Procesos de extensión universitaria del Instituto Tecnológico de Costa Rica y el empoderamiento de mujeres en Sarapiquí: Reflexiones sobre el desarrollo comunitario desde las percepciones de cinco mujeres

 

Processes of Extension Projects of Instituto Tecnológico de Costa Rica and Women Empowerment in Sarapiquí: Reflections about Community Development based on the Perceptions of Five Women

 

Patricia López Estrada

Escuela de Idiomas y Ciencias Sociales

Campus Tecnológico Local San Carlos

Instituto Tecnológico de Costa Rica,

San Carlos, Costa Rica

plopez@itcr.ac.cr

https://orcid.org/0000-0002-4811-5865

 

Lady Fernández Mora

Cooperación para la Transferencia de

Tecnología y Educación Continua

Campus Tecnológico Local San Carlos

Instituto Tecnológico de Costa Rica,

San Carlos, Costa Rica

lfernandez@itcr.ac.cr

https://orcid.org/0000-0002-4985-5128

 

Estefanía Pérez Hidalgo

Unidad Desconcentrada de la

Escuela de Ingeniería en Computación

Campus Tecnológico Local San Carlos

Instituto Tecnológico de Costa Rica,

San Carlos, Costa Rica

eperez96@estudiantec.cr

https://orcid.org/0000-0003-3552-1781

 

Fecha de recepción: 10 de febrero del 2023

Fecha de aceptación: 16 de junio del 2023

 

 

Cómo citar:

López Estrada, Patricia; Lady Fernández Mora y Estefanía Pérez Hidalgo. 2024. Procesos de extensión universitaria del Instituto Tecnológico de Costa Rica y el empoderamiento de mujeres en Sarapiquí: Reflexiones sobre el desarrollo comunitario desde las percepciones de cinco mujeres. Revista Reflexiones.103 (2). DOI 10.15517/rr.v103i1.54128

 

Resumen

Introducción. Los procesos de extensión universitaria son mecanismos para el beneficio de comunidades rurales con oportunidades de desarrollo. La extensión se puede tornar longitudinal, donde dar seguimiento y acompañar a la comunidad después de ejecutados los proyectos son acciones vitales para un desarrollo adecuado de las comunidades. Esta investigación fue motivada a partir de un proceso de extensión universitaria donde se capacitó en turismo rural y en emprendedurismo turístico a una cooperativa.

Objetivo. El estudio descriptivo busca evidenciar la importancia de un proceso de extensión universitaria durante 2015-2018 en el desarrollo comunitario, mediante un estudio de caso cualitativo de cinco mujeres en Sarapiquí.

Metodología. La metodología de la investigación se basó en el diseño de un estudio de caso, a partir de una descripción detallada; el enfoque fue descriptivo (Baxter y Jack 2008; Flyvbjerg 2011; Lichtman 2013). El caso de estudio se centró en las experiencias de cinco mujeres, las cuales se capacitaron durante 2015-2018 en turismo rural y emprendedurismo, temas impartidos por el Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Resultados. Los resultados muestran que el empoderamiento de las mujeres está estrechamente ligado a procesos intrínsecos personales, pero también a procesos de extensión comunitaria universitaria. También, se evidencia que la articulación de las instituciones públicas ha contribuido al desarrollo de la comunidad. Por otra parte, las participantes, a través del liderazgo y empoderamiento, expusieron sus necesidades y ejecutaron proyectos tanto en actividades personales como en gestiones para el desarrollo de la comunidad. Sin embargo, se expuso que estos procesos conllevan a nuevas necesidades para potenciar el desarrollo comunitario, el empoderamiento y las habilidades personales y profesionales.

Conclusión. Las mujeres del estudio evidencian cómo la influencia institucional y académica han transformado sus quehaceres en un desarrollo a la comunidad, de manera que se debe fomentar la participación comunitaria e institucional para garantizar el crecimiento constante.

Palabras claves: Comunidad, Empoderamiento, Emprendimiento, Mujer, Turismo.

 

Abstract

Introduction. Extension projects promoted at the university level serve as mechanisms for the betterment and growth of the rural communities. These projects might end up being longitudinal, where the constant mentoring and coaching is fundamental to continue helping the communities. This study examined the impact of extension projects that focused on rural tourism and entrepreneurship to a cooperative.

Objective. The descriptive study seeks to portray the importance of university extension processes during 2015-2018 regarding community development, based on a qualitative case study of five women in Sarapiquí.

Methodology. The methodology was based on a case study as a detailed description. The focus was descriptive (Baxter y Jack, 2008; Flyvbjerg, 2011; Lichtman, 2013). The case study focused on the experiences of five women, who were trained during 2015-2018 in rural tourism and entrepreneurship coordinated by the Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Results. The results suggest that women empowerment is highly linked to their own personal process, but also to university extension projects. Also, it was evidence that several public institutions have contributed to the community growth. On the other hand, the participants indicated their participation in community activities with various institutions for the growth of the community, which required leadership and empowerment to express their needs and carry out their personal and communal projects. However, it was emphasized that more processes are needed to fully booster the community growth, the empowerment process, and the personal and professional skills.

Conclusions. The women of the study highlighted how the institutional and academic alliance promote community growth, thus the importance to reflect on this and continue promoting community participation to guarantee constant growth.

Keywords: Community, Emporwerment, Entrepreneurship, Women, Tourism.

 

 

Introducción

 

La extensión universitaria es una función sustantiva del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), orientada a la atención y solución de necesidades, mediante el compromiso de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones rurales. Como parte de las acciones de la extensión, se orienta el «seguimiento que permita evaluar su impacto y la satisfacción de los beneficiarios» (Instituto Tecnológico de Costa Rica 2023, título 7.2). También, es parte de la extensión la articulación sistemática con procesos innovadores y emprendimiento para el acceso a nuevas y mejores oportunidades para la comunidad.

Para el TEC, la vinculación consiste en el accionar que le permite interactuar con su entorno, coordinando eficaz y eficientemente funciones de docencia, investigación y extensión de la ciencia, la tecnología, la educación, la administración y la acción sociocultural, de modo que esto favorezca su capacidad de relacionarse con los diferentes sectores, en acciones de beneficio mutuo que contribuyan a su posicionamiento estratégico (Instituto Tecnológico de Costa Rica 2013, 3). A través de la extensión, se ha tejido una red de trabajo donde se vinculan las instituciones, la comunidad y la academia para potenciar un sector productivo, como lo es el turismo en un entorno rural.

El TEC tiene siete ejes de investigación, de los cuales esta propuesta aborda cultura y hábitat. De igual forma, contribuye a tres de los cinco ejes transversales de la institución, los cuales corresponden a emprendimiento, sostenibilidad y género. La institución ha realizado esfuerzos orientados a las comunidades para promover el emprendimiento como un mecanismo que apoye el progreso social y la calidad de vida de la sociedad. Estos esfuerzos se han concretado mediante procesos de extensión, tal como fue el caso de la comunidad de Sarapiquí. De ahí, con esta investigación cualitativa, se busca reconocer y tomar consciencia de las vivencias y percepciones sobre la dinámica socioeconómica que experimentan las mujeres en el contexto de una comunidad rural.

A lo largo del tiempo, el TEC se ha sumado a esfuerzos que motiven y fortalezcan el empoderamiento de las mujeres. Es así como participó en el Proyecto EQUALITY fortalecimiento del liderazgo femenino en las Instituciones de Educación Superior (IES) Latinoamericanas y la sociedad (Tecnológico de Monterrey 2015), cuyo propósito fue promover la igualdad de género mediante el fortalecimiento de la participación de las mujeres en espacios de liderazgo en la investigación, la academia, el mercado laboral y la sociedad en general. De esta forma, el TEC se compromete a invertir más en la organización y el empoderamiento de las mujeres como recurso de cambio.

El desarrollo comunitario se puede conceptualizar como un conjunto de esfuerzos entre una población e instituciones, donde los unen procesos pedagógicos para alcanzar una mejora cualitativa y cuantitativa en la calidad de vida de la población en el ámbito económico, social y cultural (Camacho Gutiérrez 2012). De forma similar, González Alcocer (2015) propone que se denomina desarrollo comunitario cuando una comunidad representa una fuerza colectiva «a través de sus instituciones, organizaciones, asociaciones, personas, con un carácter transversal y que contribuyan a mejorar la calidad de vida de toda la comunidad a medio y largo plazo» (4). Según los resultados de la investigación, las voces de las participantes exponen este concepto a través de representaciones cualitativas generadas por sus experiencias en la comunidad.

Este artículo expone la importancia e implicaciones en el desarrollo comunitario que tiene el proceso de extensión universitaria mediante el estudio de caso de cinco mujeres en Sarapiquí, después de haber sido capacitadas en turismo y emprendimientos turísticos durante el 2015-2018, debido a los alcances que tuvieron dos proyectos de extensión: «Aprendiendo sobre la actividad turística como un medio para complementar las actividades primarias de la comunidad de San Ramón, Sarapiquí (2015-2016)» y «Fortalecimiento del emprendedurismo de los asociados de Cooproturs R.L. en la comunidad de San Ramón de La Virgen, Sarapiquí» (2017-2018). Desde el 2014 la Carrera de Gestión del Turismo Rural Sostenible de la Escuela de Idiomas y Ciencias Sociales del Campus Tecnológico Local San Carlos ha emprendido la formulación, la ejecución y el seguimiento de estos proyectos de extensión en conjunto con el compromiso de COOPROTURS R. L.

Esta población participó de un proceso de extensión donde se obtuvieron cinco resultados principales, cuyo propósito fue brindar las herramientas que permitieran a las personas asociadas de la cooperativa emprender sus ideas productivas de manera complementaria a las actividades rurales, así como buscar alternativas de desarrollo socioeconómico local (ver enlace). Los resultados fueron: a) una propuesta de un producto turístico rural, b) un programa de capacitación especializado en turismo rural c) cinco planes de negocio realizados de manera conjunta y seguimiento en aspectos de formalización y de operación, d) una página web de la cooperativa y e) un proyecto interinstitucional. Este último se llevó a cabo en el 2016, mediante el vínculo y la estructura de una comisión interinstitucional, constituida por el Instituto de Desarrollo Rural (Inder), el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), y el TEC, con el propósito de plantear un proyecto de desarrollo bajo la categoría de inversión del Inder, el cual se enfocó en el aprovechamiento del potencial natural que alberga dicha zona y que puede ser aprovechado para el turismo, lo que generaría oportunidades de emprendimientos para las personas del territorio de San Ramón de La Virgen de Sarapiquí y zonas aledañas.

El proyecto planteado se denomina «Desarrollo ecoturístico del sector El Ceibo del Parque Nacional Braulio Carrillo, San Ramón La Virgen, Sarapiquí, Heredia»; este consiste en la creación de condiciones para la visitación; básicamente, infraestructura y planta física dentro del sector El Ceibo. El proyecto contempla la construcción de un puente colgante sobre el río Peje, la adecuación de un sendero, un área de recepción, baterías de baños, cafetería y una tienda de souvenirs para artesanías locales.

Es fundamental mencionar que el sector El Ceibo nunca ha estado abierto al público, por lo que está también ha sido una gestión trascendental del SINAC, sobre todo, para que se realice mediante la responsabilidad de ejecutar los fondos del Inder para la inversión, donde la cooperativa tendrá la oportunidad de optar por un permiso de uso en la zona donde se construyen los servicios no esenciales. Desde entonces, este proyecto interinstitucional ha logrado culminar con la obra blanca, y se está en proceso de construir el puente colgante y adecuar el sendero.

La comunidad supo aprovechar el proceso de extensión que culminó en el 2018 y estuvo orientado a la capacitación, donde se fortaleció la unión y el trabajo colaborativo. Además, reconoció el valor del empoderamiento de la población, principalmente, la población femenina que demostró constancia, seguridad, poder de decisión y liderazgo en las tareas que le fueron conferidas. Actualmente, la cooperativa es una organización competente que tiene la oportunidad y el desafío de optar por un permiso para administrar los servicios de alimentación, tienda de souvenirs, así como ofrecer sus tours de naturaleza, agrícolas y pecuarios, a partir de la apertura del sector El Ceibo del Parque Nacional Braulio Carrillo. Esto suma al desarrollo socioeconómico de la comunidad y también hereda la cultura de la organización a sus actuales y futuras generaciones.

Los dos proyectos desarrollados del 2015 al 2018 anteriormente mencionados fueron procesos que fomentaron la presencia de las mujeres involucradas y potenciaron el empoderamiento de la comunidad. Según (Batliwala 1993; Kabeer, 1998; Rowlands 1997), el empoderamiento se enmarca en tres formas: la personal, la de relaciones próximas y la colectiva; se concibe como un proceso que toma tiempo y donde cada persona debe apropiarse de él. Estas tres dimensiones se vinculan entre sí, ya que engloban la capacidad individual y de confianza en sí mismo (personal), la habilidad para negociar en grupos inmediatos y familiares (relaciones cercanas) y el trabajo en conjunto con otras instituciones formales e informales (colectivo). Según Sánchez Islas (2018), el empoderamiento «tiene que ver con las personas, que as umen control sobre sus vidas, adquieren habilidades, aumentan la confianza en sí mismos, desarrollan la independencia y promueven el cambio para otros» (26).

Lo expuesto anteriormente ha motivado la investigación, pues así se podrá ofrecer un mejor entendimiento de las vivencias de las participantes de la investigación tras recibir la capacitación, con la finalidad última de describir cómo sus percepciones denotan el desarrollo de la comunidad. Por lo tanto, este artículo busca, en primera instancia, generar un espacio de reflexión y concientización de las mujeres, haciendo visible el trabajo que desarrollan para el progreso socioeconómico de la comunidad. La investigación permite transmitir las percepciones y experiencias vividas de las participantes para entender cómo se posicionaron, los posibles sacrificios, las vivencias y los caminos que pasaron. Luego, es fundamental evidenciar algunos resultados de esta investigación para que se utilicen como un primer hito y entender el proceso de empoderamiento y arraigo de las mujeres y el papel que han jugado en la comunidad como pioneras de un proceso. Finalmente, los resultados constituyen un mecanismo sistemático de la ruta que las mujeres participantes han trazado, y esto servirá para modelar procesos de aprendizaje y capacitación, con los cuales se podría articular esfuerzos con otras instituciones para la actualización y mejora continua de la comunidad.

Este artículo se basa en una investigación más amplia y enfocada en el empoderamiento de las cinco mujeres, pero para este caso los resultados se refieren a la interinstitucionalidad, extensión y desarrollo comunitario desde su voz.

 

 

Metodología

 

El diseño de la investigación fue un estudio de caso descriptivo (Baxter y Jack 2008; Flyvbjerg 2011; Lichtman 2013). Desde una óptica feminista, este estudio examinó las perspectivas y experiencias de las mujeres, su rol en la sociedad y cómo este, desde la voz de las mujeres, se percibe y cambia sus vidas en diferentes aspectos sociales (Grbich 2007; Hatch 2002). Los métodos de recolección de datos triangulados fueron entrevistas semiestructuradas, observaciones de campo y recolección de documentos. Las entrevistas fueron grabadas y posteriormente transcritas. La observación-participante se utilizó en dos respectivos eventos; para llevar a cabo las observaciones, se elaboraron un protocolo y una guía de observación. Finalmente, se recolectaron documentos oficiales (bitácoras, minutas y actas de sesiones) que evidenciaron la participación de las mujeres en la comunidad. Sin embargo, para efectos de este artículo, solo se tomarán en cuenta los resultados obtenidos en las entrevistas, las cuales se llevaron a cabo en el 2021. Las participantes firmaron un consentimiento de acuerdo para el estudio y para la entrevista. Se garantizó que toda la información fuera anónima; a las participantes se les asignó códigos para asegurar la confiabilidad de la presentación y publicación de los datos.

La población meta del estudio se compuso de cinco mujeres (M1, M2, M3, M4 y M5), seleccionadas a través de un muestreo, a propósito, único con los siguientes criterios (López Estrada y Fernández Mora 2020, 494): «mujeres   entre   35   y   65   años   de   edad,   que   completaron   la capacitación  del  2015-2018,  que  trabajen  en  procesos  de  emprendimiento  turístico  tales como hospedaje, alimentos y bebidas, costura, producción animal y agrícola, diseño y venta de  productos  locales  y  artesanías,  y  líderes  comunales  que participaron  en  asociaciones  o comités de la comunidad entre el 2015-2018».

El estudio se basó en el análisis de contenido (Hatch 2002), que enfatizó lecturas constantes, críticas y sistematización de los datos. Se crearon códigos que resumieron las unidades mínimas semánticas para identificar categorías temáticas significativas y responder las preguntas de investigación del estudio:

1.      ¿Qué opiniones sobre el proceso de empoderamiento expresan cinco mujeres de Sarapiquí después de haber participado en un proceso de capacitación sobre emprendimientos turísticos entre 2015-2018?

2.      ¿Cuáles son las percepciones de empoderamiento de cinco mujeres de Sarapiquí después de haber participado en un proceso de capacitación sobre emprendimientos turísticos entre 2015-2018?

3.      ¿Cuáles son las experiencias de empoderamiento vividas de cinco mujeres de Sarapiquí después de haber participado en un proceso de capacitación sobre emprendimientos turísticos entre 2015-2018?

 

Resultados

 

A continuación, se presentan los temas generados con respecto a las preguntas de investigación, que incluyen contexto comunitario, participación en actividades de la comunidad, capacitaciones recibidas y necesidades de capacitación.

 

Contexto comunitario

Con respecto al contexto comunitario, se identificaron cuatro subtemas: antecedentes de la comunidad, historia de la cooperativa, historia de los emprendimiento e injerencia institucional.

Las participantes relataron que, en antaño, la comunidad no presentaba indicios de desarrollo, sino una escasez en las fuentes de trabajo, con una monotonía en empleos de empresas de la zona, además de caminos deteriorados e intransitables. La participante M5 recalcó que, años atrás, como habitantes de la comunidad, se encontraban «con la idea de que había que reparar algunos puentes, y como siempre preocupado uno porque las fuentes de empleo, pues casi nadie emplea aquí». Debido a esto, buscaron maneras de organizarse como comunidad, «trabajábamos en el lote del acueducto, trabajamos, pero en un grupito ahí que nos habíamos organizado. Ahí nos habían prestado para hacer un vivero, nosotros pensábamos: ‘Tal vez nos van a dar algo ahí’ para el vivero. Y estábamos algunos ahí, entonces yo fui a la reunión». Sin embargo, se percataron de que esto no sería suficiente para levantar a la comunidad: «Ya estando ahí, nos dimos cuenta que realmente se podía lograr algo más grande que solo el vivero iba a ser algo muy pequeño». Dado esto, se dio un precedente que las participantes consideraron como parte del desarrollo, sobre todo a partir de la posibilidad de la apertura del Parque Nacional Braulio Carrillo. Así lo expresó M5: «Entonces, ya se empezó con la reparación del camino, que por qué no abrir lo del parque, intentar a ver si se abre el parque y ya ahí fue donde comenzaron todo el proceso de las reuniones [interinstitucionales.

Parte del desarrollo comunitario se ha visto fortalecido gracias a la injerencia institucional y a la vinculación entre diferentes instituciones públicas. M1 rememoró esto y el inicio de la cooperativa: «Eso fue como el comienzo, eso fue como el comienzo de la cooperativa. Bueno, la historia». Antes de 2014, una persona que laboraba para el Inder percibió la necesidad de reparar los caminos; M1 describió que «el acceso al parque, que no había acceso, en realidad no había acceso, era un camino insoportablemente horrible». Esta persona fue el puente que comunicó al grupo de personas organizadas de la comunidad con el Inder, así lo indicó M1: «Él dijo que sí que ellos nos podían ayudar como Inder». Sin embargo, como grupo organizado, debían justificar la solicitud de apoyo que demostrara la necesidad de reparar el camino hasta el Parque Nacional Braulio Carrillo, ya que «meter recursos a ese lugar solamente para los guardaparques no», según recordó M1. Una vez que se aprobó esta petición, la persona que ayudó al grupo les hizo una solicitud. M1 comentó que «él dice que sí, que sí nos pueden ayudar, pero que tenemos que formar la cooperativa». Seguido a esto, la Escuela de Planificación y Acción Social de la Universidad Nacional y el Inder realizaron Trabajo Comunitario Universitario en la comunidad. M1 agregó: «También con la gente de INFOCOOP [Instituto Nacional de Fomento Cooperativo], que son los que nos formaron como cooperativa. Tuvimos unas capacitaciones ahí como esa gente». Sin embargo, la historia de la cooperativa tuvo un inicio difícil, así lo explicó M1: «Nosotros no hemos trabajado con la comunidad en sí, nosotros hemos trabajado como cooperativa. Nos hemos dedicado más que todo a pagar deudas porque eso fue lo que a nosotros nos quedó de la cooperativa. Entonces, hemos tenido que trabajar, trabajar y trabajar para pagar». La cooperativa tuvo en su administración un supermercado, el cual no fue exitoso; M1 continuó explicando que, como consecuencia, «fue cuando ya como 10 personas tuvieron que irse porque no estaban de acuerdo en que nosotros teníamos que hacer un crédito con el Inder y no estaban de acuerdo, entonces la única opción era que ellos se fueran, y se fueron porque no estuvieron de acuerdo». La cooperativa no ha tenido un camino sin desafíos, experiencias y aprendizaje, pero esto no la detuvo para seguir luchando para el desarrollo de la comunidad.

La cooperativa y todo este movimiento organizativo dieron pie a otros movimientos de desarrollo comunitario. Los comienzos no fueron fáciles, y ha sido un reto constante para las personas asociadas a la cooperativa. M3 explicó: «como cooperativa a veces nos han criticado, nos han juzgado, nos han puesto algún que otro obstáculo. Tal vez porque no creían porque hay personas que no creen en el proyecto, o nos ven como un grupo para el beneficio propio como es una cooperativa, aunque hemos trabajado más para el pueblo que para nosotros. Aunque sí hemos recibido cada uno nuestro fruto, pero yo creo que hemos trabajado más para el pueblo que lo que hemos recibido». Algunas organizaciones de la comunidad han puesto barreras a la cooperativa; M3 extendió: «En algún momento no nos quisieron dar una cocina del salón porque éramos un grupo que nos beneficiábamos nosotros, aunque sabían que estábamos luchando con un fin de más que todo el camino que es lo que siempre nos propusimos mejorar».

A pesar de las eventualidades negativas que ha enfrentado la comunidad, las participantes recuerdan que fue una transición histórica, ya que, como M1 explicó: «Desde el 2014 para acá las estrellas se alinearon por muchas razones: las capacitaciones, el desarrollo, el apoyo, la gente ya nos conoce». Además, M1 recalca la injerencia interinstitucional y agregó con gratitud: «sé que hay instituciones que ya han escuchado hablar de nosotros, del pueblo, del parque, entonces sí ha cambiado, sí ha habido un gran cambio. Y finalmente el TEC. Yo soy muy agradecida con el TEC porque nos dieron tanto apoyo, y con el Inder porque en realidad fueron las dos instituciones que nos apadrinaron, como decimos nosotros que han visto algo diferente o que han visto no sé qué en nosotros, porque nadie más se ha comprometido tantísimo como el TEC y el Inder».

 

Participación en actividades de la comunidad

Con respecto al tema de participación en actividades de la comunidad, este se dividió en participación en el ámbito comunitario, educativo, político, religioso y participación en la cooperativa.

Toda la comunidad participa, de una u otra forma, en las actividades comunitarias, así como las participantes del estudio. M1 rescata que a su esposo «toda la vida le ha tocado que trabajar con lo del comité de camino. Él es un líder, a él le ha tocado trabajar meses en el camino». Con respecto a la participación en el ámbito comunitario, M4 indica que siempre «he participado en algo, comités, grupos, todo lo que sea apoyar a la comunidad a mí me ha gustado». También M3 indicó: «He ayudado a cocinar, he ayudado a cobrar en un baile, he ayudado en una cantina, a repartir comidas en cabalgatas, he participado en el comité de crédito FUNDECOCA. Es de lo menos que hace uno, pero también aporta a la comunidad». De igual forma M1 ha participado «pero sí siempre, toda la vida desde que era una muchacha en la comunidad, siempre, en la iglesia, en los caminos, en la asociación de desarrollo, en la escuela». M1 también ha participado en aspectos educativos: «cuando estaban mis hijos en la escuela o el colegio, yo participaba, les ayudaba [al comité de educación]». M3 ha participado en aspectos políticos como representante municipal. En el caso de la participación en el ámbito religioso, M3 describe: «Estaba en el comité de la iglesia católica». También, M5 subrayó: «un tiempo estuve también en algunas cosas de la iglesia, en lo que fue en la junta de la iglesia».

Finalmente, la mayor cantidad de participación se daba dentro de las labores propias de la cooperativa donde M1, en calidad de presidenta de la cooperativa, enfatiza: «donde yo quiera que esté, yo represento a la cooperativa y yo siempre trabajo para la cooperativa, yo ando buscando recursos para la cooperativa, yo ando buscando apoyo para la cooperativa, donde quiera que voy a representar la cooperativa, pues yo la represento como con amor yo me he dado para la cooperativa tanto años y tanto que solamente yo sé cuánto me he dado para la cooperativa».

 

Capacitaciones recibidas

Las capacitaciones recibidas en la comunidad son el resultado de la injerencia interinstitucional pública y, en algunos casos, privada. Estas provienen del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo, la Universidad Nacional, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, el Instituto Nacional de Aprendizaje, la Fundación Unión y Desarrollo de las Comunidades Campesinas y el Instituto Tecnológico de Costa Rica, en temas sobre cooperativismo, turismo rural y emprendedurismo. Así lo indica M1: «Yo he asistido algunos talleres, por ejemplo, hace muchos años, es increíble, pero yo hace muchos años tengo hasta un cartoncillo de esos que le dan a uno de participación sobre cooperativismo. También otra, otra participación que me invitaron allá en Puerto Viejo [Sarapiquí] que era sobre la sociedad». Y continúa: «La gente del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo, que son los que nos formaron como cooperativa, tuvimos unas capacitaciones ahí como esa gente». M4 recuerda cómo de la Universidad Nacional «había venido unas muchachas de la Universidad Nacional porque ellas estaban haciendo un trabajo de campo que duró todo un año. De ahí fue donde nació lo de la cooperativa, más bien, ellas vinieron hacerlo porque ya se había formado el grupo, nada más que estaba en sus inicios, verdad. Entonces, ellas sí nos dieron capacitaciones, pero no mucho porque ellas también eran estudiantes».

El Sistema Nacional de Áreas de Conservación también impartió capacitaciones, así como el Instituto Nacional de Aprendizaje desde años anteriores al 2014, donde M5 aprendió de costura y M3 se capacitó: «antes del 2015 sí tuve muchas capacitaciones con el INA. El INA estuvo un tiempo que, no sé tal vez en el 2010 por ahí, 2012 por ahí, vino a dar muchos cursos aquí: emprendedurismo, plan de negocios; como dos o tres cursos que tenían que ver con turismo. Vino a dar varios cursos». Al igual que el INA, la Fundación Unión y Desarrollo de las Comunidades Campesinas impartió capacitaciones e impulsó la creación del comité de crédito que actualmente se encuentra vigente en la comunidad, así lo indicó M5: «iniciábamos creo que era como con treinta mil colones que dieron un fondo para que el pueblo pudiera aumentar esas ganancias y hasta el día de hoy aún se mantiene. Es como un banco del pueblo, es pequeñito, les dan préstamos, no piden requisitos, pero se ha ido aumentando y durante muchos años; todavía se mantiene ese comité de crédito».

El TEC no fue la primera universidad en brindar oportunidades a la comunidad; sin embargo, esta ha sido la que más insumos académicos ha brindado tanto de forma colectiva como individualizada a las personas asociadas de la cooperativa. Además, a pesar de que era un proceso para los habitantes de la comunidad, este los sacaba de sus zonas de confort, así lo recalcó M5: «bueno, si siempre hemos sido algunos muy tímidos, ahí estábamos peor de tímidos, andábamos con ese susto, ese miedo de que pensábamos que iba a ser rápido, ojalá un mes y dos meses y no, eso no acababa, cada día eran más capacitaciones y fue cansado porque era bastante cansado para muchos por los horarios de trabajo porque algunos iban al campo y a veces llegaban hasta todos embarrialados y de todo porque no les daba tiempo de bañarse». Además, M5 expresó que, sumado a los desafíos de las capacitaciones, estas representaban compromiso y sacrificio: «pero yo salía de la escuela, el comedor, yo no vivía aquí tan cerca del centro de la comunidad, yo vivía como a un kilómetro hacia abajo buscando la comunidad y las reuniones a veces eran tarde, a veces terminaban nueve de la noche, y yo con mi hijo pequeño también era muy cansado porque me daba lástima porque él a veces se cansaba mucho y eran varios días. Entonces ya uno vivía como sometido un poco de estrés, pero a la vez no lo dejaba botado porque había algo que uno quería seguir, realmente quería saber qué había pasado con eso y también estaba emocionada con la apertura del parque, más proyectos». Otra participante expuso la dificultad de atender las capacitaciones, ya que su esposo tenía impedimento para movilizarse, así como «el acomodarme en el super [lugar donde laboraba] para tener ese tiempo disponible. Hubo veces en que no podía ir por esa razón, pero casi siempre iba. Pero creo que fueron retos a vencer: la distancia, el caminar y el tiempo para ir, pero especialmente el, el transporte». A pesar del esfuerzo, el objetivo de salir adelante no se perdía de vista, así lo compartió M2: «Debajo de los aguaceros, y nosotros también, ahí íbamos. Había muchas señoras que iban con sus chiquitos y debajo del agua, y fuimos a recibir el curso porque nosotros sabíamos que era un esfuerzo que estaba haciendo el TEC para nosotros, y que era bueno para nuestro futuro, aquí en la apertura del Ceibo». Sin embargo, se mencionó que muchas personas no establecieron un vínculo sólido para sobrellevar todo el proceso: «Al principio se invitó mucha gente, pero no todos aguantaban. Esto fue durillo y buscaban algo fácil, pero nos hemos mantenido aún durante varios años, ya hasta como a finales del 2014 e inicios del 2015». Por otro lado, M5 dijo que quienes fueron resilientes, consistentes y creyeron en las capacitaciones incluso querían continuar «y ahí vamos, hasta la fecha cada día. Yo creo que ya nos acostumbramos a las capacitaciones, ya hasta extrañamos cuando no las tenemos». M1 la secundó: «Fue una experiencia satisfactoria, sí, y no me hubiera gustado que se terminara».

Las capacitaciones del TEC cultivaron conocimientos integrales sobre el turismo: «hubo algunas que fue nos enseñaron de los diferentes países, como las costumbres. Bueno, también vimos un poco de servicio al cliente fueron muchas, pero sí se compartía». Para M3 la comunidad se empezó a ver beneficiada desde que el turismo fue aceptado como potencial fuente económica: «creo que sí ha habido un cambio muy radical a partir de que se empezó a ver como turismo y sí me atrevería a decir que a partir del TEC y de la cooperativa porque sembró confianza en la comunidad de ver que el turismo podía ser algo que nos podría llegar a generar recursos para las familias porque creo que antes de esto no era bien visto». El servicio al cliente fue un aspecto transcendental para brindar un servicio de calidad, sin importar la actividad; así lo interiorizó M5: «de hecho que sí le ayuda a uno mucho. Sí, porque cada día busca cómo complacer más al cliente. Cada día la gente es más exigente y uno sabe que debe mejorar porque si la gente paga por algo uno debe mejorar para que las personas estén contentas». Los participantes de las capacitaciones adquirieron habilidades individuales para sus emprendimientos, como lo recalcó M2: «gracias al TEC las capacitaciones que hemos tomado y he aprendido muchísimo como para mi negocio». Sin embargo, la esencia que caracteriza a la comunidad es su conexión: «también de que eso nos ayudó a unirnos, ahí intentamos un negocio con la pulpería».

Las capacitaciones del TEC se caracterizaron por ser dinámicas y entretenidas, como describe M4: «ellos siempre trataban de hacer que las charlas y todo no fueran aburridas, que fueran entretenidas, siempre hacían jueguillos, así como para romper el hielo al principio». Sumado a esto, la paciencia a las personas asociadas y la contextualización de las capacitaciones fueron factores relevantes para el éxito de estas, así lo mencionó M2: «ellos siempre se acomodaron a nuestro ritmo de vida porque la mayoría trabajamos». Esto hizo que la carga cognitiva fuera amena según el contexto de la hora y el esfuerzo de las personas asociadas; M4 continuó: «No eran nada más sentarse a escuchar a alguien, sino que ellos hacían, muchas veces traían un poco de material y hacíamos dinámicas de lo que se trataba el tema y hasta obras de teatro y nos ponían hacer obras de teatro representando partes del tema, entonces esa forma uno aprende de una forma bonita y entretenida». A pesar de ser agradables y adaptadas para la población, las capacitaciones fueron enfocadas en turismo, pero con la aplicabilidad en diferentes entornos, como el personal, o en emprendimientos no afines al turismo; M4 explicó: «por ejemplo, de cosas del servicio al cliente y uno ya se hace muy observador y muy quisquilloso en eso porque ya a uno le dieron las capacitaciones». Los temas vistos les concedieron otras habilidades y les permitió expandir sus conocimientos: «Creo que la sabiduría que he adquirido a través de los años que nos ha capacitado el TEC. He recibido también con otras instituciones, pero creo que el TEC ha sido estupendo para desarrollarnos en muchas áreas, tener mucho conocimiento en lo que estamos trabajando para desarrollar el turismo, pero creo que aparte de turismo nos han enseñado a desenvolvernos en muchas áreas que no creíamos que fuéramos capaces». Por otro lado, M2 afirmó con respecto a sus aprendizajes en otras áreas: «cómo abrir la computadora y hacer correos».

La efectividad de las capacitaciones también se plasma en el efecto que estas representaron para las participantes: «nos sacaron de nuestra zona de confort que era el hogar, el oficio donde no nos tocaba hacer gran cosa; a pasar a tener que ponernos al frente de un público, exponer, escribir, sacar ideas». M1 comentó cómo se ha visto el cambio en otras participantes: «ella como se desenvuelve después de las capacitaciones con el TEC, a mí eso es como la paga, eso es como lo que más me ha satisfecho de ver que sí ha servido para algunas personas lo que hemos hecho en estos años, porque uno ve que sí funcionó».

Muchas personas vivieron nuevas experiencias educativas que las llevaron a atravesar momentos de empoderamiento, ya que se encontraban «señoras que nunca habían realizado un proceso de estudio, entonces para ellas fue totalmente nuevo. Al principio se negaban y todo y les daba vergüenza y les daba risa y no sabían ni qué hacer y a eso lo tomaban con mucha naturalidad», según M4. Esto ocasionó un cambio de actitud, autoestima y autopercepción: «Se fue despertando en ellas el poder femenino, ese empoderamiento que a veces ni uno sabe que tiene ahí escondido y cuando lo sacan de la zona de confort y no le queda más que tirarse al agua, despierta eso que uno sabía, o que no sabía uno de lo que era capaz. Entonces las veo a ellas muy empoderadas en su forma de hablar, de pensar, de expresarse, yo pienso que ahora son otras, claro que sí». M2 relató cómo ha sido su cambio: «yo era una mujer muy tímida, lo que llamamos nosotros aquí en el campo, sorompa; no sabía cómo hablar o estresarme ante una reunión o algo que hubiera mucha gente, me daba susto hablar. Pero después que el TEC nos ayudó con sus capacitaciones y el esfuerzo de sus profesores soy otra, no tengo temor de expresar mis palabras ante quien sea. Soy una luchadora para que en mi pueblo haya fuentes de trabajo para más mujeres. Le doy gracias al TEC por convertirme en la mujer que soy decidida, empoderada». Desde un nivel colectivo, los beneficios de las capacitaciones han sido trascendentales, M2 lo resaltó: «soy testigo del cambio de todas después de las capacitaciones que nos dio el TEC, somos más decididas, no sentimos esos nervios de los logros que estamos construyendo en nuestros emprendimientos gracias a las capacitaciones que recibimos por parte del TEC».

 

Necesidades de capacitación

Las participantes expresaron sus opiniones con respecto a necesidades de capacitación a futuro en cuatro áreas: administración, finanzas, idiomas y psicología. En el caso de aspectos a nivel de administración, M1 en su condición de presidenta de la cooperativa indicó: «yo deseo saber cómo manejar. Yo sé que para ser gerente uno tiene que tener una preparación académica en administración, y un gerente tiene que buscar y solucionar». Por otra parte, en el aspecto financiero, M3 enfatizó: «siento, o necesito, no siento, sino necesito una reserva porque yo quiero como hacer pijamas, como hacer ropa interior, necesito económicamente para, para comprar antes de. Si yo produzco, tengo que tener ganancias, pero yo no veo mis ganancias porque estoy poniendo más de lo que tengo». Ella es consciente de que necesita conocer más sobre aspectos financieros para planear mejor su emprendimiento. Ella indicó: «yo tengo un plan de negocios en mi cabeza que hice un curso y que algo recuerdo, pero cómo hace uno para lograr hacer algo que sabe que tiene que hacer cuando no le alcanza para hacer todo lo que tiene que hacer».

Otro tema en el que las participantes concuerdan que necesitan más capacitación y acompañamiento es en el idioma inglés y habilidades de expresión oral en español. M2 es consciente de la importancia del inglés en la comunidad y sobre todo en los emprendimientos turísticos. Ella sugirió «que nos den por lo menos lo básico de inglés. Y somos muchas mujeres, la mayoría que tenemos los proyectos somos mujeres. Porque esa es la verdad. Los proyectos de mi soda soy yo, el proyecto de estevia es una mujer, el proyecto de la pimienta es una mujer, hay muchas que somos, que tenemos. Entonces, eso es lo que digo yo para nosotros lo del inglés, por lo menos para uno decirles: ¡buenos días! A un extranjero, a un turista decirle buenos días, por lo menos. Aunque uno a veces con sus sencilleces y sus cosas, ellos le entienden a uno. Pero es bonito saber un poquito más, aprender uno más. A mí me gusta mucho aprender más». M5 enfatizó la importancia de expresarse en público: «como exponer, expresarnos o exponer mejor, perder ese miedo. No sé cómo se podrá llamar eso, si será miedos, si será de cierta forma una inseguridad, o no sé, timidez [para expresarse públicamente]».

M1 indicó que necesitan personas que les ayuden a sentir motivación y «sanar cosas que a las mujeres muchas veces tienen, y esas cosas estaban ahí y no nos dejan, no nos dejan romper la cáscara, digo yo». M4 concordó con esta necesidad de capacitación y agregó que «muchas mujeres aquí en la comunidad necesitan talleres o capacitaciones de autoayuda, algo que les haga empoderarse y convencerse que ellas son capaces, de que ellas no nacieron para estar ahí entre cuatro paredes cocinando y limpiando toda la vida. Ellas son capaces de hacerse un proyecto, un emprendimiento, de salir adelante, de capacitarse». M3 expresó que temas en autoestima son necesarios: «la autoestima como creerse capaz de las cosas que uno pueda hacer. En mi caso me sucede muchas veces que yo pienso que no voy a poder hacer tal cosa y al final que me pongo hacerlo, lo logro, entonces tal vez algo sobre cómo vencer los miedos o tal vez alguna vivencia que haya tenido uno atrás que lo ayude mentalmente a negarse la oportunidad de lograr muchas cosas».

 

 

Discusión y conclusiones

 

En 1995, el empoderamiento fue catalogado como un medio para tener mejor calidad de vida con equidad y seguridad (Urcelay Cabañes 2014). El empoderamiento es un factor que se genera a partir de la planificación y la promoción en el ámbito del turismo rural (Rodríguez García et al. 2014) para la mejora socioeconómica de un territorio, donde la mujer empoderada puede tomar un protagonismo en el desarrollo de comunidades rurales (Baylina et al. 2019; Rodríguez García et al. 2014). Para las autoras Erazo Caicedo, Jiménez Ruiz y López Morales (2014), el empoderamiento se une al desarrollo comunitario por factores transversales, por ejemplo, lo social, económico, político, legal y ambiental, lo que origina beneficios inherentes para la comunidad, pero también para las mujeres que desempeñan estos factores. Las mujeres que forman parte del mercado laboral rompen constructos sociales y transforman su persona hacia una empoderada que reduce la brecha de la desigualdad social (García Arteaga et al. 2021). Además, estudios encuentran una relación directa entre empoderamiento y desarrollo comunitario dada por emprendimientos (Buendía-Martínez y Carrasco 2013).

La comunidad de La Virgen ha representado lo que la interinstitucionalidad y el compromiso de una cooperativa pueden alcanzar sobre los años mediante estrategias académicas, de inversión rural y de empoderamiento comunitario y femenino. Las mujeres de esta comunidad han sido beneficiadas por procesos de capacitación que las han impulsado a tener un protagonismo en mesas de trabajo interinstitucional para el desarrollo de la comunidad. Las zonas rurales con bajos índices de desarrollo dependen de grupos organizados por sus habitantes; sin embargo, es imperante la injerencia institucional para potenciar este compromiso y vincular con proyectos que la comunidad puede gestionar a largo plazo, o bien, aprovechar o gestar potenciales medios de generación de empleos.

Las participantes del estudio evidencian un compromiso por ayudar a la comunidad a surgir. El empoderamiento de estas mujeres demostró un cambio fundamental a través de capacitaciones. Los vínculos interinstitucionales son clave para tejer el camino al desarrollo de las comunidades de la mano con sus habitantes. Este estudio expone la importancia del aprovechamiento de comunidades empoderadas, donde los desafíos se sobrellevan y la academia se compromete con acción social holística enfocada en el desarrollo comunitario más allá de objetivos propios. Impactar a una comunidad por medio de proyectos de extensión requiere de disponibilidad de ayudar en múltiples necesidades más allá de una necesidad concentrada. Estos proyectos marcan un precedente que predomina si hay apoyo de otras instituciones. Para esto, es imperativo que toda acción se dé en torno a las necesidades de la comunidad donde se busca generar un cambio. El impacto y desarrollo requieren de procesos prolongados y sostenibles de donde se acompañe y se dé seguimiento para lograr el monitoreo y registro de los efectos reales que puede representar el apoyo institucional; donde, a pesar de existir un objetivo central, este no cambia, sino que se complementa con nuevos procesos no planeados en beneficio de las comunidades, debido a los desafíos que representa la población meta.

Una comunidad en desarrollo genera nuevas necesidades que requieren de soluciones, donde es necesario el apoyo material y profesional en procesos administrativos. Sin embargo, las necesidades del talento humano no se pueden ignorar, ya que estas personas son el motor y objetivo del desarrollo comunitario. Las mujeres del estudio demuestran que sus necesidades no son las mismas, con el tiempo han cambiado y ameritan mejorar sus capacidades. El Instituto Tecnológico de Costa Rica, así como el Inder y otras instituciones, ha demostrado en esta zona, y particularmente en la comunidad de Sarapiquí, que la interinstitucionalidad estratégica y constante es posible. Las instituciones públicas no solamente deben impactar zonas rurales, sino dar un constante seguimiento y acompañamiento, bajo la contextualización y sostenibilidad de sus funciones sobre estas comunidades. El TEC continúa su compromiso con la comunidad, esto es símbolo y ejemplo de compromiso y esfuerzo, e invita a otras entidades a ver este caso como ejemplo, y beneficiar estratégicamente a zonas rurales que lo requieran.

Algunas capacitaciones han sido trascendentales para los emprendimientos, los cuales funcionan como fuente de ingresos de las familias de las mujeres. Los sacrificios fueron múltiples para cumplir con los procesos de capacitación; sin embargo, siempre existió motivación para mantenerse firmes, principalmente movidos por el futuro, en particular la apertura del sector El Ceibo del Parque Nacional Braulio Carrillo. En conclusión, el sentido de la gratitud contribuyó a la participación proactiva y constante de las personas de la comunidad en cuanto a las capacitaciones brindadas por el TEC, ya que en todo momento se valoró el esfuerzo que el equipo académico y estudiantil de esta institución realizó durante el 2015-2018.

Las capacitaciones constituyeron una herramienta fundamental para notar cambios en las participantes. Esto se denota cuando mencionan que todas eran muy tímidas, pero que, a pesar de lo desafiante, lograron mantenerse y finalizar; esto les ha permitido adquirir conocimientos, ponerlos en práctica en sus emprendimientos y en la vida cotidiana, con la atención de visitantes, y, sobre todo, demuestran con solidez que pueden mejorar sus condiciones socioeconómicas a partir de lo vivido durante el proceso; de manera que el empoderamiento lo ha experimentado cada participante a su propio ritmo, pero con cambios favorables para cada una. Por mencionar un ejemplo, en el 2015 las participantes no contaban con emprendimientos, pero el impulso académico e institucional facilitó que se mantuvieran firmes con sus metas y que, hoy en día, estén en capacidad de brindar sus productos (bienes y servicios), atender visitantes mediante sus emprendimientos y trabajar de forma asociativa en comunidad.

Ciertamente, las participantes señalan que el proceso ha sido difícil y retador, pero manifiestan que siempre han trabajado por las metas, esto a pesar de las múltiples tareas que les corresponde asumir a nivel personal, familiar y comunitario. Se puede concluir que las entrevistadas que integraron los proyectos consideran su participación en actividades como capacitaciones, reuniones y emprendimientos como una fuerza tractora para seguir adelante, preparándose y construyendo oportunidades de calidad para la comunidad y sus alrededores, sin dejar de lado las generaciones actuales. Más allá de un evento, el empoderamiento es un mecanismo complejo y multivariable. Según las percepciones de las participantes, se puede dimensionar de dos formas para crecer a nivel personal y alcanzar sus metas: 1) un proceso interno conformado por aspectos actitudinales, sacrificios y la voluntad de las mujeres para salirse de la zona de confort, enfrentar los miedos y las barreras; y 2) un proceso conformado por la colaboración e integración externa con la universidad, las instituciones públicas y otros entes que contribuyen con herramientas técnicas y pragmáticas al desarrollo profesional de estas mujeres. Esto también coincide con las conceptualizaciones de empoderamiento desde las dimensiones de lo personal, las relaciones próximas y lo colectivo (Batliwala 1993; Kabeer 1998; Rowlands 1997; Sánchez Islas 2018).

En conclusión, cabe destacar que las participantes están administrando sus emprendimientos; incluso, están en fases de formalización, gracias a sus acciones por visibilizarse y realizar encadenamientos con otras organizaciones que operan turismo rural en la zona; producto de esto, ya reciben visitación. Además, están capacitándose en inglés enfocado en sus emprendimientos turísticos, lo cual busca que las participantes y otros miembros de la cooperativa y la comunidad tengan interacción directa con el turismo de habla inglesa, esto a través de otro proyecto de extensión coordinado por el TEC desde el 2022.

Finalmente, el equipo académico valora la importancia de documentar procesos de esta naturaleza, donde se lleve una línea del tiempo con el antes, el durante y el después. No obstante, estos procesos tienen el potencial de que, de acuerdo con las etapas, se pueden sumar diferentes instituciones públicas y privadas que aporten en diversos momentos. También, se tiene claro que la formación debe ser una constante en el ser humano; por lo tanto, las participantes y el grupo asociativo y comunitario que representan requieren de actualización en los temas afines con sus emprendimientos y las necesidades que el entorno demande.

 

Contribución de las personas autoras: Patricia López-Estrada. Diseño del estudio, recolección de datos, redacción y validación de la metodología, análisis e interpretación de datos, redacción de los resultados, revisión y edición del borrador del artículo, revisión crítica de la discusión y las conclusiones, aprobación de la versión final del artículo.

Lady Fernández-Mora. Recolección de datos, transcripción de datos, redacción del marco teórico, interpretación de datos y redacción y edición del borrador del artículo.

Estefanía Pérez-Hidalgo. Análisis e interpretación de los datos; revisión, redacción y edición del borrador del artículo; revisión crítica de su contenido.

 

Apoyo financiero: Proyecto inscrito en la Vicerrectoría de Investigación y Extensión del Instituto Tecnológico de Costa Rica el 2 de diciembre de 2020, código 5402-2162-0001. La Vicerrectoría de Investigación y Extensión colaboró con el pago a la asistente del proyecto, la estudiante Estefanía Pérez Hidalgo, por medio del Programa Investigación y Extensión Sociocultural y Educativa (PISCyE). Todo gasto adicional fue cubierto por las investigadoras Patricia López Estrada (coordinadora del proyecto) y Lady Fernández Mora.

 

Referencias

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Baylina, Mireia, Montserrat Villarino, Maria Dolors Garcia Ramon, Maria Josefa Mosteiro, Ana Maria Porto e Isabel Salamaña. 2019. «GÉNERO E INNOVACIÓN EN LOS NUEVOS PROCESOS DE RE-RURALIZACIÓN EN ESPAÑA». Finisterra 54 (110):75-91. https://doi.org/10.18055/Finis16053

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