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Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 1(2): 37-74, Julio-Diciembre 2022
El papel del cuerpo en el yoga fue cambiando a través de los siglos. Se
puede decir que es hasta el apogeo del tantrismo y del hathayoga (entre
los siglos X y XVIII, aproximadamente), que se le da un lugar preponde-
rante al cuerpo, mas no a las posturas como tal, que quedaban “subordi-
nadas a otras prácticas como la respiración (prānāyāma), la puricación
(kriyā), la concentración (dhāranā) y el trabajo de sonido (nāda)”.
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Con
el tiempo, señala Singleton en este mismo texto, los āsanas fueron ad-
quiriendo un sentido más cientíco y comenzaron a legitimarse ante los
ojos del mundo occidental gracias a los esfuerzos de T. Krishnamacharya
(1888-1989). Erudito, yogui y médico ayurveda, de familia de brahmanes
vishnuíta, que en 1933 fue contratado por el Maharaja de Mysore bajo el
encargo de recuperar el hathayoga e innovar la cultura física en la región.
Krishnamacharya propició una mezcla cultural entre el hathayoga medie-
val y algunas otras técnicas yóguicas, más algunas técnicas corporales occi-
dentales como la gimnasia y la danza. Elaboró, entonces, el sistema de serie
de posturas dinámicas en una secuencia repetitiva que, posteriormente,
tomaría el nombre de Vinyasa Yoga. Fue maestro de las guras más repre-
sentativas del Yoga Postural Moderno como Pattabhi Jois, B.K.S Iyengar,
Indra Devi, Desikachar, entre otros.
El Yoga tiene una historia compleja. Difícilmente es posible trazar su re-
corrido sin notar que no tiene una única dirección ni un solo signicado;
tampoco tiene un desarrollo lineal, es decir, de un momento al otro, de
una escuela a otra no existe, necesariamente, una continuidad. Por lo con-
trario, como dicen Adrián Muñoz y Gabriel Martino en su texto Historia
Mínima del Yoga
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, es un río de muchos cauces, un entramado tejido con
muchos colores. Es más acertado hablar de “muchos yogas” que de uno
solo, porque ello demuestra la movilidad y exibilidad propias del yoga
como un fenómeno vivo que está en constante cambio según la época, la
geografía, la cultura, la política, las formas de comprender el mundo, de
relacionarse con lo divino, etcétera. Resulta, por lo tanto, inútil tratar de
delimitar el yoga a una sola denición.
5 Singleton. El cuerpo del Yoga, 37.
6 Adrián Muñoz y Gabriel Martino, Historia Mínima del Yoga (Ciudad
de México, El Colegio de México,2019).