Las pesetas provisionales (1944-1946)
de la Casa de Moneda de Costa
Rica
The provisional (1944-1946)
pesetas of the Mint of Costa Rica
José A.
Vargas Zamora
Escuela
de Biología, Universidad de Costa Rica,
Montes
de Oca, San José, Costa Rica ||
Investigador
numismático independiente
https://orcid.org/0000-0003-3431-8802
Ronald Vílchez Rodríguez
Investigador
numismático independiente
https://orcid.org/0009-0001-7595-0452
Josué I. Sánchez Chaves
Investigador
numismático independiente
https://orcid.org/0009-0004-3683-8179
Fecha de recepción: 26 de noviembre del 2024
Fecha de aceptación: 16 de junio del 2025
Cómo citar:
Vargas Zamora, José A.; Ronald Vílchez Rodríguez; y Josué
I. Sánchez Chaves. 2026. Las pesetas provisionales (1944-1946)
de la Casa de Moneda de Costa Rica. Revista
Reflexiones, 105 (2). DOI 10.15517/rr.v105i2.62956
Resumen
Introducción:
La escasez de moneda persistió en Costa Rica desde tiempos coloniales hasta
mediados del siglo XX. La Casa de Moneda acuñó, como emisión provisional,
piezas de 25 céntimos (pesetas), las cuales según el Decreto de 1944 son
de bronce (Cu+ Zn + Sn), aunque presentan diferentes colores que sugieren otras
mezclas de metales.
Objetivo:
Describir las características físicas de las monedas, su composición elemental
y las circunstancias que motivaron su acuñación.
Métodos:
De 60 pesetas se determinaron su diámetro, peso, grabados, y los principales
defectos. La composición de cuatro monedas, de diferentes colores, fue
analizada mediante un microscopio electrónico de barrido equipado con sensor
para dispersión de rayos X (SEM-EDX).
Resultados:
De la muestra, 48 pesaron menos de lo especificado (3.410 g) en el Decreto, dos
coincidieron con lo indicado y 10 lo superaron. La mayoría poseen un diámetro
de 23.5 mm. El análisis SEM-EDX detectó la presencia
de cobre (68 a 96 %), de zinc (12 a 23 %) y de estaño (0.61 a 2.0 %), además de
trazas de plomo. Sin embargo, los porcentajes de metales varían. Son frecuentes
las fracturas del troquel, la doble impresión y el traspaso de algunos detalles
a la cara opuesta.
Conclusiones:
Las pesetas difieren del contenido de metales especificado en el decreto de
emisión, así como en el peso, colores, y errores de fabricación. Dos de las
pesetas de color amarillo analizadas por SEM-EDX cumplen lo especificado y
están compuestas de una aleación de cobre, ligado con zinc y estaño (Bronce). Aun
cuando su emisión fue provisional estas monedas circularon por más tiempo que
el esperado y constituyen partes importantes de los patrimonios numismático y
metálico del país.
Palabras clave: Numismática, Monedas, 25 céntimos,
Bronce, SEM-EDX.
Abstract
Introduction: Coins were scarce in Costa Rica from colonial times
until the mid-twentieth century. The Mint of Costa Rica provisionally produced
25 cent coins (pesetas) that, according to the Decree of 1944, were made
of brass (Cu + Zn + Sn), but appear with different colors suggesting other
mixtures of metals.
Objective: To describe the characteristics of the coins, their
elemental composition and the circumstances leading to their minting.
Methods: The diameters, weights, engravings, and main defects of 60 peseta coins
were determined. The composition of four coins, of different colors, was also
analyzed by means of a Scanning Electron Microscope with X-ray dispersion
(SEM-EDX).
Results: From the sample, 48 coins weighed less than what was (3.410 g)
specified in the Decree, two agree with it and 10 were higher. The majority had
a diameter of 23.5 mm. The SEM-EDX analysis detected the presence of copper (68
to 96 %), zinc (12 to 23 %), tin (0.61 to 2.0 %) and traces of lead. However,
the percentages of metals varied. Dye fractures, double impressions, and dye
clashes are frequent.
Conclusions: The coins differ in the metal content specified in
the Decree, as well as on their weight, colors, and minting errors. Two of the
yellow coins analyzed by SEM-EDX agree with the specifications of the Decree
148 and are made of an alloy of copper with zinc and tin (Brass). In spite of
their provisional status these coins circulated for more time than expected and
are important parts of the numismatic and metallic patrimonies of the country.
Key words: Numismatics, Coins, 25 cents, Brass, SEM-EDX.
Introducción
Las
monedas coloniales
Desde
tiempos coloniales, en Costa Rica estuvo vigente el sistema monetario del
imperio español que utilizaba monedas de oro y de plata. Las monedas de oro
recibían el nombre de escudos y se emitían en valores de ½, 1, 2, 4 y 8
escudos. Esta última, también conocida como onza, equivalía a 16 pesos y
debía pesar 27.06 gramos a partir de 1728 (Sedwick y Sedwick (2007:9). Las monedas de plata o reales, se
emitían en valores de ¼, ½, 1, 2, 4 y 8 reales. La de ocho reales era conocida
como peso y también debía pesar 27.06 g. Por tanto, una moneda de
dos reales, o peseta, debía pesar 6.76 g. Según el Diccionario de la
Moneda Hispanoamericana (Burzio 1958:169), el
término peseta se define como:
Diminutivo de peso. Cuarta
parte de este en el sistema monetario colonial hispanoamericana y que, siendo
su valor de 8 reales, equivalía la peseta a 2 reales. De acuerdo a su origen,
impronta, título y destino, la peseta colonial ha recibido distintos nombres.
La
circulación de pesetas en Costa Rica
Los
estudios de Gurdián Montealegre (1997), Murillo (2004), Chacón Hidalgo (2006) y
Viales Hurtado (2012) aportan información sobre la historia de las monedas de
Costa Rica. Como resumen se puede indicar que después de la Independencia en 1821
se continuó en Costa Rica con el uso de monedas de oro y de plata. En 1828, se fundó
la Casa de Moneda en San José que inició operaciones en 1829 y produjo piezas
de oro y de plata. Las de plata en valores de ¼, ½, 1, y 8 reales (Chacón
Hidalgo 2018). La capacidad de acuñación limitada y los cierres temporales de
operación de la Casa agravaron la escasez de monedas ante la creciente economía
cafetalera. Este problema perduró durante el resto del siglo XIX y hasta
avanzado el siglo XX. Por tal motivo, a mediados del siglo XIX, también
circulaban piezas de dos reales de otros países, entre las que eran frecuentes
las macuquinas coloniales, que fueron retiradas en 1849.
En
1845, se autorizaron, mediante resellos en ambas caras, pesetas españolas para
circular por dos reales (Figura 1A). En 1849 la Casa de Moneda produjo las primeras
monedas de dos reales (Figura 1B). En 1850 se habilitan, mediante resello sobre
una cara, los chelines ingleses (Figura 1C) para circular por valor de dos
reales (Vargas Zamora y Chacón Hidalgo 2022)
La
República de Costa Rica y la evolución de las pesetas
En
1848, el Dr. José María Castro Madriz decretó la fundación de la República de
Costa Rica y los lineamientos para la emisión de monedas de oro y plata propias
de la nueva República (Murillo 2004). Con fecha de 1850, la Casa acuñó las
primeras monedas de plata de 1/16, 1/8 y ¼ de peso con un árbol de encina y el
nuevo Escudo de Armas de la República (Figura 1D). En 1864 se introduce el sistema decimal y las
monedas circulan con valores de 5, 10, 25 y 50 centavos. El árbol de encina o
roble fue grabado en las pesetas desde 1850 hasta 1875 y estas monedas destacan
en la numismática mundial por su belleza y originalidad (Vargas Zamora 2014). Con
fecha 1865 se emiten las primeras monedas de un centavo en aleación de cobre y
níquel. Entre 1885 y 1893 se ponen en circulación piezas de 5, 10, 25 y 50
centavos.
El
colón como unidad monetaria
En 1896, se adopta el colón como unidad
monetaria vigente hasta el día de hoy. El colón se dividió en 100 céntimos y
entre 1902 y 1936 se emitieron en varias fechas monedas de 2, 5, 10 y 50
céntimos. En 1924, se retomó la producción de monedas de 25 céntimos (Figura
1E) que serían las últimas con contenido de plata.
En
1935 (Figura 1F) y en 1937 se acuñaron fuera del país piezas de 25 céntimos de
aleación cupro-níquel en las que destacan por primera
vez en el reverso dos bandolas de café entrecruzadas. Si bien las monedas con
valores en reales no se utilizaban desde 1850, el pueblo continuó conociendo con
el sobrenombre de pesetas a las monedas de ¼ de peso, 25 centavos y 25
céntimos.
El
peso original teórico de 6.76 g disminuyó al desaparecer el uso del metal
plata, pero su diámetro aproximado de 23 mm permaneció hasta 1982 y, en 1989, se
realizó la última emisión, en aluminio, con un diámetro de 17 mm (Figura 1G) y
peso de 1.06 g (Vargas 2009). Poco tiempo después, igualmente, desaparecería
del lenguaje popular el uso de peseta para referirse a esas monedas.
Figura 1. Algunos
ejemplos de la evolución de la peseta: A. Peseta (2 R) provincial
de España, Madrid, 1800, resellada en 1845 para circular en Costa Rica por dos
reales. B. Peseta (2.R) de la Casa de Moneda de Costa Rica (C R), 1849,
resellada ese mismo año. C. Un chelín (Shilling)
inglés de 1844 habilitado en 1850 con el resello del león pasante para circular
en Costa Rica por dos reales. D. Un cuarto de Peso (1/4 Po),1850,
con el árbol de encina y el Escudo de Armas de la República de Costa Rica
fundada en 1848. E. 25 centavos, 1892, acuñada en Inglaterra. F.
25 céntimos, 1924, con Escudo Nacional anterior a 1906. Ultima peseta con
contenido de plata (650/1000). G. 25 céntimos, 1935, acuñada por Philadelphia Mint,
E.E.U.U. Con Escudo de Armas de 1906 y bandolas de café. H. 25 céntmos,1989,
última peseta acuñada. Aluminio. Casa de Moneda de México. A-H.
Fuente: Fotografías originales sin modificar.
Colecciones privadas.
La
situación del país al final de la década de 1930
En
la década de 1930 la economía de Costa Rica era muy diferente a la de inicios
del siglo XX y aumentaba la necesidad de un ente central encargado de la emisión
de monedas y billetes. Sin embargo, no se consideró oportuna la creación de un
Banco Central debido al pequeño tamaño del país, por lo que en el Banco
Nacional se estableció un departamento centralizador conocido con el nombre de Banco
Nacional - Departamento Emisor (Gurdián Montealegre 1997). La Casa de
Moneda pasó a funcionar como una dependencia del Banco Nacional para la emisión
de monedas y el Banco pasó a ser el único emisor de billetes.
En
el mes de enero de 1937 el medio circulante escaseaba, lo que hizo necesaria la
disponibilidad de más monedas de baja denominación. Para paliar la falta de
moneda y en vista de que la maquinaria de la Casa de Moneda estaba en
deterioro, se contrató fuera del país la acuñación de pesetas y en aleación de cupro-níquel. Las emisiones de monedas de 25 céntimos
fueron:
Acuerdo
del 23 de agosto de 1935
Pesetas
fechadas 1935: B.I.C.R. 1.200.000 monedas
Pesetas
fechadas 1937: B.N.C.R. 1.600.000 monedas
El
total de ambas emisiones fue de 2.800.000 piezas.
Las
pesetas de 1935 (Philadelphia Mint,
E.E.U.U., Figura 1F) y 1937 (Royal Mint, Inglaterra)
tienen grabada en el reverso una corona formada por dos bandolas de café y en
el anverso el Escudo Nacional según el diseño de 1906 (Vargas Zamora y Sibaja Cordero 2007). Es
importante mencionar que las emisiones de pesetas se mantuvieron alrededor de
un millón de ejemplares hasta 1946, distribuidas de la siguiente manera:
1.340.000 en 1924 (Michael y Schmidt 2019:592) y, según Gurdián Montealegre
(1997) fueron de 2.800.000 ya mencionadas para 1935 y 1937; y 3.200.000 entre
1944 y 1946; para un total de 7.340.000 pesetas. Sin embargo, esta cantidad
posiblemente fue insuficiente para satisfacer la demanda de una
población de Costa Rica que, en 1946, se estimaba en 781.873 personas (Pérez Brignoli 2010:128). En este contexto, en 1948, se pusieron en circulación
9.200.000 nuevas monedas de aleación cobre-níquel y no fue sino hasta 1967 que
se retomó la emisión de piezas de esa denominación.
El
objetivo del presente estudio en aportar datos de las acuñaciones de pesetas hechas
por la Casa de Moneda de Costa Rica en los años de
1944, 1945 y 1946, así como sobre el decreto que autorizó su emisión, la
descripción de las monedas, sus pesos en gramos, la variedad de colores, los
porcentajes de metales utilizados en las aleaciones y los defectos de
fabricación.
Métodos
Decreto
de emisión de las pesetas y literatura relacionada
Se
procedió a localizar en la biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad
de Costa Rica y en la literatura publicada disponible la documentación
pertinente a la emisión de las pesetas. Luego, se efectuó un análisis del
decreto de emisión.
Muestra
de 60 monedas, pesado y medición del diámetro
Posteriormente,
gracias a la colaboración de varios coleccionistas, que desean permanecer
anónimos, se obtuvo una muestra de 60 monedas (20 de cada año de emisión) en
buen estado de conservación, especialmente aquellas en las que aún son visibles
detalles del Escudo Nacional. Las monedas fueron obtenidas por los
coleccionistas en diferentes épocas, por lo que la muestra se considera
aleatoria. A partir de esta muestra, se hizo una descripción del anverso,
reverso y canto de las monedas.
Se
pesaron cada una de las 60 monedas en una balanza portátil con capacidad para
500 gramos y exactitud de 0.01g. La balanza fue calibrada mediante dos piezas
que fueron pesadas en una balanza analítica de laboratorio y exactitud de
0.001g. El pesado de las piezas se hizo en una sola sesión y a temperatura
ambiente estable.
Asimismo,
se efectuó la medición del diámetro de las 60 monedas utilizando un vernier
calibrado y con exactitud de 0.1 mm.
Muestra
de 60 monedas: selección de colores
Las
pesetas de 1944, 1945 y 1946 presentan diferentes colores, lo que hace suponer
proporciones variables de los metales propios del bronce o la adición de otros.
Por esta razón en este trabajo se ha prestado atención a ese aspecto. Se
seleccionaron cuatro monedas con colores distintos, desde un rojo cobrizo hasta
el amarillo pálido.
Análisis
de los metales presentes en cuatro monedas
Para evaluar la
hipótesis sobre la posible relación entre el color de las monedas y el
contenido de metales, las cuatro monedas seleccionadas fueron sometidas a
análisis utilizando un microscopio electrónico de barrido (Scanning Electron Microscope,
o SEM por
sus siglas en inglés) con sensor para la detección de rayos X (Energy
Dispersive X-ray analysis,
EDX, por
sus siglas en inglés). El análisis fue hecho con un microscopio
electrónico modelo JEOL-JSM-IT500 equipado con un sensor EDX-JEOL-EX74600U4L2Q,
calibrado. El equipo está localizado en el Centro de Investigación en Ciencias
de los Materiales (CICIMA) de la Universidad de Costa Rica. Las
especificaciones del equipo fueron 15 keV de voltaje
y una distancia de trabajo de 11 mm.
Se raspó suavemente una
sección de cada moneda con un bisturí plástico. Para el análisis
se localizaron dos puntos en el número 25 del reverso, uno en el relieve raspado
del 5 y otro en el espacio intacto dentro del semicírculo del mismo número 5. Las monedas no
presentaban trazas visibles de corrosión que hubieran requerido de un
tratamiento previo de limpieza más agresivo (Moreno Suárez et al. 2016). Por
tanto, para eliminar grasa y suciedad procedimos a lavarlas con jabón de manos
no abrasivo, seguido de enjuague con agua destilada y finalmente con alcohol
etílico. Además de los metales propios en las aleaciones de bronce (Cu,
Zn, Sn) y
latón (Cu, Zn), el equipo detecta otros que podrían haber sido
contaminantes, o utilizados por la Casa de Moneda. Se incluyeron el
oxígeno y el carbono como posibles indicadores de corrosión (Mayyas et al. 2023). Los resultados se expresan como
porcentajes de la masa para cada elemento analizado.
Los
defectos de acuñación de las monedas
La
maquinaria y troqueles de la Casa de Moneda ya presentaban signos de deterioro
en la década de 1940 por lo que algunas monedas poseen defectos. Los errores o
defectos presentes en las 60 monedas obtenidas en la muestra, como fracturas en
el troquel, desfase en el centrado, doble impresión de caracteres, entre otros,
fueron identificados y anotada su frecuencia de aparición.
Resultados
El
Decreto No 148 de 1944
La
escasez de monedas de 25 céntimos fue mitigada mediante la emisión de nuevas
piezas de esa denominación por la Casa de Moneda de Costa Rica. Para este
propósito, el gobierno del Lic. Teodoro Picado emitió el Decreto No 148
de fecha 10 de agosto de 1944, el cual se reproduce en la Figura 2.
Figura 2. El Decreto No 148 del
10 de agosto de 1944 según aparece en las páginas 107-108 de la Colección de
Leyes, Decretos, Acuerdos y Resoluciones para el segundo semestre del
año 1944, San José, Imprenta Nacional.
Fuente: Colección de la Biblioteca de la
Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica.
Algunos
detalles del Decreto No 148
Artículo
1. El Departamento emisor del Banco Nacional es
el encargado de emitir las nuevas monedas y las iniciales B.N. y C.R, aparecen
grabadas en el reverso. También, es el encargado de retirarlas cuando lo
considere conveniente.
Artículo
2.
Se define la composición de metales como una mezcla de cobre (Cu), aleado con
zinc (Zn) y estaño (Sn). Por tanto, las pesetas debían ser de bronce. No se
especifican las proporciones de los metales. Sin embargo, en la Ley de Moneda
del 18 de marzo de 1947 se indica que el Departamento Emisor del Banco Nacional
podrá emitir monedas de 5 y 10 céntimos con una aleación de 95 % cobre, 4 % de zinc
y 1 % de estaño.
Según
Gurdián Montealegre (1997:82), también existen pesetas con contenido de plata y
de níquel, así: 1944, plata,
cobre rojizo; 1945, cobre rojizo y cobre amarillo, liga con cobre
rojizo; 1946, cobre grueso, níquel grueso, níquel.
El
Catálogo de Monedas del Mundo (1901-2000) de Michael y Schmidt (2019:598)
indica la acuñación de monedas especiales de 25 céntimos con las siguientes
especificaciones:
Patrones
(Patterns). Son monedas de
muestra que produce la casa acuñadora para que se evalúe su diseño y
características.
Pn (1944) 25 céntimos, en
metal plata y Pn (1944) 25 céntimos, en bronce
pulido.
Pieforts
o piedforts. Son monedas
acuñadas generalmente al doble de su grosor y con el propósito de servir de
presentación del tipo de moneda o como obsequio a personajes.
P6
(1946) 25 céntimos, en bronce, P7 (1946) 25 céntimos, en cupro-níquel, 50 piezas.
Pruebas. Según
Burzio (1958) las pruebas son monedas acuñadas antes
de la aprobación definitiva del tipo que se adoptará; es decir, el ejemplar
modelo de la nueva moneda. El Museo de Numismática del Banco Central de Costa
Rica tiene catalogadas las siguientes pruebas de monedas de 25 céntimos, con
fecha 1946:
M0919 (espesor 1.0 mm - diámetro 23.1 mm), M0917 (0.9 mm-23.3 mm),
M0918 (1.7 mm-23.5 mm), M0919 (1.4 mm- 3.4 mm), M0920
(2.6 mm-24.5 mm),
M0921 (2.2 mm - 23.3 mm), M0922 (1.4 mm-23.5 mm), M0923
(2.1 mm-23.5 mm),
M0924
(1.8 mm - 23.4 mm) y M0925 (1.3 mm-24.4 mm)
Artículo
4.
La emisión de pesetas se considera en el Decreto como de carácter provisional.
En este contexto, Burzio (1958:278) define esas
monedas así:
Nombre dado en España y en sus posesiones a la moneda de
necesidad, acuñada en momentos en que circunstancias políticas, militares, sociales
o económicas obligaban a las autoridades a emitirla con carácter precario.
¿Cuántas
monedas fueron emitidas?
Las
emisiones de pesetas provisionales según Wallace (1966:31), Gurdián Montealegre
(1997:138), Michael y Schmidt (2019:592) coinciden y fueron: en 1944 de 800.000,
en 1945 de 1.200.000, y en 1946 de 1.200.000; para un total de 3.200.000
monedas.
Descripción
del anverso y reverso de las pesetas
Anverso:
esta es la cara principal de la moneda y de acuerdo con el Decreto No
148 lleva el Escudo de Armas y en la orla la leyenda “República de Costa Rica”,
así como el año de acuñación. Se agregaron dos estrellas de cinco puntas, una a
cada lado de la fecha de acuñación y dentro de las estrellas las iniciales C y
R (Costa Rica), respectivamente (Figura 3A, C). En ambas caras del ejemplar
ilustrado en la Figura 3, se notan fracturas del troquel en forma de líneas en
relieve en la palabra “Rica” (Figura 3A) y al final de la palabra “América”
(Figura 3B).
Si
bien en las monedas de 1935 y 1937 se grabó en el anverso el Escudo de Armas
según el modelo modificado en 1906 (Figura 1F), en las pesetas de 1944, 1945 y
1946 se utilizó como marco para el Escudo el de las monedas de oro acuñadas
entre 1897 y 1928, en algunas de plata entre 1902 y 1918, así como de cupro-níquel entre 1917 y 1936. Esa forma del símbolo
nacional anterior a 1906 también fue grabada en las pesetas de 1924 (Figura 1 E).
Cabe recordar que las pesetas de 1935 y 1937 fueron acuñadas fuera del país por
las casas Philadelphia Mint
y Royal Mint.
Reverso: el
Decreto No 148 indica que en esta cara se grabarían dos ramas de
café o bandolas entrecruzadas. Sin embargo, tal como ocurrió con el marco del Escudo
en el anverso, el grabador de la Casa de Moneda posiblemente se vio obligado a
utilizar los troqueles con el diseño antiguo y agregar algunas modificaciones
para cumplir con los requisitos. La corona es similar a la de otras monedas de
Costa Rica anteriores a 1930. No hay certeza sobre cuál especie de planta fue
grabada en la corona. Se ha especulado que podrían ser del mirto europeo (Myrtus communis)
símbolo de paz. Otra alternativa es el laurel europeo (Laurus
nobilis), símbolo de victoria y mérito (Vargas Zamora
y Gómez Laurito 2004).
Las
monedas cumplen con lo decretado con respecto a las leyendas “América Central”,
“B.N.C.R.” y el valor (25) de la moneda en números, pero se agregó la palabra “CENTIMOS”
en mayúsculas. Como adorno no especificado se grabó un bigote o base bajo esa
palabra, así como dos estrellas de cinco puntas a los costados de la corona
(Figura 3A, C) que muestran respectivamente e incusas las micro letras C y R.
(Costa Rica). En la base y bajo el lazo hay una estrella sin micro letras.
Gráfila
y canto: los bordes del anverso y del reverso de las pesetas
están adornados con puntos dispuestos uno al lado del otro a lo largo de la
circunferencia y tienen forma de medias esferas (Figura 3A, B). El canto está grabado
en toda su extensión con estrías rectas paralelas (Figura 3D).
Figura 3. Moneda
de 25 céntimos, 1944: A. Anverso. Escudo de Armas dentro de un marco y
cinco estrellas. Tres volcanes no humeantes. Nótese que las banderas en los
mástiles del velero en primer plano ondean correctamente en la dirección del
viento. Fractura del troquel atraviesa la letra C en “RICA”. B. Reverso:
Corona formada por dos ramas de hojas lanceoladas y frutillos pedunculados en
los nudos. Dos fracturas largas del troquel desde la gráfila hasta el 2. Nótese
que el 5 en el 25 está ligeramente bajo la base del 2. Banco Nacional (B.N.),
Costa Rica (C.R.). C. Microletras C y R (Costa
Rica) incusas en las estrellas del anverso y reverso. D. Cantos estriados
de tres (1944, 1945, 1946) monedas.
Fuente: Colección JVZ.
El
peso y diámetro de las pesetas
El
Decreto No 148 indica que el peso de las monedas debe ser de 3.410
gramos, con una tolerancia de 16 gramos por cada 1000 monedas y un diámetro de
23 mm. No se han localizado datos publicados que
indiquen si el requisito de 3.410 g fue cumplido.
Los
resultados se ilustran en la Figura 4A. De las 60 monedas 48 (80 %) pesaron
menos de lo indicado (3.410 g) en el Decreto. Dos monedas pesaron lo indicado,
mientras que 10 (16 %) lo superaron. La moneda de menor peso fue de 1946 con
2.76 g y la de mayor peso fue de 1945 con 3.56 g (Figura 4). Las medianas
fueron de 3.32 g (1944), 3.34 g (1945) y 3.27 g (1946). Este último año fue el
de más amplio ámbito en los pesos (Figura 4). Cuando se hizo un análisis
estadístico comparando las medianas se concluyó que no son significativamente
diferentes (Figura 4). El resultado (Figura 4B) indica que la mayoría de las
monedas exceden por pocas décimas de milímetro lo indicado (23.0 mm) en el
Decreto.
Figura 4. Estudio de 60 monedas, veinte por
cada año: A. Pesos en gramos. B. Diámetros en milímetros.
Medianas (línea horizontal dentro de los rectángulos) y límites de confianza al
95 % (líneas superior e inferior de los rectángulos). Los pesos y diámetros
extremos indicados en los ápices de las líneas verticales.
Fuente: Elaboración propia.
Del
cobrizo al amarillo: la variedad de colores de las pesetas
La
muestra de 60 monedas facilitó la obtención de una variedad de colores que van
desde un rojo cobrizo hasta un amarillo pálido. Para ilustrar esta variedad, se
ha incluido en la Figura 5 una selección de 10 monedas fotografiadas tanto por
el anverso como por el reverso.
Figura 5. Variación en el color
de 10 monedas de 25 céntimos y su peso en gramos. Las pesetas H y J
corresponden al peso máximo y al peso mínimo, respectivamente. Los resultados
del análisis de la concentración de metales por SEM-EDX para cada una están
incluidos en la Figura 6.
Fuente: Colección JVZ.
El análisis de metales
mediante emisión de rayos X (SEM-EDX)
Se seleccionaron las
monedas A, C, F y J ilustradas en la Figura 5. Se enfocó el sensor de rayos X
sobre dos puntos en cada una de las cuatro monedas (Figura 6A): punto 1
(relieve del número 5) y punto 2 (dentro del semicírculo del número 5). Los
resultados se incluyen en la Figura 6.
Figura 6. Contenido de metales analizados mediante el método SEM-EDX y
expresados como porcentajes. Las monedas A,
C, F y J corresponden a las ilustradas con esas letras
en la Figura 5. En la moneda A se indican en negro las posiciones de los puntos
relieve sobre el 5 y fondo dentro del semicírculo del 5.
Fuente: Colección JVZ.
El análisis SEM-EDX para
la moneda A, de tono rojo cobrizo, evidenció un alto contenido de cobre (89.68
% en el punto 1 y 89.55 % en el punto 2) con presencia de plomo de 2.56 % y
2.10 %, respectivamente (Figura 6A). No se encontró restos de estaño ni de
zinc.
La peseta C, con un tono
rojizo menos acentuado que la anterior, presentó una concentración menor de
cobre (85.74 %) y 6.79% de zinc en el punto 1, mientras que en el punto 2 se
detectó más cobre (96.19%) y no se detectó estaño (Figura 6C). La presencia de
Cu y Zn, junto con la ausencia de Sn indica que esta moneda puede considerarse
hecha de la aleación denominada latón.
La moneda F, de tono
amarillo brillante, presentó en el punto 1 porcentajes de cobre (71.17 %), zinc
(21.78 %) y estaño (1.80 %) y en el punto 2 de Cu 73.64 %, Zn (19.62 %) y Sn (2.07
%). Esta moneda contiene los metales esperados para la aleación conocida como bronce.
La moneda J, de un tono
amarillo opaco y con el menor peso (2.76 g) de las 60 de la muestra original,
presentó en el punto 1 porcentajes de cobre (68.77 %), zinc (23.35 %) y estaño
(0.93 %), mientras que en el punto 2 el Cu fue de 70.81 %, el Zn (12.31%) y el
Sn (0.61 %).
El ámbito de porcentajes de carbono fue de 2.46
% (peseta C) a 8.46 % (J), mientras que el ámbito para el oxígeno fue de 1.27 %
(peseta F) a 7.02 % (J). La superficie de esta moneda (Figura 6J) presenta
rugosidad que podría atribuirse a corrosión.
La moneda A, que también
posee rugosidad presenta un porcentaje menor de oxígeno (3.78 %) que la pieza
J. Otros elementos en concentraciones menores al 1% podrían considerarse como
impurezas.
Las
últimas acuñaciones de la Casa de Moneda y defectos de su producción
La Casa de Moneda inició operaciones en 1829 y fue cerrada
definitivamente en 1949 (Chacón Hidalgo 2018). A lo largo del siglo XIX su
labor fue interrumpida varias veces por diversas razones y estos periodos de
inactividad continuaron en las primeras décadas del siglo XX. La maquinaria
existente a inicios del siglo XX ya evidenciaba un deterioro que no solo llevó
a interrupciones de labores, sino que también se manifestó en defectos de
acuñación de las monedas entre las que se encuentran las de 25 céntimos, objeto
de este estudio.
En la Tabla 1 se han
incluido los principales errores o defectos encontrados en la muestra de 60
monedas. En las figuras 7 y 8 ilustramos
algunos ejemplos
Tabla
1.
Muestra de 60 monedas, 20 de cada año.
Identificación de los principales defectos (A – L) encontrados y ordenados por
frecuencia decreciente: A. Troquel fracturado. B. Choque de troqueles (Die
clash). C. Dígitos desiguales. D. Desgaste
desigual. E. Doble impresión. F. Estrellas con puntas diferentes. G. Colores
diferentes. H. Adherencias de metal en el borde. I. Letras
desiguales o no alineadas. J. Ausencia de puntos entre letras BN y CR. K.
Centro desplazado (Off center). L. Ejes de anverso y reverso
desfasados.
Año |
A |
B |
C |
D |
E |
F |
G |
H |
I |
J |
K |
L |
Sin errores |
1944 |
12 |
16 |
13 |
3 |
4 |
6 |
2 |
0 |
1 |
1 |
2 |
0 |
1 |
1945 |
12 |
7 |
9 |
15 |
4 |
2 |
4 |
3 |
0 |
3 |
0 |
0 |
1 |
1946 |
14 |
10 |
9 |
7 |
6 |
3 |
3 |
4 |
3 |
0 |
1 |
0 |
0 |
Total |
38 |
33 |
31 |
26 |
14 |
11 |
9 |
7 |
4 |
4 |
2 |
0 |
|
Figura 7.
Defectos en monedas: A. 1946. Doble impresión del año de acuñación
1946 y de la leyenda “República de” (flecha) “Costa Rica”, más
notable en “República” y en los números 4 y 6. Fracturas
de troquel al final de “Rica”. B. 1946. Defecto en el 4 (flecha),
fractura a la derecha en la letra C. Posible laminación del cospel al inicio de
“República”. Desgaste o débil acuñación del escudo. C. 1945. Número 5,
escudo de armas y puntos en la orla con desgaste o débil acuñación. D.
1945. Posible laminación (flecha) y desgaste o débil acuñación de las olas en
el escudo de armas y de los puntos en la orla.
E. 1944. Defecto en el dígito 1 del año (flecha). Fractura del
troquel detrás de la estrella izquierda. F. 1946. Débil acuñación de las letras
de “CENTIMOS” y del 25 (flecha). G. 1944 y 1945. Manchas (flechas), de
origen incierto, con la misma orientación a través del anverso, en fragmentos y
con el mismo tipo de material. A-G. Nótese las tonalidades diferentes.
Fuente: Colección JVZ.
Figura 8. Defectos en monedas: A. 1945.
Anverso con prominencia de bordes rectos (flecha) que cubre las letras “RIC”
parcialmente visibles. Débil grabado o desgaste del Escudo. B. 1945.
Sectores del anverso y reverso con prominencias (flechas) de bordes
irregulares. C. 1944. Estrella normal con las 5 puntas iguales. D.
Cuatro ejemplos de monedas cuyas estrellas (flechas blancas) muestran
diferencias en la longitud y proporción de los brazos. E. 1944. Reverso.
Dentro de los círculos se observan huellas difusas del borde del escudo
de armas en el anverso (Die clash). F. 1946.
Anverso y reverso de moneda no centrada (Off center). A-F.
Nótese las tonalidades diferentes.
Fuente: Colección JVZ.
El libro de Jovel (2021:2) sobre monedas de El Salvador incluye una lista
de posibles errores o defectos en las monedas, así como una descripción de cada
tipo. Esta lista la divide el autor en tres categorías: 1) Errores al fabricar el
cospel (recorte del borde, laminación del metal, cospel incorrecto), 2) Errores
al fabricar el troquel (letras o símbolos erróneos o invertidos, errores
ortográficos, duplicación de caracteres o sobrecarga), 3) Errores al acuñar la
moneda (fuera de centro-off center, acuñación múltiple, piezas incusas,
moneda unifacial, tapa de botella, relleno, fractura,
choque de troqueles-die clash, troqueles
girados). Además, es pertinente mencionar la posibilidad de encontrar pesetas
con acuñación tipo medalla.
El poder adquisitivo de
las pesetas
Las monedas de ¼ de Peso, 25 centavos y 25 céntimos conocidas
como pesetas, fueron perdiendo poder adquisitivo con el paso de los años
hasta llegar a desaparecer de la circulación a principios de la década de 1990.
Sobre este tema se ha escrito previamente (Vargas 2009). Para ilustrar parte lo
que se podía adquirir con las pesetas entre 1944 y 1946 se han seleccionado
tres ejemplos (Figura 9): un anuncio que ofrecía frijoles negros extranjeros a
peseta la libra, cuatro sellos de correos de diferentes valores y un billete de
lotería para el sorteo de Navidad de 1945.
Figura 9. A. Fragmento de un anuncio en el periódico La
Prensa Libre, No 13889, del 21 de agosto de 1946, ofreciendo frijoles
importados a peseta la libra (Una libra castellana = 460 gramos; un quintal =
100 libras). B. Sellos postales de 1944 y 1945 con valores en céntimos (30,
45, 50) y de un colón (1 colón = 4 pesetas). C. Billete de la lotería
navideña No 18392, por valor de tres colones, para el sorteo extraordinario
del 25 de diciembre de 1945. Premio mayor 250.000 colones.
Fuente: Colección JVZ.
Conclusiones
El Decreto No
148 especificó que las monedas llevarían una corona formada por dos ramas de
café entrelazadas. Sin embargo, ese requisito no fue cumplido y en su lugar se
utilizó el modelo empleado en las pesetas de 1924 y otras monedas anteriores. Es
posible que, debido a la urgencia de pesetas, la dificultad de abrir nuevos
troqueles y la disponibilidad de antiguos se haya optado por reutilizarlos.
Con respecto al peso de
las monedas llama la atención que 48 (80 %) de las 60
pesetas analizadas pesaron menos de lo indicado (3.410 g) en el Decreto.
Solamente dos pesaron lo establecido y 10 lo superaron. A diferencia de las
monedas de oro y de plata en las que el peso estipulado es un asunto de mucha
importancia y las tolerancias son estrictas, para las pesetas la tolerancia más
amplia de 16 gramos por 1000 monedas fue un requisito que no se cumplió
estrictamente, posiblemente por el bajo costo de los metales utilizados.
También
es importante mencionar que el valor facial de las monedas de oro y de plata guarda
relación con el valor de los metales con que están acuñadas. En el caso de las
pesetas el valor facial podría no corresponder con el valor de sus materiales. Es
probable que la acuñación provisional de monedas de 25 céntimos fue hecha para
ser utilizada mientras llegaba al país el embarque de pesetas de cupro-níquel, fabricadas por el Royal Mint
de Londres, emisión que circuló con fecha 1948 y estuvo integrada por 9.200.000
monedas (Wallace 1966), cifra que evidencia la escasez de esa denominación en
los años anteriores.
La
Ley de la Moneda promulgada el 18 de marzo de 1947, en su Título 5, Artículo 27
(Beeche 1947:144), hace referencia al Decreto No
148, e indica:
Artículo 27 - La Ley No
148 de 10 de agosto de 1944 - que facultó al Departamento Emisor del Banco
Nacional de Costa Rica para emitir moneda fraccionaria provisional,
continuará en vigencia mientras persista la actual situación de emergencia
producida por la guerra mundial y sus consecuencias; tan pronto las
circunstancias lo permitan, el Departamento Emisor retirará de circulación la
moneda de cobre de veinticinco céntimos cuya acuñación autorizó la referida
ley, procediendo a su canje por billetes o moneda divisionaria emitida de
acuerdo con la presente ley.
A
pesar de ese carácter provisional, las pesetas con fechas 1944, 1945 y 1946 aun
circulaban ocasionalmente a principios de la década de 1970, cuando eran usadas
en operaciones menores, como pagar el pasaje del bus cuyo costo en varias rutas
de San José era de 20 céntimos.
La
identificación y cuantificación de los metales presentes en la superficie de objetos
de interés arqueológico o numismático sin causar daño a las piezas es posible
mediante el uso de un microscopio electrónico de barrido equipado con un sensor
para análisis por dispersión de energía de rayos X (SEM-EDX). Este método ha
sido aplicado en el estudio de varios tipos de monedas antiguas por, entre
otros, Pięta et al. (2018); Sion, Cantaragiu y Ene (2019) y Mayyas
et al. (2023).
El
análisis EDX se basa en producir la excitación de los elementos mediante un haz
incidente de electrones que a su vez genera la emisión de rayos X con
longitudes de onda característicos de cada elemento y cuya intensidad permite
calcular la concentración porcentual. Cabe mencionar que la penetración del haz
de electrones es de alrededor de una micra, por lo que la corrosión afecta el
análisis. En este estudio el raspado hecho con el cuchillo plástico produjo
lecturas que difieren del área no tratada. Si bien el análisis sobre dos puntos
por moneda proporcionó una referencia sobre la composición porcentual, esta varió
y es recomendable en futuros estudios el ampliar el número de puntos y de
monedas. El resultado del análisis SEM-EDX indica que en al menos algunas de
las pesetas de color amarillo se cumplió lo especificado en el Decreto No
148 en el sentido de que las monedas serían de cobre, ligado con zinc y estaño,
aleación conocida como bronce.
Para
el coleccionista, llama la atención la variedad de tonalidades en las pesetas,
las que van desde un rojizo hasta un amarillo brillante y, según lo observado,
esta estaría relacionada con los diferentes porcentajes de los metales
principales de las aleaciones, como el cobre, el zinc y el estaño. También, es
posible que en estas monedas con cobre como componente principal ya exista
cierto grado de corrosión al estar expuestas al aire y la humedad por cerca de
80 años. El óxido de cobre (Cu2O) o cuprita, de color rojo, se forma
en las monedas como producto de corrosión al ser expuestas al aire.
Un resultado interesante fue que, con
excepción de la moneda A, las pesetas C, F y J mostraron una disminución del
porcentaje de cobre en el área en relieve que fue raspada. Este resultado
también lo encontraron Rezk, Abdel y Ayman (2022). Otros grados de corrosión pueden producir
colores como la verde malaquita, Cu2CO3(OH)2;
la tenorita, CuO que da el gris oscuro o negro, y la
azurita Cu3(CO3)2(OH)2, de tonos
azulados (Mayyas et al. 2023). Es pertinente hacer notar, tal como
lo indica Mayyas et al. (2023) que el término bronce
se refiere generalmente a una aleación del cobre que contiene estaño como
principal elemento adicional y puede o no contener otros elementos como el
aluminio, hierro, manganeso, níquel, sílice, plomo y zinc.
Los defectos de
fabricación de algunas monedas acuñadas por la Casa de Moneda son evidencia de
problemas con el funcionamiento de la maquinaria que en esa época ya era
bastante antigua. Las monedas con errores son muy apreciadas por los
coleccionistas y el valor de las piezas que los presentan es a veces mucho más
alto por su rareza que el de la moneda normal. El lector puede profundizar en
este tema consultando las obras de Holland (2003) y Jovel et al. (2021)
A pesar del deterioro de
los equipos, las numerosas ocasiones en que la Casa de Moneda estuvo cerrada, su
costo de operación, edificios inadecuados, el escaso personal y la cantidad
limitada de monedas posibles de acuñar con esa maquinaria, la institución cumplió
varias funciones importantes a lo largo de sus 120 años de historia. Según lo
ha indicado Chacón Hidalgo (2006:29):
La Casa de Moneda de Costa Rica fue muy importante
para el país. En sus inicios impulsó la actividad minera, como un recurso para
obtener el metal necesario para la acuñación de moneda. Proveyó de circulante a
una economía que cada vez necesitaba más moneda para las transacciones
comerciales e impulsó la especialización de trabajadores en campos como la
fundición de metales, el ensaye, el grabado y la mecánica, trabajadores que
también realizaron tareas en el nivel privado en la fabricación de boletos de
café, sellos de metal, joyería y reparación de maquinaria, entre otros.
…La Casa de Moneda de Costa Rica se cerró en 1949.
Su cierre estuvo matizado por el deterioro de su maquinaria y la nostalgia por
la pérdida de una industria nacional.
Por falta en parte de
visión histórica, las antiguas máquinas fueron desechadas. De la última sede de
la Casa de Moneda queda como recuerdo la armazón tubular del edificio que hoy
puede verse en la Antigua Aduana-Casa del Cuño, así como las monedas de oro,
plata, cobre y cupro-níquel y otros objetos
producidos a lo largo de su historia. La fundación del Museo de Numismática y
las actividades tendientes a promover el interés en esa ciencia han producido
un resurgimiento de la motivación por rescatar este patrimonio, del que las
pesetas de 1944, 1945 y 1946 forman parte.
Agradecimientos
A Sergio A. Aguilar
Mora, por la elaboración del archivo fotográfico, procesamiento de imágenes y
preparación de las figuras. A Jeffrey A. Sibaja Cordero por la ayuda con el
análisis estadístico. A Jhonatan D. Alfaro Arbustini por la operación en el CICIMA-UCR del microscopio
electrónico de barrido con sensor EDX. A Mery Segura Ortega, por la corrección
textual y a Harlan K. Dean por la revisión del abstract.
A varios coleccionistas por facilitar ejemplares de las pesetas.
Contribución de los
autores:
1.
José A. Vargas Zamora: planificación y redacción del texto; recopilación
de literatura; y localización, pesado y medición de monedas.
2.
Ronald Vílchez Rodríguez: recopilación de muestras de monedas
e identificación de defectos.
3.
Josué I. Sánchez Chaves: recopilación de literatura y localización
de monedas.
Apoyo
financiero: Esta
investigación no recibió aportes financieros de ninguna institución nacional o
extranjera.
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de Leyes, Decretos, Acuerdos y Resoluciones. Año de 1947, Primer Semestre. San
José. Imprenta Nacional.
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Chacón Hidalgo, Manuel B.
2006. Del real al colón. Historia de la moneda en Costa Rica. San José. Fundación
Museos del Banco Central de Costa Rica.
Chacón Hidalgo, Manuel B.
2018. Historia de la Casa de Moneda de Costa Rica en los primeros años de su
fundación (1828-1838). San José. Fundación Museos del Banco Central de
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