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Juan Manuel Engelman Garreta
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 27-43 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)
El testimonio expresa la clara necesidad de delimitar demandas indígenas al interior del espacio político barrial, siendo ello un factor clave para dinamizar el proceso de orga- nización etnopolítica. La experiencia de haber recorrido los barrios, hablado con vecinos sobre necesidades y participado en reuniones junto con dirigentes y funcionarios municipa- les, fortaleció y legitimó una práctica etnopolí- tica en Almirante Brown.
Aunque inicialmente dicha práctica estaba direccionada hacia el fortalecimiento cultural de una masa de migrantes indígenas en la periferia, esta se encontraba subsumida bajo modalidades partidarias y clientelares que desde el Partido Justicialista reproducía un grupo de referentes barriales. Es decir, al hacer nuevamente foco en el testimonio citado, la for- mación de una dirigencia indígena en Almiran- te Brown estuvo nutrida por aquellas relaciones interpersonales que el tejido barrial imprimió en sus trayectorias (Engelman, 2017).
El motivo de generar un espacio etnopo- lítico y de fomentar la participación indígena en el gobierno local, partía desde una ausencia y no desde una presencia. Es decir que el acceso al conjunto de políticas y programas estatales de la población indígena no se canalizó esta- talmente a partir de la elaboración de políticas culturales, sino que se dio por la condición de vulnerabilidad socioeconómica.
Entre los diferentes programas de em- pleo directo o transitorio que se implementaron desde el gobierno nacional, se pueden mencio- nar el Programa Trabajar i y ii de la década de 1990, y su posterior unificación en el año 2002 con la creación del Programa Jefes y Jefas de Hogar Desocupados . Luego se sumaron dos programas complementarios —creados en el año 2003 —, siendo el primero, el Plan Mayores y el segundo el Programa de Empleo Comuni- tario (Manzano, 2013).
Al tiempo que este tipo de beneficios arribaban a la población urbana de Almirante
9 El Partido Justicialista ( pj ) es un partido político argentino que continuó con las líneas del Partido Peronista. Así, este es una prolongación de la jus- ticia social y está altamente vinculado a la defensa de los sectores populares y obreros.
Brown, las y los dirigentes indígenas llevaban a cabo tareas sociales a través de la formación de centros y salones comunitarios, del trabajo en sus viviendas —como fue el caso de la comuni- dad “Cacique Hipólito Yumbay ” —, o mediante la labor que encaraban las mujeres en comedo- res a partir de las ayudas obtenidas, tanto por donaciones locales como las entregadas por el municipio. Esas tareas eran complementadas junto a la realización semanal de copas de leche y placares comunitarios .
Evidentemente, el entramado de vínculos barriales y la heterogeneidad de sujetos invo- lucrados reforzaron la autoadscripción local en un contexto material caracterizado por el incremento de programas y políticas sociales. En otras palabras, la ausencia de políticas o programas específicos para los indígenas en los barrios de la rmba incentivó su organización y definió objetivos comunes en términos cultu- rales. El primero de ellos buscó revertir aquella experiencia política partidaria por una de tipo etnopolítica, para definir estrategias y poder responder sobre algunas demandas y condicio- nes de vida de la población indígena.
En segundo lugar, esa reorientación se nutrió por una toma de conciencia acerca de su origen étnico gracias al fortalecimiento comu- nitario, como consecuencia de la visibilización y organización de la población indígena urbana. Este segundo punto es más aprehensible si se consideran los efectos positivos del reconoci- miento constitucional del año 1994 y de la ra- tificación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo ( oit ) en el año 2001.
Por otro lado, ese marco de derechos será base para que la población indígena urba- na dispute su participación al interior de los programas y políticas venideras, tanto a nivel municipal, provincial como nacional. El acta
10 Las copas de leche consistían en la organización semanal de una merienda que dirigentes rea- lizaban a fin de garantizar el consumo de ciertos alimentos a niñas y niños de las comunidades. Asimismo, los placares comunitarios estaban aso- ciados a labores de recolección y arreglo de pren- das de vestir que, posteriormente, se redistribuían entre los miembros de las familias indígenas y vecinos.