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El paisaje caribeño costarricense desde la valoración indígena Cabécar-Tayní...
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 13-26 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)
se ha demarcado por la presencia de lo escé- nico, más que las personas como centro de lo observado. Se observa que del cuadro 2 surgen palabras o frases como “panorama ”, “elementos que embellecen ”; de las cuales se puede desta- car que la perspectiva estética está presente y el goce por lo visto es una constante. También se puede contextualizar que el entorno biótico en el que habitan las personas del grupo Cabécar- Tayní permite que los contornos naturales sean marcados por una especie de apreciación vital, que desde una mirada no indígena recuerda lo imponente de la naturaleza del romanticismo europeo. Sin embargo, la “naturaleza ” de dicha etapa socio-histórica de Europa (y sobre todo alemana y después francesa) está muy asociada al valor simbólico de los valores “humanizan- tes o de humanización ” del siglo de las luces, mientras que el valor natural en Gavilán como se muestra en los relatos, orienta la simboliza- ción en unificar lo vital con la cotidianidad, lo vital desde el punto vista de reproducción tanto física como cultural. Lo central de los primeros dos relatos colectivos está ubicado en la versión estética, la contemplación del entorno natural, mientras que el tercero y cuarto relato están más en la dimensión de la utilidad y del uso de la misma naturaleza, en función de algo.
La no monopolización de lo visual: se realiza una reflexión donde la mirada, si bien juega un papel en la construcción paisajística, no es la única dimensión en la elaboración simbólica. Se está en un entorno que habla más de la vivencia, de la sensación vivencial, donde además de la mirada, están presentes experiencias sensoriales, el tacto, el tocar el árbol, el estar en el río, el subir la montaña. Esta vivencia está entretejida en dimensiones que van más allá del goce visual, sino que está impregnada de la experiencia del paisaje. Esto está conectado con los criterios teóricos bási- cos de este artículo. Primero con la labor de la praxis, en el sentido de construcción social del mundo socioproductivo y posteriormente con su cotidianidad. Es importante indicar que esto plantea de fondo, una discusión epistémica entre la creación de conocimiento endógeno, frente a la construcción de conocimiento exó- geno sobre las zonas y territorios indígenas.
Es decir, una gran parte del material académico y no académico presenta una lectura exógena ― desde afuera ― sobre los territorios y las culturas. Aquí se propone una interpretación comparti- da , donde el aporte exógeno es realizado por la persona investigadora a partir de los recursos teóricos para configurar el concepto de paisaje en relación con el material endógeno directo de los relatos colectivos.
6. CONCLUSIONES ANALÍTICAS
Como acercamientos de análisis se encuentran 3 puntos centrales acerca de la reflexión paisajística en el contexto de la cos- movisión indígena. Cada uno de esos puntos es importante resaltarlo, debido a su peso en la dinámica socio-simbólica de la comunidad de Gavilán y su contexto de población Cabécar- Tayní. La reflexión de fondo busca proponer un acercamiento a una problematización sobre la relación entre lo local y lo global desde lo utili- tario o instrumental a lo simbólico, y darle un acercamiento comprensivo más amplio y dialó- gico de los procesos sociales en curso.
La primera conclusión analítica radica en la idea de que el paisaje no remite a la con- cepción necesaria ni exclusivamente visual, los grupos sociales experimentan de manera vivencial los paisajes. Es decir, se pasa del para- digma dominante de lo visual occidental sobre el paisaje, a una concepción donde este es más “vivenciado ” (no visualizado solamente); no es solo visto como algo lindo, sino que es vivido en
8 Aunque con dicha interpretación compartida no se considera que subsanada la discusión o la con- flictividad epistemológica sobre los modos cualita- tivos del conocimiento, si advierte del intento por no perder de vista las perspectivas intervinientes y tratar de poner en un plano equilibrado o relati- vamente equilibrado, tanto el papel de la persona investigadora como el reconocimiento de la auto- elaboración, a partir de la técnica del relato de vida, y para efectos de esta investigación, los rela- tos colectivos.
9 Esta idea se puede asociar con algunas posturas que señala Joan Nogué (1992) en donde se hace énfasis en la percepción (no centrándose solamen- te en lo visual) sino retomando la experiencia sen- sorial, la cognición y la evaluación sobre lo vivido.