«Abrazando
Mi Proceso»: Análisis de la participación en el ámbito social y económico de
las mujeres en la comunidad de San Antonio de Escazú
«Embracing
My Process»: Analysis of the participation in the social and economic sphere of
women in the community of San Antonio de Escazú
Allison Campos Masis
Escuela de Trabajo Social,
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
https://orcid.org/0009-0001-6620-9654
Valeria Quesada Murillo
Escuela de Trabajo Social,
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
valeriamaria.quesada@ucr.ac.cr
https://orcid.org/0009-0002-8422-7263
Lucrecia Retana Espinoza
Escuela de Trabajo Social,
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
https://orcid.org/0009-0008-2993-5260
Cómo
citar:
Campos Masis, Allison; Valeria
Quesada Murillo y Lucrecia Retana Espinoza.
2023. «Abrazando
Mi Proceso»: Análisis de la participación en el ámbito social y económico de
las mujeres en la comunidad de San Antonio de Escazú.
Revista Reflexiones. Dossier
Especial. 102. DOI 10.15517/rr.v102i2.56657
Resumen
Introducción: El presente artículo se origina del
proyecto: «Abrazando Mi Proceso», y el análisis de dicho trabajo socioeducativo mediante las
categorías de vivencias personales, tanto de las personas facilitadoras como de
las mujeres participantes.
Objetivo
principal: Visualizar
el desarrollo del proyecto desde su inicio hasta su etapa final, con atención al análisis crítico del recorrido realizado por las
personas participantes y facilitadoras del proceso.
Método y
técnica: El
proceso se realizó con un enfoque cualitativo, siendo la técnica utilizada en
los talleres de tipo socioeducativo.
Resultados: Los
resultados del proyecto se dividen en tres categorías: el análisis de las
experiencias de las personas facilitadoras del proyecto, con el fin de indicar
los aprendizajes obtenidos durante el proceso; las vivencias de las mujeres
participantes, que incluyen la percepción de los diferentes talleres realizados
y las transformaciones generadas durante el proceso, tanto a nivel personal y
cotidiano de las mujeres participantes, como a nivel educativo de las personas
facilitadoras.
Conclusión: Como conclusión general, los
objetivos del proyecto se cumplieron de manera satisfactoria, debido a la
apropiación del proceso por parte de las participantes, lo cual permitió que se
generarán reflexiones desde la cotidianidad de cada una. Asimismo, se dio a
conocer la relevancia y valor que tienen las iniciativas productivas para las
mujeres, ya que es un medio laboral que se puede ajustar a sus necesidades
específicas de cuido, entre otras.
Palabras claves: Feminismo,
Participación ciudadana, Autocuidado, Iniciativas productivas, Red de cuido.
Abstract
Introduction: This article originates from the
project: "Embracing My Process", and the analysis of said
socio-educational work through the categories of personal experiences, both
facilitators and of the participants.
Main objective: Visualize the development of the
project from its beginning to its final stage, contemplating the challenges,
scope and critical analysis of the journey carried out by the participants and
facilitators of the process.
Method and technique: The process was carried out with a
qualitative approach, the technique used being
socio-educational workshops.
Results: The results of the project are divided into three
categories: the analysis of the experiences of the project facilitators, in
order to indicate what was learned during the process; the experiences of the
women that participated, containing the perception of the different workshops
and what was learned from them, as well as the transformations that happened
during the process, both at a personal and daily level of the participants, as
well as at the educational level of the facilitators.
Conclusion: As a general conclusion, the
objectives of the project were satisfactorily met, due to the appropriation of
the process by the participants, which allowed reflections to be generated from
the daily life of each one of them. Likewise, the relevance and value of
productive initiatives for women was made known, since it is a work environment
that can be adjusted to their specific care needs, among others.
Keywords: Feminism,
Citizen Participation, Self-care, Productive Initiatives, Care network.
Introducción
En el siguiente documento se
presentará el trabajo de sistematización del proyecto Abrazando Mi Proceso,
llevado a cabo en la zona de San Antonio de Escazú, el cual surge del curso de
Taller II: Organización local y construcción de ciudadanía. Con el fin de
mostrar el desarrollo del proyecto y realizar un análisis crítico, se
desarrollarán los tres principales ejes de sistematización del proceso.
Primero, se plantearán las vivencias de las personas facilitadoras del proyecto, en aras de
establecer los diferentes aprendizajes obtenidos durante el proceso, tanto a
nivel personal como estudiantil. Por otro lado, se analizarán las vivencias de las mujeres participantes,
donde se abarca la manera en la que percibieron los diferentes talleres
impartidos, los aprendizajes obtenidos y elementos de sus vidas cotidianas
identificados durante el proceso.
Posteriormente, se detallarán las impresiones metodológicas, con la consideración de las las técnicas que fueron utilizadas
para los talleres socioeducativos, así como los retos enfrentados por las
personas facilitadoras. De la misma manera, se realizará una reflexión en torno
a la manera en la que el proceso fue percibido por las personas participantes
Para finalizar, se expondrán las transformaciones generadas
durante el proceso, considerando lo compartido por las mujeres participantes en
cuanto aspectos de sus vidas en las que el proyecto haya tenido un impacto y
cómo esto se ve reflejado en su cotidianidad. Igualmente, se desarrollarán
aquellos logros y alcances tanto por parte de las facilitadoras, como de las
integrantes del proyecto.
Objetivo
Visualizar el desarrollo del
proyecto desde su inicio hasta su etapa final, tomando en cuenta los retos,
alcances y el análisis crítico del recorrido realizado por las personas
participantes y facilitadoras del proceso, mediante la recolección de
experiencias de las quienes fueron parte del proyecto y las propias vivencias
como facilitadoras. Con ello se busca dar a conocer si durante el proceso se
pudo responder a los objetivos planteados desde los errores y aciertos que
surgieron durante el recorrido, de igual manera, puntualizando en los retos
futuros como facilitadoras de procesos.
Método
El proyecto denominado «Abrazando mi proceso» se llevó a cabo en la comunidad de San Antonio de Escazú,
con un grupo de aproximadamente 8 mujeres de esta misma comunidad. El grupo era
variado puesto que, en cada encuentro, llegaban números diferentes de mujeres, por
lo que se logró tener para una sesión 10 mujeres como máximo y 2 como mínimo.
Dada la naturaleza del proyecto, se
optó por trabajar un enfoque cualitativo
por medio del desarrollo de una
investigación acción participativa, en la cual, a través de ciertos temas
de interés de la población, se trabajó el término de Economía Social Solidaria,
una temática de la cual las mujeres, en particular, son pioneras. Estas
necesidades e intereses de la población fueron, en principio, recolectados por
medio de la entrevista, para tener
un punto de partida, posteriormente, fueron abordados con diferentes técnicas,
en su mayoría participativas.
Las actividades realizadas responden
a la técnica general de talleres
socioeducativos, lo cual hace referencia a aquellos procesos en los cuales,
según Méndez (2002,5), «(…) se trabaja en la profundización de del conocimiento
de realidades cotidianas de las personas (…)». Esto permite la utilización de un patrón que
conlleva la creación de vínculos sociales, redes de apoyo, alianzas de
solidaridad en la que las personas representantes son constructoras del
conocimiento de su propia realidad, esto en relación con las situaciones
conflictivas a partir de las cuales se generan estrategias de acción factibles
para ayudar a transformar una sociedad excluyente, mediante acciones tanto
individuales como colectivas (Méndez 2002).
Por otra parte, se hizo uso de
técnicas como la observación
participante, mediante una dinámica preestablecida en cada encuentro en el
cual se iban distribuyendo los roles, es decir, mientras una persona
facilitaba, la otra persona observaba y tomaba notas, mientras que la tercera
persona se encargaba, en ese momento, del cuido de la niñez, así esta dinámica
se iba rotando según el momento.
En cuanto a la recuperación documental, esta fue fundamental para el desarrollo
del proyecto, tanto para prepararse semana a semana en cada una de las
temáticas, como para la sistematización de experiencias, la realización del
diario de campo semanal y la recuperación de memorias por medio de fotografías,
que ayudaron al proceso de creación del presente documento.
Finalmente, la recuperación de fuentes bibliográficas fue un aspecto clave para
abordar las diferentes situaciones del proceso de forma crítica, pues permitió
contar con un punto de referencia para el análisis.
Resultados
Anterior a desarrollar los resultados del proceso,
resulta importante plantear las diferentes razones por las que Abrazando Mi
Proceso se creó, esto con el fin de comprender de manera más amplia los
elementos que se expondrán en este apartado.
Durante el primer semestre del 2022 se realizaron diferentes encuentros
con la comunidad de San Antonio de Escazú, con el fin de conocer a profundidad
el contexto en el que esta comunidad se desarrolla, así como sus necesidades y
fortalezas. En estos encuentros, y durante la realización del informe de
antecedentes, se identifica que, dentro del espacio, el machismo y la violencia
de género son elementos latentes, así como el hecho de que las mujeres son relegadas de las actividades
productivas.
Vivencias durante el proceso
Con base en el diagnóstico realizado en la
comunidad, se genera un proyecto que abarca los elementos del feminismo, redes
de cuido, Economía Social Solidaria Feminista, empoderamiento, entre otros. En
el desarrollo de los talleres, la mayoría de las participantes plantearon
desconocer parcial o totalmente dichos elementos y, posterior a los espacios,
fue expuesto a las personas facilitadoras que implementarlos en su vida
cotidiana les permitió desarrollarse de manera personal.
Durante el proceso de generar un grupo de
participantes para el proyecto, se estableció contacto con mujeres de varios
espacios de la comunidad, lo que provocó que únicamente dos de ellas se
conocieran fuera del espacio del taller. Fue retador como facilitadoras generar
unión de grupo, ya que las edades eran diversas y durante los primeros
encuentros la interacción entre las participantes fue mínima.
Ante el objetivo de generar un grupo donde existiera
confianza y acuerpamiento -elementos necesarios para un óptimo desarrollo del
proyecto, esto por la naturaleza de los temas a tratar- se generaron
actividades donde las participantes expusieran elementos de su cotidianidad,
tales como gustos, intereses, los restos de dedicarse al hogar, entre otras.
Rápidamente, las integrantes comenzaron a generar
una conexión al encontrar que tenían diversos elementos en común, los cuales
las unen desde una perspectiva de mujeres, madres y amas de casa. De acuerdo
con lo expuesto durante el proceso, esta vivencia de crear lazos resultó
sumamente edificante, ya que lograron dimensionar que muchas de las situaciones
vividas como parte de los diferentes roles que ellas desempeñan en su vida
cotidiana son experimentadas también por la mayoría del grupo.
La vida cotidiana, según lo expuesto por Millán
(2017), es aquel espacio donde los seres humanos logran desarrollar su
subjetividad e identidad social, con la cual construyen su historia personal.
Uno de los principales puntos en común entre las participantes es que la
mayoría se encontraban en un estado de agotamiento, ya que dedican la totalidad
de su día a cuidar a familia y mantener su hogar. Como resultado de esto, no
contaban con un espacio durante el día para el desarrollo personal.
Además de lo mencionado sobre el acompañamiento,
algunas participantes1 plantearon que «conocer a mujeres de la
comunidad ha sido muy bonito» y crear una relación de amistad con ellas les
permite no sentirse solas y contar con una pequeña red de apoyo. Una de las
participantes hizo especial énfasis en este elemento, pues es una mujer
migrante y expresó que salir de su país resultó en un proceso sumamente
difícil, donde en ocasiones llegó a sentirse sola, y sumarse al proyecto le
permitió conocer a otras mujeres que enfrentaron la misma situación, hecho que
le permitió contar con apoyo emocional en las mismas.
En cuanto al desarrollo de los talleres, las mujeres
mostraron gran interés en las temáticas y las actividades realizadas, sin
embargo, de manera conjunta, plantearon a las personas facilitadoras que tenían
como preferencia las actividades manuales, ya que estas les permitía observar,
de manera más integral, los temas por tratar. Por esta razón, se realizaron
actividades como un diario de aprendizaje y una pizarra de sueños, para que las
participantes dimensionaran de una manera visual los temas tratados, así como
los diferentes aprendizajes obtenidos de los espacios.
De la misma manera, es necesario desarrollar las
vivencias por parte de las facilitadoras, pues su recuperación es un elemento
esencial del proceso. Como estudiantes,
se puede resaltar que uno de los mayores aprendizajes fue que, a pesar de que
se estudia el cuido y diferentes términos que le atraviesan como la economía feminista, esta labor tiene diversas aristas que la
hacen cambiar de familia a familia. Este aprendizaje resulta sumamente valioso,
ya que se pudo ver la importancia de ahondar en el contexto de los individuos y
las familias para conocer de manera profunda su realidad.
Por otro lado, no se puede dejar de lado el gran
reto que se vio en el cuido de la niñez durante los talleres, ya que todos
tenían personalidades diferentes y, únicamente, una de las facilitadoras tenía
la posibilidad de estar en el espacio con los menores. Este proyecto brinda
experiencia, ya que fue elemento esencial para lograr generar un gran
repositorio de técnicas a utilizar en la facilitación de actividades con la niñez.
Al ser la primera vez que se trabaja con una
comunidad, realizar el proyecto fue un reto para las personas facilitadoras,
pues existían muchos elementos que se debían tomar en cuenta y analizar. Como
parte natural del desarrollo del proceso, existieron momentos de incertidumbre
y miedo con respecto a que el proyecto no se presentará como se tenía planeado,
sin embargo, se tuvo una respuesta muy positiva por parte del grupo de mujeres,
lo cual generó confianza en el trabajo realizado.
Impresiones metodológicas
Con el objetivo de construir procesos seguros y
solidarios de mujeres en San Antonio de Escazú, con el objetivo de contribuir a
visibilizar las concepciones patriarcales en la sociedad y economía que afectan
la vida cotidiana de las mujeres, se optó por crear un proceso participativo
que permitiera construir el conocimiento en conjunto con las participantes. Es
por ello que la metodología utilizada fue la
participativa, específicamente, la educación popular, entendiendo esta como «…una propuesta educativa, con un acumulado propio
que la saca de la acción intencionada en grupos sociales populares para
convertirla en una actuación intencionadamente política en la sociedad para
transformar y proponer alternativas educativas y sociales desde los intereses
de los grupos populares…» (Meji 2014, 3)
Por esto, previo a la implementación del proceso en
la comunidad, se realizaron entrevistas a las mujeres en espacios de encuentro
de la cotidianeidad, tales como la feria Miércoles de Hortalizas, con el fin de
conocer sus intereses y perspectivas respecto a cuáles eran las problemáticas
que enfrentaban, producto de esto se decidió implementar el proyecto alrededor
de los aspectos de la cocina, que fue un tema que le llamaba la atención a
varias entrevistadas. Sin embargo, las participantes del proceso no serían las
mismas que realizaron la entrevista, por esto se logró visualizar durante la
primera intervención que la cocina era un tema que no era atractivo para la
mayoría y mostraron interés en poder tener espacios que les permitiera salir de
la rutina y poder participar activamente.
Para asegurar la participación de las mujeres en el
espacio se escucharon y siguieron las recomendaciones metodológicas que las
participantes externaron, por lo que, en cada taller, fue prioridad desarrollar
conocimientos en colectivo
y generar reflexiones a
partir de ellas mismas. Lo anterior brindó valor a los aportes de la educación
popular, dándose un enfoque en los Ámbitos de Socialización «que construyen y
trabajan procesos e instituciones como la familia… constituyendo una
reorganización de roles, procedimientos y prácticas…»
(Mejia 2012, 9)
Dicho elemento se abordó desde la valorización del
trabajo que realizan las mujeres, para lograr esto se hizo uso del juego como
una estrategia de construcción colectiva del conocimiento, mediante actividades
como la “frontera” juego en el que las participantes pudieron identificar el
trabajo doméstico que realizan en su cotidianidad. Durante las reflexiones
generadas se evidencio una interiorización de los aprendizajes, una de las participantes
en el proceso de evaluación de la actividad manifestó que, a partir de ese día,
cuando le pregunten si trabaja, dirá que sí. Lograr tener una incidencia en el
reconocimiento del valor del trabajo doméstico o de cuido representó el
cumplimiento de uno de los objetivos del proyecto.
Igualmente, para plantear temas como la importancia
de las redes de apoyo, sororidad entre otros, se buscó la creación de
estrategias participativas, aunque al tratar el tema específico de la sororidad
se identificaron limitantes para abordar el concepto de manera participativa,
por lo que se recurrió a explicar el concepto y, posteriormente, generar
reflexiones y buscar ejemplos en su cotidianidad. Producto de esta experiencia
se evidenció que las intervenciones teóricas deben ser cortas y concisas para
no generar que se pierda la atención en el proceso.
Por otro lado, como parte de la experiencia al
trabajar con mujeres, es importante señalar que los elementos teóricos como
labores de cuido, históricamente feminizados, se materializan en el diario
vivir de las mujeres. Para entender la
importancia de las labores de cuido, autores como Suárez y García remarcan que
«las labores de cuidados son intrínsecas a la vida cotidiana de las personas,
al sostenimiento de las familias y los hogares. A lo largo de la historia, han
tenido una función esencial en el soporte del sistema social y económico»
(2022, 3). Por lo que es indispensable tomar en cuenta que, al trabajar con
esta población, se debe predisponer espacios para la niñez, además, de tener
consciencia de que los procesos de facilitación tendrán que llevarse a cabo en
ambientes, en ocasiones, ruidosos, a causa de que los infantes estarán
presentes, y no se debe esperar que estos se comporten como adultos, pues esto sería tener una visión
adulto céntrica y, naturalmente, en edades tempranas se tiene un mayor interés
por jugar y estar al lado de sus madres, por lo que
fue vital para el proceso la existencia de un espacio de cuido colectivo con
juguetes y elementos que les llamara la atención.
Otro reto importante que se presentó durante el
proceso corresponde a que las mujeres participantes eran de edades muy
diversas, por lo que, al planear las actividades, se debía contemplar que estas
se ajustaran a las necesidades de todas. Esta situación supuso que planear las
actividades iniciales, principalmente, se volviera una tarea compleja, tomar
estos aspectos en cuenta se puede decir que facilitó que las mujeres
participantes quisieran seguir participando del proyecto.
Transformaciones que se generaron a partir del
proceso
El desarrollo del proyecto con las
mujeres de la comunidad dio paso a una serie de transformaciones a nivel
personal, pero, especialmente, en la vida cotidiana de cada una de ellas, ambos
espacios determinantes para los objetivos de intervención del proceso. Resulta
pertinente traer a colación, nuevamente, el concepto de vida cotidiana expuesto
por Uribe (2014, 106), «la vida cotidiana, se construye mediante las relaciones
sociales compartidas, experimentadas e interpretadas de acuerdo con la
subjetividad».
Es decir, las personas conviven y se relacionan en comunidad, a raíz de
estas interrelaciones se construye la vida cotidiana, y se consolidan vinculos
sólidos entre los individuos.
En relación con lo anterior, pese a
que todas vivieron el proceso de diferente manera, se logró abordar esta
subjetividad con la que se relacionan unas con otras, qué es lo que comparten
en su día a día, lo que les conecta, de tal modo que se crearon vínculos y
redes de apoyo entre las participantes. Lo cual, evidentemente, representa un
cambio, debido a que, el asistir a estos espacios creativos se rompe, de cierto
modo, con los roles cotidianos que habitualmente realizan. Como ejemplo de ello,
la situación de una de las participantes, la cual comentó al inicio del segundo
encuentro: «paso estancado en la casa»
(Comunicación personal, 2022-a), lo cual representaba su vida cotidiana. Esta
persona integrante logra generar una variación en su cotidianidad y asistir a
la totalidad de las sesiones.
Por otra parte, una de las
principales transformaciones se dio a nivel cognitivo, en su forma de pensar y
su conocimiento sobre los temas abordados. Desde el primer taller, en el cual
se abordaron contenidos como el autocuidado, como se planteó anteriormente, las
participantes expresaron muchas actividades que les gustaba hacer, pero por sus
diversas labores de cuido y del hogar lo habían dejado de lado. Lo anterior es planteado por
Rodríguez (2015), quien expone que en las responsabilidades de cuido existe una
desigualdad, ya que, estas son asumidas, en la mayoría de los casos, por los
hogares, y en estos, por las mujeres. Esta desigualdad en las responsabilidades
no permite que las mujeres se desarrollen como individuas fuera de sus roles de
madre, esposa o cuidadora.
Por lo tanto, este proceso les
brindó esa oportunidad de reflexionar y generar espacios para sí mismas. Por ejemplo, una de las integrantes comentó
que, anteriormente uno de sus pasatiempos era nadar y que tenía interés en
retomarlo. A partir de las enseñanzas del proyecto y las dinámicas que se
realizaron, generó un compromiso consigo misma y comenzó a dedicar tiempo
durante su semana para reanudar la práctica de dicho deporte.
Del mismo modo, se generó un cambio
en cuanto a la forma en la que percbían el trabajo doméstico no remunerado, el
cual, de acuerdo con el INAMU (párr 4), consiste en «cuidados personales,
quehaceres domésticos del hogar (cocinar, limpiar, hacer compras, mercado,
lavar ropa, planchar, etc.), tareas de cuido (niños, niñas, personas enfermas,
personas dependientes y quienes tienen algún tipo de discapacidad) y trabajo
voluntario», acciones
que todas las participantes del espacio han expresado que realizan en su día a
día. La
perspectiva de la mayoría de estas mujeres iba en torno a que no lo
visualizaban sus responsabilidades diarias como un trabajo, puesto que no
recibían un salario a cambio, sin embargo, al concluir la segunda
actividad comentaron su aprendizaje respecto a este, que el trabajo doméstico
que realizan es un trabajo que aporta a la sociedad tanto como aquellos que son
remunerados.
De esta forma, expresaron que el
proceso les permitió valorar más el trabajo que realizan en sus hogares y el
sacrificio que esto conlleva, en palabras de una de ellas1 «si me
preguntan si trabajo debo decir que sí, las labores domésticas son un trabajo,
sin salario, pero sí trabajo» (Comunicación personal 2022- b). Aunado a esto, se logró
impactar, con cada taller, en el reconocimiento de su valor como personas, como
mujeres que desempeñan roles indispensables en la sociedad. Ejemplo de ello
algunas frases mencionadas por las participantes1 en torno a los
aprendizajes del proceso: «valorarme como mujer» (Comunicación personal, 2022-b), «valoro
mi tiempo y esfuerzo» (Comunicación personal 2022-b), «superar mis límites» (Comunicación
personal 2022-b). Las frases anteriores evidencian los conocimientos y reflexiones con las que se logró impactar sesión a sesión
a cada una de estas mujeres.
En este sentido, se logró alentar, empoderar y generar
confianza en sí mismas a las participantes. Muy de la mano con lo anterior,
expresaron entre sus creaciones y comentarios aa motivación que deben asignar a su vidaa la vida, «fuerzas para empezar»1 (Comunicación personal 2022-a), ya que
algunas al inicio se sentían apresadas en sus hogares y pensamientos,
situaciones que ellas mismas manifestaron y que el proceso les ayudó a verlo de
diferente manera.
Al considerar las
transformaciones previamente mencionadas, es posible apreciar ejemplos
concretos de los logros, impactos y alcances que se han alcanzado con la
población. Estos logros fueron establecidos como objetivos desde el inicio del
proyecto, con el propósito de proporcionar información de relevancia y generar
un cambio positivo en sus vidas.
Conclusiones
Al finalizar este proceso se pueden
concluir los siguientes aspectos:
Hacer uso de la investigación Acción
Participativa para la elaboración de este proyecto favoreció para que los
objetivos se cumplieran satisfactoriamente, y que las mujeres participantes del
proceso quedarán satisfechas con los aprendizajes construidos colectivamente,
se logró que fueran las mujeres (las participantes) quienes se adueñaron del
proceso e hicieran reflexiones desde su cotidianidad. Al finalizar el proceso
manifestaron estar interesadas
en continuar con la labor de reunir y crear espacios para salir de sus rutinas,
lo que muestra que el proyecto se cumplió con éxito.
Trabajar con mujeres supone un gran
reto, porque significa trabajar con doble población, las mujeres de la
comunidad como población meta (con edades diversas) y la niñez, lo que sin duda
puede enriquecer la formación de las personas facilitadoras al obtener
experiencia en trabajar con ambas poblaciones.
Otro reto, al trabajar con esta
población, es comprender que la participación de ellas en los espacios puede
variar porque, generalmente, tienen muchas responsabilidades, y resulta
complicado para ellas asistir siempre, por lo que se debe ser comprensivo y
respetuoso con su tiempo
Que las personas de las comunidades
se adueñen de sus procesos hace más enriquecedora la experiencia y, además, logra
que, al momento de que las personas facilitadoras se retiren, sostengan el
grupo creado durante el proceso.
Las iniciativas productivas son una
alternativa para las mujeres, al permitirles acceder a trabajo remunerado, ya que
os trabajos formales no toman en cuenta las necesidades específicas de esta
población, por lo que trabajar la Economía Social Solidaria con mujeres es
necesaria para lograr procesos de transformación y de valorización del trabajo
que realizan, ya sean remuneradas o no.
Contribución
de las personas autoras
Allison Campos Masís: Diseño del proyecto, trabajo
de campo, análisis de datos, redacción, revisión crítica y aprobación de la
versión final del artículo.
Valeria Quesada Murillo: Diseño del proyecto, trabajo
de campo, análisis de datos, redacción, revisión crítica y
aprobación de la versión final del artículo.
Lucrecia Retana Espinoza: Diseño del
proyecto, trabajo de campo, análisis de datos redacción, revisión
crítica y aprobación de la versión final del artículo.
Apoyo financiero: El
proyecto fue realizado mediante el apoyo de la
Iglesia de San Antonio de Escazú, financiado por la Universidad de Costa Rica y
por las personas autoras.
Referencias
Comunicación
personal (28 octubre 2022- a). «Taller 2 Mi mejor versión. Taller II: Organización local y construcción ciudadanía II.
Universidad de Costa Rica.
Comunicación
personal (18 noviembre 2022- b). «Taller 5 Recolectando Vivencias». Taller II: Organización local y construcción
ciudadanía II. Universidad de Costa Rica.
Méndez Vega,
Norma. 2002. «La acción socioeducativa y la investigación acción en la
democratización de la vida cotidiana». Revista Costarricense de Trabajo Social, vol 1, 1-14 https://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/docente/pd-000111.pdf
Millán
Otero, Katy. 2017. «Pluridiscursividad de la noción de vida cotidiana en las
ciencias sociales.» Revista Katharsis,
enero-julio, 202-217.
Rodríguez
Enríquez, Corina. 2015. «Economía feminista y economía del cuidado: aportes
conceptuales para el estudio de la desigualdad». Revista
Nueva Sociedad, (256), 30-44. https://static.nuso.org/media/articles/downloads/4102_1.pdf[1]
Uribe
Fernández, Mary Luz. 2014. «La vida cotidiana como espacio de construcción
social». Revista de Historia y Ciencias Sociales,
(25), 100-113. https://www.redalyc.org/pdf/200/20030149005.pdf
Anexos
Fuente: Elaboración
propia, taller 1, 2022 Fuente: Elaboración
propia, taller 1, 2022 Fuente: Elaboración
propia, taller 2, 2022 Fuente: Elaboración
propia, taller 3, 2022 Fuente: Elaboración
propia, taller 3, 2022 Fuente: Elaboración
propia, taller 4, 2022 Fuente: Elaboración
propia, taller 4, 2022
Fuente: Elaboración
propia, taller 5, 2022
[1] Con el fin de
mantener de manera confidencial la identidad de las personas participantes, se
omitirán sus nombres.