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Robin Cruz del Cid
Revista humanidades, 2025 (Julio-Diciembre), Vol. 15, Núm. 2, E61870
el caoba y la zarzaparrilla. Siguiendo el planteamiento, durante el siglo XIX, proyectos como el fe-
rrocarril interoceánico y la expansión de cultivos, tales como la pimienta y el banano, provocaron
migraciones y cambios sociales.
Asimismo, plantea que, en el siglo XX, la consolidación de las empresas bananeras, junto
con la Gran Depresión y la enfermedad de la sigatoka, afectaron la economía y el sistema político.
Euraque (2024) recalca que, a mediados de este siglo, la industrialización, la urbanización y con-
ictos, como la guerra contra El Salvador, marcaron el desarrollo del país, agravado por desastres
naturales como el Huracán Fifí. Por otro lado, expresa que el retorno a la democracia, en la década
de 1980, dio paso a la consolidación de las maquilas y a la protección del patrimonio arqueológico.
Finalmente, reexiona que, a nales del siglo XX, el Huracán Mitch trajo devastación y aumentó
las migraciones hacia Estados Unidos, mientras que el país seguía impulsando la preservación de
sitios arqueológicos como el Cerro Palenque.
El mismo Darío Euraque publicó, mediante el método biográco, la vida de Rafael López Pa-
dilla (Euraque, 2022), quien fue un nquero destacable en el contexto del cultivo bananero en
Honduras, que, además, vivió una vida marcada por signicativas transformaciones económicas
y sociales. De acuerdo con Euraque (2022), desde 1875 hasta 1913, López Padilla pasó por distin-
tos lugares: comenzó en la región de Intibucá, continuó hacia la capital de Inglaterra, Londres y,
nalmente, llegó a la próspera ciudad de San Pedro Sula. Esto demuestra una trayectoria llena
de cambios y desafíos. Durante el período de 1914 a 1919, realizó sus primeras inversiones en la
incipiente industria bananera que empezaba a consolidarse como un pilar fundamental de la eco-
nomía hondureña en la zona norte.
El auge de su carrera en calidad de productor se produjo entre 1920 y 1929, cuando el capi-
talismo oreció en San Pedro Sula, al establecer una relación signicativa con Samuel Zemurray,
inuyente empresario del sector bananero. Sin embargo, a partir de 1930 y hasta 1934, comenzó
un período de declive, que reejó cambios adversos en las condiciones económicas y políticas que
afectarían tanto su vida personal como la industria bananera en su conjunto. Así, la historia de Ra-
fael López Padilla ilustra los momentos de prosperidad y las dicultades inherentes al desarrollo
agrario de Honduras en ese tiempo.
Por su parte, la historiadora Ingrid Lagos Soriano (2019), en su texto El Ferrocarril Intero-
ceánico de Honduras. El sueño del progreso y la región del Valle de Sula, aborda tres momentos fun-
damentales en la relación entre el ferrocarril interoceánico de Honduras y el Valle de Sula a lo
largo del siglo XIX. En primer lugar, menciona que, entre 1853 y 1868, se concibió el proyecto del
ferrocarril interoceánico, cuya nalidad era conectar ambos océanos mediante una vía férrea, lo
que resultaba crucial para el comercio internacional. En esa época, el Valle de Sula desempeñaba
un papel estratégico por su ubicación y potencial económico, lo que estableció una conexión clave
entre el proyecto y esta región.