Experiencias y reflexiones sobre el proceso comunitario desarrollado en
Valle Bonito de Upala durante el 2022
Experiences and reflections on the community
process developed in Valle Bonito de Upala during 2022
Milagro Granados Cruz
Escuela Trabajo Social
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
https://orcid.org/0009-0006-0396-1001
Verónica Fernández Villalobos
Escuela Trabajo Social
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
veronica.fernandezvillalobos@ucr.ac.cr
https://orcid.org/0009-0008-9937-9634
Natasha Solano Solís
Escuela Trabajo Social
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
https://orcid.org/0009-0002-4859-6600
Daniela Zamora González
Escuela Trabajo Social
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
lucy.zamoragonzalez@ucr.ac.cr
https://orcid.org/0009-0002-1319-8522
Sugeydi Alfaro Sandi
Escuela Trabajo Social
Universidad de Costa Rica, San José,
Costa Rica
https://orcid.org/0009-0005-2955-575X
Cómo citar:
Granados Cruz, Milagro; Verónica
Fernández Villalobos; Natasha Solano Solís; Daniela Zamora González y Sugeydi Alfaro Sandi.
2023. Experiencias y reflexiones sobre el proceso comunitario
desarrollado en Valle Bonito de Upala durante el 2022.
Revista Reflexiones. Dossier
Especial. 102. DOI 10.15517/rr.v102i2.56848
Resumen
Introducción: El presente documento se basa en una recapitulación de las
experiencias, aprendizajes y retos que enfrentaron las estudiantes de tercer
año de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica en la comunidad Valle
Bonito de Upala.
Objetivo Principal: Reconstruir el proceso de trabajo de
las estudiantes de Trabajo Social en la comunidad de Valle Bonito, con el fin
de que se evidencien las diversas experiencias vividas en el espacio local.
Método y técnica: El presente proceso de trabajo se
llevó a cabo por medio de la Investigación Acción Participativa, en donde se
analizaron diferentes categorías teóricas desde la posición constante de un
marco ético político de derechos humanos, donde se implementaron técnicas
participativas basadas en la educación popular y la ludopedagogía.
Resultados: Se evidencia el acercamiento con la comunidad, además de la
comprensión de la dinámica que se origina en el espacio local, en donde se
afianzan, por parte de las estudiantes, los procesos de trabajo, y aprendizajes
respecto a la no linealidad de estos.
Conclusión: El acercamiento como estudiantes a las comunidades permite
mostrar una realidad muy distinta a lo que académicamente se está acostumbrado,
amplía el panorama y se evidencian posibles escenarios futuros en el ámbito
laboral, a su vez se adquieren conocimientos y herramientas que serán de gran
utilidad en el quehacer profesional.
Palabras Clave: Comunidad, Comité pro-asociación, Grupo de trabajo, Experiencia, Trabajo
Social.
Abstract
Introduction: This
document is based on a recapitulation of the experiences, learning and
challenges faced by third year Social Work students of
the University of Costa Rica in the community of Valle Bonito de Upala.
Main Objective: To
reconstruct the work process of the Social Work students in the community of
Valle Bonito, in order to show the diverse experiences
lived in the local space.
Method and technique: The present
work process was carried out by means of Participatory Action Research where
different theoretical categories were analyzed, always positioned from a
political ethical framework of human rights, where participatory techniques
based on popular education and ludo pedagogy were implemented.
Results: The
approach with the community is evidenced, as well as the understanding of the
dynamics that originates in the local space; where the students strengthen the
work processes, as well as learning about the non-linearity of the same.
Conclusion: The
approach as students to the communities, allows to show a reality very
different from what academically is accustomed to, broadens the panorama thus
showing what can be found in the future in the workplace, in turn, knowledge
and tools are acquired that will be useful in the professional work.
Key words: Community, Pro-association
committee, Working group, Experience, Social Work.
Introducción
El trabajo
en espacios locales es un elemento muy importante durante la formación
académica de profesionales en Trabajo Social; les genera herramientas
esenciales para su quehacer profesional.
Este acercamiento a las comunidades implica la
construcción de diversas destrezas y
promueve que los futuros profesionales desarrollen habilidades fundamentales
como: la adaptabilidad, mayor criticidad sobre la realidad, flexibilidad en los
diversos procesos, mayor comprensión de la dinámica de las comunidades y el
espacio local, mecanismos para la resolución de conflictos, herramientas para
generar la articulación y/o vínculos entre personas que intervienen,
responsabilidad y compromiso social, entre otras capacidades, que, sin duda
alguna, incidirán en su labor profesional a futuro.
En relación
con el Trabajo Social Comunitario esta «orientado al desarrollo humano,
enfatiza las fuerzas, las capacidades y los recursos de las personas, las
familias, los grupos y las comunidades para desarrollar todas sus
potencialidades y generar mecanismos personales, institucionales y ambientales
de prevención y resolución de situaciones de dificultad. Una intervención
integral que desde una perspectiva normalizadora sitúa la participación
ciudadana como valor fundamental y transversal de la intervención profesional
en su mejor tradición colectiva» (Pastor Seller 2004,
108).
La
participación ciudadana tiene un papel fundamental en los procesos
comunitarios, respecto a esto, se debe tener cuidado con el tipo de
participación que como facilitadores se quiere incentivar en las comunidades,
esto porque: «la participación se puede considerar y gestionar desde diferentes
formas e intensidades: de manera sustantiva o como proceso, promoviendo el
acceso real de los hombres y de las mujeres a la toma de decisiones en la
elaboración, ejecución y evaluación de políticas y programas sociales locales
o, por el contrario, subordinada a las actuaciones profesionales y directrices
políticas, siendo un simple medio cuyo objeto es legitimar políticas, programas
y actuaciones profesionales» (Pastor Seller 2004, 109).
De acuerdo
con lo anterior, como profesional en Trabajo Social inmerso en los procesos
vinculados a la comunidad, se debe procurar buscar un nivel de participación,
en el cual las «decisiones sean iniciadas por la población, pero coordinados
con otros» (Hart 1992, 08). La intencionalidad de este tipo de participación es
que los habitantes de las comunidades tomen conciencia y se apropien de su
realidad, que logren involucrarse en la toma de decisiones y construcción de
soluciones colectivas que les permitan transformar las diferentes situaciones.
Es, precisamente, este tipo de participación la que se buscó instar por parte
del grupo facilitador, en el proceso de acompañamiento al comité pro-asociación
de la comunidad de Valle Bonito.
En los
últimos años, dentro de las ciencias sociales la sistematización de las
experiencias ha cobrado gran relevancia al momento de generar conocimiento,
acerca de los diversos procesos que como estudiantes y/o profesionales se deben
desarrollar. Las experiencias vividas durante el proceso (mencionado en el
párrafo anterior) han originado valiosos aprendizajes y reflexiones dentro del
grupo de trabajo, que ameritan ser compartidas. La inquietud por dar a conocer
los resultados de este proceso comunitario nos lleva a utilizar la
sistematización de las experiencias como método para plasmar dichas vivencias.
La
sistematización de experiencias trasciende el ordenamiento y la exposición de
la información de manera secuencial, implica la comprensión de lo sucedido de
manera crítica y reflexiva para recopilar los acontecimientos y resultados más
relevantes, además de encontrar o descartar causalidades entre los hechos
ocurridos; la sistematización de experiencias se puede definir según Jara como:
«aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de
su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso
vivido en ellas: los diversos factores que intervinieron, cómo se relacionaron
entre sí y por qué lo hicieron de ese modo. La Sistematización de Experiencias
produce conocimientos y aprendizajes significativos que posibilitan apropiarse
de los sentidos de las experiencias, comprenderlas teóricamente y orientarlas
hacia el futuro con una perspectiva transformadora» (Jara Holliday
2011, 04).
Las
experiencias están permeadas por la subjetividad de quien las vive, es decir,
son dinámicas, únicas e irrepetibles, por lo tanto, la finalidad de este
artículo es dar a conocer los principales aprendizajes, logros, dificultades y
resultados, que logramos encontrar posterior a la vivencia del proceso de
acompañamiento al comité pro-asociación de la comunidad de Valle Bonito de
Upala en el 2022, para que puedan ser motivo de reflexión y orientación para el
desarrollo de futuros procesos en comunidad.
Ubicación donde se desarrolló el
trabajo en comunidad
La práctica
se ubica en la provincia de Alajuela, cantón de Upala, distrito de San José;
específicamente en la comunidad de Valle Bonito, según el INEC (2011) Upala
contaba con una población total de 16139 habitantes de los cuales 7921 eran
hombres y 8218 mujeres.Entre las particularidades del
lugar podemos mencionar que el cantón de Upala pertenece a la provincia de
Alajuela y a la Región Huetar Norte de Costa Rica fue fundado el 17 de marzo de
1970 es el cantón número trece de la provincia de Alajuela limita al norte con
Nicaragua, al este, sureste y sur con los cantones alajuelenses de Los Chiles y
Guatuso, de sur a oeste con los cantones guanacastecos de Cañas, Bagaces,
Liberia y La Cruz, mide 1591.93 km2 y posee ocho distritos: Dos Ríos, Aguas
Claras, San José, Delicias, Yolillal, Upala, Canalete
y Bijagua (Inder 2015).
Esta región
presenta diversas características: recursos ambientales como: fuentes de agua,
zonas protegidas; además, dentro de este territorio se encuentra ubicado el
grupo indígena Maleku. Este espacio geográfico, sirve
de paso para personas migrantes que vienen por periodos a trabajar en las
empresas agrícolas que están cercanas a la frontera.
Asimismo, la
región presenta algunas problemáticas importantes, por ejemplo: es un terreno
vulnerable a riesgos ambientales, relacionados a la falta de empleo, la crisis
migratoria es un tema presente en la zona, entre otros más (Alfaro Sandi et al.
2022).
Sistematización de la experiencia
La
sistematización de la experiencia se llevó a cabo mediante diversas etapas, las
cuales se explican en la siguiente tabla.
Tabla 1: Etapas del proceso de sistematización
Etapas |
Proceso |
Primera |
Se vive la experiencia del proceso de acompañamiento con
el comité pro - asociación de la comunidad de Valle Bonito para la
conformación de una Asociación de Desarrollo. |
Segunda |
Por medio de los diarios de campo y los apuntes
recopilados durante el proceso, se logra registrar la información y hacer
distintas reflexiones acerca del proceso ejecutado. |
Tercera |
Se definen el eje y los objetivos para iniciar con el
proceso de la sistematización. |
Cuarta |
Reconstrucción
del proceso y la experiencia vivida por medio de la información que se obtuvo
de los registros previos y de lo que surgió en los papelógrafos realizados. |
Quinta |
Se
reflexiona de manera crítica sobre lo sucedido durante el proceso. |
Sexta |
Se
inicia con la sistematización de toda la experiencia para comunicar los
aprendizajes obtenidos. |
Fuente: Elaboración propia, basado en la
propuesta de Jara (2011).
Metodología
El trabajar
en comunidades implica desarrollar métodos en los que la horizontalidad sea la
base del aprendizaje y la construcción colectiva, las técnicas participativas
basadas en la Investigación Acción Participativa (IAP), en la Educación Popular
y la ludopedagogía, fueron algunas de las metodologías que se tomaron en cuenta
en este proceso con la comunidad.
Las técnicas
participativas son parte de una metodología que promueve la horizontalidad de
grupo y procura que las personas ejerzan un papel activo en los procesos de
aprendizaje, análisis y reflexión. Siguiendo lo planteado por Díaz Valladares y
Peñaloza Yañez (2015) las técnicas de participación
son necesarias para la construcción de conocimientos y prácticas de la
realidad, así como para el cuestionamiento de la realidad, para lo cual las
técnicas propician espacios que facilitan la desinhibición y animan a la
participación
La
ludopedagogía comprende una metodología mediante la cual «se propone el juego
como protagonista, al enmarcar una serie de ventajas que permiten desarrollar
el proceso de aprendizaje de la lectura y escritura. A su vez, por medio del
juego la persona aprendiente puede expresarse, construir conocimientos,
explorar, conocer, descubrir apoyándose en la imaginación y la creatividad que
les abre la puerta hacia un nuevo mundo de conocimientos» (Murillo Víquez
2020,07). Esta fue de gran utilidad para abordar las diversas categorías
expuestas en los talleres, además, motivó a la comprensión del aprendizaje
desde otro lugar más allá de lo magistral y directivo.
La
Investigación Acción Participativa (IAP) es la «acción que constituye no sólo
un método para la investigación, sino también un ámbito de (re)construcción de
valores y sentidos que pueden conducir a nuevos modos de narrar(se) y desde
allí a procesos emancipatorios» (Cross 2018, 126). En dicho ámbito de
reconstrucción e investigación es posible que se utilicen diversas estrategias
para lograr el cambio social que se espera como profesionales, ante esto es
posible hablar sobre la Educación Popular, la cual citando a Guevara (2015) es
un hecho social y político en donde diseña y a su vez imparte habilidades
sociales y cognitivas que permite a la población tomar decisiones en pro de su
bienestar.
Debido a que
la sociedad se rige por un sistema capitalista, la violencia institucional es
un hecho y, a su vez, la burocracia desempeña papel importante a la hora de
limitar que las personas quieran acceder a ciertos servicios, bien se sabe que
los mismos deben ser asumidos como derechos, sin embargo, esto no es propuesto
de esa forma por el Estado, por medio de la educación popular, se pretende
llevar a cabo estrategias en donde se rompa con esa verticalidad.
Por otra parte, respecto a los procesos
socioeducativos, se debe conocer que son necesarios para un accionar
transformador
«son aquellos en los cuales se trabaja en la profundización del conocimiento de
realidades cotidianas de las personas» (Molina Molina
y Romero Saint 2001, 91). Es
decir, es una herramienta de intervención en donde, por medio del trabajo en
red, se ha permitido trabajar con un enfoque comunitario. Trabajar en red se ha
hecho imprescindible en estos procesos, ya que posibilita insertarse en la
colaboración local, así como también permite que profesionales, instituciones y
organizaciones trabajen en conjunto.
Ante esto es importante hablar sobre la educación
popular, ya que
esta parte desde las personas con el fin de construir ciudadanía crítica «la educación popular, aparece como un intento por
desarrollar acciones intencionalmente orientadas a ampliar las formas de comprender y actuar de los sectores
populares; es decir, por generar y apropiar saberes pertinentes para la
construcción de los sujetos populares y del proyecto político liberador» (Torres Carrillo 2010, 24). Supone generar conciencia para
transformar la realidad por medio de la educación, en donde se puedan fracturar
las condiciones de desigualdad y opresión sufridas históricamente, esto con el
fin de generar horizontalidad entre los actores sociales.
Por tanto, a lo largo de este período se
desarrollaron talleres y se destinaron reuniones con el comité pro-asociación,
apegados a los principios de educación popular en las que se fortalecieron
roles de liderazgo y apropiación de los procesos de trabajo, de acuerdo con sus
propios objetivos y aspiraciones. A su vez, esto fue de suma importancia, ya
que contribuyó a develar aquellas necesidades sentidas por parte de la propia
población, y resultó favorable para la consolidación de la base organizacional
de la comunidad que encamine acciones a la atención de estas, mediante la
constitución de la Asociación de Desarrollo Integral.
Finalmente,
es posible mencionar algunos ejemplos de lo anterior, en concreto, se
realizaron actividades que impulsaron el desenvolvimiento de las personas que
ocupan posiciones dentro del comité, se realizaron intentos por problematizar
las condiciones de vida de manera que las personas habitantes presentes en las
convocatorias pudieran colocar su postura al respecto. Además, se empleó la
ludopedagogía para tratar temáticas como la comunicación asertiva mediante el
juego y la mímica, sumado a ello se brindó material de apoyo que contenía
información de utilidad con lenguaje que favorece su comprensión.
Importancia del proceso para el ámbito académico
La
importancia de este proceso radica en comprender y analizar de forma reflexiva
y crítica las diversas dinámicas que se generan dentro del espacio local, la
concepción que tienen las personas de la comunidad sobre su realidad, sus
relaciones entre iguales y su territorio.
Este
proceso, fue importante para crear el vínculo y la articulación entre la teoría
y la práctica, lo anterior, permite fortalecer el aprendizaje en el quehacer
profesional. El acercamiento al trabajo con las comunidades es fundamental para
la formación profesional: la comprensión de las diversas realidades de las
comunidades y la importancia de efectuar procesos participativos en la que las
personas que habitan las comunidades se involucren en las propuestas y toma de
decisiones de los proyectos a ejecutar, estas son actividades que proveen de grandes
aprendizajes a nuestra profesión.
La finalidad
principal radica en que la comunidad cuente con herramientas (creadas de manera
colectiva), que les permitan generar sus propios espacios para la
participación, elaboración y ejecución de proyectos para dar continuidad a los
procesos que se iniciaron este año.
Particularidades del lugar donde se desarrolla el proceso de
trabajo
El trabajo
en comunidad se realizó en un espacio que presenta particularidades específicas
por su ubicación geográfica, en la región norte de Costa Rica, territorio
fronterizo con Nicaragua, precisamente en la comunidad de Valle Bonito de San
José de Upala, una comunidad rural que presenta diversas particularidades que
inciden en la forma de vida de sus habitantes.
Los habitantes de zonas rurales son afectados por una serie
de dificultades que limitan su desarrollo integral. El aislamiento geográfico,
las pocas fuentes de trabajo y la falta de aplicación de programas comunitarios
acordes con las necesidades reales de estos pobladores, son algunos de ellos,
lo que provoca grandes dificultades para obtener un mejoramiento de la calidad
de vida, pues les es difícil obtener ingresos por lo que producen sus tierras;
y el comercio no se interesa por pagarles los productos a un precio justo,
aunque sean de buena calidad; es decir, se da la explotación de mano de obra,
de tierras y de productos agrícolas (Bonilla
Houdelatth
2007, 47)
Según lo
planteado por López Corrales (2021) el nivel educativo promedio de las personas
del cantón de Upala refiere a la primaria completa, entre las principales
actividades económicas de la región se encuentran: la agricultura y la
ganadería, es importante resaltar el contexto del lugar, el territorio de Upala
presenta los porcentajes más altos de desigualdad, pobreza y pobreza
multidimensional del país (INEC 2021).
En lo que se
refiere a problemáticas sociales, el tema de la violencia es significativo,
este lugar presenta un aumento en actos delictivos y en temas de violencia de
género, «La violencia de género se refiere a los actos dañinos dirigidos contra
una persona o un grupo de personas debido a su género. Tiene su origen en la
desigualdad de género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas. El
término se utiliza principalmente para subrayar el hecho de que las diferencias
estructurales de poder basadas en el género colocan a las mujeres y niñas en
situación de riesgo frente a múltiples formas de violencia». (ONU Mujeres)
En esta
localidad fronteriza se trabajó, inicialmente, con la comunidad, pero al
presentarse problemas de asistencia, se decide iniciar a trabajar con el comité
pro-asociación de la comunidad de Valle Bonito, sin embargo, no se alcanza a
trabajar con la totalidad de los miembros. Algunas de estas personas del comité
pro-asociación poseen estudios universitarios y niveles de primaria o
secundaria incompletos.
Tomando en
cuenta las condiciones socioeconómicas que se viven en esta región fronteriza,
se genera el proceso de trabajo para alcanzar colectivamente la concientización
sobre las necesidades que se perciben en la comunidad, donde existe un Estado
(ausente) que junto con sus instituciones (violentas) no garantiza el acceso a
derechos básicos a dicha comunidad. Es decir, se pretende analizar dichas
necesidades no como tales, sino como ausencia de derechos.
Aciertos
Durante el
proceso en la comunidad, se requirió hacer algunos cambios que permitieran
adaptarse al contexto y generar estrategias que se ajustaran a la realidad de
la localidad.
Replantear
el plan de trabajo después de una de las giras fue un acierto muy importante.
Las temáticas y necesidades que se habían planteado al inicio del año eran
diferentes, por lo que, continuar con estas no iba a tener ningún sentido.
Volver a consultar a las personas asistentes sus nuevos intereses y de ahí
enfocar el tema de la Asociación de Desarrollo fue fundamental para el proceso.
Por otra
parte, analizar qué aspectos se debía trabajar con los recursos que se tenían
en el momento, llevó a realizar una reunión con las integrantes del comité pro-
asociación los viernes, este fue uno de los aciertos con más impacto, las
reuniones de los viernes no solo brindaban muchísima información, sino que
también servía para el avance de la creación de la Asociación de Desarrollo, además
evidenciaban ciertas problemáticas y necesidades internas dentro del comité
pro-asociación.
Asimismo,
realizar un taller de comunicación asertiva fue otro de los aciertos que tuvo
el proceso. Entre los habitantes del lugar existían conflictos que generaban
divisiones en la comunidad, impedían la formación de alianzas entre
organizaciones y el desarrollo de relaciones interpersonales, el exponer este
tema hizo que se presentara la oportunidad para muchas otras temáticas y se
explicará la forma adecuada en que se deben de resolver los conflictos o
malentendidos.
Para
finalizar, al trabajar en comunidad el grupo de trabajo tuvo que estar
preparado para generar estrategias que permitieran la adaptabilidad ante las
transformaciones que se dieron en el contexto comunal y en las giras. Las
personas profesionales deben estar preparadas para los cambios y los obstáculos
que se puedan presentar y siempre contar con un plan «b» o «una segunda opción»
para lograr el objetivo planteado.
Limitaciones
Ahora bien,
cabe destacar que el camino para alcanzar y cumplir con los objetivos se vio
afectado debido a las limitaciones que se presentaron. Sin embargo, esto
demandó de un trabajo colaborativo que permitiera hallar soluciones ante estas.
En este sentido, entre las principales
limitaciones o retos que se presentaron en el
espacio local, se encuentra la poca asistencia comunitaria, este aspecto
siempre fue un tema central, no solo por la complejidad que implica para las
personas habitantes de la comunidad trasladarse desde sus trabajos hasta el
salón o por las condiciones climatológicas, sino también porque existe un
trasfondo de diversos tipos de violencia que le afecta entre estas:
institucional, de género, acoso escolar y otras propiciadas por la falta de
comunicación asertiva que hace que las personas de la comunidad y del comité no
asistan a las convocatorias.
Asimismo, en
las actividades dentro del comité pro-asociación, no se cumplían a cabalidad
las funciones correspondientes al puesto que ocupaba cada persona dentro de
esta organización, lo que dificulto el proceso, ya que no existía una justa y
equitativa repartición de tareas y creaba una recarga muy grande en pocas
personas, puesto que además de sus responsabilidades en el comité, tienen
labores del hogar y de cuido, estudios y vida personal.
Por otra
parte, se encuentran conflictos personales que interfieren e imposibilitan una
participación plena. Por lo tanto, se procuró mediar a través de herramientas
(a las cuales pudieran recurrir) para contribuir a mejorar la convivencia y
construir una comunidad más unida, esto por medio de talleres y demás
actividades reflexivas.
Asimismo,
vale rescatar que, en un primer momento en el grupo de trabajo hubo una
deficiencia en la apropiación de las categorías teóricas vitales para el
desarrollo de la práctica. Ciertamente, fue necesario construir de manera las
bases teóricas al mismo tiempo que avanzaba el proyecto.
Paralelamente,
en el primer semestre surgieron problemas de comunicación entre el equipo de
trabajo, lo cual dificultó en cierta manera la ejecución de los pendientes. Por
consiguiente, se reconoce que es de suma importancia siempre manejar la
comunicación clara en el equipo, ya que, esta influye en los procesos de
trabajo y afecta el compromiso ético-político que hay con la comunidad, el cual
debe ser prioritario.
En otra
instancia, uno de los retos principales que se presentaron fue el tema de
género, puesto que hubo presencia de un solo hombre en las reuniones, y esto
representaba un cambio en toda la dinámica, dicha persona no solo generaba
conflictividad en las convocatorias en el salón comunal, sino también cierta
incomodidad e intimidación entre las demás personas asistentes.
Lo anterior,
se abordó a través del manejo adecuado del espacio, aclarando que los motivos
de las reuniones eran establecer un sentido de unión para el alcance de
intereses comunes. Asimismo, se señala que su presencia y su participación, a
pesar de ser importante, de ninguna manera sería permitido que dañara el
proceso que se había logrado hasta el momento.
Aprendizajes
Durante esta
experiencia de acompañamiento el grupo facilitador logró adquirir diversos
aprendizajes, entre los que se pueden destacar: a) la comprensión de la no
linealidad de los procesos, esto se logró evidenciar al tener que reformular el
plan de trabajo para adecuarlo a la realidad y necesidades de los
participantes, b) la flexibilidad y paciencia permitió entender que no se deben
agilizar los procesos con la finalidad de obtener resultados inmediatos, en su
lugar, obtuvo claridad en cuanto a que
cada proceso tiene su propio tiempo y es fundamental respetarlo.
La
horizontalidad entendida «como
una situación psíquica y social, interior y exterior al sujeto, en la cual
ningún hombre anula la libre expresión de otro, de manera que todos pueden
manifestarse sin hallar un obstáculo en el otro,
sino más bien un apoyo para el propio crecimiento» (Santos 2006) se
convirtió en un elemento central para la construcción colectiva de
aprendizajes, además fue esencial para plantear y formular los planes de
trabajo del grupo.
La
apropiación del espacio en el punto de reunión significó otro de los
aprendizajes que como grupo se obtuvieron y permitió evitar el control de las
reuniones por parte de algunos participantes, que bajo creencias relacionadas
al género pretendían ejercer el poder. También, esto propició el control y
dominio en momentos donde los participantes presentaban exaltación y enojo
contra otros, debido a confusiones o problemas del pasado.
Al ser una
comunidad lejana a los domicilios del equipo, fue necesario aprender a
desarrollar mecanismos para continuar trabajando a la distancia, para esto
fueron muy importantes los avances tecnológicos y la articulación que se creó
como grupo (luego de superar algunos retos al interior), este trabajo a la
distancia contribuyó al fortalecimiento de la relación con las personas
participantes, pero, además, evidenció el compromiso con la localidad.
Reconstrucción de la Experiencia
Realizar
intervenciones dentro del espacio local implica que, al finalizar la
experiencia, se retome de manera reflexiva y crítica lo sucedido a lo largo del
proceso, considera necesario reconstruir y retomar las principales enseñanzas
obtenidas al encontrarse insertos en la comunidad.
Si bien es
cierto que al tener el primer acercamiento con la comunidad se experimentan
ciertos miedos, debido a que se desconoce el espacio geográfico, la dinámica de
la localidad, a su vez, al ser estudiantes, muchas veces no se tiene noción del
alcance que puede generar estar dentro de la dinámica de la comunidad, sin
embargo, conforme avanza el proceso es posible darse cuenta de que se tienen
las herramientas necesarias para desarrollar proyectos en espacios locales.
Uno de los
mayores retos como equipo de trabajo implicó el aprender a desarrollar procesos
socioeducativos y de educación popular, escuchando las necesidades e
inquietudes de la comunidad. Estas actividades acapararon por mucho tiempo el
esfuerzo de las personas estudiantes, se requirieron búsquedas exhaustivas de
información y largas reuniones para llegar al consenso de las actividades por
desarrollar.
Como equipo
se enfrentaron grandes dificultades cuando los intereses de la comunidad
cambiaron y el plan de trabajo que se había formulado al inicio del proceso
dejó de ser útil, el tener que empezar a reformular el plan de trabajo implicó
un mayor esfuerzo y capacidad organizativa de manera grupal e individual, lo
que obligó a crear subgrupos de trabajo para lograr avanzar de manera más
rápida con el nuevo plan que cumpliera con las nuevas expectativas de la
comunidad.
Las largas
jornadas de trabajo se extendieron hasta altas horas de la noche durante varios
días a la semana, por cuestiones de conveniencia se trabajó de manera virtual,
creando materiales que se adecuarán a las características de la comunidad; en
cierto momento, cuando se enfrentó el problema de la poca
asistencia a las reuniones por parte de los pobladores, las personas
estudiantes se enfrentaron a la toma de decisiones fundamentales para cumplir
con los objetivos del plan.
Algunas de
las interrogantes a la que se tuvieron que enfrentar como equipo fueron ¿cómo
lograr que el material y los productos generados llegarán a las casas de las
familias que no asistían a las reuniones?, ¿se debía trabajar por separado con
el Comité Pro-asociación? ¿Se requieren alianzas con otras organizaciones de la
comunidad? Es aquí donde se tomaron las decisiones trascendentales y el grupo
se arriesgó a trabajar con dos poblaciones a la vez -aunque esto implicaba
aumentar el trabajo grupal-; las personas adultas de la comunidad y el comité,
y la niñez quienes eran los que más se acercaban a las reuniones.
El tomar
esta decisión implicó mayor exigencia y sobrecargo de trabajo, los materiales y
la programación de las actividades requerían ser pensadas y planteadas para
ambos grupos sobre la misma temática, por lo que se tuvo que capacitar en
actividades que fueran atractivas tanto para las personas adultas como para la
niñez, lo cual significaba un gran reto para cada uno de los integrantes del
grupo.
Una de la
experiencias más fuertes como grupo fue enfrentarse a temas de violencia de
género, machismo y roles de género, muy marcados y naturalizados que,
evidentemente, influyeron en el desarrollo del proceso grupal en el espacio
local, al ser un equipo conformado por mujeres hubo momentos en que estas
actitudes afectaron en cierta medida, pero, a pesar de esto, se pudieron
manejar las situaciones y comprender que era un tema importante para trabajar -
pero en ese momento al grupo no le correspondía desarrollar- puede quedar pendiente para posteriores grupos
que trabajen en la localidad.
El
experimentar personalmente la violencia institucional, lo tediosos que pueden
llegar a ser los procesos burocráticos y la falta de acompañamiento que existe
por parte de las instituciones estatales para las personas que desconocen sobre
este tipo de trámites, el grupo se movió, indignó y ocasionó que se
comprometieran aún más con el proceso de defensa y exigibilidad de derechos
dentro del espacio local.
Poco a poco
las estudiantes lograron ver grandes avances en su proceso como grupo dentro
del espacio local, al finalizar se pudo constatar que tanto las decisiones como
las estrategias que desarrollaron durante todo el proceso generaron efectos
positivos, ya que en las últimas reuniones que se realizaron hubo mayor asistencia
y participación, se logró establecer alianzas estratégicas con otras
organizaciones y la comunidad tenía metas claras que deseaban lograr.
Por lo que
se concluyó que el proceso para la comunidad y para el grupo como facilitadoras
fue sumamente productivo, enriquecedor para la implementación y desarrollo de
proyectos futuros en espacios locales.
Reflexiones finales
Trabajar en
una comunidad como Valle Bonito fue fundamental, porque en nuestra formación
profesional nos ayuda a comprender la dinámica de una zona periférica como lo
es Upala, en donde las manifestaciones de la cuestión social se pueden
presentar de una manera muy distinta a cómo las podríamos ver en el Gran Área
Metropolitana, por lo que el aprendizaje obtenido después de todo este año de
trabajo resulta muy enriquecedor para lograr entender las necesidades de las
poblaciones que, en ocasiones, se pueden llegar a sentir olvidadas por el
Estado.
Es
importante reconocer que se encuentra bajo un Estado neoliberal, donde las
opresiones hacia las poblaciones vulnerables son constantes, a pesar de que se
pretende garantizar los derechos, esto solo sucede para muy pocos, por lo que
como profesionales se debe posicionarse con un carácter crítico hacia dichas
situaciones que aquejan a las diferentes personas; ya que están sometidas a la
burocracia del sistema, pero, a su vez, el personal de las instituciones
presentan recargos de labores, lo que complica y retrasa procesos; se insta
siempre a mantenerse en una posición que permita apertura a la escucha y
comprensión de ambas partes que ayude la comprensión total, y buscar la mejor
manera de solucionar la situación.
Al iniciar a
trabajar con las comunidades es necesario tener cierta precaución, esto porque
los deseos del grupo de contribuir con la comunidad pueden llevarlos a olvidar
que solo se cumple el rol de facilitadores, que no se debe trascender y querer
asumir labores que les pertenecen a las personas participantes. Si se cae en
este error se puede perjudicar el trabajo realizado, ya que no se va a dar la
apropiación del proceso por parte de las personas con las que se trabaja y, por
ende, no habrá continuidad, y como ya se ha repetido a lo largo de este
artículo, la finalidad del trabajo en comunidad es todo lo contrario.
Prestar
atención a los espacios de diálogo entre participantes es realmente importante;
estos momentos aportan insumos muy valiosos para comprender las situaciones que
se generan dentro de la comunidad y que pueden estar afectando el proceso
planeado; también, para reorganizar la forma de trabajar, se aconseja incluir o
descartar temas, actividades, lugares de encuentro, entre otros, de manera que
las decisiones vayan de acuerdo a la información que se encontró en esos
espacios y en el mejor interés de la comunidad.
Otro aspecto
que ha sido trascendental para la formación del grupo fue el trabajo
colaborativo o de equipo, ciertamente, exigió fortalecer habilidades comunicativas, demandó
capacidades resolutivas, de responsabilidad y organización para lograr sacar
adelante el cometido.
Finalmente,
fue esencial recurrir a procesos de escucha y de empatía a nivel grupal, para
así conocer cuáles eran aquellas situaciones que provocaban frustración, estrés
e incertidumbre, de manera que pudiera dar contención y apoyo mutuo. Por lo que
se reconoce que fue un camino irregular, repleto de complejidad, pero que de
forma conjunta se logró desarrollar y culminar satisfactoriamente con grandes
aprendizajes para todas las personas involucradas.
Contribución de las personas autoras
Personas
autoras |
Porcentaje de Contribución |
Natasha Solano Solís |
20% |
Sugeydi Alfaro Sandi |
20% |
Daniela Zamora González |
20% |
Verónica Fernández Villalobos |
20% |
Milagro Granados Cruz |
20% |
Total: |
100% |
Apoyo Financiero: Es importante acotar, que los gastos
en los que se incurrió para la elaboración de este artículo fueron asumidos en
su totalidad por las personas autoras, no se recibió apoyo financiero de ninguna
institución/organización o persona particular.
Referencias
Alfaro
Sandi, Sugeydi, Granados Cruz, Milagro, Fernández
Villalobos, Verónica, Solano Solís, Natasha. y Zamora González,
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