Rev. Ciencias Sociales 159: 145-166 / 2018 (I) ISSN: 0482-5276

LA COMUNICACIÓN PRODUCTIVA: UNA MODELIZACIÓN PARA LA MICROEMPRESA

PRODUCTIVE COMMUNICATION: A MODELIZATION FOR

MICROENTERPRISE

Nelson Álvarez Marín *

RESUMEN

El objetivo de este documento es presentar una modelización de la “comunicación produc- tiva” para la microempresa. Para este propósito se entiende la organización como un siste- ma complejo de comunicación endógena y exógena, la cual debe ser ante todo productiva y basada en la retroalimentación, así como, en la capacidad de la microempresa de producir y de entender su propia autopoiesis comunicacional; mediante la descripción de dos teorías de la comunicación generadas por Abraham Nosnik y Niklas Luhmann.

PALABRAS CLAVE: COMUNICACIÓN * PEQUEÑA EMPRESA * RETROALIMENTACIÓN * MODELIZACIÓN * LENGUAJE

ABSTRACT

The purpose of this document is to present a model of “productive communication” for the microenterprise. For this purpose, organization is understood as a complex system of endogenous and exogenous communication where communication must first of all be productive and based on feedback and on the capacity of microenterprise to produce and understand its own communicational autopoiesis, by describing two theories of communication generated by Abraham Nosnik and Niklas Luhmann.

KEYWORDS: COMMUNICATION * SMALL ENTERPRISES * FEEDBACK * MODELING * LANGUAGE

*

Grupo de investigación Ataralawaa Amaa, Departamento de Contaduría Pública, Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables, Universidad Central, Bogotá, Colombia.

nalvarezm@ucentral.edu.co

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INTRODUCCIÓN

Las microempresas son organizaciones que se caracterizan en Latinoamérica por ge- nerar un porcentaje importante de trabajo, sin embargo, han sido la mayoría de las veces trata- das en su lógica organizacional como empresas grandes. Esta situación conlleva a desconocer el modus operandi de estas pequeñas empresas desde la composición estructural de su comu- nicación, tanto interna como externa. De ahí que, se considere importante conocer esta es- tructura y mediante la modelización en cuanto a la comunicación intentar potencializar estas microempresas, desde ejes importantes en lo económico, político y social del sustento de muchas familias en el ámbito latinoamericano. Por lo tanto, se observó la necesidad de tratar en este trabajo la importancia de la co- municación dirigida a estas pequeñas unidades de negocios. Para ello, se eligieron dos teóricos de la comunicación que han estudiado el fe- nómeno a nivel social y de las organizaciones: Abraham Nosnik y Niklas Luhmann. Luego de plantear diversos conceptos inherentes a la comunicación desde las dos posturas de estos pensadores y yuxtaponer algunos de los ele- mentos categoriales de las dos teorías, se obser- vó pertinente exponer una modelización para abordar una diagnosis de la microempresa y a partir de allí presentar una modelización de la comunicación para incrementar el entendi- miento y potencializar las operaciones de estas pequeñas unidades de negocios.

BREVE CARACTERIZACIÓN DE LA

MICROEMPRESA

No es desconocido que en Latinoaméri- ca, las microempresas representan un motor importante en la generación de empleo en la dinámica económica de estos países dada sus condiciones socioeconómicas estructurales.

públicas o de la poca oportunidad que estas puedan ofrecer a esos pequeños negocios.

En América Latina, en los años 70, con el advenimiento de problemáticas socioeconó- micas producto de procesos derivados del trán- sito de poblaciones rurales hacia las urbes, por circunstancias diversas, y el agotamiento que vislumbraban los modelos de industrialización, originaron por esa época lo que se conoce como el “sector informal” (Pineda, 1998). Este proce- so de informalidad urbana ha permitido desde ese tiempo la aparición de variada literatura enfocada al análisis de éste fenómeno. Profundizando un poco en lo que se en- tiende por informalidad, en el año de 1993, se llevó a cabo la 15a Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo1, y fue allí en donde se expuso una definición sobre las pequeñas unidades de negocios que integran el sector de la informalidad:

[…] unidades dedicadas a la producción de bienes o la prestación de servicios con la finalidad primordial de crear empleos y generar ingresos para las personas que participan en esa actividad. Estas unida- des funcionan típicamente en pequeña escala, con una organización rudimen- taria, en la que hay muy poca o ninguna distinción entre el trabajo y el capital como factores de producción. Las rela- ciones de empleo —en los casos en que existan— se basan más bien en el empleo ocasional, el parentesco o las relaciones personales y sociales, y no en acuerdos contractuales que supongan garantías formales (Bustamante, 2011, p. 4).

Puede decirse que estas microempresas tienen una modalidad especial de desarrollar sus actividades productivas en tanto que no están reguladas, se identifican por ser intensivas en

En esta sucinta caracterización se pretende dar a entender que, en la América Hispana, una tendencia particular de las microempresas es mantenerse dentro de la informalidad. Esta si- tuación obedece a diversas circunstancias, una de estas es el desconocimiento de las políticas

1

Esta es la reunión más importante que organi- za la Oficina de Estadística de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), denominada la Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo. Consúltese: http://www.ilo.org/global/ statistics-and-databases/meetings-and-events/ lang--es/index.htm.

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trabajo, son unidades de producción familiares, pequeñas y por su condición poco productivas y al no ser empresas legalmente constituidas, se enmarcan dentro del sector de los hogares y bajo la impronta de la informalidad (Busta- mante, 2011).

Dentro de esta breve caracterización de la microempresa, los diversos estudios acerca de estas pequeñas unidades de producción dan cuenta de particularidades que les son comunes a las microempresas y a los microempresarios, en el caso de las primeras se cuenta con una presencia de relaciones sociales de producción tradicionales ausentes de una división orgánica y con escasa división técnica del trabajo, con una organización y funcionamiento empresa- rial relativamente informales acompañadas de una estructura organizacional artesanal o poco industrializada, con un bajo nivel tecnológico redundante en un uso poco intensivo de capital, con una productividad y rentabilidad bajas. Además, con una disposición a comer- cializar sus productos y servicios en mercados tradicionales de insuficiente dinamismo con poco poder de compra. Por último, desde las características de los microempresarios como individuos, puede decirse que su formación educacional oscila entre niveles bajo-medio hasta profesional, por lo general de edad madu- ra con experiencia y conocimiento de bastantes años en el oficio como resultado de su actividad productiva. Cuidándose de permanecer en el mercado con su pequeña unidad productiva en tanto esta le proporciona independencia y cierta estabilidad económica ante las crisis económi- cas (desempleo), para su subsistencia y la de su grupo familiar (Álvarez y Trujillo, 2014; Delga- do y Parra, 2007; Pineda, 1998; Stearns y Otero, 1990; Tockman, 1987).

A pesar de encontrar un buen número de microempresas al margen de la legalidad económica y dentro de la informalidad con las características antes enunciadas, debe enten- derse que estas unidades de producción están insertas en el sistema económico, así:

Aunque al margen de la legalidad econó- mica imperante, diseñada históricamen- te para las grandes empresas, el sector

informal no constituye una economía separada, sino que guarda estrechas rela- ciones con la economía moderna y está subordinado económicamente a ella. Entre ambos sectores se establecen flu- jos monetarios y de trabajadores. Esas interrelaciones se han expuesto bajo dife- rentes formas. Primero, la demanda por los bienes y servicios producidos por el sector informal dependen básicamen- te de los ingresos creados en el sector moderno y, en especial, de la masa de salarios pagada por éste. Sube pues con la bonanza y cae con la depresión. Con una demanda dinámica no solamente se multiplica el número de microempresas y por lo tanto el empleo, sino que sus ingresos mejoran (Corchuelo et ál., cita- do en Pineda, 1998, p. 121).

Infortunadamente, sea por descono- cimiento o falta de confianza en el sistema económico y político, estos microempresarios informales al mantenerse en estas circunstan- cias marginales, desaprovechan oportunidades propuestas por la política pública y del sector privado en sus respectivos países.

Esta sucinta reflexión conlleva a pre- guntarse si la forma mediante la cual constru- yen los microempresarios sus estructuras de pensamiento y de comunicación en su vivir de negocios cotidiano, puede ser comparable con las estructuras y esquemas de gestión y pla- neación estratégico-táctico empleadas por las grandes empresas.

Es comprensible que las organizaciones hoy entienden que el eje fundamental de la es- trategia descansa sobre la comunicación, empe- ro vale seguir con el cuestionamiento de hasta qué punto las comunicaciones estratégicas y dinámicas son iguales entre las microempresas y las grandes empresas o si, por lo contrario, distan de ser diferentes sus parámetros consti- tutivos. Es por esto conveniente que:

Para integrar la comunicación de mane- ra estratégica y productiva en la organi- zación, es necesario analizar sus necesi- dades de comunicación y sobre esta base formular un modelo o plan general de

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comunicación acordes a las necesidades de cada tipo de público (internos, exter- nos y especiales) en los que interactúa la organización, para permanecer en una indisoluble interacción estructurada e integral que permita de manera produc- tiva y competitiva alcanzar los objetivos de las organizaciones. Este proceso es más necesario en las microempresas que son el segmento de la sociedad más vulnerable, donde se cuenta con mayo- res problemas para insertar procesos de cambio en la forma de administrar dichas empresas2 (Álvarez, citado en Soria, 2008, p. 11).

Ha de entenderse dentro de esta reflexión que los ambientes o climas organizacionales más favorables para las organizaciones son aquellos que logran satisfacer las necesidades personales, así como, el incremento de la moral de los trabajadores, contrario a lo anterior, am- bientes organizacionales desfavorables donde la relación, motivación, percepción y comuni- cación son escasas (Álvarez, 2003), conducen posiblemente a resultados menoscabados en cuanto a la productividad se refiere. Con el ar- gumento anterior no se está indicando de por sí que toda microempresa debe de caracterizarse o enmarcarse en ambientes organizacionales desfavorables. Pero si se puede argüir que al ser las microempresas y en especial las informales, las más vulnerables de la sociedad, irónicamen- te a pesar del tipo de ambiente organizacional en el cual se desenvuelven estas empresas —re- activo/proactivo—, no se ha de desconocer que “la informalidad es el mayor factor de genera- ción de ingresos para los pobres, quienes en ge- neral sufren la exclusión de opciones de trabajo y de la protección social” (Tockman, citado en Álvarez y Trujillo, 2014, p. 103).

Por esta razón, es que se hace perento- ria la necesidad de propiciar un cambio, una transformación en la conducta y actitudes de la cultura comunicacional-organizacional de la microempresa procurando formalizar la informalidad, a fin de alcanzar los beneficios

derivados de permitirles el acceso a estas pe- queñas empresas a gozar de los derechos eco- nómicos y sociales provenidos de las políticas públicas establecidas por los gobiernos para las microempresas formalizadas.

Es por ello que, este trabajo está enfoca- do a presentar un modelo de comunicación que permita comprender mejor la lógica de estas pequeñas empresas y en especial las microem- presas no formalizadas, puesto que de alguna manera esta condición las hace más vulnera- bles en la interacción con el mercado. El mo- delo busca que estos microempresarios desde su entendimiento de las relaciones con el mer- cado, potencialicen y optimicen sus procesos comunicacionales.

ELEMENTOS CONCEPTUALES DE LA COMUNICACIÓN DESDE LA POSTURA DE ABRAHAM NOSNIK Y NIKLAS LUHMANN

En este apartado se describe parte de la teoría de la “Comunicación Productiva” (en adelante CP) planteada por el profesor mexi- cano Abraham Nosnik Ostrowiak, con el pro- pósito de combinar esta teoría con lo que se comprende como comunicación dentro de la organización trazada por el sociólogo alemán Niklas Luhmann. El fin último, es mediante esta convergencia de pensamientos en torno a la comunicación, realizar un sincretismo con las dos posturas para intentar presentar una modelización que permita comprender mejor la lógica de pensamiento de las microempresas. Se observa conveniente para entender la procedencia de la CP, desde la óptica del profe- sor Nosnik, comenzar por enunciar y describir de manera sucinta las tres teorías que com- prenden, según este autor, la teoría de la comu- nicación: la teoría de la información, la teoría de redes y la teoría de la innovación. Para cada una de las teorías enunciadas se harán unos re- lacionamientos que las articulen desde la teoría del lenguaje estudiada por Charles W. Morris y propuesta por Nosnik en su arquitectura con- ceptual para el estudio de la CP .

Morris (1985), afirma que la naturaleza del lenguaje se orienta al estudio de los signos en cuanto la “[…] civilización humana depende

2 Las cursivas son del autor. de los signos y de los sistemas de signos, y al

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propio tiempo la mente humana es inseparable del funcionamiento de los signos, si es que, en verdad, la mentalidad misma no debe de iden- tificarse con ese funcionamiento” (p. 23). Es así como Nosnik (2003), involucra en su marco conceptual para comprender la comunicación productiva, los principales ámbitos de estudio de la teoría del lenguaje de Morris y que son a saber: la sintaxis, la semántica y la pragmática.

Para dar una mayor claridad acerca de la relación funcional de los niveles de la co- municación humana planteados por Nosnik y de los principales ámbitos del lenguaje ex- puestos por Morris, se presenta a continua- ción un cuadro sinóptico (cuadro 1) elaborado por Nosnik que correlaciona en paralelo los niveles de la comunicación y los ámbitos de estudio del lenguaje.

CUADRO 1

PARALELO ENTRE NIVELES Y FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN HUMANA Y LOS TRES ÁMBITOS DE ESTUDIO DEL LENGUAJE DE CHARLES MORRIS

NIVELES DE COMUNICACIÓN

FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN HUMANA

ÁMBITOS DE ESTUDIO DEL LENGUAJE SEGÚN MORRIS

Lineal

Producción de mensajes o información.

Sintaxis: estudio de los lenguajes y sus gramáticas.

Dinámica

Difusión o distribución de mensajes en red(es) o retroalimentación.

Semántica: estudio del entendimiento y desacuerdos entre informantes.

Productivo

Uso inteligente de la información y retroalimentación para cumplir los propósitos de convivencia humana.

Pragmática: estudio de la conducta humana como fuente de información y retroalimentación entre informantes.

Fuente: Adaptado de Nosnik, A. (2013). Teoría de la Comunicación Productiva, p. 112.

La primera etapa que hace referencia a

la “comunicación lineal” se relaciona con el modelo de Claude Shannon3 y Warren Weaver

(1949), que está constituido por señales o pul- saciones en donde media la tecnología. En pala- bras de Nosnik se puede decir que:

El pensamiento lineal, o las explicacio- nes de modelos lineales en comunicación lineal, se caracterizan por: enfatizar el papel de los emisores en el proceso; la

3 En el año de 1949, Claude Shannon, publi- ca su obra titulada: A Mathematical Theory of Communication, en este trabajo se demostró que todas las fuentes de información se pueden medir y sentó las bases para la corrección de errores, supresión de ruidos y redundancia, esta publica- ción fue conjunta con el trabajo de Warren Weaver. Poco tiempo después a esta teoría se le dio el nom- bre de la teoría de la información. Véase: http:// loquemepidiomiprofesora.blogspot.com/2013/03/ modelo-de-shannon-y-weaver.html.

presencia de una tecnología para poder transformar el lenguaje en señales o pul- saciones del tipo que requiera dicha tec- nología para transmitir el mensaje, y la fidelidad de la información o calidad o integridad física del mismo (señal) al llegar a su destino, que generalmente llamamos receptor. Es decir, la linealidad en la comunicación consiste en: fuentes, tecnología, calidad de transmisión física y destino o recepción física de los mensa- jes (señales) (Nosnik, 2013, p. 25).

En lo concerniente a la segunda etapa de la comunicación y denominada “comunicación dinámica”, esta se encuadra dentro de las cien- cias sociales o de la conducta, y según Nosnik, el concepto de canal y fuente, en este enfoque comunicacional son sinónimos. Aparece en esta etapa un emisor codificando un mensaje y a su vez, un receptor decodificando dicho mensaje.

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De tal manera que en esta relación, el emisor intenta que su mensaje alcance un propósito específico en el receptor, el emisor busca una intencionalidad, un efecto en el receptor; es por ello, que se hace necesaria la retroalimentación por parte del receptor, es así como se establece el proceso comunicacional, de lo contrario:

[…] si no existiera diferencia entre la intención del emisor y el efecto en el receptor la comunicación simplemente no tendría sentido pues la retroalimen- tación sale sobrando; no habría nada que el emisor debería controlar, verificar y en su caso, modificar para que su propó- sito se cumpla en términos del entendi- miento, actitudes y comportamientos del receptor (Nosnik, 2003, p. 4).

El autor indica que en la psicología del proceso que acontece con la información di- rigida a los receptores, esta se acompaña del “argumento de la selectividad”, el cual contie- ne tres pasos bastante complejos en el proceso de la información, en tanto el receptor: “(i) se expone selectivamente a un medio de comuni- cación; (ii) percibe selectivamente o interpreta la información que recibió de dicho medio, y por último, (iii) almacena o memoriza tam- bién selectivamente dicho material en su mente” (Nosnik, 2013, p. 26). Estos pasos que surte el re- ceptor para recibir información o informarse, lo colocan a él como un actor activo dentro del pro- ceso, no pasivo como se acostumbra a entender. Por otra parte, Nosnik (2013) argumen-

ta la importancia de comprender que en la etapa dinámica de la comunicación, los seres humanos hacen parte activa de un sinnúmero de redes sociales, es decir, la acción comunica- tiva está influenciada por estas redes, luego los seres humanos no interactuan de manera aisla- da, esto permite entender estos actos comuni- cacionales como la “sociología de la recepción” o como el “argumento de la conversación”.

Sin embargo, se enfatiza que en la etapa de la comunicación dinámica, tanto en lo referente a argumento de la selectividad (psicología de la recepción) y de su condición integrante el argu- mento de la conversación (sociología de la comu- nicación), en donde la relación emisor-receptor

es asimétrica, puesto que, el primero detenta el poder sobre los flujos de información, pero ade- más requiere entender el grado de impacto de lo comunicado, es así como para llevar a cabo el proceso comunicativo, este debe responder a la consigna del comunicador que dice así: “[…] si no hay retroalimentación, no hay comunica- ción”, de esta forma “[…] la retroalimentación, o los intentos del receptor por alcanzar por medio de ella al emisor, es el ingrediente que separa de manera dramática nuestro pensa- miento “dinámico” del (anterior) lineal en co- municación” (Nosnik, 2013, p. 28).

Por último, para comprender la tercera etapa de la comunicación, la “comunicación productiva”, se precisa entender desde los ar- gumentos de Nosnik (2013), qué se entiende por productivo. La convivencia humana es ante todo compleja en cuanto a sus diferentes niveles de interrelación como sistema social, puesto que existen diferencias en la diversidad que comportan per se contradicciones.

Ahondando un poco más en el concepto de complejidad, esta se presenta cuando las relaciones entre los elementos componentes de un sistema (social, organizacional, etc.) y otros sistemas o con el entorno de su misma índole se dificultan, por lo tanto:

[…] si tenemos un sistema con un núme- ro creciente de elementos, cada vez se hace más difícil interrelacionar cada ele- mento con todos los otros. El número de relaciones posible deviene demasiado grande con respecto de la capacidad de los elementos para establecer relaciones (Luhmann, 1998, pp. 16-17).

Luego esta complejidad “[…] designa el grado de sofisticación de la variedad (funcio- nes, jerarquías y estructuras) de un sistema. La complejidad puede medirse como la variedad de un sistema con respecto a otro” (de la Reza, 2010, pp. 153-154).

Por lo tanto, puede entenderse que hay diferencias en la diversidad del sistema, tal como lo plantea Nosnik; luego, esto conduce a entender que en un sistema social u organiza- cional, esa complejidad lo obliga a ser tratado bajo la noción de “selectividad”, en tanto que

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en la operación del sistema, este ha de seleccio- nar las posibilidades de interrelación con otros sistemas y su entorno en concordancia con la noción del “sentido” que desde el punto de vista de Luhmann, “[…] el sentido no es otra cosa que la forma de experimentar y de realizar la inevitable selectividad” (1998, p. 18).

Es por esto que Nosnik indica que es ne- cesario contar con la organización como princi- pio posible del ordenamiento de esa complejidad derivada de la convivencia humana y social, a través de la implementación dentro de la orga- nización de la disciplina, que de alguna manera resta grados de libertad al individuo, en la bús- queda del beneficio colectivo y a su vez, permitir que la complejidad se complemente de forma conveniente con la disciplina y la diversidad. Puede advertirse que la disciplina es entonces parte del sentido que debe imprimírsele a la or- ganización, que ha de restar grados de libertad al individuo, seleccionando en dónde y cómo hacerlo en pos de alcanzar el beneficio colectivo. Esa complejidad orientada por la com- plementación entre disciplina y diversidad den- tro de la organización, es entendida como un sistema4. Se precisa así, comprender que para Nosnik, la comunicación es un sistema y en pa- labras de uno de sus orientadores en el tema, el profesor Rusell Akcoff, define el sistema como “[…] un conjunto de elementos interrelacio- nados y que para que puede hablarse de siste- mas, debe por lo menos, existir una relación de entre al menos dos elementos; de forma que los elementos de un sistema se interrelacionen

directa o indirectamente”5 (1971 p. 662), dando así, origen a procesos de generación de valor y a esta manifestación es lo que se conoce como “productividad” desde la mirada de Nosnik.

En este orden de ideas, Nosnik indica que los tres niveles de comunicación plantea- dos: lineal, dinámico y productivo, han atra- vesado un proceso de evolución y madurez de varias décadas dentro del campo de estudio de la teoría de la comunicación, por esto plantea que “[…] Desde mi punto de vista, la teoría

de la comunicación se encuentra iniciando su tercera etapa teórica en la cual las conceptua- lizaciones se genera desde el estudio de los sis- temas o desde las ciencias de la gestión o de la organización” (Nosnik, 2013, p. 88).

De la misma manera, explica que la co- municación ya no se basa en el estudio de la es- tructura de los mensajes (comunicación lineal), ni de la explicación del procedimiento de estos mensajes, mediante la interrelación de redes interpersonales, grupales, culturales, sociales u organizacionales. Por el contrario, manifiesta que el actual estudio de esta disciplina es la CP

la que parte de “[…] la utilización de la infor- mación y retroalimentación para diseñar más y mejores ambientes (sistemas) de convivencia productiva entre los seres humanos por medio de más y mejores ambientes de información” (Nosnik, 2013,p. 89).

Para hacer productivas a las sociedades es menester la conciliación paradojal entre su diversidad y el proceso disciplinar para alcanzar mejores niveles de productividad. Estos cam- bios deben producirse entre emisores proveedo- res de información y sus receptores o usuarios, necesariamente mediante el proceso de retroa- limentación y con la dinámica dialógica (comu- nicacional) se podrán adecuar las conductas y comportamientos de los miembros, influyendo de esta manera en sus hábitos y en situaciones más importantes que atañen al espíritu; estos procederes de cambio productivo se alcanza para el sistema social transformándolo perma- nentemente tanto en el corto, mediano y largo plazo (Nosnik, 2013 y Palacios, 2014) .

Por esto Nosnik indica que la CP en el sistema de sociedades humanas va mucho más allá de la retroalimentación propia de la comu- nicación dinámica, en tanto se deben abordar y analizar mesuradamente los cambios que pre- sentan las sociedades humanas a partir de la comunicación como sistema (Nosnik, 1991 y 2002; Casares, 2007). Pero luego de los ante- riores argumentos sobre la importancia de esa nueva etapa de la teoría de la comunicación, que según Nosnik corresponde la CP, es importante

4

5

Entiéndase como sistema a la interrelación de por lo menos dos elementos.

Traducción del autor.

preguntarse sobre los orígenes de esta nueva no- ción de comunicación en el campo organizacio- nal, obsérvese entonces esa génesis expuesta:

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La Comunicación Productiva inició como una inquietud y una curiosidad al obser- var que los procesos de aseguramiento de calidad en las organizaciones son, en cierto sentido, procesos de comunicación a la inversa: no inician con lo que el emi- sor quiere informar a su receptor, sino con la inquietud de un emisor (llamado “proveedor” en este tipo de metodolo- gía) por saber qué es lo que el receptor requiere de él para poder cumplir con sus metas y objetivos productivos. La calidad demandada por el receptor depende a su vez, de lo que la organización como un todo busca, y lo que busca dicha organi- zación depende, una vez más, de lo que la sociedad donde opera considera bueno y aceptable como contribución, insumo o alimento a la misma, o al bien común (Nosnik, 2013, pp. 127-128).

Luego, ha de entenderse según el autor, que la CP emerge de la retroalimentación, de encontrar los requerimientos del receptor (usuario), para que este logre alcanzar sus fines (los de la organización) en consonancia de la ayuda brindada por el proveedor (emisor) de los recursos. Llegando a esta parte del trabajo,en el cual el objetivo consiste en entender la CP

como una posibilidad reflexiva para las organi- zaciones, así como consentir su sostenibilidad y productividad en el tiempo.

Se ha visto conveniente retrotraer algu- nos aspectos de la teoría del sociólogo Niklas Luhmann, en tanto se estima que ciertas no- ciones de su basta arquitectura conceptual y en especial la concerniente a la comunicación, se consideran importantes para complementar los argumentos de Nosnik hasta el momento aquí descritos; y a su vez, con el propósito de incor- porar otros elementos de la teoría de Luhmann, favorables a la construcción de la modelización que se propone presentar más adelante. Por lo tanto, el concepto de CP, puede ser comple- mentado desde el planteamiento que Luhmann ofrece con relación a la comunicación al:

[…] trasponer la teoría sociológica del concepto de la acción al de sistema. Esto permite presentar al sistema social como

un sistema operativamente cerrado, con- sistente sólo de sus propias operacio- nes reproductor de las comunicaciones a partir de las comunicaciones…sólo con la ayuda del concepto de comuni- cación puede constituirse un sistema social como sistema autopiético: es decir, como un sistema consciente sólo de ele- mentos, (a saber, comunicaciones) que el mismo produce y reproduce a través del entrelazamiento de estos elementos precisamente (esto es, por medio de la comunicación) (1998, p. 39).

Se deduce de lo anterior que en tanto la comunicación permite la concepción de un sis- tema social, esto acontece de la misma manera en la organización por ser esta un subsistema social. Por lo tanto, la comunicación observada desde la teoría de Luhmann se reformula “[…] como distinción entre información, participa- ción (mitteilung) y comprensión. Una comu- nicación tiene lugar sólo cuando estos tres aspectos pueden ser sintetizados” (1998, p. 40). Vista la comunicación desde la organiza-

ción, esta cumple con la condición de operar la “diferencia funcional”: “[…] La diferenciación funcional organiza los procesos de comuni- cación en torno a funciones especiales” (Luh- mann, 1998, p. 54). Asimismo, Nosnik (2013) argumenta que la CP se convierte en la organi- zación, en una herramienta de planeación (es decir, una función especial) con la propiedad de estudiar la calidad de los requerimientos de información y de comunicación en los proce- sos dialógicos organizacionales que conduzcan mediante la relación de medios/fines a alcanzar sus objetivos.

De esta manera, es razonable y necesario esclarecer mejor la noción de “diferenciación” y sus implicaciones para la comunicación:

La diferenciación de los medios incor- pora un recurso binario consistente en poder pensar dos posibilidades de atri- bución: interna y externa. Puesto que la comunicación sólo puede observarse cuando se distingue entre información y darla-a-conocer, se puede poner el acen- to de la atribución o en la información

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(vivencia) o en darla-a-conocer (acción). Y esto es válido para los dos lados: para aquel que inicia la comunicación y para aquel que en consecuencia debe decidir sobre la aceptación o el rechazo de la comunicación (Luhmann, 2006, p. 260).

En este punto de la disertación sobre la CP como componente posible de cambio y transformación de la organización, se hace ne- cesario e importante profundizar un poco más acerca de la autopoiesis como mecanismo de operación circular (autorreferencial) dentro de la organización.

En primera instancia “La teoría de los sistemas autorreferenciales renuncia a determi- nar su objeto (en nuestro caso: las organizacio- nes), mediante supuestos relativos a determinar la esencia de éste”; por el contrario, se precisa de “[…] una definición circular: una organiza- ción es un sistema que se produce a sí mismo como organización. Luego sólo debemos definir el modo en que esto sucede” (Luhmann, 2010, p. 68). En este orden de ideas puede argumen- tarse que:

La unidad basal de un sistema auto- poiético tiene la forma temporal de un evento, esto es, de un incidente que hace una diferencia entre “antes” y “des- pués”, un acontecimiento, por lo tanto, que sólo puede ser observado sobre la base de la distinción antes/después. Cuando se trata de resultados, habla- mos también de “operación” y, en el caso de las organizaciones, de “decisión” (Luhmann, 2010, p. 68).

Lo anterior da a entender que un sis- tema con la capacidad de autoproducirse a sí mismo, debe entonces poder observarse a sí mismo, para diferenciarse de su entorno. Su auto observación debe tener la capacidad de usar su propia identidad para identificar y ex- traer determinaciones siempre nuevas y tener la capacidad de abandonarlas nuevamente, con ello se está frente a un sistema que no se ve a sí mismo como un objeto estático, en donde sus propiedades deben conocerse; es decir, permite a la organización observarse observando.

Además, se debe agregar que el sistema es autopiético siempre y cuando se encuentre en permanente estado de incertidumbre sobre sí mismo con relación a su medio circundante. Atenerse a lo que ya ha sucedido es la mejor manera de sortear la incertidumbre, es por esto que las organizaciones prevén más retrospecti- vamente que en función de la realidad actual de su medio ambiente (Luhmann, 2010). En cuan- to al concepto de autopoiesis:

[…] poiesis, se trata de la producción de una obra, la autopoiesis es la producción del sistema como su propio producto… El concepto no destaca la producción regular ni mucho menos la seguridad incondicional de la producción, sino la reproducción, esto es: la producción a partir de los propios productos… Pueden ser operaciones bioquímicas o neurofi- siológicas, pero también disposiciones conscientes sobre la atención o comuni- caciones (Luhmann, 2010, p. 72).

Ha de sobreentenderse que, además la autopoiesis se realiza a nivel de las operaciones del sistema, las cuales solo permiten la produc- ción de conexiones y matices de conectividad; no se siguen en ellas reglas lógicas ni raciona- les, en tanto componen una red de recursividad (Luhmann, 2010; Dollens, 2015; Goldspink y Kay, 2009; Gibert y Correa, 2001; Arriaga, 2003; Seidl, 2004 y Zeleny, 1981).

Para ultimar este aparte, debe decirse en concordancia con Luhmann y Nosnik, que en las organizaciones entendidas como subsis- temas del sistema social, la CP se compone de herramientas de planeación en sus distintos procesos de calidad, que a su vez, buscan a través de la retroalimentación la comprensión e intervención de los flujos de información, para con ello, permitir a las organizaciones procurar alcanzar sus fines, los cuales además se encuentran sujetos a la temporalidad dentro del sistema.

La organización vista como subsistema social diferencial puede alcanzar su autonomía mediante la activación de sus operaciones desde la noción de selectividad anteriormente men- cionada y que conduce:

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[…] hacia tres distintas referencias sisté- micas: 1) hacia el sistema de la sociedad en términos de su función: 2) hacia otros subsistemas de la sociedad, dentro del entorno interno de la sociedad, en tér- minos de prestaciones input y output : 3) y hacia sí mismo en términos de auto reflexión (Luhmann, 1998, p. 56).

Por esto se encontró pertinente no solo contemplar la teoría de la CP de Nosnik, sino considerar también como complemento el es- tudio de la comunicación desde la teoría de los sistemas complejos, así como allegar la teoría de la autopoiesis, vista desde la mirada de Luhmann, para que desde esta circularidad operativa y temporal de la organización (en el caso particular de este estudio), tendiente a desarrollar una modelización de la microem- presa. Propendiendo que estas propuestas con- juntas den lugar a posteriori a una posibilidad de entender para el qué y el cómo construir valor por parte de esas pequeñas unidades de negocios dirigidas a su entorno, y de esta forma, lograr altos beneficios producto de la mejora de su desempeño; a su vez, para formu- lar y plantear las acciones estratégicas de estos micro aglomerados socioeconómicos en tér- minos de prestaciones input y output, es decir, que estos microempresarios han de continuar aprendiendo a moverse hacia el futuro de su organización, como resultado de la diagnosis propia de su autorreflexión, en tanto esta sea entienda desde la CP y de su función de un pa- sado retrospectivo propio de sus circunstancias históricas y de su realidad presente.

En la siguiente sección se explica la mo- delización para las microempresas, con el pro- pósito de comprender su accionar comunicativo cotidiano en el plano socioeconómico y con re- lación a la influencia del entorno en donde se circunscriben sus actividades.

MODELIZACIÓN DE LA COMUNICACIÓN PRODUCTIVA PARA LA MICROEMPRESA

En el apartado precedente se observó y consideró la necesidad de incorporar a la pro- puesta teórica de la CP desarrollada por Abra- ham Nosnik, algunos aspectos categoriales

relacionados con la teoría de la organización y de la comunicación propuestos por Niklas Luh- mann, en cuanto se estima que la complemen- tariedad de estas teorías dan mayor resistencia al cuerpo categorial de la teoría de Nosnik; entendiéndose que la mirada de las dos teorías descansa sobre la base de la teoría de los siste- mas y de la complejidad.

Se piensa por ello importante previo a la construcción de la modelización de la CP

orientada a la microempresa, abordar de forma discreta y breve, algo más sobre la teoría gene- ral de los sistemas autopoiéticos y su relación estrecha con la comunicación como sistema; a la vez, la de observar la complejidad como un componente fundamental sobre el cual se construyen y desarrollan los sistemas. Procurando con esta tentativa acercarse

lo más posible a la esencia de estos conteni- dos y permitir al lector mayor claridad sobre el propósito de la modelización de la CP que es el núcleo de este documento. Asimismo, es pertinente antes de finalmente esbozar la modelización, reflexionar sobre la noción de modelización, vista como una herramienta sis- témica desde la configuración comunicacional aquí buscada con fines de entender mejor la realidad de las microempresas.

Se ha comprendido hasta ahora que las sociedades y las organizaciones interactúan mediante la comunicación. Una organización como sistema difiere de su entorno y es opera- cionalmente cerrado, es decir, tiene la capaci- dad de producir por cuenta propia elementos como unidades funcionales que hacen la dife- rencia del sistema frente al entorno, por esto puede argumentarse que:

Los sistemas autorreferenciales, por con- siguiente, no sólo tienen sino que nece- sitan disponer, al menos, de la capacidad de controlar la producción y distintivi- dad de sus elementos. En consecuen- cia, elemento del sistema es algo que representa para éste una unidad ultima, indescomponible. Es en este preciso sen- tido cuando Luhmann habla de sistemas autopoiéticos; es decir, de sistemas capa- ces de constituir los elementos de los que

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consisten a modo de unidades funcio- nales y de, en las relaciones entre ellos, referirse a la vez a esta autoconstitución, que es así continuamente reproducida (Luhmann, 1998, p. 7).

Se puede argumentar que la organiza- ción es autorreferencial, autopoiética o de clau- sura operacional, esta condición la conduce a renunciar a la determinación de su objeto a no considerarse mediante meros supuestos; por esto es que Luhmann es partidario de preci- sar a la organización mediante una definición circular, como se manifestó anteriormente, la organización está en la capacidad de producirse a sí misma en tanto organización. Luego, la organización a través de la autopoiesis permite la clausura del sistema y a la vez “[…] es condi- ción de su apertura, y no sólo en el sentido que el sistema puede observar su entorno, sino que los debe observar para poder producir una rela- ción consigo mismo” (Luhmann, 2010, p. 247). Los sistemas referenciales tienen la pro- piedad de reproducir sus propios elementos, los cuales a medida que se reproducen y crecen no logran relacionarse entre todos ellos dentro del sistema. Asimismo, los elementos del sistema no alcanzan a relacionarse con todos los ele- mentos que comprenden el entorno o medio circulante con el cual interactúan; por esto, mientras más grandes sean las interacciones del sistema con el entorno, esta situación gene- ra mayores niveles de complejidad. Al respecto Luhmann indica que:

Cuando se piensa sobre la compleji- dad, dos conceptos diferentes vienen a la mente. El primero se basa en la dis- tinción entre elementos y relaciones. Si tenemos un sistema con un número cre- ciente de elementos, cada vez se hace más difícil interrelacionar cada elemen- to con todos los otros. El número de relaciones posibles deviene demasiado grande con respecto a la capacidad de los elementos para establecer relaciones. Podemos encontrar fórmulas matemáti- cas que calculen el número de relaciones posibles, pero toda operación del siste- ma que establece una relación tiene que

elegir una entre muchas —la compleji- dad impone la selección—. Un sistema complejo surge sólo por selección. Esta necesidad de selección cualifica los ele- mentos, es decir, da cualidad a la pura cantidad. La cualidad, en este caso, no es otra cosa que la capacidad selectiva limitada; es la neguentropía comparada con la entropía —que significa que todas las relaciones lógicamente posibles tie- nen una oportunidad igual de realización (1998, p. 17).

Como se hace referencia al término de complejidad, vale la pena preguntarse por su significado y al respecto Le Moigne indica que:

Etimológicamente, la palabra complejo tiene como raíz la expresión “plexus”, es decir, enredo, conexión, conflagra- ción, apretón, perplexus (embrollo). Su contrario no es, entonces, simple sino “implexe” (de implexus), que caracteriza una unidad de acción indescomponible, irreductible por lo tanto a un elemento único (citado en Tarride, 1995, p. 46).

Para ir cerrando esta breve disertación sobre los sistemas autorreferenciales y la com- plejidad como concepto inherente al sistema- entorno, y comprender que estas teorías son perfectamente compatibles con la teoría de la

CP, en tanto lo que se pretende es visualizar a la organización como un sistema de comunicación, y como lo indica Nosnik, lograr una conciliación paradojal entre las organizaciones empresariales (observadas como sistemas) y la sociedad con su diversidad (el entorno), para alcanzar una mayor productividad para unos y otros.

Por esto, se ha visto necesario observar estas dinámicas no solo a la luz del proceso de retroalimentación y con la dinámica dialógica comunicacional para disciplinar un proceso que abarque a los emisores proveedores de información y a sus receptores o usuarios mediante esta teoría, sino por el contrario, entender que el aumento de la productividad se alcanza en las organizaciones empresariales a través de involucrar teorías como las de los sistemas autorreferenciales, así como de la

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complejidad emanada de estos y de su ambien- te circulante.

Entendiéndose que esta observación y comprensión tanto de las organizaciones micro- empresariales y la sociedad ha de hacerse desde la comunicación advertida desde la empresa como una operación autopoiética de selecciones que le permiten el relacionamiento interno de sus elementos y a la vez, el relacionamiento ex- terno de sus elementos con su entorno.

Cabe recalcar como lo señala Luhmann, que esta tesis de que la comunicación es la operación básica de un sistema autopoiético no debe de explicarse desde la perspectiva ontoló- gica y atomista, por cuanto:

Por el contrario, una teoría de la comu- nicación propiamente dicha, inspirada en la referencia sistémica a los sistemas sociales, hace prescindible el recurso a la intersubjetividad. Ella sustituye este concepto por la noción de emergencia de la comunicación como unidad que no precisa de fundamentaciones psíquicas o transcendentales, ya que se realiza como autopoiesis de sí misma (1998, p. 28).

Es importante destacar que la CP obser- vada desde la perspectiva de esta propuesta, se orienta desde la manera como se entiende por parte de Luhmann, la teoría de la comunica- ción, en donde se prescinde del recurso de la intersubjetividad, para privilegiar la conforma- ción de los sistemas autorreferenciales sociales en función de la comunicación.

Como se indicó anteriormente sobre los sistemas autorreferenciales y de la complejidad como elementos teóricos complementarios de la teoría de la CP, el paso subsiguiente consiste en mencionar algunos conceptos sobre la mo- delización y continuar con el planteamiento del modelo idealizado de la CP, aplicado a las microempresas.

Es indiscutible que ante fenómenos com- plejos se hace indispensable considerar la mo- delización como una posibilidad de indagar sobre los sistemas complejos sin incurrir en la simplicidad a la hora de hacer uso de los mode- los, porque como lo señalaba Bachelard: “[…] lo simple sólo puede ser destacado una vez que

lo complejo ha sido profundamente estudiado” (citado en Tarride, 1995, p. 57).

Ahora se revisan algunas definiciones relacionadas con la modelización, según la en- tiende Le Moigne:

[…] modelización es la acción de elabo- ración y de construcción intencional, por composición de símbolos, de modelos susceptibles de hacer inteligible un fenó- meno percibido complejo, y de amplificar el razonamiento del actor proyectando una intervención deliberada al seno del fenómeno; razonamiento orientado par- ticularmente a anticipar las consecuen- cias de esos proyectos de acción posibles (citado en Tarride, 1995, pp. 57-58).

Puede decirse también que:

Modelizar un sistema comienza por identificar sus elementos y las rela- ciones entre ellos. La modelización se dice “multifacética” o “perspectivista”, (Zeigler, citado en Caselles, 2008, p.6) porque el modelo que se construya de un sistema real depende del objetivo del modelizador. El grado de detalle al que se llegue en la descripción también depende de este objetivo. Así pues, una primera aproximación puede ser un modelo de tipo “caja negra” o “input-output”, donde solo se especifican las entradas y las sali- das (los datos y los resultados). Cuando se va incrementando el detalle de la des- cripción se va transformando esa caja negra en “caja transparente” (Bunge, citado en Caselles, 2008, p. 6).

Para culminar este breve esbozo con- ceptual sobre la modelización, vale recordar textualmente otra vez a Jean-Louis Le Moig- ne, quien indica que se debe: “Reconocer que la modelización se construye como punto de vista de lo real” (Morin y Le Moigne, 2006, p. 15) y seguidamente expone de un documento publicado en 2002 por el Centre National de la

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Recherche Scientifique6 (Cnrs, en francés) (en su Proyecto de establecimiento 2002), con el título de “Construir una política científica”, en el cual se argumenta que:

La sola consideración de las ‘interaccio- nes entre los elementos’ ya no es sufi- ciente: es necesario desarrollar nue- vos instrumentos de pensamiento que permitan aprehender los fenómenos de retroacción, las lógicas discursivas, las situaciones de autonomía relativa. Se trata de un verdadero desafío para el conocimiento, tanto en el plano empírico como en el plano teórico.

Adherirse a la complejidad es introducir una manera de tratar con lo real y defi- nir una relación particular con el objeto, relación válida para todos los campos de la ciencia y la cosmología a la biología mole- cular, de la informática a la sociología.

Es reconocer que la modelización se construye como un punto de vista que se toma sobre lo real, a partir del cual un trabajo de organización, parcial y conti- nuamente modificable, se puede llevar a cabo. En esta perspectiva, la exploración de la complejidad se presenta como el proyecto de mantener permanentemente abierto, en el trabajo mismo de explica- ción científica, el reconocimiento de la dimensión de la impredecibilidad (Morin y Le Moigne, 2006, p. 15).

En este orden de ideas estas definiciones acerca de la modelización confluyen a indicar planteamientos similares, por ejemplo, se en- cuentra que en este sentido la modelización se entiende o define como:

[…] un proceso de construcción inten- cional que por medio de un sistema

experiencia de la realidad percibida por quien modeliza [no obstante] Hay quie- nes defienden que todo modelo ha de ser expresado en lenguaje matemático. Pero parece legítimo decir que a esta forma restrictiva de concebir el proceso de modelización puede agregarse válida- mente otra: una modelización pragmáti- ca o heurística (Gutiérrez, 2002, p. 30).

Continuando con la argumentación de Gutiérrez (2002), este autor habla acerca de la legitimación epistemológica de la modelización, sustentada en que esta parte de la presunción doble de que los hechos para entenderse como tales, primero han debido de ser hechos y la manera de construirlos van a ser parte de su descripción e interpretación, entendiendo así que: “El modelo del hecho es engendrado por la modelización del hacer que engendra el hecho. En ello empleamos símbolos: formas (sintaxis) que a la vez informan (semántica) y transfor- man (pragmática)” (p. 30).

Siguiendo la argumentación de Gutiérrez (2002), la modelización de la CP que se pretende diseñar más adelante para las microempresas, corresponde con los niveles de comunicación expuestos por Nosnik y su relación con las fun- ciones de comunicación y los ámbitos de es- tudio del lenguaje según Morris7: el nivel de comunicación lineal con la sintaxis, el nivel de comunicación dinámica con la semántica y el nivel de comunicación productivo con la prag- mática; en donde la pragmática es transfor- madora en tanto estudia la conducta humana como fuente de información y retroalimenta- ción comunicacional entre informantes. Habiendo hecho estas reflexiones pre- liminares en esta sección con la pretensión de abonar a la teoría de la CP otros conceptos como: la complejidad, la autopoiesis y entendida la modelización dentro de una mirada sistémi- ca. Continuando dentro de ese orden de ideas, en el cuadro 2 se presenta el método sistémico para la modelización de la CP .

de símbolos alguna percepción de una

7

Véase, supra el cuadro titulado: “Paralelo entre niveles y funciones de la comunicación humana y

6

En español como el Centro Nacional para la Investigación Científica.

los tres ámbitos de estudio del lenguaje de Charles Morris”.

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CUADRO 2

MÉTODO SISTÉMICO PARA LA MODELIZACIÓN DE LA COMUNICACIÓN PRODUCTIVA

MODO DE MODELAR MÉTODO SISTÉMICO

Dominios Sistemas complejos y autorreferenciales

Características del fenómeno

Proyecto/proceso

Entidad activa/verbo. Inteligencia/conocimiento

Noción de sistemas Sistema General=ser, hacer, hacerse

Noción de organismo

Conjunción conflictiva de tres acciones recursivas: - Producir y auto producir

- Relacionar y auto relacionar

- Mantener y auto mantener

Noción de estudio

Diseño (concepción)

Complejificación

Comprensión teleológica (estudio de medios y fines; finalidad del fenómeno)

Noción de modelo

Concepción y percepción del fenómeno; conjunción de una representación (modelo), el modelador y lo modelado

Pregunta principal del estudio

¿Cuál es su finalidad? ¿Qué hace? Efectividad: ¿qué hacer?

Validación Pertinencia (factibilidad proyectiva/cognitiva)

Fuente: Adaptado de Gutiérrez, G. (2002). “Modelización de la complejidad: introducción, metodología y dos ejercicios”, p. 25.

La modelización propuesta es una re- presentación intencional que está buscando unos propósitos o alcances de cómo se realiza la comunicación tanto interna como externa en la microempresa; entendiendo que se inten- ta modelar la situación observada como siste- ma/entorno, por ello se apropian herramientas conceptuales propias de la teoría de los siste- mas complejos y autorreferenciales, en tanto el intento en donde se inscribe la modelización es sistémico.

Asimismo, se adopta el paradigma Eco- Auto-Re-Organización (earO) (Gutiérrez, 2002), que busca entender el ejercicio cognitivo de quien observa cuando aprecia y por ende, pien- sa el fenómeno o fenómenos. La Eco-organiza- ción permite observar la manera sincronizada cómo se comporta un sistema y su entorno. La Auto-organización posibilita entender la forma como se manifiesta la autonomía recursiva

del sistema (la capacidad auto-referencial del sistema). La Re-organización manifiesta la ca- pacidad de cambio teleológico diacrónico del sistema (Chávez, 2013; Camazine, Deneubourg, Franks, Sneyd, Theraulaz y Bonabeau, 2003). Por lo anterior, la modelización a cons-

truir constituye un sistema general adaptado a la complejidad de la comunicación y cuya con- cepción se asemeja a la modelización de la com- petitividad sistémica que analiza las relaciones sociales desde cuatro niveles socioeconómicos: micro, macro, meso y meta (Esser et ál., 1996). La modelización de la CP a presentar a conti- nuación, abarca las funciones micro y meta, es decir, las funciones endógenas comunicacio- nales; así como, las funciones macro y meso o sea las funciones exógenas comunicacionales; interactuando con la teleología y la transforma- ción comunicacional productiva como puede observarse y representarse en la figura 1.

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FIGURA 1

MODELIZACIÓN DE LA COMUNICACIÓN PRODUCTIVA APLICADA A LA MICROEMPRESA


Fuente: Adaptación de Gutiérrez, G. (2002), “Modelización de la complejidad: introducción, metodología y dos ejercicios”, p. 33.

Para implementar la modelización de la

CP con relación a la microempresa, ha de trase- gar por dos ciclos: el primero, debe de describir las funciones tanto exógenas como endóge- nas de la comunicación de las microempresas, tanto formales como informales; y el segundo, con relación a lo encontrado y descrito en el primer ciclo, ha de culminar con una propuesta que permita implementar una modelización de la CP para la microempresa. En este orden de ideas, el primer ciclo contendrá siete fases:

Fase 1. Describir y registrar las funciones de las comunicaciones actuales tanto exó- genas y endógenas adelantadas por las microempresas.

Fase 2. Determinación de los instrumentos para la recolección de la información (elaboración de cuestionarios, encues- tas estructuradas o no estructuradas, trabajo con grupos focales entre otras posibilidades).

Fase 3. Aplicación de los instrumentos de reco- lección de la información a una muestra piloto de microempresas.

Fase 4. Ajuste y calibración de los instrumentos de recolección de la información.

Fase 5. Desarrollo de la aplicación de los instru- mentos de recolección de información a la muestra de microempresas seleccionadas. Esa muestra va a depender del presupues- to asignado para el estudio, por tal motivo

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se abordarán varios sectores económicos de microempresas o por el contrario, la muestra será de conveniencia, apuntado a tan solo algunos sectores económicos.

Fase 6. Clasificación, tabulación y análisis de la información obtenida sobre el comporta- miento actual de la comunicación exóge- na y endógena de las microempresas.

Fase 7. Divulgación del informe producto del estudio de las funciones de la comuni- cación actual exógena y endógena de las microempresas indagadas.

Este primer ciclo de la modelización tiene la pretensión de averiguar y describir como se producen las relaciones comunica- cionales en las microempresas; para alcanzar este propósito se precisó plantear el diseño del sistema ultra-estable de Ashby para una em-

presa con objetivos8, pero haciendo énfasis en comprender y describir la actividad comunica- cional de las microempresas. El primer ciclo de exploración y descripción de la comunicación, tanto exógena como endógena, se presenta en la siguiente figura.

8 Para el particular de las microempresas, debe de comprenderse que, aunque los objetivos pretendi- dos por estas no estén consagrados en documentos formales, se sobreentiende que los objetivos gene- ralmente están en la mente de los dueños de estas pequeñas unidades de negocios. Puede decirse otro tanto si se habla de las estrategias, aunque no estén escritas, esto no implica que no existan pues así sean desacertadas o no, siempre han de existir en una organización que se mueve hacia el futuro.

8 Para el particular de las microempresas, debe de comprenderse que, aunque los objetivos pretendi- dos por estas no estén consagrados en documentos formales, se sobreentiende que los objetivos gene- ralmente están en la mente de los dueños de estas pequeñas unidades de negocios. Puede decirse otro tanto si se habla de las estrategias, aunque no estén escritas, esto no implica que no existan pues así sean desacertadas o no, siempre han de existir en una organización que se mueve hacia el futuro.

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FIGURA 2

DIAGRAMA DE ASHBY APLICADO A LAS FUNCIONES DE COMUNICACIÓN EXÓGENA Y ENDÓGENA DE LA MICROEMPRESA


Fuente: Adaptación en función de Caselles, A. (2008), Modelización y simulación de sistemas complejos. Diagrama del sistema ultra-estable de Ashby (para sistemas con objetivos), p. 24.

Este modelo del diagrama de Ashby (fi- gura 2) ha sido adaptado en este trabajo para poder explorar, examinar y describir la forma como se establecen las comunicaciones de la microempresa a nivel endógeno (interno) y a nivel exógeno (externo), como parte del

primer ciclo de la modelización como se ha mencionado. Nótese que el diagrama consta de tres sistemas comunicacionales, el exó- geno, el endógeno y el sistema de normas de control que incluye cuatro normas y cuatro objetivos, en donde:

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El diagrama nos indica que las normas de mutación determinan los objetivos de nivel máximo (objetivos de mutación) teniendo en cuenta lo que ocurre en el sistema exterior y también el estado actual de cumplimiento de los actuales objetivos de mutación. Las normas de mutación también determinan los obje- tivos de evolución y las normas de evolu- ción. Las normas de evolución, según el estado de cumplimiento de los objetivos

de evolución, determinan los objetivos de gestión y las normas de gestión. Y así sucesivamente (Caselles, 2009, p. 23).

Para comprender mejor los cuatro ni- veles de control que se describirán desde la comunicación (manejo de la información), en la microempresa y su relación con los ob- jetivos y los términos temporales en que se procede comunicacionalmente, se expone el cuadro 3.

CUADRO 3

LOS NIVELES DE CONTROL EN EL DIAGRAMA DE ASHBY

NIVEL DE CONTROL

CONOCE

DETERMINA

DECIDE A PLAZO

SU ACTIVIDAD SE LLAMA

Mutación Sistema Exterior Objetivos Muy largo Política

Evolución Objetivos Medios Largo Estrategia

Gestión Objetivos y medios Procedimientos Medio Táctica

Explotación

Objetivos, medios y procedimientos

Correcta ejecución

Muy corto o inmediato

Ejecución

Fuente: Adaptación en función de Caselles, A. (2008), Modelización y simulación de sistemas complejos. Diagrama del sistema ultra-estable de Ashby (para sistemas con objetivos), p. 24.

Ahora es pertinente mencionar de mane- ra breve lo que se entiende por “ultra-estable”. W. Ross Ashby, psiquiatra y cibernético inglés se dedicó durante toda su vida profesional a indagar cómo era posible que los animales lo- graran en su condición de seres vivos adaptarse entre circunstancias imprevistas presentadas en su medio circundante, para esto:

Proponía que cuando el comportamiento no es efectivo para contrarrestar una perturbación, la organización interna podría ser ajustada automáticamente hasta encontrar un nuevo comporta- miento efectivo. En lugar de mera estabi- lidad, Ashby estaba interesado en lo que llamó ultraestabilidad (Ashby, citado en Froese, 2016, p. 55).

9

En consecuencia puede decirse que:

Para adaptarse, el organismo, guiado por la información del medio ambiente, debe controlar sus variables esenciales, obli- gándolas a ir dentro de los límites ade- cuados, por lo que la manipulación del entorno (a través del control motor de las mismas) permite que el entorno actúe entonces en ellas de manera apropiada 9

(Ashby, 1960, p. 82), [es decir logrando la ultraestaestabilidad ].

“To be adapted, the organism, guided by infor- mation from the environment, must control its essential variables, forcing them to go within the proper limits, by so manipulating the environment (through its motor control of it) that the environ- ment then acts on them appropriately”. La traduc- ción al castellano es del autor.

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De regreso a la modelización presenta- da, ha de entenderse que las microempresas tratándose de organizaciones relacionadas me- diante la comunicación, tanto interna como externamente, pueden asemejarse a los orga- nismos vivos pues son observadas como orga- nizaciones sociales, de ahí que, mediante la comunicación y la retroalimentación negati- va, estas organizaciones tiendan mediante la información (comunicación) procedente del medio externo, así como mediante el control y la utilización de algunas de sus variables en un proceso de autoproducción autopiética, a ajustarse automáticamente hasta encontrar un nuevo comportamiento efectivo, de lo contra- rio, el no control de su desorden (la entropía) las conducirá necesariamente a su desaparición del mercado.

En este primer ciclo de la modelización se ha dicho que lo que se persigue es: compren- der y describir la manera como operan en las microempresas las funciones comunicacionales actuales y en qué etapa de la comunicación se encuentran, es decir, en la etapa lineal, dinámi- ca o pragmática según la teoría de Nosnik.

El siguiente ciclo una vez surtido las siete fases de la primera parte de la modeli- zación y habiendo entendido el estado actual de los procesos comunicacionales de la mi- croempresa, consiste mediante la comprensión teleológica realizada, es decir, del estudio de medios y fines de estas pequeñas unidades de producción, buscar la manera de la implan- tación de la CP para la microempresa propen- diendo mediante un modelo de transformación comunicacional-productiva, lograr alcanzar una mejor evolución de las funciones comuni- cacionales tanto endógenas y exógenas, que le permitan a estas microempresas dedicadas a la producción de bienes y de servicios mejorar sustancialmente su productividad, logrando mejores economías de escala, optimizando su organización de manera que se entienda y se distinga paulatinamente la distinción entre trabajo y capital como factores de producción; y las relaciones de empleo dejen de ser única- mente ocasionales (así sean de parentesco o personales y sociales), se encaminen a acuer- dos contractuales que formalicen el trabajo en

concordancia con las garantías y ayudas gu- bernamentales, específicamente estructuradas para el sector micro-empresarial en donde se aplique el modelo.

CONCLUSIÓN

Las microempresas latinoamericanas re- quieren de modelizaciones que les ayude a po- tencializar más sus lógicas comunicacionales tanto internas como con sus entornos, para que logren una mayor y mejor sostenibilidad.

Es necesario diagnosticar estas peque- ñas organizaciones, aprender más sobre sus lógicas comunicacionales, sobre su comple- jidad como sistemas, observar y comprender como opera su autopoiesis comunicacional en tanto sistemas complejos, bastante diferentes a las lógicas comunicacionales y gestionales de las grandes empresas.

La potencialización mediante la inter- vención de estas microempresas a través de modelizaciones de una CP entendida como un mecanismo que debe ser desarrollado desde la comprensión de la lógica de estas pequeñas unidades, mediante diagnósticos de su comple- jidad y estructura de marcos comunicacionales que afecten positivamente su autopoiesis comu- nicacional para un mejoramiento continuo de sus interrelaciones con los mercados, además de la posibilidad del aprovechamiento de los beneficios otorgados por los distintos gobier- nos a medida de que las microempresas vayan entendiendo también la necesidad de participar formalmente de las estructuras económicas y políticas de sus distintos mercados en donde hacen presencia.

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