propia situacionalidad (…) aprendiendo de las condiciones espaciales y temporales» en las que
viven (Freire 1975, 134; 1997, 28).
Se considera oportuno partir de un enfoque didáctico de tipo eco-geográfico de escala local,
para abordar «el estudio integrado de los medios naturales en el ordenamiento del medio rural»
(Pérez Alberti 1997, 6). Esto supone la observación y demostración de la «interacción entre el
potencial abiótico, el medio biológico y la acción humana» (Souto González 2011a, 155), para que
sea posible «superar la fragmentación tradicional entre la Geografía física y la Geografía humana
(…) al momento de definir las regiones, los espacios locales y su respectiva delimitación» al
enseñar a través de los niveles básicos del análisis geográfico (Zenobi 2009, 104).
Este enfoque supone una organización de conceptos o variables eco-geográficas, que son
propias del ambiente biofísico (como las rocas, estructuras geomorfológicas, relieve, clima, suelos,
vegetación, aguas superficiales o subterráneas, lagos, mares u océanos). También se consideran
otras variables eco-geográficas del ambiente socioeconómico (como el territorio, actividad agraria,
industria, transportes o comunicaciones, culturas, grupos étnicos, trabajo y ocio) (Mansilla
Llorente, Surió Martínez y Souto González 1997, 39). Al asumir una postura que parte de la eco-
geografía y la didáctica del medio, es necesario justificarlo con un análisis integrado del territorio
que posibilite visibilizar la preocupación social y política de la disciplina por «la relación dialéctica
existente entre el ser humano y la transformación, ordenamiento e incluso la producción de
desequilibrios socioambientales por el acceso a recursos» (Pillet Capdepón 2004, 151).
La didáctica de la Geografía latinoamericana considera la producción y uso de la cartografía
temática digital como un recurso educativo extraordinario que posibilita la representación
simbólica del espacio geográfico. En este último, pueden comunicarse los atributos asignados al
territorio y al espacio habitado por el estudiantado. De esta forma pueden evidenciarse nociones
críticas, conflictos y procesos de significación elaborada entre la docencia y el alumnado, para
problematizar las formas en las que está ordenado el territorio (Macía Arce y Rodríguez Lestegás
2016, 428; Giraldo Barragán y Amador Báquiro 2014, 135).
Varias personas autoras españolas mencionan que buena parte de la didáctica de la
Geografía debe ir enfocada en retomar algunos aspectos disciplinares como el uso de las
tecnologías geoespaciales para construir una «semiótica gráfica» a escala local. Para esto, se debe
partir del espacio inmediato que contribuye al acceso de información cartográfica significativa,
para reconocer los efectos y consecuencias de las decisiones tomadas durante el ordenamiento
social del territorio y así preparar a la persona estudiante a reflexionar y tomar acciones concretas
sobre su quehacer en el ejercicio de la ciudadanía (Calvo Ortega 2010, 275-278).
Este último punto, puede ser potenciado gracias a los hallazgos de varios estudios de
didáctica de la Geografía realizados en España y Brasil. En estos países se implementan
herramientas “web-mapping-service” (WMS) para propiciar el aprendizaje del entorno productivo
comunal, esto mediante el desarrollo de rutas y estaciones de trabajo con puntos geo-referenciados