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Rubén B. Morante López
. Revista de las artes, 2025, Vol. 85, Núm. 1 (julio-diciembre), e61937
Aunque no compartimos nuestros planteamientos acerca del arte olmeca con distin-
tos académicos ni coincidimos en los fundamentos puramente ideológicos del arte mesoa-
mericano, buscamos resaltar el aspecto pragmático de sus creaciones a la par del mítico
religioso que, en la mayoría de las ocasiones, es evidente. Ante ello, se optó por presentar
las piezas arqueológicas como una obra de teatro que se desarrolla en un amplio lapso
temporal. Dicha puesta en escena, en las Artes Plásticas, permiten vincularlas con repre-
sentaciones teatrales dentro de un contexto actual y occidental. Martha Toriz (2011) planteó
un marco teórico referencial que versó sobre la existencia de representaciones teatrales,
sui generis, en la época prehispánica. A diferencia del presente estudio, ella se basa en los
relatos de la esta mexica de Toxcatl, vinculada al dios Tezcatlipoca, donde la selección del
bello y joven actor principal se realizaba un año antes de la esta en que sería sacricado.
En este casi se trata de un guion que tiene un dramático desenlace.
Toriz (2011) retoma el trabajo de Juan Villegas y explica que, de acuerdo con el autor,
“cada cultura involucra una teatralidad social, que sirve de referente a la construcción de
imágenes en diversas prácticas sociales” (Villegas, 1997, como se citó en Toriz, 2011, p. 12).
Arma, además, que Villegas dene la teatralidad como “un sistema de códigos de comu-
nicación de la realidad, en el cual se privilegia la construcción y percepción visual y auditiva
del mundo” (Villegas, 1997, como se citó en Toriz, 2011, p. 25). De igual manera, cita a Jean
Duvignaud, quien, según la autora, habla de la teatralidad social que “se da en las estas
étnicas, donde se representan los mitos de la génesis del mundo con la presentación de
personajes simbólicos o alegóricos” (Duvignaud, 1966, como se citó en Toriz, 2011, p. 14).
En este contexto, las ceremonias y ritos materializan la visión del mundo de una cultura en
particular: “la religión armoniza las acciones humanas con un orden cósmico y proyecta
imágenes del orden cósmico al plano de la experiencia humana” (Duvignaud, 1966, como
se citó en Toriz, 2011, p. 29). Se observa entonces un tipo de obra teatral donde los guionis-
tas y los actores (ministros del culto y grupos sociales) prescriben los roles rituales que, por
medios orales o escritos, dan vida a una vetusta tradición.
Como se repiten en una obra de teatro con pocas variantes, las puestas en escena,
los diálogos, las coreografías y escenografías, durante la celebración de un ritual, en los
conjuntos escultóricos y representaciones pictóricas olmecas se muestran manifestaciones
escénicas transmitidas a través de las imágenes. Son una forma de escritura que inmor-
taliza el mundo, real o imaginario, a través de mitos, leyendas, epopeyas, sagas, hechos