P

Al pensar en paisajes subacuáticos, el ambiente marino es quizás el más familiar para la mayoría de nosotros por su vistosidad, riqueza y popularidad. La fauna acuática marina tiene íconos representativos como grandes ballenas, longevas tortugas, hermosos peces de arrecife y voraces tiburones, entre otros. Sin embargo, pocos logran hacerse una idea del paisaje subacuático que albergan los ríos, donde tal vez el flujo de agua genera una imagen difusa de lo que habita y ocurre bajo el agua. Los que hemos tenido la oportunidad de sumergirnos en un río o planicie inundada con aguas cristalinas, guardamos el recuerdo de un paraíso que nada tiene que envidiar al ambiente marino. Personalmente, los recuerdos me llevan a ríos de la Orinoquia venezolana, donde gracias a Ivan Mikolji vi por primera vez cardúmenes de pirañas y otros peces, para luego construir mi lista de ríos favoritos, que está encabezada por los morichales.

P

P

Los morichales del Orinoco, llamados cananguchales en Amazonas, son ecosistemas presentes en estas dos grandes cuencas suramericanas gracias a su historia geológica compartida. Estos palmares inundables, conformados por especies del género Mauritia, constituyen corredores de vegetación que bordean los ríos de planicie, alzándose hasta 40 metros de altura como oasis llaneros en medio de un paisaje dominado por pastizales. La palma depende de la presencia y flujo del agua, está asociada a suelos impermeables que favorecen alto nivel freático, con abundante materia orgánica como los histosoles tropicales ubicados al este de la cordillera de los Andes1.

P

P

El ecosistema acuático de estos dos tipos de palmares presenta marcadas diferencias; el agua del cananguchal es rojiza, con poca transparencia y fondo arcilloso, mientras que en el morichal el fondo es arenoso y firme, el agua posee elevada transparencia y permite en muchos casos penetración de la luz en toda la columna. El agua de estos palmares inundables es muy pobre en nutrientes, presenta valores de pH entre ácidos y neutros, baja conductividad y escaso material suspendido2. Dicha pobreza de nutrientes en el agua es subsidiada por el aporte de materiales alóctonos como hojas, frutos, insectos, entre otros.

P

En estas aguas “pobres” se ha documentado la presencia de 394 especies de peces que, siguiendo el patrón de la ictiofauna neotropical, muestran predominio del orden Characiformes (peces caracinos, pirañas), seguido por Siluriformes (peces gato, siluros o bagres) y Cichliformes (peces cíclidos)3. El número de especies de estos dos últimos grupos, varía según los microhábitats dentro del morichal, ya que los bagres presentan mayor riqueza en los ambientes con vegetación sumergida, mientras que los cíclidos muestran más variedad en bancos de arena de la parte media del canal4.

P

Pocos logran hacerse una idea del paisaje subacuático que albergan los ríos, donde tal vez el flujo de agua genera una imagen difusa de lo que habita y ocurre bajo el agua. Los que hemos tenido la oportunidad de sumergirnos en un río o planicie inundada con aguas cristalinas, guardamos el recuerdo de un paraíso que nada tiene que envidiar al ambiente marino

P

Los gremios tróficos predominantes en estas comunidades son el insectívoro (con los insectos terrestres como presa principal) y el piscívoro. El paraíso subacuático del morichal se enmarca en aguas cristalinas, fondo de fina arena, peces con colores vistosos, tamaños variados, formas curiosas y el reflejo de las palmas de las riberas. Pero detrás de ese paraíso hay un ecosistema frágil y amenazado por múltiples perturbaciones como incendios, derrames de petróleo, tala, ganadería, entre otras, que no solo afectan al palmar, sino al ecosistema acuático asociado junto a las poblaciones humanas que disfrutan de los múltiples servicios ecosistémicos que el morichal (o cananguchal) les presta.

P

Juana Andrade-López

Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Tunja, Boyacá, Colombia

P

Imágenes

Morichal en Colombia. Fotografía de Juan Pablo Bueno / Shutterstock

Cardumen de peces bajo el agua de un morichal, se ve el fondo arenoso y los tallos de Mauritia sumergidos. Crédito: © Ivan Mikolji www.mikolji.com

Pez Apistogramma hongsloi en su hábitat natural, un morichal de la cuenca del río Caura (Venezuela). Crédito: © Ivan Mikolji www.mikolji.com

P

Referencias

1González, V. (2016). Los palmares de pantano de Mauritia flexuosa en Suramérica: una revisión. En C. A. Lasso, G. Colonnello, & M. Moraes R. (Eds.), XIV. Morichales, cananguchales y otros palmares inundables de Suramérica. Parte II: Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina (pp. 45-83). Bogotá, Colombia: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

2Mesa, L., & Lasso, C. A. (2013). Aproximación geoquímica al subsistema acuático de los morichales y cananguchales de la Orinoquia y Amazonia. En C. A. Lasso, A. Rial, & V. González-B. (Eds.), VII. Morichales y cananguchales de la Orinoquia y Amazonia: Colombia-Venezuela. Parte I (pp. 85-96). Bogotá, Colombia: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

3Machado-Allison, A., et al. (2013). Peces de los morichales y cananguchales de la Orinoquia y Amazonia Colombo-Venezolana: una aproximación a su conocimiento, uso y conservación. En C. A. Lasso, A. Rial, & V. González-B. (Eds.), VII. Morichales y cananguchales de la Orinoquia y Amazonia: Colombia-Venezuela. Parte I (pp. 289-334). Bogotá, Colombia: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

4Montaña, C., et al. (2008). Comparison of fish assemblages in two littoral habitats in a Neotropical morichal stream in Venezuela. Neotropical Ichthyology, 6(4), 577-582.