Resumen
Tras la expulsión de los jesuitas de España y de sus reinos por Carlos III en 1767, Pedro José Márquez radicó en los Estados pontificios junto con sus hermanos de Orden. En el exilio, los americanos hicieron frente a los agravios raciales de los europeos, que se jactaban de la superioridad de los habitantes del Viejo mundo. En este ambiente hostil hacia los extranjeros, los jesuitas se propusieron defender la patria agraviada en sus escritos. El presente ensayo dará a conocer la erudición en materia arquitectónica del padre Márquez en el ámbito cultural europeo, así como su audaz respuesta a las ofensas que el prestigioso arquitecto italiano Francesco Milizia emitiera sobre la arquitectura americana a finales del siglo XVIII.