Impacto
de las prácticas sociomunitarias en el ejercicio docente universitario y en la
apropiación estudiantil
Impact Of
Socio-Community Practices On University Teaching Practice and in student
appropriation
María
Marta Balboa
Universidad
Nacional de Río Cuarto, Córdoba, Argentina
https://orcid.org/0009-0008-9062-6854
Fecha de
recepción: 11 de octubre del 2023
Fecha de
aceptación: 31 de mayo
del 2024
Cómo
citar:
Balboa, María Marta.
2025. Impacto de las prácticas
sociomunitarias en el ejercicio docente universitario y en la apropiación
estudiantil. Revista Reflexiones.
104 (1). DOI 10.15517/rr.v104i1.56489
Resumen
Introducción: Las asignaturas Comunicación y Marketing, y Comunicación
Institucional de la Universidad Nacional de Río Cuarto asesoran a cooperativas
de trabajo en el marco de proyectos de prácticas sociocomunitarias en Río
Cuarto (Córdoba, Argentina). Así, la comunidad estudiantil aprende mediante experiencias
de trabajo en organizaciones en condiciones de vulnerabilidad.
Objetivo: El objetivo de la investigación es identificar los cambios en
la práctica docente al incorporar el dispositivo pedagógico de las prácticas
sociocomunitarias.
Método y técnica: El método es la sistematización de experiencias. Con base en
la aplicación de entrevistas y el análisis de fuentes secundarias, se
reconstruye la experiencia, se identifican las dimensiones de cambio de la práctica
docente y se realiza una interpretación crítica de los hallazgos.
Resultados: La metodología de trabajo en el aula se compone bajo la lógica
de taller. Esta consiste en la elaboración de acuerdos de trabajo, encuentros
extra áulicos, reflexión sobre la acción a partir de los contenidos
curriculares, cortes evaluativos concomitantes a la tarea, revisión de
acuerdos, entrega de productos e informes a las cooperativas, espacios de ocio
y esparcimiento, etc. En este proceso, la comunidad estudiantil ha acompañado a
tres cooperativas generando un repositorio de imágenes, seis videos con entrevistas
a integrantes de las cooperativas, contenido para las redes sociales, rediseño de packaging y talleres de formación.
Conclusiones: La práctica docente se ha modificado. El trabajo con
cooperativas de trabajo implica una negociación entre las reglas instituidas
universitarias y las modalidades de trabajo cooperativistas.
Palabras claves: Cooperativa, Docencia, Comunidad Estudiantil, Prácticas
Sociocomunitarias, Universidad.
Abstract
Introduction: The subjects of Communication and
Marketing and Institutional Communication of the National University of Río
Cuarto advise work cooperatives in sociocommunity practice projects in the city
of Río Cuarto (Córdoba, Argentina). Thus, the student community learns through
work experiences in organizations in vulnerable conditions.
Objective: Identify changes in teaching practice
by incorporating the pedagogical device of socio-community practices.
Method and technique: The method is the systematization of experiences.
From interviews and analysis of secondary sources, the experience is
reconstructed, the dimensions of change in teaching practice are identified,
and a critical interpretation of the findings is made.
Results: The work methodology consists of moments with a
workshop logic: elaboration of work agreements, extracurriculares meetings,
reflection on action based on curriculum content, concurrent evaluative stages,
review of agreements, delivery of products and reports to cooperatives, leisure
and recreational activities. In this process, the student community has
supported three cooperatives, generating: a repository of images, six videos
featuring cooperative leaders, content for social media, packaging redesign,
and training workshops
Conclusions: Teaching practice has changed.
Working in the territories implies a negotiation between the established
university rules and emerging practices. Selection and organization of
content, design of teaching devices and evaluation and monitoring mechanisms are
stressed.
Keywords: Cooperative, Teaching, Student
Community, Sociocommunity Practices, University.
Introducción
Contexto institucional de
la experiencia de las prácticas sociocomunitarias en la Universidad Nacional de
Rio Cuarto (2009-2024)
La Universidad
Nacional de Rio Cuarto -en adelante UNRC- articula a través de la docencia, la
investigación y la extensión su fin último de «garantizar una ciudadanía plena
en el marco de una democracia social» (UNRC 2011,3). Las tres funciones
estratégicas se encuadran en los valores de la vida, la paz, la democracia y la
libertad, abogando por un integración regional, latinoamericana y global. En
este contexto institucional, desde la fundación de la UNRC, en el año 1971, la
función de la extensión universitaria ha atravesado distintos y diversos significados
y sentidos. En lo que refiere al Estatuto Universitario, aparece como un
conocimiento distinto al saber científico que se plantea con las siguientes características:
«conocimiento práctico, experiencial, profesional e inductivo. Este
conocimiento deberá generarse de manera local, transdisciplinarmente y tener
finalidades prácticas, promoviendo la articulación y mutuo enriquecimiento de
ese tipo de conocimiento con el saber científico» (UNRC 2011,3).
En la actualidad,
la extensión universitaria deja de ser pensada en términos de conocimiento
practico, experiencial, profesional e inductivo. Se presenta como una de las
estrategias de construcción y apropiación de conocimiento científico más
pertinentes y potentes a la hora de para enfrentar los problemas complejos del
mundo contemporáneo, que deben enfrentarse la comunidad de profesionales que
egresan de nuestras universidades.
Los proyectos de
extensión, voluntariado, responsabilidad social universitaria, aprendizaje-
servicio, las prácticas sociocomunitarias -en adelante PSC-, entre otros; se
han constituido en dispositivos institucionales que facilitan la generación de
experiencias educativas y de investigación que aportan a una formación
profesional específica, y socio-humanística de la comunidad de profesionales
que egresan de la UNRC.
El año 2009,
observando los aportes de las PSC a la formación de grado mediante diversos
proyectos de innovación pedagógica e institucional[1],
se inició un proceso de institucionalización universitaria con la resolución del
Consejo Superior N° 322/2009 titulada Incorporación de las Prácticas
Sociocomunitarias al Currículo, que propone que las PSC sean una instancia eventualmente
obligatoria en todas las carreras universitarias de grado de la UNRC,
atendiendo a la diversidad disciplinar, las dimensiones éticas y de seguridad
que se deriven del proceso. Lo singular en este vínculo universidad-sociedad es
que la comunidad estudiantil aprende contenidos disciplinares mediante
experiencias prácticas de intervención en organizaciones en condiciones de
vulnerabilidad social, política o económica.
La reglamentación
propone que las PSC operen como un módulo dentro de las asignaturas, seminarios,
talleres o espacios de preprácticas profesionales. Señala la reglamentación
vigente: «entendemos los módulos como unidades que integran enseñanza,
investigación y servicio, organizadas en torno a problemas vinculados con las
prácticas profesionales que se constituyen en objetos de conocimiento y acción»
(Res. CS N°322/2009, 2)
Las
prácticas sociocomunitarias suponen dos dimensiones, una respecto del contenido
y otra sobre la articulación interinstitucional-organizacional. En términos de
contenido, se orientan hacia la comprensión y resolución de problemas en las
áreas de a) sociales, salud, educación, trabajo, vivienda, organización social,
pobreza, discapacidad, entre otras-; b) medio ambientales, contaminación,
degradación de suelos, incendios, energías alternativas, entre otras-; o bien, c)
económico productivos, organización de microemprendimientos, cooperativismo,
nuevos modelos de producción, soberanía alimentaria, entre otras.
La
segunda dimensión propone la articulación con organizaciones en condiciones de
vulnerabilidad social, política o económica para el tratamiento de las
problemáticas que se identifiquen. El foco en las temáticas y en el tipo de
organización, permiten a la UNRC hacer realidad el lineamiento estratégico de
pertinencia social y solidaria de la universidad planteado en su Plan
Estratégico Institucional (2017), por lo cual todas sus funciones y procesos
deben «contribuir a pensar y resolver los problemas críticos de la región así
como valorar la dimensión socio-crítica en la formación de la comunidad
estudiantil que les posibilite el estudio, análisis e intervención en
problemáticas sociales, políticas y culturales» (Res. CS N° 322/2009, 1)
Por
otro lado, la incorporación de las PSC abre un escenario prometedor para los
problemas de deserción estudiantil y de diseño curriculares como los
siguientes: desarticulación y atomización de los
conocimientos, mallas curriculares cerradas, desconexión entre teoría y
práctica, débil experiencia de trabajo interdisciplinario entre las asignaturas
(incipiente, no estructurado, supeditado a la dinámica vincular/interpersonal y
sin sistematización de las experiencias para el aprendizaje), desconexión entre
asignaturas que comparten un vínculo epistemológico reconocido, resistencia al
cambio y concentración de poder en las prácticas docentes, dificultad de (re)adecuación
de los contenidos curriculares a los cambios científicos, sociales y tendencias
profesionales.
En
este marco, el presente artículo tiene como objetivo explorar el impacto en la
práctica pedagógica de la PSC que se implementa en el área de Comunicación
Institucional y Desarrollo del Departamento de Ciencias de la Comunicación -en
adelante DCC- de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNRC. Lo anterior,
funciona como dispositivo didáctico que potencia la adquisición de las
habilidades, conocimientos y actitudes en la persona que egresa de las carreras
dictadas por el DCC.
Desde el año 2018,
las asignaturas Comunicación y Marketing y Comunicación Institucional incorporan
las PSC con organizaciones de la economía social y solidaria –en adelante ESS–
(específicamente cooperativas de trabajo) en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba,
Argentina. Ambos espacios curriculares se ubican en el cuarto año de las
carreras Comunicación Social y Licenciatura en Ciencias de la Comunicación
dictadas por el DCC[2].
Comunicación y Marketing se ubica en el primer cuatrimestre y Comunicación
Institucional en el segundo. Se puede implementar un diseño pedagógico
anualizado que permite a ambas disciplinas cumplir con sus contenidos mínimos
incorporando las PSC como estrategia central de enseñanza.
En diversas
convocatorias bianuales de financiamiento propuestas por la UNRC, los proyectos
de PSC elaborados por las docentes de las asignaturas mencionadas han sido
seleccionados y han contado con financiamiento para su implementación, tal como
a) Romper el molde. (co)creando estrategias comunicacionales para la captación
de recursos en cooperativas (2023-2024)[3],
b) Romper el molde. Gestión de la comunicación en entornos de la Economía
Social (2020-2022)[4];
y c) Laboratorio Comunicacional para el fortalecimiento de cooperativas de
trabajo y de consumo (2018-2019)[5]. El financiamiento permite cubrir los costos de
movilidad estudiantil, de la producción de piezas gráficas y audiovisuales -que
las cooperativas requieren para su proceso de comercialización- y la
presentación en eventos académicos de la experiencia.
En cada uno de los
proyectos, se ha trabajado con el entramado de cooperativas de trabajo
riocuartenses dedicadas a la elaboración de alimentos o estrategias de consumo
en el campo del comercio justo, estas son 1) Codauquen Limitada (produce y
comercializa alimentos congelados y más del 50% de las personas que la integran
están en situación de discapacidad); 2) Cooperativa Mercosol Limitada
(cooperativa de consumo, con la apertura de un nuevo punto de venta: Almacén
Cooperativo) y 3) Cooperativa La Soberana Limitada (productora de quesos y
carnes con personas que han egresado de una organización dedicada a la reinserción
educativa en infancia y juventudes vulnerables y/o judicializadas).
Las PSC se diseñan con objetivos para
la comunidad estudiantil y para la comunidad local. En un esfuerzo de síntesis
podríamos decir que nuestro objetivo general de base -que se transforma en
función del trabajo con cada cooperativa- se puede expresar del siguiente modo:
favorecer la emergencia de espacios y momentos para prácticas comunicacionales
concretas que permitan el desarrollo de aprendizajes significativos en el marco
del encuentro con las organizaciones de la economía social. A lo largo de los
años, este adquiere singularidades en función de los desafíos comunicacionales
que atraviesa la cooperativa con la que trabajamos, las tendencias emergentes
en el campo profesional de la disciplina que nos acoge -la comunicación
institucional- y el tipo de comunidad estudiantil que asiste a clase.
La
práctica pedagógica
El presente artículo
tuvo su origen en el XVI Congreso Latinoamericano y Caribeño de Extensión y
Acción Social Universitaria organizado por la Universidad de Costa Rica y la
Unión Latinoamericana de Extensión Universitaria del año 2021[6]. En aquel momento, se transitaba en una etapa de autoevaluación de
nuestra práctica pedagógica entendida como «un proceso intencional y sistemático de recolección
de informaciones relevantes que permiten una comprensión reflexiva y crítica de
la práctica de la enseñanza universitaria que se desarrolla en un contexto
socio-político e institucional determinado, a fin de elaborar un juicio de
valor fundado y ser plataforma para la toma decisiones que la mejoren e
indirectamente graviten sobre el contexto social donde se encuentra» (Enriquez
y Pandiella 2019, 3)
En este contexto, se identifica que el quehacer docente se estudia a
partir de dos conceptos en el proceso de autoevaluación. Primeramente, la práctica pedagógica (Achilli, 1988) refiere al
proceso que nos ubica en el aula frente a la relación tripartita del
estudiante-conocimiento-docente, con el fin de enseñar y aprender en torno a un
saber disciplinar. Ésta conlleva distintas tareas académicas, administrativas,
de gestión entre otras.
En segundo lugar, el concepto de práctica de la enseñanza (Steiman, 2017)
invita a enfocar en la creación de actividades que permita el proceso de
apropiación de conocimiento por parte de la comunidad estudiantil. Las
elecciones personales en la práctica de la enseñanza son guiadas por una serie
de ideas claves. Estos principios entran en un diálogo armonioso con las
características de las PSC, motivo por el cual estas se han transformado en un
eje transversal de nuestra práctica pedagógica.
En
términos de didáctica, se trabaja a partir de una articulación entre los
siguientes métodos sistematizados por Davini (2008): aprendizaje basado en
problemas -eligiendo la opción solución de problemas-, seminarios de lectura y
debates: con una serie de piezas de comunicación científicas cortas- y la
transmisión significativa y el desarrollo conceptual.
A partir del aprendizaje basado en problemas, eligiendo la opción solución de problemas,
la persona que estudia realiza actividades del campo profesional de la comunicación institucional que se acuerdan
con cooperativas de trabajo para aportar a resolver los problemas que presentan
las estas. Tal como señala Davini (2008,115): «La propuesta invierte el orden
entre la práctica y el conocimiento. La secuencia metódica se invierte. Se
parte de problemas y situaciones de las prácticas mismas. El conocimiento
sistemático o académico o la ampliación de informaciones vendrán después, para
iluminar la comprensión de los problemas.
En otros términos,
el conocimiento será un medio y no un fin para analizar las situaciones y
problemas prácticos, y para elaborar nuevas respuestas. Aún más, estos
conocimientos pueden «ser insuficientes y se elaborarán nuevas formas de ver en
forma contextualizada». El foco está en la producción de alternativas por parte
de la comunidad estudiantil. En este punto destacamos lo señalado por
Davini: «Pero aún más importante es partir
de problemas genuinos, es decir, aquellos que sus respuestas no son
predeterminadas y que implican elegir entre dos o más alternativas de análisis
y de solución. Un problema no tiene mecanismos de solución anticipados o
respuestas prontas. Recordando un antiguo aforismo chino, «si un problema tiene soluciones
listas, no es un problema» (2008, 123).
La segunda
estrategia didáctica está compuesta por los seminarios de lectura y debates. Dada
las características actuales de los consumos culturales juveniles donde la
inmediatez, la rapidez, las plataformas de redes sociales y el lenguaje
audiovisual predominan; seleccionamos piezas de comunicación científicas en
formato audiovisual o piezas de comunicación científica de escrita corta como
artículos de revistas científicas indexadas y/o capítulos de libros que no
excedan las ocho o diez páginas para introducir los conceptos centrales de cada
unidad de contenidos del programa de las asignaturas. Se propone al
estudiantado una cuidada selección de distintas piezas de comunicación basadas
en el género de escritura científica. Lo anterior sugerido, puede ser releídos
a partir de los emergentes que se desprenden del trabajo con las cooperativas y
problemas reales de comunicación institucional, que no tienen una respuesta
preestablecida.
Se recupera esta estrategia pedagógica porque: «facilita
el ejercicio progresivo de la autonomía del estudiante a través del manejo de
"primera mano" con las producciones escritas. Facilita el desarrollo
de habilidades cognitivas específicas, como la interpretación reflexiva, el
manejo activo del discurso escrito, la lectura independiente, el intercambio
intelectual con otros, etcétera. Facilita la construcción personal del
conocimiento». (Davini 2008, 101)
Se finaliza
nuestra arquitectura didáctica, implementando acciones que Davini (2008)
identifica como transmisión significativa y desarrollo conceptual. Se
produce el diseño de organizadores
previos, organizadores avanzados y mapas o redes conceptuales. Son
específicamente diseñados para poner en diálogo los siguientes ejes: problemas
de comunicación institucional en las organizaciones locales, los lineamientos
técnicos-profesionales para implementar en la tarea a realizar en comunicación institucional
y conceptos centrales de cada unidad de contenido.
Otro conjunto de aportes
deviene de las reflexiones de Jerome Bruner (1997), quien, desde una
perspectiva de la psicología cultural, propone pensar el rol docente atendiendo
a dos acciones: «concienciar
e informar sobre los modos de dar sentido al mundo» (1997, VI) Señala Bruner:
«Los
encuentros educativos, para empezar, deberían producir entendimiento y no
simple actuación. Entender consiste en abrir espacio para una idea o hecho en
alguna estructura de conocimiento más general. Cuando entendemos algo, lo
entendemos como ejemplo de un principio o teoría más general. El propio conocimiento,
además, está organizado de tal manera que el control de su estructura
conceptual hace a sus casos particulares más auto-evidentes, incluso
redundantes. El conocimiento adquirido es más útil para un aprendiz, además,
cuando se «descubre» a través de los propios esfuerzos cognitivos del aprendiz,
ya que entonces está relacionado con y usado en referencia a lo que uno ha
conocido antes» (1997, 17-18).
Bruner
(1997) propone nueve postulados[7]) para explicar cómo se accede al
conocimiento. Sobre ese asunto, se destacan dos de ellos en el dispositivo de
las PSC. La externalización del pensamiento en
un sustrato significante desde una perspectiva narrativa. En relación con el
primero de ellos, se destaca la necesidad de la materialización del pensamiento
en algún soporte tangible. Así, se hace público, negociable y tangible señala
Bruner (1997). Esto permite la accesibilidad a la reflexión y metacognición
sobre aquel conocimiento que va paulatinamente incorporando la persona que
estudia. En relación con el segundo postulado, reconoce que los procesos de
apropiación del conocimiento operan combinando una lógica de procesamiento
lógico-científico, así como desde la narración de historias que permitan la
construcción de significados y atribución de sentido. A partir de este encuadre didáctico, trabajamos con cuatro etapas en las
PSC que usualmente denominamos bloques de actividades y que son comunicadas y
acordadas con la comunidad estudiantil de cada asignatura al inicio del
cuatrimestre.
El
primer bloque de actividades es titula Reconocimiento de las organizaciones involucradas.
En este momento, se trabaja con un espacio que podríamos de pretarea (Pichon
Riviere, 1977) donde se conversa para generar las posibilidades de ejecución
del proyecto. Se interactúa con la Cooperativa y el estudiantado asumiendo el equipo
docente una tarea facilitadora. Se ratifican o rectifican los acuerdos en torno
a lo realizable a lo largo del año en las asignaturas. En definitiva, este
primer grupo de acciones tiene por finalidad pulir el proyecto que orientará la
tarea involucrando las voces universitarias y de la cooperativa.
Cuando
se acuerda la tarea, se avanza con el segundo bloque que se denomina Reconocimiento
de los escenarios y la demanda. Se proponen conversaciones con la
cooperativa, en la cual se pueda recuperar información acerca de los procesos
comunicacionales y comerciales, por un lado; así como de sus fortalezas y
aspectos a trabajar en términos de la cultura organizacional de estas, con foco
en profundizar los principios cooperativos. Con estas conversaciones, y en
forma conjunta, entre el cuerpo docente, la comunidad estudiantil y las
personas que integran las cooperativas se avanza en el diseño de equipos,
líneas de trabajo, cronograma de tareas, resultados deseados y distribución de
responsabilidades y tareas.
El
tercer bloque de actividades es dedicado al desarrollo
de productos y procesos comunicacionales para las cooperativas y, eventualmente,
para la organizaciones y emprendimientos sociales riocuartenses que despliegan
la dimensión del trabajo desde la ESS. En este momento, emergen las
producciones:
a) Un
repositorio de imágenes para la Cooperativa Codauquen.
b)
Cuatro videos para
redes sociales sobre ESS como un modelo alternativo a la tradicional economía
de mercado (entrevistas a personas trabajadoras de la Cooperativa de Trabajo y
Vivienda Mercosol; de la Cooperativa de Trabajo Codauquén; y de la Cooperativa
de Trabajo Gestionar).
c)
Un video para redes
sociales sobre ESS y su contribución a la soberanía alimentaria (con la
entrevista a un asociado de la Cooperativa de Trabajo y Vivienda Mercosol)
d)
Un video para redes
sociales sobre ESS en lo que refiere a comercio y precio justos (con la
entrevista a una asociada de la Cooperativa de Trabajo Gestionar).
e) Contenido
para las redes sociales para la Cooperativa Mercosol.
f) Rediseño
de etiquetas para cooperativa, La Soberana y taller sobre la identidad
organizacional de la misma.
g) Rediseño
de packaging y del taller de formación en fotografía de alimentos para
redes sociales para la Cooperativa Codauquen.
h) Elaboración
de dos videos institucionales de Codauquen para su décimo aniversario.
Estos
productos nacen de una permanente relectura de la teoría que se trabaja en cada
asignatura, combinando en su diseño y su producción una preocupación por la
dimensión técnica de los lenguajes y la dimensión estratégica de la
comunicación social orientada hacia la transformación y emancipación social, asumen
ambas asignaturas en su posicionamiento político e ideológico.
El cuarto bloque
de actividades propone la puesta en valor de las cooperativas de trabajo en el
escenario de la comunidad local y regional. Se aporta a la sistematización de
las experiencias educativas que devienen su difusión en el ámbito académico, y la
capacitación en destrezas y habilidades de comunicación para la
comercialización de productos y servicios de personas poseedoras de emprendimientos
locales en el marco de la ESS.
A partir de este
trabajo de vinculación, extensión y prácticas socio comunitarias con las
organizaciones que trabajan desde una economía popular, se identificó la fase
de comercialización como una de las más críticas en su desenvolvimiento. Se
observaron las dimensiones comunicacionales sobre las cuales es posible actuar
para potenciar esta función. ¿Qué decisiones comunicacionales es necesario
tomar? ¿Cómo se puede acompañar desde la UNRC a los procesos de
comercialización? ¿Qué logísticas diferentes son necesarias en nuestra ciudad
para achicar la brecha existente entre las organizaciones y redes de agentes de
la economía popular y personas consumidoras –reales y potenciales? ¿Cómo
insertarse en los espacios de comercialización que habilitan las redes sociales
como Instagram? Desde la capacitación en competencias comunicacionales básicas,
con modalidad de taller, se intenta responder a algunos de los interrogantes
mencionados.
La modalidad de
taller permite la construcción compartida de conocimiento entre quienes asisten,
apostando a profundizar los entramados vinculares. Esta experiencia se traduce
en la mejora y el arraigo del capital social local, creando, además, fuertes
vínculos entre diferentes grupos anclados en un mismo territorio y facilitando
comportamientos solidarios, de acompañamiento, de generosidad en compartir los
recursos y saberes, entre otros.
Se destaca entre
las capacitaciones realizadas, las ejecutadas en el año 2022. Se concretaron tres
capacitaciones fotografía, video y redacción para redes sociales. Se
desarrollaron en el salón de la Asociación de Trabajadores del Estado - Central
de Trabajadores de la Argentina -sede Río Cuarto, Córdoba-. También, vale
destacar que se trató del primer vínculo con el sindicato de las personas trabajadoras
del Estado. El ciclo contó con la asistencia de setenta y ocho personas. Se
desarrollaron piezas de comunicación específicas como un anotador para las
personas que asistieron, así como un Manual de Buenas Prácticas en Gestión de
Redes Sociales está todavía en proceso de maquetación y corrección). Las
personas manifestaron la importancia del espacio de formación para sumar
herramientas a sus habituales modos de llegar a su comunidad consumidora.
En experiencias
anteriores de capacitación, se acentúo en los talleres sobre la construcción
del precio justo y la formación en costo para experiencias de emprendimiento y
cooperativas de las cuales la gestión de ingresos y costos sigue siendo uno de
sus puntos a fortalecer.
En síntesis, el
conjunto de los bloques de actividades tiene una
lógica circular. Consiste en la
elaboración de acuerdos de trabajo, vínculos directos entre las personas asociadas
de la cooperativa y el estudiantado. Luego desarrollar encuentros extra áulicos
para el cumplimiento de los compromisos asumidos por la comunidad estudiantil. Y,
por último, reflexionar sobre la acción a partir de los contenidos curriculares
con modalidad de taller, cortes evaluativos, revisión de acuerdos, entrega de
productos e informes a las cooperativas, espacios de ocio y esparcimiento,
entre otros.
En este marco, la
persona que estudia a través de las PSC tiene la posibilidad de aprender-haciendo
con un compromiso crítico con el uso del conocimiento y el desafío de atender
las demandas y problemáticas de la región donde está la Universidad Nacional de
Rio Cuarto. En ese sentido, es válido interrogarse: ¿Qué característica
presenta la ciudad de Rio Cuarto y región que transforman a las cooperativas de
trabajo en un actor organizacional estratégico para propuestas de formación de
egresados y egresadas con compromiso social? Autores
como Busso y Carniglia (2013), indican que desempleo, informalidad y precariedad
laboral -con mayor incidencia en jóvenes y mujeres- aparecen como algunas de
las debilidades históricas para pensar el desarrollo social del Gran Río
Cuarto.
En este contexto, emergen experiencias de economía popular,
entendida como toda actividad creadora y productiva asociada a mejorar los
medios de vida de actores de alta vulnerabilidad social, con el objeto de
generar y/o comercializar bienes y servicios que sustenten su propio desarrollo
o el familiar. La economía popular se lleva a cabo mediante proyectos
económicos de unidades productivas o comerciales de baja escala, capitalización
y productividad, cuyo principal activo es la fuerza de trabajo. (Decreto Nacional
Argentina, 159/2017, Artículo 2).
Esta
forma de organización laboral, bajo la modalidad asociativa y autogestionada,
representa una oportunidad de concretar el derecho al trabajo. Las cooperativas
de trabajo, con la lógica que las caracteriza, donde lo primordial gira en
torno a los valores de la reciprocidad, la complementariedad y la cooperación,
se transforman en una alternativa para que las personas sean consideradas partes
sociedad civil de pleno derecho.
Entre
los retos que implica sostener el trabajo en territorio y los altos costos de
las producciones audiovisuales, la compra de equipamiento para la producción
audiovisual, las impresiones gráficas, el traslado y hospedaje para eventos de
divulgación en el campo de la extensión; las PSC fueron el puntapié inicial
para participar en diferentes convocatorias de proyectos de extensión,
vinculación o voluntariado universitario organizadas ya sea desde la UNRC como
desde la Secretaría de Políticas Universitarias -en adelante SPU- del
Ministerio de Educación del Gobierno Argentino.
En
este sentido, actualmente el proyecto de PSC cuenta con un financiamiento de
750.000 pesos argentinos bajo el proyecto denominado: Romper el Molde: (Co)creando
estrategias comunicacionales para la captación de recursos en cooperativas,
que gana en la Convocatoria Extensión
Universitaria 2022 de la SPU. Previa a ésta, se seleccionó en la Convocatoria Universidad,
Cultura y Territorio 2021 de la SPU con el proyecto: Gestión de la
comunicación en cooperativas de trabajo. Creatividad para el trabajo y la
inclusión. Se contó con un financiamiento de 450.000 pesos argentinos. El
compromiso de financiamiento del Estado Argentino y de la UNRC son
indispensables para profundizar y sostener la presencia de las cátedras en el
territorio del entramado cooperativo riocuartense de la provincia de Córdoba.
Los desafíos de la práctica
docente frente a las PSC
La práctica
docente reconoce tres dimensiones en la experiencia de enseñanza y aprendizaje,
entre ellas están la comunidad estudiantil, el claustro docente y el conocimiento.
Todas estas dimensiones asumen características singulares al implementar las
PSC. A pesar de estar trabajando en las PSC desde
hace varios años, recién en el año 2020, se comenzó a registrar la evaluación
que las personas involucradas tienen sobre está. En este sentido, los avances
son lentos, dado que se pone en primer lugar el acompañamiento semanal a la
cooperativa como al estudiantado. Se dejan en un lugar secundario el registro
sobre la experiencia. Sin embargo, dado el escenario de restricción económica
que se visualiza para el despliegue 2024 en financiamiento universitario para
sostener estas experiencias, se están reordenando las planificaciones hacia la
mejora de esta esfera de seguimiento y evaluación de la PSC por parte de las
personas que se involucran en ella. Mas allá de las deficiencias metodológicas,
compartimos tres apreciaciones de estudiantes que creemos reflejan el fin último
de este tipo de acción pedagógica.
En
relación con el estudiantado, la PSC es valorada positivamente porque permite
dejar atrás el rol estudiantil para asumirse como profesional. En este sentido,
nos expresa una de las estudiantes informantes: «Creo que la práctica socio
comunitaria me ayudó a dejar de pensarme solamente como estudiante y empezar a
verme como profesional de la comunicación a encontrarme con actores y
organizaciones con necesidades reales para ver cómo desde mi lugar podía
aportar y construir en esos espacios» (Entrevistada A, 2020)[8].
Por
otro lado, el trabajo en equipo y el intercambio con otras profesiones para resolver
la tarea profesional es puesto en valor. Al respecto, otra estudiante dice: «en
el último año participé de práctica socio comunitarias con intervención en el
almacén cooperativo … hoy en día que sigo trabajando como comunicadora social y
en la profesión me encuentro con situaciones muy similares a esa primera
experiencia y recuerdo cómo las resolvimos en el aula: cómo trabajábamos juntos
mis compañeros, cómo tratábamos de generar contenidos de manera creativa … que
es hoy en día también lo que continúo haciendo» (Entrevistada B, 2020)
Finalmente,
la tercera entrevistada señala el lugar de las PSC funge como plataforma para
conocer otras realidades para conocer otras realidades y ampliar la mirada: «en
mi caso las prácticas socio comunitarias fueron una gran puerta de entrada a lo
que es la economía social y solidaria que es algo que yo no conocía antes de ir
a la universidad y también me permitió poner en práctica los conocimientos
teóricos que había adquirido a lo largo del cursado de las materias y también
nos permitió conocer cuáles son las problemáticas que atraviesa el sector, en
nuestro caso el sector cooperativo, y qué podemos hacer nosotros en nuestro rol
de comunicadores y comunicadoras para tratar de resolver esas problemáticas»
(Entrevista C, 2020).
En
términos de conocimiento, la autoevaluación identifica tres problemas. El
primer problema refiere a la vigilancia epistemológica sobre la selección del
conocimiento estratégico para la formación de la persona que egresa de la UNRC
con conciencia social y compromiso con la comunidad. Recuperando la noción de
dispositivos de Foucault como «máquinas para hacer ver y para hacer hablar» (en
Deleuze, 1990) se entiende que el conocimiento distribuye lo visible y lo
invisible; por tanto, legitima y da validez a las cosmovisiones de mundo y su
artillería de conceptos. En este sentido, la justicia social, se articula con
la necesidad de una justicia cognitiva (De Sousa Santos, 2013). Esta revisión
epistemológica desnaturaliza y visibiliza nuestros modos de concebir el saber.
Dado que se ubica en instituciones de educación superior pública, no es una
preocupación menor.
Asimismo,
en el espacio de la III Conferencia Regional de Educación Superior (en
adelante CRES) se afirmó que el modo de avanzar en los desafíos de la Educación
Superior, implica una revisión del impacto de las epistemologías dominantes en
los procesos de transformación y emancipación social. La CRES señala la
necesidad de abrir nuevas rutas epistémicas. Este esfuerzo nos permite «romper
con la matriz de pensamiento (neo)colonial, (neo)dependiente, antropocéntrico,
racista y patriarcal que impera aún en nuestras sociedades» (CRES 2018, 18).
¿Porque
es imperante la revisión epistemológica en la comunicación social? Porque es
desde la comunicación –entendida como los procesos de producción de sentido, de
creación y recreación de significados– en donde se constituyen los procesos de
atribución de sentido que obstaculizan –o no- los procesos de democratización
del conocimiento. En la práctica docente universitaria, la teoría que se enseña
amplía o disminuye los horizontes de comprensión del mundo para la comunidad
estudiantil.
¿Cuáles
son las condiciones en las que pensamos teoría? Expone Martin Barbero,
intelectual latinoamericano (2012,78) «Nosotros estamos construyendo la teoría
en medio de golpes económicos y políticos, en medio de la precariedad de
nuestros recursos de biblioteca o de recursos técnicos: en medio de toda la
vulnerabilidad de cualquier trabajo, de cualquier institución, en estos países
en los que algo un año funciona y al otro año ya no funciona porque no hay
presupuesto o porque cambió el grupo político y no le interesó lo que se estaba
haciendo. Hay que asumir estas condiciones» Esto da una impronta que tiene que
ser visibilizada como forma de producción del conocimiento. Como señala CRES
(2018, 18): «La disputa política sobre ‘qué conocimientos’ es a la vez la
disputa política sobre ‘qué sociedad’, ‘qué región’ queremos».
El segundo
problema de conocimiento identificado refiere a la conexión o desconexión entre
el desempeño realizado por el estudiantado en términos de las instancias de
acreditación de conocimiento, como son los exámenes tanto parciales como
finales. Al igual que el modo aplicado en relación con el cumplimiento de las
tareas asignadas y el grado de autonomía. Por último, se alude el crecimiento
observado a partir de su comportamiento en las etapas iniciales de la PSC.
Emergen situaciones, en las cuales los desempeños en las instancias evaluativas
son altos pero el rol desempeñado en la PSC no llega a alcanzar los estándares acordados.
O bien, la situación a la inversa, persiste un compromiso destacado en la PSC,
pero no se acredita un manejo mínimo de los contenidos curriculares examinados
en los parciales. Este desafío plantea la pregunta: ¿cómo se diseña un
dispositivo evaluativo que permita valorar dimensiones distintas y que se
mueven en direcciones diversas y a veces contrarias en sus intenciones.
El tercer
problema percibido es la articulación de los contenidos mínimos al interior de
la asignatura Comunicación Institucional. Los contenidos que refieren a la
comunicación cooperativa obturan u opacan los demás contenidos a trabajar en la
asignatura. Las conexiones entre los demás contenidos curriculares a veces son
forzadas o alejadas de la realidad local. Por otro lado, algunos temas no
reciben la cantidad de actividades prácticas necesarias para la construcción de
conocimiento.
En
términos de las dos dimensiones restantes de la práctica docente, la dupla estudiantado-profesorado
reconocida como actores de la institución (Schvarstein, 1991) educativa asumen
nuevos roles no prescriptos en el instituido que propone la educación, Traen
consigo nuevos modos instituyentes de ejercer el rol de la docencia y el rol del
estudiantado por la naturaleza didáctica de las PSC. Entonces, la educación como
institución refiere a los modos en que deviene la regularidad social
(Fernández, 1998). Las instituciones son abstracciones, son cuerpos normativos
-configuraciones de ideas, valores y significaciones- que se expresan, con
diferentes grados de formalización constituyendo objetivaciones de estas. Son
lógicas abstractas que regulan la actividad humana; que clarifican a través de
mecanismos de orden social y cooperación. Procuran normalizar el comportamiento
de un grupo de individuos señalando matrices del deber ser, y, por tanto, de lo
proscripto como también de lo diferente u opuesto. Prescriben modos instituidos
de desempeño en los intercambios sociales.
Sobre
el tema, Garay arguye que (2000, 4) «la institución es, entonces y a la vez,
estos tres componentes: instituido, instituyente e institucionalización» ¿A que
nos referimos con esto? Tres pliegues sobre los cuales pensar la noción de
institución. Dada la complejidad del proceso de institucionalización y el
objetivo del artículo, pondremos el foco en los otros dos componentes. Lo
instituido es reconocido como aquello que está establecido, la norma, lo
dominante, lo hegemónico, lo aceptado, lo establecido; mientras que la
dimensión instituyente se visibiliza como «una fuerza social constituida como
protesta y como negación de lo instituido» (Schvarstein 1991, 27). Entonces,
desde la dimensión instituyente, la docencia asume un rol facilitador que
permite construir una serie de mediadores, en diversos soportes y
materialidades. Todo esto sucede para que el estudiantado despliegue
capacidades de autonomía, creatividad, compromiso y capacidad de aplicar
conocimientos teóricos a la resolución de los problemas que se presentan en la
dimensión comunicacional de la comercialización de productos o servicios en
cooperativas de trabajo.
Por
otro lado, asume un rol coordinador del entramado de personas que convoca un
dispositivo como la PSC, donde la experiencia educativa acontece en el
encuentro y el diálogo con organizaciones; en nuestro caso cooperativas de
trabajo, ajenas a la lógica universitaria. En estas dos nuevas funciones
-facilitar y coordinar- el cuerpo docente deja de producir, privilegiadamente,
el contenido y deja de ser la persona que valida el conocimiento.
La
validación del conocimiento deviene del entramado conversacional entre el
profesorado, la comunidad estudiantil y las personas que conforman las
cooperativas. La naturaleza de la nueva tarea docente se despliega, entonces,
en condiciones de incertidumbre, dado que partimos de problemas de comunicación
del ámbito cooperativo que realmente no tienen una respuesta preestablecida.
Este carácter de problema genuino genera un ritmo de trabajo en distintos
espacios y lugares que no puede anticiparse. La no anticipación se aleja de las
tendencias curriculares de secuencias didácticas donde las coordenadas espaciotemporales
y avances de los pasos propuestos para la construcción de conocimiento son
claras, delimitadas, secuenciales y resueltas en el tiempo que dura el dictado
de la asignatura.
Si se facilita
y coordina en condiciones que no pueden predecirse, ¿cuál es el sur en la práctica
docente? Se cree que la respuesta está en adoptar una mirada procesual que evalúa
desde donde inicia el y la estudiante su participación en las asignaturas y el
lugar al que llega al finalizar el cursado. Comenzamos a mirar el crecimiento
de las personas estudiantes en términos de autonomía, aplicación de teoría a la
práctica, precisión al habitar la lengua escrita y oral, la capacidad de construir
la demanda con la cooperativa, el trabajo en equipo con personas que son ajenas
a la vida universitaria.
Estos
son algunos de los puntos de las acciones que muestran un nuevo modo de
estudiar al sumarse como protagonistas en las PSC. Se ilustrará brevemente un
hito en el cual, durante el periodo de receso invernal en julio del año 2022,
siendo el décimo aniversario de la Cooperativa Codauquen; la comunidad
estudiantil asumió una serie de tareas. Independientemente a los plazos y
procesos de acreditación reglamentados en la UNRC hubo compromiso como
profesionales de la comunicación institucional con un evento planificado en el
marco de los bloques de actividades de la PSC. Sin embargo, excedía los tiempos
de la academia universitaria.
Por
otro lado, impacta en el aula las características que asumen las trayectorias
formativas de las juventudes contemporáneas (Bracchi 2016) que se vuelven
erráticas, con altas y bajas en términos de la permanencia y egreso de la vida
universitaria. Emergen dificultades serias en la alfabetización académica que
dificultan los procesos de reconstrucción de la tarea realizada con la
cooperativa desde marcos teóricos de elevada abstracción. Se puede observar que
la mayoría de las personas que ingresan a la universidad han tenido
experiencias de participación en organizaciones de la sociedad civil; la
mayoría de ellas está sostenida desde las instituciones educativas de nivel
medio a las que asistieron. Se observa que tienen una sensibilidad hacia la
defensa de problemáticas relacionadas con medio ambiente, género, juventudes y
pobreza. Se reconocen como pertenecientes a una condición juvenil (Reguillo, en
Bracchi 2016).
Un último
factor que también interpela es el grado de obligatoriedad de participar en la
PSC. En este marco, pensándose piensa en la posibilidad de incorporar nuevas
organizaciones a partir de los intereses y deseos que el estudiantado vaya
comunicando. En este marco, a la comunidad estudiantil le resulta difícil la
apropiación de formatos pedagógicos flexibles y
abiertos.
Consideraciones
finales
Las PSC en las
asignaturas de Comunicación y Marketing y Comunicación Institucional configuran
un espacio que tiene como fin último fortalecer prácticas económicas
cooperativas que visibilicen modos alternativos a la lógica del mercado. De
todas las dimensiones de las cooperativas de trabajo, se opera en la
comercialización potenciando la llegada de los mensajes de las Cooperativas en
cada línea de productos y servicios que realizan.
Se destaca como
fortaleza central los y las estudiantes en diálogo directo
con personas de la Cooperativa trabajando en la planificación, producción y
circulación de piezas comunicacionales ajustadas a redes sociales. Esto permite
generar condiciones para que las personas cooperativistas, paulatinamente, asuman
distintas tareas comunicacionales como la redacción de textos para entornos
digitales, la toma de fotografías, la calendarización de las publicaciones,
entre otras.
La debilidad mayor radica en construir procesos cognitivos sólidos que
permitan procesos de abstracción en la construcción de conocimientos vinculados
al perfil de la comunicación estratégica que propone la comunicación
institucional para el desarrollo como campo disciplinar-profesional. Por un
lado, en términos de subjetividad docente, se espera que la comunidad
estudiantil reconozca la autoridad. Sin embargo, este colectivo actúa
por fuera de lo esperado y se percibe como claustro docente que tiene poco
entrenamiento en entablar negociaciones y acuerdos por fuera de los roles instituidos
en la educación. Se dialoga con dicho sector desde un lugar de autoridad que
las prácticas de extensión invitan a movilizar, o por lo menos, a interpelar
las dinámicas educativas. En términos más coloquiales, ¿cómo logro que él o la
estudiante cumpla con lo comprometido si no utilizo las herramientas de
acreditación institucional? Incluso ir más allá, ¿por qué me arrogo la facultad
de ser autoridad en un proceso de esta naturaleza?
El habitar los
territorios implica un ejercicio de paciencia y negociación constante.
Paciencia en términos de hacer o dejar que algo suceda y negociación con las
personas, las demandas y los requisitos curriculares-universitarios. Tiempo,
espacios y modalidades de trabajo, selección y organización de contenidos,
diseño de dispositivos didácticos y mecanismos de evaluación y monitoreo se
tensionan. Algunos de los puntos que
habitan nuestra práctica docente so la
gestión de los tiempos académicos, la fragilidad e invisibilidad del vínculo de
determinados contenidos en relación al objeto de la PSC, el manejo de la
libertad de acción y autonomía de la comunidad estudiantil, la disputa entre el
buen desempeño en lo comunicacional y la acreditación del saber curricular, los
límites de la mediación del cuerpo docente sobre el vínculo de la organización
con el estudiantado, la articulación de los espacios formales académicos y los
espacios emergentes de trabajo con las cooperativas.
El dispositivo de
las PSC habilita a la comunidad estudiantil a pensar y construir conocimiento
con el cuerpo. La experiencia de aprendizaje se presenta como una experiencia
que interpela su cosmovisión de mundo y su visión acerca de la profesión. Pensar desde la noción de experiencia (Larrosa, 2006) implica pensar eso
que pasa en la escala personal. Implica reconocer la emergencia de un acontecimiento,
el pasar de algo que no soy yo señala Larrosa «es algo que no depende ni de mi
saber, ni de mi poder, ni de mi voluntad» (2006, 88) Es algo exterior a mí. Los
acontecimientos transitan los cuerpos, sin volverse parte nuestra. Es
interesante reflexionar desde la experiencia, para que sea experiencia implica
pensar una persona que se deja traspasar por el acontecimiento «Se trata, por
consiguiente, de un sujeto abierto, sensible, vulnerable, ex/puesto» señala
Larrosa (2006). Esto significa estar abierto a la formación y a la
transformación. El acontecimiento como experiencia implica padecer, abrir la subjetividad
(cuerpo, pensamientos, afectividad) para que sea posible el pasaje que deja
huella de eso exterior que pasa.
La necesidad de
autoevaluar nuestras actividades de enseñanza se orienta a partir de la
búsqueda de un quehacer docente transformado en una buena práctica entendida
como «aquellas que proponen y provocan
procesos reflexivos, generan el aprendizaje de relaciones activas con el
conocimiento, buscan la comprensión y apropiación significativa por parte de
los estudiantes. Todo ello favorecido por un buen clima de aula, por la
autoridad de la docente ganada a través de su trato respetuoso y de sus
conocimientos expertos» (Sanjurjo 2011, 73)
Finalmente,
es viable creer que las PSC son un dispositivo que por su naturaleza pueden
generar experiencias disruptivas, y así visibilicen los modos en que el
neoliberalismo opera simbólica y materialmente en un proceso de
institucionalización para que la educación sea adscripta como una mercancía.
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acerca de nuestras prácticas de enseñanza para poder pensar nuestras clases». Manuscrito
inédito, última modificación octubre, formato en power point.
[1] Proyecto de Innovación e Investigación para el Mejoramiento Estratégico
Institucional denominado Incorporación de prácticas socio-comunitarias al
currículo.
[2] Al momento de la elaboración del presente artículo, las carreras
mencionadas ya no forman parte de la oferta académica de la Facultad de
Ciencias Humanas de la UNRC. Al inicio del año 2023, la oferta educativa se ha
renovado con la apertura de 3 nuevas carreras. Una de ellas es la Licenciatura en
Comunicación Institucional y Desarrollo en la cual se alojarán los equipos
docentes y los campos disciplinares que sostienen la PSC en el DCC.
[3] Resolución de dictamen: Consejo Superior ° 315/2023. UNRC.
[4] Resolución de dictamen: Consejo Superior N.° 358/2020. UNRC.
[5] Resolución de dictamen: Consejo Superior N.° 266/2018. UNRC
[6] En el siguiente enlace, pueden acceder a una versión audiovisual que
contiene imagen y una síntesis del camino recorrido en las PSC junto con
apreciaciones de nuestro estudiantado acerca de la experiencia en el marco de
XXIV Jornadas Quién es Quién en Comunicación, IX Foro de Graduados XII
Exposición de trabajos de Comunicación de Estudiantes de Carreras de
Comunicación Social de Argentina. UNRC, 2021 https://youtu.be/8Dkp7_p1rtw
[7] En el libro La Educación, Puerta de la Cultura puede
informarse acerca de los restantes 7 postulados: perspectivista, de los
límites, del constructivismo, interaccional, instrumentalismo, institucional y
de la identidad y autoestima. La referencia se ubica en la bibliografía del
presente artículo.
[8] Las entrevistas se realizaron en el año 2020, mediante el uso de
videoselfie del estudiantado, dado al contexto de la pandemia del COVID 19.