Rev. Reflexiones 97 (2): 107-122, ISSN: 1021-1209 / 2018
Experiencias de resistencia juvenil frente
a la opresión hacia las sexualidades disidentes
en San Ramón de Alajuela
Experiences of youth resistance facing oppression
of dissident sexualities in San Ramón, Alajuela
Adrián Francisco Calvo Ugalde*
Adriana Patricia Muñoz Amores**
Keylor Robles Murillo***
Jorge Luis Chaves Aguilar****
Fecha de recepción: 12 febrero del 2018 - Fecha de aceptación: 3 de julio del 2018
Resumen
Este artículo aborda las prácticas de resistencia desarrolladas por algunas agrupaciones juveniles ubicadas en el cantón de San Ramón de Alajuela frente a actos de discriminación hacia las sexualidades disidentes experimentados en dos instalaciones comerciales entre los meses de abril y mayo del 2016. El proceso reflexivo ha sido construido en el marco del proyecto: Manifestaciones de la participación juvenil en el cantón de San Ramón, Alajuela: Motivaciones, alcances y desafíos, en el período 2015 - 2017, inscrito en la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica. Por lo tanto, se aborda la heteronormatividad como parte de la cultura hegemónica y algunas acciones colectivas de resistencia en el contexto local, desde las identidades de género disidentes. Además se intenta de-construir el imaginario social que se teje alrededor de la protesta social, particularmente las expresiones de resistencia vinculadas con las sexualidades disidentes y subalternizadas.
Palabras claves: Acciones colectivas, Resistencia juvenil, Sexualidades disidentes, Heteronormatividad, Participación juvenil.
Abstract
This article refers to the experiences of resistance developed by some youth groups located in the canton of San Ramón de Alajuela against acts of discrimination against dissident sexualities experienced in two commercial facilities between the months of April and May 2016. The process of systematization has been built within the framework of the research project: Manifestations of youth participation in the canton of San Ramon, Alajuela: Motivations, scope and challenges, period 2015-2017, enrolled in Vicerrectoría de Investigación at Universidad de Costa Rica. Consequently, through a case study heteronormativity is tackled as part of the hegemonic culture and some collective actions of resistance in the local context are approached addressing the dissident gender identities. Additionally, it is intended to deconstruct a social imaginary biased against the social protest, particularly the expressions of resistance linked to dissident and subordinated sexualities.
Key Words: Collective actions, Youthful resistance, Dissident sexualities, Heteronormativity, Youth participation.
* Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente, adriants@gmail.com
** Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente, adma25@gmail.com
*** Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente, robleskeylor@gmail.com
**** Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente, jorg12@gmail.com
1. Introducción
Las reflexiones que se presentan en este artículo han sido elaboradas como parte del proyecto de investigación: Manifestaciones de la participación juvenil en el cantón de San Ramón, Alajuela: Motivaciones, alcances y desafíos, inscrito a partir del año 2015 en la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica.
Como parte de los espacios de discusión desarrollados entre el equipo investigador y ante la relevancia ético-política de sistematizar las experiencias de resistencia de algunas agrupaciones juveniles involucradas en el proceso de investigación antes descrito, se tomó la decisión de elaborar una sistematización de experiencias con el objetivo de re-construir los principales alcances, limitaciones y desafíos de las expresiones de resistencia juvenil frente a manifestaciones concretas de opresión hacia las sexualidades disidentes en el cantón de San Ramón de Alajuela, durante los meses de abril a mayo del 2016.
Para efectos del presente artículo, se entiende por sistematización de experiencias:
Una propuesta política y ética, que permite aprovechar los aprendizajes de las experiencias para que la práctica y el quehacer de las organizaciones sean más coherente y eficaz en la transformación de la realidad, de acuerdo a los valores que dichas organizaciones suscriben y a los cuales se han comprometido. A diferencia de otras herramientas, la sistematización es flexible y permite descubrir los aprendizajes que se encuentran en los diferentes procesos, convirtiéndose en una reflexión colectiva sobre la práctica social (Díaz y González, ٢٠١١, p. 4).
En ese sentido, mediante este esfuerzo de indagación se busca el aprovechamiento de los aprendizajes construidos, llevando a la reflexión colectiva las principales acciones realizadas por las agrupaciones juveniles involucradas en el fenómeno estudiado.
Para el trabajo de investigación se realizaron diez entrevistas semi-estructuradas a representantes de los diversos sectores involucrados en las acciones colectivas, como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1
Distribución de las agrupaciones y personas participantes (seudónimos) en la sistematización, según sector
Sector |
Agrupación o representación |
Participantes (Seudónimos) |
Agrupaciones formales |
Asociación de Estudiantes de la Sede de Occidente |
Jonathan Angie |
Defensoría Estudiantil de la Sede de Occidente |
Luz Ian |
|
Agrupaciones informales |
Colectiva Tierra Semilla y Pan |
Any José |
Colectivo Gente Diversa |
Andrés Rocío |
|
Representantes institucionales |
Coordinación de Vida Estudiantil |
Mario |
Dirección de la Sede de Occidente |
Rosa |
Fuente: Elaboración propia, 2016.
Como se puede observar en la tabla anterior, se entrevistó a cuatro personas integrantes de agrupaciones juveniles formales, cuatro integrantes de agrupaciones juveniles informales y dos personas funcionarias de la Sede de Occidente que ocupan puestos de toma de decisiones a nivel institucional. Además, se realizó una revisión bibliográfica a nivel nacional y latinoamericano sobre las principales categorías de análisis de la sistematización.
Posteriormente, se realizó la transcripción, tabulación y codificación de las principales categorías y sub-categorías que se desprendieron de la narrativa de las personas participantes en cada una de las entrevistas cualitativas. Asimismo, se llevaron a cabo tres espacios de reflexión donde participaron las personas integrantes del equipo investigador, a partir de los cuales se realizó el análisis de los hallazgos sobre las manifestaciones concretas de la participación juvenil en el contexto local, lo que permitió asumir una postura ético-política para el acercamiento a las personas jóvenes desde la investigación cualitativa.
Durante la interpretación de los datos se implementó la técnica de análisis de discurso y la construcción colectiva de saberes por parte del equipo investigador, lo que permitió profundizar de manera teórico-analítica en las discusiones sobre las experiencias de resistencia de las juventudes frente a las expresiones concretas de opresión estudiadas. Estos momentos se identifican en la Figura 1, donde se ejemplifica su interrelación:
Figura 1
Proceso de la sistematización de experiencias
Fuente: Elaboración propia a partir de Cifuentes (2014).
En ese sentido, las líneas que se presentan a continuación forman parte de un esfuerzo de síntesis en torno a los siguientes objetivos específicos que orientaron el proceso de sistematización:
- Recuperar las acciones colectivas de resistencia de las agrupaciones juveniles frente a la opresión hacia las sexualidades disidentes en el cantón de San Ramón.
- Identificar la percepción de algunas personas involucradas en las acciones de resistencia frente a la opresión hacia las sexualidades disidentes en el cantón de San Ramón.
- Socializar los principales hallazgos del proceso de sistematización en el contexto organizacional, local e internacional.
Los dos primeros objetivos de la sistematización se desarrollan en los apartados que conforman el presente artículo. Respecto al último objetivo, durante el año 2016 se implementaron las siguientes acciones de divulgación.
En el mes de agosto se presentó una ponencia con las principales reflexiones construidas a través de la experiencia de sistematización en el IV Coloquio Internacional sobre Diversidad Cultural y Estudios Regionales. Escenarios de la heterogeneidad: memorias y culturas, organizado en la Sede de Occidente por el Centro de Investigaciones sobre Diversidad Cultural y Estudios Regionales (CIDICER) de la Universidad de Costa Rica.
Durante el mes de setiembre se llevó a cabo un conversatorio con las personas jóvenes integrantes del Colectivo Gente Diversa en las instalaciones de la Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente. Esta agrupación fue una de las protagonistas en las acciones de resistencia que se analizan en este artículo, por lo que se consideró relevante generar este espacio de interaprendizaje sobre los hallazgos identificados.
Por último, en el mes de noviembre del 2016 se compartió la sistematización en las mesas de trabajo de la II Bienal Iberoamericana sobre Infancias y Juventudes que se realizó en la Universidad de Manizales, Colombia. Estas experiencias de intercambio colectivo a nivel local e internacional permitieron integrar nuevas miradas para enriquecer las reflexiones que se desarrollan en el presente artículo.
Es preciso señalar que se le asignó pseudónimos a los relatos de las personas sujetas a investigación, con el propósito ético de garantizar la confidencialidad de la información.
2. Recuperación de la experiencia vivida
Los acontecimientos coyunturales suelen incidir en la formación de grupos sociales y políticos, o en generar espacios para la visibilización de agrupaciones que se han mantenido trabajando ocultas del escenario social. Esto es lo que ocurre con el movimiento de diversidad sexual, donde el repudio y la denuncia de actos de discriminación, abre el panorama a movilizaciones que día a día se regionalizan, mediante experiencias de resistencia que van alcanzando logros en los espacios locales.
Es así como, el 29 de abril del 2016, en el cantón de San Ramón, se da inicio a un proceso de resistencia social y política en contra de actos de opresión y discriminación hacia las sexualidades disidentes. Siendo el hecho motivador de la movilización: un acto homofóbico vivido por una pareja de estudiantes de la Sede de Occidente, Universidad de Costa Rica; quienes se encontraban en el establecimiento comercial denominado “Centro de Cultura Social”, celebrando el Día Nacional del Movimiento Estudiantil, el cual se enmarca dentro de la Semana Universitaria.
La pareja de jóvenes fue expulsada por parte de funcionarios del lugar por motivo de intolerancia a su orientación homosexual, lo que repercutió en la indignación de las y los demás estudiantes que se encontraban en la celebración, con una acción inmediata de protesta dentro y fuera del Club, generando mediante consignas una denuncia pública de la situación.
La manifestación sería solo el inicio del proceso de resistencia, puesto que el descontento colectivo impulsó la necesidad de organización de un movimiento más amplio para visibilizar y denunciar los actos de opresión tanto en el espacio local como a nivel de Costa Rica.
De esta manera, el 2 de mayo del 2016 se convoca a la primera reunión para discutir lo ocurrido y definir acciones colectivas a desarrollar. En la misma participaron: estudiantes, docentes y diversas agrupaciones de la Sede de Occidente; tomando el acuerdo de convocar el día siguiente a una asamblea abierta de estudiantes, para informar e involucrar otros sectores locales y nacionales. Entre los acuerdos de ese espacio colectivo se establece convocar a una marcha de protesta contra los actos homofóbicos; lo que implicó un importante esfuerzo de coordinación con las autoridades de la Sede Regional y el establecimiento de algunas tácticas de comunicación, para divulgar tanto los acontecimientos de discriminación ocurridos como la movilización social.
De esta forma, el 6 de mayo se realizó la Marcha en protesta contra actos homofóbicos, en la cual se cuenta con la participación de aproximadamente 12 organizaciones tanto locales como nacionales. En la Tabla 2 se muestra un balance con las agrupaciones involucradas.
Tabla 2
Agrupaciones participantes en las acciones de resistencia según el tipo de organización
Formales |
Informales |
Asociación de Estudiantes de la Sede de Occidente |
Colectivo Gente Diversa |
Defensoría Estudiantil de la Sede de Occidente |
Colectiva Tierra, Semilla y Pan |
Tribunal Estudiantil de la Sede de Occidente |
Grupo de Promotoras en Derechos Humanos y el Combate de las Distintas Formas de Violencia contra las Mujeres |
Concejo de Asociaciones de Carrera de la Sede de Occidente |
Círculo Sentipensante sobre Decolonialidad e Interculturalidad |
Asociación de Estudiantes de la Carrera de Trabajo Social |
|
Asociación de Estudiantes de la Carrera de Derecho |
|
Asociación de Estudiantes de la Carrera de Ingeniería Industrial |
|
Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica |
Fuente: Elaboración propia, 2016.
Esta acción movilizadora culmina con una reunión solicitada al alcalde de la Municipalidad de San Ramón, con el objetivo de plantearle la declaratoria del cantón como espacio libre de discriminación y respetuoso de los derechos humanos, ante lo cual mostró su anuencia y se acordó la asistencia de las agrupaciones en la siguiente sesión ordinaria del Concejo Municipal programada para el 10 de mayo, con el objetivo proponer la declaratoria. En dicha sesión fue aprobada por unanimidad, avanzando un peldaño en la defensa de los derechos humanos y empezando a ganar espacios para la libre expresión de un grupo social que es reprimido y victimizado por su orientación sexual e identidad de género.
Sin embargo, la declaratoria fue analizada solo como un proceso necesario, más no abarcativo de todas las acciones que deben desarrollarse en la sociedad para alcanzar el respeto y reivindicación de derechos de las personas sexualmente diversas. Y ello lo evidencia la realidad, puesto que a solo 5 días después de la declaratoria, el 15 de mayo, en otro establecimiento comercial del cantón, llamado “Bar Secretos Lounge”, en horas de la madrugada, se incurrió en un nuevo acto de discriminación homofóbica, con la expulsión de una pareja de jóvenes homosexuales que se encontraba bailando.
Este hecho motivó aún más a las personas jóvenes a movilizarse y organizarse, tomaron como plataforma la semana de conmemoración del Día Internacional contra la Homo, Lesbo, Bi y Transfobia (del 16 al 20 de mayo del 2016). Una de las actividades más importantes de esta semana fue la marcha realizada el día 17 de mayo, en conmemoración del Día Internacional contra la discriminación hacia las personas sexualmente diversas, donde se tuvo la participación de representantes de las diferentes agrupaciones juveniles, estudiantes y docentes.
Y para finalizar la marcha, el movimiento se manifestó al frente de la Municipalidad de San Ramón, para exigir que además de la declaratoria asuma un papel protagónico en la sanción de aquellos comercios que implementen acciones discriminatorias.
Asimismo el cierre de la actividad, permitió abrir un espacio reflexivo donde las agrupaciones juveniles y principalmente el Colectivo Gente Diversa, realizaron un balance de los principales alcances y limitaciones de las acciones colectivas implementadas para la defensa de los derechos humanos de las personas sexualmente disidentes.
Este proceso de movilización y resistencia, que tuvo una duración de 21 días aproximadamente, desafió a las agrupaciones juveniles, exigiendo su proyección social y política, superando el escenario específico de gestión grupal, para visibilizarse en la escena pública de demanda social. Generaron acciones colectivas de resistencia al colocar como reto la articulación entre agrupaciones, necesarias de estudiar.
En los siguientes párrafos se re-construyen los principales alcances, limitaciones y desafíos de las experiencias de resistencia juvenil sistematizadas.
3. Principales aciertos de las acciones colectivas
Para efectos de la presente sistematización, las acciones colectivas “constituyen un término más genérico que abarca a los movimientos sociales (históricos y coyunturales) y a las movilizaciones de sectores […] que en forma puntual plantean demandas o reivindicaciones ante el Estado, para que éste responda” (Franceschi, 2002, p. 3). En el caso del movimiento analizado, la principal demanda surge a partir de las experiencias de opresión experimentadas por la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero e intersexual (LGBTI), y esta corresponde a la necesidad de validar sus derechos humanos en la agenda política del gobierno local.
Como se evidenció en la recuperación de la experiencia de resistencia vivida, el conjunto de espacios organizativos y de denuncia liderado por las agrupaciones juveniles configuran una manifestación concreta de acciones colectivas, que visibilizaron el descontento frente a actos discriminatorios hacia las personas sexualmente disidentes a nivel cantonal. Estas acciones permitieron el trabajo articulado de diversos actores sociales y políticos, que orientaron sus esfuerzos, capacidades y recursos para la consecución de objetivos comunes. Por lo que, surgió la inquietud por parte del equipo investigador de identificar los alcances más significativos de esas acciones.
Existe consenso entre las personas entrevistadas que la declaratoria del cantón de San Ramón como espacio libre de discriminación y respetuoso de los Derechos Humanos, constituye el principal alcance de las acciones colectivas de resistencia a nivel local. Así se logra visualizar en algunos de los relatos que se muestran a continuación:
El hecho más importante y de impacto en la comunidad fue la declaratoria del cantón como libre de toda discriminación. Para mí eso fue lo mejor que pudimos haber conseguido. Una acción importantísima para el cantón, comandada por los estudiantes (Rosa, representante institucional, comunicación personal, 7, junio, 2016).
En lo general de que se haya declarado a San Ramón libre de discriminación es un gran avance, por lo menos ya la teoría está ahora toca trabajar para que se cumpla, es otro alcance como universidad tomar ese espacio (José, agrupación informal comunicación personal, 9, junio, 2016).
Es preciso señalar que las acciones de movilización realizadas por las agrupaciones juveniles permitieron que la moción presentada ante el Concejo Municipal se votara afirmativamente de manera unánime y en firme por las regidoras y los regidores. Este alcance también fue divulgado por algunos medios de comunicación tanto locales como nacionales, lo que demuestra su trascendencia, al constituirse en el décimo noveno cantón con una declaratoria de este tipo.
Además, se logra reconocer mediante esta declaratoria la importancia de propiciar espacios libres de cualquier tipo de discriminación, al señalar:
El cantón de San Ramón es un espacio libre de todo tipo de discriminación por razón de etnia, sexo, género, orientación sexual, identidad de género, religión, condición económica, clase social, posición política, condición de discapacidad, edad, lugar de origen o residencia, nivel académico, idioma o cualquier otra condición (Municipalidad de San Ramón, 2016, p. 2)
Lo anterior permite inferir la intencionalidad de las acciones de resistencia hacia el reconocimiento y respeto de la diversidad socio-cultural en el contexto local, trascendiendo los actos de discriminación por orientación sexual que dieron origen a las movilizaciones.
Al conversar con algunas de las personas involucradas en el planteamiento de la moción, se determina que esta particularidad en la declaratoria dirigida al reconocimiento de diversas formas de opresión responde a dos factores sustantivos: uno relacionado con la diversidad de repertorios de lucha de las agrupaciones vinculadas en las acciones colectivas y otro con el establecimiento de una táctica para no generar resistencia en las personas regidoras, ya que se planteó que al abordar la diversidad humana en general permite que no se focalice en las sexualidades disidentes, ya que podría generar resistencia en los partidos tradicionales representados en el Concejo Municipal.
Ante un contexto socio-político en el cual se percibe un limitado involucramiento de las y los estudiantes en las movilizaciones sociales, se logró identificar que la articulación del movimiento estudiantil es otro de los alcances de estas acciones de resistencia frente a las expresiones de opresión por orientación sexual.
Los principales alcances fueron que el movimiento estudiantil se movió. El tema es delicado y complejo, pero de los principales alcances fue la coalición de diferentes carreras y agrupaciones participando, no sólo gente de Trabajo Social. (José, agrupación informal, comunicación personal, 9, junio, 2016).)
El desarrollo de la organización y participación del movimiento estudiantil de la Sede, y así, la apertura a organizaciones, colectivas y colectivos, instituciones y personas activistas independientes, en cohesión por un fin en común (Jonathan, agrupación formal, comunicación personal, 14, junio, 2016).
Esos procesos han permitido más articulaciones de los grupos juveniles, crear capacitaciones y espacios participativos que visibilicen la temática, no solamente en la diversidad sexual, pues hay material de género, en lo sexual y reproductiva, en legislación social. (Angie, agrupación informal, comunicación personal, 20, junio, 2016).
En las citas anteriores se resalta la heterogeneidad de agrupaciones juveniles que se articularon para llevar a cabo las acciones de resistencia, tal y como lo plantea Andrés, al señalar la “participación de colectivos y colectivas, asociaciones de estudiantes y otras instancias universitarias de manera conjunta” (Andrés, agrupación informal, comunicación personal, 17, junio, 2016). Es preciso resaltar que las personas que identificaron este alcance corresponde a participantes de agrupaciones juveniles, tanto formales como informales.
De las diez entrevistas realizadas solamente una persona visualizó la participación juvenil como un logro de las experiencias de resistencia, como se muestra en el siguiente fragmento:
Está el asunto de que las personas jóvenes pusimos la noticia, el asunto sobre la mesa. Los que llevamos la batuta a la municipalidad fuimos las personas jóvenes. Que dijimos que esto se tenía que hacer de esta manera y si no, ahí vamos a seguir. (José, agrupación informal, comunicación personal, 9, junio, 2016).
Este hallazgo coincide con los resultados obtenidos por Muñoz (2011) en su estudio exploratorio sobre la participación política juvenil en el distrito central del cantón de San Ramón, al concluir que las personas integrantes de las agrupaciones juveniles investigadas tienen poca conciencia de que las acciones políticas que realizan parten de un posicionamiento como personas jóvenes.
Por lo tanto, se muestra la necesidad de seguir problematizando sobre las acciones políticas que desarrollan las personas jóvenes desde su condición etaria, con el propósito de reconocer sus propias potencialidades como colectivos juveniles.
Las personas entrevistadas coinciden en que la visibilización de las acciones de resistencia constituye uno de los logros más relevantes del proceso de movilización juvenil, entre los relatos que refuerzan este planteamiento se encuentran:
El alcance ahorita simplemente fue la visibilidad, hacerse visible, y que San Ramón sepa que hay un grupo que se está moviendo, que hay un grupo que está trabajando, que hay un grupo que está apoyando. Es visibilización más que todo. (Luz, agrupación formal, comunicación personal, 14, junio, 2016).
La iniciativa de articular espacios de divulgación desde las y los diferentes miembros de grupos, en lo nacional e incluso en lo internacional, como ocurre con el OBETI1, como instancia que aboga y procede en la defensa de la diversidad. (Any, agrupación informal, comunicación personal, 20, junio, 2016).
Como parte de las acciones de visibilización planteadas por las personas participantes se encuentra el izado de la bandera de la diversidad sexual, lo que es percibido como un importante alcance:
A nivel de Universidad es un gran alcance que se visibilice la bandera, el hecho que hubiese diálogo de la Universidad con los locales y otras instancias. (José, comunicación personal, 9, junio, 2016).
Ante ello, la directora de la Sede de Occidente resalta como una acción significativa de visibilización y reconocimiento de la diversidad mantener izada esta bandera junto a la de Costa Rica y la Universidad. Acción que ha generado críticas de algunos sectores del centro educativo, lo que refleja algunas de las concepciones estigmatizantes que se tiene sobre las sexualidades disidentes en el ámbito universitario y local.
Lo anterior se ve reflejado en los resultados de la Encuesta de Percepciones de Desigualdad (2015) realizada de manera conjunta entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Universidad de Costa Rica, al señalar que el 85% de la población encuestada reconoce que existe discriminación contra personas homosexuales.
Complementario al alcance descrito, se resalta por parte de las personas participantes en la investigación la proyección social de las acciones colectivas, ante lo cual señalaron:
Personas que no pertenecían a ningún movimiento se sintieron interpeladas por la presencia de colectivos, lo que promovió su integración a estos (Rocío, agrupación informal, comunicación personal, 11, junio, 2016).
La solidaridad con procesos de lucha en la búsqueda de otros cantones, para ser declarados libres de todas las formas de discriminación (Any, agrupación informal, comunicación personal, 20, junio, 2016).
El alcance muy importante es que se logró establecer vínculos a nivel regional a nivel cantonal, que eso es muy importante. Al establecer el vínculo universidad-cantón, universidad-gobierno local, da un plus importante para enmarcarlo en un contexto real y ya no ficticio. De visibilización de la universidad misma (Mario, representante institucional, comunicación personal, 22, junio, 2016).
Además, algunas personas reconocen que la gente realmente se identificó con el movimiento gestado por las agrupaciones juveniles frente a la opresión hacia las sexualidades disidentes. En términos de Rocío, esto se pudo evidenciar en la “movilización de poblaciones, colectivos e instancias dentro y fuera de la Universidad” (Rocío, agrupación informal, comunicación personal, 11, junio, 2016).
Por último, algunas de las personas entrevistadas señalan la regionalización de la protesta social como un importante logro. En palabras de Andrés, la “percepción del movimiento: positivo, ya que siempre se ha dado una centralización de estos en el valle central. Es un ejemplo para otras áreas rurales, ya que les da empoderamiento, que es cuestión de organizarse” (Andrés, agrupación informal, comunicación personal, 17, junio, 2016).
Tal y como se refleja en el relato, la mayoría de movilizaciones sociales vinculadas con las sexualidades disidentes que se han realizado en Costa Rica se concentran en la ciudad capital, por lo que las acciones de movilización colectiva acá analizadas adquieren relevancia al desarrollarse en un espacio local del país.
En este sentido, las acciones colectivas estudiadas son percibidas como una ruptura de la centralización de los procesos de participación política juvenil en el campo de las sexualidades disidentes.
4. Principales limitaciones de la experiencia
Si bien esta experiencia resultó ser innovadora y albergar una serie de alcances, también trajo consigo algunas limitaciones que es necesario analizar para construir aprendizajes colectivos; las cuales fueron identificadas por los diferentes actores participantes de la sistematización.
Estas pueden ser agrupadas en: protagonismo figurativo, falta de seguimiento, características de la participación de las instancias universitarias, tergiversación de los medios masivos de comunicación, mayor capacidad organizativa, criminalización de la propuesta social y juvenil, discurso adultocéntrico y falta de participación.
La primera limitación a analizar es el protagonismo figurativo, ya que al calor del momento, emergieron personas “lideres” que pretendían adjudicarse el proceso de lucha que diferentes personas y colectivos estaban dando en contra de la discriminación por orientación sexual. Incluso, algunos lo aprovecharon para figurar políticamente, tanto dentro de la universidad como fuera de la misma. Como bien lo comunica Jonathan:
Se pudo identificar la participación de ciertos o ciertas “lideres”, los y las cuales en momentos del proceso durante reuniones, entrevistas de televisión u otros medios, y asambleas abiertas, no han representado al movimiento de represión. Siendo solo parte del figurismo político (Jonathan, agrupación formal, comunicación personal, 14, junio, 2016)
Por lo tanto al abrirse espacios para exponerse como figura política, diferentes personas aprovecharon para poder traer sus intereses particulares y en cierta medida ensombrecer la lucha colectiva. Ante esto, Angie comenta lo siguiente:
También hay gente que accionaba desde otros intereses, más políticos, más partidarios, de incidencia de visibilizarse como persona y no visibilizar el trabajo colectivo, también se da eso de las micro-fragmentaciones dentro de la articulación (Angie, agrupación formal, comunicación personal, 20, junio, 2016).
En los relatos de Jonathan y Angie se manifiesta que la participación de algunas personas se asumió mediante roles de representatividad, desde una perspectiva del protagonismo individualizado en el ámbito político; sin partir del objetivo de generar espacios colectivos de articulación entre todos los actores y actoras.
Para Osorio (2004), esto se vincula con una crisis de representatividad, que se da cuando “existe esta inadecuación en tanto clases y representación […] esto propicia representaciones que, como cascarones vacío, terminan operando por la simple dinámica, pudiendo dar origen a la crisis de representación” (p.53). Según el autor y la experiencia analizada, el movimiento se vio limitado a nivel organizativo, al identificarse ciertos liderazgos que defendían agendas particulares.
En esta misma línea, otra de las limitaciones señaladas por las y los jóvenes es la falta de seguimiento a las acciones colectivas. Al respecto Rocío nos comparte que: “yo me pongo a ver ahora y es como si ya todo hubiese terminado y, obviamente, es una lucha y no se ha terminado” (Rocío, agrupación informal, comunicación personal, 11, junio, 2016).
Esto se vincula con los planteamientos de Alvarenga (2010), quien describe que las características de los movimientos sociales se expresan en sus puntos de inflexión, en donde muestran momentos de mayor efervescencia y otros de decadencia:
Ha ocurrido históricamente en las grandes explosiones sociales de Costa Rica, dirigentes y analistas han creído ver en estas, coyunturas de profundas transformaciones en el movimiento social, mediante la consolidación de una ciudadanía permanentemente activa frente al Estado. Sin embargo, una vez que el movimiento llega a su punto culminante, este se disuelve y la sociedad parece regresar a su cauce anterior (Alvarenga, 2010, p.18).
Tal y como lo menciona la autora, esta limitación se refleja en el contexto nacional, replicándose en el movimiento estudiado, en donde las movilizaciones tienen una “fecha de caducidad”, puesto que las acciones de resistencia y demandan social se mantienen activas por cierto periodo y se disuelven con facilidad, una vez alcanzado un objetivo, por la desesperanza, por acciones represivas, institucionalización, criminalización de la protesta social, entre otros.
Esta falta de solidez y consecuencia del movimiento, no solo afectó a la lucha misma, sino, posiblemente la articulación con otras instancias municipales y universitarias:
La falta de suficiente claridad con el compromiso que diese pie para generar una comisión inclusiva cantonal, no solo universitaria, que diera seguimiento a la declaratoria que se gestionó en aras de esta organización (Any, agrupación informal, comunicación personal, 20, junio, 2016).
Se percibe que esto limitó la capacidad de organización, lo que se complementa con el canal de comunicación utilizado, en este caso “WhatsApp”, para las convocatorias a asambleas y marchas, e incluso la toma de decisiones se dio por este medio. Está virtualización de los espacios de intercambio personal, en alguna medida podría haber dificultado los procesos de articulación, tanto a lo interno del espacio universitario como fuera del mismo.
Para una marcha no basta citarse todos por WhatsApp, hace falta una reunión previa, hablarse puntos, ver que se va hacer, suponer riesgos, y a partir de esos supuestos riesgos accionar estrategias y luego aplicarlas el día de la marcha. Pero no verse todos en un lugar y no reunirse previamente, yo creo que le puede dar cabida a que algo salga mal. Ya sea con la policía, con la ley, o con algún habitante, o no sé, cualquier “cosilla” ahí. Es mejor organizarse primero para ir de una manera más administrativa (Luz, agrupación formal, comunicación personal, 14, junio, 2016).
Luz, trae a colación entre sus palabras uno de los factores centrales de la resistencia estudiantil, ya que entre las personas que se involucraron se discutía el marco de acción de la protesta. Había personas queriendo mantener en todo momento orden y un discurso de paz, mientras que otras proponían que se actuara de una manera irreverente, subversiva y festiva. Visibilizando posturas frente a las características que debe contener la organización de movimientos.
Esto se pudo observar mediante la reconstrucción de la experiencia por parte del equipo investigador, en donde las acciones colectivas tuvieron distintas representaciones, por ejemplo, en la primera protesta se mantuvo bajo un orden aparente y fue la más concurrida; en la segunda marcha disminuye la cantidad de participantes; sin embargo, se identificaron mayor número de consignas, actividades artísticas y signos externos (banderas, disfraces, mantas, entre otros). Lo importante de sobresaltar acá es que esta última manifestación fue más allá del discurso pacifista, reflejando una amplia identificación con la lucha.
Es decir, ambas acciones albergaron diferencias en términos de organización e incidencia social, de lo cual se puede extraer que deben buscar un punto medio dentro de los polos resaltados. En las acciones colectivas debería existir un nivel básico de organización que permita espacios de discusión y reflexión para tomar acuerdos, sin dejar de lado que lo importante de una movilización es su componente de denuncia, siendo exitosa en el tanto genere protesta y sensibilización a las poblaciones participantes.
Otra de las limitaciones expresadas por las personas jóvenes, es la dependencia adultocéntrica2, lo cual fue reconocido por una de las personas entrevistadas de la siguiente manera:
Cuesta mucho que la persona joven pueda proyectarse más allá, incluso dentro de las mismas personas jóvenes nos cuesta mucho asimilar que podemos construir conocimiento y que podemos producir incidencia social y política, nos cuesta mucho interiorizarlo. Como se ha dicho que esta es la época en la que uno tiene más desmadre en la mente y que uno apenas está construyendo su identidad, entonces no nos la creemos. Esa es una debilidad, esa falta de fortalecimiento y esas habilidades y capacidades sociales, afectivas en las personas jóvenes y que ellas y ellos sean capaces de reproducir y de producir sin la necesidad de la vigilancia de una persona adulta (Angie, agrupación formal, comunicación personal, 20, junio, 2016).
Esto podría generar que las personas jóvenes no confíen en sus propias iniciativas y acciones, sino que tienden establecer relaciones de poder vertical y sutil entre ellas, como se muestra en el siguiente fragmento:
Y una crítica a lo interno del colectivo es dejar de creer en las autoridades y creer más en nosotros, ya que necesitamos de la voz de la directora para sentirnos protegidos o algo así. Ahí se vuelve al círculo de poder, es que esta figura tiene este poder y nos vamos a sentir apadrinados y escuchados. Y nosotros tratamos de derribar eso y a la misma vez lo construimos (José, agrupación informal, comunicación personal, 9, junio, 2016).
Como se puede apreciar, cuando se habla de adultocentrismo no es una matriz que sólo se refleja en las formas de pensar y actuar de las personas adultas, sino que también trasversa los escenarios simbólicos juveniles, ya que las personas jóvenes forman parte de esta sociedad y por tanto reproductoras de estereotipos sociales. Para que ello no suceda, es que se necesitan colectivos y espacios de reflexión sobre la participación juvenil, que permitan ir deconstruyendo y reconstruyendo qué es ser joven y cómo actúa en el escenario social, político y económico. Que aporte a su vez, herramientas, conocimientos y capacidades, para participar.
En esta línea, un aspecto que igualmente es señalado en los procesos de movilización social, es la criminalización de la protesta, el cual es un fenómeno que está cobrando mayor fuerza en el país. Empezando a verse como permitida la represión y agresión de las personas participantes.
Es por ello, que algunos sectores sociales justifican y validan que la única manera de manifestarse es “pacíficamente”, es decir en un orden absoluto. Si no es así, entonces se considera violencia:
Yo no soy de ir, incitar la violencia…igual no defiendo ni acribillo a ninguna de las partes, hay un detonante que puede salir de cualquiera de las dos, ya sabemos que un oficial o varios oficiales de la fuerza pública en este país se toman la ley en sus manos. Hay otros que igualmente son respetuosos. Igual en las masas, hay unos que vamos literalmente por una causa, y esos que se salen de esa causa a nivel de violencia, es lo que a mí todavía me cuesta procesar. En ambos lados, ya sea los que defendemos la causa y los que reciben el reproche” (Mario, representante institucional, comunicación personal, 22, junio, 2016).
Estos discursos fueron encontrados en distintos actores, pero principalmente en instancias formales como: funcionarios/as institucionales y agrupaciones formales, que están mayormente regidos y regidas por la estructura y los reglamentos establecidos para el ejercicio de sus funciones.
Sin embargo, se puede afirmar que estás posiciones son mediadas por la información que reciben de los medios de difusión masiva, los cuales constituyen un dispositivo clave para la propagación de un discurso hegemónico, ya que son redes globalizantes de producción y circulación simbólica que establecen tendencias y las formas de concebir y de estar en el mundo (Toro, 2011, p. 109).
Además, responden a intereses capitalistas que produce imaginarios colectivos que llegan a ser parte de la vida cotidiana de los consumidores y las consumidoras de estos discursos. Una de las funciones socio-comunicativas de estos medios es la:
Función de transmitir modelos de vida y valores, adquiriendo una función de imposición de normas sociales, a ser seguidas por consumidores directos e indirectos de tales productos mediáticos [...] imponiendo estilos de vida, modas y configuraciones físicas y de conducta (Orza, 2002, p. 66).
Ian, una de las personas entrevistadas manifiesta la forma en que los medios de comunicación desviaron todo el propósito de la protesta social, a partir de un graffiti hecho en un bar que denunciaba la situación discriminatoria sucedida en ese mismo local:
Cuando fueron las personas a rayar una pared en el club secretos, yo me altere mucho la verdad, porque había dicho tanto la lucha como la hemos dado…ustedes saben cómo son los medios de desinformación, que ellos tergiversan y ven las cosas negativas y buscan la noticia amarillista. Entonces en menos de una hora era noticia que habían ido a rayar, entonces se desvían los temas. (Ian, agrupación formal, comunicación personal, 7, junio, 2016).
Como se muestra, los medios de comunicación masiva transitan entre varias acciones de dominación ideológica, refuerzan imaginarios colectivos que adoctrinan y manipulan formas de pensar, desdibujan la información de los hechos, mostrando solo una parte de la realidad. Ello en definitiva afecta y condicionada la participación juvenil porque cuando es informada a la luz pública, se hace de manera engañosa y estereotipada.
A pesar de esto, se debe resaltar que la participación de las diferentes autoridades universitarias fue propiciada por la fuerza del movimiento juvenil:
Yo siento que más bien, más que una participación activa de las autoridades de la Sede, fue más bien por presión. Como que si no accionaban los iban a linchar metafóricamente hablando, y deslegitimar incluso su poder, para qué está esa persona ahí. Muchas veces participaron más por la presión del colectivo del grupo de gente, que desde los propios principios éticos y morales; en el sentido de que aunque no soy la lucha pero puedo ser parte de, nunca fue así, más bien fue desde la presión (José, agrupación informal, comunicación personal, 9, junio, 2016).
Ello evidencia que si bien hubo varias limitaciones al proceso organizativo que se gestó para denunciar los actos de discriminación, también se mostró el poder que como colectivo pueden tener las personas jóvenes; ya que lograron mover instancias administrativas a lo interno de la universidad e instituciones públicas como la Municipalidad, que les escucharon y atendieron sus demandas.
Y eso teniendo en cuenta que fue un movimiento espontáneo, que perduró poco en el tiempo. Por lo que surge como interrogante: ¿qué pasaría si las personas jóvenes logran permanecer organizadas y articuladas en la movilización social? En ese sentido, tanto la universidad, como la sociedad en general deben empezar a escuchar a las personas jóvenes, darse cuenta que tienen otras visiones de mundo, un mundo que es dinámico y se transforma constantemente, en el cual crean nuevas formas de pensamiento y de acción, cargadas de propuestas para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones.
Pero además las personas jóvenes deben verse y escucharse a sí mismas, para comprender y ser conscientes de sus capacidades, conocimientos y su fuerza social. Una forma de ir avanzando en este aspecto, es resaltar cuáles fueron los aprendizajes de esta experiencia de acción colectiva, reflexionar sobre las lecciones aprendidas para lograr ir avanzando en fortalecer las propuestas futuras de movilización social.
5. Principales aprendizajes de la experiencia
Una vez analizados los aciertos y limitaciones de la experiencia de resistencia juvenil, se pueden extraer una multiplicidad de aprendizajes adquiridos por las personas participantes, los cuales se enmarcan en cuatro niveles: personal, colectivo, institucional y local. Esta clasificación permite recuperar de manera integral lo aprendido por distintos sectores o en diversos escenarios.
Primeramente, en lo que refiere al nivel personal, se menciona el surgimiento de rupturas encauzadas en las personas participantes, con respecto a la desnaturalización y visibilización de las diferentes manifestaciones de la violencia a las sexualidades disidentes. Andrés comenta que una de las lecciones aprendidas consiste en:
Hacer público las acciones discriminatorias, formas de violencia y opresión ante las formas distintas de expresión de amor. Nunca voy a quedarme callado y hacer visible estas situaciones, para su transformación y no ser cómplice de esa situación de violencia (Andrés, agrupación informal, comunicación personal, 17, junio, 2016).
Lo que se complementa con lo que manifiesta Rocío, quien externó la necesidad de llevar a cabo acciones concretas que fortalezcan la lucha por la erradicación de cualquier forma de violencia. En el caso de ella, enfatiza en la interposición de una denuncia legal debido a una situación en donde experimentó un acto discriminatorio por su orientación sexual (agrupación informal, comunicación personal, 11, junio, 2016).
Esto permite comprender que la participación en este tipo de actividades brinda una plataforma para que las y los participantes adquieran conocimientos en relación a un fenómeno social, tomen consciencia de las relaciones de desigualdad y se vean interpelados/as a tomar acciones. Avanzado no sólo en el objetivo de la lucha colectiva, sino el crecimiento como sujeto político.
En ese sentido, otro aprendizaje adquirido se relaciona con la habilidad de comprender que existen diferentes formas de pensamiento, diversidad de criterios y maneras de concebir las realidades, y por ende la lucha social. Esto no implica una debilidad, por el contrario permite el enriquecimiento de las reflexiones, dando paso al debate de ideas pero manteniendo como eje trasversal el respeto a la disidencia.
Al respecto, las personas entrevistadas aseguraron que se percibía en los actores que incidieron en la movilización claridad sobre el objetivo de las acciones de resistencia. No obstante, existió diversidad de posicionamientos, puntos de vista y propuestas, que según ellos y ellas, abrió espacios de discusión incluso dentro de los mismos colectivos:
Dentro del mismo GD3 se empezó a tratar un poco más temas de sensibilización con la situación que estaba pasando. Se sacaban ratos para tener conversaciones críticas al respecto, ver el posicionamiento de las diferentes personas (Andrés, agrupación informal, comunicación personal, 17, junio, 2016).
Por lo tanto, se logró determinar que las acciones colectivas constituyen una oportunidad para algunas agrupaciones, al tener que realizar un alto a la dinámica cotidiana que se venía estableciendo en los grupos, para incorporar momentos de análisis sobre actos de discriminación y esto en alguna medida viene a fortalecerles.
Además, se puede manifestar que dentro de los aprendizajes colectivos obtenidos se tiene que, los derechos humanos deben ser exigidos y defendidos por la ciudadanía, para poder ser obtenidos y reivindicados. Jonathan afirma que “las luchas por los derechos, se pueden discutir en una mesa, pero en un Estado opresor hay que negociar y exigir en las calles” (agrupación formal, comunicación personal, 14, junio, 2016).
En este proceso se debe brindar énfasis a la pugna que se origina entre los sectores hegemónicos que se fundamentan en principios religiosos y morales, y los sectores que han sido invisibilizados y oprimidos históricamente; en este caso específico, se hace alusión a las poblaciones LGBTI, cuyas sexualidades son disidentes dentro del contexto heteronormativo4.
En el ámbito colectivo, otro de los aprendizajes identificados es la articulación de agrupaciones juveniles, que permite que los movimientos sociales logren consolidarse en la búsqueda de su objetivo común, unificando la agenda de lucha y las demandas planteadas por los actores participantes. Any manifestó que “la visualización de que la articulación se sostiene cuando se trabaja con la construcción de procedimientos colectivos inclusivos” (agrupación informal, comunicación personal, 20, junio, 2016). Ella considera que la articulación solidificada logra facilitar los procesos de lucha por los derechos.
Igualmente, otro de los principales aprendizajes corresponde a la importancia del empleo de herramientas alternativas para fortalecer y consolidar el movimiento suscitado. En primera instancia, Angie (2016) brinda énfasis al arte como un insumo y una herramienta que genera transformaciones sociales dentro de los contextos en que se desarrolla. Dentro del movimiento, se llevaron a cabo acciones perfomativas, principalmente en el transcurso de las manifestaciones, que permitieron la participación de diferentes personas desde una perspectiva artística y de protesta social.
En el caso de Andrés (2016), él posiciona las redes sociales como un mecanismo facilitador de un impacto positivo al incentivar la incidencia de diferentes actores colectivos e individuales durante las movilizaciones llevadas a cabo.
Por otra parte, en el nivel institucional se encuentra como aprendizaje sustantivo, “haber generado espacios que intentaran fomentar y lograr una sensibilización en las personas participantes, implementando formas creativas que permitieron un mayor alcance entre la población” (Rosa, representante institucional, comunicación personal, 7, junio, 2016).
Lo anterior se torna fundamental dentro del movimiento analizado, debido a que en ocasiones se percibe la universidad (que representa el nivel institucional) de manera aislada dentro de la red societal; creyendo que dentro de este contexto no se presentan situaciones discriminatorias, por lo cual es esencial aprender a identificar las formas de opresión y exclusión que sufren las personas con sexualidades disidentes en ese espacio particular.
Del mismo modo, Mario (2016) añade sobre el papel que debe desempeñar la universidad con respecto a generar espacios, en donde se aborden temáticas relacionadas con el respeto a la diversidad sexual. Él manifiesta que este movimiento se puede percibir como un primer avance en el desarrollo de estos espacios.
En el ámbito local, una de las lecciones aprendidas corresponde a: “Entender que es un proceso lento, que los cambios no se van a ver de la noche a la mañana. Se da desde lo micro, desde las colectivas, de las familias, de las agrupaciones, de lo interno de la universidad” (Angie, agrupación formal, comunicación personal, 20, junio, 2016).
Se entiende entonces que el reconocimiento de las sexualidades disidentes, requiere de procesos sistemáticos de resistencia y formación, que logren penetrar las estructuras cognoscitivas, socio-culturales e institucionales, mediante acciones colectivas que reivindiquen los derechos humanos de las poblaciones históricamente excluidas.
Reflexiones finales
A partir del acercamiento que se realizó a las personas participantes en los procesos de resistencia resultó significativo re-construir, a modo de reflexiones finales, los principales desafíos de las experiencias de resistencia frente a la opresión hacia las sexualidades disidentes en el cantón de San Ramón.
Uno de los desafíos resaltados por las personas consiste en mantener acciones colectivas de denuncia y exigibilidad de derechos a nivel regional, trascendiendo la visión centralista que caracteriza al país. En términos de Rocío es necesario “darle más seguimiento a la lucha y no ser conformistas con los logros alcanzados” (agrupación informal, comunicación personal, 11, junio, 2016).
Específicamente, se plantea que el seguimiento a las acciones de resistencia debe darse a nivel educativo, tal y como se expresa en el siguiente relato:
De nada vale hacer toda la movilización y darse a conocer, si no se da un seguimiento más educativo. Porque el pueblo, y bueno toda Costa Rica, es muy mediático, entonces sucede sale en las noticias, sale en el Facebook, etc. Pero después se apaga, pasan 22 días, un mes, dos meses y ya paso. En cambio si usted hace eso, pero a continuación da educación, ya va a quedar más grabado el asunto en las personas, más interiorizado. Para mí eso es lo que hace falta (Luz, agrupación formal, comunicación personal, 14, junio, 2016).
Otro de los desafíos se encuentra relacionado con la articulación de las agrupaciones juveniles para generar procesos de lucha permanentes en el tiempo y con mayores grados de efectividad en sus logros.
Vinculado con lo anterior, se identifica la necesidad de generar espacios de reflexión colectivos sobre la experiencia estudiada, ya que esto le permitirá a cada agrupación participante re-construir los principales aciertos y las lecciones aprendidas para futuros procesos de incidencia a nivel local.
Una de las personas participantes insiste en la relevancia de “politizar la transgresión y las acciones colectivas, trascendiendo el discurso pacifista que impera en la sociedad” (José, agrupación informal, comunicación personal, 9, junio, 2016). Lo que implica un ejercicio permanente de reflexión desde las agrupaciones juveniles frente a las estructuras adultocéntricas y heteronormativas.
En el ámbito de la investigación social, lo anterior coincide con el planteamiento de Calvo et al, cuando plantean que aproximarse al mundo juvenil requiere “asumir una postura ético política reconocedora de las juventudes desde una perspectiva respetuosa y que cuestione la matriz adultocéntrica, heteronormativa y neoliberal” (Calvo et al, 2016, p. 109).
Por último, algunas de las personas jóvenes entrevistadas identifican la de-construcción de discursos adultocéntricos como uno de los desafíos más significativos de la experiencia. Al respecto José manifiesta:
Frente a los discursos adultocéntricos, yo siento que necesitamos empezar a construirnos como comunidades, en la solidaridad, en el amor, en el respeto y paralelamente politizarnos el por qué esos discursos y uno baja la cabeza, por qué el adulto siempre tiene la razón, por qué si decimos algo nos criminalizan (…). Es un trabajo paralelo como familia, en comunidades, como pares, no minimizarnos incluso entre nosotros sino a la vez politizar con respecto a esos discursos, problematizar esos adultocentrismos, a empoderarnos como jóvenes, como hombres, como mujeres, como lesbianas, como negros, como indígenas, y empezar a de-construir muchas cosas (José, agrupación informal, comunicación personal, 9, junio, 2016).
El relato anterior logra evidenciar otro desafío relevante vinculado con el reconocimiento de la diversidad humana y su relación con las acciones colectivas de resistencia y reivindicación social. Además, permite afirmar que aproximarse a los procesos de participación juvenil en el contexto local es una apuesta política que implica un proceso de auto-reflexión y de-construcción de concepciones, sentimientos y relaciones adultocéntricas presentes en nuestra formación social.
Referencias
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González, Cinthya; Hernández, Brenda. (2015). Representaciones sociales y construyen las personas trans “trabajadoras sexuales” a partir de la vivencia de esta práctica sexual, en el cantón central de San José, durante el periodo 2014-2015. (Tesis para optar por el grado de licenciatura en Trabajo Social). San Ramón: Universidad de Costa Rica.
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Muñoz Sáchez, Hernando. (2014). Mitos y prejuicios sobre las personas LGTB. En: Ramírez, Luis, & Bustamante, Walter (Coords). Diversidades y decolonialidad del saber en las Ciencias Sociales y el Trabajo Social. Medellín: Pulso & Letra Editores.
Orza, Gustavo. (2002). Programación televisiva: Un modelo de análisis instrumental. Buenos Aires: La Crujía.
Toro Castillo, Bárbara. (2011). Medios masivos de comunicación: una construcción de la realidad. En: Revista Pequén. Escuela de Psicología, Universidad del Bio Bio.
1 Organización no gubernamental: Observatorio Ético Internacional.
2 El adultocentrismo, siguiendo a Muñoz (2011), es una matriz que se caracteriza por medio de la dominación de las personas adultas sobre las jóvenes, donde se desarrollan conductas de subordinación o inferioridad, lo que produce una imagen social de un ser humano incompleto ante la sociedad.
3 Las siglas GD hacen referencia al colectivo Gente Diversa.
4 Se entiende por heteronormatividad la asignación de la heterosexualidad como única orientación sexual valida en un sistema social determinado. Según González y Hernández (2015, p. 102) “al hablar de sistema heteronormativo se hace alusión al sistema que impera en la sociedad, que regula la conducta, el cuerpo y los gustos de las personas; siendo el mismo que estipula los roles de género y regulaciones sociales; entendiendo dentro de estas conductas la orientación sexual, identidad de género y los papeles que según el sexo biológico han sido impuestos para el hombre y la mujer”.