S208
Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075 Vol. 69(Suppl. 2): S208-S218, October 2021 (Published Oct. 30, 2021)
Bosques de coral negro del Área de Conservación Guanacaste,
Costa Rica: especies y distribución
Wendolyn Matamoros-Calderón
1,2
; https://orcid/org/0000-0002-2715-1875
Minor Lara
3
; https://orcid/org/0000-0002-1571-2700
Odalisca Breedy
1,2,4,5
; https://orcid/org/0000-0001-5686-4164
1. Centro de Investigación en Estructuras Microscópicas (CIEMIC), Universidad de Costa Rica, 11501-2060, San José,
Costa Rica; wemaca92@gmail.com
2. Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR), Universidad de Costa Rica, 11501-2060, San
José, Costa Rica; odaliscab@gmail.com
3. Diving Center Cuajiniquil, La Cruz, Guanacaste, Costa Rica; minorlara@hotmail.com
4. Museo de Zoología, Centro de Investigación en Biodiversidad y Ecología Tropical (CIBET), Universidad de Costa
Rica, 11501-2060, San José, Costa Rica.
5. Smithsonian Tropical Research Institute, Ciudad de Panamá, República de Panamá.
Recibido 30-I-2021. Corregido 07-V-2021. Aceptado 02-VI-2021.
ABSTRACT
Black coral forests in the Guanacaste Conservation Area, Costa Rica: species and distribution
Introduction: Little is known about the antipatharians in Costa Rica, only three species are known from the
Pacific and the occurrence of coral forests was previously reported only for Isla del Coco. Black coral forests
were observed at several sites in the north Pacific of the country, within the Guanacaste Conservation Area
(ACG), which are reported and characterized in this study.
Objective: To determine the species of black corals present in the ACG Marine Sector and its surroundings, and
geographically locate the sites where black coral forests grow.
Methods: Visual censuses were made by diving, samples were taken and analyzed in the laboratory for
identification.
Results: These black coral forests are composed of two species: Myriopathes panamensis and Antipathes
galapagensis, these species are described and illustrated. The coral forests were found within and outside ACG
marine protected areas. Myriopathes panamensis was found between 15-35 m depth and A. galapagensis at
30-45 m. Associated macrofauna was observed among the branches of M. panamensis, their ecological impor-
tance and status have not been determined.
Conclusions: The species found did not have morphological variations with those described in other similar
regions. Associated fauna was found (mainly the anemone Nemanthus californicus, the bivalve Pteria sterna
and the longnose hawkfish Oxycirrhithes typus) and needs to be studied to determine its role on black corals.
The importance of the ACG as a marine biodiversity conservation site is emphasized.
Key words: Antipatharia; associated fauna; biodiversity; pinnules; taxonomy.
Matamoros-Calderón, W., Lara, M., & Breedy, O. (2021). Bosques
de coral negro del Área de Conservación Guanacaste:
especies y distribución. Revista de Biología Tropical,
69(Suppl. 2), S208-S218. https://doi.org/10.15517/rbt.
v69iS2.48317
https://doi.org/10.15517/rbt.v69iS2.48317
S209
Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075, Vol. 69(Suppl. 2): S208-S218, October 2021 (Published Oct. 30, 2021)
Los corales negros son organismos sésiles
coloniales que pertenecen al orden Antipatharia
Milne-Edwards & Haime, 1857 (Anthozoa:
Hexacorallia) y se caracterizan por tener póli-
pos pequeños que producen colonias con un eje
central proteínico, no calcáreo (Bo, Montgo-
mery, Opresko, Wagner, & Bavestrello, 2019;
Opresko, 1976). Son importantes componentes
de la estructura tridimensional de los fondos
marinos, ya que proveen refugio y hábitat para
alimentación, cuido y crecimiento de muchas
especies de peces e invertebrados (Etnoyer &
Morgan, 2005; Prouty, Roark, Buster, & Ross,
2011). La gran cantidad de fauna asociada,
que incluye esponjas, anémonas, moluscos y
otros grupos, los convierte en reguladores de
las comunidades bénticas y el funcionamien-
to del ecosistema (Bo et al., 2012; Excoffon,
Acuña, & Cortés, 2009; Prouty et al., 2011).
Debido a que los corales negros son organis-
mos muy longevos (con reportes de hasta 4265
años) (Love, Yoklavich, Black, & Andrews,
2007; Roark, Guilderson, Dunbar, Fallon, &
Mucciarone, 2009) y a que tienen una tasa de
crecimiento radial muy lenta, son considerados
bioindicadores siendo importantes en temas de
conservación y cambio climático (Raimundo
et al., 2013). Estos organismos se encuentran
distribuidos en todo el mundo y la mayoría de
las especies se encuentran en zonas mayores
a los 50 m de profundidad (Bo et al., 2012;
Bruckner, De Angelis, & Montgomery, 2008;
Brugler, Opresko, & France, 2013; Wagner,
Luck, & Toonen, 2012). Sin embargo, el grupo
se ha visto amenazado por diferentes accio-
nes destructivas como la pesca de arrastre y
la extracción con fines comerciales para usos
en joyería (Bo et al., 2019; Gori et al., 2019;
Grigg, 2001). Debido a esto, fueron enlistados
en el Apéndice II de la Convención sobre el
Comercio Internacional de Especies Amenaza-
das de Flora y Fauna Silvestres (CITES).
A pesar de su importancia tanto económica
como ambiental, los corales negros han sido
poco estudiados a nivel mundial y las costas de
América Latina no son la excepción (Bo et al.,
2012). En el Pacífico de Costa Rica se ha regis-
trado Myriopathes panamensis (Verrill, 1869),
Antipathes galapagensis Deichmann, 1941 y
Lillipathes ritamariae Opresko & Breedy, 2010
(Brugler et al., 2013; Cortés, 2019; Opresko
& Breedy, 2010; Reimer & Fujii, 2010). En
México, Panamá, Ecuador y Colombia se han
reportado dos especies de corales negros que
forman bosques; en Costa Rica, solamente
se ha reportado la presencia de bosques en el
Parque Nacional Isla del Coco (Brugler et al.,
2013; Cortés, 2019; Opresko & Breedy, 2010;
Reimer & Fujii, 2010).
El archipiélago de Islas Murciélago (pro-
tegido dentro del Sector Marino) y el Golfo de
Santa Elena representan importantes centros de
biodiversidad dentro del Área de Conservación
Guanacaste (ACG) (Cortés, 2017). En las Islas
Murciélago se han observado asentamientos
de corales negros formando bosques, cuya
existencia no había sido documentada pre-
viamente en la literatura científica. También
se han observado bosques de coral negro en
bajos de pesca que han sido explotados durante
muchos años, fuera del área marina protegida.
Este estudio presenta las observaciones de
las poblaciones de corales negros en aguas
someras que se han recopilado durante años de
buceo. El objetivo de este trabajo es reportar
la ubicación de bosques de coral negro dentro
del ACG y describir de forma general su fauna
asociada, generando una línea base para futuras
investigaciones.
MATERIALES Y MÉTODOS
Sitio de estudio: El Área de Conservación
Guanacaste se encuentra en la zona norte de
Costa Rica y cuenta con una extensión marina
de 43 000 ha y 150 km de costa que se ubican
en varias categorías de protección (Chacón-
Monge, Azofeifa-Solano, Alvarado, & Cortés,
2021; Cortés, 2017) (Fig. 1). Este sitio se carac-
teriza por estar influenciado por los vientos
alicios provocando una zona de afloramiento
con aguas frías, ricas en nutrientes y oxígeno;
lo cual influye en que el ACG albergue una alta
diversidad de especies (Chacón-Monge et al.,
2021; Cortés, 1996). Además, el ACG es Patri-
monio Mundial de UNESCO, lo que recalca
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Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075 Vol. 69(Suppl. 2): S208-S218, October 2021 (Published Oct. 30, 2021)
su valor en la conservación de los recursos
naturales que allí se encuentran (Cortés &
Joyce, 2020).
Metodología: Durante los últimos 20 años
se han realizado exploraciones mediante buceo
SCUBA en el ACG. Se determinaron 9 puntos
donde se encuenran bosques de coral negro, los
cuales fueron georeferenciados por medio de
GPS (Fig. 1). Durante este tiempo, se hicieron
observaciones de los bosques de coral negro
presentes en la zona. Por medio de observa-
ciones cualitativas realizadas por una misma
persona, se determinó la especie de coral negro
dominante en cada sitio, considerándose como
dominante la que abarcara la mayor área del
bosque, por un mayor número de colonias
o porque estas fueran de mayor tamaño. Se
elaboró un mapa con el programa Quantum-
GIS (QGIS Development Team, 2016) usando
el Atlas 2014 de Costa Rica (Ortiz-Malavasi,
2014) para reportar la distribución de los cora-
les negros en el ACG.
Después de identificada la especie en el
campo, se tomaron muestras de los corales
negros para analizarlas en el laboratorio. Para
el estudio microscópico, se tomaron fragmen-
tos pequeños de las pínulas y se trataron con
hipoclorito de sodio 3%, que fueron analizadas
por medio de microscopía electrónica de barri-
do (MEB Hitachi 3700, 570) para la caracteri-
zación morfológica.
Se examinaron las especies de fauna aso-
ciada por medio de fotografías de los orga-
nismos observados sobre los corales negros y
posteriormente fueron identificados al míni-
mo nivel taxonómico posible corroborando
con expertos en los grupos. El conocimiento
empírico de buzos locales, tanto de SCUBA
como de compresor, fueron importantes para el
registro de cambios observados en los corales
negros en el tiempo.
Fig. 1. Localidad de los bosques de coral negro conocidos en el Área de Conservación Guanacaste (ACG) listados en la
Tabla 1. El color del círculo indica la especie dominante, y la zona sombreada en azul oscuro indica el área marina protegida
(Sector Marino del ACG).
Fig. 1. Location of the black coral forests known in the Guanacaste Conservation Area listed in Table 1. The color of the
circles indicates the dominant species, and the dark blue shaded area the marine protected area (Marine Sector of ACG).
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RESULTADOS
Se observaron dos especies de coral negro,
M. panamensis (Myriopathidae) y A. galapa-
gensis (Antipathidae), formando estructuras
boscosas tridimensionales. Ambas se obser-
varon en sitios dentro y fuera del área marina
protegida en el Pacífico norte de Costa Rica
(Fig. 1; Tabla 1), con una mayor cantidad de
bosques dominados por M. panamensis que
por A. galapagensis. De esta última especie se
observaron bosques únicamente fuera de áreas
protegidas, a pesar de que sí está presente den-
tro del área protegida. En general, cada bosque
está constituido por una especie dominante,
donde se observan algunas colonias dispersas
de la especie que no lo es. Aparentemente las
agregaciones de las los corales negros están
relacionadas con la profundidad, encontrán-
dose M. panamensis en aguas más someras,
a partir de los 15 m de profundidad, como se
observa en El Viejón (Fig. 1; Tabla 1); mientras
que A. galapagensis se encuentra a mayor pro-
fundidad, formando bosques que llegan hasta
los 45 m, según las observaciones que se rea-
lizaron en este estudio; sin embargo, los buzos
de compresor han observado estos bosques
hasta 70 m de profundidad.
Caracterización de las especies:
Familia Antipathidae Pallas, 1766
Antipathes galapagensis Deichmann, 1941
Diagnosis (basada en Deichmann, 1941;
Opresko, 2009; Opresko, com. pers.)
Colonias arborescentes, de hasta 1 m o
más de alto, diámetro del tallo varía entre
0.8-2 cm (Fig. 2A, Fig. 2B). Ramificación
densa e irregular (Fig. 2A, Fig. 2B, Fig. 2C),
bifurcaciones al décimo orden o más (Fig. 3A).
Pinnas y pínnulas alargadas, con apariencia
sinuosa, surgiendo de todos lados de las ramas
de los órdenes inferiores en ángulos abiertos,
uniseriales en algunas partes y con espinas dis-
tribuidas longitudinalmente (Fig. 3B). Espinas
polipares cónicas, puntiagudas con papilas muy
pequeñas y agudas o con estrías poco pronun-
ciadas en la parte apical, con uno o dos lóbulos
en el ápice (Fig. 3C, Fig. 3D). Espinas polipa-
res entre 0.12-0.16 mm de altura, espinas abpo-
lipares entre 0.09–0.14 mm. Pólipos entre 1-2
mm de diámetro transversal, contorno circular,
apertura bucal cónica, rodeado por 6 tentáculos
de igual longitud, entre 6-7 pólipos por centí-
metro en las ramas. Color de los pólipos ama-
rillento o verdoso (Fig. 2A, Fig. 2B, Fig. 2C).
TABLA 1
Profundidad y estado de protección de los sitios del Área de Conservación Guanacaste con bosques de coral negro
y especie dominante en cada uno (MP: Myriopathes panamensis, AG: Antipathes galapagensis),
Pacífico norte de Costa Rica
TABLE 1
Depth and protection status of the Guanacaste Conservation Area sites with black coral forests and dominant species
in each (MP: Myriopathes panamensis, AG: Antipathes galapagensis), North Pacific of Costa Rica
Código Sitio Profundidad (m) Estado de protección Especie dominante
EZ El Zoncho 35 No protegido MP
EV Bajo El Viejón 15 No protegido MP
D Danta 30 No protegido AG
BI Bajo Islita 30 No protegido MP
BT Bajo Tigre 45 No protegido AG
BM Bajo Mogotes 34 No protegido AG
SP San Pedrillo 32 AMP MP
EJ El Jardín 25 AMP MP
BB Bajo Bosque 31 AMP MP
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Fig. 2. Colonias de Antipathes galapagensis (Antipathidae) en Bajo Islita, a 30 m de profundidad. A) Morfología de la
colonia; B) detalle de los pólipos; C) vista de la agregación de colonias.
Fig. 2. Colonies of Antipathes galapagensis (Antipathidae) in Bajo Islita at 30 m depth. A) Colony morphology; B) polyps’
detail; C) colony aggregation view.
Fig. 3. A) Colonia de Antipathes galapagensis (Antipathidae) preservada (UCR 1802); B) disposición de las espinas en el
tallo; C-D) detalle de las espinas.
Fig. 3. A) Preserved colony of Antipathes galapagensis (Antipathidae) (UCR 1802); B) arrangement of the spines on the
stem; C-D) detail of the spines.
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Esta especie se puede encontrar en el Pacífico
Tropical Oriental, desde el Golfo de California
hasta Ecuador (Bo et al., 2012; Wills-López,
2008). Su distribución batimétrica es variable,
encontrándose en arrecifes y plataformas roco-
sas localizadas a profundidades entre 15-90 m
(Bo et al., 2012).
Familia Myriopathidae Opresko, 2001
Myriopathes panamensis (Verril, 1869)
Diagnosis (basada en Bo et al., 2012;
Brook, 1889; Hickman, 2008; Verrill, 1869;
Opresko, 1976).
Colonias arborescentes, hasta 1.50 m o
más de alto, diámetro del tallo varía entre
0.8-5.9 cm (Fig. 4A, Fig. 4B). Ramificación
extendida lateralmente en un mismo plano con
un tallo basal corto (Fig. 4C). Pínnulas densas
dispuestas bilateralmente (Fig. 5A, Fig. 5B).
Pinnas y pínnulas con espinas distribuidas de
forma irregular (Fig. 5A, Fig. 5B), estas espi-
nas con la punta curvada hacia arriba o apla-
nadas hacia el exterior (Fig. 5D). Espinas de
las ramas cónicas con ápice redondeado y dis-
tribuidas irregularmente (Fig. 5C). Se pueden
encontrar de 7-9 filas longitudinales, encon-
trándose de 7-9 espinas por milímetro por fila,
entre los 0.14-0.16 mm de longitud (Fig. 5D).
Pólipos entre 0.5-0.7 mm de diámetro trans-
versal, de 10-12 por centímetro en las ramas.
Color de los pólipos blanquecinos alargados
con tentáculos cilíndricos (Fig. 4C). Colonias
café oscuro (Fig. 4A, Fig. 4B, Fig. 4C). Se ha
registrado desde México hasta Ecuador en el
Pacífico Tropical Oriental y su distribución
batimétrica reportada va desde los 9-50 m de
profundidad (Bo et al., 2012).
Fauna asociada: Por la morfología de
sus colonias, la fauna asociada se documentó
principalmente entre las ramas de las colonias
de M. panamensis. Sobre este coral negro se
observaron organismos como el bivalvo Pteria
sterna (Pteriidae), el cual es muy abundante
en algunos sitios como El Viejón (Fig. 6A,
Fig. 4. Colonias de Myriopathes panamensis (Myriopathidae) en El Viejón a 15 m de profundidad. A) Vista del bosque de
coral; B) colonias y fauna asociada; C) detalle de los pólipos en las pínulas.
Fig. 4. Colonies of Myriopathes panamensis (Myriopathidae) in El Viejón at a depth of 15 m. A) View of the coral forest;
B) colonies and associated fauna; C) detail of the polyps on the pinnules.
Fig. 5. A) Colonia de Myriopathes panamensis preservada
(UCR 1792) y pínulas terminales; B) disposición de las
espinas en el tallo; C-D) detalle de las espinas.
Fig. 5. A) Preserved colony of Myriopathes panamensis
(UCR 1792), and terminal pinnules; B) arrangement of the
spines on the stem; C-D) detail of the spines.
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Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075 Vol. 69(Suppl. 2): S208-S218, October 2021 (Published Oct. 30, 2021)
Fig. 6. Fotos submarinas de la fauna asociada a Myriopathes panamensis (Myriopathidae): A-B) el bivalvo Pteria
sterna (Pteriidae); C) la anémona Nemanthus californicus (Nemanthidae); D) el pez halcón narigón Oxycirrhites typus
(Cirrhitidae); E) el caballito de mar Hippocampus ingens (Syngnathidae); F) una ascidea de la familia Didemnidae; G) la
ascidea Botrylloides leachii (Styelidae), y la ofiura Ophiothrix spiculata (Ophiotrichidae).
Fig. 6. Underwater photos of the fauna associated with Myriopathes panamensis (Myriopathidae): A-B) the bivalve Pteria
sterna (Pteriidae); C) the anemone Nemanthus californicus (Nemanthidae); D) the longnose hawkfish Oxycirrhites typus
(Cirrhitidae); E) the Pacific seahorse Hippocampus ingens (Syngnathidae); F) an ascidean (Family Didemnidae); G) the
ascidean Botrylloides leachii (Styelidae), and the brittle star Ophiothrix spiculata (Ophiotrichidae).
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Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075, Vol. 69(Suppl. 2): S208-S218, October 2021 (Published Oct. 30, 2021)
Fig. 6B). Otros organismos como las anémo-
nas Nemanthus californicus (Nemanthidae),
se encontraron cubriendo ramas completas
de coral negro muerto (Fig. 6C); estas ramas
muertas pueden ser colonizadas por espon-
jas, cirripedios, hidrozoarios y otros organis-
mos. Algunos peces como el halcón narigón
Oxycirrhithes typus (Cirrhitidae, Fig. 6D) y
caballitos de mar Hippocampus ingens (Syng-
nathidae, Fig. 6E) también se observaron aso-
ciados al coral negro, igualmente ambos se
han encontrado en las ramas de octocorales.
Además, se observaron ascideas de la familia
Didemnidae (Fig. 6F) y otras de la especie Bot-
rylloides leachii (Styelidae, Fig. 6G), así como
los ofiúridos o estrellas quebradizas Ophiotrix
spiculata (Ophiotrichidae, Fig. 6G). Es necesa-
rio un análisis más detallado para determinar la
fauna asociada a A. galapagensis.
Según las observaciones recopiladas para
este estudio, los buzo locales indican que a
principios de la década de 1990 los bosques
de M. panamensis eran más abundantes y los
peces O. typus eran muy comunes entre sus
ramas; sin embargo, para finales de esa década
el pez fue extraído con fines decorativos para
acuarios y su abundancia disminuyó drásti-
camente. A inicios de los años 2000 hubo un
aumento en las poblaciones de las anémonas
y en pocos años ya solo se observaron los
esqueletos del coral cubiertos por las anémonas
(N. californicus) (Excoffon et al., 2009). En
el 2010 los corales negros se habían muerto
casi en su totalidad. En algunos de estos sitios,
colonias de A. galapagensis empezaron a cre-
cer sobre los tallos de los corales muertos de
M. panamensis. Un caso parecido ocurrió en
bajo El Viejón, donde se extrajo gran cantidad
del pez O. typus y en los últimos 10 años una
población importante del bivalvo P. sterna
se ha desarrollado sobre las ramas del coral,
quebrándolas en algunos casos. El bivalvo
tiene a su vez una gran cantidad de organismos
asociados como cirripedios, esponjas, entre
otros que aumentan su peso; lo cual necesita ser
estudiado ya que podría estar causando mayor
incidencia de corales quebrados.
DISCUSIÓN
Las dos especies observadas en el ACG no
tienen variaciones morfológicas respecto a las
descritas para otros lugares del PTO (Bo et al.,
2012; Hickman, 2008; Opresko, 1976; Opres-
ko, 2009). La presencia de bosques de A. gala-
pagensis fuera del área protegida y la ausencia
dentro de áreas protegidas puede deberse a la
falta de exploración a más profundidad o a
otros factores bióticos (competencia o depre-
dación) y abióticos (temperatura, sustrato o
corrientes), que deben ser analizdos en futuros
estudios. Se ha propuesto que los efectos cau-
sados por el cambio climático pueden afectar
en gran medida la composición y abundancia
de las comunidades marinas (Bo et al., 2012).
Investigaciones anteriores han mencionado que
las condiciones óptimas en donde se desarro-
llan los corales negros se dan por debajo de los
100 m (Wagner et al., 2012). Gori et al (2019)
han informado que cada vez es más común
el registro de corales negros a menor profun-
didad. En este estudio se encontró M. pana-
mensis en profundidades desde los 15 m y A.
galapagensis desde los 30 m de profundidad,
concordando con lo reportado en la literatura
(Bo et al., 2012; Bo et al., 2019).
La macrofauna observada entre las ramas
de M. panamensis no ha sido evaluada en
cuanto a su significado ecológico. La anémona
N. californicus fue encontrada cubriendo las
ramas de corales muertos, en algunos bosques
alrededor de las Islas Murciélago como el bajo
El Jardín; algunos autores han observado que
las anémonas de este género pueden llegar a
matar las colonias de coral (Excoffon et al.,
2009; Gress & Kaimuddin, 2021), probable-
mente para tener mayor disponibilidad de sus-
trato (Gress & Kaimuddin, 2021).
Algunos autores mencionan otros orga-
nismos como fauna asociada a los corales
negros dentro de los que destacan ascidias,
esponjas, cirripedios, zoántidos y algas (Bo
et al., 2012). Todos estos han sido observados
en el Pacífico norte, pero no se ha hecho un
estudio taxonómico detallado de los mismos.
Vargas (2000) describió una especie nueva de
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camarón de la familia Palaemonidae (Pericli-
menes murcielaguensis Vargas, 2000) asociada
a M. panamensis, pero desde entonces no se ha
vuelto a observar. Es posible que ésta y otras
especies de crustáceos, por su camuflaje y ser
escurridizos, no se hayan recolectado reciente-
mente y para encontrarlas sea necesario recurrir
a nuevas estrategias de muestreo.
Como se demuestra en este estudio, el
ACG alberga parches de bosques de coral
negro, que son centros de biodiversidad y que
tienen una importancia económica potencial
(ej. productos bioquímicos, turismo) que no ha
sido evaluada, por lo que se acentúa la impor-
tancia de esta región en cuanto a conservación.
Los posibles impactos de la extracción no con-
trolada de peces para acuario que se asocian a
los bosques de coral negro deben ser estudiados
a profundidad. La mortalidad de coral negro
observada también debe ser motivo de estudio,
por lo que un monitoreo de estos ambien-
tes será fundamental para entender mejor su
dinámica. Este trabajo preliminar proporciona
una línea de base para estudios ecológicos y
taxonómicos de los corales negros, y también
sugiere la importancia de un estudio dirigido a
evaluar el impacto de N. californicus, O. typus
y P. sterna sobre las comunidades de corales
negros presentes en el ACG. Además, en gene-
ral, se debe de hacer un esfuerzo para describir
la diversidad de corales negros en el país y las
interacciones con la fauna asociada.
Declaración de ética: los autores declaran
que todos están de acuerdo con esta publica-
ción y que han hecho aportes que justifican
su autoría; que no hay conflicto de interés de
ningún tipo; y que han cumplido con todos los
requisitos y procedimientos éticos y legales
pertinentes. Todas las fuentes de financiamien-
to se detallan plena y claramente en la sección
de agradecimientos. El respectivo documento
legal firmado se encuentra en los archivos de
la revista.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a Dennis Opresko por su
valiosa ayuda en la identificación de las espe-
cies de corales negros y su procesamiento. A
Beatriz Naranjo, Rita Vargas, Kaylen Gon-
zález, Leonardo Chacón y Fabian Acuña por
la identificación de organismos asociados y a
Jorge Cortés por su aporte valioso a nuestras
observaciones de campo. A Álvaro Cerdas
por su colaboración y apoyo en la elaboración
del mapa de sitios del ACG y a Yelba Vega
(BioMar-ACG) por los datos de distribución.
A Diving Center Cuajiniquil por el apoyo
en la recopilación de los datos y fotografías.
Este trabajo fue financiado parcialmente por
el proyecto B9508: Biodiversidad Marina del
Área de Conservación Guanacaste, Costa Rica:
BioMar-ACG, de la Vicerrectoría de Investiga-
ción UCR y BioMar-ACG Project financiado
por Guanacaste Dry Forest Conservation Fund
(GDFCF). Nuestro agradecimiento a los reviso-
res anónimos cuyas observaciones fueron muy
acertadas para mejorar nuestra publicación.
RESUMEN
Introducción: El conocimiento de los antipatarios en
Costa Rica es muy escaso, se ha informado de tres especies
en el Pacífico y de la existencia de bosques de coral en la
Isla del Coco. En este estudio se informa de la presencia de
bosques de coral negro y sus características encontrados en
el Área de Conservación Guanacaste (ACG) sector marino.
Objetivo: Determinar las especies de corales negros
presentes en el Sector Marino del ACG y alrededores, y
localizar geográficamente los sitios en que se desarrollan
los bosques de coral negro.
Métodos: Se hicieron censos visuales cualitativos median-
te buceo, se tomaron muestras y analizaron en el laborato-
rio para su identificación.
Resultados: Los bosques de corales negros están compues-
tos por dos especies: Myriopathes panamensis y Antipathes
galapagensis las cuales son descritas e ilustradas. Los
bosques de coral se encuentran distribuidos dentro y fuera
del Sector Marino del ACG. Myriopathes panamensis se
observó entre 15-45 m de profundidad y A. galapagen-
sis entre 30-45 m. Entre las ramas de M. panamensis se
S217
Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075, Vol. 69(Suppl. 2): S208-S218, October 2021 (Published Oct. 30, 2021)
observó macrofauna asociada cuyo estatus e importancia
ecológica no han sido estudiados.
Conclusiones: Las especies encontradas no tuvieron varia-
ciones morfológicas con las descritas en otras regiones
similares. Se sugiere la importancia de un estudio dirigido
a evaluar el rol de la fauna asociada con los corales negros,
principalmente de la anémona Nemanthus californicus,
el bivalvo Pteria sterna y el pez halcón narigón Oxyci-
rrhithes typus. Se enfatiza la importancia del Área de
Conservación Guanacaste como sitio de conservación de la
biodiversidad marina.
Palabras clave: Antipatharia; fauna asociada; biodiversi-
dad; pínulas; taxonomía.
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