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La desigualdad social y la colonialidad del poder...

Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 162: 13-35 / 2018 (IV). (ISSN: 0482-5276)

que la ciencia conducirá al mejor de los mun- dos posibles. La subjetividad apreciada como lo inexistente fácticamente o lo imaginado sin con- creción alguna ha sido apreciada como ajena a la ciencia , absurdo que fue fomentado en el siste- ma educativo, que se encubre en una aparente indiferencia, pero ¿habrá alguna obra humana o pensamiento libre de subjetividad?

Así, los datos como expresión de una su- puesta objetividad y de cientificidad son proyec- tados, se crean modelos matemáticos y cuanta interrelación cuantitativa se imaginan, como si fuera la propia realidad. La objetividad del empirismo no se revela a sí mismo como una posición epistemológica, filosófica o participe de una concepción de mundo (Kolakowski, 1981), pero no admitirlo no significa que no lo posea ni es compensado al encubrirse en la ob- servación y la matemática. Esto es, se sustenta en una disciplina formal inventada por el ser humano: la matemática, luego impregnada de subjetividad y con una visión particular del uni- verso, distinta a las cosmovisiones y mediciones de los aztecas, mayas, incas y otras formas de cálculo que ha conocido la humanidad. Al res- pecto, las palabras del poeta José Bergamín son ilustrativas sobre este dilema: “Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto ”.

La experimentación, el dato y la cuanti- ficación como fuentes de la verdad constituyen en el presente auténticas barreras que impiden comprender las realidades, sus relaciones y complejidad. El conocimiento científico no está alejado de las valoraciones y pensamientos de la época, sin embargo, las regresiones cognos- citivas no son admisibles, ni los actos humanos individuales y colectivos son productos de re- acciones mecánicas de cosas. La subjetividad existente forma parte integral de las realidades, inclusive, modelan las dimensiones tangibles que se miden y describen.

Los tiempos de polémicas que contra- dicen al positivismo no terminan y continúan

6 La crítica del positivismo en el pasado contra las interpretaciones religiosas (Kolakowski, 1981), ha endiosado en el presente a los datos o a las formas especulativas y metafísicas de las estadísticas que interpreta como datos.

incólumes las posiciones epistemológicas em- piristas y posiblemente se han fortalecido en el presente liberal con las prolíficas técnicas cuantitativas. La funcionalidad del empirismo al statuo quo impide la visión de totalidad, para detenerse solo en la parte como el centro de su medición y comparación. De este modo, se suprime el conocimiento renovador y crítico, se absolutiza, se hace conservador y la ciencia se degrada a sus periodos observacionales y des- criptivos como si nada hubiera pasado a través de los siglos. La ciencia y la libertad cognoscitiva están atrapadas en una concreción inventada por el endiosamiento cuantitativo o tecnocrático (Habermas, 1984). La pertinencia del empirismo no es por consideraciones cognoscitivas ni por el desarrollo epistémico, sino por determinaciones políticas e ideológicas funcionales al poder.

Parece absurdo que estos ejercicios que solo describen parcialmente, que no explican ni son parte de la labor científica, sean hechuras de prestigiosas personalidades e instituciones, contraviniendo el estado del conocimiento cien- tífico y epistemológico del presente. No obs- tante, las cifras son usadas como entidades simbólicas donde se destaca lo bien que están algunas sociedades frente a la indignante situa- ción de otras. Esto implica que hay una velada intencionalidad ideológica que denigra a unos Estados y sociedades frente la situación y poder de otros. La colonialidad del poder se expresa en las cifras de aparente objetividad y neutralidad.

IGUALDAD Y ESTADO DE DERECHO

Las triunfantes luchas sociales de la Re- volución Americana y la Revolución Francesa que inauguraron políticamente el capitalismo con el reconocimiento de la igualdad individual, política y la ciudadanía son logros truncados en sus espacios y en la actualidad enfrentan proce- sos de regresividad creciente, aun con formas jurídicas igualitarias. El pasado y el presente en igualdad jurídica, ponen en evidencian el no haber tenido la fuerza social, la consistencia ni la continuidad política para garantizar el respe- to de la realización igualitaria de las personas y los pueblos.

Las fuerzas económicas, ideológicas y políticas que reproducen pobreza e iniquidad,