Revista
Población y Salud en Mesoamérica
Volumen
18, número 1 |
julio-diciembre 2020
DOI:
https://doi.org/
10.15517/psm.v18i1.40814
Condición
nutricional y momentos de consumo de alimentos de escolares en centros
educativos públicos intervenidos por el Modelo Póngale Vida® en Santo
Domingo
de Heredia, Costa Rica.
Nutritional
condition and moments of food consumption of schoolchildren in public
schools
intervened by the Póngale Vida® Model in
Santo
Domingo de Heredia, Costa Rica
Ivannia
Ureña Retana[1],
Nadia Alvarado Molina[2],
Deidamia Blanco Hernández[3],
Xinia
Fernández Rojas[4]
Resumen
El objetivo del estudio fue describir
cambios en
condición nutricional y momentos de consumo de escolares en el contexto
de la
intervención escolar-comunitaria del Modelo Póngale Vida®. Se analizan los
datos antropométricos y de prácticas alimentarias de 348 niños y niñas
escolares
matriculados en dos centros educativos públicos del cantón
de Santo Domingo de Heredia. Fueron evaluados en los tres años de
intervención
(2015-2017) y sus datos fueron recolectados al inicio y final del ciclo
lectivo. La prevalencia del exceso de peso en los escolares
fue en el 2015 de 39.1 %, para el 2016 de 40 % y para 2017 el
porcentaje
de exceso de peso disminuye hasta un 38.8 %. Los valores del puntaje de
Z para
IMC de los escolares muestran una diferencia de 0.2 en niñas y 0.1 en
niños,
entre el 2015 y 2017. Estos cambios están asociados a la disminución
del
porcentaje de estudiantes que realizan doble desayuno, es decir, que
hacen esa
comida en casa y en el centro educativo. No obstante, la reducción del
segundo
almuerzo en casa fue la única variable significativa (p=0.005).
El Modelo Póngale
Vida logró una reducción en los momentos de consumo de alimentos de los
escolares, que se manifestó en una reducción del porcentaje de exceso
de peso.
El proceso de cambio de conducta de los escolares es lento y se podría
requerir
una de intervención más larga y sostenida en el tiempo para incidir en
las
practicas alimentarias asociadas con el exceso de peso en el escenario
escolar
de forma permanente.
Palabras
clave: Obesidad
infantil, exceso de peso, escolares, momentos de comida
Abstract: The
aim of the study was to describe changes in nutritional condition and
food
consumption times in schoolchildren in the context of the
school-community
intervention of the Póngale Vida® Model. Anthropometric data and food practices were
analyzed from 348 school children enrolled in two public schools at
Santo
Domingo County ,Heredia, who were
evaluated during a three years of intervention ( 2015-2017), and the
data were
collected at the beginning and the end of the school year. The
prevalence of
excess of weight was 39.1% in 2015, 40% in 2016, and 38.4% in 2017. The
values of the Z score for BMI of school children showed a
difference of 0.2 in
girls and 0.1 in boys, between 2015 and 2017. These changes are
associated with
the decrease in the percentage of students who eat double breakfast, at
home
and at the school, with the non-repetition of lunch, in addition to
reducing
the number of schoolchildren who bring money to buy at the school
canteen.
However, having lunch at home again was the only one statistically
significant
(p =0.005).The Póngale Vida Model
achieved a reduction
in the moments of food consumption of
schoolchildren that manifested itself in a reduction in the percentage
of
excess weight. The process of behavior change in schoolchildren is
slow, and a
longer intervention may be required to sustained over time behavior
changes and
to influence the eating practices associated with excess weight on the
school
setting.
Key words: childhood obesity,
excess of weight, school children, food consumption moments
Recibido: 23 Feb, 2020 | Corregido 24 May, 2020 | Aceptado 29 May, 2020
1.
Introducción
El
problema de obesidad infantil en Costa Rica ha tenido un aumento
exponencial desde hace más de 20 años. Este incremento fue evidenciado
por las Encuestas
Nacionales de Nutrición de 1996 y 2008-2009 y confirmado recientemente
por el
Censo de Peso y Talla de Escolares de 2016, el cual indicó que un 34 %
de la
población en edad escolar entre los 6 y 12 años presentó exceso de
peso,
mientras que la delgadez significó solamente el 1.8 % (MINSA y MEP,
2017). De
esta forma, el exceso de peso se considera un problema de Salud
Pública, debido
a las repercusiones que provoca durante el curso de vida,
particularmente en el
incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles (Organización
Mundial
de la Salud [OMS/WHO], 2019).
El
entorno obesogénico favorece el aumento de
peso y la obesidad, tal y como lo describen las autoras Calvo, et al
(2019). El
desequilibrio energético en niños y niñas escolares se ha asociado a
una mayor
disponibilidad y acceso a los alimentos, así como al descenso de la
actividad
física asociada al uso de tecnología y a la reducción del espacio en
las
comunidades para ese fin (OMS, 2017).
En
Costa Rica, el ambiente alimentario de los centros educativos públicos
está caracterizado por la comida, denominada merienda, que llevan los
escolares
desde su hogar para los recreos; por la presencia tienda comercial
concesionada, que opera dentro del perímetro de la mayoría de estos
centros educativos
y que aumenta la disponibilidad de alimentos en muchos casos no
saludables, así
como por la existencia del Programa Nacional de Nutrición y
Alimentación del
Escolar y el Adolescente (PANEA) del Ministerio de Educación Pública
por medio
del cual todos los escolares reciben al menos un tiempo de comida de
forma
gratuita al día.
De
esta forma, el ambiente alimentario existente favorece que el escolar
pueda tener una mayor probabilidad de realizar entre uno y seis tiempos
de
comida durante su estancia en el centro educativo, lo que crea un
balance
energético positivo que puede aumentar la probabilidad de generar una
ganancia
de peso y conducir al sobrepeso y a la obesidad (Pehlke,
Letona, Hurley y Gittelsohn,
2016)
En
Costa Rica, desde el 2009, surge el Modelo Póngale Vida® de la Escuela
de Nutrición de la Universidad de Costa Rica para la prevención de la
obesidad
infantil. Este modelo está basado en un modelo ecológico que considera
todos
los escenarios que inciden en la alimentación y la actividad física de
los
niños y las niñas: el aula, la escuela, la familia y la comunidad
(Barrantes
Montoya, Calderón Rodríguez y Fernández Rojas, 2018). Las estrategias
asociadas
a estos escenarios se ejecutan durante el año escolar.
Durante el periodo 2015-2017 se intervinieron
dos centros educativos públicos del cantón de Santo Domingo de Heredia.
Al
considerar la
importancia del escenario educativo y su potencial de incidir en la
prevalencia
del exceso de peso de niños y niñas, el objetivo de este análisis es
describir
cambios en condición nutricional y momentos de consumo de alimentos de
escolares en el contexto de la intervención escolar-comunitaria del
Modelo
Póngale Vida® para la promoción de la alimentación saludable y la
actividad
física y para contribuir en la reducción de los riesgos que el
sobrepeso y la
obesidad generan en los escolares.
2.
Referente
teórico
El
modelo ecológico propone considerar las estructuras del ambiente que
influyen en el individuo, en este caso particular, los escenarios en
donde el
niño y la niña se desenvuelven. Según
Bronfenbrenner, las estructuras del ambiente social se dividen en
microsistema
donde se dan una serie de relaciones entre personas de un mismo
escenario, el
mesosistema hace alusión a la interconexión entre diferentes entornos,
el
exosistema es donde se dan una serie de interconexiones entre ambientes
donde
la persona no necesariamente se encuentra, pero se toman decisiones que
afectan
directamente a esta. Finalmente, el macrosistema son los sistemas con
una
determinada cultura de manera interconectados (Pérez, 2004).
Por
lo anterior, se apunta a que el entorno toma validez ecológica cuando
los procesos parten desde este complejo sistema social y del
comportamiento del
individuo con el ambiente y con otras personas. Esto permite hacer
intervenciones que consideran lo que ocurre en cada contexto y
escenario para
influir en el cambio de conductas, acciones y hasta políticas en pro de
la
transformación social.
El
Modelo Póngale Vida® es un modelo construido bajo el enfoque ecológico
que consta de un conjunto de estrategias para la promoción de la
alimentación
saludable y la actividad física, el cual incluye estrategias en los
diferentes
escenarios donde se desarrolla el niño o la niña, entre ellos el aula,
la
escuela, la familia y la comunidad. De esta forma propone la
modificación de esos
ambientes como mecanismo para la prevención de la obesidad infantil
(Barrantes
Montoya et al., 2017). Este modelo se ha desarrollado en diferentes
lugares del
país: Cantón de La Unión, Los Santos, Turrialba y, en el 2015, inició
sus
acciones en el cantón de Santo Domingo de Heredia en dos centros
educativos
públicos, uno en el distrito Tures y otro en el distrito central de
Santo
Domingo. Al momento, dicho modelo ha cubierto a más de 7000 escolares y
capacitado a más de 600 docentes.
Dentro
de las estrategias
en el aula, se encuentran los 15 minutos activos y se incluye la
educación
alimentaria y nutricional de forma transversal en el currículo a través
de
hojas de trabajo semanal desarrolladas para apoyar al docente en tal
fin, así
como el uso del planificador mensual para el escolar que incluye
mensajes
educativos y prácticos para la alimentación saludable con especial
atención al
consumo de frutas y vegetales y su estacionalidad en el país.
En
el escenario escuela,
se tiene la estrategia de recreo activo donde una vez por semana los
docentes
juegan de manera organizada con niños y niñas, además del monitoreo de
soda
escolar. La familia se vincula a través de la estrategia del compromiso
familiar firmado y por medio de sesiones de sensibilización con las
mismas.
Para
ambos centros
educativos en estudio, durante el 2015 se desarrolla la estrategia de
capacitación para el personal docente y administrativo que permite la
instalación de las otras estrategias que están a su cargo. Para el 2015
y 2016,
de forma trimestral se capacita a los y las docentes para que, de
manera
transversal en el currículo, desarrollen temas de alimentación
saludable y
actividad física. Lo anterior, mediante el uso del planificador mensual
con
mensajes para incentivar el consumo de frutas y vegetales, las hojas de
trabajo
semanal, la estrategia de 15 minutos activos en el aula, recreo activo,
entre
otras acciones.
En
el 2016, se implementa
el modelo de intervención para los docentes de los dos centros
educativos con
el objetivo de promover su cambio de conducta en su espacio laboral y
la
resolución de barreras existentes para la adopción de estilos de vida
saludables, lo cual incluyó el trabajo de un equipo interdisciplinario
compuesto por nutricionista, promotor de actividad física y psicólogo
en el
escenario laboral. Lo anterior, toma trascendental importancia por el
rol
docente que desempeñan en el aula, en cuanto a modelaje de las buenas
prácticas
de alimentación y actividad física, por lo que no solo mejoran a nivel
personal, sino que influyen en sus alumnos. Así mismo, se lleva a cabo
la
estrategia de monitoreo del menú ofrecido en el comedor escolar, como
parte de
la cual se revisaron las recetas y las porciones y se hicieron los
ajustes
correspondientes.
El
componente comunitario
consiste en la identificación y capacitación de líderes comunitarios,
quienes
en su mayoría son parte de la comunidad educativa, en múltiples áreas:
gestión
de proyectos, comunicación, alimentación saludable y liderazgo. Este
proceso,
que se propone desde el Modelo Póngale Vida, implicó el desarrollo de
la
estrategia de domingos familiares, la cual estuvo vinculada con la
Municipalidad de Santo Domingo. Los domingos familiares son espacios
lúdicos,
creativos, comunitarios y gratuitos donde se promueve la alimentación
saludable, la actividad física y la recreación en familia, al mismo
tiempo que
generan actividades educativas en un espacio comunitario organizado por
los
lideres capacitados. Durante los años de intervención, se desarrollaron
tres
domingos familiares.
Para
el 2017, se
continúan las estrategias anteriores, pero en cada centro de forma
autónoma y
focalizándose en fortalecer las estrategias comunitarias e
institucionales.
3.
Metodología
Esta
investigación tiene
un enfoque cuantitativo observacional con seguimiento de tres años. Los
datos
fueron recolectados al inicio y al final de cada ciclo lectivo durante
2015,
2016 y 2017, durante la implementación del Modelo Póngale
Vida®.
La
población de estudio estuvo constituida por niños y niñas
escolares de dos centros educativos públicos del cantón de Santo
Domingo de
Heredia, que estaban siendo intervenidos por el Modelo Póngale Vida® de
la
Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica. Estas personas
escolares
tenían edades comprendidas entre los 7 y 12 años, con un nivel
socioeconómico
medio a bajo.
Los
datos del presente estudio responden a un total de 348
niñas y niños que fueron evaluados antropométricamente durante el
periodo de
intervención de dicho modelo en cada centro educativo. Asimismo,
contaban con
los datos del cuestionario de hábitos de alimentación y actividad
física.
Fueron autorizados por sus padres, madres o personas encargadas y
asistieron al
centro educativo durante el periodo del 2015 al 2017.
Todos
los escolares asintieron a participar del estudio, se
aplicó previamente un consentimiento informado a las personas
responsables de
los menores de edad y se contó con la autorización de las
instituciones. La
recolección de datos la realizó personal del área de salud capacitado
para el fin, al inicio y al final de cada año escolar. Estos datos
incluyeron
una evaluación antropométrica y la aplicación de
un
cuestionario a cada escolar sobre
hábitos de alimentación, actividad física y uso de la tecnología. Este
constaba
de 24 preguntas cerradas, 6 de las cuales eran referentes a momentos de
consumo. El detalle en la medición de variables se describe a
continuación:
Variables
antropométricas
·
Peso y talla: El peso corporal se
determinó usando una balanza digital marca Tanita con capacidad para 150 kg
con una exactitud de 100 g, con la persona escolar descalza, con ropa
liviana y
sin objetos en las bolsas. Para medir la talla se utilizó tallímetro de
pared
marca SECA con precisión de 1 milímetro. Además, se registraron los
siguientes
datos: fecha de nacimiento, fecha en el momento de la medición, edad en
el
momento de la medición. Se calculó el índice de masa corporal (IMC)
como el
peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. El
IMC se
evaluó, según la edad y sexo de cada escolar, a partir de las gráficas
de la
OMS actualizadas por el Ministerio de Salud de Costa Rica para
determinar la
condición nutricional de cada niño. Finalmente, se calculó el puntaje Z del IMC (medida de cuántas desviaciones estándar por debajo o por
encima de la media
de la población tiene cada dato recolectado), también a partir de las
gráficas
de la OMS (2008).
Variables
sobre momentos
de consumo de alimentos
·
Desayuno en casa: describe la realización del desayuno en
la casa de habitación por parte de los niños y niñas antes de ir al
centro
educativo (CE). Además, se indica la frecuencia: siempre, casi siempre,
a
veces, nunca.
·
Desayuno en el CE: describe la realización del desayuno en
el comedor de la escuela según el reporte de los escolares. Se indica
la
frecuencia: siempre, casi siempre, a veces, nunca.
·
Merienda en el CE: describe si las niñas y niños
llevaban merienda de la casa a la escuela. Se entiende como merienda
cualquier
tipo de alimento que el escolar decide traer a la escuela. Se indica la
frecuencia: siempre, casi siempre, a veces, nunca.
·
Trae dinero para comprar en la soda: describe si los niños o niñas llevaban
dinero para comprar en la soda del CE. Se indica la frecuencia:
siempre, casi
siempre, a veces, nunca.
·
Almuerzo en el CE: describe la realización del almuerzo en
el comedor de la escuela reportado por las personas escolares. Se
indica la
frecuencia: siempre, casi siempre, a veces, nunca.
·
Almuerzo en la casa: describe la realización del almuerzo en
la casa de habitación antes o después de la jornada escolar, según el
reporte
de las personas escolares. Se indica la frecuencia: siempre, casi
siempre, a
veces, nunca.
Características
de la intervención
A
continuación, se
describe cada una de las estrategias del Modelo Póngale Vida® que se
implementaron en los años de intervención (ver anexo 1):
·
Hojas de trabajo semanal: cada hoja de trabajo semanal incluye dos mensajes
diferentes relacionados
con alimentación saludable, tiempos de comida y actividad física, cada
uno con
su respectiva explicación. Contiene, además, dos sugerencias de juego
para los
15 minutos activos, preparaciones sugeridas para la inclusión de la
fruta y el
vegetal del mes, incluye una valoración semanal para que la docente
evalúe la
actividad cada semana. Están diseñadas para primer y segundo ciclo.
·
Planificador mensual: consiste en mensajes diarios para incentivar el consumo
de frutas y
vegetales y actividad física en formato de planificador diario que fue
desarrollado por la marca Póngale Vida®.
Los centros educativos con recursos propios adquieren el
planificador
mensual para cada una de las personas menores.
·
Recreo activo: una vez a la semana en el recreo de mayor duración, los
docentes
capacitados organizan estaciones de juego, donde las niñas y los niños
puede
jugar libremente, bajo la orientación y cuidado del docente. La persona
menor
aprende nuevos juegos que puede reproducir en los otros recreos, juega
de
manera organizada, promueve la actividad física, la recreación y la
cultura de
paz.
·
Los 15 minutos activos en el aula: se desarrollan actividades con o sin materiales de apoyo
para que los
niños y las niñas puedan moverse dentro del aula de manera continua o
fraccionada durante 15 minutos. La persona docente capacitada planifica
el
momento, el tiempo y el objetivo de la actividad con los materiales de
apoyo
suministrados.
·
Monitoreo de la soda escolar: donde se verifica que se cumpla con el Decreto de Sodas
Escolares. Se le
informa al concesionario de opciones adecuadas para poder cumplir o de
sugerencias de productos o preparaciones que debía eliminar. En los
casos de
incumplimiento se informa a la Junta de Educación para que tome las
acciones
correctivas pertinentes.
Los
datos de los hábitos
de alimentación se procesaron para la totalidad de las personas
escolares a
través de frecuencias absolutas y relativas de acuerdo con el año, sexo
y
condición nutricional mediante el programa estadístico R, versión 3.5.1.
Este
estudio utilizó el
programa WHO AnthroPlus® (WHO, 2009) para
ubicar los
datos dentro de las curvas de la OMS y lograr una mayor precisión,
debido a que
el programa permite ingresar la información del peso y la talla de las
niñas o
los niños, calcular los puntajes Z y graficar el crecimiento.
Se
analizaron los datos
de puntaje Z del IMC, debido a que los valores promedio de IMC por la
naturaleza del crecimiento somático de los escolares muestra un
incremento,
mientras que evaluar el puntaje de Z sí muestra el cambio real de los
escolares
en la curva de crecimiento.
Se
evaluó la normalidad
de la variable de puntaje Z de IMC como variable dependiente con la
prueba de
Shapiro y la prueba de cuartiles. Posteriormente se aplicó la prueba de
diferencia de varianzas para determinar si existían diferencias
significativas
por sexo. Asimismo, se realizó la prueba comprobatoria de Tukey para el
análisis de varianza.
Se
realizó, además, un
análisis de regresión lineal múltiple, con el cual se buscaba
determinar cuáles
variables contribuyeron más al cambio en la condición nutricional,
donde la
variable dependiente fue el puntaje Z del IMC y se compara con los
factores
predictores, en este caso las prácticas alimentarias, para saber que
tanto
aumenta o disminuye el puntaje Z del IMC con respecto a la presencia de
estos
factores.
Para
analizar los momentos
de consumo, a partir del cuestionario de hábitos, se indicaba
categóricamente
realización de desayuno, almuerzo y merienda, cena usando siempre, casi
siempre, a veces, casi nunca y nunca, de estas se ubicaron como sí
(siempre,
casi siempre y a veces) no (casi nunca y nunca) analizándose las
frecuencias
absolutas y relativas.
Para
todas las pruebas
realizadas que se describen a continuación, se acepta un error máximo
de 5 %.
Los
principales resultados obtenidos en este estudio
muestran que las personas escolares de los dos centros educativos
públicos
intervenidos por el Modelo Póngale Vida®
para la prevención de la obesidad Infantil tuvieron un
cambio en su condición nutricional. Pasaron de un 39.1 % a un 38.8 % de
exceso
de peso, además, producto de la intervención, se cerraron las sodas
insertas en
el escenario escolar de ambos centros y se disminuyó el número de
momentos de
consumo durante la estancia de las personas menores en el centro
educativo. Se
pasó de cuatro y seis en el 2015 a tres y cinco momentos de consumo en
el 2017.
La
muestra del presente estudio quedó constituida por 348 escolares que
fueron evaluados durante los tres años de intervención del modelo 2015,
2016 y
2017. Del total de escolares, el 50.9% eran niñas y 49.1 % niños con
edades
comprendidas entre 7 y 12 años, que cursaban de primero a sexto grado
de la
escuela.
En
la Tabla 1, se muestra, para cada uno de los años de intervención, el
número de niños y niñas de la muestra por grado escolar.
Tabla
1
Distribución
absoluta y relativa de los escolares
intervenidos por el Modelo Póngale Vida®, según año, grado y sexo,
2015-2017.
n=348
Grado |
2015 |
2016 |
2017 |
||||||||||||
Número estudiantes |
Femenino |
Masculino |
Número
estudiantes |
Femenino |
Masculino |
Número estudiantes |
Femenino |
Masculino |
|||||||
n % |
n % |
n % |
n % |
n % |
n % |
||||||||||
Primero |
91 |
53 |
58.2 |
38 |
41.8 |
||||||||||
Segundo |
104 |
53 |
51.0 |
51 |
49.0 |
95 |
55 |
57.9 |
40 |
42.1 |
11 |
7 |
63.6 |
4 |
36.4 |
Tercero |
61 |
31 |
50.8 |
30 |
49.2 |
100 |
52 |
52.0 |
48 |
48.0 |
87 |
50 |
57.5 |
37 |
42.5 |
Cuarto |
92 |
40 |
43.5 |
52 |
56.5 |
66 |
32 |
48.5 |
34 |
51.5 |
96 |
50 |
52.1 |
46 |
47.9 |
Quinto |
87 |
38 |
43.7 |
49 |
56.3 |
67 |
32 |
47.8 |
35 |
52.2 |
|||||
Sexto |
87 |
38 |
43.7 |
49 |
56.3 |
||||||||||
Total |
348 |
177 |
50.9% |
171 |
49.1% |
348 |
177 |
50.9 |
171 |
49.1 |
348 |
177 |
50.9 |
171 |
49.1 |
Fuente:
Elaboración
propia, 2019.
Es
importante mencionar que primero y segundo grado no aparecen en el año
2016 y 2017 porque solo cuentan con una evaluación. Sucede de la misma
manera
para quinto y sexto grado en el 2015 y 2016. Por lo tanto, se analizan
los
datos de los niños y las niñas de los centros educativos intervenidos
que
tienen tres evaluaciones hechas durante los años de intervención.
En
la siguiente tabla se muestra, para cada uno de los años de
intervención, el número de niñas y niños según condición nutricional
dada por
el puntaje Z del IMC de los escolares intervenidos, usando Antro Plus®.
Tabla
2
Distribución
absoluta y relativa de los escolares intervenidos por el
Modelo Póngale Vida®,
según condición nutricional, año, grado y sexo, 2015-2017. (n=348)
|
2015 |
2016 |
2017 |
||||||
Condición
Nutricional |
Número |
Femenino % (n) |
Masculino % (n) |
Número |
Femenino % (n) |
Masculino % (n) |
Número |
Femenino % (n) |
Masculino % (n) |
|
estudiantes |
estudiantes |
estudiantes |
||||||
Desnutrición |
1.4 (5) |
0.8 (3) |
0.6 (2) |
1.4 (5) |
1.1 (4) |
0.3 (1) |
1.2 (4) |
0.9 (3) |
0.3 (1) |
Normal |
59.5 (207) |
32.2 (112) |
27.3 (95) |
58.6 (204) |
32.5 (113) |
26.1 (91) |
60 (209) |
33.6 (117) |
26.4 (92) |
Sobrepeso |
21.9 (76) |
10.9 (38) |
11 (38) |
21.3(74) |
9.8 (34) |
11.5 (40) |
22.2 (77) |
10.4 (36) |
11.8 (41) |
Obesidad |
17.2 (60) |
6.9 (24) |
10.3 (36) |
18.7 (65) |
7.5 (26) |
11.2 (39) |
16.6 (58) |
6.0 (21) |
10.6 (37) |
Total |
348 |
50.9 (177) |
49.1 (171) |
348 |
50.9 (177) |
49.1 (171) |
348 |
50.9 (177) |
49.1 (171) |
Fuente:
Elaboración
propia, 2019.
En
relación con la condición nutricional de los escolares incluidos en
este estudio, para el 2015 el exceso de peso fue de 39.1 %, para el
2016 de
40.0 %. No es hasta el 2017 donde el porcentaje de exceso de peso
disminuye
hasta un 38.8 %. Es importante mencionar que el sobrepeso y la
condición de
normalidad se incrementan, debido a una disminución de la obesidad.
Esto se
considera un logro importante de la intervención realizada entre el
2015 y
2017. Estos resultados son en general mayores a los datos que arroja el
Censo
de Peso -Talla de Escolares del 2016, donde indica un 34 % de exceso de
peso.
De ahí la importancia de continuar con estrategias de prevención de la
obesidad
infantil en los centros educativos de mayor prevalencia en el país, en
miras a
la reducción de este problema de salud (MINSA y MEP, 2017).
Las
intervenciones que buscan cambios en el comportamiento alimentario de
las personas requieren tiempo, para que las estrategias alcancen un
nivel de
apropiación óptimo. A esto debe sumársele la falta de recurso humano
que
monitoree y dé el seguimiento oportuno y pertinente a los procesos. Los
anteriores son factores que podrían justificar el no cambio durante el
2016 y
el salto que dio la reducción de los casos con sobrepeso y obesidad
para el
2017. En cuanto mayor sea exposición del mensaje y la incorporación de
medidas
regulatorias alrededor del ingreso y distribución de alimentos a los
centros
educativos, más positivos son los cambios (Liu, Z., et. al, 2019).
Por
otro lado, se destaca que el bajo peso es menor al dos por ciento y
que la desnutrición severa no se encuentra presente en ninguno de los
casos.
Esto es similar a lo evidenciado por el Censo de Peso - Talla 2016 que
señala
que en Costa Rica la desnutrición no es un problema de Salud Pública
(MINSA y
MEP, 2017).
A
partir del análisis de la condición nutricional en este estudio, las
diferencias según sexo no fueron significativas; sin embargo, se
muestra como
los niños tienen un mayor porcentaje de sobrepeso y obesidad que las
niñas.
Este hallazgo se mantiene en el periodo 2015-2017, mostrando que las
niñas
perdieron mayor peso que los niños durante la intervención; sin
embargo, en
ambos grupos se puede observar la tendencia a la disminución. Situación
similar
ocurre en un estudio en Chile, donde analizan la condición nutricional
de 108
niños y niñas de 4º grado de escuela. Se determinó que el 51.7 % de las
niñas
fue diagnosticada con un estado nutricional normal, mientras que un
37,5 % de
los niños con sobrepeso y un 35 % con obesidad, con diferencias
significativas
por sexo (p=0.01) (Ruiz M., et. al, 2016).
Al
contrastar los hallazgos con los valores de cambio general, según el
puntaje de Z de IMC, la distribución de los escolares dentro de la
curva se
modificó y se observó una disminución del promedio de puntaje Z entre
el año
2015 y 2017 de 0.13 en niñas y 0.07 en niños como una medición de la
diferencia
global. Si bien no se dieron cambios en la condición nutricional de las
personas escolares participantes, sí se dio un cambio en su posición en
la
curva de crecimiento, lo anterior se puede observar en la siguiente
tabla.
Tabla
3
Cambio
en el puntaje Z del IMC de las personas escolares intervenidas por
el Modelo Póngale Vida®, según condición nutricional y sexo año
2015-2017.
Condición
nutricional |
Dif |
Dif |
Dif Total |
Dif |
Dif |
Dif Total |
2015-2016* |
2016-2017* |
2015-2017* |
2015-2016* |
2016-2017* |
2015-2017* |
|
Femenino |
Femenino |
Femenino |
Masculino |
Masculino |
Masculino |
|
Desnutrición |
-0.14 |
0.04 |
-0.10 |
-0.07 |
-0.14 |
-0.22 |
Normal |
-0.03 |
-0.05 |
-0.09 |
-0.05 |
-0.09 |
-0.14 |
Sobrepeso |
-0.04 |
0.09 |
0.04 |
-0.01 |
0.06 |
0.05 |
Obesidad |
-0.19 |
0.05 |
-0.15 |
-0.19 |
-0.12 |
-0.30 |
Total |
-0.07 |
-0.05 |
-0.13 |
0.01 |
-0.08 |
-0.07 |
Fuente:
Elaboración propia, 2019.
Se
observa, además, como las diferencias totales, indican la disminución
de la categoría de obesidad que se reduce en ambos sexos, en mayor
cantidad en
las niñas.
Debido
a que la condición nutricional, se encuentra ligada a los hábitos
de alimentación, se presentan de manera particular los datos
relacionados a los
momentos de consumo reportados por las personas escolares
participantes, según
año de intervención.
Tabla
4.
Distribución
porcentual de escolares intervenidos en el Modelo Póngale
Vida® que reportaron realizar los momentos de consumo de alimentos
según año.
(n=348)
Momentos
de consumo |
2015 |
2016 |
2017 |
Desayuna en casa |
91.6% (p=0.8334) |
87.1% (p=0.8086) |
56.0% (p=0.9999) |
Desayuna en CE |
100.0% (p=--**) |
99.4% (p=--**) |
32.8% (p=0.6546) |
Lleva merienda al CE |
89.3% (p=0.2679) |
89.4% (p=0.4179) |
84.8% (p=0.1248) |
Almuerza en el comedor |
91.4% (p=0.8899) |
87.1% (p=0.3139) |
85.9% (p=0.2678) |
Almuerza en casa |
87.9% (p=0.02109)* |
77.3% (p=6456) |
76.4% (p=0.506) |
*esta
variable influye significativamente en el
puntaje Z del IMC.
**Es 0 porque no existe
una categoría de comparación.
Kruskal-
wallis chi-squared=224,
df=4, p-value=
06917 (2015).
Kruskal-
wallis chi-squared=2,3009,
df=5, p-value=
08061 (2016).
Kruskal-
wallis chi-squared=6,2934,
df=4, p-value=
01783 (2017).
Fuente:
Elaboración
propia, 2019.
Para
efectos de interpretación, en la tabla anterior, no se indica el
valor p en algunos de los casos, debido a que este valor no existe
porque
solamente hay una categoría, por lo tanto, la diferencia es cero para
estos
casos. Si hay diferencia significativa entre los que dijeron que sí y
los que
refirieron no, la p indica esta diferencia.
Se
usa la prueba de Kruskal Wallis cuando el comportamiento de los datos
es no paramétrico, lo que quiere decir si hay diferencias entre un año
y el
otro. Estos datos corresponden a la segunda medición de cada ciclo
lectivo y,
por tanto, se usa una prueba de hipótesis para mostrar estos resultados.
Al
estudiar los momentos de
consumo de alimentos durante la estancia de los escolares en los
centros
educativos se ven cambios favorables. Para el 2017, se observa una
disminución
del porcentaje de estudiantes que realizan desayuno en casa y en el
centro
educativo.
Asimismo, se observa que 15 % de las personas participantes no realiza
una repetición de almuerzo, sea en el centro educativo o en la casa
después de
la jornada escolar. Esta variable fue estadísticamente significativa
(p=0.02). Otro aspecto que podría estar
contribuyendo
en los cambios observados en la condición nutricional, es que en el
2017 los
niños y las niñas dejan de traer dinero para comprar en la soda.
Lo
anterior, es coherente con la disposición que hacen los dos centros
educativos de cerrar la soda escolar, debido a las recomendaciones de
las
colaboradoras del Modelo Póngale Vida®, al encontrar una amplia oferta
de
productos no saludables según normativas nacionales (Decreto de sodas
estudiantiles, Poder Ejecutivo, 2012). Por lo tanto, los
resultados apuntan a la necesidad de expandir los estándares que
minimizan la disponibilidad de alimentos con bajo valor nutricional en
los
comedores y sodas, con lo que se promueva la educación nutricional en
la
comunidad escolar (Rossi, Costa, Machado, Andrade y Vasconcelos,
2019).
De hecho, los cambios logrados en el tiempo de intervención se vieron
influenciados por cierre de sodas y monitoreo del comedor, en el cual
se
redujeron principalmente las preparaciones comunes con exceso en azúcar
y
grasas. Esto acompañado del trabajo de las docentes, quienes
sensibilizaron a
través de los mensajes contenidos en el planificador semanal y en las
hojas de
trabajo.
Por
medio de dichas recomendaciones se apeló a la responsabilidad de
protección
de la salud de personas menores de edad, frente al lucro de una
instancia
comercial privada dentro de un espacio público, que es la escuela.
Estrategias
similares se han llevado a cabo en otros países latinoamericanos, como
México y
Chile, para enfrentar la situación de exceso de peso de escolares.
(Jiménez-Aguilar et al, 2017). Además, es importante resaltar que los
productos
ofrecidos en la soda de los centros educativos son por lo general
altamente
energéticos, por su aporte de azúcar y grasa principalmente (Calderón
García, Marrodán Serrano, Villarino Marín
y Martínez Álvarez,
2019), aspecto que fue observado en los centros educativos por las
investigadoras.
Se
observa que llevar merienda de la casa es una práctica común entre las
personas escolares de los centros educativos públicos, la cual se
mantiene
durante los tres años. Lo anterior, es
un comportamiento de las personas encargadas de las niñas y los niños
asociado
al temor de que estos pasen hambre durante su estancia en el centro
educativo.
Este temor es solventado enviando meriendas o dinero para comprar en la
soda,
lo cual aporta energía adicional que contribuye al aumento de peso del
infante
y agrava el problema. Lo anteriormente expuesto concuerda con un
estudio hecho
en Costa Rica, donde los niños y las niñas reportan siempre llevar
merienda a
la escuela y tan solo un 17 % “nunca” lo hacía (Calvo Molina et al,
2019).
Al
analizar el número de momentos de consumo, según año, se identifica
para el 2015 que la mayoría de escolares
reportan
entre cuatro y seis momentos de consumo durante la estancia en el
centro
educativo, sin tomar en cuenta los momentos de consumo que se realizan
en casa
después de la jornada escolar. Para el 2016, hay solo un escolar que
reporta
realizar un momento de consumo durante la estancia en la escuela, la
mayoría
reportan entre tres y seis. En el caso del 2017, disminuye la cantidad
total de
momentos de consumo que reportado. La mayoría realiza entre tres y
cinco; pero
aumenta la cantidad que reportan uno y dos momentos con respecto a los
años
anteriores (Tabla 5).
Tabla
5.
Distribución
de escolares según el reporte de momentos de consumo
realizados por año, 2015-2017 (n=348)
Número
de momentos de consumo |
2015 %
(n) |
2016 %
(n) |
2017 %
(n) |
1MC |
0.0
(0) |
0.3
(1) |
1.4
(5) |
2
MC |
0.3
(1) |
0.9
(3) |
16.1
(56) |
3
MC |
4.0
(14) |
10.1
(35) |
24.1
(84) |
4
MC |
17.3
(60) |
15.8
(55) |
29.0
(101) |
5
MC |
41.4
(144) |
51.1
(178) |
29.3
(102) |
6
MC |
37.0
(129) |
21.8
(76) |
0.0 (0) |
Fuente:
Elaboración
propia, 2019
Se
determinó que existen diferencias significativas en el comportamiento
del puntaje Z del IMC, entre las personas escolares que tienen más
momentos de
consumo y las que no lo tienen. Asimismo, entre quienes reportaron
realizar el
almuerzo en casa después de la jornada escolar (2015) y quienes
reportaron
llevar merienda al centro educativo para el año 2016, según se muestra
en la
tabla 6, producto de la prueba de regresión múltiple.
Se
comparan los datos promedio del puntaje Z del IMC entre el inicio y
final de la intervención, donde se observa la diferencia entre las
personas
escolares que referían almorzar en su casa después de la jornada
escolar
(p2015: 0.005) con respecto de los que no, para el 2015. Se determinó
que no
existe diferencia significativa respecto al puntaje Z del IMC entre los
escolares que reportan un número mayor de momentos de consumo, en
ninguno de
los tres años de intervención. Estos resultados se muestran en la tabla
6.
Tabla
6.
Asociación
entre puntaje Z y momentos de consumo realizados por los
escolares
intervenidos
cada año, 2015-2017 (n=348)
|
Variables e Interacciones |
Estimado |
Error |
Valor T |
Pr(>|t|) |
|
estándar |
||||||
2015 |
Constante |
6.779904 |
0.813403 |
8.335 |
2.19e-15 *** |
El modelo utilizado presenta un R cuadrado de 0,8594 y el R
cuadrado ajustado de 0,8538 con 326 grados de libertad. |
Sí desayuna en casa |
2.601754 |
0.663182 |
3.923 |
0.000107 *** |
||
Sí lleva merienda al CE |
0.758482 |
0.411739 |
1.842 |
0.066363 . |
||
Sí almuerza en casa |
0.750901 |
0.432016 |
1.738 |
0.083131 . |
||
Sí asiste al comedor |
1.538563 |
0.513659 |
2.995 |
0.002952 ** |
||
Sí desayuna en casa; Sí lleva merienda al CE |
-0.797342 |
0.463333 |
-1.721 |
0.086221 . |
||
Sí desayuna en casa; Sí asiste al comedor |
-1.537082 |
0.523056 |
-2.939 |
0.003531 ** |
||
Sí desayuna en casa; Sí almuerza en casa |
-0.892424 |
0.484786 |
-1.841 |
0.066550 . |
||
Sí lleva merienda al CE; Sí almuerza en casa |
-0.378969 |
0.495546 |
-0.765 |
0.444974 |
||
Sí desayuna en casa; Sí lleva merienda al CE; Sí almuerza en
casa |
0.499267 |
0.552219 |
0.904 |
0.366605 |
||
2016 |
Constante |
4.579413 |
0.942388 |
4.859 |
1.88e-06 *** |
El modelo utilizado presenta un R cuadrado de 0,6716 y el R
cuadrado ajustado de 0,6566 con 306 grados de libertad. |
Sí desayuna en casa |
-1.112735 |
1111407 |
-1.001 |
0.318 |
||
Sí lleva merienda al CE |
-0.289097 |
1117216 |
-0.259 |
0.796 |
||
Sí almuerza en casa |
-0.319659 |
0.436027 |
-0.733 |
0.464 |
||
Sí asiste al comedor |
-0.366205 |
0.925488 |
-0.396 |
0.693 |
||
Sí desayuna en casa; Sí lleva merienda al CE |
0.635115 |
1314308 |
0.483 |
0.629 |
||
Sí desayuna en casa; Sí asiste al comedor |
1.173670 |
1205949 |
0.973 |
0.331 |
||
Sí lleva merienda al CE; Sí asiste al comedor |
-0.136369 |
1205420 |
-0.113 |
0.910 |
||
Sí desayuna en casa; Sí almuerza en casa |
0.013481 |
0.312670 |
0.043 |
0.966 |
||
Sí lleva merienda al CE; Sí almuerza en casa |
0.454945 |
0.326915 |
1.392 |
0.165 |
||
Sí desayuna en casa; Sí lleva merienda al CE; Sí asiste al
comedor |
-0.674643 |
1440823 |
-0.468 |
0.640 |
||
2017 |
Constante |
8.834069 |
0.947073 |
9.328 |
< 2e-16 *** |
El modelo utilizado presenta un R cuadrado de 0,9823 y el R
cuadrado ajustado de 0,9807 con 166 grados de libertad. |
Sí desayuna en casa |
-0.189255 |
0.866074 |
-0.219 |
0.827237 |
||
Sí desayuna en la escuela |
-0.048583 |
0.078539 |
-0.619 |
0.536865 |
||
Sí lleva merienda al CE |
0.358829 |
0.861036 |
0.417 |
0.677298 |
||
Sí almuerza en casa |
0.164718 |
0.435324 |
0.378 |
0.705535 |
||
Sí asiste al comedor |
-0.096854 |
0.615193 |
-0.157 |
0.875053 |
||
Sí desayuna en casa; Sí lleva merienda al CE |
-0.178355 |
1.029467 |
-0.173 |
0.862624 |
||
Sí desayuna en casa; Sí asiste al comedor |
0.251443 |
0.806368 |
0.312 |
0.755488 |
||
Sí lleva merienda al CE; Sí asiste al comedor |
-0.354894 |
0.802432 |
-0.442 |
0.658751 |
||
Sí desayuna en casa; Sí almuerza en casa |
-0.317265 |
0.486066 |
-0.653 |
0.514658 |
Fuente:
Elaboración
propia, 2019.
En
el 2015, los factores asociados significativamente con el puntaje Z
fueron los siguientes: desayuno en casa, asistencia al comedor, el
realizar el
desayuno en casa y la asistencia al comedor, (p= 0859). Según Shamah Levy, Morales Ruán y Ambrocio
Hernández (2010), las niñas y los niños que desayunan en su casa, que
posteriormente comen el desayuno escolar y compran alimentos durante el
recreo
están expuestos a una gran cantidad de productos densamente
energéticos, tanto
por el desayuno escolar como por el tipo de productos que se venden en
la soda
de la escuela. En el 2016 y 2017, no se identificó ningún factor
asociado de
forma significativa con el puntaje Z.
Otro
aspecto relevante es realizar meriendas y traer dinero para comprar
en el centro educativo. Esta conducta está asociada con el exceso de
peso, por
la selección de alimentos altamente energéticos. (Ramírez-Izcoa et. al,
2017).
A pesar de que en este estudio no hay una asociación con el exceso de
peso, la
multiplicidad de momentos de consumo unido a la calidad de los
alimentos que se
incluyen es un factor que se debe controlar para prevenir la obesidad
infantil.
Es
importante mencionar que durante la intervención se promovió el
desayuno en casa, no así en el centro educativo, para que no se
duplique este
tiempo de comida, tal como se hacía al inicio de la intervención en uno
de los
centros educativos del estudio. El énfasis en la necesidad que tienen
los niños
y las niñas de realizar el desayuno en casa está respaldado por un
estudio
realizado en México, que asocia significativamente el omitir el
desayuno en
casa con el IMC, por lo tanto, se recomienda promover el consumo del
desayuno
para prevenir futuros riesgos de obesidad (Quintero-Gutiérrez et. al,
2014).
Las
intervenciones que propician un cambio en la dinámica del ambiente
escolar favorecen los cambios en la condición nutricional de las
personas
escolares, pero se requiere de un esfuerzo más intensivo y permanente
para
modificar las conductas individuales (Théodore et. al, 2018). Es
importante que
las estrategias en prevención de obesidad infantil sean atractivas, tal
como
las proponen el Modelo Póngale Vida, adaptadas a las necesidades de
cada centro
educativo, y otros estudios. Los programas deben ser atractivos para
las partes
interesadas, seleccionar objetivos concretos y medibles, así como
apoyar a
docentes, estudiantes y padres o madres de familia durante el proceso
de
implementación (Théodore
et. al, 2018).
Algunas de las debilidades del
proceso de intervención identificadas son
no poder evaluar cambios en cantidad o calidad del consumo de
alimentos, debido
a los recursos limitados en tiempo, dinero y recurso humano y a la
complejidad
que representa evaluar consumo con los métodos recomendados;
complementar los
hallazgos con los datos de actividad física de los niños y las niñas,
lo cual
no se hizo porque el objetivo era denotar el cambio en los momentos de
consumo
y se consideró el objeto de otro análisis separado
5.
Conclusiones
La
intervención mejoró la condición nutricional de los escolares
intervenidos durante el 2015 al 2017, como producto de mejoras en el
entorno
alimentario escolar y la promoción de conductas alimentarias
saludables, sobre
todo las dirigidas al control del número de tiempos de comida que se
realizan
durante la estancia en el centro educativo.
La
multiplicidad de momentos de consumo de alimentos durante la estancia
del escolar en el centro educativo debe ser considerada como un factor
predisponente de la ganancia excesiva de peso en las personas
estudiantes,
principalmente en quienes asisten a escuelas públicas.
Es
indispensable remarcar que el sistema educativo público de Costa Rica,
al existir el Programa de Alimentación y Nutrición del Escolar y el
Adolescente
(PANEA) que ofrece actualmente de uno a tres tiempos de comida según la
estancia del escolar, necesita eliminar las meriendas y la soda
escolar, pues
solamente contribuyen al consumo excesivo de energía y, por ende, a la
ganancia
indeseable de peso en niñas y niños.
La
exposición a múltiples tiempos de consumo de alimentos en el escenario
escolar evidencia la necesidad de monitorear de manera continua el
estado
nutricional y la educación alimentaria en el aula, el centro educativo
y la
familia, dando énfasis a la importancia del desayuno en casa y a la no
duplicación
de momentos de consumo.
El
proceso de cambio de conducta de los escolares es lento y podría
requerir de periodos mayores de intervención, por lo que se considera
que los
cambios evidenciados en este estudio muestran la necesidad de continuar
el proceso
de promoción de alimentación saludable y actividad física en el
escenario
educativo. Este es un cambio coyuntural pues a la fecha el PANEA del
Ministerio
de Educación Pública no ofrece educación alimentaria de manera paralela
a la
oferta de la alimentación escolar. Los datos de este estudio demuestran
la
necesidad de incluir la educación alimentaria y nutricional en el
currículum
escolar, además, de la vinculación de las familias y la comunidad.
Adicionalmente,
la educación fuera del aula debe ser reforzada como una
responsabilidad de la familia en la que coadyuvan la escuela y los
docentes,
mediante la eliminación de ventas internas de alimentos (adicionales al
comedor
estudiantil o a la soda o concesión), así como de la regulación de
alimentos no
saludables dentro de las actividades y festividades especiales que se
programen
durante el año escolar.
Otro
aspecto que se debe destacar es que las sodas o concesiones que
venden alimentos deben eliminarse, principalmente porque el PANEA
ofrece
alimentación de forma gratuita diariamente y no hay ninguna
justificación para
su existencia.
Considerando
que la etapa escolar es crucial para la formación de hábitos, es
indispensable,
a la luz de la epidemia de la obesidad infantil, realizar
modificaciones
permanentes en el ambiente de los centros educativos de forma que se
reduzca la
posibilidad de incrementar los momentos de consumo, que puedan
condicionar la
ganancia de peso. Asimismo, para que se constituyan en escuelas para la
promoción de la alimentación saludable.
6.
Agradecimientos
Se
le agradece a la Vicerrectoría de Acción Social por haber apoyado al
proyecto durante dos años, con el incentivo ganado del programa de
Fondos
Concursables de la Universidad de Costa Rica y su aporte económico.
7.
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8.
Anexos
Anexo
1.
Infografía
de la implementación del Modelo Póngale Vida en los dos
centros educativos públicos del cantón de Santo Domingo de Heredia,
2015-2017.
Fuente:
Elaboración propia, 2019.
[1] Universidad de Costa Rica, COSTA RICA. ivannia.urena@ucr.ac.cr , ORCID: http://orcid.org/0000-0003-1531-8233
[2]
Universidad
de Costa Rica, COSTA RICA. nadia.alvaradomolina@ucr.ac.cr,
ORCID: http://orcid.org/0000-0002-7474-0138
[3] Universidad de Costa Rica, COSTA RICA. deymi19@gmail.com , ORCID:. http://orcid.org/0000-0001-5171-5303
[4]Universidad de Costa Rica, COSTA RICA. xinia.fernandezrojas@ucr.ac.cr. ORCID: http://orcid.org/0000-0001-5279-9393