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Seguramente en más de alguna ocasión has sido cautivado por la fauna o flora inmersa en las exuberantes selvas tropicales, como en el caso de la Amazonia brasileña. Pero en alguna ocasión te has preguntado: —¿Qué es en realidad una selva? Bueno, las selvas tropicales, también conocidas como bosques tropicales o selvas húmedas, son ecosistemas únicos formados por árboles que alcanzan una altura de hasta 30 o más metros y que mantienen la mayor parte de su follaje, aunque pueden existir distintas variedades de ellas. También, se caracterizan por ser hábitats con una abundante presencia de lluvia (superior a los 2000 mm anuales) y con temperaturas que se mantienen constantes a lo largo del año (>18°C).
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Pero, ¿cuál es su importancia?
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La importancia de las selvas radica no sólo en la diversidad y rareza de los seres vivos que habitan en ellas, también en las complejas redes de interacción que se forman entre los factores bióticos y abióticos, que en la mayoría de los casos, crean condiciones únicas para el desarrollo de innumerables formas de vida. Además, la biomasa inmersa en las selvas, es fuente importante de la estabilidad climática, así como de recursos alimenticios y medicinales para el hombre. De igual manera, estos ecosistemas nos brindan una gran variedad de servicios ambientales como la generación de aire puro, producción y purificación de agua, regulación del clima y temperatura, captación de lluvia y dióxido de carbono, protección del suelo contra la erosión, etc. En síntesis, las selvas básicamente son generadoras de vida.
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Y ¿en México aún existen selvas?
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Anteriormente en México las selvas húmedas abarcaban alrededor de 220 mil km2, representando el 11% del territorio nacional. Localizadas desde la vertiente del Atlántico en el sur de San Luis Potosí, en los estados de Veracruz, Tabasco, así como en el sur de la Península de Yucatán, la Sierra Madre de Chiapas y la Sierra Madre del Sur de Oaxaca. Sin embargo, actualmente sólo se conservan 91 566 km2, equivalente a un 4.7% del territorio mexicano —así que sí, aún existen relictos de selva en el país—.
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Y ¿en qué radica la problemática?
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A pesar de los múltiples beneficios que se obtienen de las selvas tropicales, actualmente existe una elevada tasa de deforestación en éstas, lo cual, lo ha llevado a México a pertenecer al grupo de países con mayor deforestación. Se calcula que en la actualidad este país ha perdido un 50% de su vegetación de bosques y selvas, hecho que se ve reflejado en el porcentaje de bosques tropicales que aún permanecen en el país.
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Las causas
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Pese a la majestuosa armonía y belleza de los bosques tropicales, en México, el cambio de uso de suelo a causa de actividades humanas, ha propiciado la transformación inevitable de las selvas en zonas agrícolas o ganaderas. Algo que es irónico y carente de sentido, si tomamos en cuenta que, debido a la naturaleza de estas regiones, el suelo fértil para la agricultura es de apenas unos centímetros de grosor. La tasa de deforestación anual se ha estimado en 155 mil hectáreas para los bosques y selvas mexicanas. La deforestación de estas áreas se debe, entre otras razones, a procesos de aculturación en donde los usos tradicionales de los recursos silvestres que proveen las selvas a las personas, han sido sustituidos por hábitos occidentales y de modernidad, lo cual ha ocasionado una desvalorización general de los ecosistemas y en específico de la selvas húmedas.
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Es acongojante reconocer que reservas protegidas —donde extraer madera
es un delito— sean las fuentes principales de las cuales se extrae
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De manera similar el uso irracional de los recurso naturales ha tenido un gran impacto en el deterioro del ambiente, quizás la actividad más preocupante es la tala clandestina, en particular de maderas preciosas como la Caoba (Swietenia macrophylla) y el cedro (Cedrela odorata), provenientes en muchos casos de árboles milenarios de la selva tropical. Es acongojante reconocer que reservas protegidas —donde extraer madera es un delito— sean las fuentes principales de las cuales se extrae. Ejemplo de ello son: la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, la Selva Lacandona, la Reserva de la Biósfera de Calakmul, entre muchas otras alrededor del país.
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Retos y perspectivas
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Sin lugar a dudas el principal reto consiste en afrontar la desnaturalización del ser humano, debido a que se ha perdido aquella relación de apropiación y respeto de la sociedad con la naturaleza. Hecho que ha conllevado a infravalorar el medio natural, al excluir en la mayoría de casos a la naturaleza dentro del entorno urbanizado. Dadas las razones anteriores es posible argumentar la urgencia de la concientización, revalorización y gestión integral de nuestro medio natural adaptado a las condiciones de la región, pues únicamente de esta manera se podrán conservar las selvas y bosques, o en caso contrario seremos testigos de la disipación de los últimos relictos de nuestras selvas mexicanas.
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“Fomentemos el acercamiento del niño y el joven al campo, al bosque y que aprecie que no todo en la vida es la ciudad, la TV, la computadora, los videojuegos, o el teléfono celular con los que viven. Simplemente el respirar aire no contaminado, el sentir esa tranquilidad del bosque, ver la grandiosidad de los árboles y el bosque en general, será positivo e inolvidable.” G. Guzmán
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Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Autónoma de Yucatán
Mérida, Yucatán, México
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Imágenes
Reserva de la Biosfera de Calakmul, México. Fotografía por Marcos Quiroz.
Ave perchada en bosque. Fotografía de autor.
Chicleros en árbol. Fotografía por Marcos Quiroz.
Orquídea en tronco. Fotografía de autor.