
Artículos
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Ivannia Barboza-Leitón
. Revista de las artes, 2025, Vol. 85, Núm. 1 (julio-diciembre), e61778
Occidental, 1962 en la República Popular China y cinco ediciones en Honduras (1974, 1983,
1987, 1993, 2010). Por otro lado, Destacamento rojo posee la edición de 1962 en México,
1968 en la República Socialista Checoslovaca y, tres para Honduras (1982, 2004, 2018).
Así como José Luis Brea (2010) apunta al poder portador de permanencia de las
imágenes, es posible determinar, en el corpus visual elegido, la preeminencia que los discur-
sos visuales de las portadas otorgan a las producciones literarias de Amaya Amador. Han
sido décadas y contextos diversos los que las han salvado del olvido; de ahí la importancia
de la constante labor de edición que la Editorial Ramón Amaya Amador procura hacer con
sus reediciones (la última es del 2018 para Destacamento rojo y del 2010 para Prisión verde).
En palabras de Brea (2010):
las intuimos [imágenes] tal vez como promesas de memoria: memoria que
expande lo vivido hacia los otros –en los que ese yo se ensancha en colectividad, de
la que toda imagen hace enseña– pero también y sobre todo hacia el porvenir –y sus
habitantes otros–. Memoria contra el tiempo, contra su pasaje, contra la emeridad
visible e implacable del mundo que nos rodea, y la nuestra propia, incursos en ella
[cursivas del original]. (pp. 9-10)
Prisión verde y Destacamento rojo de Amaya Amador, a través de las vivencias de
sus personajes, dan cuenta de los procesos particulares acaecidos en torno a uno de los
puntos álgidos de la historia socioeconómica de la región centroamericana: el enclave ba-
nanero. Amaya Amador
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nació en 1916 en Olanchito, Honduras, pero su pluma combativa y
su visión socialista lo obligaron a emigrar numerosas veces a Guatemala, Argentina, México
y la República Socialista Checoslovaca
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. En el contexto de las obras, Prisión verde se hila
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Para obtener más información con respecto a Amaya Amador, se recomienda repasar la revisión
biobibliográca en Barboza-Leitón (2021).
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“Amaya Amador llevaba sus novelas en sus maletas y, además, agregaba nuevos escritos en cada
lugar donde le tocó vivir, tal el caso de Guatemala en donde vivió 10 años. Lamentablemente, su
salida de dicho país fue sin maletas producto de un exilio forzoso tras el golpe de Estado de 1954
en el que tuvo que refugiarse en la embajada argentina ante la feroz persecución de que eran
objeto todos los amigos del régimen democrático de Jacobo Árbenz; con esto, perdió varias no-
velas. En este contexto, según varios historiadores de Olanchito, Yoro, hay una primera versión de
Prisión verde publicada por capítulos en el semanario Alerta, publicado en Olanchito en 1945. El
semanario fue fundado por Ramón Amaya Amador en octubre de 1943 (no he podido ver ningún
ejemplar de dicha publicación). Estando Amaya Amador exilado en Guatemala, publicó la primera