Introducción
Las discapacidades podemos definirlas como las deficiencias físicas, mentales,
intelectuales y sensoriales como: ceguera, sordera, deterioro de la movilidad y
deficiencias en el desarrollo del ser humano. Para Millán Escriche, «Algunas personas
tienen más de una forma de incapacidad y muchas, por no decir todas, pueden llegar a
tener alguna discapacidad en algún momento de su vida debido a lesiones físicas,
enfermedades o envejecimiento» (2010, 105). En este contexto, para Molina Hoyo y
Cánoves Valiente, «más del 10% de la población mundial que representa a 650 millones
de individuos sufren alguna capacidad especial y está relacionada con el envejecimiento
de la población» (2010, 28).
Por un lado, cabe destacar que el Instituto Latinoamericano de Museos y Parques
(2018) citados en Sánchez Ruiz et al, afirma que «alrededor de 1.000 millones de personas
en el mundo viven con algún tipo de capacidad especial. Según la Organización de las
Naciones Unidas, en el año 2050, el 21% de la población mundial tendrá más de 60 años,
por lo que, aproximadamente, 2,000 millones de personas tendrán alguna limitación física
o mental» (2020, 204).
En el año 2014, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) afirmó que
en «Ecuador se reportó que el 5,6% del total de habitantes se auto identificaron como
personas con capacidades especiales, por lo tanto, esto quiere decir que casi 4
ecuatorianos/as de cada 100 tienen alguna capacidad especial o limitación» Sánchez Ruiz
et al (2019, 202). En ese sentido, Sánchez Ruiz et al, «la estadística del 2019 suma en
todo el país 466. 236 personas en todo el Ecuador y a nivel del Cantón de Loja se registran
6.477 personas con capacidades especiales» (2019, 202).
En Ecuador existe un 2,67% de la población total que sufren de capacidades
especiales. De este porcentaje, las limitaciones físicas son las que ocupan el primer lugar
con un 1,24%, en comparación con las demás capacidades especiales visuales, auditivas
y psicosociales; en la provincia de Loja constituyen el 38,78%. A nivel cantonal, Loja
tiene el 46,44% y el cantón Espíndola, perteneciente a la misma provincia, figura con el
29,31%; se puede evidenciar que existe un número significativo y según lo establece la
Ley de Discapacidades, toda oferta turística debe proporcionar accesibilidad a las
personas con capacidades especiales (Art. 44/Ley de Discapacidades del Ecuador, 2001),
ya que tienen el derecho de realizar actividades turísticas en igualdad de condiciones.
Por lo tanto, algunas investigaciones de turismo accesible e inclusivo ponen de
manifiesto que el desarrollo turístico avanza de acuerdo con la accesibilidad en los
destinos. Ante esto, Pelegrín Entenza et al, demuestra que a pesar de estos avances aun
«no se ha logrado sostener servicios especializados que permitan el disfrute en todas las
modalidades turísticas y la satisfacción plena de las diversas personas con capacidades