The age perception of Gisaeng women,
according to Han Jae-rak,
in 19th century Korea
La percepción de la edad de las mujeres Gisaeng, según Han Jae-rak,
en la Corea del siglo XIX
Irene Núñez Delgado
Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo, Universidad de Málaga. Área de Estudios de Asia Oriental. Málaga, España.
irenenunezdelgado@gmail.com
Resumen: Desde su origen en el siglo XIV hasta su final en el siglo XIX, la Dinastía Joseon se identifica como uno de los periodos más importantes de la historia de Corea. En este contexto, destaca el papel de las gisaeng, mujeres que pertenecían a la clase más baja de la sociedad (cheonmin), las cuales se dedicaban al entretenimiento de los hombres de la clase más alta (yangban) a través de su conocimiento en artes.
Este estudio presenta una investigación sobre la percepción de la edad de las mujeres gisaeng, utilizando como fuente primaria el libro “녹파잡기” (Nokpajapgi). Este es una recopilación de registros sobre las gisaeng más destacadas de la región de Pyongyang a principios del siglo XIX, elaborados por el autor Han Jae-rak, un hombre yangban de la época. Para su análisis, se ha llevado a cabo un trabajo de traducción del coreano al castellano, puesto que no existía una traducción previa de estos registros al español. La traducción de “녹파잡기” aporta un carácter innovador a este estudio, introduciendo estos registros al público hispanohablante, con el objetivo de iniciar nuevas líneas de investigación de este libro en castellano.
Palabras clave: Mujeres, Feminismo, Partido de la Mujer, Corea del Sur, Género.
Abstract: This paper studies the emergence and characteristics of the Women’s Party (여성의당) in South Korea, founded in March 2020. The aim of this article is to inquire on the treatment of gender issues from the institutional-electoral field. The proposed approach contextualizes the new party in the broad social framework of gender demands, the participation of women in the political system and the development of the feminist movement, especially cyberfeminism. For data collection, journalistic information, specialized literature and a selection of websites were used, including the party’s official website, https://www.womensparty.kr/, The Women’s News and databases. It concludes by arguing that the creation of the Women’s Party arises in the context of the lack of response to the historical claims of women, that it is supported by the growth of the feminist movement and that it emerges as an innovative and creative element in a traditional political system.
Palabras clave: Women, Feminism, Women’s Party, South Korea, Gender
Citar como: Núñez Delgado, I. (2023). La percepción de la edad de las mujeres Gisaeng, según Han Jae-rak, en la Corea del siglo XIX. Revista Internacional de Estudios Asiáticos, 2(2), 191-211. DOI 10.15517/riea.v2i2.52444
Fecha de recepción: 12-09-2022 | Fecha de aceptación: 03-12-2022
Introducción
El presente artículo se centra en la percepción de la edad de las gisaeng (기생) en la región de Pyongyang (actualmente situada en Corea del Norte) a finales de la dinastía Joseon. Su objeto de estudio son los registros recopilados en el libro “녹파잡기”1 (Nokpajapgi), de Han Jae-rak, originalmente redactado en chino, como numerosas fuentes coreanas de la época. Para ello, se ha procedido a la traducción del coreano al español de la obra mencionada, tomando como base el volumen traducido al coreano por Ahn Dae-gye (안대회)2, publicado por la editorial 휴머니스트 en el año 2017. La traducción que se ha llevado a cabo del libro de Han Jae-rak ha permitido desarrollar un análisis en profundidad del contexto donde las gisaeng se desenvolvían durante la dinastía Joseon.
Destacada por establecer una sociedad fuertemente jerarquizada, la dinastía Joseon se encontraba generalmente dominada por los hombres de la élite, denominados yangban (양반). Además, la imposición del pensamiento neoconfuciano como ideología estatal potenció esta tendencia al dominio de los funcionarios y aristócratas. Desde la adopción de dicha ideología de estado en el establecimiento de la Dinastía Joseon, la sociedad experimentó grandes cambios a medida que el gobierno impuso una normativa que seguía el modelo confuciano de patriarcado y patrilinealidad. Aunque ciertos elementos del confucianismo ya existían antes de esta dinastía, fue en el inicio del periodo Joseon cuando el neoconfucianismo se adoptó como ideología oficial, acompañado de una reorganización de la estructura social coreana. Estos cambios ocurrieron a través de un proceso gradual, que dio lugar a efectos adversos para las mujeres, especialmente en las élites, puesto que se vieron privadas de privilegios rituales, económicos y sociales.
En medio de esta sociedad patrilineal, destaca el papel que interpretaban las gisaeng. Estas eran mujeres que se dedicaban a dar entretenimiento a los hombres de las clases más altas con sus habilidades en las artes y otras prácticas. Siendo mujeres esclavas que pertenecían a la clase más baja de la sociedad, es destacable cómo las gisaeng eran instruidas para que se movieran con soltura en la esfera masculina de los yangban. En este contexto, los registros recopilados en el libro “녹파잡기”, se sitúan como fuente primaria esencial para conocer en profundidad la visión que tenían estos hombres yangban de las gisaeng y su percepción de la edad y el paso del tiempo. A su vez, la introducción de fragmentos traducidos de este libro, presentados en el artículo, aportan a este estudio un carácter innovador, puesto que no existe ningún trabajo anterior de traducción al español de la obra “녹파잡기”. Además de incluir un estudio en castellano de este libro, no realizado anteriormente, se introducirán estos registros al público hispanohablante.
El autor: Han Jae-rak
En este artículo, se ha llevado a cabo el análisis de la obra “녹파잡기”, una serie de registros redactados por el autor Han Jae-rak (한재락) a principios del siglo XIX, con el objeto de profundizar en el papel de las gisaeng. En este volumen, el autor Han Jae-rak realiza una recopilación de historias de las gisaeng más destacadas de Pyongyang, región muy importante en el desarrollo de la actividad de estas mujeres en la península coreana del momento. El libro está basado en la propia experiencia del autor, por lo que resulta fundamental analizar su biografía, lo que dará las claves para entender qué entornos frecuentaba y las experiencias que dieron sentido a su obra.
Han Jae-rak, que publicó bajo el seudónimo Jeongwon, nació en la provincia de Kaesong (개성), al Norte de Corea, antes del año 1780. Su fecha de nacimiento está sin confirmar, por lo que se estima a partir de los registros de la edad de sus hermanos. Su familia era considerada una de las más ricas de la región, propietaria de un gran campo de plantación de ginseng, planta medicinal de gran importancia y tradición en Corea. En términos de riqueza, académicos y conexiones personales, su familia actuó como una de las más prestigiosas de Kaesong. Como se ha mencionado, su reputación también se puede observar en el ámbito académico, con la recopilación de distintos escritos y publicaciones compuestos por las tres generaciones de su familia, desde su abuelo hasta sus hermanos.3 Destaca una cita del abuelo de Han Kae-rak, Han Dae-hoon, tras comprar decenas de miles de libros para incluirlos en la biblioteca de su familia, la cual se menciona en la composición a analizar: “Mis descendientes serán definitivamente buenos en la escritura”.4 Esto da una idea del nivel académico en el que creció el autor. Han Kae-rak se rodeaba de las personalidades más prestigiosas del momento como Park Ji-won, Lee Ga-hwan, Lee Hak-gyu, Yu Deuk-gong y Park Je-ga.5 Todos ellos eran escritores de renombre, caracterizados por ser adelantados a su época, los cuales se dedicaron a la composición de novelas.
Entre ellos, destaca su amistad con Shin-wui (신위) (1769-1845), considerado uno de los grandes eruditos de finales de la Dinastía Joseon, con el que tuvo una gran amistad que se puede descubrir a través de sus poemas. Shin-wui y Han Jae-rak eran muy cercanos, aunque este último tenía unos diez años menos que el erudito. Ambos se encontraban con frecuencia en reuniones literarias organizadas por Shin-wui. Entre los poemas de Shin-wui que mencionan a su amigo Han Jae-rak, destaca uno publicado en la última edición de sus registros. Este lo describe como un pobre poeta que no logró aprobar el Gwageo (과거), exámen oficial realizado durante la Dinastía Joseon al que solo podían acceder hombres de la clase yangban, con el fin de convertirse en funcionarios de gobierno y así alcanzar una posición de alto rango en la sociedad coreana.6 No obstante, dada su herencia familiar, seguía siendo considerado un poeta acomodado, con un estilo sencillo e inquieto, además de tener un gran interés en todo lo relacionado con el munbangku (문방구), objetos utilizados en la pintura y escritura, como el papel, los pinceles y la tinta.7
En definitiva, el autor Han Jae-rak representa a una persona perteneciente a la clase alta de la jerarquía social del momento, que disfrutó la cultura y el mundo del arte a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Como la gran mayoría de hombres yangban de la Dinastía Joseon, visitaba los Kibang8 (기방) para disfrutar del entretenimiento que ofrecían las gisaeng.
Han Jae-rak era originario de Kaesong, por lo que sufría una gran frustración como resultado de no vivir en la capital. La población de Kaesong se encontraba fuertemente excluida como minoría, lo que motivó al autor a trasladarse a la región de Pyongyang, sumergiéndose en el mundo de aquellos que disfrutaban de la vida consumiendo su riqueza a través del arte. Además, Han Jae-rak al no encontrarse atado a un alto cargo, dado su fracaso en los exámenes oficiales, dedicó su vida a encontrar los lugares más pintorescos del país, celebrando reuniones sociales con otros eruditos de Gyeonghwasa9, en medio de una tendencia por concentrar todos los poderes en la capital, lo que establecía una brecha entre Seúl y las provincias.10 Esta actitud del autor hizo que disfrutara del arte y el estilo del momento visitando los Kibang de regiones tan destacadas como Pyongyang, donde tomó la inspiración para componer “녹파잡기” desde su propia experiencia en estos entornos artísticos.
En la imagen que se presenta a la derecha, se puede apreciar una pintura realizada a finales del siglo XIX de la parte central de la región de Pyongyang. Este cuadro es propiedad del Museo Nacional de Corea, y en él se pueden observar los edificios más importantes de la región, señalados en la propia imagen.
La región de Pyongyang, según O Soo-chang11, tuvo un gran desarrollo tanto en el ámbito comercial como en el cultural a finales de la dinastía Joseon. Al igual que Seúl, Pyongyang era fruto de inspiración para muchos autores y artistas. De hecho, Pyongyang seguía en tamaño a la región de Seúl. Cabe destacar que, durante la Dinastía Joseon, el territorio coreano se encontraba modestamente urbanizado. En este contexto, la ciudad más importante de la península era Seúl, cuya población alcanzó un número máximo, a finales del siglo XVIII, de 200.000 habitantes. Seúl destacaba como centro político, comercial y cultural del reino.12
Las mujeres gisaeng: esclavas y concubinas
En este contexto, debemos destacar el papel de las gisaeng, también llamadas Ginyeo (기녀). Las gisaeng eran mujeres que cumplían distintas funciones tanto en las esferas oficiales de la dinastía Joseon como en las no oficiales. Oficialmente, se dedicaban a trabajar de forma profesional como bailarinas de la corte (Yeo-ak, 女樂), satisfaciendo las demandas culturales y sexuales de los hombres de los estratos sociales dominantes de la época, mientras que, extraoficialmente, proporcionaban a los hombres yangban (양반), pertenecientes a la clase más alta de la dinastía Joseon, entretenimiento privado como cortesanas.13 A finales de la dinastía Joseon, se identificaban tres clases diferentes de gisaeng:
En el primer grado, se incluían las gisaeng formadas en música, danza, arte y medicina. Estas eran asignadas a una oficina del gobierno y, a menudo, actuaban dentro de la corte, donde se encontraban restringidas a espacios femeninos. También actuaban en funciones de clase alta y fiestas estatales, además de permitirles tener visitas privadas en sus casas. Estas mujeres se veían obligadas a retirarse a los treinta años, y eran luego reemplazadas por sus hijas o sobrinas. Tras su retiro solían seguir trabajando en tareas como confección de tejidos, o utilizaban su conocimiento en artes y disciplina para instruir en las escuelas a las gisaeng jóvenes.
En cuanto a las gisaeng del segundo grado, pertenecían a asociaciones locales y, al igual que las gisaeng de primer grado, practicaban música, danza y arte; aunque ellas también practicaban la prostitución como parte del servicio de entretenimiento. Es destacable que las gisaeng de primer grado, después de retirarse, podían pasar al segundo grado, uniéndose a su asociación local, donde actuarían principalmente en casas de espectáculos privados.
Por último, se encontraban las gisaeng de tercer grado en el nivel más bajo. A las mujeres que pertenecían a este grupo se le prohibía interpretar canciones y bailes tradicionales de las gisaeng de primer grado, y se dedicaban principalmente al entretenimiento como prostitutas. El número de gisaeng que ejercían a este nivel era muy limitado, puesto que no ganaban mucho dinero y tenían un nivel económico muy bajo, lo que les dificultaba cubrir sus gastos y sobrevivir, además de que no contaban con la ayuda de la corte.
Se puede destacar cómo las gisaeng de este periodo se convirtieron en una anomalía bajo el pensamiento neoconfuciano de la Dinastía Joseon, debido a su situación social relacionada con la esfera de la corte masculina y la similitud de la educación que se les daba a las gisaeng y a los hombres yangban. Sin embargo, esta práctica continuó debido a la gran influencia de estas gisaeng entre los funcionarios de la corte.
En el período Goryeo, el gobierno creó un registro de las gisaeng de cada región. Este registro recibía el nombre de gijeok (기적), y era controlado por el jefe local u hojang (호장), un funcionario de bajo rango que también era responsable de mantener los registros de esclavos.
Las gisaeng pertenecían a la clase más baja de la sociedad coreana, cheonmin (천민), donde también se encontraban esclavos, chamanes, carniceros y artistas ambulantes. La posición social de las gisaeng era en su mayoría hereditaria; es decir, sus hijas eran incorporadas automáticamente en el registro de gisaeng regional. No obstante, existían familias de clase baja que enviaban, o incluso vendían, a sus hijas a escuelas de gisaeng por necesidad financiera.
Las jóvenes comenzaban a instruirse en la adolescencia y se retiraban sobre los treinta años. Sin embargo, este retiro no significaba la libertad de la función pública, puesto que sus nombres permanecían en las listas de esclavos y artistas. Esto podía cambiar si eran liberadas mediante un pago de dinero. Generalmente, este pago se producía cuando un miembro de clase alta compraba a la gisaeng como concubina. También, a ciertos niveles de gisaeng se les permitía casarse. En estos casos, la mujer se convertía en la principal fuente de ingresos de la familia, moviéndose en los círculos de la esfera pública masculina.
Como he mencionado anteriormente, es destacable que las gisaeng ocupaban una posición en la sociedad neoconfuciana coreana bastante diferente a la de otras mujeres. Aunque eran consideradas de la clase más baja de la sociedad, nunca carecían de comida o ropa, además de que se les permitía usar colores y tejidos exclusivos para mujeres de la corte y joyas de plata y oro. Asimismo, como se ha mencionado, las gisaeng eran, a menudo, la principal fuente de ingresos en sus familias y no se encontraban confinadas en sus casas como requería el estado neoconfuciano para las mujeres de clase alta.14
Como se ha podido observar, a pesar de la naturaleza esclava de las gisaeng, a estas se les otorgaron libertades no permitidas a otras mujeres en la sociedad tradicional. Las mujeres, bajo la ideología neoconfuciana de la Dinastía Joseon, sólo recibían educación moral y estaban muy restringidas dentro de la esfera pública masculina. A diferencia de ellas, las gisaeng no tenían las mismas restricciones públicas y en muchos aspectos se encontraban fuera de la estructura social.15 Un ejemplo de estas diferencias entre ambas clases de mujeres era el cumplimiento del principio de castidad, un componente indispensable de la virtud femenina de las mujeres de la corte bajo la Dinastía Joseon. En casos como este, las gisaeng se encontraban fuera de la norma, puesto que su objetivo era satisfacer las necesidades de los hombres yangban, en este sentido, de forma sexual. Sin embargo, las consecuencias para las mujeres de clase alta que no respetaran esta virtud eran muy duras, incluso se dieron casos en los que eran obligadas a convertirse en gisaeng por no cumplir este principio de castidad impuesto por el gobierno confuciano.16
La educación de las gisaeng en las escuelas oficiales reflejaba la educación de los hombres de clase alta, puesto que su finalidad era adquirir un cierto nivel intelectual para contentar las necesidades de los yangban. Por tanto, su educación consistía en el estudio de los autores clásicos chinos, el arte, la música, la danza y, en menor medida, la medicina y la costura. Como resultado de su posición social cercana a la esfera de la élite masculina, se convirtieron, en muchos aspectos, en unas de las voces expresivas de las mujeres coreanas.17
Sin embargo, a pesar de la educación que recibían, es destacable que los registros de la dinastía Joseon realizados sobre las gisaeng, no están escritos por ellas mismas, puesto que ellas no eran las protagonistas de la producción del discurso, al mantenerse en una posición subordinada. Por lo tanto, para poder analizar la situación de las gisaeng en este contexto, es necesario tener en cuenta que estos escritos corresponden, en su gran mayoría, al discurso de los hombres yangban del momento. Aunque existen registros como 조선해어화사 de Lee Neung-hwa18, en los que se reproduce la voz de las gisaeng, estos están fuertemente influenciados por el lenguaje y el pensamiento de la clase yangban 19.
Por último, en el ámbito de las artes, las gisaeng también interpretaron un papel fundamental en el desarrollo de las artes escénicas tradicionales de Corea. Aunque había mujeres que no eran gisaeng que también practicaban danzas tradicionales, estas generalmente se encontraban en el ámbito rural, a diferencia de las gisaeng, que solían actuar en la alta corte. Como artistas, no solo eran valoradas por su belleza, sino también por su habilidad, ingenio e inteligencia. La expresión de la inteligencia, a menudo se manifestaba en la capacidad de las gisaeng para aprender y dominar los géneros musicales de acuerdo con los intereses cambiantes de la clase alta. Esta característica condujo a la adopción de géneros de música vocal tradicional coreana como gagok (가곡), gasa (가사), sijo (시조), pansori (판소리) y sanjo (산조), y su creciente popularidad entre las intérpretes gisaeng de esta época.
Las gisaeng según Han Jae-rak
Un elemento esencial a tener en cuenta para la interpretación de estos registros es la categorización que realiza el autor en la recopilación de estas gisaeng. Es decir, los atributos que toma como modelo para la elección de estas mujeres. Las gisaeng de la región de Pyongyang descritas por Han Jae-rak se dividen en varias categorías, de las cuales se distinguen dos grupos en específico.
En primer lugar, Han Jae-rak tenía una clara preferencia por las gisaeng con inteligencia que supieran apreciar la poesía, las letras y la pintura. Es llamativo que, en esta época, el número de estudiantes con conocimientos para intercambiar poesía y pintura aumentó en los kibang de Pyongyang.
En la segunda categoría se agrupaban las gisaeng con habilidades excelentes en las artes escénicas, como cantar y tocar instrumentos musicales. Muchas de ellas tenían una gran reputación a nivel nacional como resultado de sus grandes habilidades. Incluso, en los registros del libro se puede observar cómo estas gisaeng de Pyongyang recibían una gran bienvenida en sus viajes a la capital del país.
Es importante destacar que en esta recopilación el autor no tenía en cuenta a las gisaeng materialistas que provocaban con lujuria y buscaban el dinero de los hombres yangban. A diferencia de aquellas, las gisaeng elegidas destacaban principalmente por tener un carácter no vulgar y una apariencia hermosa, además de contener gran orgullo y un espíritu noble, con lo cual cumplían las normas establecidas en la sociedad neoconfuciana. Si tienen en cuenta los datos presentados sobre la jerarquía de las gisaeng al principio, es posible identificar que las gisaeng elegidas por Han Jae-rak equivaldrían al grado más elevado del grupo.
Han Jae-rak comienza todas sus historias centrándose en la descripción del físico y el atractivo, además de la personalidad de las mujeres. También se pueden identificar varias cuestiones relacionadas con el mundo de las kibang y el papel de la mujer en la sociedad, lo que describe el trasfondo ideológico del momento.
De las gisaeng jóvenes a las de avanzada edad
Una de las cuestiones que más se mencionan en los registros de Han Jae- rak es la edad y el paso del tiempo. Como hemos observado, las gisaeng eran instruidas desde muy temprana edad en artes y disciplina, por lo que no es inusual encontrar historias de chicas jóvenes que realizan las labores de las gisaeng. No obstante, el autor también incluye en estos registros historias de gisaeng que ya no ejercen debido a su edad avanzada, puesto que estas se retiraban antes de los treinta años.
Entre las más jóvenes, Han Jae-rak destaca a Cho-hee (초희), de la que el autor realiza una breve descripción, realzando su belleza e insistiendo en su futuro prometedor:
초희(楚姬)의 두 눈동자는 반짝이는 구슬과 같고, 두 뺨은 기름이 엉 긴 듯하다. 난초 같은 기질에 아직 어리지만 아름답고 화사함이 벌 써 두드러진다.
Los ojos de Cho-hee son como cuentas brillantes y sus mejillas como el aceite. Aunque todavía es joven y su temperamento es como una orquídea, su belleza y su brillo son ya prominentes.20
En los registros es posible observar la temprana edad con la que comenzaban estas gisaeng. Al respecto existen los ejemplos de dos gisaeng, Chae-un (채운) y Il Ji-hong (일지홍), de 15 y 11 años respectivamente:
채운(彩雲)은 허리가 간들간들여 마치 봄철의 수양버들 같다. 나 이가 거의 열다섯이 되었는데 여전히 땋은 머리를 드리우고 있다.
Chae-un tiene una cintura suave, como un sauce llorón en primavera. Tiene casi quince años y todavía usa coletas.21
일지홍(枝紅)은 본래 강동현(江東縣)의 기생 명부에 속해 있었다. 그녀는 아름답고 고우며 차분하고 고요하여 의젓하게 대가(大家)의 규모를 지니고 있다. 겨우 열한 살 때 평양으로 적을 옮겨달라고 스 스로 원하여 노래와 춤을 배웠으니 그녀의 의지를 엿볼 수 있다.
Il Ji-hong pertenecía originalmente al registro de gisaeng de Gangdong- hyeon. Es hermosa, tranquila y silenciosa, y tiene una gran familia. Cuando sólo tenía 11 años quería trasladarse a Pyongyang, por lo que aprendió a cantar y a bailar, para poder ver su voluntad.22
En ocasiones, en la lectura de estos registros, el autor elogiaba el físico de estas chicas jóvenes, incluso destaca cómo seguían teniendo rasgos propios de niñas pequeñas como los peinados con dos coletas. Como se puede observar en el texto, este pensamiento preconcebido del peinado con dos coletas como símbolo de niñez ya existía durante este periodo.
Aun así, Han Jae-rak las animaba a explotar su belleza y características, poniendo de ejemplo el esfuerzo de Il Ji-hong que, con solo 11 años, se instruyó en las artes para lograr su objetivo, que era trasladarse a Pyongyang. Esa región, como se ha dicho, era de gran importancia en el mundo de las Kibang de toda la península. Además, este interés por desplazarse a Pyongyang también era motivado porque en esta región se encontraba una de las mejores escuelas donde se instruía a estas gisaeng.
Asimismo, aparte de estas descripciones más breves, también se puede encontrar otras más elaboradas, posiblemente como resultado de un mayor reconocimiento de estas gisaeng o fruto de una relación más estrecha con el autor. Entre las más destacadas está Juk-yeop (죽엽), de un estilo sofisticado y con grandes habilidades de canto. En su registro, Han Jae-rak cuenta cómo, en una de sus visitas a esta gisaeng, ella le relató su viaje a Seúl, el cual da claves para entender el nivel elevado en el que se movía y en qué contextos se encontraban las gisaeng más destacadas de la región de Pyongyang.
가을이 되어 서울에 들어가서 대저택의 아름다운 나무 사이에서 잔치를 했지요. 두 기관’의 뛰어난 기생들과 더불어 한강에 배를 띄 우고서 산과 강이 어우러지고 누대가 날아갈 듯 펼쳐진 풍경을 구경했답니다. 한스럽게도 갈 길이 바빠 천마산과 박연폭포를 비롯한 여러 빼어난 명승지를 미처 보지 못했답니다.
En otoño, llegamos a Seúl y nos dimos un festín entre los hermosos árboles de palacio. Junto a las destacadas gisaeng de las dos instituciones, navegamos en una barca a lo largo del río Han. Admiré el paisaje de montañas armonizándose alrededor del río y extendiéndose como si una serie de casas volaran.
Desgraciadamente, no pude ver muchos puntos panorámicos destacados, como la montaña Cheonmasan y las cataratas Park Yeon, porque estaba ocupada en mi camino.23
Resulta claro que estos registros van más allá de las artes y muestran distintos aspectos del país, como los intercambios de las gisaeng más destacadas de distintas regiones en viajes a lo largo de la península. También se pueden encontrar en los registros elementos esenciales de la cosmovisión coreana. En este texto se evidencia el sentimiento a través de la imagen de la montaña que vincula al pueblo coreano con la naturaleza, que representa el puente entre el cielo y la tierra. Montañas como la mencionada, Cheonmasan, simbolizaban la transitoriedad de la historia y la eternidad de la naturaleza, arraigadas en la cosmovisión coreana desde sus orígenes.24
Por lo que respecta a las gisaeng mayores de 15 años, destaca el caso de Juk-yeop, la cual justamente realiza una reflexión ante el paso del tiempo, puesto que, con 24 años, tiene que aprovecharlo antes de que su juventud se acabe.
Otra gisaeng de mayor edad es Kyung-ok (경옥). El autor Han Jae-rak destaca su aspecto, puesto que ya tiene más de 30 años. A través del texto, Kyung-ok nos cuenta cómo, a pesar de haber dejado de ejercer como gisaeng, no ha olvidado este mundo y el sentimiento que la une a él desde joven.
문을 닫아걸고 손님을 사양한 지도 벌써 몇 년이 흘렀네요. 당시를 돌이켜보면 마치 한바탕 꿈을 꾼 듯한데 아직도 깬 듯 아니 깬 듯 몸 롱하기 만해요. 어린 시절의 풍정을 갑작스레 잊을 수가 없어요.
Ya han pasado varios años desde que cerré mi puerta y rechacé a los invitados. Al recordar esa época, me siento como si hubiera vivido un sueño, pero sigo sintiendo que estoy despierta. No puedo olvidar mi infancia.25
He destacado este texto puesto que ha sido uno de los que más llaman la atención en cuanto a la percepción de la edad se refiere. Como he observado, las gisaeng eran instruidas desde una temprana edad y muchas de ellas adquirían una gran popularidad a nivel regional y nacional fruto de su esfuerzo a lo largo de su infancia y adolescencia. No obstante, su carrera era muy limitada, puesto que su valía se medía en su juventud, más allá de su inteligencia y el dominio de distintos ámbitos del arte como la música o la escritura. Con el paso de los años, se les desplazaba a un lado de la sociedad, lo cual las obligaba a dejar sus ambiciones como gisaeng, por lo que no es de extrañar que muchas de ellas sintieran un vacío tras abandonar aquello a lo que habían dedicado toda su juventud.
Además, también es destacable cómo, con el paso de los años, a estas mujeres se les añaden otros problemas como pueden ser el físico o la idea del matrimonio.
El apartado dedicado a la gisaeng Chwi-ryeon (취련) también hace referencia a su edad: se la considera mayor para ejercer como gisaeng, por lo que se ve obligada a trabajar en la calle.
취련은 제법 통통하고 풍채도 좋다. 그러나 검무를 추면 가볍 게 나는 제비처럼 날렵하다. 이제는 벌써 나이가 들어 연광정 앞거리에서 술을 팔고 있다.
Está bastante regordeta y tiene una buena apariencia. Pero cuando baila el Geommu (검무, 劒舞) es ligera y ágil como una golondrina. Ahora que ya es mayor, vende alcohol en la calle frente al Pabellón Ryongwang (연광정).26
El autor describe su físico, diferente a los estándares de belleza que se habían visto hasta ahora. Sin embargo, elogia su habilidad para bailar el Geommu. Este es un baile tradicional coreano acompañado de espadas, representado en los murales de las tumbas de Goguryeo y los cuentos de Hwanchang de Silla. A finales de la dinastía Joseon, se estableció como uno de los rituales de la corte realy se convirtió en una de las danzas más interpretadas por las gisaeng.27
Por otro lado, este registro reitera la idea del paso del tiempo, protagonizado por el retiro de una gisaeng. En este caso, Chwi-ryeon se ha dedicado a la venta de alcohol en una de las calles principales de la región de Pyongyang.
Otro asunto a tener en cuenta en el rol de la mujer, además del atractivo físico, y relacionado con la edad, es el matrimonio. En este tema toma un papel fundamental la gisaeng Na-im (나임), disciplinada y con gracia, quien era distinguida por estar soltera a pesar de acercarse a los treinta años. Los visitantes le preguntaban cómo llegando a los treinta años seguía viviendo sola. Ella respondió:
인생이란 틈으로 달리는 말을 보는 것과도 같고 아침 이슬과도 같아. 나는 규중 여자로 태어나지 못해서 정숙한 여자가 한 남자를 따르는 올바른 길을 좇을 수 없어. 그렇다고 답답하게 청춘을 슬퍼 하며 한평생 묻혀 지낼 수야 없지 않겠어? 다만 남자들을 많이 겪 어봤어도 내 마음에 드는 사람은 없었어. 그래서 그 사람을 기다리 고 있을 뿐이야. 만약 마음에 둔 사람을 만나기만 한다면 그 사람이 원헌 같은 가난뱅이일지라도 마땅히 몸을 던져 그를 섬길 거야.
La vida es como ver un caballo corriendo por una grieta, como el rocío de la mañana. No he nacido para ser una mujer ejemplar, pues una mujer decente no puede respetar el camino correcto para seguir a un hombre. Pero no puedes estar enterrada para siempre sintiéndote frustrada y triste por tu juventud, ¿verdad? Aunque he pasado por muchos hombres, no hubo ninguno que me gustara. Así que lo estoy esperando. Si encuentro a la persona que tengo en mente, aunque sea un pobre hombre como Wonheon, me lanzaré a servirle.28
En estos fragmentos del registro se observa cómo vuelve el concepto de la frustración y la tristeza ante el paso de la vida y la pérdida de la juventud, pero esta vez se le añade el concepto del matrimonio. Esto es debido a que a ciertos niveles de gisaeng se les permitía casarse, lo que representaba un deber fundamental para las mujeres de la sociedad neoconfuciana. En la última frase de este registro la gisaeng hace mención a Wonheon, discípulo de Confucio durante la Dinastía Song de China, que vivió en la pobreza.
Al final del libro, se pueden encontrar escritos que expresan esta idea del paso del tiempo, que afectaba tanto a las gisaeng como al autor. Al respecto, destaca el siguiente:
백옥 얼굴에 비단 의상, 어린 기녀
떠올리며 우화노인 사랑방에는
향불이 빤하구나. 풍정은 늙어갈수록
처량하고 삭막해져
강남의 유경정인 양 애간장이 끊어지네.
Pensando en un rostro de jade blanco, un traje de seda, una joven gisaeng,
hay un incienso ardiente en la habitación.
A medida que envejece, el viento se vuelve más y más desolador
Como si fueras Yoo Kyung-jung29 en Gangnam, estoy perdiendo mi corazón.30
Este fragmento presenta el vacío existencial que siente el autor con el paso de los años y cómo él mismo se va consumiendo como “un incienso ardiendo” mientras piensa en la juventud que reside en las jóvenes gisaeng, aquí mencionadas como ginyeo (기녀), y su belleza. La idea del paso del tiempo es un concepto muy recurrente en la sociedad coreana como parte de su cosmovisión a lo largo de su historia. En este contexto, Han Jae-rak es un ejemplo de la gran cantidad de autores y artistas de este periodo que reiteraron sobre el paso del tiempo desde una perspectiva nostálgica en sus obras.
Conclusiones
Las gisaeng han interpretado un papel fundamental en el desarrollo de la historia de la península coreana, en gran medida debido a su naturaleza como esclavas durante la Dinastía Joseon. Aunque pertenecían a la clase más baja de la sociedad, las gisaeng han supuesto una serie de cambios en el entorno de las mujeres. Una de sus principales peculiaridades era su posición social cercana a la esfera de la élite masculina, aun situándose en el nivel más bajo de la jerarquía. No obstante, estas gisaeng sufrían un gran nivel de desigualdad, puesto que su principal finalidad era satisfacer las necesidades intelectuales y sexuales de los hombres yangban. Como resultado de esto, su educación se basaba en los valores del pensamiento neoconfuciano, que tenía una gran influencia en los hombres de clase alta de la dinastía Joseon.
En este contexto, los registros recopilados por Han Jae-rak en su libro “녹파잡기” aportan claves para entender con mayor profundidad el carácter y la imagen de estas gisaeng, donde destaca la percepción de su edad y el paso del tiempo desde el punto de vida de un hombre yangban del momento. Las traducciones del coreano al español presentadas en este estudio han facilitado el análisis de las descripciones realizadas por el autor sobre las gisaeng más destacadas de la región de Pyongyang de principios del siglo XIX, además de identificar las principales características que diferenciaban a estas mujeres.
En cuanto al eje principal de este estudio, la idea de la edad de las gisaeng como símbolo del paso del tiempo ha sido uno de los temas más recurridos por el autor, puesto que su propia experiencia, fruto de su edad avanzada, ha dado lugar a esta perspectiva nostálgica hacia el paso de los años. En el caso de las gisaeng, su carrera profesional como artistas se reducía a un tiempo limitado, su juventud, por lo que esta añoranza al pasado es un sentimiento muy recurrente en el discurso de estas mujeres.
No obstante, en estos registros se pueden encontrar otros elementos destacables de las gisaeng como la influencia del pensamiento neoconfuciano en sus prácticas y el papel fundamental que ocupan estas mujeres en el desarrollo de las artes escénicas de Corea.
En definitiva, la edad ha sido un factor esencial en la vida de las gisaeng. Esto es debido a que su juventud las definía como herramienta para satisfacer las necesidades de los hombres yangban. Como he podido observar a través de las traducciones de los registros del autor Han Jae-rak, dependiendo de la edad de estas mujeres tenían unos objetivos impuestos por la sociedad neoconfuciana de la dinastía Joseon u otros. A diferencias de las gisaeng más jóvenes, cuya finalidad era instruirse en las artes, las gisaeng ya retiradas que llegaban a los treinta años eran desechadas a un lado de la sociedad, lo que las obligaba a buscarse la vida trabajando en la calle o, en los mejores casos, instruyendo a las jóvenes gisaeng. No es de extrañar que en los registros de las gisaeng mayores se perciba esta frustración ante el paso del tiempo, pues tenían que dejar de lado aquello a lo que han dedicado toda su infancia y juventud. Por ello, la percepción de la edad en las gisaeng suponía un antes y un después en su vida, pues eran valorados únicamente por su belleza y sus características artísticas, las cuales, según el estado neoconfuciano del momento, se desvanecían tras cumplir los treinta años de edad.
Referencias
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1 Jae-rak, Han, 녹파잡기. Traducido por Ahn Dae-gyeong. (Corea: Humanist, 2017).
2 Doctor en Literatura Coreana por la Universidad de Yonsei.
3 Han, 녹파잡기, 7.
4 Han, 녹파잡기, 9.
5 Estos eruditos formaban parte de la escuela Silhak, cuyo objetivo era la modernización social de la península coreana .
6 National Institute of Korean History, “과거 제도”, accedido 1 de junio de 2022. http://contents.history.go.kr/front/tg/view.do?treeId=0209&levelId=tg_003_0910&ganada&pageUnit=10
7 Hyo-gil Ha, “문방구 (文 房 具)”, Encyclopedia of Korean Culture (한국민족문화대백과사전), accedido 7 de junio de 2022. http
8 Espacios culturales privados donde las gisaeng interpretaban sus actuaciones.
9 Término histórico que se refiere a la población de Hanyang (한양, 漢陽)
10 Seong-hwang Choi, “경화사족 (京華士族)”, Encyclopedia of Korean Culture (한국민족문화대백과사전), accedido 12 junio de 2022. http://encykorea.aks.ac.kr/Contents/Item/E0076530
11 Soo-chang Oh “Economic growth in P’yongan province and the development of pyongyang in the late choson period”, Korean Studies 30, (2006): 3-22.
12 Michael J. Seth, A history of Korea: From antiquity to the present (Estados Unidos: Rowman & Littlefield Publishers, 2010). 186-191.
13 Ji-young Suh, “Women on the Borders of the Ladies” Quarters and the Ginyeo House: The Mixed Self-Consciousness of Ginyeo in Late Joseon”, Korea Journal 48, 1 (2008): 137, https://doi.org/10.25024/kj.2008.48.1.136
14 Ruth H. Mueller, “Female Participation in South Korean Traditional Music: Late Chosŏn to the Present Day” (Tesis de doctorado en Músicología Universidad de Sheffield, 2013), 63-67.
15 Ha-Na Cho, y Mi-Young Kim, “A Study on the Existence of Courtesans During the Joseon Dynasty”, The Journal of the Korea Contents Association 21, 1 (28 de abril de 2021): 833–41, https://doi.org/10.5392/JKCA.2021.21.04.833
16 Jung-won Kim, “Negotiating Virtue and the Lives of Women in Late Choson Korea”. (Tesis de doctorado en Filosofía, Universidad de Harvard, 2008), 31-55.
17 Mueller, “Female Participation in South Korean Traditional Music”, 71-73.
18 이능화, 조선해어화사. (Corea: 동문선, 1993).
19 Suh, “Women on the Borders”, 151-153.
20 Han, 녹파잡기, 143 [mi traducción].
21 Han, 녹파잡기, 133 [mi traducción].
22 Han, 녹파잡기, 140 [mi traducción].
23 Han, 녹파잡기, 47 [mi traducción].
24 Wonyong Kim, Woongu Kang y Antonio J. Doménech del Río, Gyeongju Namsan: la montaña Namsan en Gyeongju: esculturas budistas en la tierra pura del reino coreano de Silla (Córdoba: Berenice, 2009), 30-55.
25 Han, 녹파잡기, 146 [mi traducción].
26 Han, 녹파잡기, 52 [mi traducción].
27 김영희, “[무용(3)] 『검무』 구조의 분석”, 공연과리뷰 23, nº 2 (2017): 27.
28 Han, 녹파잡기, 81 [mi traducción].
29 Era una figura importante en una famosa familia de finales de la dinastía Ming. Destacado por expresar el dolor del país en un periodo convicto a través de los Kibang.
30 Han, 녹파잡기, 168 [mi traducción].