Mito y realidad en la saga de videojuegos Assassin’s Creed
Mito y realidad en la saga de videojuegos Assassin’s Creed
Susana Cuartero Escobés
Universidad de Zaragoza, España
Recepción: 15 de octubre
de 2018/Aceptación: 10 de noviembre de 2018.
doi: https://doi.org/10.15517/rehmlac.v10i2.35295
Palabras clave
Credo del asesino;
caballero templario; masonería; videojuego; conspiración internacional.
Keywords
Assassin’s Creed; Templar Knight; Freemasonry; Videogame; International Conspiracy.
Resumen
A lo largo de
estas páginas vamos a intentar explicar cómo y porqué aparece la iconografía
masónica en la saga de videojuegos de Assassin’s Creed. La
identificación de esa simbología con la Orden del Temple, a su vez, enfrentada
con los Hashshasins,
ha contribuido a alimentar el mito de la teoría de la conspiración
internacional.
Abstract
Throughout these pages we will try to explain how and why the Masonic
iconography is showed in the Assassin's Creed videogame series. The
identification of these symbols with the Order of the Knights of the Temple, at
the same time, faced with the Hashshasins has
helped feed the myth of the international conspiracy theory.
Introducción
“Actuamos entre las Sombras para servir a la
Luz. Somos Asesinos”.
Hace
unos años, en noviembre de 2007, apareció el primer videojuego de la saga Assassin’s Creed. Por aquel entonces no le presté
ninguna atención dado que no soy aficionada a este tipo de entretenimiento. Sin
embargo, algunas secuencias y escenas llamaron mi atención por su similitud con
unas imágenes que los estudiosos de la masonería tenemos muy interiorizadas. Estoy
hablando de los «triángulos», bien sean en su forma geométrica, bien a través
de algún objeto como la escuadra o el compás.
Todavía
debieron transcurrir unos años y unas cuantas entregas de la saga para que me
interesara saber qué había detrás de aquella iconografía.
El
objeto de este artículo se centra precisamente en eso, en intentar comprender
el porqué de la utilización de estos símbolos, con qué contenido esotérico se
les ha querido identificar, o qué trasfondo político, social o incluso religioso
se les ha querido atribuir, más allá de lo que en principio representan las tres
líneas unidas por tres vértices.
Aunque
este es nuestro propósito, no hay que perder de vista la carencia de fuentes
que nos acercan al tema. Mayoritariamente, son los foros de gamers los que nos han ido
proporcionando las opiniones e ideas que se suscitan alrededor de los dos
principales grupos presentados en los juegos: Assassins[1] y
templarios; y precisamente ha sido ahí donde hemos descubierto cómo de actuales
son estos temas en el siglo XXI, y cómo la fantasía envuelta en falta de
información, da lugar a inexactitudes históricas difícilmente desmontables, pero
que por repetidas acaban convirtiéndose en “certezas”.
Otro
tipo de fuente empleada para centrar la trama son las diferentes novelas de Oliver Bowden[2], quien
realmente pone diálogos a los mismos personajes y escenas de los videojuegos,
de modo que resultan muy amenos y fáciles de seguir. No obstante, todo parece
indicar que la trama original está basada en la novela Alamut, de Vladimir Bartol[3],
que relata la historia de Hassanibn Sabbah y los Hashshashin. Otras
novelas abordan temáticas parecidas y cercanas: El péndulo de
Foucault, de Umberto Eco;
El Libro del Edén,
de Kay Meyer;
Ángeles y Demonios, de Dan Brown,
etc. pero en todas ellas hay un denominador común: son ficción y no se ajustan
a la realidad.
Sin
embargo, no hemos encontrado ninguna reseña, ni siquiera buceando en los
entresijos de Ubisoft, que nos aproxime a las pretensiones
de la compañía canadiense a la hora de producir los videojuegos, de modo que no
podemos aventurar si tan solo buscaba distraer o albergaba algún otro fin.
Para centrar el tema
Como
ya apuntamos, el primer videojuego de la serie fue publicado en 2007[4] para
todas las plataformas del momento. Desde entonces, los títulos aparecidos nos
transportan de las Cruzadas al Caribe durante la edad de oro de la piratería;
de la Revolución Francesa a la Industrial o del Egipto tolemaico a las guerras
del Peloponeso[5].
Con
el transcurso de los años el fenómeno Assassins ha ido
extendiendo su influencia a novelas, comics, cortometrajes, a un largometraje[6] y
a todo tipo de artículos de uso cotidiano.
Los
juegos han sido catalogados como de ficción histórica, acción, aventura y
sigilo. Este último calificativo será retomado más adelante, cuando entremos en
el análisis de los grupos protagonistas y antagonistas. De momento nos
centraremos en intentar averiguar qué hay detrás de la historia y, sobre todo,
cuánto de realidad y cuánto de ficción. No en vano, todos los juegos comienzan
con la leyenda: “Inspirada en hechos y personajes históricos. Esta obra de
ficción ha sido diseñada, desarrollada y producida por un equipo multicultural
que profesa credos y religiones distintas”.
Previo
a entrar en el análisis del juego, estableceremos una serie de límites, por no
ser objeto de este trabajo, no sin antes reconocer la magistral recreación de
los diferentes escenarios y el cuidado detalle de los ambientes por los que
transcurre la acción. Lugares en los que el arte reside en cada imagen, desde
catedrales góticas a mezquitas otomanas, desde el Carnaval de Venecia, a la
Roma eterna y en los que se pasa de sórdidos asesinatos al misticismo más
intangible. La primera de estas limitaciones es que no nos vamos a referir en
ningún momento a cuestiones técnicas, gráficos, sonidos, etcétera; tampoco, y
esta es la segunda, entraremos en cuestiones de jugabilidad:
no nos interesa si las peleas están bien reproducidas o no, si los personajes
pueden ir más o menos deprisa, mejorar el parkour y los «saltos de fe», o si Altaïr es más
carismático que Ezio y este que Connor.
Finalmente, la tercera es que solo nos vamos a centrar en las cinco primeras
entregas que componen la serie porque a través de su protagonista, Desmond Miles, completan un ciclo en sí mismas: Altaïr en las Cruzadas; Ezio en
Florencia, Venecia, Roma y Constantinopla, durante el Renacimiento; y Connor en la Revolución Americana.
Assassins versus templarios: entre
la leyenda y la realidad
La
historia gira en torno al conflicto entre los dos grupos y se inicia en una
época clave en la historia de la humanidad, las Cruzadas, un momento dominado
por la importancia de las religiones en pugna y en expansión y por lo tanto de
la lucha entre lo humano y lo divino. Una trama argumental no muy elaborada, de
buenos contra malos, en la que el verdadero atractivo son los integrantes de
ambos grupos, antagónicos en la ficción, no tanto en la realidad. Hay que tener
en cuenta que la expansión de los nazaríes hacia Siria chocó con la de los templarios
y en ocasiones, se vieron obligados a firmar pactos y alianzas.
Assasins
Nacidos
tras un cisma religioso en el seno del islam, concretamente en la comunidad chiita
de los ismaelitas, los Hashshashin seguidores del antiguo imán Hassan ibn Sabbah, también conocido como
“el Viejo de la Montaña”, se asentaron en la zona del actual Irán, desde donde
intentaron expandirse, y se les denominó nazaríes. Sus detractores les
otorgaron el despectivo calificativo de hashashin –fumadores
de hachís–, con el que han pasado a ser conocidos[7].
Se
trataba de un grupo organizado especializado en amenazar y asesinar de modo
selectivo lo cual, además de provocar un estado de paranoia continua, les
granjeó numerosos enemigos. Entre las víctimas en las filas cristianas se encontraron
Raimundo II de Trípoli, Conrado de Monferrato, rey de
Jerusalén, Isabel de Armenia y Felipe de Montfort,
entre otros. Del lado musulmán cayeron numerosos sultanes, el mismo Saladino
salvó su vida de casualidad, sin embargo, todo se complicó tras el asesinato de
Chagatai, uno de los hijos de Gengis
Kan. Los mongoles atacaron sus principales cuarteles generales Alamut y Masyaf y los hashashin se
vieron obligados a huir y a desperdigarse, perdiendo así todo su poder.
Para algunos el logotipo representaría la punta de la
daga que constituye la hoja oculta, arma utilizada para asesinatos sigilosos[8].
Para otros, representaría la mayúscula de la letra
griega “Delta” Δ y vendría a significar una
variable, un cambio grande. Un tercer grupo, el más numeroso, piensa que no es
sino la letra “A” de Assassin,
pero ornamentada y lo aproximaría a cierto conocimiento esotérico presente en
casi todas sociedades iniciáticas, hermandades, sociedades secretas, etc., no
en vano los muchachos que eran reclutados para convertirse en Assassins debían
recibir una férrea formación militar y psicológica, al ser sometidos a duras
pruebas.
Templarios
En
lo que respecta a los templarios las fuentes son más concretas y fidedignas,
pero tampoco están exentas de un importante halo de leyenda. De entrada, ni
siquiera hay unanimidad en lo que a la fundación de la Orden se refiere[9], pero
sí tenemos claro que ocurrió entre 1118 y 1121, que fueron nueve caballeros
liderados por Hugo de Payns y que tras el Concilio de
Troyes de 1128, en el que también se aprobó la Regla
por la que se iban a gobernar y que había sido encargada a Bernardo de Claraval, el papa Honorio II autorizó eclesiásticamente la congregación
ya fundada que será denominada Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del
Templo de Salomón (Pauperes Conmilitones Christi Templique
Solomonici), más conocidos como Caballeros
Templarios.
El
complejo entramado económico-financiero que crearon a través de las Encomiendas,
unido a su dramático final, de sobra conocido[10],
es, sin duda, lo que más ha influido en la forja de la leyenda y fue a partir
de 2001, a raíz de que la investigadora italiana Bárbara Frale
hallara el Pergamino de Chinón en la Biblioteca y
Archivos Secretos Vaticanos[11],
cuando se reavivará la fiebre templaria.
No
nos vamos a referir en estas páginas a la historia del Temple, salvo en los
casos o en los momentos que sean necesarios, porque con excepción de la primera
entrega, la de las Cruzadas, los caballeros de la Cruz Patada no aparecen en su
forma real y sirviendo a los fines para los que se organizaron.
Bajo
apariencia de industria farmacéutica, es responsable de importantes avances
tecnológicos cuyo único fin es acabar con la Orden de los Asesinos a través del
Animus, una suerte de máquina de
realidad virtual que, a través del ADN de una determinada persona, permite
acceder a sus recuerdos de otras épocas.
Breve sinopsis de la
trama
Una vez ubicados los grupos con los que nos
vamos a encontrar, haremos un breve resumen del argumento.
Corre el año 2012 el camarero Desmond
Miles es
secuestrado por parte de la compañía farmacéutica Industrias Abstergo. Una vez allí, Miles es obligado a entrar en
el Animus, un
aparato que le permite ver los recuerdos de sus ancestros. En el primer juego,
accede a la memoria del maestro asesino de la Tercera Cruzada el sirio Altaïr Ibn-La’Ahad. El objetivo
de Abstergo es encontrar los denominados Fragmentos
del Edén, artefactos capaces de apoderarse de las mentes humanas para lograr
una sociedad civilizada y en paz. Este es el motivo de una guerra secular entre
Assassins y templarios.
En Assassin’s Creed, la acción se desarrolla en las ciudades de Damasco, Acre y Jerusalén, durante la Tercera Cruzada. El protagonista
Altaïr deberá asesinar a nueve objetivos históricos.
Entre ellos, cuatro importantes cruzados como Robert de Sablé,
décimo primer Gran Maestre del Temple[13].
Assassin’s Creed II era la segunda
parte de una trilogía, pero cambia el protagonista y el escenario. Ezio Auditore de Florencia es un joven
florentino de clase acomodada, antepasado de Altaïr
aunque él lo desconoce. Los ambientes recreados son Florencia, Venecia y Roma.
De nuevo convive con destacados personajes de la época, que engrosan las filas
de ambos grupos: los Medici, Da Vinci o Maquiavelo del lado de la Hermandad;
los Borgia del lado templario. Como en el caso
anterior, las misiones consisten en acabar con una lista de supuestos
templarios.
Assassin’s Creed Brotherhood: Protagonista y
escenarios coinciden con respecto a la entrega anterior. Tras
recuperarse de las heridas de los combates, regresa a Roma con el fin de acabar
con el poder de los Borgia, en especial, con la vida
de César, recuperar el Fruto del Edén; y acabar con los templarios[14].
Assassin’s Creed Revelations: Ezio, ya mayor, se traslada a Masyaf
para encontrar secretos ocultos de Altaïr y de allí a
Constantinopla. Su misión es conseguir las cinco llaves que dan acceso a la
Biblioteca de Altaïr, pero una está en poder de los
templarios. Estamos en el año 1512, en la época de Selim
I, padre de Solimán el Magnífico.
Con Assassin’s
Creed III se da un considerable
salto en el tiempo y la acción se traslada a mediados del siglo XVIII, a los
albores de la Guerra de Independencia americana (1775-1783). El enfrentamiento
entre los dos grupos continúa. Sin embargo, para intentar dar credibilidad a la
historia el protagonista, Connor Kenway,
hijo de un templario, acaba situándose del lado assassin. A lo largo del juego se
reúne con los líderes de la época: George Washington, Benjamin Franklin, Thomas
Jefferson, Charles Lee, Israel
Putnam, Paul Revere, el Marqués de
La Fayette, John
Pitcairn, Samuel Adams y es precisamente
en esta entrega donde más referencias a la masonería localizamos.
Tras este breve
análisis, en el que no hemos querido desvelar entresijos del juego, nos
encontramos, de un lado, a los assassins, los buenos desde el punto de vista de la trama,
para quienes los humanos deben ser libres y
decidir
sin ningún tipo de condicionante. Y, por otro, están los templarios, quienes
consideran que las personas han de estar supervisadas por un grupo de líderes
que impida que haya conflictos. Dejando a un lado qué bando tiene más o menos
razón, o sus posibles conflictos éticos, la realidad histórica nos indica que a
finales del siglo XV y comienzos del XVI, el período que abarcarían las tres
entregas de Ezio, ya no existía ninguna de las dos
organizaciones, ni assassins,
ni templarios por lo que situarlos en esos escenarios es mera ficción. De igual
modo, tampoco existía la masonería como institución, mientras que las
asociaciones gremiales, que tanta importancia tuvieron durante la Edad Media debido
a la construcción de las grandes catedrales góticas, en especial los gremios de
canteros y picapedreros, habían comenzado su declive.
Tal y como refiere el profesor Ferrer Benimeli[15],
a lo largo del siglo XVIII está constatada la presencia de personajes
aficionados al arte de la construcción al lado de operarios que trabajaban la
piedra. Son los denominados accepted masons, que sirvieron de unión entre la masonería
operativa y la especulativa a finales del siglo XVII. Esta transición se
materializó en 1717, fecha de creación de la Gran Logia Unida de Inglaterra, si bien recientes investigaciones
del profesor Prescott ponen en duda este dato[16].
El proceso culminó en 1723 con la publicación de las Constituciones de Anderson, verdadero documento ideológico y
fundacional de la masonería moderna.
En el momento del levantamiento de las Trece
Colonias, la masonería no solo existía, sino que había llegado y se había
implantado en suelo americano, siendo casi todos los personajes que aparecen en
el juego y que interrelacionan con Connor destacados
integrantes de la Institución. De hecho, se menciona la Green Dragon Tabern
conocido lugar de reunión de los masones y patriotas americanos, y directamente
implicada en el Boston Tea Party. Aparentemente esto implica un giro en la
concepción de la trama pues unos son situados del lado templario que pasa a ser
identificado con la escuadra y el compás y otros personajes, como George
Washington, aparentemente neutrales y conocidos francmasón de la época, aceptan
la alianza con un Assassin,
como Connor.
Casi más evidentes son
las imágenes en las que se muestran abiertamente la escuadra y el compás en los
subterráneos de Boston. Para nuestra sorpresa, y para introducir algo más de
confusión, los triángulos encendidos son considerados como simbología Iluminati[19]. Se
pueden encontrar mensajes tanto directos como subliminares.
En
algunas secuencias del juego aparecen frases como “soy un iluminado”, “debemos
crear un Nuevo Orden Mundial” o “en nombre de la luz y la sabiduría”. Se pueden
ver continuamente pirámides, ojos o compases illuminatis”[20].
Sin
duda, ninguno de los de foros o de los canales de YouTube son fuentes
autorizadas, y generalmente publican sinsentidos con el agravante de la enorme
difusión que tienen, dando por buenas y fiables afirmaciones que meten en el
mismo saco a sociedades secretas, órdenes religiosas, y sectas de asesinos[21].
Conclusión
Lo
que hemos querido recoger a lo largo de estas páginas no es ni la historia de
la hermandad de los Hashshashin
ni la de la Orden del Temple, ambas sociedades rodeadas y mediatizadas por un
halo de leyenda tan fundido y confundido con la historia que resulta difícil
discernir la realidad de la ficción. Lo que hemos intentado plasmar es cómo hoy
día, transcurridos más de siete siglos desde la desaparición de los dos últimos
grandes maestres, Jacques de Molay y el «Viejo de la
Montaña» siguen siendo actualidad. En este sentido, la trama de los juegos
cumple con el requisito de la vigencia, consiguiendo trasladar una historia del
siglo XI al siglo XXI. Sin embargo, el trasfondo de los juegos es una mezcla de
supersticiones y ficciones con teorías de la conspiración. Es una reescritura
de la historia tan bien hecha que es capaz de convencer de que lo ocurrido en
el juego es verdad. Quizá este sea el atractivo de la cultura pop valorar, en este
caso videojuegos, no por sus aportaciones a la cultura sino por criterios
mediáticos y estéticos tan vagos como “es flipante”.
Es
cierto que el templarismo vuelve a estar de moda, que
la desaparición de la Orden en las circunstancias en las que ocurrió ha dado
lugar a toda una novelesca en torno a su posterior evolución y, sobre todo a la
identificación de determinada imaginería simbólica cargada de contenido
esotérico con otras hermandades, sociedades e instituciones. La masonería operativa
convivió con la Orden del Temple y el Temple convivió con los Assassins, pero de ahí a confundir a templarios
con masones y con Iluminati hay un camino tan grande
como equivocado.
Hemos
tratado de dar una visión científica construida a partir de hechos verificables
y documentación de origen más que comprobado, ya que el enfoque de los juegos
trata sin duda de colocar a la Orden del Temple y a la Masonería dentro del contexto
de la tradición de los misterios del ocultismo, comparando las enseñanzas, las
alegorías y el simbolismo de cada organización y oficio con otros de corte
parecido, pero pertenecientes al ámbito del esoterismo.
La
saga de videojuegos recrea los marcos históricos y los personajes con verdadera
maestría, siendo muy útiles para situarse en las diferentes épocas. Sin embargo,
en relación con el tema que nos ocupa, Assassins, templarios-masones, creemos que solo ha
conseguido seguir alimentando la fábula de los poderes ocultos que conspiran
para crear un nuevo orden mundial. En definitiva, los mismos mitos que
persiguen a la masonería moderna desde su fundación en el siglo XVIII.
Pero
si alguien conoce de verdad un videojuego es quien se recrea con su uso, por
eso, dedico este trabajo a quienes disfrutan a ratos y soportan mis
interminables preguntas cada vez que lo hacen. A mis hijos Pablo, Javier, Juan
y Álvaro, así como a mi amiga Andrea, pues sin ellos no hubiera accedido a
estos contenidos.
Bibliografía
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des outils dans L’Art Royal. París: Editions
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Morales Miranda, J. Ritos y secretos de la antigua Francmasonería.
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Prescott, Andrew. “A History of British Freemasonry
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[1]A lo largo del trabajo nos
referiremos a este grupo por su nombre en inglés Assassins por ser menos impactante que en español.
[2] Oliver Bowden
es el seudónimo bajo el que Anton Gill publica las
novelas de esta saga. Es un autor británico graduado en Literatura Inglesa y
especialista en Historia del Renacimiento, autor de otras novelas históricas y
de ficción, The Journey
Back from Hell (1988); Berlin to Bucharest, The Egyptian Mysteries
etc. además de las ya citadas de Assassins.
[3]Vladimir Bartol (Trieste, 1903 - Liubliana, 1967). Alamut fue publicada en 1938, en
esloveno, y ofrece una visión del islam y de los regímenes totalitarios,
perfectamente aplicables al presente.
[4] El primer videojuego
titulado Assassins Creed se publicó el 16 de noviembre de
2007. El último, por ahora, Assassins Creed: Odyssey, el pasado 5 de octubre de 2018. Todos han sido
distribuidos por la compañía francesa Ubisoft, que
cuenta con tres empresas desarrolladoras, siendo la principal para esta serie, Ubisoft Canada.
[5] Se puede
consultar en la siguiente dirección:
https://vandal.elespanol.com/sagas/assassins-creed
[6]Assassin’s
Creed
(2016), dirigida por Justin Kurzel, y protagonizada por
Michael Fassbender, ambientada en la España de
finales del siglo XV, en pleno auge de la Inquisición española.
[7] Debemos poner en duda que
actuaran bajo los efectos de las drogas, en este caso el hachís, ya que sus
actuaciones requerían precisión y sigilo. Y ambas acciones no son compatibles
con el consumo de determinadas sustancias.
[8] En el juego Leonardo da
Vinci arregla la hoja oculta de Ezio, véase el vídeo
en https://www.youtube.com/watch?v=R74TjipiLq0, lo cual no significa que
la inventara, como en algunos foros se da por sentado. Incluso se muestran los
presuntos planos de Leonardo que no son sino una adaptación de los dibujos
originales que se referían a sus cuadernos de anatomía.
[9] Para algunos, fue en 1118,
coincidiendo con la coronación de Balduino II como rey de Jerusalén y la
presentación ante este de los nueve caballeros, ofreciéndose para proteger a
los peregrinos que fueran a Tierra. Para otros, sería en 1119, debido a que toman
como referencia el viaje de Hugo de Payns a Europa.
E, incluso, para ciertos grupos, sería en 1120, ya que en numerosos escritos se
cita que el Concilio de Troyes se celebró nueve años
después de la fundación del Temple. Sin embargo, como apunta José Luis Corral
en su Breve Historia del Temple, todo
depende del calendario por el que se date el hecho. El Concilio de Troyes se convocó el 14 de enero de 1128, pero se data por
el año de la Encarnación y no del Señor, de modo que de acuerdo con el año del
Señor y a nuestro calendario actual, sería 14 de enero de 1129.
A esto debemos añadir otra
variable, y es el hecho de que entre los siglos X y XVI la dinastía de los Capeto se regía por el año de la Resurrección, que se
inicia el Domingo de Resurrección, y que es muy complicado de traspasar a
nuestro calendario, puesto que el domingo de Pascua no tiene fecha fija.
[10] La tragedia de Jacques de Molay aparece perfectamente recreada en el juego, véase el
siguiente enlace al vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=jUfHvU4hrxU
[11]En el manuscrito, fechado
en agosto 1308 en la Diócesis de Tours, el Papa Clemente V absuelve –que no
disuelve– a la Orden del Temple de los cargos por los que se les había detenido
y condenado: herejía, idolatría, homosexualidad y prácticas obscenas.
[12] También el anagrama de Abstergo guarda una evidente similitud con triángulos
masónicos.
[13] Se puede
consultar el vídeo en la siguiente dirección: https://www.youtube.com/watch?v=k3xgRfRc1IY
[14] En esta entrega la leyenda
negra que persigue a la familia Borgia sirve para
presentarlos como avatar del poder desmesurado, de los vicios más depravados e
incluso del asesinato con el único fin de justificar una actuación equivocada.
Nada más alejado de los fines de la Orden del Temple.
[15] José Antonio Ferrer Benimeli, La
Masonería (Madrid: Alianza Editorial, 2005).
[16] Andrew
Prescott, “A History of British Freemasonry 1425-2000”, CRFF Working Paper Series 1 (2007): 1-29, http://ww.nebraskamasoniceducation.com/masonichistory/historyofBritMasonry.pdf
[17] La capa de Haytham Kenway, padre de Connor, se puede observar en la siguiente dirección: https://www.3djuegos.com/comunidad-foros/tema/23848369/0/porque/ AC3
[18] Revísese la siguiente
dirección: https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/6838/7-mitos-sobre-los-caballeros-templarios-que-aun-siguen-en-pie
[19] Los iluminados de Baviera fueron
fundados en 1776 por Adam Weishaupt y se supone
que el juego está ambientado en un momento anterior, de modo que se debe poner
duda el hecho de que se les relacione en esta entrega. Sobre esta sociedad, ver
Daniel Ligou: Dictionnaire de la franc-maçonnerie (París: Presses
Universitaires de France, 1987), 609; Lorenzo Frau Abrines, Diccionario Enciclopédico de la Masonería
(México: UEM, 1977), 595.
[20] Sitio Web
del videojuego: https://www.3djuegos.com/comunidad-foros/tema/20085278/0/assassins-creed-un-juego-illuminati/
[21]“Ha habido varias sectas como, los
masones y los iluminati, los templarios, la Compañía
de Jesús, los rosacruces que tomaron parte de las estructuras de los Hashshashins para sus sectas”.