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¿Ha sido la región Chorotega un territorio olvidado?...
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 69-87 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)
las aguas del río Salto e irrigar 250 manzanas, al igual que la construcción de diques para evitar que el desborde del río inundara las tie- rras bajas de la finca. A su vez, en la hacienda El Viejo, el Ministerio construyó un canal de 500 metros y una instalación de bombeo en el río Tempisque para regar 200 manzanas. Finalmente, en la hacienda Los Inocentes, se realizaron estudios para construir un canal de 2000 metros de longitud con capacidad de 800 litros por segundo para regar 850 manzanas de pastos y cultivos. Otros latifundios importantes como El Asientillo, El Porvenir y El Pelón de la Altura, también recibieron obras e inversión de parte del mai ( mai , 1952).
Si bien, estas obras ejecutadas con fon- dos públicos se realizaron en propiedades de los grandes terratenientes guanacastecos, esto se debió según el mai , a que presentaban condicio- nes aptas para la irrigación, según el dictamen de la sección de Ingeniería Rural del Departamento de Servicios Técnicos Especializados ( mai , 1952).
En el decenio de 1960, el mai es trans- formado en el Ministerio de Agricultura y Ga- nadería ( mag ), que continuó con las funciones de impulsar y regular el desarrollo del sector primario nacional. Así, el mag apoyó en la re- gión, el crecimiento de la ganadería extensiva y cultivos como los granos básicos y la caña de azúcar, a través de la realización de estudios y el traslado de información y tecnología a los productores ( mag , 1963, 1964 y 1967).
El impulso al cultivo de la caña de azúcar, produjo en la década de 1970, el asentamien- to de algunos de los ingenios más modernos y de mayor tamaño, lo que consolidó a la región Chorotega, junto a la Pacífico Central, como las zonas de mayor desarrollo cañero del país. En el caso del arroz, la entrada en operación de las nuevas vías de comunicación fomentó una mayor incorporación de nuevas tierras de cultivo, las cuales por su calidad de planicie, per- mitieron la aplicación de tecnología moderna, la introducción de variedades nuevas y la mecani- zación de la producción (León, 2012).
Por su parte, el interés del Estado de consolidar una estructura tecnológica y pro- ductiva para asegurar la autosuficiencia alimen- taria, impulsó durante las décadas de 1970 y
1980, el crecimiento y atención de los cultivos de maíz y frijoles, que se consolidaron junto con el arroz y la caña, como los de mayor ex- tensión en Guanacaste (León, 2012).
El crecimiento sostenido del sector agrí- cola guanacasteco, se aprecia en el uso de la tierra en las fincas entre 1950 y 1984. En dicho período, los terrenos incorporados a las ex- plotaciones agrarias pasaron de 662 669 ha a 772 . 031 ha; por su parte, los porcentajes de estos terrenos dedicados a pastos se increme- taron del 40% al 62,3%; a su vez, las tierras bajo cultivo pasaron del 10,3% al 16,1%. Por su parte, el tamaño del hato ganadero guanacaste- co creció de 233 006 cabezas en 1950 a 517 654 en 1984, lo que significo el incremento de 284 648 en la cantidad de reses en posesión de los ganaderos guanacastecos ( dgec , 1953 y 1987).
Con respecto al proyecto de riego Arenal-Tempisque, en la década de 1970 se concluyó la primera etapa, que contempló el diseño de los primeros canales junto con un plan para el riego de 85 000 ha de terrenos agrícolas (Edelman, 1987). Para la década de 1980, se echó andar la segunda etapa, que incluyó la construcción y el diseño de más canales; así como, la creación del Servicio Na- cional de Aguas Subterráneas, Riego y Avena- miento ( senara ) para administrar el proyecto. Esta etapa se concluyó en 1997, permitiendo el riego de 15 900 ha, las que se extendieron posteriormente a 18 400 ha y a 27 000 ha en el 2012, dedicadas principalmente al cultivo del arroz, frutas como la sandía y el melón, y a pastizales para la ganadería (Programa Estado de la Nación- pen , 2013).
Si bien, la instauración del riego en la zona ha impulsado el desarrollo de numerosas agroindustrias especializadas en la ganadería y la producción frutera de exportación, los ma- yores beneficiados han sido los grandes terra- tenientes guanacastecos, dueños de la mayor cantidad de tierras dentro del distrito de riego. En el año 2000, el 76% de las fincas eran meno- res de 10 ha y ocupaban únicamente el 23% del área bajo riego, mientras que las extensiones mayores de 200 ha eran el 1,7% del total de fincas, pero cubrían el 48% del área bajo riego ( pen , 2000).