Procesos de extensión universitaria
del Instituto Tecnológico de Costa Rica y el empoderamiento de mujeres en
Sarapiquí: Reflexiones sobre el desarrollo comunitario desde las percepciones
de cinco mujeres
Processes of Extension Projects of Instituto Tecnológico de
Costa Rica and Women Empowerment in Sarapiquí: Reflections about Community
Development based on the Perceptions of Five Women
Patricia López Estrada
Escuela de Idiomas y Ciencias
Sociales
Campus Tecnológico Local San
Carlos
Instituto Tecnológico de Costa
Rica,
San Carlos, Costa Rica
https://orcid.org/0000-0002-4811-5865
Lady Fernández Mora
Cooperación
para la Transferencia de
Tecnología
y Educación Continua
Campus Tecnológico Local San
Carlos
Instituto Tecnológico de Costa
Rica,
San Carlos, Costa Rica
https://orcid.org/0000-0002-4985-5128
Estefanía Pérez Hidalgo
Unidad Desconcentrada de la
Escuela de Ingeniería en Computación
Campus Tecnológico Local San
Carlos
Instituto Tecnológico de Costa
Rica,
San Carlos, Costa Rica
https://orcid.org/0000-0003-3552-1781
Fecha de recepción: 10 de febrero del 2023
Fecha de aceptación: 16 de junio del 2023
Cómo citar:
López
Estrada, Patricia; Lady
Fernández Mora y Estefanía Pérez Hidalgo. 2024. Procesos de extensión universitaria
del Instituto Tecnológico de Costa Rica y el empoderamiento de mujeres en
Sarapiquí: Reflexiones sobre el desarrollo comunitario desde las percepciones
de cinco mujeres. Revista Reflexiones.103 (2). DOI
10.15517/rr.v103i1.54128
Resumen
Introducción. Los procesos
de extensión universitaria son mecanismos para el beneficio de comunidades
rurales con oportunidades de desarrollo. La extensión se puede tornar
longitudinal, donde dar seguimiento y acompañar a la comunidad después de ejecutados
los proyectos son acciones vitales para un desarrollo adecuado de las
comunidades. Esta investigación fue motivada a partir de un proceso de
extensión universitaria donde se capacitó en turismo rural y en emprendedurismo
turístico a una cooperativa.
Objetivo. El estudio descriptivo
busca evidenciar la importancia de un proceso de extensión universitaria
durante 2015-2018 en el desarrollo comunitario, mediante un estudio de caso cualitativo
de cinco mujeres en Sarapiquí.
Metodología. La
metodología de la investigación se basó en el diseño de un estudio de caso, a
partir de una descripción detallada; el enfoque fue descriptivo (Baxter y Jack 2008; Flyvbjerg 2011; Lichtman 2013). El
caso de estudio se centró en las experiencias de cinco mujeres, las cuales se
capacitaron durante 2015-2018 en turismo rural y emprendedurismo, temas impartidos
por el Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Resultados. Los
resultados muestran que el empoderamiento de las mujeres está estrechamente
ligado a procesos intrínsecos personales, pero también a procesos de extensión
comunitaria universitaria. También, se evidencia que la articulación de las instituciones
públicas ha contribuido al desarrollo de la comunidad. Por otra parte, las
participantes, a través del liderazgo y empoderamiento, expusieron sus
necesidades y ejecutaron proyectos tanto en actividades personales como en gestiones
para el desarrollo de la comunidad. Sin embargo, se expuso que estos procesos
conllevan a nuevas necesidades para potenciar el desarrollo comunitario, el empoderamiento
y las habilidades personales y profesionales.
Conclusión. Las mujeres
del estudio evidencian cómo la influencia institucional y académica han transformado
sus quehaceres en un desarrollo a la comunidad, de manera que se debe fomentar
la participación comunitaria e institucional para garantizar el crecimiento
constante.
Palabras claves: Comunidad, Empoderamiento, Emprendimiento,
Mujer, Turismo.
Abstract
Introduction. Extension projects promoted at the university level serve as
mechanisms for the betterment and growth of the rural communities. These
projects might end up being longitudinal, where the constant mentoring and coaching
is fundamental to continue helping the communities. This study examined the
impact of extension projects that focused on rural tourism and entrepreneurship
to a cooperative.
Objective.
The descriptive study seeks to
portray the importance of university extension processes during 2015-2018
regarding community development, based on a qualitative case study of five
women in Sarapiquí.
Methodology.
The methodology was based on a case
study as a detailed description. The focus was descriptive (Baxter y Jack,
2008; Flyvbjerg, 2011; Lichtman, 2013). The case study focused on the experiences
of five women, who were trained during 2015-2018 in rural tourism and
entrepreneurship coordinated by the Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Results. The results suggest that women empowerment is highly linked
to their own personal process, but also to university extension projects. Also,
it was evidence that several public institutions have contributed to the
community growth. On the other hand, the participants indicated their
participation in community activities with various institutions for the growth
of the community, which required leadership and empowerment to express their
needs and carry out their personal and communal projects. However, it was
emphasized that more processes are needed to fully booster the community
growth, the empowerment process, and the personal and professional skills.
Conclusions.
The women of the study highlighted
how the institutional and academic alliance promote community growth, thus the
importance to reflect on this and continue promoting community participation to
guarantee constant growth.
Keywords: Community, Emporwerment, Entrepreneurship, Women, Tourism.
Introducción
La extensión universitaria es una
función sustantiva del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), orientada a
la atención y solución de necesidades, mediante el compromiso de contribuir al
mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones rurales. Como parte de
las acciones de la extensión, se orienta el «seguimiento
que permita evaluar su impacto y la satisfacción de los beneficiarios» (Instituto Tecnológico de Costa Rica 2023, título 7.2).
También, es parte de la extensión la articulación sistemática con procesos
innovadores y emprendimiento para el acceso a nuevas y mejores oportunidades
para la comunidad.
Para el TEC, la vinculación consiste
en el accionar que le permite interactuar con su entorno, coordinando eficaz y
eficientemente funciones de docencia, investigación y extensión de la ciencia,
la tecnología, la educación, la administración y la acción sociocultural, de
modo que esto favorezca su capacidad de relacionarse con los diferentes
sectores, en acciones de beneficio mutuo que contribuyan a su posicionamiento
estratégico (Instituto Tecnológico de Costa Rica 2013, 3). A través de la extensión, se ha
tejido una red de trabajo donde se vinculan las instituciones, la comunidad y
la academia para potenciar un sector productivo, como lo es el turismo en un
entorno rural.
El TEC tiene siete ejes de investigación, de los cuales esta propuesta
aborda cultura y hábitat. De igual forma, contribuye a tres de los cinco ejes
transversales de la institución, los cuales corresponden a emprendimiento,
sostenibilidad y género. La institución ha realizado esfuerzos orientados a las
comunidades para promover el emprendimiento como un mecanismo que apoye el progreso
social y la calidad de vida de la sociedad. Estos esfuerzos se han concretado
mediante procesos de extensión, tal como fue el caso de la comunidad de
Sarapiquí. De ahí, con esta investigación cualitativa, se busca reconocer y
tomar consciencia de las vivencias y percepciones sobre la dinámica
socioeconómica que experimentan las mujeres en el contexto de una comunidad
rural.
A lo largo del tiempo, el TEC se ha sumado a esfuerzos que motiven y
fortalezcan el empoderamiento de las mujeres. Es así como participó en el Proyecto
EQUALITY fortalecimiento del liderazgo femenino en las Instituciones de
Educación Superior (IES) Latinoamericanas y la sociedad (Tecnológico de
Monterrey 2015), cuyo propósito fue promover la igualdad de género mediante el
fortalecimiento de la participación de las mujeres en espacios de liderazgo en
la investigación, la academia, el mercado laboral y la sociedad en general. De
esta forma, el TEC se compromete a invertir más en la organización y el empoderamiento
de las mujeres como recurso de cambio.
El desarrollo comunitario se puede conceptualizar como un conjunto de
esfuerzos entre una población e instituciones, donde los unen procesos
pedagógicos para alcanzar una mejora cualitativa y cuantitativa en la calidad
de vida de la población en el ámbito económico, social y cultural (Camacho Gutiérrez 2012).
De forma similar, González Alcocer (2015) propone
que se denomina desarrollo comunitario cuando una comunidad representa una
fuerza colectiva «a través de sus
instituciones, organizaciones, asociaciones, personas, con un carácter
transversal y que contribuyan a mejorar la calidad de vida de toda la comunidad
a medio y largo plazo» (4). Según los
resultados de la investigación, las voces de las participantes exponen este
concepto a través de representaciones cualitativas generadas por sus
experiencias en la comunidad.
Este artículo expone la importancia
e implicaciones en el desarrollo comunitario que tiene el proceso de extensión
universitaria mediante el estudio de caso de cinco mujeres en Sarapiquí,
después de haber sido capacitadas en turismo y emprendimientos turísticos
durante el 2015-2018, debido
a los alcances que tuvieron dos proyectos de extensión: «Aprendiendo sobre la actividad turística como un medio
para complementar las actividades primarias de la comunidad de San Ramón,
Sarapiquí (2015-2016)»
y «Fortalecimiento
del emprendedurismo de los asociados de Cooproturs R.L. en la comunidad de San
Ramón de La Virgen, Sarapiquí» (2017-2018). Desde el 2014 la Carrera de Gestión del
Turismo Rural Sostenible de la Escuela de Idiomas y Ciencias Sociales del
Campus Tecnológico Local San Carlos ha emprendido la formulación, la ejecución
y el seguimiento de estos proyectos de extensión en conjunto con el compromiso
de COOPROTURS R. L.
Esta población participó de un proceso de extensión donde
se obtuvieron cinco resultados principales, cuyo propósito fue brindar las
herramientas que permitieran a las personas asociadas de la cooperativa
emprender sus ideas productivas de manera complementaria a las actividades
rurales, así como buscar alternativas de desarrollo socioeconómico local (ver enlace). Los resultados fueron: a) una propuesta de un producto turístico
rural, b) un programa de capacitación especializado en turismo rural c) cinco
planes de negocio realizados de manera conjunta y seguimiento en aspectos de
formalización y de operación, d) una página web de la cooperativa y e) un
proyecto interinstitucional. Este último se llevó a cabo en el 2016, mediante el
vínculo y la estructura de una comisión interinstitucional, constituida por el Instituto de
Desarrollo Rural (Inder), el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), y el TEC, con el propósito de plantear
un proyecto de desarrollo bajo la categoría de inversión del Inder, el cual se
enfocó en el aprovechamiento del potencial natural que alberga dicha zona y que
puede ser aprovechado para el turismo, lo que generaría oportunidades de emprendimientos para las personas
del territorio de San Ramón de La Virgen de Sarapiquí y zonas aledañas.
El proyecto planteado se denomina «Desarrollo ecoturístico del sector El
Ceibo del Parque Nacional Braulio Carrillo, San Ramón La Virgen, Sarapiquí,
Heredia»; este consiste en la creación de condiciones para la visitación;
básicamente, infraestructura y planta física dentro del sector El Ceibo. El
proyecto contempla la construcción de un puente colgante sobre el río Peje, la
adecuación de un sendero, un área de recepción, baterías de baños, cafetería y
una tienda de souvenirs para artesanías locales.
Es fundamental mencionar que el sector El
Ceibo nunca ha estado abierto al público, por lo que está también ha sido una
gestión trascendental del SINAC, sobre todo, para que se realice mediante la responsabilidad de ejecutar los fondos del
Inder para la inversión, donde la cooperativa tendrá la oportunidad de optar
por un permiso de uso en la zona donde se construyen los servicios no
esenciales. Desde entonces, este proyecto interinstitucional ha logrado culminar
con la obra blanca, y se está en proceso de construir el puente colgante y
adecuar el sendero.
La comunidad supo aprovechar el proceso de extensión que culminó en el
2018 y estuvo orientado a la capacitación, donde se fortaleció la unión y el
trabajo colaborativo. Además, reconoció el valor del empoderamiento de la
población, principalmente, la población femenina que demostró constancia,
seguridad, poder de decisión y liderazgo en las tareas que le fueron
conferidas. Actualmente, la cooperativa es una organización competente que
tiene la oportunidad y el desafío de optar por un permiso para administrar los
servicios de alimentación, tienda de souvenirs,
así como ofrecer sus tours de naturaleza, agrícolas y pecuarios, a partir de la
apertura del sector El Ceibo del Parque Nacional Braulio Carrillo. Esto suma al
desarrollo socioeconómico de la comunidad y también hereda la cultura de la
organización a sus actuales y futuras generaciones.
Los dos proyectos desarrollados del 2015 al 2018 anteriormente
mencionados fueron procesos que fomentaron la presencia de las mujeres
involucradas y potenciaron el empoderamiento de la comunidad. Según (Batliwala
1993; Kabeer, 1998; Rowlands 1997), el empoderamiento se enmarca en tres formas: la
personal, la de relaciones próximas y la colectiva; se concibe como un proceso
que toma tiempo y donde cada persona debe apropiarse de él. Estas tres
dimensiones se vinculan entre sí, ya que engloban la capacidad individual y de
confianza en sí mismo (personal), la habilidad para negociar en grupos
inmediatos y familiares (relaciones cercanas) y el trabajo en conjunto con otras
instituciones formales e informales (colectivo). Según Sánchez
Islas (2018), el empoderamiento «tiene que ver con las personas, que as umen control
sobre sus vidas, adquieren habilidades, aumentan la confianza en sí mismos,
desarrollan la independencia y promueven el cambio para otros» (26).
Lo expuesto anteriormente ha motivado la investigación, pues así se
podrá ofrecer un mejor entendimiento de las vivencias de las participantes de
la investigación tras recibir la capacitación, con la finalidad última de
describir cómo sus percepciones denotan el desarrollo de la comunidad. Por lo
tanto, este artículo busca, en primera instancia, generar un espacio de
reflexión y concientización de las mujeres, haciendo visible el trabajo que desarrollan
para el progreso socioeconómico de la comunidad. La investigación permite
transmitir las percepciones y experiencias vividas de las participantes para
entender cómo se posicionaron, los posibles sacrificios, las vivencias y los
caminos que pasaron. Luego, es fundamental evidenciar algunos resultados de
esta investigación para que se utilicen como un primer hito y entender el
proceso de empoderamiento y arraigo de las mujeres y el papel que han jugado en
la comunidad como pioneras de un proceso. Finalmente, los resultados constituyen
un mecanismo sistemático de la ruta que las mujeres participantes han trazado,
y esto servirá para modelar procesos de aprendizaje y capacitación, con los cuales
se podría articular esfuerzos con otras instituciones para la actualización y
mejora continua de la comunidad.
Este artículo se basa en una investigación más amplia y enfocada en el
empoderamiento de las cinco mujeres, pero para este caso los resultados se refieren
a la interinstitucionalidad, extensión y desarrollo comunitario desde su voz.
Metodología
El diseño de la investigación fue un
estudio de caso descriptivo (Baxter y Jack 2008; Flyvbjerg 2011; Lichtman
2013). Desde una óptica feminista, este estudio examinó las perspectivas y experiencias
de las mujeres, su rol en la sociedad y cómo este, desde la voz de las mujeres,
se percibe y cambia sus vidas en diferentes aspectos sociales (Grbich 2007; Hatch 2002). Los métodos de recolección
de datos triangulados fueron entrevistas semiestructuradas, observaciones de
campo y recolección de documentos. Las entrevistas fueron grabadas y
posteriormente transcritas. La observación-participante se utilizó en dos
respectivos eventos; para llevar a cabo las observaciones, se elaboraron un
protocolo y una guía de observación. Finalmente, se recolectaron documentos oficiales
(bitácoras, minutas y actas de sesiones) que evidenciaron la participación de
las mujeres en la comunidad. Sin embargo, para efectos de este artículo, solo
se tomarán en cuenta los resultados obtenidos en las entrevistas, las cuales se
llevaron a cabo en el 2021. Las participantes firmaron un consentimiento de
acuerdo para el estudio y para la entrevista. Se garantizó que toda la
información fuera anónima; a las participantes se les asignó códigos para
asegurar la confiabilidad de la presentación y publicación de los datos.
La población meta del estudio se
compuso de cinco mujeres (M1, M2, M3, M4 y M5), seleccionadas a través de un
muestreo, a propósito, único con los siguientes criterios (López Estrada y
Fernández Mora 2020, 494): «mujeres entre 35
y 65 años
de edad, que
completaron la capacitación del
2015-2018, que trabajen
en procesos de emprendimiento turístico
tales como hospedaje, alimentos y bebidas, costura, producción animal y
agrícola, diseño y venta de productos locales
y artesanías, y
líderes comunales que participaron en
asociaciones o comités de la
comunidad entre el 2015-2018».
El estudio se basó en el análisis de
contenido (Hatch 2002), que enfatizó lecturas constantes, críticas y sistematización
de los datos. Se crearon códigos que resumieron las unidades mínimas semánticas
para identificar categorías temáticas significativas y responder las preguntas
de investigación del estudio:
1. ¿Qué opiniones sobre el proceso de
empoderamiento expresan cinco mujeres de Sarapiquí después de haber participado
en un proceso de capacitación sobre emprendimientos turísticos entre 2015-2018?
2. ¿Cuáles son las percepciones de
empoderamiento de cinco mujeres de Sarapiquí después de haber participado en un
proceso de capacitación sobre emprendimientos turísticos entre 2015-2018?
3. ¿Cuáles son las experiencias de empoderamiento
vividas de cinco mujeres de Sarapiquí después de haber participado en un
proceso de capacitación sobre emprendimientos turísticos entre 2015-2018?
Resultados
A continuación, se presentan los
temas generados con respecto a las preguntas de investigación, que incluyen
contexto comunitario, participación en actividades de la comunidad,
capacitaciones recibidas y necesidades de capacitación.
Contexto comunitario
Con respecto al contexto
comunitario, se identificaron cuatro subtemas: antecedentes de la comunidad,
historia de la cooperativa, historia de los emprendimiento e injerencia
institucional.
Las participantes relataron que, en
antaño, la comunidad no presentaba indicios de desarrollo, sino una escasez en
las fuentes de trabajo, con una monotonía en empleos de empresas de la zona, además
de caminos deteriorados e intransitables. La participante M5 recalcó que, años
atrás, como habitantes de la comunidad, se encontraban «con la idea
de que había que reparar algunos puentes, y como siempre preocupado uno porque las
fuentes de empleo, pues casi nadie emplea aquí». Debido a
esto, buscaron maneras de organizarse como comunidad, «trabajábamos
en el lote del acueducto, trabajamos, pero en un grupito ahí que nos habíamos
organizado. Ahí nos habían prestado para hacer un vivero, nosotros pensábamos: ‘Tal
vez nos van a dar algo ahí’ para el vivero. Y estábamos algunos ahí, entonces
yo fui a la reunión». Sin embargo, se percataron de que
esto no sería suficiente para levantar a la comunidad: «Ya estando
ahí, nos dimos cuenta que realmente se podía lograr algo más grande que solo el
vivero iba a ser algo muy pequeño». Dado esto,
se dio un precedente que las participantes consideraron como parte del
desarrollo, sobre todo a partir de la posibilidad de la apertura del Parque Nacional
Braulio Carrillo. Así lo expresó M5: «Entonces, ya
se empezó con la reparación del camino, que por qué no abrir lo del parque,
intentar a ver si se abre el parque y ya ahí fue donde comenzaron todo el proceso
de las reuniones [interinstitucionales]».
Parte del desarrollo comunitario se
ha visto fortalecido gracias a la injerencia institucional y a la vinculación
entre diferentes instituciones públicas. M1 rememoró esto y el inicio de la
cooperativa: «Eso fue como el comienzo, eso fue
como el comienzo de la cooperativa. Bueno, la historia». Antes de 2014,
una persona que laboraba para el Inder percibió la necesidad de reparar los
caminos; M1 describió que «el acceso al
parque, que no había acceso, en realidad no había acceso, era un camino
insoportablemente horrible». Esta
persona fue el puente que comunicó al grupo de personas organizadas de la
comunidad con el Inder, así lo indicó M1: «Él dijo que
sí que ellos nos podían ayudar como Inder». Sin
embargo, como grupo organizado, debían justificar la solicitud de apoyo que
demostrara la necesidad de reparar el camino hasta el Parque Nacional Braulio
Carrillo, ya que «meter recursos a ese lugar solamente
para los guardaparques no», según
recordó M1. Una vez que se aprobó esta petición, la persona que ayudó al grupo
les hizo una solicitud. M1 comentó que «él dice que
sí, que sí nos pueden ayudar, pero que tenemos que formar la cooperativa». Seguido a
esto, la Escuela de Planificación y Acción Social de la Universidad Nacional y
el Inder realizaron Trabajo Comunitario Universitario en la comunidad. M1
agregó: «También con la gente de INFOCOOP [Instituto
Nacional de Fomento Cooperativo], que son los que nos formaron como
cooperativa. Tuvimos unas capacitaciones ahí como esa gente». Sin
embargo, la historia de la cooperativa tuvo un inicio difícil, así lo explicó
M1: «Nosotros no hemos trabajado con la comunidad en sí,
nosotros hemos trabajado como cooperativa. Nos hemos dedicado más que todo a
pagar deudas porque eso fue lo que a nosotros nos quedó de la cooperativa.
Entonces, hemos tenido que trabajar, trabajar y trabajar para pagar». La
cooperativa tuvo en su administración un supermercado, el cual no fue exitoso;
M1 continuó explicando que, como consecuencia, «fue cuando
ya como 10 personas tuvieron que irse porque no estaban de acuerdo en que
nosotros teníamos que hacer un crédito con el Inder y no estaban de acuerdo,
entonces la única opción era que ellos se fueran, y se fueron porque no
estuvieron de acuerdo». La cooperativa no ha tenido un
camino sin desafíos, experiencias y aprendizaje, pero esto no la detuvo para
seguir luchando para el desarrollo de la comunidad.
La cooperativa y todo este movimiento organizativo
dieron pie a otros movimientos de desarrollo comunitario. Los comienzos no
fueron fáciles, y ha sido un reto constante para las personas asociadas a la
cooperativa. M3 explicó: «como
cooperativa a veces nos han criticado, nos han juzgado, nos han puesto algún
que otro obstáculo. Tal vez porque no creían porque hay personas que no creen
en el proyecto, o nos ven como un grupo para el beneficio propio como es una
cooperativa, aunque hemos trabajado más para el pueblo que para nosotros. Aunque
sí hemos recibido cada uno nuestro fruto, pero yo creo que hemos trabajado más
para el pueblo que lo que hemos recibido». Algunas
organizaciones de la comunidad han puesto barreras a la cooperativa; M3
extendió: «En algún momento no nos quisieron
dar una cocina del salón porque éramos un grupo que nos beneficiábamos
nosotros, aunque sabían que estábamos luchando con un fin de más que todo el
camino que es lo que siempre nos propusimos mejorar».
A pesar de las eventualidades
negativas que ha enfrentado la comunidad, las participantes recuerdan que fue
una transición histórica, ya que, como M1 explicó: «Desde el
2014 para acá las estrellas se alinearon por muchas razones: las
capacitaciones, el desarrollo, el apoyo, la gente ya nos conoce». Además, M1
recalca la injerencia interinstitucional y agregó con gratitud: «sé que hay
instituciones que ya han escuchado hablar de nosotros, del pueblo, del parque,
entonces sí ha cambiado, sí ha habido un gran cambio. Y finalmente el TEC. Yo
soy muy agradecida con el TEC porque nos dieron tanto apoyo, y con el Inder
porque en realidad fueron las dos instituciones que nos apadrinaron, como
decimos nosotros que han visto algo diferente o que han visto no sé qué en
nosotros, porque nadie más se ha comprometido tantísimo como el TEC y el Inder».
Participación en actividades de la comunidad
Con respecto al tema de participación
en actividades de la comunidad, este se dividió en participación en el ámbito comunitario, educativo, político,
religioso y participación en la cooperativa.
Toda la comunidad participa, de una
u otra forma, en las actividades comunitarias, así como las participantes del
estudio. M1 rescata que a su esposo «toda la vida
le ha tocado que trabajar con lo del comité de camino. Él es un líder, a él le
ha tocado trabajar meses en el camino». Con
respecto a la participación en el ámbito comunitario, M4 indica que siempre «he
participado en algo, comités, grupos, todo lo que sea apoyar a la comunidad a
mí me ha gustado». También M3 indicó: «He ayudado a
cocinar, he ayudado a cobrar en un baile, he ayudado en una cantina, a repartir
comidas en cabalgatas, he participado en el comité de crédito FUNDECOCA. Es de
lo menos que hace uno, pero también aporta a la comunidad». De igual
forma M1 ha participado «pero sí siempre,
toda la vida desde que era una muchacha en la comunidad, siempre, en la
iglesia, en los caminos, en la asociación de desarrollo, en la escuela». M1 también
ha participado en aspectos educativos: «cuando
estaban mis hijos en la escuela o el colegio, yo participaba, les ayudaba [al
comité de educación]». M3 ha participado en aspectos
políticos como representante municipal. En el caso de la participación en el ámbito
religioso, M3 describe: «Estaba en el
comité de la iglesia católica». También, M5
subrayó: «un tiempo estuve también en algunas
cosas de la iglesia, en lo que fue en la junta de la iglesia».
Finalmente, la mayor cantidad de participación
se daba dentro de las labores propias de la cooperativa donde M1, en calidad de
presidenta de la cooperativa, enfatiza: «donde yo
quiera que esté, yo represento a la cooperativa y yo siempre trabajo para la
cooperativa, yo ando buscando recursos para la cooperativa, yo ando buscando
apoyo para la cooperativa, donde quiera que voy a representar la cooperativa, pues
yo la represento como con amor yo me he dado para la cooperativa tanto años y
tanto que solamente yo sé cuánto me he dado para la cooperativa».
Capacitaciones recibidas
Las capacitaciones recibidas en la
comunidad son el resultado de la injerencia interinstitucional pública y, en
algunos casos, privada. Estas provienen del Instituto
Nacional de Fomento Cooperativo, la Universidad Nacional, el Sistema
Nacional de Áreas de Conservación, el Instituto Nacional de
Aprendizaje, la Fundación Unión y Desarrollo de las Comunidades Campesinas y el
Instituto Tecnológico de Costa Rica, en temas sobre cooperativismo, turismo
rural y emprendedurismo. Así lo indica M1: «Yo he
asistido algunos talleres, por ejemplo, hace muchos años, es increíble, pero yo
hace muchos años tengo hasta un cartoncillo de esos que le dan a uno de
participación sobre cooperativismo. También otra, otra participación que me
invitaron allá en Puerto Viejo [Sarapiquí] que era sobre la sociedad». Y continúa:
«La gente del
Instituto Nacional
de Fomento Cooperativo, que son los que nos formaron como
cooperativa, tuvimos unas capacitaciones ahí como esa gente». M4
recuerda cómo de la Universidad Nacional «había venido
unas muchachas de la Universidad Nacional porque ellas estaban haciendo un
trabajo de campo que duró todo un año. De ahí fue donde nació lo de la
cooperativa, más bien, ellas vinieron hacerlo porque ya se había formado el
grupo, nada más que estaba en sus inicios, verdad. Entonces, ellas sí nos
dieron capacitaciones, pero no mucho porque ellas también eran estudiantes».
El Sistema
Nacional de Áreas de Conservación también impartió capacitaciones, así como
el Instituto Nacional de Aprendizaje desde años anteriores al 2014, donde M5
aprendió de costura y M3 se capacitó: «antes del
2015 sí tuve muchas capacitaciones con el INA. El INA estuvo un tiempo que, no
sé tal vez en el 2010 por ahí, 2012 por ahí, vino a dar muchos cursos aquí:
emprendedurismo, plan de negocios; como dos o tres cursos que tenían que ver
con turismo. Vino a dar varios cursos». Al igual
que el INA, la Fundación Unión y Desarrollo de las Comunidades Campesinas
impartió capacitaciones e impulsó la creación del comité de crédito que
actualmente se encuentra vigente en la comunidad, así lo indicó M5: «iniciábamos
creo que era como con treinta mil colones que dieron un fondo para que el pueblo
pudiera aumentar esas ganancias y hasta el día de hoy aún se mantiene. Es como
un banco del pueblo, es pequeñito, les dan préstamos, no piden requisitos, pero
se ha ido aumentando y durante muchos años; todavía se mantiene ese comité de crédito».
El TEC no fue la primera universidad
en brindar oportunidades a la comunidad; sin embargo, esta ha sido la que más
insumos académicos ha brindado tanto de forma colectiva como individualizada a
las personas asociadas de la cooperativa. Además, a pesar de que era un proceso
para los habitantes de la comunidad, este los sacaba de sus zonas de confort,
así lo recalcó M5: «bueno, si siempre hemos sido algunos
muy tímidos, ahí estábamos peor de tímidos, andábamos con ese susto, ese miedo
de que pensábamos que iba a ser rápido, ojalá un mes y dos meses y no, eso no
acababa, cada día eran más capacitaciones y fue cansado porque era bastante
cansado para muchos por los horarios de trabajo porque algunos iban al campo y
a veces llegaban hasta todos embarrialados y de todo porque no les daba tiempo
de bañarse». Además, M5 expresó que, sumado a
los desafíos de las capacitaciones, estas representaban compromiso y sacrificio:
«pero yo
salía de la escuela, el comedor, yo no vivía aquí tan cerca del centro de la
comunidad, yo vivía como a un kilómetro hacia abajo buscando la comunidad y las
reuniones a veces eran tarde, a veces terminaban nueve de la noche, y yo con mi
hijo pequeño también era muy cansado porque me daba lástima porque él a veces se
cansaba mucho y eran varios días. Entonces ya uno vivía como sometido un poco de
estrés, pero a la vez no lo dejaba botado porque había algo que uno quería
seguir, realmente quería saber qué había pasado con eso y también estaba
emocionada con la apertura del parque, más proyectos». Otra
participante expuso la dificultad de atender las capacitaciones, ya que su
esposo tenía impedimento para movilizarse, así como «el
acomodarme en el super [lugar donde laboraba] para tener
ese tiempo disponible. Hubo veces en que no podía ir por esa razón, pero casi
siempre iba. Pero creo que fueron retos a vencer: la distancia, el caminar y el
tiempo para ir, pero especialmente el, el transporte». A pesar
del esfuerzo, el objetivo de salir adelante no se perdía de vista, así lo
compartió M2: «Debajo de los aguaceros, y nosotros
también, ahí íbamos. Había muchas señoras que iban con sus chiquitos y debajo
del agua, y fuimos a recibir el curso porque nosotros sabíamos que era un
esfuerzo que estaba haciendo el TEC para nosotros, y que era bueno para nuestro
futuro, aquí en la apertura del Ceibo». Sin
embargo, se mencionó que muchas personas no establecieron un vínculo sólido
para sobrellevar todo el proceso: «Al principio
se invitó mucha gente, pero no todos aguantaban. Esto fue durillo y buscaban
algo fácil, pero nos hemos mantenido aún durante varios años, ya hasta como a
finales del 2014 e inicios del 2015». Por otro
lado, M5 dijo que quienes fueron resilientes, consistentes y creyeron en las
capacitaciones incluso querían continuar «y ahí vamos,
hasta la fecha cada día. Yo creo que ya nos acostumbramos a las capacitaciones,
ya hasta extrañamos cuando no las tenemos». M1 la
secundó: «Fue una experiencia satisfactoria,
sí, y no me hubiera gustado que se terminara».
Las capacitaciones del TEC
cultivaron conocimientos integrales sobre el turismo: «hubo algunas
que fue nos enseñaron de los diferentes países, como las costumbres. Bueno,
también vimos un poco de servicio al cliente fueron muchas, pero sí se compartía». Para M3 la
comunidad se empezó a ver beneficiada desde que el turismo fue aceptado como potencial
fuente económica: «creo que sí ha habido un cambio muy
radical a partir de que se empezó a ver como turismo y sí me atrevería a decir
que a partir del TEC y de la cooperativa porque sembró confianza en la
comunidad de ver que el turismo podía ser algo que nos podría llegar a generar
recursos para las familias porque creo que antes de esto no era bien visto». El
servicio al cliente fue un aspecto transcendental para brindar un servicio de
calidad, sin importar la actividad; así lo interiorizó M5: «de hecho que
sí le ayuda a uno mucho. Sí, porque cada día busca cómo complacer más al
cliente. Cada día la gente es más exigente y uno sabe que debe mejorar porque si
la gente paga por algo uno debe mejorar para que las personas estén contentas». Los
participantes de las capacitaciones adquirieron habilidades individuales para
sus emprendimientos, como lo recalcó M2: «gracias al
TEC las capacitaciones que hemos tomado y he aprendido muchísimo como para mi
negocio». Sin embargo, la esencia que
caracteriza a la comunidad es su conexión: «también de
que eso nos ayudó a unirnos, ahí intentamos un negocio con la pulpería».
Las capacitaciones del TEC se
caracterizaron por ser dinámicas y entretenidas, como describe M4: «ellos
siempre trataban de hacer que las charlas y todo no fueran aburridas, que
fueran entretenidas, siempre hacían jueguillos, así como para romper el hielo
al principio». Sumado a esto, la paciencia a las
personas asociadas y la contextualización de las capacitaciones fueron factores
relevantes para el éxito de estas, así lo mencionó M2: «ellos
siempre se acomodaron a nuestro ritmo de vida porque la mayoría trabajamos». Esto hizo
que la carga cognitiva fuera amena según el contexto de la hora y el esfuerzo
de las personas asociadas; M4 continuó: «No eran nada
más sentarse a escuchar a alguien, sino que ellos hacían, muchas veces traían
un poco de material y hacíamos dinámicas de lo que se trataba el tema y hasta
obras de teatro y nos ponían hacer obras de teatro representando partes del
tema, entonces esa forma uno aprende de una forma bonita y entretenida». A pesar de
ser agradables y adaptadas para la población, las capacitaciones fueron
enfocadas en turismo, pero con la aplicabilidad en diferentes entornos, como el
personal, o en emprendimientos no afines al turismo; M4 explicó: «por ejemplo,
de cosas del servicio al cliente y uno ya se hace muy observador y muy
quisquilloso en eso porque ya a uno le dieron las capacitaciones». Los temas
vistos les concedieron otras habilidades y les permitió expandir sus
conocimientos: «Creo que la sabiduría que he
adquirido a través de los años que nos ha capacitado el TEC. He recibido
también con otras instituciones, pero creo que el TEC ha sido estupendo para
desarrollarnos en muchas áreas, tener mucho conocimiento en lo que estamos
trabajando para desarrollar el turismo, pero creo que aparte de turismo nos han
enseñado a desenvolvernos en muchas áreas que no creíamos que fuéramos capaces». Por otro
lado, M2 afirmó con respecto a sus aprendizajes en otras áreas: «cómo abrir
la computadora y hacer correos».
La efectividad de las capacitaciones
también se plasma en el efecto que estas representaron para las participantes: «nos sacaron
de nuestra zona de confort que era el hogar, el oficio donde no nos tocaba
hacer gran cosa; a pasar a tener que ponernos al frente de un público, exponer,
escribir, sacar ideas». M1 comentó cómo se ha visto el
cambio en otras participantes: «ella como se
desenvuelve después de las capacitaciones con el TEC, a mí eso es como la paga,
eso es como lo que más me ha satisfecho de ver que sí ha servido para algunas
personas lo que hemos hecho en estos años, porque uno ve que sí funcionó».
Muchas personas vivieron nuevas
experiencias educativas que las llevaron a atravesar momentos de
empoderamiento, ya que se encontraban «señoras que
nunca habían realizado un proceso de estudio, entonces para ellas fue
totalmente nuevo. Al principio se negaban y todo y les daba vergüenza y les
daba risa y no sabían ni qué hacer y a eso lo tomaban con mucha naturalidad», según M4.
Esto ocasionó un cambio de actitud, autoestima y autopercepción: «Se fue
despertando en ellas el poder femenino, ese empoderamiento que a veces ni uno
sabe que tiene ahí escondido y cuando lo sacan de la zona de confort y no le
queda más que tirarse al agua, despierta eso que uno sabía, o que no sabía uno
de lo que era capaz. Entonces las veo a ellas muy empoderadas en su forma de
hablar, de pensar, de expresarse, yo pienso que ahora son otras, claro que sí». M2 relató
cómo ha sido su cambio: «yo era una mujer
muy tímida, lo que llamamos nosotros aquí en el campo, sorompa; no sabía cómo
hablar o estresarme ante una reunión o algo que hubiera mucha gente, me daba
susto hablar. Pero después que el TEC nos ayudó con sus capacitaciones y el
esfuerzo de sus profesores soy otra, no tengo temor de expresar mis palabras
ante quien sea. Soy una luchadora para que en mi pueblo haya fuentes de trabajo
para más mujeres. Le doy gracias al TEC por convertirme en la mujer que soy
decidida, empoderada». Desde un nivel colectivo, los
beneficios de las capacitaciones han sido trascendentales, M2 lo resaltó: «soy testigo
del cambio de todas después de las capacitaciones que nos dio el TEC, somos más
decididas, no sentimos esos nervios de los logros que estamos construyendo en nuestros
emprendimientos gracias a las capacitaciones que recibimos por parte del TEC».
Necesidades de capacitación
Las participantes expresaron sus
opiniones con respecto a necesidades de capacitación a futuro en cuatro áreas: administración,
finanzas, idiomas y psicología. En el caso de aspectos a nivel de
administración, M1 en su condición de presidenta de la cooperativa indicó: «yo deseo
saber cómo manejar. Yo sé que para ser gerente uno tiene que tener una
preparación académica en administración, y un gerente tiene que buscar y
solucionar». Por otra parte, en el aspecto
financiero, M3 enfatizó: «siento, o
necesito, no siento, sino necesito una reserva porque yo quiero como hacer
pijamas, como hacer ropa interior, necesito económicamente para, para comprar
antes de. Si yo produzco, tengo que tener ganancias, pero yo no veo mis
ganancias porque estoy poniendo más de lo que tengo». Ella es
consciente de que necesita conocer más sobre aspectos financieros para planear
mejor su emprendimiento. Ella indicó: «yo tengo un
plan de negocios en mi cabeza que hice un curso y que algo recuerdo, pero cómo
hace uno para lograr hacer algo que sabe que tiene que hacer cuando no le
alcanza para hacer todo lo que tiene que hacer».
Otro tema en el que las
participantes concuerdan que necesitan más capacitación y acompañamiento es en
el idioma inglés y habilidades de expresión oral en español. M2 es consciente
de la importancia del inglés en la comunidad y sobre todo en los
emprendimientos turísticos. Ella sugirió «que nos den
por lo menos lo básico de inglés. Y somos muchas mujeres, la mayoría que
tenemos los proyectos somos mujeres. Porque esa es la verdad. Los proyectos de
mi soda soy yo, el proyecto de estevia es una mujer, el proyecto de la pimienta
es una mujer, hay muchas que somos, que tenemos. Entonces, eso es lo que digo
yo para nosotros lo del inglés, por lo menos para uno decirles: ¡buenos días! A
un extranjero, a un turista decirle buenos días, por lo menos. Aunque uno a
veces con sus sencilleces y sus cosas, ellos le entienden a uno. Pero es bonito
saber un poquito más, aprender uno más. A mí me gusta mucho aprender más». M5 enfatizó
la importancia de expresarse en público: «como
exponer, expresarnos o exponer mejor, perder ese miedo. No sé cómo se podrá
llamar eso, si será miedos, si será de cierta forma una inseguridad, o no sé,
timidez [para expresarse públicamente]».
M1 indicó que necesitan personas que
les ayuden a sentir motivación y «sanar cosas
que a las mujeres muchas veces tienen, y esas cosas estaban ahí y no nos dejan,
no nos dejan romper la cáscara, digo yo». M4 concordó
con esta necesidad de capacitación y agregó que «muchas
mujeres aquí en la comunidad necesitan talleres o capacitaciones de autoayuda,
algo que les haga empoderarse y convencerse que ellas son capaces, de que ellas
no nacieron para estar ahí entre cuatro paredes cocinando y limpiando toda la
vida. Ellas son capaces de hacerse un proyecto, un emprendimiento, de salir
adelante, de capacitarse». M3 expresó
que temas en autoestima son necesarios: «la
autoestima como creerse capaz de las cosas que uno pueda hacer. En mi caso me
sucede muchas veces que yo pienso que no voy a poder hacer tal cosa y al final
que me pongo hacerlo, lo logro, entonces tal vez algo sobre cómo vencer los
miedos o tal vez alguna vivencia que haya tenido uno atrás que lo ayude
mentalmente a negarse la oportunidad de lograr muchas cosas».
Discusión y conclusiones
En 1995, el empoderamiento fue catalogado como un medio para tener mejor
calidad de vida con equidad y seguridad (Urcelay Cabañes 2014). El
empoderamiento es un factor que se genera a partir de la planificación y la
promoción en el ámbito del turismo rural (Rodríguez
García et al. 2014) para la mejora socioeconómica de un territorio,
donde la mujer empoderada puede tomar un protagonismo en el desarrollo de
comunidades rurales (Baylina et al.
2019; Rodríguez García et al. 2014). Para las autoras Erazo Caicedo, Jiménez Ruiz y López Morales (2014),
el empoderamiento se une al desarrollo comunitario por factores transversales,
por ejemplo, lo social, económico, político, legal y ambiental, lo que origina
beneficios inherentes para la comunidad, pero también para las mujeres que
desempeñan estos factores. Las mujeres que forman parte del mercado laboral
rompen constructos sociales y transforman su persona hacia una empoderada que
reduce la brecha de la desigualdad social (García Arteaga et al. 2021).
Además, estudios encuentran una relación directa entre empoderamiento y
desarrollo comunitario dada por emprendimientos (Buendía-Martínez y Carrasco
2013).
La comunidad de La Virgen ha
representado lo que la interinstitucionalidad y el compromiso de una
cooperativa pueden alcanzar sobre los años mediante estrategias académicas, de
inversión rural y de empoderamiento comunitario y femenino. Las mujeres de esta
comunidad han sido beneficiadas por procesos de capacitación que las han
impulsado a tener un protagonismo en mesas de trabajo interinstitucional para
el desarrollo de la comunidad. Las zonas rurales con bajos índices de
desarrollo dependen de grupos organizados por sus habitantes; sin embargo, es
imperante la injerencia institucional para potenciar este compromiso y vincular
con proyectos que la comunidad puede gestionar a largo plazo, o bien,
aprovechar o gestar potenciales medios de generación de empleos.
Las participantes del estudio evidencian un compromiso por ayudar a la
comunidad a surgir. El empoderamiento de estas mujeres demostró un cambio fundamental
a través de capacitaciones. Los vínculos interinstitucionales son clave para
tejer el camino al desarrollo de las comunidades de la mano con sus habitantes.
Este estudio expone la importancia del aprovechamiento de comunidades
empoderadas, donde los desafíos se sobrellevan y la academia se compromete con
acción social holística enfocada en el desarrollo comunitario más allá de
objetivos propios. Impactar a una comunidad por medio de proyectos de extensión
requiere de disponibilidad de ayudar en múltiples necesidades más allá de una
necesidad concentrada. Estos proyectos marcan un precedente que predomina si
hay apoyo de otras instituciones. Para esto, es imperativo que toda acción se
dé en torno a las necesidades de la comunidad donde se busca generar un cambio.
El impacto y desarrollo requieren de procesos prolongados y sostenibles de
donde se acompañe y se dé seguimiento para lograr el monitoreo y registro de
los efectos reales que puede representar el apoyo institucional; donde, a pesar
de existir un objetivo central, este no cambia, sino que se complementa con
nuevos procesos no planeados en beneficio de las comunidades, debido a los
desafíos que representa la población meta.
Una comunidad en desarrollo genera nuevas necesidades que requieren de
soluciones, donde es necesario el apoyo material y profesional en procesos
administrativos. Sin embargo, las necesidades del talento humano no se pueden
ignorar, ya que estas personas son el motor y objetivo del desarrollo
comunitario. Las mujeres del estudio demuestran que sus necesidades no son las
mismas, con el tiempo han cambiado y ameritan mejorar sus capacidades. El
Instituto Tecnológico de Costa Rica, así como el Inder y otras instituciones,
ha demostrado en esta zona, y particularmente en la comunidad de Sarapiquí, que
la interinstitucionalidad estratégica y constante es posible. Las instituciones
públicas no solamente deben impactar zonas rurales, sino dar un constante
seguimiento y acompañamiento, bajo la contextualización y sostenibilidad de sus
funciones sobre estas comunidades. El TEC continúa su compromiso con la
comunidad, esto es símbolo y ejemplo de compromiso y esfuerzo, e invita a otras
entidades a ver este caso como ejemplo, y beneficiar estratégicamente a zonas
rurales que lo requieran.
Algunas capacitaciones han sido trascendentales para los emprendimientos,
los cuales funcionan como fuente de ingresos de las familias de las mujeres. Los
sacrificios fueron múltiples para cumplir con los procesos de capacitación; sin
embargo, siempre existió motivación para mantenerse firmes, principalmente
movidos por el futuro, en particular la apertura del sector El Ceibo del Parque
Nacional Braulio Carrillo. En conclusión, el sentido de la gratitud contribuyó a
la participación proactiva y constante de las personas de la comunidad en
cuanto a las capacitaciones brindadas por el TEC, ya que en todo momento se valoró
el esfuerzo que el equipo académico y estudiantil de esta institución realizó
durante el 2015-2018.
Las capacitaciones constituyeron una herramienta fundamental para notar
cambios en las participantes. Esto se denota cuando mencionan que todas eran
muy tímidas, pero que, a pesar de lo desafiante, lograron mantenerse y
finalizar; esto les ha permitido adquirir conocimientos, ponerlos en práctica
en sus emprendimientos y en la vida cotidiana, con la atención de visitantes, y,
sobre todo, demuestran con solidez que pueden mejorar sus condiciones
socioeconómicas a partir de lo vivido durante el proceso; de manera que el
empoderamiento lo ha experimentado cada participante a su propio ritmo, pero
con cambios favorables para cada una. Por mencionar un ejemplo, en el 2015 las
participantes no contaban con emprendimientos, pero el impulso académico e
institucional facilitó que se mantuvieran firmes con sus metas y que, hoy en
día, estén en capacidad de brindar sus productos (bienes y servicios), atender
visitantes mediante sus emprendimientos y trabajar de forma asociativa en
comunidad.
Ciertamente, las participantes señalan que el proceso ha sido difícil y
retador, pero manifiestan que siempre han trabajado por las metas, esto a pesar
de las múltiples tareas que les corresponde asumir a nivel personal, familiar y
comunitario. Se puede concluir que las entrevistadas que integraron los
proyectos consideran su participación en actividades como capacitaciones,
reuniones y emprendimientos como una fuerza tractora para seguir adelante,
preparándose y construyendo oportunidades de calidad para la comunidad y sus
alrededores, sin dejar de lado las generaciones actuales. Más allá de un
evento, el empoderamiento es un mecanismo complejo y multivariable. Según las
percepciones de las participantes, se puede dimensionar de dos formas para
crecer a nivel personal y alcanzar sus metas: 1) un proceso interno conformado
por aspectos actitudinales, sacrificios y la voluntad de las mujeres para
salirse de la zona de confort, enfrentar los miedos y las barreras; y 2) un
proceso conformado por la colaboración e integración externa con la universidad,
las instituciones públicas y otros entes que contribuyen con herramientas
técnicas y pragmáticas al desarrollo profesional de estas mujeres. Esto también coincide con las conceptualizaciones de
empoderamiento desde las dimensiones de lo personal, las relaciones próximas y
lo colectivo (Batliwala 1993;
Kabeer 1998; Rowlands 1997; Sánchez Islas 2018).
En conclusión, cabe destacar que las participantes están administrando
sus emprendimientos; incluso, están en fases de formalización, gracias a sus
acciones por visibilizarse y realizar encadenamientos con otras organizaciones
que operan turismo rural en la zona; producto de esto, ya reciben visitación.
Además, están capacitándose en inglés enfocado en sus emprendimientos
turísticos, lo cual busca que las participantes y otros miembros de la
cooperativa y la comunidad tengan interacción directa con el turismo de habla
inglesa, esto a través de otro proyecto de extensión coordinado por el TEC
desde el 2022.
Finalmente, el equipo académico valora la importancia de documentar
procesos de esta naturaleza, donde se lleve una línea del tiempo con el antes,
el durante y el después. No obstante, estos procesos tienen el potencial de
que, de acuerdo con las etapas, se pueden sumar diferentes instituciones
públicas y privadas que aporten en diversos momentos. También, se tiene claro
que la formación debe ser una constante en el ser humano; por lo tanto, las
participantes y el grupo asociativo y comunitario que representan requieren de
actualización en los temas afines con sus emprendimientos y las necesidades que
el entorno demande.
Contribución
de las personas autoras: Patricia López-Estrada. Diseño del estudio,
recolección de datos, redacción y validación de la metodología, análisis e
interpretación de datos, redacción de los resultados, revisión y edición del
borrador del artículo, revisión crítica de la discusión y las conclusiones, aprobación
de la versión final del artículo.
Lady
Fernández-Mora. Recolección de datos, transcripción de datos, redacción del
marco teórico, interpretación de datos y redacción y edición del borrador del
artículo.
Estefanía
Pérez-Hidalgo. Análisis e interpretación de los datos; revisión, redacción y
edición del borrador del artículo; revisión crítica de su contenido.
Apoyo
financiero: Proyecto
inscrito en la Vicerrectoría de Investigación y Extensión del Instituto
Tecnológico de Costa Rica el 2 de diciembre de 2020, código 5402-2162-0001.
La Vicerrectoría de Investigación y Extensión colaboró con el pago a la
asistente del proyecto, la estudiante Estefanía Pérez Hidalgo, por medio del
Programa Investigación y Extensión Sociocultural y Educativa (PISCyE). Todo
gasto adicional fue cubierto por las investigadoras Patricia López Estrada
(coordinadora del proyecto) y Lady Fernández Mora.
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