Entrevista

Las joyas y medallas masónicas españolas como expresión de las instituciones y del sistema filosófico masónico. Análisis historiográfico e iconográfico de casos

Manuel Cuadrado Merchán

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España

manuelcuadrado@joyeriagrancanaria.com

Tesis de doctorado en Historia defendida en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en España, el 25 de septiembre de 2020.
https://doi.org/10.15517/rehmlac.v13i1.44263

¿Cuáles fueron los motivos que lo llevaron a enfocar su investigación en la masonería?

En enero del 2013 me afilié a la masonería y enseguida sentí la necesidad de conciliar la instrucción recibida desde dentro de la institución con el estudio académico de esta singular forma de sociabilidad. Con este propósito, durante el curso 2013/14 cursé los estudios del Máster en Historia de la Masonería en España que, como título propio, organizaba la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de España. El trabajo final de máster, dirigido por el profesor Juan José Morales Ruiz, anticipaba bajo el título Joyas y medallas masónicas españolas desde el S. XIX hasta la actualidad, la temática objeto de investigación que he desarrollado en la tesis de doctorado.

En ambos casos he orientado mi trabajo de investigación hacia un ámbito —la numismática masónica española— toda vez que, por mi filiación masónica, mi formación académica de licenciado en Bellas Artes, junto con la circunstancia de que mi padre fuera grabador y medallista, este era un universo de conocimiento que me resultaba muy próximo en lo cultural y en lo afectivo.

¿Cuáles fueron las fuentes que utilizó?

Principalmente las podemos clasificar en dos categorías, los documentos gráficos y las piezas físicas, las medallas propiamente.

Entre los primeros, los catálogos numismáticos —en su mayoría publicaciones extranjeras— han sido una fuente de información relevante. Del mismo modo, la documentación conservada en archivos de distinta naturaleza como los históricos nacionales, provinciales, de obediencias masónicas, gremiales, diocesanos, etc., ha sido fundamental para construir esta particular historia de la numismática masónica española y de algunos de sus protagonistas.

En el orden de la historia de la masonería, sin duda, los trabajos de todos los historiadores que, desde la conformación de la escuela académica de estudios masónicos que promoviera el profesor Ferrer Benimeli a principios del último cuarto del siglo XX, y las actas publicadas de los diferentes simposios organizados por el Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME), fueron de una importancia capital para contextualizar cada medalla y referenciarla convenientemente. Igualmente, la bibliografía utilizada y que figura en el capítulo correspondiente.

Otras fuentes documentales hacia las que me he dirigido para documentarme han sido los fondos documentales de museos, hemerotecas y bibliotecas, tanto de nuestro país como del extranjero. Además, en la actualidad, muchas fuentes podemos consultarlas o solicitar copia digitalizada a través de Internet.

Por otro lado, la documentación de los ejemplares de las medallas a los que he podido tener acceso me ha llevado a investigar unas veces sobre el terreno, y otras por Internet, las colecciones públicas, principalmente la del Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) de Salamanca, pero también de instituciones en las que uno no esperaría encontrar este tipo de medallas, como por ejemplo el Museo de la Academia Superior de Policía de Ávila o la Casa-Museo León y Castillo de Telde en Las Palmas. En relación con las colecciones privadas, mi faceta de coleccionista junto con la condición de miembro de la masonería, me ha permitido registrar numerosos ejemplares que se encuentran en manos de particulares. Otro conjunto de fuentes de referencia que se ha revelado muy importante han sido las casas de subastas. Consultando sus catálogos han salido a la luz piezas de importancia singular que de otra manera habrían pasado desapercibidas.

¿Cuáles fueron las principales dificultades con las que se encontró? ¿Cómo las ha superado?

La principal dificultad, pero a la vez el principal aliciente, ha consistido en la ausencia de estudios monográficos sobre numismática masónica española. El único catálogo publicado en España es el del historiador y arqueólogo Adolfo Herrera Chiesanova que data de 1905 y en el cual registró —en calcos— un repertorio dispar de 30 medallas.

Asimismo, el desinterés de las instituciones masónicas españolas por su propio patrimonio cultural. A diferencia de lo que ocurre en otros países, como el Reino Unido, los EE.UU., Francia, Portugal, Suiza, Alemania, Argentina, Uruguay o Brasil —por citar algunos— cuyas obediencias masónicas se han dotado de importantes espacios museísticos, la masonería española surgida al amparo de la Constitución de 1978 no se ha preocupado por la creación de museos propios. Las excepciones las encontramos en algunas iniciativas personales como la de un destacado miembro de la logia Silenci n.º 109 de Lleida que ha conformado un pequeño museo, o la del Instituto de Estudios Masónicos de Galicia que cuenta con un pequeño conjunto heterogéneo de medallas masónicas de muy diversa procedencia. En este sentido, la documentación de las medallas contemporáneas del último cuarto del S. XX que he documentado proceden en su mayor parte de masones que generosamente se han ofrecido para que catalogara sus medallas, o a través de fuentes secundarias.

Del mismo modo, un problema importante radica en la dificultad para identificar las colecciones privadas de medallas masónicas, o aquellas otras que contengan ejemplares de piezas masónicas. Para identificar algunas de estas medallas, como apuntaba antes, ha sido necesario consultar los registros históricos de las casas de subastas numismáticas y portales de compra-venta en internet.

¿Cuáles fueron las principales problemáticas históricas que su trabajo resolvió?

En ningún momento me he planteado ese horizonte, el trabajo de investigación no podía abordar objetivos de semejante calado. Cuando me plantee realizar esta tesis fue como resultado de ser consciente de que había que abordar el estudio histórico normalizado de la numismática masónica española desde parámetros académicos para tratar de llenar un vacío que sobre el arte masónico entendido como parte del patrimonio histórico-artístico español— resultaba, a todas luces, evidente.

Ahora bien, fruto del trabajo de investigación, han salido a la luz pública una serie de medallas que, clasificadas en una base de datos de naturaleza cronológica y asociadas a sus correspondientes fichas catalográficas, constituyen un referente que puede servir de punto de partida para futuras investigaciones que amplíen y complementen el trabajo iniciado.

Un capítulo del que me siento particularmente satisfecho es el relativo a la medalla de la logia Beneficencia de Josefina perteneciente a la Gran Logia Nacional de España —la primera obediencia masónica española activa entre 1809 y 1812— emitida en 1810. Como resultado del trabajo de investigación realizado, hoy estamos en disposición de considerar que se trata no solo de la primera medalla masónica española documentada, sino de la primera obra del arte masónico español de la que tenemos constancia y abundante documentación. Del mismo modo, la investigación sobre la biografía de su autor, el «diamantista» Vicente Goldony (1765-1832), nos permite identificar a un protagonista de la historia del arte masónico español y situarlo a la misma altura que el joyero británico Thomas Harper (ca. 1744-1832), el grabador francés Roëttiers de Montaleau (1748-1808) o el platero estadounidense Paul Revere (1735-1818), cuyas obras, biografías y trayectorias masónicas han sido profusamente estudiadas.

¿Por favor, podría resumir la esencia de su tesis en dos líneas?

Actualización del conocimiento sobre la numismática masónica española, a la vez que reclamo y justificación de su relevancia en el contexto de la Historia del Arte y el patrimonio artístico español.

¿Cuáles fueron las lecciones, a nivel personal y profesional, que usted aprendió de su experiencia investigativa?

La respuesta a esta pregunta debería contestarla con un margen mayor de tiempo, necesito reflexionar sobre el alcance que la realización de esta tesis supone en lo personal y lo académico.

No obstante, en lo personal, la imagen que podría reflejar el trabajo realizado sería semejante a la de tirar del extremo de un ovillo con la suficiente constancia para que se vaya desenredando a la vez que, con la debida paciencia, procurar que no se rompa el hilo.

En lo profesional supone un compromiso para esforzarme a diario en la práctica docente y hacerme merecedor de la confianza que mis directores de tesis y el tribunal calificador han depositado en mí.

¿Ahora, cuáles son sus proyectos profesionales?

El área del conocimiento en el que desempeño mi actividad docente es el Diseño Asistido por Ordenador, en este sentido y en relación con el tema de la tesis, tengo interés en la aplicación de las nuevas tecnologías informáticas para modelar y prototipar de forma facsimilar la medalla de la Logia Beneficencia de Josefina. Igualmente, investigar la aplicación de la Realidad Virtual/Realidad Aumentada (RV/RA) —con fines divulgativos en internet y como recurso formativo en espacios museísticos— a la numismática masónica.

¿Quisiera destacar algún aspecto que no se ha contemplado y que usted consideraría digno de reseñar?

Invitar a los investigadores de la masonería a adentrarse en el estudio de dos de las líneas de investigación que propongo en la tesis: en primer lugar, estudiar de forma pormenorizada todos los legajos y documentos depositados en el CDMH de Salamanca para documentar las posibles referencias sobre la historia de la numismática masónica española y, en segundo lugar, investigar la producción de las medallas masónicas del exilio franquista en los países latinoamericanos y caribeños.

Esta entrevista se efectuó de forma telemática el 19 de octubre de 2020.

Autores de la entrevista: Ricardo Martínez Esquivel e Yván Pozuelo Andrés, director y editor de REHMLAC+.