El reboot feminista de Corea del Sur:
repensar el carácter “radical” del
movimiento a partir de un estudio de caso*
South Korea’s Feminist Reboot:
Rethinking the “Radical” Character
of the Movement from a Case Study
JANICE TAPIA SILVA
Centro de Estudios Comparados de Corea,
Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones,
Universidad Central de Chile.
Santiago, Chile
janice.tapia@ucentral.cl
Resumen: El actual movimiento feminista surcoreano, también referido
como reboot, tuvo su origen en las comunidades virtuales en 2015, para luego
manifestarse en el espacio público, a través de protestas y performances.
Las prácticas discursivas de plataformas como Megalia y Womad han
impactado la percepción social y mediática que reconoce al movimiento
como un feminismo radical. A partir de entrevistas en profundidad con
miembros del movimiento, este trabajo indaga expresiones que disuadan
la representación radical como única del fenómeno. Los testimonios
feministas revelan un uso estratégico de la etiqueta radical para amplicar
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023
DOI: https://doi.org/10.15517/riea.v2i3
*This work was supported by the Seed Program for Korean Studies through the Ministry
of Education of the Republic of Korea and the Korean Studies Promotion Service of the
Academy of Korean Studies (AKS-2020-INC-2230003).
el impacto de sus demandas. Sin embargo, este ejercicio discursivo oculta
los proyectos interseccionales que cuestionan las estructuras sociales de
género y, nalmente, parece legitimar la homogeneización del reboot.
Palabras clave: movimiento feminista, ciberfeminismo, Corea del Sur,
discursos y prácticas feministas, feminismo radical.
Abstract: The current South Korean feminist movement, also referred to
as reboot, originated in virtual communities in 2015, and then manifested
in public space, through protests and performances. The discursive
practices of platforms such as Megalia and Womad have impacted the
social and media perception that recognizes the movement as radical
feminism. Based on in-depth interviews with members of the movement,
this paper explores expressions that dissuade the radical depiction of the
phenomenon as the only representation. Feminist testimonies reveal
strategic use of the radical label to amplify the impact of their demands.
However, this discursive practice hides the intersectional projects that
question the social structures of gender and, ultimately, legitimizes the
homogenization of the reboot.
Keywords: feminist movement, cyberfeminism, South Korea, feminist
discourses and practices, radical feminism.
Citar como: Tapia Silva , J. (2023). El reboot feminista de Corea del Sur:
repensar el carácter “radical” del movimiento a partir de un estudio de
caso. Revista Internacional de Estudios Asiáticos, 2(1), 70-112. DOI
10.15517/riea.v2i1.52200
Fecha de recepción: 22-08-2022 | Fecha de aceptación: 20-09-2022
71
72
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
Introducción
En un mundo globalizado e interconectado, gracias al Internet y su
inmediatez, el ciberespacio construye nuevas oportunidades de interac-
ción;
1
desde relaciones de amistad hasta acciones colectivas y propulsoras
de movimientos sociales que, en efecto, impactan en las formas tradicio-
nales del quehacer político. Al ofrecer otros espacios de protesta social,
el ciberespacio ha sido una herramienta para los movimientos feministas
del siglo XXI. En particular, se reconoce como ciberfeminismos al amplio
conjunto de prácticas, debates y teorías que abordan las relaciones entre el
género y la cultura digital del espacio cibernético.
2
Corea del Sur cuenta con una tasa de penetración de internet del
96,51% (2020), la que asciende a 99,9% (2021) para la población entre 20
y 39 años.
3
En tal contexto activo de usuarios han surgido localizaciones
feministas en comunidades virtuales. El presente trabajo indagará el re-
1
Radhika Gajjala y Annapurna Mamidipudi, “Cyberfeminism, technology, and
international ‘development’”, Gender & Development 7, n.° 2 (1999): 8-16. ht-
tps://www.researchgate.net/publication/11107242_Cyberfeminism_technolo-
gy_and_international_%27development%27/
2
Mary Flanagan y Austin Booth, “Reload: Rethinking Women + Cyber-culture
(Cambridge: Mit Press, 2002), citado por Jessie Daniels, “Rethinking Cyberfemi-
nism(s): Race, Gender, and Embodiment”, Women’s Studies Quarterly 37, n.
os
1
y 2 (2009), 102. https://www.researchgate.net/publication/236786509_Rethin-
king_Cyberfeminisms_Race_Gender_and_Embodiment
3
Statista, “Percentage of population using the internet in South Korea from
2000 to 2020”, accedido 1 de agosto de 2022, https://www.statista.com/statis-
tics/255859/internet-penetration-in-south-korea/. Statista, “Internet usage
rate in South Korea from 2015 to 2021, by age group”, accedido 1 de agosto de
2022, https://www.statista.com/statistics/226740/age-composition-of-inter-
net-users-in-south-korea/
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
73
boot
4
feminista surcoreano,
5
que surge en 2015 en redes sociales, gracias a
la popularización del uso de “feministapor parte de usuarios que comen-
zaron a identicarse como tales. Mediante el hashtag #I_am_a_feminist
(#나는_페미니스트입니다) se propuso un activismo de resistencia ha-
cia la misoginia y el antifeminismo de la sociedad coreana.
6
También en 2015, la página web Megalia
7
surge como reacción a men-
sajes misóginos encontrados en el popular foro de discusión DC Inside.
Dicha web dio persecución a sitios pornográcos ilícitos y apoyó causas
por la equidad de género. Además, Megalia fue reconocida por el empleo
del mirroring. A través de esta técnica, se reescribían mensajes encontra-
4
Hee Jeong Sohn, “Feminism reboot: Korean cinema under neoliberalism in the
21st Century”, Journal of Japanese and Korean Cinema 12, n.° 2 (2020): 98-109.
https://doi.org/10.1080/17564905.2020.1840031. “Feminism Reboot: ‘We Are
Alive, Right Here’”, Korea Exposé, 13 de mayo de 2018, https://koreaexpose.
com/documentary-feminism-reboot-south-korea/
5
Identicada también como la generación de las “jóvenes-jóvenes” feministas.
Esta última nominación fue utilizada para diferenciarse de la corriente previa,
llamada “jóvenes feministas” (de nales de los noventa y principios de los 2000).
6
Jinsook Kim, “#iamafeminist as the ‘mother tag’: feminist identication and ac-
tivism against misogyny on Twitter in South Korea”, Feminist Media Studies 17,
n.° 5 (2017): 804-820. https://www.researchgate.net/publication/314069791_
iamafeminist_as_the_mother_tag_feminist_identification_and_activism_
against_misogyny_on_Twitter_in_South_Korea/
7
El surgimiento de Megalia fue propiciado por las discusiones ocurridas bajo el
tema MERS Gallery en la comunidad de DC, precisamente, durante el brote del
MERS-CoV que afectó a Corea del Sur en 2015. En dicho foro, se discutió acer-
ca de mujeres que habrían contraído el virus por acciones irresponsables, lo que
incluyó una serie de especulaciones, por ejemplo, que se habrían contagiado por
no respetar las medidas de seguridad y salir de compras. En consecuencia, usuarias
crearon una web independiente, con el objetivo de construir un espacio libre de
misoginia digital. El nombre “Megalia” proviene de la combinación de MERS
gallery y “egalia” por la novela de la escritora noruega, Gerd Brantenberg: Hijas
de Egalia (1977). La obra presenta una sátira a través de un mundo en donde los
estereotipos de género están invertidos.
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dos en medios de comunicación y redes sociales: se alteraba el sujeto de
femenino a masculino, se cambiaban palabras clave o se creaban nuevas.
De esta manera, las expresiones sexistas y misóginas fueron “devueltas” a
sus emisores.
Este espacio feminista online encuentra una expresión oine a raíz del
feminicidio ocurrido en las cercanías de la estación de metro Gangnam,
en mayo de 2016. El crimen, atribuido a la salud mental del culpable,
8
propició un debate público sobre la normalización de la violencia hacia las
mujeres. El feminicidio causó conmoción entre las jóvenes universitarias,
quienes realizaron demostraciones públicas en la salida 10 de la estación
Gangnam y sus inmediaciones.
A nales de 2017 y comienzos de 2018, existían antecedentes de acti-
vidades feministas que facilitaron la localización del debate internacional
promovido por el #MeToo. En ese contexto, se realizaron numerosas acu-
saciones mediáticas de violencia sexual, desde el exgobernador Ahn Hee-
jung hasta el reconocido poeta Ko Un. El 2018 continuó siendo activo
para el feminismo con las protestas mensuales anti spycam porn o molka,
9
de participación exclusiva de mujeres y con adherencia masiva.
10
Estas
marchas manifestaron el rechazo hacia las grabaciones ilícitas de mujeres,
ocurridas tanto en la intimidad como en la vía pública, que, posterior-
mente, se distribuían en internet. Sumado a esto, las discusiones de las
8
Claire Lee, “Korean women respond to Gangnam murder case”, Korea Herald,
19 de mayo, 2016, http://www.koreaherald.com/view.php?ud=20160519000691
9
Neologismo utilizado para referir a las cámaras secretas, compuesto por mollae
(“en secreto”) y camera.
10
Se realizaron protestas desde mayo a diciembre de 2019. La primera contó con
alrededor de 12 mil asistentes. Da-min Jung y Min-ho Jung, “12,000 women de-
mand ‘fair investigation’ for all spy-cam cases”, Korea Times, 20 de mayo, 2018.
https://www.koreatimes.co.kr/www/nation/2020/05/251_249283.html. Y la
participación más alta fue en agosto, con 70 mil participantes. Josh Taylor, “South
Korea: woman reportedly kills herself after being secretly lmed by doctor”, Guar-
dian, 2 de octubre, 2019. https://www.theguardian.com/world/2019/oct/02/
south-korea-woman-kills-herself-after-being-secretly-lmed-by-doctor-reports
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
75
comunidades online continuaron y distinguieron otras problemáticas,
como los exigentes estándares de belleza de la sociedad coreana, que fue-
ron cuestionados a través del movimiento #RemoveTheCorset (#탈코르
). Con este hashtag, las mujeres promovieron el abandono del sostén y
compartieron videos e imágenes en las que destruían cosméticos.
Hasta aquí, se han mencionado algunos de los hechos representativos
del actual movimiento feminista surcoreano, el cual reacciona a la situa-
ción actual de las mujeres en el país. Con la brecha salarial más alta de las
naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-
micos (31,1% en 2021)
11
y la posición 99 entre 146 países en el Global
Gender Gap Report,
12
estos índices internacionales exhiben una inequi-
dad estructural y sistemática de género en Corea del Sur.
Según el informe Women in Korea 2020,
13
el ingreso de mujeres a la
universidad es alto (74,5% versus un 66,6% de los hombres), pero su tasa
de participación en la fuerza laboral disminuye a un 52,8%, mientras que
en los hombres es de un 72,6%. En particular, en 2019, las principales
barreras para la participación de la mujer en el mercado laboral fueron el
cuidado de los hijos, seguido del trabajo doméstico. Es decir, las labores
familiares siguen siendo en gran medida responsabilidad de las mujeres.
En cuanto a la violencia de género ‒otra de las problemáticas apuntadas
por el feminismo coreano‒, en 2019, el 83,6% de las víctimas de crímenes
violentos fueron mujeres.
14
En 2021, se registró que 1 de cada 3 mujeres
adultas ha experimentado violencia o control físico, sexual, emocional o
11
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OCDE], “Gen-
der wage gap”, accedido 17 de octubre de 2022. https://data.oecd.org/earnwage/
gender-wage-gap.html
12
World Economic Forum, “Global Gender Gap Report 2022”, accedido 17
de octubre de 2022. https://www.weforum.org/reports/global-gender-gap-re-
port-2022/
13
Chi-seon Song et al., Stadistical Handbook. Women in Korea 2020 (Korea: Ko-
rean Women’s Development Institute).
14
Song et al., Stadistical Handbook…
76
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económico, perpetrado en su mayoría por sus cónyuges, parejas actuales
o anteriores.
15
En el ámbito político, el reboot logró impactar en la agenda guberna-
mental, cuando el exmandatario Moon Jae-in se denió como un presi-
dente feminista, proyectó una sociedad coreana más igualitaria y segura
para las mujeres y mostró apoyo al movimiento #MeToo.
16
Más tarde, en
las elecciones parlamentarias de 2020 se presentó el Partido de las Muje-
res (여성의당), conformado por una coalición de feministas de diversas
generaciones, incluyendo a miembros del reboot. Aunque no lograron los
votos sucientes para obtener escaños en la Asamblea Nacional, sostu-
vieron la necesidad de crear fuerzas políticas alternativas y presentar a las
mujeres como líderes públicos competentes.
17
Sin embargo, este impacto
institucional parece encontrar un retroceso ante la victoria presidencial de
Yoon Suk-yeol, quien ha mostrado su rechazo al feminismo, al desacredi-
tar la inequidad estructural de género y prometer la abolición del Minis-
terio de Igualdad de Género y Familia.
18
Esta actual situación de la mujer en Corea del Sur ha determinado las
metas del movimiento feminista que, a pesar de expresarse en el espacio
público, privilegia el ciberespacio como su principal medio de difusión y
organización. A su vez, el origen y desarrollo digital ha determinado una
apreciación social y mediática que percibe y valoriza negativamente a las
mujeres feministas como actores de un fenómeno de carácter radical.
15
Se-jin O, “46% of cases of violence against women in Korea perpetrated by in-
timate partner, study nds”, Hankyoreh, 29 de agosto de 2022. https://english.
hani.co.kr/arti/english_edition/e_national/1056632.html
16
Korea Herald, “What Moon Jae-in pledged to do as president”, 10 de mayo de
2017. http://www.koreaherald.com/view.php?ud=20170509000521
17
Si bien la cantidad de mujeres en la Asamblea Nacional ha aumentado de ma-
nera constante en las elecciones, su participación en el parlamento es solo de un
19%, de acuerdo con los resultados de las últimas elecciones de 2020. Song et al.,
Stadistical Handbook…
18
Hyun-su Yim, “Once neglected, young women emerge as an important voting
bloc”, Korea Herald, 6 de marzo de 2022. http://www.koreaherald.com/view.
php?ud=20220306000064
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
77
Entre los factores tras la apreciación radical del reboot se encuentra el
discurso mediático construido sobre las comunidades virtuales feminis-
tas. Por ejemplo, los acalorados debates online fueron calicados como
“guerra de géneros”,
19
al identicarse como enfrentamientos” entre femi-
nistas (mujeres) y antifeministas (hombres).
20
Al mismo tiempo, Megalia
e Ilbe
21
‒comunidad de hombres y autodeclarada misógina‒ se erigieron
como expresiones radicales y opuestas que guiaban la discusión. Esta
“guerra de géneros” fue protagonizada por mensajes de mirroring, cuyo
impacto fue cuestionado. Mientras sus usuarias lo deenden como una
herramienta de exposición y denuncia ‒pues produce la incomodidad
necesaria para disuadir comportamientos legitimados‒, sus detractores lo
calican como un discurso de odio y misandria.
22
19
Expresión usada con frecuencia por medios surcoreanos y también transmitida
a la prensa internacional. Algunos ejemplos: Bo-eun Kim, “Korea grapples with
war between genders”, Korea Times, 31 de octubre, 2017, https://www.korea-
times.co.kr/www/nation/2017/11/181_238520.html. Claire Lee, “Isu station’
assault case triggers online gender war in South Korea”, Korea Herald, 18 de no-
viembre, 2018 http://www.koreaherald.com/view.php?ud=20181118000177.
Hyaeweol Choi, “Misogyny on the rise in South Korea’s ‘gender war’”, Asian
Currents, 21 de julio, 2016 https://asaa.asn.au/misogyny-on-the-rise-in-south-
koreas-gender-war/
20
Más aún, en la última campaña presidencial de 2020 entre el candidato del
Partido Demócrata, Lee Jae-myung, y el actual presidente Yoon, del Partido del
Poder Popular, se instrumentalizó la confrontación entre feministas y antifemi-
nistas, entendidos como el público votante joven que debía ser conquistado para
asegurar un resultado favorable.
21
Comunidad online creada en 2010 y reconocida por usuarios conservadores
y de derecha, quienes promueven discursos de odio con base en la misoginia, la
xenofobia y el regionalismo. Los medios de comunicación han difundido sus pu-
blicaciones sensacionalistas y ofensivas, por lo que es percibida por reunir a extre-
mistas. Jinsook Kim, “Misogyny for male solidarity: Online hate discourse against
women in South Korea”, en Mediating Misogyny, ed. Jacqueline Ryan Vickery y
Tracy Everbach (Cham: Palgrave Macmillan, 2018), 151-169.
22
Kim, “Korea grapples with war…”.
78
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Megalia y Womad,
23
su sucesora, fueron las comunidades más activas
en cuanto a la canalización de contenidos del denominado feminismo ra-
dical,
24
mediante mensajes de denuncia y protesta. Y se les considera espa-
cios de comunicación y edicación discursiva clave en la construcción de
la identidad feminista de la sociedad surcoreana actual. En otras palabras,
el impacto de ambas provocó la suposición de que cada feminista estaba
adherida a una de estas comunidades y, por consiguiente, a un feminismo
radical. Por ello, demostraciones públicas del movimiento fueron asocia-
das al discurso construido online.
25
En consecuencia, a la actual generación feminista se le ha asignado el
término “radical” que la identica de manera homogénea. Este trabajo
busca explorar la diversidad del movimiento actual, con el objetivo de di-
suadir la representación radical unívoca. Para ello, se indagó la perspectiva
de activistas del reboot, con el propósito de identicar su posicionamiento
23
El sitio de Megalia desapareció en 2017, luego de discusiones internas sobre la
posición de la comunidad frente a usuarios de la comunidad LGBTQ+ y mujeres
trans. Womad fue formada posteriormente por usuarios que se oponen a la par-
ticipación de mujeres trans en el movimiento feminista, es decir, sostienen una
posición TERF, acrónimo para señalar al feminismo radical transexcluyente.
24
La corriente radical es una de las tendencias del feminismo, con origen en los
movimientos sociales de los años sesenta y setenta (especialmente de EE.UU.).
Si bien las propuestas teóricas radicales se diversican, estas coinciden en la iden-
ticación del patriarcado como el sistema de dominación masculina que existe
sobre las mujeres. Dicho sistema da base a otros modelos de dominación (como
el de clase y raza) y no puede existir una verdadera transformación social si no se
elimina la raíz de la opresión de las mujeres. Alicia Puleo, “Lo personal es político:
el surgimiento del feminismo radical”, Teoría feminista: de la Ilustración a la glo-
balización 2, n.° 2 (2005), 35-67.
25
Haewon Kim et al., 5 19, 여성들은 혜화역에 어떻게 모였나?: ‘불법
촬영 편파수사 규탄시위의 의제화와 조직화 과정을 중심으로 [“How
Tens of Thousands of Women Poured into the Streets on May 19th, 2018 at
Haewha Station, Seoul: Focusing on the Process of Connecting and Making Fe-
minist Agenda Through Digital Media.] 언론과 사회[Media & Society] 26, n.°
4 (2018): 85-139.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
79
frente a la etiqueta radical y describir la variedad de expresiones feministas
fuera de las comunidades virtuales.
El artículo presenta una revisión bibliográca que recoge una breve
historia del feminismo surcoreano, su percepción y características en el
ciberespacio. Posteriormente, se describe la metodología empleada para
analizar los testimonios de activistas. Y, nalmente, se exponen los resulta-
dos en torno a la ambivalente posición de las feministas frente al término
“radical”, mediante el rechazo y el uso estratégico, y también las mani-
festaciones del feminismo a través de acciones públicas, instrumentales y
privadas.
Marco teórico y referencial
Feminismo en Corea del Sur: de los movimientos nacionales
a las comunidades virtuales
Si bien el feminismo coreano no coincide con la periodicidad histórica
occidental de oleadas del movimiento, no se trata de un suceso reciente, ni
exclusivo a las comunidades virtuales. Para Hur, este aparente surgimien-
to “tardío” del feminismo coreano puede explicarse por la integración de
los colectivos de mujeres a movimientos transversales más amplios desde
nes del siglo XIX: el movimiento por la independencia y, más tarde, la
lucha por la democracia. En tales contextos, la mujer fue representada
de manera homogénea como miembro de la nación, del Estado o de la
clase trabajadora. Será después de la democratización cuando las mujeres
comienzan a articularse de manera independiente y a reconocerse como
sujetos con identidades y preocupaciones particulares.
26
Durante la década de los noventa y principios de los 2000, emerge un
gran número de organizaciones de mujeres que se proponen formar parte
del espacio institucional democrático e impulsar demandas que se concre-
26
Song-woo Hur, “Mapping South Korean women’s movements during and
after democratization: shifting identities”, en East Asian Social Movements, ed.
Jerey Broadbent y Vicky Brockman (New York: Springer, 2011): 181-203.
80
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
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tan en proyectos legislativos,
27
como: la Ley de Prevención de la Violencia
Doméstica (1993), la Ley Básica de Desarrollo de la Mujer (1995) y el
sistema de cuotas de género en la Asamblea Nacional (2004).
El movimiento feminista de los 2000, también conocido como la ge-
neración de “jóvenes feministas”, fue desarrollado en universidades, en
respuesta a los colectivos estudiantiles liderados por hombres. Estas ac-
tivistas contaron con una formación académica feminista, gracias a pro-
gramas universitarios relacionados que comenzaron a institucionalizarse
durante los noventa. Las “jóvenes feministas” fueron críticas de aquellos
movimientos que trataban asuntos políticos y económicos sin cuestionar
la cultura patriarcal. Su principal reto fue construir un movimiento que
actuara en conjunto, pero sin invisibilizar las particularidades de cada mu-
jer.
28
En cuanto al actual reboot feminista, para Lee, comparte las principales
características de la llamada cuarta ola del feminismo: el ciberespacio es su
principal medio de organización y resulta impredecible y heterogéneo. El
contenido de sus demandas se concentra en las falencias que el desarrollo
nacional tiene para las mujeres: autodeterminación sexual, los derechos
reproductivos, la pornografía, las agresiones sexuales y la violencia domés-
tica.
29

radicalismo
El feminismo se ha erigido como una crítica a las contradicciones de
la acelerada industrialización de Corea bajo un paradigma desarrollista,
27
Bárbara Bavoleo y Paula Idevito, “Mujeres, sociedad civil y proceso de
democratización en Corea del Sur”, Estudios Internacionales 164 (2009): 79-93.
https://revistaei.uchile.cl/index.php/REI/article/view/12608
28
Hur, “Mapping South Korean women’s movements…”, 181-203.
29
Na-young Lee, “Korean feminism: ‘Fourth-wave in form, but second in con-
tent’, entrevista por Sung-hee Yang y Shing-young Noh, Korea JoongAng Daily,
13 de junio, 2018. https://koreajoongangdaily.joins.com/2018/06/13/people/
Korean-feminism-Fourthwave-in-form-but-second-in-content/3049301.html
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
81
que postergó transformaciones sociales aún pendientes. Parece existir
una discordancia entre las constantes reformas impulsadas por la insti-
tucionalidad coreana ‒a través de legislación y aparatos estatales en pos
de la equidad de género‒ y el orden patriarcal que prevalece en la vida
cotidiana y la conciencia de la población.
30
En esta situación, los hombres
sienten incomodidad y se ven sumidos en un estado de desorden, debido
a la brecha entre un sistema convencional de pensamiento y la legislación.
En consecuencia, la presión feminista por la transformación de paradig-
mas culturales, que equiparen las condiciones materiales del país, sienta el
escenario sobre el cual surge la reacción adversa y la consideración radical
del movimiento.
31
En el caso del reboot, su rechazo se concentra principalmente en los
hombres de 20 años, quienes conforman un grupo de identidad política
denida por el antifeminismo. El Study on Gender Inequality and Men’s
Quality of Life señaló que un 50,5% de los hombres de 20 años muestran
actitudes sexistas y antifeministas. Además, el apoyo a causas feministas,
como el movimiento #RemoveTheCorset y las protestas anti molka, es
solo de un 23,5% y un 31,1%, respectivamente. En las generaciones ma-
yores la aceptación aumenta: solo un 38,7% de los hombres de 30 años
presenta actitudes antifeministas, cifra que disminuye a un 18,4% en los
hombres de 40.
32
Como nativos digitales, el antifeminismo de los hombres jóvenes se ex-
presa en una rutinaria cultura misógina del ciberespacio que representa a
las mujeres como un grupo problemático y homogéneo.
33
Neologismos
como gaettongnyeo (개똥녀), doenjangnyeo (된장녀) y kimchinyeo (
치녀) ‒que construyen estereotipos para todos los aspectos considerados
30
Young-suk Hong, “Extended-Western Perspectives of Feminism vs. Feminism
in Korea”, The Korean Association for Canadian Studies 23, n.° 1 (2017): 1-10.
https://www.dbpia.co.kr/journal/articleDetail?nodeId=NODE07547660
31
Hong, “Extended-Western Perspectives…”.
32
Kyoung Hee Ma et al., Study on Gender Inequality and Men’s Quality of Life
(Seúl: Korean Women’s Development Institute, 2019).
33
Ma et al., Study on Gender Inequality
82
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negativos en las mujeres‒ sostienen un discurso que refuerza roles tradi-
cionales de feminidad y género.
34
La cultura digital misógina y la reacción
antifeminista reeja, por un lado, la ansiedad inducida por la constante
competencia en la era del neoliberalismo
35
y, por otro lado, la resistencia al
cambio en las relaciones de género y los roles masculinos.
36
En consecuen-
cia, los hombres jóvenes, que ingresan al competitivo mercado laboral y
deben realizar el servicio militar obligatorio, no ven en el feminismo una
demanda por igualdad de oportunidades, sino una amenaza a su concep-
ción meritocrática del mundo.
37
Chica-Morales y Martín Casares identicaron que la reacción antifemi-
nista es parte de un movimiento neomachista global, el cual se ha articula-
do en torno a organizaciones como 남성연대 (Solidaridad de Nuevos
hombres) en Corea del Sur. Este colectivo arma no oponerse al feminis-
mo, sino a la variedad radical actual que sería la “única” desarrollada en el
país. Debido a que este feminismo radical buscaría institucionalizar una
discriminación inversa” hacia los hombres. En consecuencia, 남성연
se erige en contraposición al reboot y contribuye a la edicación radi-
cal de este último, mediante un discurso de estereotipos, noticias falsas y
contradicciones, pero con una sencillez que asegura una efectiva y rápida
difusión entre los hombres jóvenes.
38
Así, la etiqueta “radical” asignada al feminismo impacta en su percep-
ción negativa. No obstante, queda aún por examinar dicha radicalidad.
34
Kim, “Misogyny for male solidarity…”, 151-169.
35
Hyun-jae Lee, “La urbanización digital y el surgimiento del feminismo coreano:
desde el ‘reconocimiento como ideología’ hacia la ‘lucha por el reconocimiento’”,
Chakana 3, (2019): 175-190.
36
Kim, “Misogyny for male solidarity…”, 151-169.
37
Jihyun Choo, “The Spread of Feminism and the Silence of Gendered Militarism
in the Neoliberal Era”, Journal of Asian Sociology 49, n.º 4, (2020): 477-500. ht-
tps://www.jstor.org/stable/26979896
38
Patricia Chica-Morales y Aurelia Martín Casares, “El discurso neomachista de la
fundación 남성연대 (Solidaridad de Nuevos Hombres) en el ciberespacio: su
difusión entre los jóvenes y su impacto en las políticas contemporáneas en Corea
del Sur”, Dilemata, n.º 38, (2022): 193-207.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
83
De acuerdo a Kim, más que perseguir una denición, resulta provechoso
entender lo “radical” como una práctica política que aspira a ciertos obje-
tivos. En este enfoque, el radicalismo emerge como un evento discursivo
en variadas circunstancias históricas, y puede ser calicado como tal por
los protagonistas de su práctica o por la sociedad contemporánea al fe-
nómeno. Quienes forman parte del movimiento radical, serían sujetos de
vanguardia que, en su intento por transformar y adelantarse a su época,
crean y desarrollan un nuevo espacio-tiempo.
39
En el caso del reboot, la
representación discursiva radical surgió a partir de sus manifestaciones en
el ciberespacio.
Ciberfeminismo coreano: resistencia y homogeneidad de las
comunidades virtuales
Desde mediados de los noventa hasta la actualidad, la preponderancia
del Internet en la articulación de los feminismos surcoreanos permite es-
tudiarlos como ciberfeminismos.
40
En principio, el desarrollo del feminis-
mo en el ciberespacio supone el uso y la apropiación del Internet por las
mujeres, para convertirlo en una herramienta de empoderamiento indivi-
dual. Sin embargo, el libre acceso al Internet no asegura un espacio de li-
beración, puesto que las estructuras globales de poder del mundo oine,
incrustadas en la construcción del Internet, impactan y determinan el uso
39
Bo-myung Kim, 급진 페미니즘 [Radical Feminism], /성이론 39
(2018): 158-178. https://www.dbpia.co.kr/journal/articleDetail?nodeId=NO-
DE07584457
40
Kim, “#iamafeminist as the ‘mother tag’…”, 804-820. Euisol Jeong y Jieun Lee,
“We take the red pill, we confront the DickTrix: online feminist activism and the
augmentation of gendered realities in South Korea”, Feminist Media Studies 18,
n.° 4, (2018): 705-717. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/1468077
7.2018.1447354. Bárbara Bavoleo y Desirée Chaure, “Ciberfeminismo: emergen-
cia y características del feminismo online en Corea del Sur”, Revista de Relaciones
Internacionales, Estrategia y Seguridad 14, n.°1 (2019): 137-149. http://www.
scielo.org.co/scielo.php?pid=S1909-30632019000100137&script=sci_abstrac-
t&tlng=es
84
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
del ciberespacio.
41
Desde la postura optimista que aseguraba al Internet
como la oportunidad para instaurar un espacio de igualdad racial y de
género, es provechoso abordar las estrategias de resistencia y organización
que los ciberfeminismos utilizan, sin invisibilizar la posición subalterna
que las usuarias poseen originalmente.
42
En el caso de la generación de las “jóvenes feministas”, el ciberespacio
fue un ambiente alternativo a la esfera pública dominada por movimien-
tos sociales protagonizados por hombres. Con el objetivo de criticar las
políticas de género de las organizaciones universitarias de nes de los
noventa, las feministas crearon sus propios circuitos para actividades so-
ciopolíticas, al mismo tiempo que construían un sentido de sororidad
entre mujeres.
43
Estas acciones feministas en el Internet, al que acceden con relativa fa-
cilidad,
44
parecen conrmar al ciberespacio como un entorno seguro de
resistencia a las opresiones de género.
45
No obstante, como se ha revisado,
las activas comunidades virtuales surcoreanas han erigido una cultura di-
gital misógina que, mediante un lenguaje estereotipado, representa a to-
das las mujeres en un ideal colectivo. En ese contexto, el surgimiento de las
controversiales Megalia y Womad fue una respuesta a la misoginia digital
general, pero también una reacción hacia comunidades como Ilbe, que
41
Gajjala y Mamidipudi, “Cyberfeminism, technology…”, 8-16.
42
Daniels, “Rethinking Cyberfeminism(s)…”, 101-124.
43
Yisook Choi, Linda Steiner y Sooah Kim, “Claiming feminist space in Korean
cyberterritory”, Javnost-The Public 12, n.º 2 (2006): 65-83.https://www.tandfon-
line.com/doi/abs/10.1080/13183222.2006.11008913
44
Como se mencionó, Corea del Sur tiene una alta tasa de penetración para su
población en general. Sin embargo, aún existe una leve disparidad si las cifras se
examinan por género: un 95% para hombres frente a un 90,9% para las mujeres.
Statista, “Internet usage rate in South Korea in 2021, by gender”, accedido el 1 de
agosto de 2022. https://www.statista.com/statistics/896055/south-korea-inter-
net-usage-rate-by-gender/%7D
45
Daniels, “Rethinking Cyberfeminism(s)…”, 101-124.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
85
promueven una política de identidad denida por el antifeminismo y la
solidaridad en una masculinidad tóxica.
46
Respecto a las características de las feministas de las comunidades vir-
tuales, se trata de mujeres jóvenes, principalmente estudiantes y profesio-
nales. Su modo de organización es a través de websites y foros en los que
publican anónimamente o bajo seudónimos. En sus discusiones abordan
temas sensibles y experiencias personales. Si bien existen páginas grandes
como las ya mencionadas, las feministas se articulan en pequeñas coali-
ciones que reaccionan a acontecimientos especícos. Estas acciones han
permitido la organización de manifestaciones oine: como las marchas
para despenalizar el aborto y las anti molka.
47
Aún cuando se llevan a cabo expresiones masivas y abiertamente femi-
nistas en el espacio público, generalmente, se emula el anonimato online
de sus participantes mediante el resguardo de su identidad. Por lo tanto, el
uso estratégico del espacio online es preponderante, pues foros y redes so-
ciales se convirtieron en lugares donde el impacto del género fue aumenta-
do a través de los discursos de los usuarios. De manera que las discusiones
online afectaron la percepción y compromiso de los usuarios con sus rea-
lidades cotidianas.
48
En ese contexto, el mirroring fue la herramienta dis-
cursiva (usada tanto online como en pancartas y slogans de protesta) que
impactó en el marco radical que interpreta al resurgimiento feminista, y
no existe un consenso sobre los efectos de sus contenidos.
Por un lado, se cuestiona la simple asimilación del mirroring a un dis-
curso de misandria. Pues se sostiene que esta técnica establece una crítica
46
Ji Hae Koo, “South Korean cyberfeminism and trolling: The limitation
of online feminist community Womad as counterpublic”, Feminist Me-
dia Studies, 20, n.° 6 (2020): 831-846. https://www.tandfonline.com/doi/
abs/10.1080/14680777.2019.1622585?journalCode=rfms20/
47
Bavoleo y Chaure, “Ciberfeminismo: emergencia y características”, 137-149.
48
Euisol Jeong y Jieun Lee, “We take the red pill…”, 705-717.
86
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
al discurso de odio, a través de un lenguaje de “visco-plasticidad”,
49
que
revela las inconsistencias del orden patriarcal por medio de una ira política
productiva. Por otro lado, la perspectiva que sopesa al mirroring como
discurso de odio acusa su fracaso como fuerza política transformadora.
Puesto que la técnica se habría transformado en una simple expresión de
aborrecimiento, que incluso ha apuntado a otros sectores receptores de
opresión, como la comunidad LGTBQ+.
50
Precisamente, el debate frente a la inclusión de las disidencias sexuales y
de género, y, en particular, de las mujeres trans ocasionó la desaparición de
Megalia y el surgimiento de Womad. Por lo mismo, se arma una distin-
ción entre el aborrecimiento estratégico de Megalia versus el esencialismo
biológico de Womad.
51
En el caso de esta última, al igual que Ilbe, sostiene
una política de identidad para sus miembros, quienes arman la posición
TERF y el odio hacia el hombre en general. Más aún, el funcionamiento
de Womad impide el disentimiento de sus miembros a su política de ex-
clusión y, en efecto, contraviene el espacio alternativo de resistencia bus-
cado en las comunidades virtuales feministas.
52
49
Ji Yeong Yun, 전복적 반사경으로서의 메갈리안 논쟁: 남성 혐오는 가능
한가 [Megalian Controversy as a Revolutionary Mirror: Is It Possible Man-ha-
ting?], 한국여성철학 [Korean Women’s Philosophy] 24 (2015): 5-79. https://
doi.org/10.17316/KFP.24..201511.5
50
Soyeon Jang y Woongjae Ryoo, 온라인 커뮤니티와 혐오의 문화정치 :
간베스트저장소와 메갈리아의 사례를 중심으로. [Online Communities
and the Cultural Politics of Hatred: Focusing on the Cases of Ilbe and Megalia].
한국소통학보16, n.° 1 (2017): 45-85. https://scienceon.kisti.re.kr/srch/selec-
tPORSrchArticle.do?cn=ART002207373
51
David Rademacher, 한국 래디컬 페미니즘 - 드랙퀸 퍼포먼스 논쟁을
통해 살펴본 여성의 혐오 [Korean Radical Feminism: The Abhorrence of
Women through the Drag Queen Performance Debate] (Tesis de maestría en
Sociología, Academy of Korean Studies, 2019). http://www.riss.kr/link?id=-
T15127456&outLink=K
52
Koo, “South Korean cyberfeminism…”, 831-846.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
87
Lee identica la paradoja de las comunidades virtuales que refuerzan el
binarismo de género, al implementar políticas de seguridad sobre espacios
cerrados. Con el objetivo de armar un “refugio” online, que permitiese
aliviar la ansiedad para la creación de nuevos imaginarios urbanos, se edi-
caron comunidades cerradas que excluyen la heterogeneidad. En otras
palabras, la política de un lugar seguro resguarda una invariabilidad que
sospecha de las diferencias.
53
En resumen, la praxis de las “jóvenes-jóvenes feministas” en el cibe-
respacio ha ofrecido nuevas oportunidades para las políticas de género,
mediante prácticas discursivas online que ofrecen críticas a la misoginia.
54
Sin embargo, la ansiedad neoliberal también ha dado forma a una gene-
ración que destaca la discriminación y violencia que sufre la mujer como
individuo homogéneo, incluso exaltando inequidades desde un aspecto
biológico,
55
sin todavía hacer propuestas transversales que reestructuren
el género.
56
Marco metodológico
Enfoque e instrumento
Frente a la construcción discursiva radical de las comunidades virtuales,
este trabajo indagó descriptivamente la variedad del movimiento feminis-
ta, mediante un estudio de caso sobre la experiencia de un grupo de sus
participantes. Para ello, se adoptó un enfoque cualitativo que permitió
abordar las narraciones de mujeres acerca de sus roles en el movimiento y
cómo deciden expresar su identidad feminista en la cotidianeidad.
53
Lee, “La urbanización digital…”, 175-190.
54
Sunyoung Yang y Kathy Lee, “The intertextuality and interdiscursivity of “mi-
rroring” in South Korean cyberfeminist posts”, Discourse & Society, (2022): 1-19.
https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/09579265221096028
55
Un ejemplo se encuentra en la agrupación “Coraje incómodo” que organizó las
protestas mensuales anti molka. Entre los requisitos de asistencia que difundieron
en Internet, destacan la participación exclusiva de mujeres biológicas.
56
Choo, “The Spread of Feminism…”, 477-500.
88
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
Como ciberfeminismo, las investigaciones sobre el reboot se han cons-
truido sobre la lectura de los contenidos producidos por las participantes:
principalmente, las publicaciones y discusiones online, además de los re-
gistros de las masivas manifestaciones oine. La propuesta de este trabajo
fue acercarse al fenómeno a través del contacto directo con sus activistas,
de manera que la misma técnica investigativa permitiese penetrar en la co-
munidad cerrada y protegida
57
que parece formar el colectivo homogéneo
radical.
El instrumento para recabar los testimonios feministas fue la entrevista
en profundidad y no estructurada, de una duración aproximada de 2 ho-
ras.
58
Se prerió este tipo de entrevistas debido a la naturaleza de la infor-
mación solicitada, pues se indagaron experiencias personales y sensibles.
Así, un instrumento no estructurado permite incorporar contribuciones
espontáneas de las participantes, las que enriquecieron la recolección de
información. Para delimitar el discurso de las entrevistadas, se elaboró una
guía de temas mínimos para así obtener testimonios comparables. Entre
los temas que ofrecieron dirección al relato de las participantes se encuen-
tran: describir el momento en que se identicaron como feministas, la
narración de alguna experiencia destacada como feminista, quiénes saben
de su identicación feminista y cuál es su opinión, describir si participa-
ron en alguna actividad del movimiento en el último tiempo, entre otros.
Delimitación de la muestra y realización de las entrevistas
La muestra de esta investigación está conformada por feministas que
forman parte de la generación del reboot en el momento de realización del
presente estudio (2019-2020). Por lo tanto, al ser jóvenes estudiantes y
57
Lee, “La urbanización digital…”, 175-190.
58
Todas las entrevistas se realizaron luego de obtener un consentimiento informa-
do de parte de las participantes, en el cual se les informaba el uso de la información
obtenida durante la entrevista. Independiente del consentimiento obtenido, se
ofrecía la oportunidad de revocar la decisión respecto de su participación en esta
investigación. Para la presentación de los resultados de esta investigación, la iden-
tidad de las participantes es resguardada mediante seudónimos.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
89
profesionales,
59
se trata de mujeres entre los 20 y principios de los 30 años,
que además participan en las comunidades virtuales del movimiento o en
las actividades presenciales.
El periodo de conformación de la muestra y realización de las entrevis-
tas se llevó a cabo en Seúl, Corea del Sur, durante seis meses, entre agosto
de 2019 y febrero de 2020. Cabe mencionar que dicho periodo, previo a
la pandemia de COVID-19, se caracterizó por contar con actividad femi-
nista frecuente. Sobre todo si se considera que las manifestaciones por la
despenalización del aborto se realizaron hasta abril de 2019, mes en el cual
su prohibición se declaró inconstitucional. Por lo tanto, la cercanía de ese
importante evento para el movimiento feminista supuso un contexto de
oportunidad para el presente trabajo.
Aun así, la obtención de participantes fue la etapa más compleja de la
investigación. Las primeras integrantes de la muestra fueron conseguidas
gracias a la ayuda de un mediador, conocido por un par de activistas, por
lo que pudo establecer el primer contacto. El resto de las participantes
fueron obtenidas al consultar a las primeras entrevistadas, de esta forma,
la muestra de la investigación se construyó a partir del método de “bola
de nieve”.
60
Se empleó este procedimiento de contacto ya que muchas de
las potenciales seleccionadas tenían reservas de revelar su identidad o de
hablar abiertamente de sus actividades. Por lo tanto, la ayuda de las mis-
mas feministas para identicar a otras demostró efectividad y, al mismo
tiempo, reveló conexiones entre las participantes, no necesariamente por
lazos de amistad, sino por ser miembros activos de un mismo movimiento
social.
Durante las entrevistas se instó a la participante a realizar una narración
de su experiencia como feminista. Las entrevistadas tuvieron suciente li-
bertad para jerarquizar los hechos y que apareciesen episodios sobresalien-
tes y sucesos sensibles de manera espontánea, los cuales no habrían sido
comunicados con facilidad en caso de conducir una entrevista estructura-
59
Bavoleo y Chaure, “Ciberfeminismo: emergencia y características…”, 137-149.
60
Roberto Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio,
Metodología de la investigación (México, DF: Mcgraw-Hill, 2014).
90
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
da. Para conseguir dichas experiencias se realizaron esfuerzos para generar
rapport, es decir, dentro de los limitados encuentros se intentó estable-
cer una relación de conanza con las feministas. Como la investigadora
es extranjera, de una región y lengua poco familiares para las coreanas,
se intentó minimizar los elementos que generaban distancia y potenciar
aquellos que pudieran construir una sintonía emocional y una relación
empática. Tal fue el caso de la edad cercana de la investigadora respecto de
las entrevistadas y también su propia identidad feminista, lo que estable-
ció una relación simétrica.
Generalmente, se realizaron actividades previas con las entrevistadas:
compartir un almuerzo antes de la entrevista, pasear por los alrededores
del barrio de la participante, reunirse en más de una ocasión y elegir un
entorno aliado al feminismo para realizar la entrevista.
61
Si bien la limi-
tación temporal de la investigación impidió generar rapport a largo plazo,
se hicieron los esfuerzos para generar la atmósfera adecuada que intentara
contrarrestar otros obstáculos insuperables, como el idioma.
Las entrevistas se realizaron en inglés, lo que fue un factor que delimitó
la selección de las participantes. A pesar de que se emplearon métodos
para asegurar la plena comprensión entre entrevistadora y participante,
es necesario señalar el margen de error que pudo surgir al no realizarse un
intercambio directo en la lengua materna de ninguna de las partes. Suma-
do a esto, entre las mismas entrevistadas pueden existir diferentes niveles
de dominio del inglés. Sin perjuicio de lo anterior, durante las entrevistas
se revelaron benecios del inglés como idioma de intercambio; en efecto,
utilizar una segunda lengua durante la narración permitió a las entrevista-
das asumir cierta distancia de los hechos compartidos, lo que favoreció un
acercamiento directo a experiencias personales y sensibles.
61
Una de estas locaciones fue Doing Café, reconocido como un espacio de en-
cuentro feminista y difusión de actividades del movimiento. Véase: Soo-hyang
Choi, “From streets to cafe, feminism in S. Korea expands boundaries”, Yonhap
News, 8 de marzo, 2017. https://en.yna.co.kr/view/AEN20170307006700315
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
91
Caracterización de las entrevistadas y estrategia de análisis
Al momento de la entrevista, las participantes se encontraban realizan-
do sus estudios universitarios o recién ingresando al mercado laboral. El
rango etario fue de mujeres entre 20 y 35 años, lo que conrma la edad
atribuida a esta generación feminista. El principal aspecto en común es la
adhesión de las entrevistadas al movimiento desde 2015-2016, por lo que
sus experiencias como feministas se enlazan a las manifestaciones de los úl-
timos años. Son usuarias activas de redes sociales, a través de las cuales reci-
ben y difunden mensajes sobre la situación de la mujer en Corea del Sur.
Adicionalmente, a excepción de una de las entrevistadas, todas cuentan
con aliación a alguna organización o realizan actividades frecuentes que
representan su adhesión al movimiento. En la tabla 1 se detalla el perl de
las participantes al momento de la entrevista. De este modo, se cuenta con
participantes cuyo rol varía desde acercamientos académicos, artísticos
hasta la aliación a organizaciones activistas.
Tabla 1
Perl de entrevistadas
 Edad Educación Ocupación 
1 20
Suspensión temporal de
estudios
Trabajo de media
jornada
Sin aliación
2 21 Estudiante de pregrado Estudiante
Federación femenina de
estudiantes en la universidad
3 25
Graduada de la
universidad
Trabajo independiente Ex-Femidangdang
4 26
Graduada de la
universidad
Artista visual
Vocera de Grupo de Arte
de Daegu
5 26 Estudiante de postgrado Estudiante Revista académica feminista
6 28 Estudiante de postgrado Estudiante Revista académica feminista
7 29 Estudiante de postgrado Estudiante
Ex-Flaming Femi Action.
Revista académica feminista
8 35
Graduada de la
universidad
Periodista Diario feminista digital
92
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
El análisis discursivo de los testimonios persiguió el posicionamiento
sobre la edicación radical del feminismo, para luego identicar las pro-
pias estrategias empleadas tanto en el ciberespacio como fuera de este.
En el siguiente apartado se presenta el análisis de las narraciones: en una
primera etapa se expone el proceso de identicación feminista y el uso es-
tratégico de la etiqueta “radical”. En una segunda etapa se explora la hete-
rogeneidad expresiva de las activistas estudiadas, para nalmente sopesar
si las prácticas discursivas y performáticas de las participantes disuaden la
edicación homogénea del ciberespacio.
Feminismo radical: una lectura de su doble dimensión
Las experiencias de las entrevistadas presentan patrones comunes que
conrman su aliación a una misma generación feminista. Previamente
a 2015, ya tenían conciencia de la existencia del feminismo, pero lo con-
cebían como una corriente de pensamiento que debía estudiarse, y, solo
una vez que se supiera bastante sobre la materia, tendrían una preparación
suciente para considerar una adhesión.
Por lo tanto, todas señalan la importancia que Megalia y el feminicidio
de la estación Gangnam tuvo en sus procesos personales de identicación
feminista. Mientras Megalia propició la identicación del lenguaje mi-
sógino naturalizado, de manera divertidaen comunidades virtuales, el
crimen de Gangnam fue el detonante que convirtió la conciencia de in-
equidad de género en una motivación para acudir a demostraciones pre-
senciales fuera de la estación de metro. En ese espacio público, las mujeres
comparten entre experiencias personales, cara a cara, según enfatizan
las entrevistadas. “Sé que podría haber sido tú, y tú podrías haber sido
yo” fue uno de los slogans sostenidos en las manifestaciones públicas en
conmemoración a la víctima.
Todas son capaces de recordar el día exacto del incidente, pues identi-
can el acontecimiento que fue punto de inexión para concebir al femi-
nismo como praxis política y no solamente como una materia académica
de estudio.
[Fuera de la estación Gangnam] había muchas mujeres llorando y compar-
tiendo sus experiencias personales de violencia (sexual). Fue un momento
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
93
asombroso porque mi historia y la de ellas eran en realidad la misma. En ese
momento me di cuenta de que no era solo un problema personal. Por ese
incidente pude ver a la sociedad con otros ojos y, desde ese momento, me
convertí en feminista. (Entrevistada 5, 19 de octubre de 2019).
62
Construimos una memoria colectiva que puede hacer que te des cuenta del
dolor de los demás. Después de ese accidente, se iniciaron muchas activida-
des feministas en Corea. (Entrevistada 4, 17 de noviembre de 2019).
Estos testimonios conrman lo señalado por Lee, a través del crimen
de Gangnam, los problemas y experiencias de las mujeres, considerados
íntimos, fueron discutidos en el espacio público e instalados como asunto
político.
63
Esto marca el inicio de un proyecto feminista de justicia social
orientado a la reivindicación de los derechos de las mujeres, que propone
una reconstrucción de la sociedad coreana. Se pone en marcha un proceso
de desmantelamiento de privilegios “invisibles”, que será concebido como
radical y traerá ansiedad e incomodidad a aquellos que ostentan dichos
privilegios.
Ejemplo de este nuevo proyecto social son las agrupaciones detrás de
manifestaciones y performances por el feminicidio en Gangnam y que,
posteriormente, formaron organizaciones activistas. Dos de las ocho en-
trevistadas pertenecieron a este tipo de grupos: Femidangdang
64
(페미당
) y Flaming Femi Action (불꽃 페미 액션), cuyo principal curso de
acción fueron las manifestaciones oine.
62
Todos los fragmentos de las entrevistas son traducciones propias del original
en inglés.
63
Nayoung Lee, 여성혐오와 젠더차별, 페미니즘: ‘강남역 10 출구
중심으로 [Misogyny, Gender Discrimination, and Feminism: A Feminist Pro-
ject of Social Justice surrounding the Gangnam Station 10th Exit]. 문화와
[Culture and society] 22 (2016):147-186. 22 (2016): 147-186 https://doi.
org/10.17328/KJCS.2016.22..004
64
Combinación de las palabras coreanas femi (페미), de “feminismo”, y dangda-
ng, que proviene de dangdanghada (당당하다): digno, justicable, conable”.
Así, femidangdang es un neologismo que busca dar vigor y dignidad al rol de las
feministas, quienes no deben mantenerse “sumisas”.
94
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
Megal, womad, feminista
De acuerdo a las entrevistadas, denominaciones como kkolfemi
65
(꼴페
) se hicieron comunes en discusiones online. Frecuentemente, recibie-
ron con preocupación la pregunta “¿eres una megal o womad?”, por parte
de cercanos a quienes demostraran signos de identicación feminista. En
medios de comunicación el nombre “radical” también fue frecuentemen-
te asociado al feminismo, lo que ayudó a intensicar esta imagen.
[En la sociedad] piensan que eres una feminista radical. Creo que no cono-
cen muy bien las diferencias dentro del feminismo coreano. Amigos me so-
lían preguntar “¿eres una womad” o decir “no quiero que te conviertas en
una womadincluso si conrmo que no soy miembro. (Entrevistada 7, 7 de
noviembre de 2019).
En el “mundo de los hombres” ser una feminista signica que eres una megal
o womad y que odias a los hombres. Y debido a la “guerra de los géneros”, la
gente piensa que el feminismo es muy radical o agresivo. (Entrevistada 2, 1
de diciembre de 2019).
A pesar de esta asociación ‒que supone una equivalencia entre los con-
ceptos: feminismo, feminismo radical y megal / womad,‒ se distinguen
dos dimensiones cuando se habla del feminismo radical: una que apunta
a la apreciación externa y homogénea del movimiento y otra que reere a
una subdivisión interna del feminismo, al ser un movimiento con tenden-
cias diversas de acuerdo a las prioridades que denen sus participantes.
Respecto a la segunda dimensión, las entrevistadas distinguen al femi-
nismo radical como una tendencia opuesta a otros tipos de feminismo,
siendo la otra más importante el interseccional. Esta última postura se une
a otros movimientos sociales de sectores oprimidos en la sociedad corea-
na, como el movimiento LGTBQ+ o de inmigrantes, pues se preocupa
por la intersección de las zonas de opresión. El feminismo radical, en cam-
bio, enfatiza a la mujer como sujeto político de lucha y prioriza asuntos
que le atañen. Más aún, existe un área del feminismo radical que destaca
65
De acuerdo con las entrevistadas, es una expresión que reere a “feministas ra-
dicales y extremas”. Se trata de un término ofensivo, entendido como un insulto y
utilizado comúnmente por antifeministas.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
95
únicamente la experiencia de la mujer biológica, por lo que se opone a la
inclusión de las mujeres trans como parte del movimiento feminista.
Este último tipo corresponde a la variante TERF que, como se revisó en
apartados anteriores, es prevalente en redes sociales y asociada a la comu-
nidad de Womad. Según las entrevistadas, es difícil establecer una relación
clara entre el discurso feminista radical transexcluyente con una organi-
zación en particular. Aunque casi la mayoría de las TERF se maniestan
de manera anónima en Internet, no todas aquellas con un ID incógnito
comparten tal posición, ya que es una herramienta usual de protección
de identidad.
En particular, ninguna de las entrevistadas se identicó como TERF,
principalmente, porque la reconocen como una tendencia reduccionista
y propulsora de un discurso transodiante: “[Las TERF] argumentan que
las mujeres biológicas tienen experiencias diferentes a las de las mujeres
trans, por lo que no pueden tolerar ni solidarizar con ellas” (Entrevistada
6, 19 de octubre de 2019). “[Las TERF] promueven discursos de odio
hacia las mujeres trans, tales como ‘ellas no son mujeres reales’ o ‘solo per-
petúan los roles de género’ (Entrevistada 3, 1 de noviembre de 2019).
Por el contrario, la mayoría se identicó como feminista interseccional,
mientras que otras no consideran relevante realizar esa distinción. Pero
todas concuerdan que TERF e interseccionales mantienen constantes
confrontaciones en espacios online, sobre la posición de mujeres trans y
otras disidencias sexuales y de género en el movimiento feminista. De esta
manera, se instala un debate que desencadena cyberbullying mutuo y la
fragmentación en grupos que se conciben como “bandos opositores”.
¿Dónde está el límite entre ellas? [interseccional y TERF] No lo sé. Cuan-
do vi el conicto, pensé que estaba muy equivocado. No deberíamos pelear
entre nosotras, debemos discutir juntas acerca de la estructura completa del
sistema. Porque el feminismo no es solo acerca de las mujeres. (Entrevistada
1, 30 de noviembre de 2019).
Al denunciar un sistema social que requiere una reestructuración, el
testimonio de la entrevistada 1 propone la expansión del feminismo a
preocupaciones que todavía no han sido planteadas en las comunidades
virtuales, cuya agenda principal ha sido la violencia hacia la mujer (con
96
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
tendencias que exaltan la biología de esta identidad). Esto no sugiere la
irrelevancia de atender problemáticas locales como las cámaras ocultas,
más bien propone la necesidad de problematizar el género y ver sus inter-
secciones con estructuras tradicionales de la sociedad coreana, como: el
capitalismo, el militarismo de la sociedad y el heterosexismo.
66
Todas las feministas son radicales
Aunque las diferencias internas del feminismo son tratadas como obs-
táculos por las mismas entrevistadas, consideran que aún no producen
un cambio signicativo en la apreciación homogénea que los medios y la
sociedad tienen del movimiento. En otras palabras, desde una apreciación
externa “todas las feministas son radicales”.
Las participantes concuerdan en que el feminismo en Corea debe ser
radical, en su acepción como poder transformador social que debe tener
efectos a corto plazo. No obstante, no tienen muy claro por qué su iden-
tidad feminista resulta tan “radical”, en un sentido negativo, y cuestionan
las razones de esa etiqueta:
¿De qué manera somos radicales? ¿Conoces a las sufragistas? En Reino Uni-
do las mujeres protestaron por el derecho a voto y pusieron edicios en lla-
mas. Este es mi punto de vista, pero no creo que exista nada así de violento
aquí [en Corea]. Pero la gente piensa que somos egoístas, no por nuestras ac-
tividades, sino porque nuestra manera de pensar está dañando a la sociedad.
“¿No te quieres casar? ¿No quieres tener una familia o hijos? ¿Por qué?” El
problema es que algunas personas están todavía atrapadas en pensamientos
tradicionales. Arman que cada uno tiene sus propios problemas, así que no
hay necesidad de presentar algunos problemas como “solo de las mujeres”,
porque todos los tienen. Entonces nos piden: “por favor, no hagan proble-
mas, no sean tan sensibles”. (Entrevistada 8, 17 de diciembre de 2019).
Existe un discurso llamado Hell Joseon, en el cual la generación joven admi-
te que Corea es una sociedad en la que es realmente difícil vivir. (...) [Los
hombres] piensan que, últimamente, las mujeres están siendo muy egoístas,
porque también son víctimas de esta difícil sociedad. Ellos hacen el servicio
militar y las mujeres no. Nosotras tenemos más tiempo para estudiar, enton-
ces, ¿cuál es nuestro real problema?” (Entrevista 6, 19 de octubre de 2019).
66
Choo, “The Spread of Feminism…”, 477-500.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
97
A partir de estos testimonios, se detecta que la “radicalidad” percibida
se debe al cuestionamiento de las feministas hacia la legitimidad social.
Esto concuerda con lo sostenido por Kim, el radicalismo del movimiento
sería construido por la propia sociedad del contexto histórico que lo ve
surgir y, al mismo tiempo, es un reejo de las instituciones y tradiciones
de su tiempo, pues, al cuestionarlas, las feministas se vuelven radicales.
67
En este sentido, la opción de una vida sin hijos y dedicada al trabajo, las
volvería responsables de problemas sociales como el decrecimiento de la
población.
En consecuencia, una feminista radical es percibida como una “mala fe-
minista”, pues es “demasiado intensa y sensible” o se muestra “demasiado
enojada”, según comentarios comunes que las entrevistadas han recibido.
Una de ellas resume el estereotipo de una mala feminista: “mujeres enfa-
dadas que odian a los hombres y demandan privilegios y derechos solo
para ellas, en el contexto de una sociedad ya bajo presión” (Entrevistada 6,
19 de octubre de 2019).
De esta manera, las demandas del actual resurgimiento feminista no
son identicadas como reivindicaciones por la equidad de género. Por
el contrario, se interpretan como reclamaciones de un grupo radical que
no repara en las problemáticas derivadas de la constante competencia por
entrar a una universidad prestigiosa, conseguir un buen trabajo y asegu-
rar una vivienda. Por ello, aun cuando el movimiento feminista busque
concretar un proyecto de justicia social, no ha sido legitimado como tal.
Para las entrevistadas, su resistencia más inmediata son los antifeminis-
tas, en su mayoría hombres jóvenes, que distinguen a las participantes de
la actual generación como “malas feministas”, pues sus métodos de lucha
no son propios de activistas que efectivamente busquen la equidad de gé-
nero. Esto coincide con el discurso neomachista promovido por
성연대 (Solidaridad de Nuevos Hombres), que arma solo oponerse el
feminismo coreano por su radicalidad, argumento que en realidad estaría
“blanqueando una misoginia” aún prevalente.
68
67
Bo-myung Kim, “급진 페미니즘” [Radical Feminism], 158-178.
68
Chica-Morales y Martín Casares, “El discurso neomachista…”, 193-207.
98
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
En este contexto, las entrevistadas recuerdan una expresión usada onli-
ne como respuesta a esta apreciación: “feminismo aprobado por oppas
69
(오빠가 허락한 페미니즘). Las feministas usaron esa expresión para
rechazar las características que una “auténtica” activista debía poseer: ser
agradable en la difusión de sus consignas y mantenerse alejada del discur-
so de odio de Megalia y Womad.
Creo que el feminismo “aprobado por oppas” es como los hombres quieren
que sea el feminismo. Preeren que les hagamos entender el feminismo sin
ninguna lucha. Creo que el problema de esta visión es que no entienden la
rabia. Intentan comprender el problema estructural del sexismo, pero no la
experiencia. Por lo tanto, es así: “entiendo que existe sexismo y misoginia,
pero, ¿por qué tienes que estar tan enfadada?” (...) A veces intento ser amable
para convencer a otros, pero en una lucha política no creo que tenga que ser
una persona agradable, porque las expresiones misóginas no son agradables
y ese es el lenguaje de los hombres. (Entrevistada 7, 7 de noviembre de 2019).
Frente a esta generalización homogénea de radicalidad, las entrevista-
das preeren aceptar esta construcción y ser percibidas como una “mala
feminista” en lugar de una “aprobada por oppas”. Aun cuando ninguna
se identique como una feminista radical ‒según la segunda dimensión
identicada (TERF)‒ preeren no expresar abiertamente su desacuerdo
y, al mismo tiempo, no exponer fragmentaciones internas del movimien-
to:
Se sigue usando megal o womad [como ofensa], por lo que algunas feminis-
tas dicen: “sí, llámame megal” de forma sarcástica. (...) A veces las mujeres no
quieren que las llamen megal o womad por el estigma [radical], pero, en mi
caso, ya no me importa. (Entrevistada 1, 30 de octubre de 2019).
No me gustan [las TERF], pero no quiero decirlo delante de los hombres,
porque estamos luchando juntas. (Entrevistada 7, 7 de noviembre de 2019).
La denominación general de feminista radical, correspondiente a la
primera dimensión antes distinguida, es aceptada por las entrevistadas;
69
Oppa es la forma en que las mujeres llaman a sus hermanos mayores, su uso
también se extiende a relaciones cercanas o de mayor familiaridad entre mujeres
y hombres. Por ejemplo, para referirse a amigos o una pareja amorosa, cuando el
hombre es el de mayor edad.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
99
consienten esta identidad que será advertida y, por lo mismo, logrará tener
impacto en el patriarcado. Además, al mismo tiempo que aceptan cier-
ta radicalidad, expresan oposición a las expectativas de comportamiento
que una activista debiese cumplir para luchar por la equidad de género.
Aunque no sea un término que represente sus posturas feministas parti-
culares, las entrevistadas interpretan la etiqueta como reejo del impulso
transformador del movimiento y una resistencia al discurso neomachista.
Sin embargo, con frecuencia, este uso estratégico no es percibido exter-
namente y se vuelve una práctica discursiva provocadora solo entre las fe-
ministas que comparten los mismos códigos de lectura. En consecuencia,
la comunidad cerrada del ciberespacio es todavía sostenida
70
para asegurar
la existencia del movimiento como un colectivo unido. Y la postura inter-
seccional a la que adhieren las entrevistadas ‒capaz de establecer alianzas
más allá del binarismo sostenido entre la división del adentro (feministas
del reboot) y el afuera (hombres antifeministas) de la comunidad‒ aún no
adquiere visibilidad como discurso.
Prácticas feministas más allá del ciberespacio
En este apartado, se presentan prácticas que componen el espectro
generacional del reboot. Al tratarse de un estudio de caso, se valoran los
testimonios que exponen una variedad de expresiones, no necesariamen-
te excluyentes entre sí. No obstante, las narraciones revelan identidades
feministas fuera del ciberespacio, determinadas por niveles de anonimato
en su expresión ‒debido al dilema de comunicar una identidad etiquetada
como radical‒ y también por la decisión de aliarse a algún tipo de organi-
zación o actividad feminista.
Femidangdang y Flaming Femi Action: feminismo en el
espacio público
Las entrevistadas 3 y 7 fueron miembros de Femidangdang y Flaming
Femi Action, respectivamente. Estas organizaciones, formadas en 2016,
70
Lee, “La urbanización digital…”, 175-190.
100
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
dirigieron manifestaciones y performances signicativas para esta nueva
generación. Ambas jóvenes manifestaron su aliación feminista de ma-
nera pública y colaboraron en proyectos comunes, a pesar de pertenecer
a grupos diferentes.
Las participantes asumen un rol activista durante las manifestaciones
a propósito del feminicidio de Gangnam. Junto a un grupo de amigas, la
entrevistada 3 organizó una performance
71
en conmemoración de la vícti-
ma, por lo que deciden continuar y adoptar el nombre de Femidangdang.
Por su parte, la entrevistada 7 se une a Fleming Femi Action.
Femidangdang cuenta con 13 personas y no acepta nuevos miembros,
pues se mantiene como un grupo íntimo de amigas y compañeras activis-
tas. Juntas han organizado actividades de libre participación: seminarios,
charlas, colaboraciones en festivales queer, manifestaciones y performan-
ces. Por su parte, Flaming Femi Action es una agrupación que admite
miembros y funciona a partir de donaciones. La organización del colec-
tivo se realiza a través de Kakao Talk, con más de 100 miembros, y un co-
mité general que se reúne semanalmente, además de subgrupos en torno
a una actividad común: grupos de lectura feminista, cocina vegana, entre
otros. Sus miembros asumen roles según las labores que les interesan. En
el caso de la entrevistada 7, se encargaba de las estrategias de comunica-
ción. Adicionalmente, ambas organizaciones cuentan con redes sociales
72
en las que difunden sus actividades y opiniones, y, en el caso particular de
Flaming Femi Action, también poseen una página web.
73
71
En esta performance, organizada y difundida a través de Facebook, las partici-
pantes se vistieron de negro y caminaron silenciosamente, sosteniendo un espejo
con una cinta atada en la parte superior. El espejo simbolizaba el usual retrato de
los fallecidos utilizado en funerales. El objetivo era demostrar cómo la víctima
podría haber sido cualquier mujer, cada vez que alguien se reejara en el espejo.
72
Femidangdang se encuentra en Twitter y Facebook con el usuario @femidang-
dang. Flaming Femi Action utiliza Instagram (@aming_feminist_action) y Twi-
tter (@aming_femi).
73
http://action.or.kr/
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
101
Cada grupo determinó sus prioridades y Femidangdang se distinguió
por su voluntad de convertirse en personalidades públicas del movimien-
to. Por lo mismo, revelaron sus identidades y se concentraron en construir
mensajes que permanecieran en la memoria de la sociedad.
74
En esta in-
cursión pública abandonaron el lugar “seguro” del ciberespacio.
Siempre estábamos abiertas a entrevistas y opinábamos bajo nuestros nom-
bres. Así que la prensa solía llamarnos, porque nos conocían y podían con-
seguir las impresiones que necesitaban. Las feministas anónimas no podían
darles eso. (Entrevistada 3, 1 de noviembre de 2019).
Flaming Fire Action no tuvo una exposición individual de sus miem-
bros de manera explícita, pero sí metas bastante similares: la creación de
manifestaciones llamativas que generaran un impacto inmediato. De este
tipo de acciones proviene su adherencia a la campaña #RemoveTheCor-
set y la realización de performances como la exposición de pechos.
75
La
entrevistada 7 sostiene: “No soy un miembro de Womad, pero, frente a
los ojos de los hombres, mostrar mis pechos no es diferente de Womad”.
Incluso arma un alfabetismo performático,
76
en el cual localizan reperto-
rios de protestas previas en un contexto cultural nuevo que las conceptua-
74
Se enfocaron especialmente en la lucha por la despenalización del aborto, para
la que realizaron una performance como parte del proyecto internacional de Wo-
men on Waves, asociación holandesa que ayuda a las mujeres a tener un aborto
seguro. Femidangdang reunió a 125 mujeres con el n de que todas tomaran una
pastilla al mismo tiempo, asegurando que una de estas era una auténtica pastilla
abortiva. Con las 125 mujeres, buscaban representar la cantidad de abortos que
ocurren en Corea cada 1 hora. Si bien el aborto era ilegal en ese entonces, al no po-
der probarse cuál mujer era la que estaba ingiriendo la pastilla auténtica o si entre
el grupo hubiese alguna embarazada, la performance no fue punible.
75
Esta performance fue realizada fuera de las ocinas de Facebook, luego de que la
red social censurara fotografías en donde integrantes del colectivo aparecían con
su torso descubierto, durante un festival de menstruación femenina.
76
Marcela Fuentes, “Performance, política y protesta”, ¿Qué son los estudios de
performance?, accedido el 1 de agosto de 2022, https://scalar.usc.edu/nehvectors/
wips/performance-poltica-y-protesta/
102
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
liza como radicales: “Pienso que nuestras ideas son bastante simples y (de
un feminismo) clásico (…) muchas de las acciones que hicimos ya fueron
realizadas antes. Durante la década de los 70, en EE.UU. o en otros países,
mostrar los pechos fue común”.
En su transgresión a la legitimidad del orden social, ambas se convierten
en objetivo de cyberbullying y aislacionismo social. Por tal razón, fuera de
los contextos en que expresan su personalidad activista, se desenvuelven
diariamente dentro de sus comunidades feministas; la persona pública,
que busca ampliar el discurso feminista a través de alianzas con el movi-
miento LGTBQ+, se resguarda en círculos seguros. A pesar de identicar
la despenalización del aborto y el endurecimiento de penas por crímenes
molka como logros directos de su activismo, también encuentran obstá-
culos para perpetuar esa identidad escindida entre activista y profesional
que pronto deberá incorporarse al mundo laboral.
La instrumentalización feminista de la vida laboral
Las entrevistadas 4 y 8 practican el feminismo en los contextos ofre-
cidos por sus profesiones. Ambas conciben la identidad feminista como
un compromiso vital, por lo tanto, a diferencia de las activistas del caso
anterior, ofrecen una solución para conciliar el mundo laboral y su prác-
tica política: instrumentalizan la actividad económica que les da sustento.
En otras palabras, ambas construyen un espacio de resistencia dentro del
neoliberalismo, en actividades que parecen poco lucrativas.
La entrevistada 4 es una artista visual y sobreviviente de violencia se-
xual. En un principio, la joven se enfocó en expresar su propia experiencia
de violencia de la que no pudo obtener una reparación judicial. Progre-
sivamente, sus obras construyeron un activismo que expone su posición
política frente a la inequidad de género:
Mientras hacía obras, mi mente estaba realmente en paz y me sentía poderosa
con las imágenes que dibujaba. Tomar fotografías o hacer videos también
me ayudaba a repensar mi caso, era una especie de ciclo. Al principio pensé
que era un tipo de cura, pero después se convirtió en el principal medio que
utilizaba para expresar mis pensamientos a la sociedad. (Entrevistada 4, 17
de noviembre de 2019).
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
103
La artista expande sus temáticas y da a conocer historias particulares de
diversas minorías que han sufrido violencia, pero no pueden narrar sus
historias personalmente. Su trabajo se convierte en un ejercicio político
interseccional que representa a diferentes tipos de mujeres: queer, refu-
giadas y las víctimas de la esclavitud sexual del ejército japonés, también
llamadas “mujeres de consuelo”. En consecuencia, la artista presenta su
obra como un punto de partida para quienes tengan interés en las “histo-
rias perdidas” del feminismo.
Por su parte, el instrumento utilizado por la entrevistada 8 es su tra-
bajo como periodista en el diario ILDA, un medio digital independiente
y feminista. En la versión en inglés de su página web,
77
el diario declara
su misión en cuatro puntos: “Escribimos una nueva historia de mujeres.
Hablamos de los derechos humanos desde el punto de vista de las mujeres
y las minorías. Producimos un discurso feminista diverso y en continua
expansión. Nos desarrollamos utilizando la comunicación y la participa-
ción democrática”.
A través de sus artículos, la periodista se propuso mejorar la imagen
del movimiento feminista desde diferentes ámbitos, lo que demuestra una
conciencia crítica de la generación. Por tal razón, la entrevistada exhibe
las variedades del espectro feminista, especialmente, aquel feminismo que
no aparece en la prensa tradicional. Pues esta última, según su opinión,
refuerza estereotipos o insiste en la narrativa de “guerra de géneros”, lo
que fortalece una imagen negativa del feminismo:
Estoy tratando de arreglar algunos problemas de los medios mainstream,
pues creo que no se preocupan por lo que es realmente el feminismo, sim-
plemente eligen temas muy polémicos y declaran fácilmente: “la guerra de
géneros está ocurriendo en Corea”, pero no intentan escribir por qué está
ocurriendo y qué deberíamos hacer para solucionarlo. Solo dicen “mujeres
y hombres jóvenes se pelean” y eso es todo. (Entrevistada 8, 17 de diciembre
de 2019).
Debido a que la difusión de un diario independiente digital no es com-
parable con la prensa mainstream, no es posible asegurar un impacto sig-
nicativo en la percepción del feminismo a partir de la labor de la entrevis-
77
Véase: http://ildaro.blogspot.com/p/about-us.html
104
Revista Internacional de Estudios Asiáticos,
Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
tada. No obstante, la periodista se mantiene optimista por la persistencia
activista: “[Por entrevistas] he conocido a muchas personas que intentan
formar parte del nuevo feminismo. No se limitan a sentarse y a quejarse
porque ‘la situación es muy mala, no se puede hacer nada’. Realmente
están trabajando para cambiar las cosas” (17 de diciembre de 2019).
A pesar de no elegir una aliación a una agrupación activista, ambas
participantes tampoco han mantenido una identidad feminista limitada
al espacio íntimo. A través de sus profesiones, entendidas como instru-
mentos feministas, persiguen prácticas con efecto político a largo plazo.
Con este camino de acción, las entrevistadas se convierten en “mediado-
ras” entre el reboot y el resto de la sociedad.
Feminismo de sobrevivencia en el neoliberalismo
La entrevistada 1 no presenta ninguna aliación a organizaciones, ni
participa en alguna actividad feminista. Es una trabajadora a medio tiem-
po cuya meta es obtener el dinero suciente para reanudar sus estudios
universitarios. A través del feminismo encontró herramientas para la reso-
lución de problemas personales, principalmente, relacionados a la presión
que sufría por no “ser lo sucientemente femenina” ni expresar una fe-
minidad hegemónica propia de una sociedad heterosexista. Sin embargo,
una adhesión feminista de este tipo ‒que permite identicar opresiones
personales‒ podría interpretarse como una primera etapa, a partir de la
cual una práctica activista o instrumental no están aún descartadas.
La joven creó un espacio social feminista, seguro y alejado de las ma-
nifestaciones públicas vinculadas a la imagen radical: “Para mí, lo más
importante es la sensación de que no estoy sola. Si no tuviera amigas femi-
nistas dejaría de serlo”. No obstante, a pesar de su nula participación en
actividades colectivas, sí se ha visto afectada por el rechazo de sus antiguos
círculos sociales, pues es percibida de la misma manera que las feministas
que siguen una vía activista directa.
En consecuencia, la joven representa a un grupo ‒probable-
mente mayoritario‒ que sigue el movimiento de manera pasiva, desde
las discusiones en Internet, y que interpreta al feminismo como una
herramienta de sobrevivencia personal. Sin embargo, a pesar de habitar
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
105
el ciberespacio, la participante se muestra en desacuerdo con la postura
biologicista y tiene interés por el ecofeminismo y las perspectivas antica-
pitalistas. Por lo que, igualmente, se identica con proyectos políticos que
promueven cambios sociales profundos.
En particular, la entrevistada considera que la desigualdad, la compe-
tencia profesional y laboral en la sociedad coreana son problemas estruc-
turales profundos, que impiden demandar a todas las mujeres un rol pú-
blico y activo a favor del movimiento social.
El mayor obstáculo [para la difusión del movimiento feminista en la socie-
dad coreana] es que tenemos demasiado trabajo. Creo que las mujeres no
tienen tiempo para prepararse o pedir por una vida mejor, porque sobrevivir
hoy ya es demasiado. Lo importante ahora es terminar un día a la vez. (Entre-
vistada 1, 30 de noviembre de 2019).
Los factores tras esta postura se encuentran en las propias condiciones
actuales de la joven: trabaja en dos lugares, sin mucho tiempo de recrea-
ción y con la incertidumbre de si podrá retomar sus estudios universi-
tarios. En consecuencia, la entrevistada identica al propio orden social
neoliberal como el obstáculo para una articulación feminista que supere
la homogeneidad radical. Mientras que su propia expresión íntima e indi-
vidual, a pesar de ser consciente y crítica de la misma, maniesta el camino
que han seguido muchas “jóvenes-jóvenes” feministas.
Conclusión: hacia una articulación heterogénea del
feminismo
Este trabajo propuso exhibir la diversidad discursiva de la actual gene-
ración feminista, reducida a una etiqueta “radical” que brinda una valo-
ración negativa y asociada a la violencia, misandria, irracionalidad y un
impulso destructivo por parte del movimiento. A través de la indagación
de las experiencias de mujeres feministas en Corea del Sur, se propone una
doble lectura que las participantes hacen del feminismo “radical”: una di-
mensión que reere a la perspectiva externa social, por la cual las entrevis-
tadas son llamadas radicales, megal o womad. Y una segunda dimensión
que reere al feminismo radical como una tendencia entre las existentes,
la que se ha manifestado en una variante transexcluyente (TERF) y en
disputa con la perspectiva interseccional.
106
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Vol. 2(1): 72-114, Enero-Junio 2023.
La apreciación radical generalizada del movimiento omite esta diferen-
cia conceptual, construyendo una visión homogénea. Esto, desde la pers-
pectiva de sus activistas, oculta la fragmentación interna del movimiento,
proyectando la imagen de un colectivo organizado y en crecimiento. Pero,
al mismo tiempo, ha invisibilizado otras posturas interseccionales, capaces
de establecer lazos con otros movimientos sociales o también dilucidar
las imprecisiones conceptuales en torno al feminismo, un problema que
merma su amplia difusión.
Frente a estas dos dimensiones del feminismo radical, las entrevistadas
adoptan una posición estratégica, pues perciben que la distinción concep-
tual no es relevante para aquellos no familiarizados con el movimiento.
Por lo tanto, a pesar de no considerarse TERF, aceptan la etiqueta “ra-
dical” general que les es adjudicada, ya que les provee el lugar necesario
para actuar y “resistir” frente el orden social patriarcal y al discurso neo-
machista de organizaciones antifeministas emergentes. Sin embargo, se
observa que esta práctica discursiva estratégica legitima la homogeneidad
e incluso refuerza un entendimiento binario de la sociedad, entre feminis-
tas y antifeministas (hombres jóvenes). En consecuencia, la apreciación
radical limita las posibilidades del movimiento feminista para demostrar
el desarrollo y la complejidad de sus posturas.
Este trabajo reconoce el rol esencial del ciberfeminismo para la expan-
sión del movimiento surcoreano, pues ha instaurado la discusión feminis-
ta y sus demandas en el espacio oine, inuenciando la agenda pública.
78
Tal fue el caso de la campaña presidencial del 2022, que sostuvo al femi-
nismo como un punto de debate ‒lo que demostró la vigencia de su apre-
ciación radical‒, para apelar a un sector votante en especíco: hombres y
mujeres jóvenes.
Sin embargo, diagnósticos de la generación del reboot identican la
necesidad por superar la tendencia feminista neoliberal, encarnada en
el ciberfeminismo radical, que sustenta un discurso unicado en la eli-
minación de los obstáculos que solo afectan a la mujer como sujeto in-
dividual.
79
Frente a ello, el estudio testimonial de feministas distinguió
78
Bavoleo y Chaure, “Ciberfeminismo: emergencia y características…”, 137-149.
79 Choo, “The Spread of Feminism…”, 477-500.
Janice Tapia Silva | El
reboot
feminista de Corea del Sur
107
prácticas conscientes de las inequidades estructurales y una voluntad por
proponer críticas sociales de los roles de género. Queda aún por determi-
nar si tales activistas que conforman proyectos políticos interseccionales
o que instrumentalizan sus espacios laborales serán experimentos signi-
cativos, pero volátiles, o verdaderos indicios de un proyecto feminista
sustentable de justicia social.
Bibliografía
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democratización en Corea del Sur”. Estudios Internacionales 164
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(2019): 137-149. http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1909-
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Chica-Morales, Patricia y Aurelia Martín Casares. “El discurso
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Nuevos Hombres) en el ciberespacio: su difusión entre los jóvenes
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