E-ISSN: 1659-2859
Dossier especial
Volumen 99 (2) 2020: 1-10
Julio-Diciembre
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orgánico en aras de aportar a los procesos de transformación social, en apoyar a las
poblaciones y territorios más vulnerables y, a desarrollar mejores y más dignas condiciones
vida que les permitan un buen vivir.
Hoy en día, en esta Vicerrectoría hay setecientos treinta y dos proyectos inscritos, 119
de Extensión cultural, 173 de Trabajo Comunal Universitario y 440 de Extensión docente.
Estos proyectos tienen presencia en casi todos los territorios del país, están en contacto con
comunidades, grupos organizados de base, organizaciones no gubernamentales e
instituciones. Su potencial para llevar a cabo una estrategia conjunta, especialmente cuando
se trata de una situación país, es enorme y uno de los pilares fundamentales de lo que
constituye la misma Universidad pública.
Ahora bien, debemos decir que no todos los proyectos tienen la misma naturaleza,
muchos están dedicados a la venta de cursos y capacitaciones, lo cual en sí mismo no implica
problema; sin embargo, no todos tienen un criterio de bien social de fondo. El vínculo con la
sociedad muchas veces pasa a la prestación de servicios o a labores asistencialistas, sin
pertinencia y sin sentido de proceso que apunte a contribuir a las transformaciones arriba
mencionadas. Cabe decir que, en el extremo, esta vinculación se ha intentado trasladar desde
un sector abanderado de la venta de servicios y financiamiento corporativo al estilo del Plan
Bolonia, a relaciones basadas en los requerimientos del mercado, por principios de
rentabilidad y las condiciones impuestas por los entes que aporten dinero. Los dos modelos
se ven enfrentados en estas posiciones de universidad para las comunidades y universidad
generadora de recursos económicos, muy a tono con los ataques al presupuesto designado a
la educación pública que han venido enfrentando las instituciones de educación superior en
los últimos años. La pugna interna sigue inclinándose a la defensa del modelo conquistado,
modelo que nunca ha dejado de estar en disputa.
Sin duda esta disputa es en sí misma una lucha alrededor de la propia autonomía
universitaria, del esquema de universidad pública latinoamericana sabiamente elegido y
plasmado en la normativa. El contexto de crisis social y económica que ha provocado la
emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19 demanda respuestas de parte de las
instituciones, desde donde éstas se definen a sí mismas, al tiempo que van marcando el
proyecto de país por el que se apuesta. Los momentos de crisis marcan puntos de inflexión
en los que las contradicciones rompen en transformaciones o se apaciguan en nuevos
acomodos, y frente a estos dos escenarios, las acciones tomadas marcan el camino.