El profesor José Antonio Ferrer Benimeli ha reunido en un nuevo volumen de la colección Historiadores de la Masonería —editado por Masónica Ediciones del Arte Real— sus principales estudios sobre la relación entre Napoleón y la masonería española.
La masonería bonapartista española ha sido objeto de múltiples interpretaciones, tanto sobre su momento de implantación, como posteriormente sobre lo que se relató sobre ella con intenciones que respondían a intereses masónicos y antimasónicos de cada época.
Aquí se juntan dos grandes focos de controversias históricas. Por una parte, la figura y el papel de Napoleón, y, por otra, la configuración de los inicios de la masonería española a principios del siglo xx. Son dos cuestiones muy importantes, porque tanto la figura de Napoleón en la historia contemporánea de España, como la historia de la masonería española convergen en un tiempo muy complejo, en el que el proceso histórico y los mitos recorren caminos transversales que convienen distinguir.
El profesor José Antonio Ferrer Benimeli se refiere a un edicto de 19 de febrero de 1815, en el que, frente las escasas líneas consagradas a la masonería en edictos semejantes en la primera mitad del siglo xviii, el espacio dedicado a los masones es mucho mayor que el ocupado con la “ley de Moisés y sectas de Mahoma, Luterana y Alumbrados o Iluminados”.
El edicto refleja, en su opinión, la enorme confusión que tenía la Inquisición, lo que desgraciadamente no impidió que se produjeran declaraciones espontáneas, así como delaciones, alegaciones fiscales, sumarias, etc., que se conservan en los archivos de dicha institución católica.
Precisamente, gracias a este material y a la incautación de numerosos documentos masónicos se puede reconstruir, en parte, la historia de la masonería bonapartista. Un fenómeno que tuvo gran importancia pues se trata de la implantación por primera vez de la masonería en España, de una forma sistemática y en condiciones favorables, sin interferencias ni prohibiciones.
El hecho de que el propio rey José Bonaparte la favoreciera y ostentara el cargo de gran maestre explica la relativa afluencia de españoles de alguna manera ligados al rey “intruso”. A esta masonería de afrancesados incorporados a diversas logias madrileñas como Beneficencia de Josefina; Santa Julia; San Juan de Escocia de la Estrella de Napoleón; Los Filadelfios; y La Edad de Oro, cuyos miembros eran en su gran mayoría españoles, hay que añadir otra masonería establecida en las provincias ocupadas por las tropas napoleónicas, compuesta únicamente por franceses. Así que estaríamos en presencia de una doble masonería bonapartista en España.
En el libro de actas de la logia la Beneficencia de Josefina, con fecha de 12 de marzo de 1811, se publica la primera noticia que se tiene en España de la existencia de la masonería femenina. Se trata de una propuesta de una logia de adopción que solicitaba afiliarse a la logia Beneficencia Josefina. Ante la novedad del tema tuvo que intervenir el hermano Cablat, venerable de la logia Los Filadelfios, quien expuso los medios y el procedimiento que se deberían seguir para formar esta logia femenina. Cuestión que se dejo para otra sesión, pero no volvió a tratarse de este asunto.
Uno de problemas más complejos estudiados por el profesor Ferrer Benimeli es el tema de la elaboración de la lista de los miembros que formaron parte de la logia Beneficencia de Josefina, ya que no se ha conservado ninguna lista oficial, aunque sí una bastante incompleta elaborada por la Inquisición, según los papeles requisados en 1814, al regreso de Fernando vii.
El periódico El Sol de Cádiz publicó una lista de los masones de la logia madrileña. Y con las tres listas, José Antonio Ferrer Benimeli ha podido confeccionar una relación en la que figuran un total de 179 masones. En esta resulta interesante constatar que varios de los miembros de la logia Beneficencia de Josefina eran altos cargos de La Gran Logia Nacional de España según se desprende de un diploma conservado en el Archivo de la Gran Logia de Inglaterra fechado en Madrid el 30 de junio de 1810.
En todo caso de todas estas logias de la que más se sabe es de la Santa Julia pues de ella se conserva un libro impreso, parece ser en 1812, con el título de “Colección de piezas de arquitectura trabajadas en el taller de Santa Julia al Oriente de Madrid”. El libro está dedicado “a todos los masones de las Españas”. Se trataría del primer libro masónico impreso en España.
De la logia Napoleón el Grande apenas se conserva documentación. Sin embargo, acuñó una medalla de plata en 18111.
1 La medalla ha sido estudiada por Manuel Cuadrado Merchán, en su Historia de la numismática masónica española. Medallas de los siglos XIX y XX (Oviedo: masónica.es, 2021), 146-147.