Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
1
Posturas “antipornografía” y “anticensura” en el feminismo. Una reflexión sobre sus
diferencias y similitudes
Postures “antipornography” and “anticensorship” in feminism. A reflection on their
differences and similarities
Natasha Alpízar Lobo¸
natasha.alpizar@ucr.ac.cr
1
1
Escuela de Antropología,
Universidad de Costa Rica,
Costa Rica.
Resumen
Introducción
En el presente ensayo se plantea una discusión sobre tendencias
“antipornografía” y “anticensura” en la pornografía. Se señalan
algunas diferencias entre ambas, pero el aporte central será el
señalamiento de proximidades en tanto ambas neas conciben la
pornografía como imagen u objeto (acabado), en donde no hay una
trascendencia en la forma de comprensión.
Objetivo
El objetivo principal es comparar y describir dos de los
posicionamientos más importantes cuando se ha tratado de pensar e
investigar la pornografía desde el feminismo.
Método
Se realizó una sistematización de referencias clásicas y
contemporáneas en el gestor de referencias Mendeley y para su
categorización más en profundidad se trabajó con un documento en
Excel.
Resultados
Por lo general las referencias académicas consultadas insisten en las
diferencias sociohistóricas, en las nociones sobre sexualidad y
pornografía que hay entre las posturas “antipornografía” y
“anticensura” en el feminismo. No obstante, rara vez se
problematizan las similitudes y continuidades entre sí, las cuales
están asociadas a la ubicación de la pornografía como imagen u
objeto.
Conclusión
En el cierre, el ensayo propone que es necesaria una lectura la
pornografía como proceso relacional en constante despliegue
(inacabado), no simplemente como imagen u objeto.
Palabras clave: Sexualidad, Feminismo, Pornografía, Imagen,
Proceso.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
2
Cómo citar:
Alpízar Lobo, Natasha.
2021. Posturas
“antipornografía” y
“anticensura” en el
feminismo. Una reflexión
sobre sus diferencias y
similitudes. Revista
Reflexiones Dossier
especial X Jornadas de
Investigación. DOI
10.15517/rr.v0i0.46116
Abstract
Introduction
This essay raises a discussion about the “anti-pornography” and
“anti-censorship” feminism tendencies in the pornography. Some of
the differences between both are pointed out, but the central
contribution will be in the pointing of proximities as both lines
conceive pornography as an image or object (finished), where there
is no transcendence in the way of understanding.
Objective
The main objective is to compare and to describe two of the most
important positions when trying to think and investigate
pornography from feminism.
Method
A systematization of classic and contemporary references was
carried out on the Mendeley reference manager and for its more in-
depth categorization an Excel document was used.
Results
In general, the academic references consulted insist on the
sociohistorical differences, on the notions about sexuality and the
pornography that exist between the “anti-pornography” and “anti-
censorship” positions. However, the similarities and continuities
among themselves are rarely problematized, which are associated
to the ubication of pornography as an imagen or object.
Conclusion
In the closing, the essay proposed that it is necessary to read
pornography as a relational process in constant unfolding
(unfinished), not simply as an image or object.
Key Words: Sexuality, Feminism, Pornography, Image, Process.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
3
Introducción
Después de la legalización (o despenalización) de la pornografía en países de
Occidente, uno de los sectores más preocupados en pensar y debatir la pornografía ha sido el
feminismo. Algunas reflexiones académicas han apuntado a dos líneas en particular: una
categorizada como antipornografía” y la otra como “anticensura”. Las referencias
constantemente insisten en múltiples diferencias entre sí: época en que tienen cabida, tipos
de feminismo, formas de concebir la sexualidad y los argumentos en contra o a favor respecto
a la pornografía.
Sin embargo, rara vez se han examinado sus similitudes. El objetivo de esta ponencia
es retomar las diferencias indicadas anteriormente y que marcan un punto importante para la
discusión, pero la propuesta también es señalar las semejanzas porque, contrario a lo que se
supone, no son corrientes completamente antagónicas. El señalamiento principal será que
tanto la línea “antipornografía” como la línea anticensura” entienden la pornografía en tanto
imagen u objeto. Es a partir de acá que toman un posicionamiento, ya sea para la prohibición
o para la promoción, en búsqueda de plenitud. En el cierre se hace una pequeña reflexión
acerca de otra forma de comprensión de la pornografía, más procesual y relacional.
En este texto no se pretende tomar una postura en contra o a favor de la pornografía, ni
persuadir para que la persona lectora lo haga. En su defecto, se apunta a reconocer y describir
los aportes generados desde el feminismo, los cuales han establecido un camino de debate
constante. Pese a ello, el estatus de la pornografía como imagen, ha colaborado en cierta
medida que no se piense como un proceso relacional, situado y emergente. Por lo que la
invitación girará más en torno al planteamiento de preguntas y menos a tomar un bando, con
respuestas ya determinadas.
Consideraciones previas
La ponencia se basa en una reflexión bibliográfica. Se han consultado artículos
académicos y libros centrados, particularmente, en las discusiones sobre la pornografía. Estos
fueron sistematizados en el gestor de referencias de Mendeley y ulteriormente se hizo una
categorización en Microsoft Excel. Un número significativo de estas referencias proviene del
movimiento feminista, de ahí que para esta ponencia se desee hacer una reflexión al respecto.
La búsqueda y lectura de documentos se realizó tomando en consideración ciertas figuras de
autoridad en este campo, en diversas décadas y latitudes.
Algunos documentos no están
asociados a la discusión feminista, pero son retomados para nutrir este texto.
Parte de la bibliografía se consultó durante la estancia de investigación en el periodo de agosto del 2017 a
julio del 2018 dentro del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) en la Universidad de Costa Rica.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
4
A partir de la lectura, lo que se realizó fue la identificación de los argumentos e ideas
principales. Así, se pudieron agrupar documentos de acuerdo con sus similitudes y
diferencias. En términos generales, dos tendencias se lograron visualizar en el análisis de las
referencias. Una tiene que ver con la explicación de las distancias entre el feminismo
“antipornografía” y el feminismo “anticensura”. Otra está asociada a la escasa exploración
de las proximidades entre un sector del feminismo y el otro, o sea, las similitudes.
Diferencias: en contra y a favor de la pornografía
Raquel Osborne en su libro La construcción sexual de la realidad (2002) hace un
recuento exhaustivo del tratamiento de la pornografía dentro del feminismo. La autora
reconoce que, desde la década de 1970, en Estados Unidos, un sector del movimiento
definido como antipornografía”, se aboca a combatir la pornografía como violación a los
derechos civiles de las mujeres. Para entonces, dos figuras mediáticas importantes, la
escritora Andrea Dworkin y la abogada Catharine MacKinnon, argumentaban y defendían
que la pornografía no solo representaba violación, degradación y subordinación hacia las
mujeres, sino que además era en sí misma la principal causante de dicha problemática.
Tales nociones se montaban sobre un esquema conceptual de ciencia moderna que
versaba sobre dualismos (Osborne 2002), por ejemplo, objetivo-subjetivo, público-privado,
pasión-razón, cuerpo-mente y un largo etcétera. De manera que, poco a poco, fue larvándose
una sexualidad esencialmente antagónica: lo femenino estaba conectado a lo bueno, lo
natural, lo positivo y lo erótico; lo masculino a lo malo, lo cultural, lo negativo y lo
pornográfico. Sobre dicha base el feminismo “antipornografía” fundamentó gran parte de sus
argumentaciones y propuestas.
Osborne, aparte de lo mencionado, señala la existencia de otra línea para la década de
1980, caracterizada especialmente por su crítica y distanciamiento del sector feminista antes
descrito, llamado feminismo “pro-sexo” o “anticensura”.
Desde este posicionamiento, si
bien se reconoce que la pornografía puede representar explotación y degradación hacia las
mujeres, también reconocía la necesidad de que la misma puede adquirir otro significado. La
crítica hecha por este sector se refleja en el libro Placer y peligro. Explorando la sexualidad
femenina (1989).
En esta obra, aparecen colaboraciones de las antropólogas Carole Vance
Cabría mencionar que estos movimientos se dieron fundamentalmente en New York. No obstante, en otros
estados, como Los Ángeles y San Francisco, y en otros países, como Alemania en 1987, Gran Bretaña en 1989
y Canadá en 1992, se crearon grupos e iniciativas para la prohibición de la pornografía, inspirados en lo que
acontecía en New York (Osborne 2002).
Raquel Osborne (2002) hace aclaración de que quienes integraban este sector no se mostraban en absoluto
identificadas con la calificación “pro-sexo”.
Este libro fue publicado originalmente en inglés en 1984 y es una obra citada con frecuencia por ser producto
de un simposio muy relevante en la década de 1980.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
5
(compiladora) y Gayle Rubin, las historiadoras Alice Echols, Ellen Carol DuBois y Linda
Gordon, y la escritora Amber Hollibaugh. Todas destacadas académicas de la época.
Acá se problematizan las nociones dicotómicas y biologicistas de la sexualidad
presentes en el sector “antipornografía”, y prima un abordaje como construcción social e
histórica. En vez de perpetuar una forma “correcta” de vivir y expresar la sexualidad, plantea
la necesidad de investigar y conocer más a fondo la diversidad de esta. Se abre la posibilidad
de dejar de concebir a la mujer como antítesis del hombre, hay una intención por conocer las
complejidades de sus experiencias.
Además de Osborne, aportes como los de Jorge Malem (1992a, 1992b), Nancy Prada
(2010) y Romina Smiraglia (2007, s/f) coinciden en la ubicación de esas dos grandes
tendencias dentro del movimiento feminista. A pesar de que las referencias y maneras de
denominación no sean del todo precisas, dado que en algunos textos se toman como símiles
“feminismo cultural” yfeminismo radical”;
en ocasiones se habla de “feminismo liberal”,
“feminismo socialista” e incluso de una “tercera posición” o de un “posfeminismo, punk y
transcultural” más inspirado en el movimiento queer. El manejo indiferenciado de términos
solo atribuye mayor complejidad al debate y hace que este campo deba explorarse con
cautela.
Similitudes: definición y plenitud en las imágenes
Ariel Martínez, en su artículo La pornografía a debate. Notas sobre sexualidad e
identidad de género en los argumentos feministas (2010), al igual que las otras referencias
citadas, hace crítica de las formas esencializadas de concebir la sexualidad desde el sector
feminista que ubica como “radical” –aludiendo al sector antipornografía”– que intenta
combatir la pornografía. Asimismo, explora similitudes respecto al hecho de que en los
sectores a favor y en contra de la censura existen confusiones entre “fantasía” y “realidad”
cuando de imágenes se trata. Por un lado, menciona que el “feminismo radical” concibe la
pornografía como realidad, sin distinguirla o pensarla como ficción; por otro, hace alusión al
feminismo “anticensura” quienes consideran la pornografía como ficción, desanclada de
cualquier indicio de realidad.
Es de considerar sugerente el planteamiento de Martínez (2010), debido al esfuerzo por
buscar puntos de encuentro entre dos sectores del feminismo donde la tónica general ha sido
insistir en las características que les diferencian. No obstante, en apariencia el señalamiento
Se pueden consultar más artículos (Malem Seña 1993; Osborne 1993a, 1993b) para profundizar más el debate
respecto a las denominaciones del feminismo.
Otras adjetivaciones como “abolicionistas”, “proteccionistas” y “conservadoras” se han vinculado al sector
“antipornografía”; “expansionistas” y “progresistas” al sector “anticensura”.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
6
del autor no es del todo atinado. Si bien en el feminismo “antipornografía” se hacía una
lectura y comprensión obtusa de la pornografía, en tanto se le consideraba evidencia de la
“realidad” que atenta contra las mujeres y favorece a los hombres, el asunto con en el
feminismo “anticensura” es más difícil de resolver. No solo porque sería un error mencionar
que esta línea se inclina más por entender las imágenes pornográficas como “fantasía”, sino
porque apela recurrentemente a una doble dimensión: una, del placer y la gratificación y, la
otra, de violencia y opresión sexual (Osborne 1988). Se intenta señalar con esto que no es
idóneo asociar la “realidad” y la “fantasía” de las imágenes al feminismo “antipornografía”
y “anticensura”, respectivamente. Al analizarlo con más detenimiento es posible entrever un
asunto más complejo.
Es posible señalar otro denominador común entre el sector “antipornografía” y
“anticensura”. Párrafos arriba se ha indicado que la mayoría de los textos apuntan
insistentemente a las diferencias entre sí, pero de fondo se maneja la noción de la pornografía
como imagen u objeto. Para el feminismo “antipornografía” el origen de actitudes y
conductas violentas por parte de la población masculina está en la pornografía, con imágenes
que reproducen degradación y objetivación de la mujer (Osborne 1988, Smiraglia 2007). De
esta manera, la conclusión lógica, en palabras de Andrea Dworkin, es que «nuestros
problemas se resolverán si eliminamos la pornografía» (Osborne 2002, 53).
El feminismo “anticensura” no considera per la pornografía como principal causa
de la violencia contra las mujeres, antes bien se interesa por una crítica cultural de la misma
y por alejarse de un reduccionismo en el análisis (Prada 2010). Aunado a esto, destaca la
posibilidad de las mujeres a explorar gratificación o placer a través de una pornografía hecha
por ellas mismas (Osborne 1988, Lust 2008). En elaboraciones más recientes se señala que a
través de películas, docuficciones, literatura, fotografías, conciertos a veces categorizadas
como “posporno”– se puede hacer crítica de códigos normativos, culturales y tradicionales
(Preciado 2007; Tenorio Pangui 2015);
también si en las imágenes se muestran elementos
considerados “tabúes” en nuestra sociedad actual –la menstruación, la vellosidad femenina y
el pene flácido (del Barrio-Álvarez y Garrosa 2015).
Las formulaciones descritas dejan como saldo, se podría decir, una apuesta total por
las imágenes u objetos. La concepción de la pornografía pasa, primero, por la discusión en
términos de contenido y, segundo, por una relativa importancia de las intencionalidades y
posibles significados no siempre contextualizados. Pero siempre la apelación es a las
imágenes. Es desde aquí que, los problemas de discriminación, violencia y desigualdad, se
pueden subsanar y transformar a través de la censura o a través de la exposición de diversas
En otros textos se utiliza “postporno” para referir a lo mismo.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
7
estéticas en las imágenes. Dicho de otro modo, hay una búsqueda de plenitud en el objeto,
independientemente si se piensa a la pornografía como villana o como posible heroína.
Una invitación: pornografía como proceso relacional
La intención en esta ponencia ha sido retomar los principales debates en torno a la
pornografía dentro del feminismo, pasando brevemente por ciertas divergencias y
coincidencias. Las dos posiciones a favor o en contra hoy día siguen marcando el grueso
de la discusión, inclusive en ámbitos que trascienden el feminismo. Además de ello, el
propósito es hacer una invitación desde otro punto de partida lo cual no siempre resulta
sencillo y distanciarse de los dualismos o dicotomías que permean la pornografía.
Las posiciones “antipornografía” y “anticensura” han colocado en el centro las
imágenes como referencia de la pornografía. Solamente la manera de pensarlas ha variado
en un sector y otro. Es posible trabajar en una comprensión distinta, una más emergente de
los entornos y relaciones. Esto tomaría en cuenta también a la misma persona que investiga
como parte del proceso de la constitución de aquello que es entendido o no como pornografía.
Lo anterior no debe confundirse con la defensa de mayor protagonismo de lo subjetivo o lo
perceptual. O bien, una sumatoria de lo colectivo (cultura/sociedad) y lo individual (yo). No
se trata de hacer una aproximación desde la complementariedad”, en palabras de Tim Ingold
(2015), en donde se vuelve necesario conjuntar las discusiones “objetivas” y “subjetivas”
para una síntesis o explicación total.
Retomar procesos relacionales es inscribirse en una línea en donde cobra relieve las
preguntas y explicaciones vinculadas a las condiciones de posibilidad constitución,
interacciones, prácticas, negociaciones y menos los hechos imágenes, definiciones y
clasificaciones a priori. Por ejemplo, si una fotografía es considerada pornografía o no, en
espacios y tiempos afines o no, podría deberse a que hay múltiples procesos y entornos en
constante despliegue;
no precisamente porque la fotografía en sí posea algo especial,
tampoco porque las personas tengan distintas percepciones y subjetividades preestablecidas
o, en el mejor de los casos, construidas. Por lo que la pornografía no es o existe, sino
acontece.
Para un mayor detalle de ambas discusiones se puede consultar el libro Pensar la pornografía de Ruwen
Ogien (2005).
Esta idea está inspirada en el trabajo etnográfico que se pudo realizar sobre pornografía amateur en una
comunidad online costarricense (Alpízar Lobo 2017).
Tim Ingold, en sus artículos, Los Materiales contra la materialidad (2013) y Hacia una ecología de los
materiales (2014), cuestiona los análisis abstractos de los “objetos” que comúnmente se hacen en distintas
disciplinas científicas (materialidad) desde el consumo, y propone la comprensión de las “cosas” a partir de
propiedades procesuales y relacionales (materiales) en conversión. A partir de acá sostiene que los objetos no
existen o son un hecho externo, sino que acontecen y forman parte de la vida.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
8
La fijación de pornografía como imagen, en el feminismo o fuera de este, es una de las
primeras interrogantes que se podrían plantear desde este planteamiento. ¿Por qué es común
y legítimo comprenderla como tal? La pregunta trasciende esta ponencia, pero abre una
puerta para continuar la reflexión.
A modo de cierre
El movimiento feminista ha mantenido una preocupación latente respecto a la
pornografía. Las reflexiones y acciones llevadas a cabo han contribuido de forma
significativa. Por un lado, el sector “antipornografía” logró trasladar sus preocupaciones de
un ámbito intrafeminista a la esfera pública, por no decir que también marcó un antes y un
después dentro del espacio legislativo. No obstante, los reclamos y críticas hacia este sector
no son pocos ni menores: la visión heterodoxa y conservadora de la sexualidad, las alianzas
con la derecha estadounidense y la necesidad de investigación fueron solo algunos de estos
reclamos (Osborne 2002). Por otro, el feminismo “anticensura” ha enriquecido el debate con
aportes incisivos sobre las posiciones abolicionistas y ha brindado un mayor ámbito de
interpretación a la pornografía, sin considerarla dañina a priori.
Desde las referencias consultadas y retomadas, con mucha claridad se pueden ubicar
estas y otras diferencias. No así cuando se trata de semejanzas. Hay una propensión a reiterar
las separaciones entre ambos bandos del feminismo. Resulta fundamental identificar
distancias, pero también proximidades. Sobre esto último hace falta más exploración. Uno
de los argumentos principales de este documento ha sido que, tanto en el feminismo
“antipornografía” como el “anticensura” la pornografía se circunscribe a las imágenes. En su
ubicación, si representa una problemática o una reivindicación para las mujeres, si se aboga
por la censura o la promoción, hay búsqueda plenitud y dicha plenitud es autoevidente en la
imagen. A decir verdad, inclusive en aquellas tendencias de “tercera posición” y “posporno,
transcultural y punk” se puede entrever un escenario parecido.
La propuesta de encontrar otra arista de comprensión de la pornografía, en este caso
como proceso relacional, situado y emergente es la invitación de la ponencia. ¿Qué
importancia tendría comprender la pornografía desde esta lógica? Una buena razón sería el
planteamiento de más inquietudes y menos respuestas prefabricadas. La pornografía no es
representación en misma de degradación, violación y desigualdad; tampoco es
transgresión, apertura o cuestionamiento. La pregunta por procesos relacionales y entornos
en desarrollo es un intento por considerar la pornografía bajo otras coordenadas de sentido;
sin dar priorización a la imagen y sin fetichizar la comprensión.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
9
Referencias
Alpízar Lobo, Natasha. 2017. «En el manoseo obsceno de delicados temas: hacia una
comprensión de la pornografía amateur en la comunidad online
www.forodecostarica.com». Tesis de maestría, Universidad de Costa Rica.
del Barrio-Álvarez, Elena y Eva Garrosa. 2015. «¿Educando en igualdad? Análisis de la
triada pornografía- discriminación-violencia. Feminidad y masculinidad en la
pornografía convencional». Journal of Feminist, Gender and Women Studies 1 (enero):
29-39.
Ingold, Tim. 2013. «Los Materiales contra la materialidad». Papeles de Trabajo 7 (mayo):
19-39.
—— 2014. «Hacia una ecología de los materiales. Annual Review of Anthropology 41
(febrero): 427-442.
—— 2015. «Desde la complementariedad a la obviación: sobre la disolución de los límites
entre la antropología social, biológica, arqueología y psicología». AVÁ 26 (junio): 12-
51.
Lust, Erika. 2008. Porno para mujeres. Barcelona, España: Editorial Melusina.
Malem Seña, Jorge. 1992a. «Acerca de la pornografía». Revista del Centro de Estudios
Constitucionales (11): 219-237.
—— 1992b. «Pornografía y feminismo radical». DOXA (12): 177-211. DOI
10.14198/DOXA1992.12.06
—— 1993. «Feminismo radical, pornografía y liberalismo. Respuesta a Raquel Osborne».
DOXA (13): 301-314. DOI 10.14198/DOXA1993.13.17
Martínez, Ariel. 2010. «La pornografía a debate. Notas sobre sexualidad e identidad de
género en los argumentos feministas». Nomadías (11): 69-93. DOI 10.5354/0719-
0905.2010.15155
Ogien, Ruwen. 2005. «Pensar la pornografía». Barcelona, España: Paidós.
Osborne, Raquel. 1988. «Debates actuales en torno a la pornografía y a la prostitución».
Papers: Revista de Sociología 30: 97-107.
—— 1993a. «Liberalismo y feminismo: ¿un dilema para las mujeres? Respuesta a Jorge
Malem». DOXA 13: 285299.
Dossier especial X Jornadas de Investigación: 1-10
DOI 10.15517/rr.v0i0.46116
E-ISSN: 1659-2859
10
—— 1993b. «De ciertas insuficiencias de un cierto liberalismo (Segunda respuesta feminista
a Jorge Malem)». DOXA (1718): 499-512.
—— 2002. La construcción sexual de la realidad. Un debate en la sociología contemporánea
de la mujer. Madrid, España: Ediciones Cátedra.
Preciado, Paul B. 2007. «Mujeres en los márgenes». El País, 12 de enero.
https://elpais.com/diario/2007/01/13/babelia/1168648750_850215.html
Prada, Nancy. 2010.«Qué decimos las feministas sobre la pornografía los orígenes de un
debate». La manzana de la discordia 5: 7-26. DOI
10.25100/lamanzanadeladiscordia.v5i1.1526
Smiraglia, Romina. s.f. «Ese oscuro objeto del deseo: Un acercamiento a la pornografía y el
postporno», 112.
—— 2007. «El sexo en disputa. Un acercamiento a la conflictiva relación entre pornografía
y feminismo». Ponencia presentada en el IV Jornadas de Jóvenes Investigadores,
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina.
Tenorio Pangui, Loreto Fabiola. 2015. «Pornografía, pedagogía y pospornografía en Internet:
teoría de género de dos videos». Estudios de Antropología Sexual 1: 102-115.
Vance, Carole, comp. 1989. Placer y peligro. Explorando la sexualidad femenina. Traducido
por J. Velasco y María Ángeles Toda. Madrid, España: Revolución.