Sistematización de experiencias: proceso de trabajo con el grupo «mujeres empoderadas Los Ledezma»

Systematization of experiences: work process with the group «empowered women Los Ledezma»

 

Valerie de Jesús Barrot Mora

Escuela de Trabajo Social

Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica

valerie.barrot@ucr.ac.cr

https://orcid.org/0009-0000-2925-8679  

 

Karla Bonilla Montero

Escuela de Trabajo Social

Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica

karla.bonillamontero@ucr.ac.cr

https://orcid.org/0009-0009-2495-5024  

 

Mariana Ramírez Fallas

Escuela de Trabajo Social

Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica

mariana.ramirezfallas@ucr.ac.cr

https://orcid.org/0009-0000-4938-8112

 

Erika Adriana Ruiz Dávila

Escuela de Trabajo Social

Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica

erika.ruiz@ucr.ac.cr

https://orcid.org/0009-0007-4486-1530  

 

Cómo citar:                                     

Barrot Mora, Valerie de Jesús; Karla Bonilla Montero; Mariana Ramírez Fallas y Erika Adriana Ruiz Dávila. 2023. Sistematización de experiencias: proceso de trabajo con el grupo «mujeres empoderadas Los Ledezma». Revista Reflexiones. Dossier Especial. 102. DOI 10.15517/rr.v102i2.56805

 

 

 

 

 

 

Resumen

 

Introducción: El presente artículo se basa en los resultados obtenidos a través del proceso de trabajo con el grupo de mujeres en la comunidad de Los Ledezma, durante el primer y segundo semestre del taller Organización local y construcción de ciudadanía, impartido por la Escuela de Trabajo Social en la Universidad de Costa Rica.

Objetivo: Analizar la experiencia vivida, los logros y aprendizajes del grupo de estudiantes de Trabajo Social, a través del proceso de trabajo con las mujeres de Los Ledezma, durante el año 2022.

Método: Desde un enfoque social, a partir de la revisión de antecedentes y diarios de campo, se observan los logros y aprendizajes derivados del trabajo, basado en comprensiones teórico-metodológicas traducidas en la organización de un grupo de mujeres en la localidad de Los Ledezma.

Resultados: Se identifica un mayor manejo de las herramientas técnicas por parte del grupo de trabajo, donde se logra tener una comprensión más acertada sobre la realidad desde la aplicación de la teoría previamente adquirida. Así como un posicionamiento ético- político más definido en la práctica.

Conclusiones: Este no es un proceso lineal, se presentaron numerosos retos que llevaron a probar, proponer, negociar y volver a empezar; la flexibilidad fue una habilidad aplicada constantemente, debido a que se estaba trabajando con diferentes cotidianidades. Ligado a lo anterior, un eje de análisis necesario es el sistema que reduce a las mujeres a cumplir con roles específicos en los que no hay espacio para participar por sí mismas y hacer uso de su voz.

Palabras clave: Género, Organización, Comunidad, Derechos humanos, Apropiación.

 

Abstract

 

Introduction: This article is based on the results obtained, through the work process with the group of women in the community of Los Ledezma, during the first and second semester of the workshop Local organization and construction of citizenship, taught by the School of Social Work at the University of Costa Rica.

Objective: Analyze the lived experience of the achievements and learning of the group of Social Work students, through the work process with the women of Los Ledezma, during the year 2022.

Method: From a social approach, from the review of background and field diaries, the achievements and learning derived from the work are observed, based on theoretical-methodological understandings translated into the organization of a group of women in the town of Los Ledezma.

Results: A greater handling of technical tools by the work group is identified, having a more accurate understanding of reality from the application of previously acquired theory. As well as a more defined ethical-political position in practice.

Conclusions: This is not a linear process, there were numerous challenges that led to testing, proposing, negotiating and starting over; Flexibility was a constantly applied skill, due to the fact that different daily activities were being worked on. A necessary axis of analysis, linked to the above, is the system that reduces women to fulfilling specific roles in which there is no space for them to participate on their own and use their voice.

Keywords: Gender, Organization, Community, Human rights, Appropriation.

 

 

Introducción

 

El presente artículo describe los resultados obtenidos por el grupo de estudiantes de tercer año, a través del proceso de trabajo con el grupo de mujeres en la comunidad de Los Ledezma, ubicada en el cantón de Upala, durante el primer y segundo semestre del taller Organización local y construcción de ciudadanía, impartido por la Escuela de Trabajo Social en la Universidad de Costa Rica.

Como parte de los espacios de discusión desarrollados entre el equipo y ante la relevancia ético-política de sistematizar las experiencias que se fueron adquiriendo por parte del grupo facilitador durante la práctica de tercer año, se tomó la decisión de elaborar una sistematización de experiencias con el objetivo de analizar los logros y aprendizajes del grupo, en función de los procesos de trabajo vividos: inserción, desarrollo y cierre con el grupo de mujeres de Los Ledezma.

Siendo así, la característica principal que identificó el desarrollo de este proceso de sistematización es que va dirigido hacia los aprendizajes, retos y sentimientos del grupo de estudiantes, durante todo su proceso académico y de trabajo con la comunidad de Los Ledezma.

En cuanto a la sistematización de experiencias, el autor Jara señala (2015, 61) que esta se entiende como una interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso, los factores que han intervenido en él, cómo se han relacionado entre sí y por qué lo han hecho de ese modo. Por lo tanto, para lograr esto, se hace uso de la metodología de la sistematización, la cual sirve para hacer la recuperación, el análisis e interpretación crítica de las experiencias vividas. En estos procesos, los cuales se van desarrollando en un periodo determinado, intervienen distintos aspectos, «en un contexto económico y social, y en el marco de una institución determinada» (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) 2004).

Siguiendo la línea del autor, este método permite reflexionar sobre los resultados obtenidos para su mejora. Ya que mediante la indagación se busca el aprovechamiento de los aprendizajes construidos, con el fin de llevar a la reflexión colectiva las acciones realizadas durante todo el proceso de trabajo; inserción, desarrollo y cierre en la comunidad de Los Ledezma.

 

¿Qué se hizo y por qué?

            El proceso de taller I y II, de nombre Organización y construcción de la ciudadanía, fue llevado a cabo en la localidad de los Ledezma, ubicada en San José de Upala. Este taller ha tenido la particularidad de que, desde su apertura en el 2019, se ha considerado el taller de migraciones, lo que se debe a las características de la zona, ya que esta se encuentra cerca del área fronteriza con Nicaragua, además de que cuenta con mucha población migrante.

            Teniendo en cuenta el contexto de la zona, así como las necesidades de la población se planteó como objetivo general el promover procesos participativos con mujeres adultas y jóvenes por medio de herramientas que permitieran el fortalecimiento de liderazgos y habilidades para la vida en la comunidad. Esto después de haber conversado con algunas personas de la localidad, quienes expusieron las preocupaciones con referencia a la poca participación de las mujeres, específicamente de las jóvenes, de las cuales se hacían comentarios relacionados con el embarazo adolescente, la deserción de los centros de educación, la unión en pareja a una edad temprana, entre otros.

            Esta visita generó mucha incertidumbre a lo interno del grupo, por lo que se decidió trabajar con esta localidad, debido a que los principales problemas que fueron comentados eran en referencia a las mujeres, por lo que se quería saber más al respecto. Es así que se escogió trabajar específicamente con mujeres, para escuchar sus voces, sus experiencias y así conocer sus realidades y motivar los procesos de organización, esto como una manera de incentivar la participación para la democracia. Ya que solo teniendo confianza las personas en sí mismas, se puede dar la participación comunitaria (Briceño-León, 1998, 145).

            Para el trabajo con este grupo de mujeres se pensó en actividades que procuraran no ser invasivas con su espacio o las pudiera hacer sentir incómodas, y así ganar su confianza. Al tener en cuenta estos propósitos es que a lo largo de todos los encuentros se realizaron técnicas conocidas como rompehielos, vistas como una manera de generar espacios de juego, de confianza y comodidad; los cuales resultaron muy provechosos debido a que también brindaban información con respecto a costumbres y pensamientos de las mujeres de la localidad.

            En esta misma línea, durante los dos primeros encuentros se le dio gran prioridad a la realización de un mapeo, para el cual fueron utilizados ciertos íconos que tenían el objetivo de trabajar en el reconocimiento: de las casas, de la localidad, zonas de peligro, actividades socioeconómicas, lugares de trabajo, casas con agua potable, casas que no, lugares con electricidad - cabe mencionar que dentro de los iconos llevados por las estudiantes no se llevaba ninguno que hiciera referencia a casas que no tuvieran electricidad, debido a que no era algo que estuviera previsto, aun así fue parte del proceso de trabajo- entre otros aspectos.

            Estos dos primeros encuentros fueron fundamentales para el reconocimiento de los roles que eran asumidos por las mujeres de la localidad, tal y como se pudo apreciar en una de las técnicas realizadas durante el segundo encuentro en donde se trabajó en reconocer como era una mujer de Los Ledezma, esto desde la perspectiva de las participantes. Dicha actividad brindó mucha información sobre las particularidades de la zona, los roles, costumbres y responsabilidades, lo que fue direccionando los temas considerados como necesarios a lo largo del trabajo con este grupo, como lo son género, derechos humanos, organización y participación; debido al poco reconocimiento que se les ha dado, siendo que inciden directamente en la vida de la población.

De la mano con lo anterior, en la siguiente reunión se trataron de incluir a las discusiones grupales temas específicos como género y participación, con el fin de trabajar colectivamente en un mayor apropiación y reconocimiento. A partir de lo que ellas aportaban a la conversación, se direccionó y facilitó análisis basados en lo expresado. Esta metodología de diálogo la explica Vidales: Es necesario asumir que, en el proceso dialógico, la horizontalidad radica en una modalidad de la escucha como decisión política y como toma de posición. Se trata entonces de dejar de pensar en la voz del otro desde la posición fetichizada de la tradición, la espiritualidad o la resistencia (Vidales 2014).

Cabe destacar que, en todo el proceso de trabajo, las actividades manuales tuvieron un rol fundamental; por lo que, para este encuentro se creó una tarjeta de invitación hecha a mano, con el objetivo de que fuese entregada a otra mujer, que a ellas les gustaría que formara parte del proceso; durante el desarrollo de esta técnica, el grupo de trabajo planteó su posicionamiento, lo que ayudó esclarecer dudas que se vieron en las mujeres sobre el funcionamiento del grupo, su dinámica y su finalidad.

Este posicionamiento se trasladó nuevamente a la cuarta reunión, para reforzar la identidad y el porqué del grupo. De la misma manera, se trató de una forma más directa el tema de género y derechos humanos; esto de un modo horizontal, lo permitió que las mujeres lideraran la conversación y compartan las experiencias mientras se sintieran cómodas. En este segmento, se hicieron análisis muy concisos ligados a los temas propuestos, y brindaron una dirección a la conversación en la cual se pudo enfatizar en aspectos importantes sobre el conocimiento y cumplimiento de los derechos humanos.

En el último encuentro, se realizaron actividades a modo de cierre, mediante una recapitulación de los principales momentos que se llevaron a cabo en todo este proceso de trabajo, mediante una reconstrucción basada en los puntos de vista de las participantes de lo que recordaban, les llamó la atención y/o aprendieron. Debido a que todos los productos consistieron en manualidades, se les hizo entrega de una cajita hecha a mano con un espejo en el fondo, a partir de la cual se hizo memoria y análisis de los avances que se han alcanzado, además se logró un reconocimiento de las mujeres hacia sí mismas a lo largo del proceso.

De acuerdo a lo visto y al proceso señalado, se podría decir que el grupo trabajó con el método de Investigación Acción Participativa, en donde justamente se buscaba escuchar y darles voz a las mujeres de la localidad, lo que representó un desafío, tal y como es señalado por Freytes Frey y Cross (2011), ya que esta no consiste solamente en circular la palabra sino que estas voces realmente se desarrollen y sean escuchadas (Cross 2018), lo que fue uno de los principales propósitos para el trabajo con este grupo de mujeres. 

 

¿Dónde se trabajó, con quién y por qué?

La idea de un grupo de mujeres en esta comunidad surge a partir de que, en el año 2019, el mismo taller había sido impulsado por estudiantes de esta generación, pero el grupo había dejado de funcionar debido a la pandemia del Covid-19, cuando la práctica de tercer año pasó a ser virtual. Por esta razón, y por las características que identifican a la comunidad (falta de conexión a internet, algunas zonas no cuentan con electricidad y no todas las personas cuentan con un teléfono móvil), es que el grupo de mujeres no pudo continuar.

Pasado un tiempo, y durante el contexto del 2022, después de escuchar atentamente la sugerencia de las personas de la comunidad y especialmente de la Asociación de Desarrollo Comunal, se tomó la decisión de volver a impulsar el grupo de mujeres, con el objetivo de llevar a cabo un proceso socioeducativo relacionado a temas de derechos humanos, género, organización y participación.

Los temas fueron escogidos como producto del análisis de las problemáticas más visibles en la comunidad de Los Ledezma, teniendo en cuenta que es una zona transfronteriza (se encuentra al norte de Costa Rica y su frontera con Nicaragua), y que las mujeres constantemente estaban siendo excluidas en muchos de los procesos de toma de decisiones, a nivel comunitario. Además, se observaron grandes manifestaciones de la cuestión social reflejadas en esta población, como lo son el embarazo adolescente, la violencia intrafamiliar, deserción escolar, relaciones impropias, entre otras (Cross 2018).

Así pues, luego de la visita de diagnóstico, se realiza una siguiente convocatoria exclusiva para las mujeres de la comunidad. En esta, se obtuvo una asistencia numerosa por parte de ellas y se logró coordinar de manera conjunta una hora específica y un día a conveniencia, para realizar los distintos talleres, en los cuales se esperaba aplicar un plan de trabajo que respondiera a las necesidades e intereses que ellas expresaban.

Sin embargo, a pesar de que en un principio se realizó todo el proceso de negociación, sobre los temas que se querían abordar y los horarios en los que se iba a realizar el taller, el grupo de facilitadoras comenzó a notar que la asistencia estaba disminuyendo considerablemente. Al indagar en el tema, se descubrió que el horario del taller estaba coincidiendo con el horario de clases de muchas jóvenes, por lo que se tuvo que volver a replantear el día y la hora en la que se iban a estar realizando las reuniones. A raíz del cambio implementado, hubo resultados positivos, ya que, en el próximo taller, se logró la asistencia de más jóvenes en comparación a encuentros anteriores, e incluso llegaron nuevas participantes de distintas edades, a las cuales les funcionaba más el nuevo horario.

Ahora bien, al tema de derechos humanos y participación se le dio mucha atención, ya que se identificó que en el grupo había muchos vacíos de información con respecto a este tema. En consideración a lo anterior, se pretendía que las participantes se apropiaran de las temáticas y pudieran, así, elevar la voz para exigir cualquier derecho que se les estuviese violentando.

 Otra necesidad que se identificó en la comunidad fue la importancia de hablar de la violencia que sufren las mujeres en sus vidas cotidianas, desde el enfoque de perspectiva de género. Al respecto Piedra (2017), menciona que el género es ese conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales que se construyen en cada cultura y momento histórico con base en la diferencia sexual, tiende a moldear la vida de las personas, especialmente la de las mujeres. Siendo así, para este abordaje se realizaron distintas actividades con preguntas, que buscaban generar un cuestionamiento hacia ciertas actitudes que han sido invisibilizadas y naturalizadas por la sociedad y que no son correctas.

             Por último, durante todo el trabajo se brindaron herramientas para que ellas puedan crear sus propios espacios conforme a sus intereses y continuar con el proceso de manera autónoma, cuando la práctica del taller 2022 llegase a su fin.

 

Importancia del proceso grupal realizado para el Trabajo Social y para las comunidades con las que se realizaron las distintas sesiones.

            El Trabajo Social, desde sus diferentes ámbitos, ha tratado de enmendar, en la medida de lo posible, los efectos que el sistema capitalista y la globalización han producido en el ámbito social, como lo es la falta de atención integral a las personas y el trabajo comunitario, apostando por un trabajo social individualizado. Por lo tanto, de ahí parte la idea de que es necesario que la población tenga presente la existencia de profesionales en Trabajo Social y que esta sea reconocida como una profesión que busca dar acompañamiento, orientación y atención en las distintas dificultades.

Para una profesión como Trabajo Social el ir a Upala representado a la Universidad de Costa Rica significa trabajar con las comunidades de la zona transfronteriza, con miras al fortalecimiento de procesos organizativos y de construcción de ciudadanías de poblaciones migrantes y transfronterizas en contra de la violencia en sus múltiples formas de expresión, y cómo se violentan los derechos humanos.

Al respecto, la profesora del taller de tercer año Eugenia Boza, quien también es Trabajadora Social de la Universidad de Costa Rica, comenta lo siguiente; «Estos lugares que se encuentran en zonas rurales, alejados de la gran área metropolitana, no suelen recibir la atención que merecen por parte del gobierno, por lo que son desplazados e invisibilizados por su difícil acceso» (Eugenia, comunicación personal, 14 de octubre del 2022). 

Por lo que ir a la comunidad de Los Ledezma, trabajar con las mujeres de la localidad, e impulsarlas a que exijan sus derechos, también es importante para la profesión de Trabajo Social, porque no solamente es algo que le corresponde hacer, sino que también influye en que las personas que están ejerciendo esta labor, observen las distintas realidades, por las que está pasando la población y, a partir de ello, puedan ser más empáticas con toda la sociedad. Buscando así promover soluciones que impliquen a las personas protagonistas, con el fin de que se vean beneficiados y promuevan su propio cambio.

Ahora bien, como personas que laborarán como profesionales de Trabajo Social el haber llevado a cabo todo este proceso de organización, para planear y ejecutar un proyecto en la comunidad de los Ledezma, es muy importante para el aprendizaje y para la comunidad, ya que, así como para las estudiantes a cargo de esta labor se tuvieron nuevas experiencias, la comunidad también lo hacía. Fue un intercambio de saberes muy interesante, como bien lo decía doña Nidia; «aquí todos estamos aprendiendo poco a poco, así como nosotras aprendemos de ustedes, ustedes lo hacen de nosotras» (Nidia, grupo de mujeres, comunicación personal, 8 de octubre del 2022).

 

Principales resultados, aprendizajes y retos identificados

A continuación, se analizará la experiencia vivida desde los logros y aprendizajes del equipo de trabajo en función de los hitos vividos: inserción, desarrollo y cierre con el grupo de mujeres de la comunidad de los Ledezma, durante el año 2022.

Si bien esta experiencia resultó ser algo completamente nuevo y albergó una serie de alcances, también trajo consigo algunas limitaciones que es necesario analizar para construir aprendizajes colectivos. Estas fueron identificadas por las diferentes personas participantes de la sistematización, a partir del proceso de trabajo llevado a cabo con el grupo de mujeres.

 

Inserción

Para efectos de la presente sistematización, lo primero en analizar es la experiencia vivida de los logros y aprendizajes del grupo de trabajo a partir de la inserción que hubo con el grupo de mujeres de los Ledezma.

 En cuanto a esto, es importante hacer mención de que el trabajar con esta comunidad a partir de la Investigación acción-participativa era algo completamente nuevo para las facilitadoras, ya que era la primera vez en el año 2022 que se escuchaba sobre el tema y que se tenía que implementar una investigación a partir de ello. Durante años anteriores se recibieron diferentes cursos sobre investigación, sin embargo, estos estaban enfocados más que todo en lo que es la investigación cualitativa, cuantitativa y mixta.

Además, muchas de las personas estudiantes de tercer año en Trabajo Social venían de recibir clases virtuales por la pandemia del COVID-19, por lo que no existía tampoco una interacción cara a cara entre las personas estudiantes de la misma generación de la carrera. Por lo tanto, estas prácticas de tercer año resultaban ser una experiencia nueva, donde por primera vez, la mayoría del estudiantado que estaban inscriptos en el taller de Migraciones, empezaron a conocerse e interactuar entre sí, ya que fue el primer curso impartido con cierto grado de presencialidad durante el año 2022, después de dos años de pandemia.

Ahora bien, en lo que refiere al proceso de trabajo con el grupo de mujeres lo anterior es muy importante, porque ayuda a comprender el posicionamiento teórico-político que se tenía, antes de ir a la comunidad. Ya que no existía por parte de las facilitadoras una buena socialización, que ayudará a desenvolverse e interactuar fácilmente ante un grupo de personas.

Esto resultó ser todo un reto para el equipo, porque se tenía que mejorar las habilidades a la hora de hablar en público, antes de ir a dirigir un proceso con las comunidades. Para ello, la profesora del taller tenía que preparar al grupo teóricamente para que fueran capaces de observar y analizar todo lo que iba a suceder a su alrededor, cuando empezaran a asistir a las distintas localidades. Por lo tanto, cuando se visitó por primera vez a la comunidad y las condiciones de los habitantes, se realizaron distintas preguntas, se observó y conoció una realidad que muchas veces se suele analizar a partir de teoría, pero que en esta ocasión podía ser analizada por medio del reconocimiento de las personas facilitadoras y de sus propias experiencias. Con este reconocimiento, fue que surgió la necesidad de volver a crear el grupo de mujeres.

Se realizó toda una investigación con base en lo que ellas querían, trabajando así la investigación acción participativa, no obstante, muchas veces las cosas no salían como se esperaba. En un inicio costó mucho hablar delante de ellas porque había que tener cuidado con las palabras que se utilizaban, para evitar de esta manera que existiera alguna mala interpretación. Esta situación, igualmente, se presentó con las actividades que se implementaron, sin embargo, después de la interacción con ellas y de reconocer las deficiencias del grupo, fue un aspecto que se pudo mejorar progresivamente.

Al respecto, es importante mencionar que, si bien históricamente las mujeres han sido vulnerabilizadas, en esta comunidad, por las situaciones antes ejemplificadas, esta vulneración ha ido en aumento. Para hablar más a detalle, entre las particularidades de la población participante se observa que se muestran bastante retraídas, lo que genera que la conversación y las actividades propuestas en las reuniones, no se dé tan fluidamente. Sin embargo, eso no quiere decir que no participen en las actividades, sino que cada una requirió un proceso de integración distinto que la hiciera sentir cómoda, en el cual fuera ella misma la que tomará la decisión de participar en el momento que así lo quisiera. Además, otra situación que no se puede dejar de lado es que ellas están muy vinculadas a temas religiosos, lo que moldea mucho su vida cotidiana.

Lo anterior se relaciona con esta estructura patriarcal que relega a un género, el femenino, por debajo del otro, el masculino. Puesto que el patriarcado ha asignado a los hombres el poder, del espacio de lo público, la función de proveedor del hogar y la utilización monopólica de la violencia; a las mujeres les ha sido asignada la sumisión, el espacio de lo privado, la función de sostén emocional del hogar y cuido (Lagarde 1997). En cuanto a lo que se menciona de lo privado/mujer, es muy notorio en la comunidad, porque claramente se puede apreciar cómo las mujeres se les ha apartado de los espacios públicos, a partir de no tener un lugar propio de ellas en la cual participar, lo que ha llevado a que sean tímidas y retraídas, y no tengan la confianza en sí mismas para hablar.

En síntesis, el equipo aprendió mucho sobre la comunidad y a identificar cuando había que tomar decisiones alrededor de planeamientos que no funcionan como se esperaba. Se habló de temas que a ellas les interesaban (participación, derechos humanos y género), se usaron técnicas que, se consideraba, podían fomentar la participación activa del grupo. Cuando algo salía mal, se discutía entre las facilitadoras del taller, y para la siguiente reunión se buscaba mejorarlo.

En referencia a los conocimientos académicos, como grupo, se considera que hubo un gran aprendizaje con respecto a los temas tratados y cómo estos se podían adaptar a las realidades de las personas asistentes, ya que, para ir a impartir los talleres, se tenía que manejar el tema, y esto se lograba únicamente analizando distintos informes, artículos y libros.

 

Desarrollo

            Al hacer referencia a los procesos de aprendizaje y de logros, se podría decir que muchos fueron por parte de las estudiantes, debido a que se tuvo la oportunidad de conocer distintas realidades vividas por las mujeres de la localidad, esto por medio de la confianza y la horizontalidad con la que se trabajó. Además, se ha identificado que en este tipo de procesos se pueden presentar errores relacionados con el poder; ya que se toma una posición que dificulta (o impide del todo) el diálogo horizontal y se interponen barreras sociales, culturales y económicas que pueden distanciar de la comunidad, perjudicando el trabajo y sus resultados (Paniagua 2012). Por lo que, durante este proceso de trabajo, una de las principales estrategias fue tener un diálogo horizontal que permitiera una mejor comunicación.

Cabe mencionar que en el proceso se presentaron ciertos retos, como fue la presencia de hombres en un espacio que era específico para mujeres, así como la identificación de ciertos intereses individuales en un grupo que buscaba crear beneficios colectivos. Igualmente, uno de los retos a lo largo del proceso, fue la participación de las mujeres, ya que no era constante, algunas veces llegaban más y en otras ocasiones la asistencia era baja.

            De modo que el proceso no fue fácil, ninguno suele serlo, por lo que las estudiantes tuvieron ciertas estrategias para afrontar estas situaciones, como fue el hablar con los hombres que estaban asistiendo en un principio a las reuniones con el grupo de mujeres, y explicarles que se necesitaba crear un espacio seguro, donde ellas no se sintieran cohibidas porque había hombres que las estaba observando y vigilando su participación. Esta estrategia fue apoyada por la profesora a cargo, así se logró que ellos no se encontraran en las actividades, como consecuencia las mujeres tuvieron mayor libertad a la hora de moverse y expresarse.

Asimismo, en los encuentros se posicionó la importancia de ver estos procesos para beneficios colectivos, teniendo en cuenta su importancia en el desarrollo, en el progreso de la localidad, así como en la inserción de las mujeres en los distintos espacios, lo que permitió reconocer sus pensamientos sobre el tema. Por otro lado, una de las formas de afrontar algunos de los retos que se presentaron fue la de cambiar el día y la hora de encuentro, con la finalidad de tener un horario que se adecuara con la cotidianidad del grupo, lo que permitió el aumento de la asistencia de las jóvenes que antes se les dificultaba participar, a causa de sus clases en el colegio.

Factores que se mantuvieron presentes, fueron las modificaciones y la flexibilidad puestas en práctica durante todo el proceso, en algunos casos era más sencillo, mientras que en otros requería de un cambio de mayor complejidad, ya que se buscaba mantener la esencia de la propuesta que se llevaba por parte de las estudiantes. En referencia a la participación, este es un tema de poca constancia, que resultaría más provechosa medirla por la transformación que se observó del inicio hasta el cierre y no por la cantidad de personas que asistieron, ya que, se puede reconocer un progreso en la participación de las mujeres en cada una de las sesiones, donde poco a poco se encontraban menos cohibidas, y buscaban apropiarse del espacio, así como, de las conversaciones.

De parte de las estudiantes, a la hora de facilitar se han identificado distintos momentos que no generaron los resultados esperados, por ejemplo: cuando unas mujeres se integraron luego de iniciado el taller, se pudo observar la desviación de atención por parte de las que asistieron puntuales y costó retomar la actividad que se estaba realizando.  Por otro lado, en algunos casos por no comunicarse directamente entre el grupo de trabajo se han cometido equivocaciones pequeñas con respecto a ciertas actividades. Ambas situaciones planteadas, se catalogan como aprendizajes que se fueron mejorando después de ser señaladas en los espacios de análisis.

Con respecto a los distintos retos que se han presentado, el crear un balance entre la apropiación de las mujeres, pero al mismo tiempo mantener el control como facilitadoras fue puesto a prueba por ciertos actores con una presencia fuerte, ante los cuales las colaboradoras debían estar preparadas a responder tanto a preguntas como acciones autoritarias.

 

Cierre

            Luego de enfrentar quizá la parte considerada más retadora, era momento de concluir con el proceso, en las últimas dos visitas a la comunidad había tensión por continuar ciertos temas de discusión, pero, al mismo tiempo, había que darles un cierre de parte del grupo facilitador; en el cual se recapitulan los aprendizajes e igualmente se impulsa la continuación del grupo de manera autónoma, hasta el acompañamiento de las próximas personas estudiantes de la práctica. Es por esta razón que, cada vez que había reuniones de planeación era todo un reto incluir en 1 o 2 horas la cantidad de actividades que eran propuestas por parte de las facilitadoras, a partir del reconocimiento del potencial que las integrantes del grupo demostraron tener.

            Las actividades de cierre del grupo de mujeres iban enfocadas a un reconocimiento por parte de ellas hacia su entorno y una apropiación como proceso para articularse e involucrarse. Se descartaron muchas ideas que surgían en el camino, porque no se consideraba que cumplieran del todo con ayudar a lograr este objetivo principal. Aunque, finalmente se logró integrar una técnica donde ellas se sintieran parte de algo sin exigirles escribir, dibujar bonito, exponer, o algo que les incomodara por dudar de sus capacidades.

            Según la devolución y experiencia del grupo, esta técnica fue una de las más relevantes en el proceso, y parece importante incluirla en esta sección para ejemplificar que, a veces, las cosas que parecen más sencillas son las que pueden tener un impacto más positivo en las personas. Se propuso realizar un cartel firmado, personalizado y en donde las participantes incluyeron sus nombres, el nombre del grupo previamente escogido por ellas, el cual era «Mujeres Empoderadas Los Ledezma», y lo que quisieran usar para decorar: colores, figuras calcadas en foam, dibujos, postales, con lo que se sintieran identificadas. Para sorpresa de las facilitadoras, todas estaban participando, poco a poco el espacio se prestó para exponer intereses y generar vínculos de lo que ellas esperaban lograr a partir de ese grupo; ahí mismo se les entregó un material de apoyo sobre cómo hacer talleres y qué temas podrían ser interesantes en el futuro.

            La actividad anterior evidenció que, indiferentemente si el grupo facilitador estaba o no, ellas ya podían soltarse a generar sus propios procesos y continuar con las reuniones, aunque todavía se sentía un poco de incertidumbre. En la última visita hubo un enfoque para recapitular aprendizajes y en darles algo que reforzará la importancia de que cada una adquiera un compromiso con los procesos generados. El cierre del proceso en esta localidad se sintió bastante satisfactorio, parece ser que se logró tener un impacto no solo en ellas asistiendo a una reunión, sino en cada una, como mujer y persona con grandes capacidades.

 

 

Reflexiones Finales

 

De acuerdo con lo visto durante el presente artículo, y el acercamiento obtenido por parte de las facilitadoras junto con el grupo de Mujeres Empoderadas Los Ledezma, se pueden desarrollar brevemente algunas reflexiones finales.

Las vivencias nuevas por sí solas representan un desafío, en este caso, la experiencia de contacto con una comunidad externa a la universitaria como parte de la formación profesional, además el indagar en las necesidades e intereses de esta comunidad para crear una propuesta de plan desde cero, fue todo un reto. Todos los días eran de aprendizaje, probar, proponer, volver a empezar; definitivamente no fue un proceso lineal.

Relacionado con lo anterior, es necesario tener en cuenta que, muchas veces, al trabajar con población los planes no siempre van a seguir el curso de lo esperado, ya que las personas muchas veces necesitan de procesos diferentes, aun así, estas situaciones dan la oportunidad de ser más flexibles, de comprender que, a pesar de que las cosas no salgan según lo planeado, se pueden hacer nuevas cosas, que igualmente brindan aportes para el aprendizaje profesional, pero también para la vida. “Las comunidades transfronterizas no tienen en su cotidianidad un mapa que les divida; todo lo contrario, conviven y comparten la familiaridad con la producción, la gastronomía, el deporte, la comercialización, las necesidades que les han unido de por vida, desde que se constituyeron”. (Ubau 2022, citado en Estrada 2022, 2)

            En las comunidades transfronterizas no existen las barreras geográficas que muchas veces se plantean desde el orden político de cada país, sino que existe una articulación de tradiciones, pensamientos y cultura que permite que las personas tengan una gran diversidad.

Finalmente, al trabajar con un grupo de mujeres, se puede ver que estas tienen necesidades específicas que se encuentran ligadas a la estructura de un sistema que ha sido socializado, en donde han respondido a roles feminizados, como son las tareas de “reproducción, crianza, cuidados, sustento emocional, etc. y están circunscritos, sobre todo, al terreno doméstico” (Saldivar et al.,2015, 2129) Por lo que es necesario tener en cuenta que, muchas veces, la participación que tienen las mujeres, especialmente las adultas, se encuentra condicionada por los mismos roles, ya que buscan participar en iniciativas con el fin de generar procesos de enseñanza para las más jóvenes, dejándose de lado ellas mismas y sus propias oportunidades, lo que claramente representa toda una lucha en la búsqueda de trabajar con percepciones que las suelen delimitar.

 

Contribución de las personas autoras

            En lo que respecta al presente apartado, cabe resaltar que el artículo es un producto realizado totalmente en conjunto. Esta investigación fue el trabajo de todo el año 2022, de proceso de práctica profesional de tercer año de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica, la cual se realizó en la zona Upala, específicamente en Los Ledezma. Las facilitadoras del proceso y autoras del presente artículo: Valerie Barrot Mora, Karla Bonilla Montero, Erika Adriana Ruiz Dávila y Mariana Ramírez Fallas participaron en cada uno de los procesos sistematizados anteriormente.

            En este sentido, no se podría atribuir a una u otra una contribución específica al producto que se obtiene como resultado, sino, que las experiencias, saberes, interpretaciones de cada una de las facilitadoras, dan como resultado un trabajo que las enorgullece grandemente y que se plasma de la manera más sencilla posible para toda persona que se encuentre leyendo.

 

Apoyo financiero

Por otra parte, es importante hacer mención a la Universidad de Costa Rica junto con la Escuela de Trabajo Social que permiten abrir espacios de incidencia social, tanto desde los fondos destinados por parte de la educación pública superior para la acción social, así también los esfuerzos para que las prácticas académicas se lleven a cabo.

Así también, agradecer la iniciativa de la profesora Eugenia Boza, docente de la práctica, quien tiene gran trayectoria en los procesos burocráticos que exige la universidad para poder realizar estos procesos de movilización de estudiantes hacia las comunidades. Además, que como ella misma lo ha comentado y se vio evidenciado durante la práctica, muchas veces ha tenido que tomar de su propio dinero para complementar los apoyos económicos de la universidad cuando estos no cubrían todos los gastos que conlleva las movilizaciones hacia las comunidades y las personas estudiantes se les imposibilitaba cubrirlos.

 

Referencias

Briceño, Roberto. 1998. El contexto político de la participación comunitaria en América Latina. Laboratorio de Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela.

Cross, Cecilia. 2018. Experiencia y cambio cultural en investigación acción participativa: Claves para la vigilancia reflexiva de la intervención académica. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas.  Época III. Vol. XXIV. Número 48, Colima, invierno

Estrada, Katherine.  2022. El Gobierno local apuesta por la educación y la regularización de la población migrante que agradece la oportunidad para mejorar su calidad de vida. Nicas Migrantes. https://www.confidencial.digital/migrantes/upala-el-canton-costarricense-que-facilita-la-integracion-de-los-migrantes-nicas/#:~:text=%E2%80%9CLas%20comunidades%20transfronterizas%20no%20tienen,constituyeron%E2%80%9D%2C%20indica%20Alejandro%20Ubau%2C

Jara, Oscar. 2015. La sistematización de experiencias produce un conocimiento crítico, dialógico y transformador. Docencia 55: 33-9. Acceso el 04 de diciembre de 2022. https://cepalforja.org/sistem/bvirtual/wp-content/uploads/2015/06/Entrevista-Oscar-Jara-Revista-Docencia.pdf

Lagarde, Marcela. 1997. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas y locas”. México, UNAM. ISO 690.

Observatorio de Género: Femicidios. 2022. Observatorio de Género del Poder Judicial. 2022.https://observatoriodegenero.poder-judicial.go.cr/images/Estadisticas/Femicidio/Documentos/FEMICIDIOS_2022_al_22dejunio-dm-publicado1dejulio.pdf

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 2004. Guía Metodológica de Sistematización. Honduras: Litografía López. https://www.fao.org/3/at773s/at773s.pdf

Paniagua, Laura.  2012. EL TRABAJO CON COMUNIDADES: NOTAS PARA EL APRENDIZAJE. Rev. Reflexiones. 49.

Piedra, Almendra. 2017. ¿Qué es la ideología de género? Ipsos Public Affairs. Acesso el 03 de diciembre de 2022. https://www.ipsos.com/es-pe/que-es-la-ideologia-de-genero

Saldivar Alicia, Díaz Rolando, Reyes Norma, Armenta Carolina, López Fuensanta, Moreno Mayra, Romero Angélica, Hernández Julita y Domínguez Miriam. 2015. "Roles de Género y Diversidad: Validación de una Escala en Varios Contextos Culturales." Acta de Investigación Psicológica - Psychological Research Records 5, no. 3. 2124-2148. Redalyc, https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=358943649003

Vidales Gonzáles, Carlos. 2014. «En diálogo. Metodologías horizontales en ciencias sociales y culturales». Comunicación y Sociedad, 20. 239–47. https://doi.org/10.32870/cys.v0i20.224