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Juan Alberto Huaylupo Alcázar
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 162: 13-35 / 2018 (IV). (ISSN: 0482-5276)
que la mayor riqueza en la sociedad permitirá resolver la problemática de la desigualdad so- cial. Al respecto y de manera similar, la cePAL asume que la injusticia distributiva está im- plícita en la desigualdad económica, por ello en sus estudios lo considera vital para el cre- cimiento y expansión del sistema y también para la igualdad. De este modo, el crecimiento y la expansión económica se convierten en las acciones prioritarias, que siendo básicamente actividades fundamentalmente privadas, son consideradas como los artífices contra la des- igualdad. Este argumento economicista sirve a los empresarios para afirmar ser los únicos creadores de riqueza, para lo cual exigen incen- tivos, subsidios, concesiones y patrocinio a sus inversiones, las cuales son apoyadas por gobier- nos y parlamentos liberales.
Así, desde algunos Estados se promueve riqueza privada y desigualdad generalizada, dado que, son prácticas acompañadas con restricción y privatización de las políticas públicas (Huaylu- po, 1999). Los propietarios del capital se apro- pian de la riqueza generada por los trabajadores en la producción, así como se apropian de los re- cursos de los consumidores de mercancías, em- pobrecen a quienes los enriquecen: trabajadores, consumidores y Estado. La tendencia a la mayor capitalización privada corresponde con la mayor inversión y la mayor desigualdad en el mundo.
La igualdad es apreciada desde el utili- tarismo economicista como un medio para el crecimiento, porque se cree que la identidad igualitaria entre los trabajadores proporciona mayores capacidades y las optimiza en el logro de mayor productividad y competitividad eco- nómica ( cePAL , 2014a) y constituye el “ … prin- cipio rectificador a lo largo del ciclo de vida ” ( cePAL , 2014a: 51). Es decir, el ente cepalino cree que la igualdad permite alcanzar mejores niveles de vida, satisfacción, recursos y bien- estar para la sociedad, lo cual es un plantea- miento circular.
La desigualdad en la sociedad capitalista se encubre en aparentes y parciales igualdades, como necesidad ideológica para reproducirse eli- minando toda identidad propia en la subalteridad y toda resistencia a procesos que no les serían ajenos. La subordinación de los individuos y
colectividades es la estandarización de los valo- res y prácticas que les son ajenas, de este modo los “buenos ” esfuerzos y discursos liberales por la igualdad, son ambiguos caminos de la colo- nialidad del saber, del hacer y del poder en las relaciones sociales desiguales.
La pobreza y el desempleo son problemá- ticas globales del presente que desintegran y polarizan la sociedad, a la vez que ponen en evi- dencia la vulnerabilidad de las políticas públicas imposibilitadas de compensar los desequili- brios generados por las relaciones inequitativas. Asimismo, la disminución de la capacidad ad- quisitiva por la precariedad del salario de las poblaciones incide en la reproducción ampliada del capital, deteriora la capacidad organizativa de la población trabajadora, así como, afecta la condición y la calidad de vida de las mayorías. De este modo, se polariza la sociedad y se po- tencia la violencia en las relaciones sociales y la actuación estatal, en un proceso regresivo contra la democracia y la libertad.
En el presente son muchos quienes coin- ciden en caracterizar a los trabajadores como los nuevos esclavos del siglo xxi (Fernández, 2011; Silva, 2012; Archidiócesis de Madrid, 2017; Periódico Público, 2015; Carrasco, 2015), en tal sentido, Aristóteles afirmaba que los esclavos eran útiles y necesarios para el poder y la so- ciedad, sin poder dedicarse a pensar ni actuar sobre asuntos de gobierno, como tampoco ca- pacitados para forjarse una vida propia e inde- pendiente, sin embargo, esa condición no era por decisiones individuales, sino por factores estructurales de la organicidad del poder escla- vista. Esta caracterización contemporánea de los trabajadores constituye una auténtica regre- sión social en la globalización contemporánea.
LA POLÍTICA PÚBLICA Y LA IGUALDAD
La acción pública estatal es la manifesta- ción de su compromiso y responsabilidad asu- mida en representación de la heterogeneidad social y la pluralidad de intereses en la socie- dad. Este proceso es posible en un contexto que ha construido lo público, la ciudadanía y la igualdad jurídica en la sociedad civil, lo cual también es la constitución de lo político en la sociedad capitalista. De manera específica,