Reseña

Historia mínima de la masonería en México, coordinado por Ricardo Martínez Esquivel. Zacatecas: Texere, 2021. 331 páginas.
ISBN: 978-607-8710-54-6.

Rebeca Mejía López

EDUCEM, Zacatecas, México

rbk.mej@gmail.com

ORCID: 0000-0001-7437-8338

Recepción: 5 de mayo de 2024/Aceptación: 15 de junio de 2024

doi: https://doi.org/10.15517/rehmlac.v16i2.60649

Casi siempre, la idea que tenemos de la masonería es a través de las representaciones que vemos en los medios de comunicación como series o documentales, quizá el ejemplo más recurrente es la sátira presentada en Los Simpson con la sociedad secreta de los Magios. Mucho se ha especulado sobre estas formas de sociabilidad histórica, su origen y su operación, especialmente en cuanto a la masonería, pero lo cierto es que a pesar del rechazo o el prejuicio que se tenga de ella es innegable su impacto cultural y político hasta el día de hoy y precisamente por eso el estudio académico de la masonería es más vigente que nunca.

Es de conocimiento general que la masonería está íntimamente ligada con la política, por lo menos en el ámbito hispanoamericano. Recientemente fue noticia que Sandra Cuevas1, alcaldesa de Cuauhtémoc en la Ciudad de México, se reunió con los directivos de la Gran Logia “Valle de México”, por ejemplo. Históricamente, los masonería han sido parte de la cultura política nacional y en este sentido, el libro Historia mínima de la masonería en México comprueba a través de un recorrido histórico el desenvolvimiento de la masonería desde la época moderna hasta la actualidad.

La obra cumple lo que otros libros compilados no siempre logran: que exista una secuencia sencilla y clara entre los capítulos que lo componen y que enlacen entre ellos la información presentada del tema central, en este caso una historia mínima de la masonería. Los nueve capítulos que componen el libro contribuyen desde distintas aristas a un recuento histórico sobre la masonería para el lector especialista, pero también para cualquiera interesado en la masonería.

La masonería, desde el siglo xix sigue presente hasta el día de hoy y aunque se dice mucho sobre ella poco se reconoce su verdadero impacto político y cultural; en la historiografía académica en general, poco se aborda —con algunas excepciones— de manera directa, el papel que tuvo la masonería en la formación de un Estado-nación y cómo las logias fueron espacios políticos cruciales en el país.

Sin embargo, en no pocas ocasiones, nos encontramos textos donde se señala que actores políticos clave del pasado (y también del presente) estuvieron inmersos en la masonería y esto tiene que ver con el prejuicio que se tiene de ella. Conscientes de ello, los autores de Historia Mínima de la Masonería en México, ofrecen en sus textos una versión transparente y realista de la práctica masónica en México y sus relaciones culturales y políticas, mediante abordajes temáticos diversos y como el análisis desde el arte, los medios de comunicación, las prácticas rituales, el laicismo, o el estudio de las comunidades masónicas extranjeras.

La perspectiva histórica reluce especialmente en los siguientes textos: el capítulo 3, “Incubadora del Estado: la masonería desde los orígenes de la república mexicana hasta la revolución institucionalizada, 1820-1940” de María Eugenia Vázquez Semadeni; el capítulo 4, “Antimasonerías en México” de Rogelio Aragón y el capítulo 5, “Masonería posrevolucionaria: las logias masónicas como escuelas de formación y salvaguarda del laicismo en México” de Guillermo de los Reyes Heredia.

El apartado de Vázquez Semadeni propone que la masonería fue uno de los factores clave para las constantes transformaciones de la cultura política mexicana en cuatro periodos fundamentales: en el nacimiento de la república, 1820-1830, en la etapa de secularización de la nación, 1857-1872, en el orden porfiriano, 1876-1911 y en el antes y después de la Revolución Mexicana, 1910-1940. En el texto de Aragón se explica la historia de la masonería desde la aversión hacia ella a partir de su formación en México hasta la actualidad, en una sociedad en la que los medios de comunicación y las redes sociales contribuyen a la circulación de teorías conspirativas, además de apuntar y justificar el uso del término de masonerías, en plural.

El análisis de Guillermo de los Reyes, por su parte, es un recuento de las profundas transformaciones que sufrió la masonería en el siglo en el México posrevolucionario especialmente durante periodos presidenciales como el de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles hasta José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.

Un capítulo que complementa esta visión histórica de la masonería precisada en su relación con los medios de comunicación es el capítulo 7, “La masonería y los medios de comunicación: una relación de siglos” de Julio Martínez García. El autor español subraya el papel fundamental que tuvo la prensa en el siglo xix para la difusión de los sucesos relacionados con los masones, pero también para las versiones antimasónicas. También analiza la divulgación quese hace en los medios de comunicación actuales y la importancia de reflexionar en las representaciones de la masonería en la cultura pop como Los Simpson, Los Picapiedra o Bob Esponja.

Respecto a la masonería y sus representaciones también hay un acercamiento desde el punto de vista del arte. Es el caso de la influencia de las personas iniciadas en las logias para dejar huella en el espacio público, a través de la estatuaria y otras disciplinas, que pretendieron legitimar un discurso liberal. Esto es analizado con detalle con fuentes masónicas desde la iconografía, la arquitectura, la escultura, el arte funerario y la numismática en el capítulo 6, “El legado material de los masones mexicanos en el arte” de Marco Antonio García Robles. El autor, además, advierte la importancia de no caer en sobreinterpretaciones y leer los indicios a partir del espacio y contexto histórico en el que fueron producidos, e invita a una lectura de los discursos estéticos desde las acciones de apropiación y de resignificación que se emprendieron desde las instituciones y el poder.

El libro también tiene dos capítulos que se enfocan en la relación de la masonería y las comunidades de extranjeros en México: el capítulo 8, “La asociación masónica Chee Kung Tong y los orígenes de la comunidad china en México (1890-1947)” de Fredy E. Cauich Carrillo y el capítulo 9, “Aproximación al exilio masónico español en México” de Yván Pozuelo Andrés.

El texto de Cauich Carrillo muestra un episodio de la historia que se ha dejado de lado desde el sector oficial, principalmente porque existe una negación del racismo y la xenofobia en México. El autor examina las sociedades secretas chinas y cómo se explican a partir de nociones específicas de las mismas y cómo se integraron a las logias masónicas en el siglo xix, poniendo atención en el funcionamiento y prácticas institucionales de las logias. Concretamente se centra en el origen de la asociación masónica Chee Kung Tong hasta su disolución.

El escrito de Pozuelo Andrés analiza la herencia española en la masonería mexicana en los espacios que vieron llegar a los refugiados durante 1939 y 1941 a nuestro país. El estudio se amplía hasta 1970 y analiza la llegada, el desarrollo y el regreso de los exiliados españoles masones, quienes defendían la república luego de la experiencia franquista y que encontraron en México un espacio seguro para desarrollar y llevar a cabo sus convicciones políticas.

Ambos estudios, además de ver cómo las comunidades extranjeras se valieron de la masonería como una de las estrategias para integrarse o sobrevivir en la sociedad mexicana, incita a una reflexión más profunda sobre nacionalismos, xenofobia y exclusión, pero también sobre solidaridad y la diplomacia histórica del país. En este sentido, ambos trabajos iluminan episodios de un nacionalismo exacerbado en distintos momentos de la historia de México y demuestran los bemoles de dicha ideología, que pasó de una alternativa ideológica para la unificación de la República en el siglo xix, hasta los graves episodios de racismo y discriminación que se vivieron hasta entrado el siglo xx.

Todos los estudios que componen este libro hacen hincapié en la importancia de analizar a la masonería desde sus propias fuentes para entender sus prácticas y su lenguaje desde sus materiales y, en este sentido, el capítulo 2, ofrece una perspectiva epistemológica muy interesante: “Apropiación y articulación masónicas del espacio, por niveles de dependencia, escalas geográficas y dimensiones simbólicas: bases epistemológicas para el cuadro de obediencias y potencias en el México del siglo xix” de Carlos Francisco Martínez Moreno.

El autor inicia con la observación de que no hay una masonería sino masonerías y que justamente el desarrollo de la práctica masónica ha sido a partir de las pugnas y apropiaciones, así como la articulación del espacio. Son estos procesos los que, de acuerdo con el autor, pueden analizarse de manera más detenida a partir de los Cuadros de Obediencias conjugando tres perspectivas espaciales clave: el nivel de independencia, las escalas geográficas y las dimensiones políticas.

Cada uno de los trabajos de este libro ofrece un amplio acervo bibliográfico y documental que ofrece la posibilidad de fuentes de consulta para el lector especializado, pero es precisamente el capítulo inaugural del libro, “Un panorama de la historiografía sobre las francmasonerías mexicanas” de Marco Antonio Flores Zavala el que ofrece una perspectiva historiográfica para mirar el siglo xix desde la masonería. Es un recuento crítico muy completo ya que inicia con las obras que han tratado el mismo tema, es decir, que se han dedicado a hacer un recuento de la bibliografía sobre la masonería, continúa con las historias sobre la francmasonería en México, sigue con las obras que definen las facciones políticas y los ensayos más actuales que abordan la masonería desde otras perspectivas.

Además de todos los estudios que componen el libro y este recuento historiográfico con el que arranca la lectura, esta compilación ofrece un anexo con bibliografía sobre la masonería en México y una Galería que ilustra de manera más detallada ejemplos examinados en los artículos. Como se dijo al inicio, esta obra cumple lo que promete al presentar un recuento general, pero claro y riguroso, sobre la historia de la masonería en México creando un diálogo entre los autores que realmente deja ver una secuencia entre los estudios, sus objetos de análisis y sus rutas de investigación, pero que sobre todo, permite conectar los resultados, por lo que el libro se vuelve referente obligado para todo aquel interesado en actualizarse, adentrarse o especializarse en los estudios de la masonería en México.

Bibliografía

Martínez Esquivel, Ricardo, coord. Historia mínima de la masonería. Zacatecas: Texere, 2021.

  1. 1 Alcaldesa de Cuauhtémoc, Ciudad de México, en dicha demarcación se encuentra la sede principal de la Gran Logia “Valle de México”, una de las obediencias masónicas mayoritarias del país (nota de los editores). Un comunicado institucional sobre el caso: Alcaldía Cuauhtémoc (sitio de internet), “Sandra Cuevas se reúne con la Gran Logia Masónica del Valle de México”, 17 de abril de 2023, https://alcaldiacuauhtemoc.mx/2023/04/17/sandra-cuevas-se-reune-con-la-gran-logia-masonica-del-valle-de-mexico/