18
Juan Alberto Huaylupo Alcázar
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 162: 13-35 / 2018 (IV). (ISSN: 0482-5276)
se afirma que “cada vez que canta un pájaro muere un indio ” .
Esta orientación es una tendencia predo- minante en el quehacer de los estudios políticos contemporáneos, que asumen que la desigual- dad es evidente y manifiesta que no requiere efectuar exploraciones sobre la totalidad social, las complejidades epistemólogicas, teóricas o históricas en torno de la desigualdad ni sobre la reproducción de las sociedades. El pragma- tismo utilitarista solo necesita aplicaciones para reducir los contrastes de desigualdad, aun cuando sean de carácter metodológico, porque de ese modo creerán que las realidades se apro- ximan a la igualdad.
De este modo, se falsifican las realidades con cantidades inventadas estadísticamente. Así, al revelarse las cantidades y tasas compara- tivas de analfabetismo, hambre, desocupación, pobreza, exclusión, enfermedad o muerte de personas o poblaciones, sirven como paráme- tros manipular las cifras para ampliar o reducir las brechas entre los espacios sociales compa- rados, independientemente de su contexto y determinaciones particulares. El supuesto de esas comparaciones es alcanzar mediciones si- milares, asumiendo que representan e implican iguales procesos sociales. No obstante, en el supuesto imaginario que las mediciones fueran similares, no implica igualdad de condiciones y situaciones en los espacios comparados, dado que, existen muchos elementos asociados a los fenómenos comparados, pero no tomados en cuenta ni registrados.
La pobreza, por ejemplo, es una cate- goría histórico moral, cuyo registro es posible hacerlo en todos los países, sin embargo, serán particulares para cada contexto, pues la per- sona en condición de pobreza en un ámbito específico, no lo será en otro espacio o se ubi- cará en extrema pobreza en otro espacio social. Los indicadores de medición de la pobreza no serán los mismos para cada espacio social, así como, la significación de los indicadores va- riarán en cada espacio y tiempo. El ignorar
4 En un mito maya, se hace referencia al ave tecolote o tunkuluchú, que anda sola y vive en las ruinas, cuyo canto anuncia la muerte.
las realidades en su integridad es también una limitación para determinar los indicadores que definen una problemática particular, así como convierten a estos en solo una construcción instrumental y técnica estandarizada, con for- malidad cuantitativa, pero con un contenido desconocido.
Desde la visión empirista, los datos co- bran autonomía y se les atribuye validez por sí mismos, luego en las mediciones de la desigual- dad se pretende bajar las brechas existentes entre individuos, grupos y sociedades en razón de patrones idealmente prefigurados o de rea- lidades que imaginan ser modelos a emular. Así, la desigualdad registrada se convierte en un asunto estadístico susceptible de ser con- trolado, con lo cual es posible manipular me- todológicamente las tendencias y perspectivas que amplían o reducen cuantitativamente las desigualdades entre poblaciones y pueblos.
Esta posición es la reedición de viejos argumentos que en la década del 60 del siglo pasado se enunciaban sobre el subdesarrollo con respecto del desarrollo, había que tener iguales o similares magnitudes en los indica- dores seleccionados en las comparaciones, ya sea en educación, ingresos, población rural, principales actividades económicas, etc. El co- nocimiento de las realidades, las teorías o las explicaciones de los fenómenos concretos eran omitidos para destacar exclusivamente el con- traste estadístico mientras que los conocimien- tos de las realidades eran ignorados.
La pretendida objetividad empirista es por el contrario la subjetivación de los fenóme- nos de la realidad, al suponer que los indicado- res pueden representar a los fenómenos, aun cuando surgen de la imaginación, prejuicios o creencias sobre qué, por qué medir o cómo especular. Desde esta perspectiva, los descono- cimientos de las realidades impiden compren- derlas, solo medirlas es una simplificación de la complejidad, dinamismo y diversidad de los fenómenos. La materialización cuantitativa de variables e indicadores son concreciones me- todológicas de la subjetividad positivista, las cuales son asumidas como absolutas, exactas e invariables (Zemelman, 1989).