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Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075, Vol. 73: e61023, enero-diciembre 2025 (Publicado Ago. 29, 2025)
Análisis estructural y estado de salud de bosque de manglar en el sector
costero Paraguay, Guantánamo, Cuba
Orfelina Rodríguez-Leyva1; https://orcid.org/0000-0002-1575-1515
Romeo de Jesús Barrios-Calderón2*; https://orcid.org/0000-0002-8025-6369
Emir Falcón Oconor1; https://orcid.org/0000-0001-8833-4942
Marisela Guadalupe Salgado-Mora2; https://orcid.org/0000-0002-4765-4015
Edgar Abel Sánchez-García3; https://orcid.org/0000-0003-4241-0342
1. Facultad Agroforestal, Universidad de Guantánamo, Guantánamo, Cuba; orfelina@cug.co.cu,
efalconoconor@gmail.com
2. Facultad de Ciencias Agrícolas, Universidad Autónoma de Chiapas, Huehuetán, Chiapas, México; romeo.barrios@
unach.mx (*Correspondencia); marisela.salgado@unach.mx
3. Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología, Xalapa, Veracruz, México; edgarabel.sanchez@gmail.com
Recibido 11-XII-2024. Corregido 26-II-2025. Aceptado 22-VIII-2025.
ABSTRACT
Structural analysis and health status of the mangrove forest
in the coastal sector Paraguay, Guantánamo, Cuba
Introduction: Mangroves are ecosystems that provide numerous benefits and environmental services to society.
However, its extension is being reduced due to various human activities, such as changes in soil use and coastal
development, which is why studies are needed to determine the state of these ecosystems and thus propose
actions for their rehabilitation.
Objective: To characterize the structure and health status of a mangrove forest in the coastal sector of Paraguay,
Guantánamo, Cuba.
Methods: The investigation took place in a mangrove forest located in the coastal sector bordering Guantánamo
Bay, in the Eastern region of Cuba. Three plots of 100 m2 were aligned perpendicular to the coast in each of
seven sampling sites, and the structure of the mangrove forest was determined by their height, diameter, basal
area, volume, density, and mortality. The relationship between these variables and the composition of mangrove
species was examined through a Canonical Discriminant Analysis. A state of health index was determined based
on environmental tensors. The health status was classified as: very high (from 100 to 71), high (from 70 to 67),
medium (from 66 to 62), low (from 61 to 42) and very low (41 or less).
Results: The average height of the mangrove forest was 6.50 m, with a predominance of Avicennia germinans
and average regeneration. New environmental tensors were identified, with the majority having an anthropic
character but with low intensity (88 % of anthropic origin and 12 % related to natural events).
Conclusion: The health of the studied ecosystem presents a variation ranging from very high to low and is
characterized by small-sized trees.
Key words: basal area; coastal zone; environmental tensors; natural regeneration; forest structure.
https://doi.org/10.15517/rev.biol.trop..v73i1.61023
CONSERVACIÓN
2Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075 Vol. 73: e61023, enero-diciembre 2025 (Publicado Ago. 29, 2025)
INTRODUCCIÓN
La franja costera de las regiones tropicales
está dominada frecuentemente por los bosques
de manglar, uno de los ecosistemas biológi-
camente más importantes por su alta produc-
tividad primaria y secundaria (Barbier, 2016;
Echeverría et al., 2019). La estructura forestal
de los manglares brinda bienes y servicios eco-
sistémicos como la captura de carbono, estabi-
lización de la línea de costa y protección de las
comunidades costeras contra la marea y oleaje
fuerte generados durante las tormentas (Bégin
et al., 2014; Gedan et al., 2011; Imbert, 2018;
Mas-Castellanos et al., 2020); además, cons-
tituye un espacio de crianza para numerosas
especies marinas (Giri et al., 2011; Rodríguez-
Crespo et al., 2019) y forma parte del hábitat de
aves que anidan, se alimentan y se resguardan
en ellos (Buelow & Sheaves, 2015; Purwanto et
al., 2021). El sistema de raíces de los manglares
provisiona una excelente condición ambiental
para facilitar la reproducción de organismos
marinos como moluscos, camarones, peces y
cangrejos (Matatula et al. 2019).
En el archipiélago cubano, los manglares
representan el 5.1 % de la superficie total y
el 27 % de la cobertura forestal (Cruz-Porto-
rreal & Pérez-Montero, 2017; Cruz-Portorreal
et al., 2022), pero a pesar de la reconocida
importancia del ecosistema de manglar, este ha
presentado una disminución histórica muy sig-
nificativa. Las principales causas de la pérdida
son actividades humanas como la acuicultura,
el desarrollo costero, la sobreexplotación de
la madera y la contaminación (Kristian &
Oktorie, 2018). Se estima que el 62 % de las
pérdidas globales en ecosistemas de manglar
en el periodo de 2000-2016 fueron originadas
a través del cambio de uso de suelo producido
principalmente por la agricultura y la acuicul-
tura (Goldberg et al., 2020).
Ante este escenario global, Cuba no ha
sido una excepción. Aproximadamente una
tercera parte de la superficie de manglar en
Cuba se ha afectado por alteraciones en los
niveles de la salinidad y la disminución de
nutrientes; algunas afectaciones están relacio-
nadas con el represamiento de ríos y la mala
gestión de los recursos hídricos (Rodríguez-
Crespo et al., 2015), aunado a los cambios de
los regímenes hidrológicos encauzados por la
construcción de viales, canales y represas rela-
cionadas con el turismo y desarrollo urbano
RESUMEN
Introducción: Los manglares son ecosistemas que brindan numerosos bienes y servicios ambientales a la socie-
dad. Sin embargo, estos han disminuido su extensión a causa de diversas actividades humanas como el cambio
de uso del suelo y el desarrollo costero, es por esto por lo que se necesitan estudios para determinar el estado de
estos ecosistemas y así proponer acciones para su rehabilitación.
Objetivo: Caracterizar la estructura y el estado de salud del bosque de manglar en el sector costero Paraguay,
Guantánamo, Cuba.
Métodos: La investigación se desarrolló en un bosque de manglar del sector costero que bordea la bahía de
Guantánamo, en la región oriental de Cuba. Se emplearon tres parcelas de 100 m2 alineadas perpendicularmente
a la costa en cada uno de los siete sitios de estudio; la estructura del bosque de manglar se determinó mediante la
altura, diámetro, área basal, volumen, densidad y mortalidad. La relación de estas variables con la composición de
las especies de mangle se realizó a través de un Análisis Discriminante Canónico. Se calculó un índice de estado
de salud a partir de tensores ambientales. El estado de salud fue clasificado como: muy alta (de 100 a 71), alta (de
70 a 67), media (de 66 a 62), baja (de 61 a 42) y muy baja (41 o menos).
Resultados: La altura media del manglar fue de 6.50 m, con predominio de Avicennia germinans y una regene-
ración media. Se identificaron nueve tensores ambientales, la mayoría con un carácter antrópico, pero de baja
intensidad (88 % son de origen antrópico y el 12 % está relacionado con eventos naturales).
Conclusión: La salud del ecosistema estudiado presentó una variación que va de muy alta a baja y se caracterizó
por árboles de porte bajo.
Palabras clave: área basal; zona costera; tensores ambientales; regeneración natural; estructura forestal.
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(Santana et al., 2022). Otras perturbaciones
naturales que han perjudicado a los man-
glares cubanos están relacionadas con even-
tos naturales como los huracanes (Cissell &
Steinberg, 2019; Mancina & Cruz, 2017). La
contaminación, la tala ilícita, la disminución
de las precipitaciones y la erosión de la costa
ocasionada por la elevación del nivel del mar
son eventos perturbadores que deterioran las
zonas de manglar en Cuba (Du et al., 2015;
Santana et al., 2022).
En el caso del sector costero Paraguay
en la provincia de Guantánamo, el bosque de
manglar no escapa a estas afectaciones teniendo
dos orígenes fundamentales: i) las causadas por
procesos y eventos naturales, y ii) las ocasiona-
das por la actividad humana, entre las que se
encuentran: el vertimiento de residuales, la tala
indiscriminada, la construcción de estanques
para la producción de sal, la falta de circulación
de agua y las inundaciones (Rodríguez-Leyva et
al., 2018). Ante esto, en el año 2017 el gobier-
no cubano mediante el proyecto “Tarea Vida
priorizó la protección de suelos y la calidad del
agua mediante estrategias de reforestación con
la finalidad de restaurar las zonas de manglares
con altos niveles de degradación (Pérez, 2017;
Rodríguez-Leyva et al., 2020).
La vegetación en ecosistemas costeros
como los manglares debe conservarse y gestio-
narse de manera sostenible para garantizar sus
beneficios a largo plazo, que, en términos de
conservación de la biodiversidad, resulta indis-
pensable para el desarrollo de manejo (Nugro-
ho et al., 2022). No obstante, los parámetros
estructurales permiten comprender la biodiver-
sidad, estabilidad ecológica, el desarrollo futuro
de los rodales (Barrios-Calderón et al., 2022;
López-Hernández et al., 2017) y la influencia
sistémica del uso del suelo en los manglares
(Friess et al., 2015), lo cual favorece al diag-
nóstico del estado de salud en un bosque de
manglar. Por lo tanto, el estudio de la estructura
y composición de los manglares facilita el desa-
rrollo de estrategias de conservación y manejo
para salvaguardar los servicios ecosistémicos
proporcionados por los manglares (Mahoney
& Bishop, 2017) y determinar actividades de
restauración idóneas (Balke, 2016) de acuerdo
con el estado de salud del bosque de mangle.
Teniendo como antecedentes lo antes plan-
teado, el objetivo de este trabajo fue analizar la
estructura y estado de salud del ecosistema de
manglar en el sector costero Paraguay, Guantá-
namo, Cuba.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio: La investigación se llevó a
cabo en la zona costera de Paraguay, localizada
al sur de Guantánamo. El bosque de manglar
estudiado tiene una superficie de 624 ha y se
ubica en los 20º3’27” N & 75º8’34” W (Fig. 1).
El clima de la zona es semidesértico, con una
precipitación pluvial de 400 a 800 mm anuales,
temperatura media de 26 °C y humedad relativa
de 60 % (Rodríguez-Leyva et al., 2020).
Diagnóstico del bosque de manglar: Para
llevar a cabo el diagnóstico del bosque de man-
glar, se delimitaron n = 21 parcelas (Fig. 1) de
10 x 10 m (100 m2), distribuidas equitativamen-
te en siete parajes de acuerdo con la Unidad
Empresarial de Base Silvícola de Guantánamo:
1.- El muelle, 2.- La Caldera, 3.- La Ostionera,
4.- El Copito, 5.- La Boca, 6.- El Bajo y 7.-
Conrado. Se aplicó un muestreo sistemático,
ubicando tres parcelas en cada paraje, dichas
parcelas se alinearon de manera perpendicular
a la costa, retomando los criterios de Rodríguez
et al. (2014) y adaptados por Rodríguez-Leyva
et al. (2020) para el área estudiada. En cada
parcela de estudio se evaluaron variables daso-
métricas como la altura total (HT) en m, con el
uso de un hipsómetro Vertex III y el diámetro
normal (DN) en cm con una cinta diamétrica
modelo 349-5-A. El área basal se calculó utili-
zando las fórmulas empleadas por Zarco-Espi-
nosa et al. (2010): AB = π4 (DN)2, donde: AB =
área basal, π = 3.1416, DN = Diámetro normal.
El Volumen en m3 se calculó tomando en
cuenta el diámetro normal, la altura total del
árbol, y el factor de forma del árbol (C). Para
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esta última variable se utilizó la fórmula pro-
puesta por Tlaxcala-Méndez et al. (2016):
Donde: Va = volumen del árbol, C = Factor de
forma 0.3024, DN= Diámetro Normal, HT=
Altura Total.
El número de plántulas fue registrado en
cuatro subunidades de 1 m2 establecidas en los
extremos de cada parcela de 100 m2. Se consi-
deraron como plántulas aquellas con DAP < 2.5
cm y menores a 1.3 m de altura, cuya densidad
se consideró como un indicador de la regenera-
ción potencial del manglar (Valle et al., 2011).
La mortalidad se registró a través de la meto-
dología propuesta por Guzmán y Menéndez
(2013), la que cuantifica de forma visual todos
los árboles muertos dentro de cada parcela de
100 m2. La evaluación tuvo en cuenta: árboles
y ramas cortados. En función de obtener más
información del área de estudio, se realizó un
diagnóstico participativo empleando diversas
herramientas como: cuestionarios, recorridos
exploratorios y la observación directa del terre-
no (Geilfus, 2009). Los cuestionarios se rea-
lizaron a través de entrevistas con preguntas
abiertas, aplicadas a 20 individuos que repre-
sentan el universo de la población de la Uni-
dad Empresarial de Base Silvícola, relacionados
directamente con la actividad forestal, estruc-
turado por cuatro especialistas, cuatro técnicos
y 12 obreros representado a través del diagrama
de pareto apilado.
Índice de salud del manglar: Para deter-
minar el índice de salud del manglar se siguie-
ron los criterios de Menéndez y Guzmán (2006)
y Cruz y Pérez (2017), tomando en conside-
ración el cociente obtenido entre el número
de tensores identificados en cada parche de
manglar sobre el total de nueve tensores. Al
resultado se le resta 1 y se multiplica por 100,
de tal manera que el índice quede expresado
en números enteros. Para definir los grados de
salud del manglar, se retomó la misma escala
utilizada por Rodríguez-Leyva et al. (2020):
muy alta (de 100 a 71), alta (de 70 a 67), media
(de 66 a 62), baja (de 61 a 42) y muy baja (41
o menos).
Análisis de datos: Los datos de estruc-
tura se analizaron a través de los estadígrafos
de posición (media) y dispersión (desviación
estándar, varianza y coeficiente de variación).
El procesamiento de la información se realizó
con el paquete estadístico Statistical Package for
Social Science (SPSS) versión 25 (IBM Corpo-
ration, 2017). Para identificar la incidencia de
Fig. 1. Localización del área de estudio y condiciones climáticas. / Fig. 1. Location of the study area and climatic conditions.
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Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075, Vol. 73: e61023, enero-diciembre 2025 (Publicado Ago. 29, 2025)
las variables estructurales sobre la composición
de las especies de mangle se realizó un Aná-
lisis de Varianza Multivariado (MANOVA),
posterior a la verificación de los supuestos de
normalidad multivariada (pruebas de Mar-
dia). Finalmente, la exploración espacial de
las relaciones lineales entre dichas variables y
las especies se realizó con un Análisis Discri-
minante Canónico (CDA). La contribución de
cada variable se determinó mediante coeficien-
tes estándares jerarquizados. Estos análisis se
desarrollaron utilizando el paquete Past ver.3.0
(Hammer et al., 2001).
RESULTADOS
Los resultados muestran la presencia de
las cuatro especies de manglar más comunes
y de mayor distribución en Cuba: Rhizophora
mangle L. (mangle rojo), Avicennia germinans
L. (mangle prieto), Laguncularia racemosa (L.)
Gaertn. f. (patabán) y Conocarpus erectus L. var.
erectus (yana), con predominio de la especie A.
germinans (Fig. 2).
El bosque de manglar tiene una altura
promedio de 6.50 m clasificada como bajo, por
encontrarse en el rango entre 4 y 7 m de altura
(Menéndez & Guzmán, 2006). El diámetro
medio es de 0.267 m y el área basal de 0.131 m2
ha-1 (Tabla 1).
De acuerdo con las observaciones realiza-
das, se encontraron árboles secos y suprimidos,
con el fuste torcido y numerosas deformaciones
(Fig. 3). También se pudo apreciar indicios
de tala ilícita, parches sin vegetación y ciertos
niveles de erosión, lo cual hace evidente que
las tensiones acentuadas en el área de estudio
denotan el deterioro del manglar.
Relación entre composición de especies y
variables estructurales: El Análisis Multivaria-
do permitió corroborar la separación espacial
entre las especies del manglar (T de Pillai, F
= 3.04, p < 0.0001), con lo que se justificó la
Fig. 2. Composición por especies de mangle en el sector costero Paraguay, Guantánamo, Cuba. / Fig. 2. Mangrove species
composition in the coastal sector Paraguay, Guantánamo, Cuba.
Tabla 1
Variables dendrológicasde la estructura del manglar en el sector costero Paraguay, Guantánamo, Cuba. / Table 1. Dendrologic
variables of the mangrove structure in the coastal sector Paraguay, Guantánamo, Cuba.
Variables Media Varianza Desviación estándar Coeficiente de variación
Altura (m) 6.50 0.204 0.464 10.94
Diámetro del tallo (m) 0.267 4.150 0.642 16.12
Área basal por hectárea (m2 ha-1) 0.131 0.0018 0.051 31.39
Volumen por hectárea (m3 ha-1) 0.197 0.0019 0.058 34.90
6Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075 Vol. 73: e61023, enero-diciembre 2025 (Publicado Ago. 29, 2025)
exploración del patrón multivariado con el
Análisis Discriminante Canónico (CDA). El
CDA mostró que en dos funciones discrimi-
nantes se explica el 89 % de la varianza total.
Los coeficientes estandarizados (> 0.5) refle-
jaron una mayor importancia relativa de las
variables la altura, densidad de plántulas y mor-
talidad para la primera función; mientras que
para la segunda función la variable de mayor
contribución fue el diámetro (Tabla 2).
En el diagrama de la ordenación (Fig. 4) se
observó que los centroides para las especies R.
mangle y A. germinans se encontraron definidos
por altura, densidad de plántulas y mortalidad,
mientras que L. racemosa y C. erectus se presen-
taron con relación con el diámetro. La mayor
Fig. 3. Árboles muertos y de bajo porte debido a la tala ilícita en el sector costero Paraguay, Guantánamo, Cuba. Fig. 3. Dead
and small-sized trees due to illegal logging in the coastal sector Paraguay, Guantánamo, Cuba.
Tabla 2
Análisis Discriminante Canónico con la contribución de las variables estructurales a las funciones expresada en coeficientes
estandarizados. / Table 2. Canonical Discriminant Analysis with the contribution of structural variables to functions
expressed in standardized coefficients.
Función canónica Valor característico Proporción Correlación canónica(λ) p
Valor Acumulada
Función 1 2.204 54.54 54.54 0.089 0.001
Función 2 1.394 34.50 89.05 0.286 0.001
Variables estructurales Coeficientes estandarizados
Función1 Función2
Mortalidad 0.878* 0.359
Diámetro 0.209 0.925*
Densidad de plántulas 0.902* -0.209
Altura 0.845* 0.369
*Variables que contribuyen más a la caracterización de las especies del manglar.
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densidad de plántulas se encontró relacionada
fundamentalmente con las especies R. mangle
y A. germinans mientras que con respecto a la
mortalidad, esta se encontró mayor asociada
con R. mangle (Fig. 4).
Igualmente, los vertimientos de residuales
afectan drásticamente la plataforma marina,
sobre todo en los sitios más cercanos a la línea
de costa, con un alto deterioro de la diver-
sidad biológica debido a la turbidez de las
aguas, focos contaminantes constituidos por los
asentamientos poblacionales y por las pequeñas
industrias, como la industria pesquera existente
en el sector costero Paraguay (Fig. 5).
Los resultados del diagnóstico, relacionado
con la variable percepción de los trabajadores
en cuanto a causas principales que han incidi-
do en la degradación del bosque de manglar,
demostraron mediante el conteo de frecuencia
de casos por la totalidad de criterios aportados
por los técnicos y en su gran mayoría por los
obreros y especialistas, representado a través
Fig. 4. Análisis de correspondencia de las especies del manglar con la densidad, altura, diámetro y mortalidad en el sector
costero Paraguay, Guantánamo, Cuba. / Fig. 4. Correspondence analysis for mangrove species with density, height, diameter,
and mortality in the coastal sector Paraguay, Guantánamo, Cuba.
Fig. 5. Focos contaminantes en el bosque de manglar del sector costero Paraguay. A. Desechos sólidos, B. Fogones rústicos
y C. Turbidez del agua por derrame de diésel. / Fig. 5. Contaminant foci in the mangrove forest of the coastal sector of
Paraguay. A. Solid figures, B. Rustic stoves and C. Water turbidity due to diesel spills.
8Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075 Vol. 73: e61023, enero-diciembre 2025 (Publicado Ago. 29, 2025)
del diagrama de pareto apilado (Fig. 6), que la
deforestación, la salinización del suelo y la tala
indiscriminada resultaron ser las de mayor inci-
dencia. La línea de suma acumulada o punto de
inflexión se parte en más del 89 % de los casos,
lo que corrobora lo descrito anteriormente.
Análisis de los tensores ambientales: El
análisis de los tensores ambientales por para-
jes evaluados indica que el índice de salud
del manglar en el sector costero Paraguay
manifiesta una variación entre muy baja y alta
(Tabla 3). El ecosistema de manglar se encuen-
tra evaluado con el grado de salud “Alta” en tres
de los siete parajes evaluados: El Copito, El Bajo
y Conrado, que representan un 43 % del total.
Esto afirma que las tensiones son muy bajas,
siendo los eventos meteorológicos extremos, el
tipo de tensión que más prevalece en estos tres
parajes; por su parte, la tala y el vertimiento
de residuales son las tensiones presentes en al
menos dos de estos tres parajes. Los parajes
donde la salud del ecosistema es “Muy baja
fueron: El Muelle y La Ostionera, donde se
aprecia que los servicios ecosistémicos comien-
zan a tener limitaciones y las tensiones encau-
zadas por la acción humana han comenzado a
incidir sobre la salud del ecosistema. En cuanto
a los parajes evaluados con salud “Baja y Muy
Baja, estos representan el 57 % de los mismos,
limitando la calidad de servicios ecosistémicos
por las tensiones y su incidencia negativa en la
salud del manglar que se encuentra muy cerca
al umbral de resiliencia del ecosistema.
DISCUSN
El predominio en el sector costero Paraguay
de la especie A. germinans se debe a que esta
puede soportar las mayores concentraciones de
salinidad en su entorno (40-80 ‰). Posee dos
adaptaciones que le permiten sobrevivir en estas
condiciones extremas, la capacidad de sobrevi-
vir en elevada salinidad y excretar la sal por las
hojas, y estructuras especializadas en las raíces
Fig. 6. Diagrama de Pareto apilado que muestra las causas principales de la degradación del bosque de manglar en el sector
costero Paraguay, Guantánamo, Cuba. / Fig. 6. Apilated Pareto diagram showing the main causes of degradation of the
mangrove forest in the coastal sector Paraguay, Guantánamo, Cuba.
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para el intercambio de gases conocidas como
neumatóforos (Menéndez & Guzmán, 2006).
Igualmente, se desarrolla en suelos pobres en
nutrientes y en lugares con inundaciones perió-
dicas, característico del área de estudio. Se
obser, además, que la especie R. mangle se
desarrolla favorablemente en la primera línea
de costa, con valores de salinidad entre 30 y 40
‰, en terrenos en su mayoría lodoso-fangoso
con abundante materia orgánica compuesta por
hojarasca y sobre suelos casi siempre húmedos
e inundados (Lamas et al., 2020). Estos resulta-
dos coinciden con los citados por Menéndez y
Guzmán (2006), quienes obtuvieron en el bos-
que de manglar de Majana, situada al suroeste
de La Habana, Cuba, variaciones en la composi-
ción de especies en relación con la distancia de
la línea de costa, con predominio de R. mangle
y A. germinans. Por otra parte, Plasencia et al.
(2011) en la comunidad costera de Playa Flori-
da localizada en la costa sur de la provincia de
Camagüey, observaron que la vegetación del
área está dominada por manglares de R. mangle
y A. germinans, los cuales alternan con zonas
que ocupan el herbazal de ciénaga. La sabana
constituye un ecosistema totalmente antrópico,
resultado del desbroce realizado a finales de la
década de los sesenta.
En cuanto a la altura del manglar los
valores obtenidos son similares a los obtenidos
por Cruz y Pérez (2017), en los manglares del
municipio Guamá, ubicado al suroeste de la
provincia Santiago de Cuba, donde es evidente
la afectación en la estructura del bosque, por
escasa presencia de individuos de porte alto.
Los valores tanto del diámetro como del área
basal son inferiores a lo descrito por Rodrí-
guez-Leyva (2016), en el bosque de manglar
de la Reserva Ecológica Baitiquirí ubicada al
sureste de la provincia Guantánamo que fue-
ron de 0.542 m de diámetro y 0.297 m2 ha-1
de área basal. Otros autores como Menéndez y
Guzmán (2006), describieron valores de áreas
basales superiores a los encontrados aquí, en
bosques de manglares de diversos sitios de
Centroamérica, los cuales van desde 3.9 m2 ha-1
hasta 56.4 m2 ha-1.
Los valores bajos de altura y diámetro,
directamente proporcional con el área basal y
volumen de madera, determinan la estructura
del bosque de manglar en el área de estudio,
caracterizado como de porte bajo, posiblemente
Tabla 3
Tensores ambientales identificados en cada paraje estudiado en el sector costero Paraguay, Guantánamo, Cuba y la intensidad
de afectación local. / Table 3. Environmental stressors identified in each area studied in the coastal sector Paraguay,
Guantánamo, Cuba. and the intensity of local affectation.
Tensor ambiental Paraje
El Muelle La Caldera La Ostionera El Copito La Boca El Bajo Conrado
Tala xxxxxx0
Abrasión marina x x x 0 0 0 0
Ganadería (pastoreo) x 0 x 0 0 0 0
Extracción de madera y corteza xxxxx00
Avance de la frontera agrícola x x x 0 0 0 x
Eventos hidrometeorológicos extremos x 0 x x x x x
Canalización 0 0 0 x x 0 0
Vertimientos de residuales x x x 0 0 x x
Sedimentación 0 0 x 0 0 0 0
Total = 9 tensores 7583433
Índice de salud 22
Muy baja
44
Baja
11
Muy baja
67
Alta
56
Baja
67
Alta
67
Alta
x-indica la presencia del tensor, 0-indica la ausencia del tensor.
10 Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075 Vol. 73: e61023, enero-diciembre 2025 (Publicado Ago. 29, 2025)
como consecuencia de largos períodos de inun-
dación, alto grado de salinidad, pocas preci-
pitaciones y baja disponibilidad de nutrientes,
además de otras afectaciones ocasionadas
directamente por la actividad humana como:
tala ilícita (extracción de madera, leña, corteza
y carbón), vertimiento de residuales, cons-
trucción de viales, entre otras (Cruz & Pérez,
2017). Resultados similares fueron publicados
por González (2018) quien identificó diferentes
afectaciones causadas por eventos naturales y
la actividad humana en una franja del ecosis-
tema de manglar en la zona sur del municipio
San Cristóbal, provincia Artemisa, la cual se
encuentra en un estado de deterioro.
La costa sur de Guantánamo, mayormente
abrasiva, es poco favorable para el estableci-
miento de bosques de mangles, solamente en
la desembocadura de algunos ríos se localizan
parches de manglar con buen desarrollo. En la
desembocadura del río Guaso se localiza una
franja de bosque de mangle bajo, con domi-
nancia de R. mangle, asociada con otros tipos
de humedales, y en los bordes al norte y fondo
de la Bahía también se encuentran franjas con
bosques de mangle mayormente bajos con
dominancia de A. germinans y mixtos.
La estructura actual del bosque se puede
asociar con la acción antropogénica y al gra-
diente salino típico de estos ecosistemas, ambos
contribuyen a modificar la distribución espa-
cial del manglar como ya se discutió en otros
estudios (Romero-Berny et al., 2019). Según
criterios de Menéndez y Guzmán (2006), los
bosques de mangles se desarrollan en sitios con
una gran diversidad de condiciones ambien-
tales, la estructura de estos bosques es tam-
bién muy variable; para este autor, la altura
de la vegetación y el área basal constituyen
los principales parámetros para analizar los
patrones estructurales del componente boscoso
de los manglares.
La causa fundamental de las afectaciones
observadas en el manglar es la acción antrópica
con el fin de satisfacer necesidades humanas de
leña para cocinar, factor que determina la fisio-
nomía de los rodales. Con respecto a lo ante-
rior Rodríguez et al. (2021), observaron varios
problemas como la extracción ilegal de plantas
y animales silvestres, así como el uso inadecua-
do de los recursos forestales y pesqueros que
afectan al desarrollo de la especie C. erectus,
que conforman el ecosistema de manglar en el
sector costero Cacongo, provincia de Cabinda,
Angola. Con estos resultados coinciden López
y Rodríguez (2018) al dejar demostrar que el
ecosistema manglar es uno de los más sujetos
a deterioro, provocados por tensores de origen
natural y antrópicas que afectan el ecosistema
de manglar.
Es notable la relación entre las especies R.
mangle y A. germinans probablemente como una
adaptación intrínseca a condiciones ambienta-
les específicas (López et al., 2011). Mientras R.
mangle tolera mejor los suelos con mayor grado
de anoxia, A. germinans prospera en depresio-
nes propensas a la hipersalinidad (Arreola et
al., 2004). En sitios con una alta dominancia
de R. mangle, prevalecen condiciones de menor
salinidad, lo que puede reflejar una mayor fre-
cuencia de inundación y menor evaporación
(Agudelo et al., 2015). Hacia el interior de la
planicie costera, la variación microtopográfica,
permite el desarrollo de A. germinans en cuen-
cas de inundación somera, con una amplitud
de marea reducida e incremento de salinidad
por mayor tasa de evaporación. L. racemosa
presentó una mayor plasticidad de desarrollo
en rangos variantes de salinidad e inundación,
y una mayor tendencia a formar rodales mixtos
con bajo desarrollo estructural.
La mayor densidad de plántulas de R.
mangle y A. germinans puede estar relacionado
con el desarrollo de las especies próximo a la
costa, favorecidas por la circulación de agua,
como consecuencia de la elevada energía pro-
cedente del mar, por las olas y mareas a la que
está sometida la vegetación. Además, la especie
R. mangle posee viviparidad, o sea las semillas
germinan en el árbol, por lo que se le conside-
ran propágulos, características que permiten
mayores posibilidades de éxito y sobrevivencia
(Rodríguez-Crespo et al., 2015). Con respecto
a la mortalidad observada de R. mangle, está
en correspondencia con lo obtenido por Rodrí-
guez-Leyva et al. (2014), quienes observaron
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Revista de Biología Tropical, ISSN: 2215-2075, Vol. 73: e61023, enero-diciembre 2025 (Publicado Ago. 29, 2025)
mayor porcentaje de mortalidad de R. mangle
en el bosque de manglar del sector costero
Caimanera en Guantánamo, debido a la explo-
tación irracional a la que ha estado sometida
la especie en el transcurso de los años, lo que
trae consigo disminución de las poblaciones y
la desaparición como barrera natural. Por otra
parte, la antropización excesiva del ecosistema
de manglar también es un factor que determina
la fisionomía de los rodales; árboles con alturas
y diámetros bajos son aprovechados para leña y
fabricación de carbón, lo cual provoca que los
posibles árboles semilleros, estén sometidos a
un constante estrés y no alcancen parámetros
necesarios para favorecer el desarrollo de roda-
les vigorosos (Vargas, 2015).
En general, se observó deterioro de la vege-
tación de manglar debido a las tensiones a que
están sometido este ecosistema. La vegetación
de la línea de costa fue afectada por la tala y la
erosión, donde se observaron tramos costeros
desprovistos de vegetación. Estos resultados son
similares a los obtenidos por Rodríguez-Leyva
et al. (2014) en el sector de Caimanera, quien
además añade deterioro de los suelos, deserti-
ficación y contaminación del agua, influyendo
al mismo tiempo en el deterioro del ecosistema
marino, deterioro de las condiciones higiénicas
sanitarias y tendencia al deterioro medioam-
biental, considerándose que son problemas de
un alto nivel de causalidad y consecuencia. Los
resultados mostraron un incremento en cuanto
a los parajes evaluados con salud baja (71 %), lo
que evidencia el avance del deterioro del ecosis-
tema de manglar en la zona, ya que resultados
obtenidos por Rodríguez-Leyva et al. (2020)
en la misma área de estudio, reportaron 68 %
de salud baja; por lo que se debe incrementar
las acciones que permitan mitigar los efectos
negativos y preparar el área para el comienzo de
la recuperación. En el presente estudio, el 88 %
de los nueve tensores ambientales identificados
son de tipo antpico, mientras que el 12 %
restante se vincula con la presencia de fenó-
menos meteorológicos extremos, Esto es muy
similar a lo reportado por Cruz y Pérez (2017)
quienes identificaron 14 tensores ambientales
en el ecosistema de manglar del municipio
Guamá, Santiago de Cuba; de ellos, 85 % son
de origen antrópico y 15 % relacionado con
eventos naturales.
Finalmente, los resultados obtenidos per-
miten concluir que la salud de los manglares
evaluados en el sector costero Paraguay presen-
tan una variación de alta a muy baja, mante-
niendo la calidad de servicios ecosistémicos en
los parajes El Copito, El bajo y Conrado, mien-
tras que en los parajes El Muelle y La Ostionera
se recomiendan implementar estrategias de
restauración para contrarrestar los tensores
ambientales de origen antrópico y en conse-
cuencia mejorar los servicios ecosistémicos.
Declaración de ética: Los autores declaran
que todos están de acuerdo con esta publica-
ción y que han hecho aportes que justifican
su autoría; que no hay conflicto de interés de
ningún tipo; y que han cumplido con todos
los requisitos y procedimientos éticos y legales
pertinentes. Todas las fuentes de financiamien-
to se detallan plena y claramente en la sección
de agradecimientos. El respectivo documento
legal firmado se encuentra en los archivos de
la revista.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a la Empresa Agroforestal
Guantánamo por permitir la toma de datos y los
trabajos de campo en su patrimonio. Igualmen-
te, agradecemos a Alexey Acebal-Roman por la
elaboración cartográfica y a Porfirio Villamet-
Pineda, por el cuidado y recolección de datos
de los especímenes colectados. Este trabajo fue
apoyado por la Facultad Agroforestal pertene-
ciente a la Universidad de Guantánamo (UG)
en Cuba, mediante el impulso y colaboración
de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la
Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH)
y del Instituto de Ecología (INECOL), A.C.,
en México.
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