Envejecimiento demográfico y migración interna de personas con 60 años y más de edad en Cuba y países de América Latina

Population aging and internal migration of people aged 60 and older in Cuba and Latin America

Cristina López-Calleja Hiort-Lorenzen1 y Blanca Morejón Seijas2

RESUMEN
Este trabajo busca determinar comparativamente diferencias y semejanzas de características específicas de la población migrante interna con 60 años y más de edad entre las divisiones administrativas mayores (DAM) en Cuba y 14 países de América Latina. Se procesó información sobre migración interna de censos latinoamericanos de la década del 2000, proveniente de la página WEB del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE). Asimismo se presenta información relativa al envejecimiento de Cuba y los restantes países y se han calculado otros indicadores como porcentaje de migrantes y no migrantes, y también se estima un conjunto de indicadores expresivos de cierta propensión a migrar entre las DAM en los últimos 5 años previos al censo para la población de 60 y más años de edad. Se han empleado técnicas propias de la estadística, como tablas de contingencias, así como métodos de análisis estadístico de correspondencias simples y múltiples para explorar las relaciones existentes entre las categorías de las diferentes características demográficas de los migrantes en países seleccionados. Uno de los resultados muestra que en Cuba y el resto de la región aún no se observan signos de migración interna asociada a la salida de la actividad laboral, lo cual sucede a partir de los 60 años de edad en países desarrollados. Los análisis de correspondencia múltiple, permitieron conocer grupos afines de categorías de las variables estudiadas cuando estas se analizan simultáneamente. Así se encontró similitud entre Cuba y Chile por el valor de las variables de población con 60 años y más, esperanza de vida al nacer, tasa global de fecundidad e índice de envejecimiento. Las proporciones más elevadas de migrantes de “toda la vida” se observen en aquellos países que registran un mayor nivel relativo de desarrollo económico y social; Cuba, Argentina y en menor medida Chile, muestran los más altos porcentajes de población migrante reciente senescente; en Cuba, Chile, Argentina y Panamá el índice de envejecimiento alcanza los más elevados valores; Cuba se encuentra entre los países de más baja movilidad entre DAM, mientras que su nivel de mortalidad expresado en la esperanza de vida al nacer, es el más alto, junto con Chile y Costa Rica.

 Palabras Clave: Migración interna, migración de población adulta, envejecimiento demográfico, migración diferencial, técnicas estadísticas aplicadas a la demografía, análisis de correspondencias, Cuba, América Latina

ABSTRACT
This work seeks to determine differences and similarities comparatively specific characteristics of internal migrant population 60 years and older between major administrative divisions (DAM) in Cuba and 14 countries in Latin America. Information on internal migration in Latin American censuses of the 2000s was processed from the website of the Latin American and Caribbean Demographic Centre (CELADE). Information relating to the aging of Cuba and other countries are also presented and other indicators are calculated as a percentage of migrants and non-migrants, and a set of expressive indicators of a propensity to migrate between the DAM in the last 5 years prior is also estimated the census for the population 60 and older. It’s been employed own statistical techniques such as contingency tables and methods of statistical analysis of correspondence and multiple to explore the relationships between categories of different demographic characteristics of migrants in selected countries. One of the results shows that in Cuba and the rest of the region still doesn’t present signs of internal migration associated with the output of work activity are observed, which occurs after 60 years in developed countries. The multiple correspondence analysis, allowed to know similar groups of categories of the variables studied when these are analyzed simultaneously. This similarity between Cuba and Chile found by the value of the variables of population aged 60 and over, life expectancy at birth, total fertility rate and rate of aging. The highest proportions of migrants from "life" are observed in those countries with a higher relative level of economic and social development; Cuba, Argentina and Chile lesser extent, show the highest rates of recent migrant aging population; in Cuba, Chile, Argentina and Panama aging index reached the highest values; Cuba is among the countries with the lowest mobility between DAM, while its level of mortality expressed in life expectancy at birth is the highest, along with Chile and Costa Rica.

Keywords: Internal migration, migration of adult population, demographic aging, differential migration, statistical tools applied to Demography, analysis of correspondences, Cuba, Latin America

Fecha de recibido: 29 octubre 2014 Fecha de aprobado: 06 diciembre del 2014
Fecha de corregido: 21 noviembre del 2014


1. Introducción

El artículo aborda la problemática de las características diferenciales de la migración interna, tanto de la migración de toda la vida y también de la reciente que muestran las personas de 60 años y más, residentes en la mayoría de los países de América latina. Esta problemática pocas veces se estudia y la coyuntura de haber tenido censos levantados en la década del 2000, cuyas bases de datos han sido procesadas por el Centro Latinoamericano de Demografía CELADE, a través de su Proyecto MIALC3, constituye una situación oportuna que no se puede pasar por alto, para asomarse a esta problemática poco estudiada.

El trabajo que se presenta tiene como objetivo principal determinar diferencias y semejanzas de características específicas que muestra la población migrante interna con 60 años y más en Cuba, en comparación con diferentes países de América Latina.

No son frecuentes en la literatura especializada los estudios que aborden las interrelaciones entre la migración y el proceso de envejecimiento, ausencia que se hace más visible aún en lo que respecta a la migración interna: esta es una de las novedades de este trabajo. 

Los estudios más frecuentes en cuanto a la interrelación entre migración y proceso de envejecimiento se centran en el hecho de que la migración contribuye a envejecer o rejuvenecer la estructura por edades de las áreas de origen o de destino, respectivamente.

Tampoco es usual analizar la participación de la población senescente en la migración interna de manera comparada. Para ello se hace necesario acudir a los censos para caracterizar la población según sexos y grupos de edad, distinguir la estructura etaria de migrantes y no migrantes, así como disponer de resultados de un conjunto de países comparables entre sí.

Y, por último, la utilización de métodos estadísticos actuales logra que gráficamente se puedan observar la relación existente entre las categorías de las variables y, en especial, la relación simultánea que existe entre la categoría país y otras categorías de diferentes variables en análisis.

2. Materiales y métodos

Con el propósito de alcanzar el objetivo previsto, se ha acudido a técnicas propias del análisis de la migración derivadas de los censos que forman parte de la metodología del estudio demográfico. Los resultados analizados de la población migrante y no migrante total y con 60 años de edad y más se refieren a la población residente en las Divisiones Administrativas Mayores (DAM)4 (provincias, estados, es decir, unidades territoriales de primer nivel de jerarquía de 15 países de la región: Cuba, Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Venezuela). 

El análisis estadístico de la información censal sobre migración deviene en el método empírico por excelencia propio de los estudios demográficos para caracterizar la migración interna, a través del empleo de preguntas incluidas en el censo con el propósito de estudiar de manera directa la migración interna.  Estas preguntas formuladas a la población residente son: lugar de nacimiento, lugar de residencia anterior, duración de la residencia o fecha de llegada y lugar de residencia por años atrás o en fecha fija anterior al censo en cuestión, preferiblemente 5 años atrás.  Estas preguntas sirven, en primer lugar, para determinar la existencia o no de migrantes que sobreviven al momento del censo y el monto o magnitud de la misma.  Así, por ejemplo, la  pregunta sobre lugar de nacimiento identifica entonces a “migrantes absolutos” o “de toda la vida” y  la pregunta sobre lugar de residencia 5 años atrás y la tabulación del cruce de las preguntas sobre duración de la residencia y lugar de residencia anterior permiten la posibilidad de determinar los llamados “migrantes recientes”. 

En este trabajo se utilizaron las definiciones de migración reciente que parten de la determinación del lugar de residencia 5 años atrás o en una fecha fija del tiempo anterior, y que aparecen en el sitio web de CELADE como parte de los resultados procedentes de los censos de los países seleccionados (CELADE, 2006). En el caso de Cuba, la determinación de los migrantes recientes se derivó del cruce de la residencia anterior y el tiempo de residencia en los últimos 5 años, cuya información fue ya publicada (Oficina Nacional de Estadísticas e Información y Centro de Estudios Demográficos, 2010).

Se presenta información relativa a los niveles que alcanza la fecundidad y la mortalidad en cada país analizado, que sirve como referencia obligada para interpretar las diferencias del estadio del envejecimiento de Cuba y los restantes países.  Así se analizan los valores del índice de envejecimiento de los migrantes recientes,  es decir, aquellos que cambiaron su residencia en los últimos 5 años previos al censo, y su comparación con los índices de la población de 60 años de edad no migrante. 

También se han calculado otros indicadores propios de la estadística demográfica, como porcentaje de migrantes y no migrantes, que se interpreta como la frecuencia relativa de migrantes y no migrantes dentro de la población total de referencia, y se ha estimado un conjunto de indicadores expresivos de cierta propensión a migrar o razón de haber sido migrante entre las divisiones administrativas mayores en los últimos 5 años previos al censo para la población de 60 y más años.

Asimismo, se realizaron varios análisis estadísticos de correspondencias múltiples y simples, con el propósito de llevar a cabo una exploración sobre algunas características demográficas y de la migración en los países analizados. Se analizaron los resultados de siete análisis de correspondencias múltiples (ACM) con los 15 países con datos demográficos de migración interna, que incluyeron variables como: cantidad de adultos mayores, coeficientes de dependencia, migración de toda la vida, migración reciente, migración reciente de adultos mayores, tasa global de fecundidad, esperanza de vida e índices de envejecimiento y de masculinidad. 

Aunque los resultados de algunos de estos análisis y gráficos de correspondencias aparecen  más adelante, pero  debido a que no es usual la aplicación del análisis factorial de correspondencias en trabajos de migraciones internas, a continuación se hace una breve explicación de la utilidad de este método estadístico, el cual se utiliza para el análisis simultáneo de dos o más variables categóricas nominales u ordinales (Crivisquii y Villamonte, 1997).

La medida de correspondencia puede ser cualquier indicación de similaridad, afinidad, confusión, asociación o interacción entre las variables. 

El objetivo del análisis de correspondencias es estudiar las relaciones que existen entre las categorías de las variables en estudio.

El análisis factorial de correspondencias simples permite examinar, en un gráfico espacial, cómo se relacionan dos variables nominales u ordinales, y observar los puntos que representan las categorías de ambas variables en un gráfico; categorías que son similares aparecen en dicho gráfico muy cercanas. De esta manera, se puede observar cuáles son las categorías que presentan similaridad entre ellas, es decir, cuáles están más o menos relacionadas. La construcción y el análisis de las nubes de puntos que aparecen en los gráficos ofrecen los resultados del análisis.

Las consideraciones que se hacen para llegar a los resultados son de carácter geométrico y están dentro de las técnicas descriptivas de la estadística, que muchas veces se utilizan para hacer análisis exploratorios de datos y sirven también, en algunos casos, para hacer inferencias.

El método que se ha desarrollado para el estudio conjunto de dos variables categóricas se generaliza al estudio simultáneo de más de dos variables y constituye el llamado análisis factorial de correspondencias múltiples.  Este método estadístico es especialmente idóneo para aplicarlo a situaciones simultáneas donde sean pocas o ninguna las hipótesis previas de trabajo y se requiera un análisis exploratorio de la situación a tratar, con el fin de establecer los puntos de partida de análisis posteriores.  En este caso, tampoco existieron hipótesis de trabajo de partida y muchos de los resultados finales que se obtuvieron a través de la estadística convencional fueron sometidos a la aplicación de estos métodos con el propósito de sintetizar de manera resumida la correspondencia o no de las variables analizadas.

3. Resultados

3.1. Las características demográficas y el proceso de envejecimiento de la población de 60 años y más de edad

El envejecimiento demográfico está indisolublemente vinculado a la declinación del nivel de la mortalidad y, más sustantivamente, a la evolución de la disminución de la fecundidad.

El cuadro 1 ilustra el estado contemporáneo de los indicadores demográficos más asociados con el proceso de envejecimiento en Cuba y los países latinoamericanos analizados.


El monto de la población total sirve para poner de manifiesto la heterogeneidad de los países de la región debido a su tamaño demográfico, a la vez que las tasas de crecimiento neto promedio anual revelan un comportamiento uniforme en cuanto a su disminución y la similitud de sus ritmos de incremento. Se distinguen los casos de Cuba y Paraguay por sus menores y mayores tasas de crecimiento neto promedio anual.

Cuba muestra también los valores más bajos de la tasa global de fecundidad, medida resumen que expresa el número de hijos que en promedio tendría cada mujer integrante de una cohorte hipotética,  mientras que su nivel de mortalidad expresado en la esperanza de vida al nacer es el más alto, junto con Chile y Costa Rica. 

Situación diferente muestran los valores del por ciento de población con 60 años y más, en donde se ponen de manifiesto estadios diferentes del proceso de envejecimiento en la región. Estudios recientes del CEDEM reproducen las diferentes etapas del proceso de envejecimiento en los países de la región que fueron antes publicadas por CEPAL en 2004 (Hernández, 2009). Bolivia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay muestran porcentajes de personas con 60 años y más de edad que se encuentran entre los valores más bajos, por lo que se clasifican con envejecimiento incipiente. Entre los países con envejecimiento moderado se encuentra Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, República Dominicana y Venezuela, cuyos porcentajes de personas de 60 años y más se sitúan entre rangos de 6 a 8%. El envejecimiento moderado avanzado se reserva para países en donde la proporción de la llamada población senescente está entre 8 al 10% y entre ellos se cuentan Brasil y Chile. Una última clasificación se reserva para los países con los más altos porcentajes de población con 60 y más años de edad, que alcanzan cifras superiores a 10% y muestran por tanto envejecimiento avanzado; estos son Argentina y Cuba, acompañados además por otros países insulares del Caribe y Uruguay, que levantó su último censo en 1996, por lo que no aparece analizado.

Pero no basta el conocimiento del nivel que alcanzan las proporciones por países de la población con 60 y más años de edad para tener una comprensión más completa del alcance del proceso de envejecimiento en la región.  Existen otros indicadores del proceso de envejecimiento que profundizan más aún en sus características;  estos son la proporción de población con 80 y más años que permite determinar la antigüedad y el estadio de dicho proceso, y los coeficientes que relacionan  los efectivos  de población senescente con el resto de la población comprendida en otros grupos de edad. Estos se recogen en el cuadro 2.




Se mantienen con los porcentajes más bajos de población de 80 y más años de edad, menos de 1%, Bolivia, Guatemala y Honduras, y ahora se le suma Venezuela. Mientras que Cuba, Ecuador y Argentina experimentan los por ciento de población de 80 años y más de edad más elevados. El resto de los países se ubica en una proporción intermedia que oscila entre 1 a 1,6% de personas en ese grupo de edad.

En cuanto a los valores de los coeficientes de dependencia de los ancianos que involucran los efectivos de población con 60 y más años con el conjunto de la población intermedia, se muestra la carga que representan los ancianos con respecto a la población potencialmente activa, es decir, de 15 a 49 años. 

El índice de envejecimiento o relación de personas de 60 y más años con respecto a la población menor de 15 años alcanza valores bajos en la medida que la fecundidad es muy alta y, con la declinación de la misma, tiende a elevarse.

Así, los valores más elevados del coeficiente de dependencia de los ancianos se observan nuevamente en Cuba, Argentina y Chile, al punto de duplicar los valores más bajos. Nuevamente, entre los países que revelan índices de envejecimiento más elevados, se ubica Cuba, en donde el valor de este indicador es mayor, un poco más de dos veces, al valor del índice del país que le sigue en segundo lugar, Argentina, lo que indica el peso relativo más bajo que alcanza la población de menor edad.

El contexto en que se desenvuelve la población creciente de personas de 60 y más años, como resultado del proceso diferenciado de envejecimiento en los países de la región, pudiera tener su impronta en cuanto al comportamiento de la migración interna que se genera entre divisiones administrativas de primer orden, cuya magnitud se analiza en el cuadro 2.

3.2. Magnitud de la migración interna entre DAM: migrantes totales absolutos y recientes

No puede dejar de señalarse que las comparaciones internacionales, en cuanto a los volúmenes de migrantes internos y las tasas que se calculen, tienen varias debilidades.  Entre estas dificultades están el número y el tamaño de las unidades político-administrativas en que suelen dividirse los países, las características de las fuentes de información (censos o registros de población) y el modo de consulta a la población, así como olvidos e inexactitudes en los que las personas pueden incurrir.  Las cifras que se muestran en el cuadro 1 revelan que la gran mayoría de la población de estos países reside en la misma división administrativa de mayor orden (DAM) en que nació. Lo que aparece en el cuadro 2 del anexo no significa necesariamente que existan sujetos que jamás migraron, puesto que entre ellos ha de haber migrantes de retorno y migrantes entre divisiones administrativas menores, es decir, de segundo orden (DAME), que forman parte de su DAM de nacimiento.

Se constata, a través del cuadro 3, que hay poca variación en la proporción de población que es migrante de toda la vida entre DAM, pues las cifras varían de un 11% en Guatemala a un 27% en Paraguay.  Estas proporciones son lógicamente mucho más bajas que los por cientos de migrantes recientes con respecto a la población total censada en cada país, que alcanza entre 2 y casi un 8%;  ello obedece a que  el intervalo de migración es ahora definido y con una amplitud tan solo de 5 años.  



El nivel de migración absoluta y reciente entre DAM que alcanzan los países de la región puede compararse con las cifras del censo de Estados Unidos de 2000, en donde el 28% de la población nativa residía en un estado diferente al que nació, no obstante ser un país cuyas DAM en general son de tamaño extenso. A escala de DAM, también la mayor movilidad reciente en los Estados Unidos persiste, aunque de manera menos marcada (Rodríguez, 2004).

Vale la pena destacar que Cuba se cuenta entre los países de más baja movilidad entre divisiones administrativas de mayor rango, expresada a través de ambos indicadores, con 15,2 y 2%, respectivamente.  La proporción de migrantes recientes con respecto a la población total resulta incluso la de más bajo valor para el caso de Cuba.

3.3. Población de 60 años y más de edad y migración interna entre DAM en Cuba y países de América Latina

Los acápites que siguen abordan el tema de las características de la población migrante con 60 años y más de edad entre las DAM en Cuba y en los países analizados. Una visión general de las variables que se relacionan, es decir, personas de 60 y más años y migración entre DAM, tiene que partir del conocimiento previo de la dimensión e intensidad de la migración en ese grupo de edad abierto más envejecido.

En el cuadro 4 aparecen los migrantes “de toda la vida” y recientes de la población residente que contaba con 60 y más años al momento de cada censo de cada país, además de los porcentajes que estos representan con respecto al total de los migrantes en ese grupo abierto de edad.

Lógicamente, en todos los países, los valores totales y relativos de la  población senescente migrante “de toda la vida” son mayores que los migrantes recientes. Ello se debe a que los migrantes “de toda la vida” se refiere a las personas residentes que nacieron en una DAM diferente a la de su enumeración o de residencia actual y que llevan residiendo un período de tiempo indeterminado, más breve que la edad de cada migrante. Mientras, la migración reciente aconteció en los últimos 5 años previos al censo e incorporó a las personas relativamente jóvenes, que por su edad muestran mayor propensión a migrar.

En los casos de Argentina, Cuba y Chile, los migrantes “de toda la vida” que contaban con 60 y más años de edad representan proporciones cercanas a la quinta parte de la población total migrante “de toda la vida”; mientras, este porcentaje alcanza su valor mínimo en los países de Bolivia, Venezuela, Honduras y Paraguay, cercano a la décima parte de los migrantes.  En cuanto a la migración reciente de la población senescente, de nuevo Cuba, Argentina y, en menor medida, Chile muestran los más altos porcentajes de población migrante reciente.

Se exponen a continuación los resultados de la discusión que asume la distribución de la población migrante con 60 años y más de edad por edades y su relación según sexos.

3.4. Resultados de la aplicación del modelo estadístico multivariado de análisis de correspondencias

Como se ha expresado, el objetivo del análisis de correspondencias es estudiar simultáneamente las relaciones que existen entre las categorías de las variables en estudio (Crivisqui y Villamonte, 1997; Cuadras, 1981; Mardia, Kent y  Bibby, 1980; Norusis, 1997).

El método de correspondencias múltiples permitió aplicar métodos estadísticos multivariados para el conocimiento de la problemática objeto de estudio, mediante el análisis simultáneo de las variables seleccionadas. Como las variables estudiadas están medidas en escala de intervalo o de proporción fue necesario definir, a partir de las mismas, variables categóricas de acuerdo con el rango que presentan las variables originales. Muchos de los resultados finales, que se obtuvieron a través de la estadística convencional, fueron sometidos a la aplicación de estos métodos con el propósito de sintetizar de manera resumida la correspondencia o no de las variables analizadas.
 
A continuación de las figuras se muestra la definición de cada una de las variables que se utilizaron con sus correspondientes categorías. Las cinco figuras que se adjuntan en el anexo, ilustran cómo se forman grupos afines de categorías de las variables cuando estas se analizan simultáneamente.

Las fuentes de las cinco figuras son los datos numéricos de las variables de la base de datos confeccionada por las autoras, con la información obtenida de las correspondientes tablas utilizadas, así como las escalas elaboradas para la aplicación del método de las correspondencias. 
 
De acuerdo con las tres variables estudiadas simultáneamente: Cuba y Chile tienen gran similitud, por asemejarse los valores de las variables; Costa Rica y Brasil se parecen en algo; México y Venezuela son muy similares en las variables analizadas; República Dominicana, Ecuador y Panamá son similares, estos dos últimos tienen similitud coincidente; Paraguay y Bolivia se asemejan mucho; Nicaragua, Guatemala y Honduras son muy similares; y Argentina no se parece a otro país (ver figura 1).



De acuerdo con las dos variables estudiadas simultáneamente: Cuba y Chile coinciden en el gráfico y tienen gran similaridad por una baja fecundidad y una alta esperanza de vida; Costa Rica y Brasil también se parecen; Guatemala y Honduras también son muy similares y bien distintas a los demás países; México y Argentina son muy similares por ser coincidentes en el gráfico y son similares a Ecuador y Panamá que también coinciden entre sí en el gráfico; República Dominicana, México y Argentina se parecen entre sí  y se parecen, por un lado, a Venezuela y, por el otro, a Ecuador y a Panamá; Nicaragua y Paraguay también se parecen entre sí; y Venezuela se diferencia de los demás países (ver figura 2).



De acuerdo con las tres variables estudiadas simultáneamente: Cuba, Chile y Costa Rica tienen gran similitud; Brasil y Argentina se parecen en cuanto a la fecundidad y a la esperanza de vida; Guatemala y Honduras se parecen en cuanto a la fecundidad y a la esperanza de vida; y  Paraguay  y Nicaragua son similares por el índice de envejecimiento; Venezuela y México son bastante similares, al igual que lo son República Dominicana y Bolivia; Panamá y Ecuador son coincidentes en el gráfico, lo que indica similitude (ver figura 3).

De acuerdo con las cuatro variables estudiadas simultáneamente: Todos los países se comportan similarmente, excepto Cuba, Argentina y Chile; los valores de las cuatro variables hacen que Cuba se destaque, al apartarse de los demás países, y Chile y Argentina se parecen, aunque no son muy similares (ver figura 4).


De acuerdo con las tres variables estudiadas simultáneamente: Los adultos mayores de 60 años o más, de Cuba, México, Paraguay y Venezuela, son similares en ambos índices de masculinidad; el comportamiento de ambos índices en los adultos mayores de 60 años o más se asemeja según los grupos de países que se muestran en el gráfico; en Cuba, Venezuela, Paraguay, México, Brasil y Nicaragua, el  índice de masculinidad en los adultos mayores que migran es menor que el índice de masculinidad de cada país; en Bolivia, Costa Rica y Guatemala es lo contrario; en Panamá, Ecuador, Honduras y República Dominicana hay similitud en cuanto a los índices de masculinidad de los adultos de 60 años o más, y Argentina y Chile se comportan de la misma forma (ver figura 5).


4. Discusión

4.1. La estructura por edad de la población migrante de 60 años de edad

Los datos sobre migración, cuando se tabulan por grandes grupos de edades, pueden proporcionar una valoración general de la estructura por edades de la población migrante, que puede ser susceptible de ser comparada con la población no migrante. Los datos que se exponen en el cuadro 5 incluyen la distribución por grandes grupos de edades de la población migrante “de toda la vida” y los migrantes recientes según igual distribución.


Es entre los migrantes que predominan las personas en edad laboral, ya que es en la juventud cuando se toman decisiones vitales relacionadas con el cambio de residencia, como son, por ejemplo,  el ingreso a los centros de estudios superiores, la inserción en la vida laboral y la formación de parejas.

La migración sigue una trayectoria de U invertida con la edad, ya que los grupos quinquenales 15-19, 20-24 y 25-29 años tienen tasas de migración muy superiores; sin embargo, en algunos casos se presenta una segunda cresta en la adultez mayor, que algunos reconocen como el repunte migratorio asociado al retiro, que se presenta más bien en los países desarrollados (Rodríguez, 2004).

El cuadro 5 recoge la estructura de la población migrante y no migrante por grandes grupos de edades, y atiende a los dos conceptos de migrantes utilizados, migrantes “de toda la vida” y migrantes recientes.  Las estructuras por grandes grupos de edades de la población no migrante, tanto para el caso de los migrantes “de toda la vida”, como para los recientes, se asemejan más a las que aparecen como  estructuras de la población total en el cuadro 2, porque se deducen de su monto, el peso de los migrantes, menor en tamaño.

Como ya se indicó, las proporciones de población migrante de 60 años y más de edad “de toda la vida” son apreciablemente más altas que los porcentajes de migrantes recientes con 60 y más años.   

4.2. Los coeficientes de envejecimiento de la población migrante y no migrante “de toda la vida”

A partir de las estructuras por grandes grupos de edad de la población migrante y no migrante, se han calculado, en el cuadro 6, los coeficientes de dependencia, similares a los que se presentaron en el cuadro 2 para la población total residente. 

Estas cifras que expresan las relaciones de los grupos de 60 años y más, con respecto a los restantes grandes grupos de edades, se refieren al coeficiente de dependencia de los ancianos,  el coeficiente de dependencia total y el índice de envejecimiento. Asimismo, se incorporan en el cuadro los valores de los porcentajes de la población migrante y no migrante con 60 años y más.

Los porcentajes de población de 60 años y más de la población migrante son mayores que los de la población no migrante, ya que la primera incorpora a personas que cambiaron su residencia hace un período indefinido de tiempo más breve que su edad.

Los valores del coeficiente de dependencia de los ancianos migrantes son mayores en casi todos los casos que los que muestra la población no migrante; esto es debido al carácter más envejecido de la estructura de los migrantes “de toda la vida” ya comentado. Sólo en Ecuador y Bolivia, este coeficiente de dependencia de los ancianos migrantes no es mayor, ya que en el primer caso, resulta prácticamente idéntico, mientras que para Bolivia no se cumple.

Los coeficientes de dependencia totales de los no migrantes son mayores que los mostrados por la población migrante en todos los países, en donde el peso relativo de los menores de 15 años que son migrantes resultaría siempre menor al de los no migrantes, debido a su menor participación en la migración.

Finalmente, los valores del índice de envejecimiento (relación de viejos con respecto a jóvenes) son mucho más elevados entre los migrantes a diferencia de los no migrantes, debido a la naturaleza del concepto de migrante que aquí se ha empleado, migrante absoluto de “de toda la vida”.  Precisamente, en países como Cuba, Chile, Argentina y Panamá, estos valores del índice resultan los más elevados debido al peso que asume la estructura más envejecida de sus migrantes de “toda la vida”.

4.3. El índice de masculinidad de los migrantes de 60 y más años de edad

Cuando E. G. Ravenstein (1889)5 mostró evidencia del predominio de las mujeres en la migración a corta distancia, expresamente reconoció la sorpresa que podrían generar sus hallazgos y afirmaciones, debido al papel más doméstico y con menor libertad de movimiento imputado a la mujer.  En el caso de la región latinoamericana, la mayor predisposición femenina a migrar ha sido históricamente uno de los rasgos sobresalientes de los desplazamientos al interior de sus países.  Sin embargo, esta  preeminencia femenina ha declinado de manera tal que varios países muestran un predominio masculino entre los migrantes recientes; tales son los casos de Chile, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Argentina, Panamá, que muestran indicadores superiores a 100 de sus índice de masculinidad de los migrantes totales.  La selectividad masculina es aún más notable porque entre los no migrantes de esos países predominan las mujeres; en Venezuela, Brasil, México y Guatemala no hay predominio masculino entre los migrantes, pero su índice de masculinidad de los migrantes es superior al de los no migrantes. En suma, hay un cambio importante —y hasta ahora no documentado— en la selectividad según sexo de la migración, afirman algunos autores (Rodríguez, 2004). Estas situaciones pudieran explicarse porque las corrientes migratorias internas que hoy prevalecen son urbanas-urbanas, a diferencia de las de antaño, donde predominaban las corrientes rurales-urbanas, las cuales tenían un predominio femenino más fuerte. En la actualidad también ha cambiado la participación de la población femenina en la migración internacional y, de igual forma, hay migrantes internacionales que compiten en el mercado de trabajo tradicional que antes absorbía exclusivamente a la migración rural-urbana predominantemente femenina.

Esta tendencia a la declinación del predominio femenino en la migración interna es sistemática para las edades jóvenes, pero pierde regularidad en las edades de 60 y más años, pues en ellas hay un predominio femenino evidente, con excepción tan solo de Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. En varios países los migrantes presentan en las edades de 60 y más años un índice de masculinidad menor de 100, pero más alto que los no migrantes, como es el caso en Bolivia, Brasil, Ecuador, Honduras y Paraguay.  Estas situaciones pudieran deberse a una selectividad por sexo favorable a los hombres varias décadas atrás (ver cuadro 7).


En el caso de Cuba, los índices de masculinidad de migrantes y no migrantes revelan el predominio de la población femenina entre los migrantes recientes totales y los que tienen 60 y más años. Una comparación similar a la mostrada por la relación varones por cada 100 mujeres de los migrantes y no migrantes entre DAM, en el censo de 1981, permite confirmar la tendencia al aumento del mayor predominio de la población femenina en la migración, pues su índice de masculinidad de los migrantes recientes totales en aquel momento era de 98,7 por cada 100 mujeres, y para la población migrante que contaba con 60 años y más era prácticamente similar, del orden de 98,9 (Comité Estatal de Estadísticas, 1984).  Valores del índice de masculinidad de los migrantes totales entre DAM de 94,5 varones por cada 100 mujeres,  y  de 89,9 para la población con 60 y más años, se detectaron en el censo de 1970,  cuando incluso el país disponía de un número más de dos veces menor de DAM (Comité Estatal de Estadísticas, 1978).

4.4. La migración de la población de 60 años de edad y más según grupos quinquenales de edad y sexo. La “propensión” a migrar

La migración reciente puede ser registrada atendiendo a los grupos  quinquenales de edad y sexos de los migrantes, por lo que es posible evaluar cierta propensión migratoria en el ciclo de vida. Así se emiten generalizaciones que plantean que la migración sigue una trayectoria de U invertida con la edad y que en algunos casos presenta una segunda elevación en grupos avanzados de edad, que se presentan luego de la jubilación, principalmente en países desarrollados.

La predisposición mayor a migrar, propia de los individuos más jóvenes, recomienda que se deba llevar a cabo la estandarización por edad de las tasas brutas de migración, a fin de elevar el rigor para realizar comparaciones entre países, cuando las estructuras etarias sean muy diferentes. Pero el cálculo de las tasas de migración precisa de la información de la población inicial antes del intervalo de migración que se considere. Este dato no siempre está disponible, si no se tiene el monto de los inmigrantes y los emigrantes según grupos de edades.                                                  
Con datos de la migración reciente, podría ser posible calcular una suerte de probabilidades de haber sido migrante en los últimos 5 años previos al censo, con la utilización de la información captada en el momento final de dicho período.  En este caso, se trata de razones de haber migrado (Ver cuadro 8).

Estas razones o porcentajes, así calculados, disminuyen sobremanera el efecto de las desiguales diferencias en cuanto a la estructura por edades que pueden existir, a falta de otros que pudieran ser calculados y que refieran la verdadera población expuesta al riesgo de haber migrado en esos últimos 5 años previos al censo de cada país. Como este no fue el caso, se dedujeron estas razones o proporciones de haber migrado en el intervalo en cuestión.

Con la intención de confirmar el patrón por grupos de edades y sexos de los migrantes recientes, se dedujeron las razones calculadas en todos los grupos de edades de migrantes femeninos y masculinos y, en general, se encontró que estas aumentan paulatinamente con la edad hasta el grupo de 20 a 24 años y a partir de este comienza a declinar con la edad. No se observa tendencia alguna a una supuesta alza de la migración en las edades avanzadas por motivo de jubilación o retiro de la vida laboral.

Las proporciones encontradas son inicialmente mayores para la población anciana masculina y se hacen más elevadas que las masculinas a partir del grupo 70 a 75 años. En la mayoría de los países se aprecia una recuperación del valor de esas proporciones de migrantes femeninos y también masculinos, en las edades de 70 a 84 años, con respecto al porcentaje del grupo anterior. Ello pudiera interpretarse como migración de ancianas y ancianos en las edades avanzadas, cuando sobreviene quizás el fallecimiento del conyugue masculino o femenino, aunque en menor medida, y la migración pudiera suceder para buscar la reunión con hijos u otros parientes en otras DAM. De todas formas, no puede olvidarse el hecho que estos valores podrían estar influidos por el sesgo del olvido en la declaración de edades de las personas muy ancianas y a la presencia de números muy pequeños de migrantes en las edades muy avanzadas que tienden a distorsionar los resultados encontrados; es por ello incluso que los cálculos de los porcentajes no se continuaron a mayores edades aún.

Las mujeres ancianas cubanas muestran proporciones o razones de haber migrado superiores a sus congéneres del sexo opuesto a partir del grupo de edades 70 a 74 años.  Las proporciones de ancianos y ancianas de Cuba aumentan lenta y continuadamente a medida que aumenta la edad.

5. Conclusiones

De manera resumida y atendiendo a los acápites que se abordaron, se concluye que:

  • Cuba muestra los valores más bajos de la tasa global de fecundidad, mientras que su nivel de mortalidad expresado en la esperanza de vida al nacer es el más alto, junto con Chile y Costa Rica. 
  • Llama la atención que las proporciones más elevadas de migrantes de “toda la vida” también se observen en aquellos países que registran un mayor nivel relativo de desarrollo económico y social, a diferencia de los casos de Guatemala y Nicaragua. 
  • Cuba se encuentra entre los países de más baja movilidad entre DAM expresada a través de la migración de “toda la vida” y la migración reciente.
  • Cuba, Argentina y, en menor medida, Chile muestran los más altos porcentajes de población migrante reciente senescente. En Cuba, Chile, Argentina y Panamá el índice de envejecimiento alcanza los más elevados valores, debido al peso que asume la estructura más envejecida de sus migrantes de “toda la vida”.
  • En Cuba, los índices de masculinidad de migrantes y no migrantes revelan el predominio de la población femenina entre los migrantes recientes totales y los que tienen 60 y más años.
  • Los datos examinados muestran que en Cuba y el resto de la región aún no hay signos característicos de migración interna asociada al retiro, que de existir debiera a lo menos esbozarse con un repunte muy marcado de su intensidad cercano a los 60 años de edad. 
  • Las cinco figuras que ilustran los resultados de los análisis de correspondencia múltiple permitieron conocer cómo se forman grupos afines de categorías de las variables estudiadas cuando estas se analizan simultáneamente. Así se encontró similitud entre Cuba y Chile por el valor de las variables de población con 60 años y más, esperanza de vida al nacer, tasa global de fecundidad e índice de envejecimiento.
6. Referencias


Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE). (s.f.). Proyecto Migración Interna en América Latina y el Caribe, MIALC [base de datos].  Recuperado de http://www.cepal.org/celade/migracion/migracion_interna/

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Rodríguez, J. (2002). Distribución espacial de la población de América Latina y el Caribe: tendencias, interpretaciones y desafíos para las políticas públicas. Chile: CEPAL.


7. Agradecimientos

Deseamos expresar nuestros agradecimientoa a la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) por facilitarnos muchas de las informaciones que hemos utilizado.


Notas:
1 Universidad de La Habana. Centro de Estudios de Migraciones Internacionales (CEMI).
  CUBA.cristinalchl@rect.uh.cu
2 Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI). CUBA. blanca@onei.cu
3 Proyecto Migración Interna en América Latina y el Caribe, MIALC, desarrollado por CELADE desde hace algún tiempo, que ha procesado más de 20 bases de microdatos censales de los países de la región pertenecientes a las rondas de 1980, 1990 y 2000 y cuyos resultados se ofrecen en tablas de salida a través del software Redatam+SP
4 Las Divisiones Administrativas Mayores DAM se corresponden con las unidades territoriales de primer nivel de jerarquía en que se dividen los países, por ejemplo, estados, provincias. Sobre las DAME, o divisiones menores (municipios, cantones), la información es muy incompleta, razón por la que la magnitud de la migración interna que se origina entre estas  no se contabiliza siempre y mucho menos por edad.
5 Economista británico que presentara ante la Real Sociedad de Estadística de Londres en 1885 un célebre documento bajo el nombre de “Las leyes de la migración”, que se basaba en resultados derivados de las observaciones de datos del censo británico de 1881.