pueblos indígenas y afrodecendientes de América
Latina:inequidades estructurales, patrones diversos y evidencia de
derechos no cumplidos. Santiago de Chile: Naciones Unidas.
Parquer, T. (2008). Race,
racism and racial disparities in adverse
birht outcomes. Clinical Obstetric
and Ginecology, 51(2), 360-370.
Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo y Universidad de
Costa Rica. (2011). Atlas del
Desarrollo Humano Cantonal de Costa Rica.
San José, Costa Rica: Autor.
Ramalho, W. M., Sardinha,
L. M., Rodrigues, I.P. y Duarte, E. C. (2013
). Inequalities in infant moratality among municipalities in Brazil
according to the Family Development Index, 2006-2008. Revista
Panamericana de Salud Pública, 205-212.
Rangel, E. L., Falcone, R.
A. y Burd, R. S. (2010). Socioeconomic
disparities in infant mortality after non accidental trauma: a
multicenter study. The Journal of
Trauma, 20-25.
Rodriguez, M., y Urbanos,
R. (2008). Desigualdades sociales en
salud.
Barcelona: Elsevier Masson.
Romieu, I.,
Ramírez-Aguilar, M., Moreno-Macías, H., Barraz-Villareal,
A., Miller, P., Hernández-Cadena, L., Carbajal-Arroyo, L. A. y
Hernández-ávila, M.. (2004). Infant mortality and air pollution. J
Occup Environ Med, 46(12), 1210-1216.
Spong, C. Y., Iams, J.,
Goldenberg, R., Hauck, F. R. y Willinger, M.
(2011). Disparities in perinatal medicine: preterm birth, stillbirth,
and infant mortality. American
College of Obstetrician and
Gynecologist, 117(4), 948-955. doi: 10.1097/AOG.0b013e318211726f.
Ticona, M., Huanco, D.,
Paz, J., y Neyra, J. (2006). Inequidades en la
atención perinatal en Perú. Revista
Peruana de Pediatría, 36-41.
Recuperado de
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/rpp/v59n2/pdf/a06.pdf
Umemoto, K., Baker, C.,
Helm, S., Miao , T., Goebert, D., y Hishinuma,
E. (2009). Moving toward comprehensiveness and sustainability in a
social ecological approach to youth violence prevention: Lessons from
the asian/pacific islander youth violence prevention center. American
Journal of Community Psychology, 44(3-4), 221-232. doi:
10.1007/s10464-009-9271-7
United Nations Children’s
Fund [Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia, UNICEF]. (2013). Levels
and Trends in Child Mortality. New
York: ONU.
Valdivia, M. (2002). Acerca de la Megnitud de la Inequidad en
Salud en
el Perú. Lima: Grade.
6.
Agradecimientos
Se agradece a la Escuela
de Tecnologías en Salud, Facultad de Medicina,
Universidad de Costa Rica (UCR).